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La taxonomía, arma para combatir a los mosquitos transmisores de dengue y zika en América Central

Eduardo Suárez Morales, investigador titular del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) y especialista en el estudio taxonómico de los copépodos, colabora desde hace más de un año con personal de Operation Blessing International (OBI) capítulo Honduras y con Gerald Marten, reconocido investigador estadounidense, en el control biológico del mosquito Aedes aegypti, transmisor de varias enfermedades virales como el dengue y el zika.

Recientemente, OBI emprendió un plan piloto en diversas comunidades del Departamento de Cortés, municipio de Choloma, Honduras, el cual pretende ampliar a otros países, incluyendo México, para el control biológico de mosquitos transmisores del zika mediante el uso de copépodos depredadores (www.ob.org/battling-zika-virus) que atacan larvas de mosquito (figura 1).

Fig. 1. Mesocyclops depredando una larva de mosquito (G. Marten)

Con más de 30 años de experiencia en el estudio de los copépodos, Eduardo Suárez Morales participa en esta iniciativa aplicando su conocimiento de la taxonomía de este grupo de crustáceos para encontrar, identificar y aislar al ciclopoide de agua dulce Mesocyclops longisetus curvatus reconocido como altamente eficiente en la depredación de larvas tempranas de mosquitos. Un individuo de este copépodo puede atacar 30-40 larvas al día, lo que se traduce en un control altamente eficiente. (Ver figuras 1 y 2).

Fig. 2 Hembra de Mesocyclops longisetus curvatus de Honduras, vista ventral

La primera etapa del proyecto, bajo la responsabilidad del investigador de ECOSUR, consistió en estudiar la composición de la fauna de copépodos en cuerpos de agua de las zonas aledañas a las comunidades donde se aplicaría el control. El siguiente paso es fundamental, pues se determinará si los copépodos de la o las especies depredadoras potencialmente utilizables se encuentran presentes en las muestras de agua, al tiempo que se evitará la introducción de especies asiáticas que han sido utilizadas con el mismo fin en otras regiones del planeta.

Llevar a cabo las acciones mencionadas requiere un conocimiento profundo de la taxonomía y morfología de los copépodos, ya que hay varias especies similares que pueden ser confundidas fácilmente. Al identificarse con precisión las hembras y machos de esta especie depredadora de Mesocyclops es necesario aislar esta población en cultivos que deben mantenerse puros. Estos cultivos masivos son la fuente de especímenes que se siembran en los contenedores de agua de las comunidades afectadas por los mosquitos; los copépodos eliminarán las larvas de estos contenedores.

Las poblaciones de copépodos deben ser cuidadas y resembradas periódicamente, lo que requiere de una participación activa y continua de los pobladores. Los cultivos de Mesocyclops se contaminan rápidamente con otras especies si las condiciones no son muy estrictas, por lo que estos cultivos deben ser monitoreados continuamente, cuando hay dos o más especies en el cultivo la eficiencia del control declina sensiblemente.

En este proyecto deben ensamblarse varias piezas para funcionar correctamente. La aportación científica es esencial y Suárez Morales logró cubrir este aspecto alrededor del cual gira el resto del proceso de control biológico. Una identificación errónea o realizada por personal no calificado deriva en una pérdida importante de esfuerzos y recursos. Es aquí donde rinden fruto los años de trabajo que lleva la formación de un taxónomo.

La identificación de cada especimen es un proceso complejo y altamente especializado: requiere disectar bajo el microscopio los apéndices del cuerpo —que mide aproximadamente 1 mm—, incluyendo las partes bucales y evaluar microcaracteres. De hecho, la confirmación de esta especie se logra mediante el conteo de hileras de espínulas en un segmento de las antenas y de la disposición de sus dientes y otras partes bucales, modificadas para la depredación (ver figura 3).

Fig. 3. Mesocyclops longisetus curvatus de Honduras; se observan sus partes bucales, fuertes y armadas para la depredación de larvas de mosquito.

Es de destacarse entonces que el quehacer científico básico que se desarrolla en ECOSUR, en este caso la taxonomía, tiene aplicaciones que permiten reconocer de manera precisa la especie a utilizar como control biológico del mosquito transmisor beneficiando así de manera muy directa a las comunidades al mejorar sus perspectivas de salud. También que es posible hacer participar activamente a la comunidad alrededor del cultivo, distribución y mantenimiento de poblaciones de copépodos cuando el proyecto tiene objetivos y beneficios comunes, como lograr controlar o erradicar el virus del zika o del dengue.

 

El peligroso hábito de alimentar a las palomas

Alfredo Castillo
Investigador del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente 

Unidad Tapachula

La gente comúnmente cree que dar de comer a las palomas contribuye a su bienestar y a la conservación de estas aves. Sin embargo, las palomas son especies exóticas invasivas y alimentarlas puede tener graves consecuencias no solo para la especie en cuestión, sino también para otras especies de aves –algunas de ellas nativas– y para los seres humanos que forman parte de su entorno.

La paloma común (Columba livia) es considerada como una especie exótica en México, porque es originaria de Europa, África y Asia, aunque a sus poblaciones se le encuentran distribuidas en varios países del mundo fuera de su región de origen.

En Norteamérica fue introducida en el siglo XVII, pero sus poblaciones escaparon formando poblaciones ferales, llamadas así a las especies domesticadas que son liberadas fuera de su hábitat natural. Esta especie se ha mezclado con las especies domésticas, generándose a través del tiempo una selección artificial.

En México es común verlas en las plazas de las ciudades más importantes, se les considera como atractivo turístico y como un elemento “lindo” en el paisaje, y poco se consideran los riesgos ambientales y a la salud humana que representan sus altas poblaciones con un deficiente estado de salud.

 

No existen registros de cómo y cuándo arribó esta especie a nuestra Perla del Soconusco, aunque hasta hace poco más de cincuenta años ya podían verse pequeños grupos de palomas en la terminal de autobuses “Paulino Navarro”. En la actualidad, las palomas se encuentran distribuidas en toda la ciudad de Tapachula, principalmente en las colonias del centro, aunque también en colonias y edificios públicos muy alejados al centro de la ciudad, y su población aumenta peligrosamente. Se les puede ver sobre banquetas, marquesinas, techos y cualquier otro sitio que les brinde un refugio para protegerse de las fuertes lluvias y las altas temperaturas comunes en esta región tropical.

El impacto negativo de las palomas en el medio ambiente y en la salud humana es mínimo cuando su población es baja y su estado de salud óptimo, bajo estas condiciones hasta pueden representar un valor agregado para cualquier ciudad. Sin embargo, el medio urbano brinda condiciones favorables para que una población de palomas crezca considerablemente, al ofrecer un hábitat artificial adecuado para el crecimiento de sus poblaciones –altas temperaturas y pocos enemigos naturales–, pero especialmente porque sus habitantes las proveen de alimentos de forma involuntaria y voluntaria. Este crecimiento poblacional se combina con problemas de salud en estas aves, debidos al hacinamiento urbano y la contaminación, aumentando el riesgo de ser potenciales transmisores de enfermedades y parásitos al ser humano.

El doctor Manzolli y sus colaboradores de la Universidad de Universidad Nacional del Litoral en Argentina establecieron que la presencia de parásitos y patógenos también afecta a las aves mismas, como consecuencia de la acción directa de la contaminación, la fragmentación, el cambio climático y sus interacciones, dentro de los hábitats urbanos.

La paloma urbana en la actualidad es considerada como la plaga de aves más peligrosa del mundo para el ser humano, al punto que han sido llamadas “ratas voladoras”, por su alta capacidad como transmisoras de enfermedades. Los problemas de salud pública que generan al humano y a los animales domésticos incluyen la transmisión potencial de más de 40 especies de virus, bacterias y parásitos.

Las palomas pueden ser las responsables de una repentina infestación de garrapatas a nuestra mascota, hasta de enfermedades que transmiten al ser humano.

Un grupo de ornitólogos de la Universidad Autónoma de Nuevo León señala que entre las enfermedades que la paloma pueden transmitir al humano se encuentra la histoplasmosis, enfermedad respiratoria causada por la aspiración del hongo Histoplasma capsulatum–; salmonelosis, causado por la ingesta de alimentos contaminados por heces de paloma con la bacteria Salmonella spp.–; psitacosis, provocado por inhalación de polvo fecal contaminado con Chlamydia psittaci y Criptococcocis, causado por la inhalación de polvo contaminado con el hongo Cryptococcus neoformans.

Por lo general, no tenemos las mismas posibilidad de detectar y curar las enfermedades de los animales silvestres enfermos que las de los animales domésticos y el humano. La resistencia a las enfermedades y los parásitos es mayor en las palomas que en cualquier otra especie de ave silvestre, de manera que cuando cualquier otra ave es contagiada por las palomas enfermas, generalmente muere. Así que, cuando una paloma enferma con malaria aviar le transmite el virus a un ave nativa a través de la picadura del mosco Culex quinquefasciatus, las poblaciones silvestres de esas aves nativas corren riesgo de extinguirse.

El desconocimiento y la falta de información de la ciudadanía sobre las amenazas que representa las palomas, es lo primero que se tiene que enfrentar para tratar de resolverlo. Sin embargo, es claro que muchas veces esto no es suficiente, ya que la erradicación de palomas es un asunto casi imposible de lograr debido a las consecuencias económicas, sociales, culturales, religiosas y éticas, involucradas.

En algunas ciudades ponen nidos artificiales y luego los trabajadores del gobierno recogen los huevos, limitando así el crecimiento poblacional, mientras que en otras han tomado otras medidas para tratar de controlar la población de las palomas, las cuales incluyen la eliminación de zonas de refugio y fuentes potenciales de alimento. Estas medidas también incluyen el uso de disuasivos –ruido, olor, visuales–, esterilizadores químicos, trampas y en casos extremos venenos.

Lo cierto es que, como sucede con todos los problemas públicos, la solución no se puede lograr sin una participación ciudadana informada, con la intervención comprometida de las autoridades de salud y el involucramiento de diferentes actores interesados en mitigar la expansión de la población de palomas en Tapachula a  partir de una estrategia integral.

 

Zooplancton, pterópodos y su importancia en un océano cambiante

Finalmente, nos adentramos en la biología del macro zooplancton en este blog. Mi colega Jesús Cano Compairé y yo estamos involucrados en la investigación de estas minúsculas criaturas que viven en los océanos de todo el mundo, llamadas zooplancton. Cada uno de nosotros estamos interesados en un grupo específico dentro de esta categorización: zooplancton.

El zooplancton –del griego: zoon, animal; y plancton, lo que va errante– son miríadas de diversos animales flotantes, que van a la deriva con limitado poder de locomoción. La mayoría son de formas microscópicas, unicelulares o multicelulares, con tamaños que varían desde algunas micras hasta un milímetro o más.

Una breve vista del enigmático zooplancton

Hablando sobre su papel en los océanos, el zooplancton es muy importante en el estudio de la biodiversidad faunística de los ecosistemas acuáticos y su ecología, pero también nos da pistas sobre el ambiente que los rodea. Incluyen representantes de casi todos los taxones del reino animal y se desarrollan en el medio acuático, ya sea como adultos –holoplancton, que viven en la columna de agua– o como larvas –meroplancton, que viven parte de su vida en el fondo del mar en algunos casos, unidos a ostiones, almejas, rocas, algas, etc., y la otra parte en la columna de agua.

Debido a la abundancia de ambos tipos y su presencia en profundidades variables, el zooplancton se utiliza para evaluar la transferencia de energía en los niveles tróficos secundarios. El zooplancton se alimenta de fitoplancton –plantas microscópicas– y facilitan la conversión de material vegetal en tejido animal y, a su vez, constituyen el alimento básico para animales de niveles tróficos superiores, incluidos los peces, particularmente sus larvas.

Una de las razones por las que estamos interesados en recolectar el zooplancton aquí en el tercer crucero: Ecosistemas del Golfo de México y Ciclo del Carbono (Gulf of Mexico Ecosystems and Carbon Cycle 2017 Cruise, GOMECC-3) es porque ciertos organismos planctónicos son capaces de construir estructuras duras de carbonato de calcio, concentrándolo como conchas y, por lo tanto, pueden actuar como indicadores de la química del agua, diciéndonos cómo son afectados por cambios ambientales tales como el aumento de CO2.

Para la recolección de zooplancton, estamos empleando redes de plancton de arrastre. Las redes de plancton que usamos son del tipo Bongo, llamadas así porque se parecen a esos grandes instrumentos musicales. Arrastramos estas redes con un cable de acero que está unido al buque oceanográfico Ronald H. Brown, de la Administración Nacional Atmosférica y Oceanográfica (National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA) mediante una técnica de arrastre denominada lances oblicuos, lo que nos permite recoger el zooplancton desde una cierta profundidad a través de toda la columna de agua hasta la superficie. Estas redes de plancton son de forma cónica y consisten de un anillo –rígido y redondo–, el cono de filtración y el recipiente para la recolección de organismos.

Después de la captura, tenemos que fijar los organismos con algunos productos químicos y luego agregar conservadores para mantenerlos por muchos años. Si hacemos este proceso cuidadosamente, a partir de ahora, los organismos tendrán casi la misma apariencia que si hubieran sido capturados el día anterior, permitiéndonos realizar diversos estudios cualitativos y cuantitativos sobre ellos.

Preparando y esperando para el despliegue de la red

 

Despliegue y remolque de las redes

 

Izquierda: Muestras frescas justo después de lavar la red. Derecha: Zooplancton recién tratado con un fijador

El grupo académico Adaptación Humana y Manejo de Recursos en Ecosistemas Tropicales, del Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad en la Unidad Campeche de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) está interesado en los pterópodos del Golfo de México. Estamos buscando tener una extensa base de datos de las comunidades de pterópodos y usarla como indicador de la extensión de la acidificación en el Golfo de México.

Los pterópodos son un grupo de moluscos gasterópodos heterobranquios holoplanctónicos –relacionados con los caracoles–, es decir, diminutos moluscos que tienen una concha y viven en la columna de agua, muy abundantes en el zooplancton marino, por lo que se les ha propuesto como bioindicadores para monitorear los efectos de la acidificación del océano porque sus estructuras de carbonato de calcio son excepcionalmente vulnerables a los crecientes niveles de CO2 en el océano global.

Se espera que la entrada de carbono antropogénico en el océano pueda afectar ahora más severamente a la vida marina porque está ocurriendo mucho más rápido que, por ejemplo, en el llamado Máximo Térmico del Período Paleoceno-Eoceno (MTPE), en el que hubo un brusco cambio climático hace 56 millones de años. Durante el MTPE, se liberaron cantidades masivas de carbono a la atmosfera y al océano, que condujeron a la acidificación y al calentamiento de los océanos, situación que persistió durante decenas de miles de años (Zachos et al., 2005). Lo que resultó en grandes cambios para las comunidades planctónicas marinas.

Por lo anterior, ya sabemos lo que ocurre con algunos miembros de la comunidad de plancton cuando el CO2 se eleva, y nos interesa saber si, actualmente, las actividades antropogénicas están involucradas en la alteración de los organismos planctónicos con conchas calcáreas como son los pterópodos en el Golfo de México.

Grupo: Pterópodos, Suborden: Thecosomata. Comúnmente conocida como Mariposa de mar
Fotos: Lucio Loman Ramos
Referencias: Zachos JC, RoÈhl U, Schellenberg SA, Sluijs A, Hodell DA, Kelly DC, et al. Rapid acidification of the ocean during the Paleocene-Eocene Thermal Maximum. Science 2005; 308: 1611-1615.

Versión en inglés en el blog del GOMECC-3

Conocer el lenguaje químico de los insectos, clave para el manejo de plagas

Julio César Rojas León
Investigador del Departamento Agricultura, Sociedad y Ambiente
El Colegio de la Frontera Sur – Unidad Tapachula
 

Los humanos como animales visuales somos incapaces de percibir un mundo paralelo lleno de compuestos químicos volátiles que está a nuestro alrededor y que son producidos por las plantas, animales, y microorganismos.

Los volátiles en muchos casos funcionan como canales de comunicación entre miembros de la misma especie o son usados por los miembros de una especie para encontrar comida y evitar a sus depredadores. Así, por ejemplo, una mariposa nocturna libera su perfume (feromona) al ambiente para atraer a machos de su especie a una distancia de hasta 10 km con el objetivo de reproducirse, o bien los mosquitos pueden localizar a los humanos por el dióxido de carbono y volátiles, generalmente producidos por bacterias, que desprendemos. Aunque la comunicación química ocurre en muchos organismos, los insectos, sin lugar a dudas, son los maestros en el uso de los volátiles para comunicarse.

En el sureste mexicano, concretamente en la Unidad Tapachula de El Colegio de Frontera Sur (ECOSUR), un centro de investigación perteneciente al Sistema de Centros del CONACyT, existe un laboratorio que se dedica a descifrar el lenguaje químico de insectos tropicales y durante varios años hemos identificado los compuestos que usan algunos insectos de importancia agrícola, médica o ecológica.

En esta nota quisiera narrarles nuestra experiencia con el insecto conocido comúnmente como el picudo de los agaves.  Los agaves, como ustedes seguramente conocen, son parte de nuestra identidad cultural. Estas plantas nos proporcionan fibras como el henequén, bebidas espirituosas, jarabe de agave, y recientemente se ha empezado a explorar la posibilidad de usar los residuos del agave como biocombustible. Desafortunadamente, el agave, como cualquier otro cultivo agrícola, tiene insectos plagas y enfermedades que le causan daños.

La plaga insectil más importante en México y a escala mundial es el picudo de los agaves; las larvas de este insecto son las que causan el mayor daño, aunque los adultos pueden ser vectores de enfermedades del agave. Lo curioso es que este insecto no causaba muchos daños a mediados del siglo pasado y cobró importancia a medida que se intensificó el cultivo de agave. Tanto los adultos como las larvas viven dentro de las plantas, lo que dificulta su control, que se basa principalmente en el uso de insecticidas.

Precisamente este último aspecto es lo que dio inicio al proyecto en el que buscábamos encontrar alternativas al uso del control químico. En colaboración con colegas del Colegio de Postgraduados, Montecillo, Estado de México, y con apoyo de una compañía tequilera nos dimos a la tarea de descifrar el lenguaje químico de este insecto.

Así descubrimos que los machos de esta especie liberan olores que atraen a hembras y machos de esta especie, lo que, en la jerga del campo, se conoce como una feromona de agregación. Además, encontramos que los machos solo producen la feromona en presencia de los volátiles del agave, y si estos últimos no están presentes, los picudos no son atraídos a la feromona.

Identificar los compuestos feromonales fue relativamente fácil, el problema fue tener suficiente cantidad de los compuestos para evaluar la actividad biológica en el campo, ya que estos no estaban disponibles comercialmente. Ante esto, tocamos las puertas de varios laboratorios de universidades del país, sin que lográramos despertar el interés de nuestros colegas para sintetizar las moléculas. Así que recurrimos a un colega en Inglaterra, quien realizó la síntesis de los compuestos pero que, al terminar la síntesis, presuroso y sin avisarnos nos envió los compuestos por correo normal, los cuales desafortunadamente nunca llegaron a nuestras manos.

Al final de este peregrinaje encontramos en México a un químico independiente que nos sintetizó los 4 compuestos feromonales, por lo que empezamos las pruebas en Oaxaca y Jalisco. Como resultados de estas pruebas, entre otras cosas, pudimos establecer que solo un compuesto era necesario para atrapar a los picudos en el campo. Pero además descubrimos que la mayoría (más del 80%) de los picudos atrapados eran hembras, lo que es una excelente noticia para fines de control de esta especie, ya que son precisamente las hembras, al poner sus huevecillos, las que juegan el papel más importante en el crecimiento poblacional del insecto.

Actualmente, la feromona es comercializada por una pequeña empresa mexicana, y es parte importante de la Campaña contra Plagas Reglamentadas del Agave del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria para monitorear las poblaciones del picudo en el Área de Denominación del Tequila, pero también se está usando en agave mezcalero en Oaxaca y Guerrero.

Nuestros estudios recientes muestran que la feromona además puede ser usada dentro de una estrategia de trampeo masivo, lo cual bajo ciertas circunstancias, evitaría usar insecticidas para controlar a este insecto plaga.

Además, estamos identificando los volátiles de la planta, que como he comentado anteriormente juegan un papel preponderante en la comunicación de este insecto. Este ejemplo muestra cómo al descifrar el lenguaje químico de los insectos puede ayudar a encontrar estrategias para manejar plagas insectiles de manera más amigable con el ambiente.

Violencia de género: manifestaciones y modalidades

Maritel Yanes Pérez, Investigadora del Departamento de Sociedad y Cultura
Unidad Villahermosa

Hace algunos meses me encontraba en trabajo de campo en un juzgado indígena de un pueblo originario y llegó una señora a buscar asesoría. Nos relató cómo había sido su vida a lado de su esposo, desde muy temprana edad él se la “robó” y parecía que jamás le había dado un trato digno, siempre la limitaba en los gastos y la amenazaba constantemente, ella tenía miedo de no cumplir con sus expectativas.

Repetía mucho que su hija estaba enferma y no pude evitar preguntarle ¿enferma de qué? A lo que me contestó que no sabía, pues jamás la habían examinado de manera exhaustiva, pero que se había caído cuando era chiquita de un segundo piso y la niña había quedado mal “es que me descuidé un ratito porque ya iba a llegar mi marido y yo no tenía listas las tortillas ni el frijol”, dijo.

Estas historias no dejan de sorprenderme, observo cómo sufrir algún tipo de violencia desencadena otros hechos aún más graves o la pérdida de vidas, lo que pudo evitarse. También percibo que desconocer nuestros derechos nos hace ser parte de círculos viciosos que no debemos tolerar, pues todas y todos tenemos derecho a vivir una vida libre de violencia. Es por ello que en estas líneas describiré a grandes rasgos de qué se trata la violencia de género, cuáles son las manifestaciones de la violencia y sus diversas modalidades.

Comencemos por saber que por el simple hecho de ser personas tenemos derechos. Sin embargo, entre hombres y mujeres siempre han existido diferentes manifestaciones de desigualdad, siendo las mujeres las que más sufren sus diferentes expresiones, a esto se le conoce como violencia de género. La violencia la viven mujeres de diferentes edades, clases sociales, religiones, razas y etnias, está en todos lados y es compleja, en ella influyen diversos factores, por lo que es tan difícil de combatir. Las mujeres somos un grupo de la población que siempre ha estado vulnerable ante la violencia, tanto en el ámbito privado como en el público. De ahí la necesidad de reconocer esta problemática y tratar de eliminarla.

En nuestro país existe la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV). Este ordenamiento busca que hombres y mujeres seamos iguales ante la ley, que se respete la dignidad de las mujeres, que no se les discrimine y que seamos libres en nuestra manera de actuar, de pensar y de vivir.

TIPOS Y MODALIDADES. Los tipos de violencia que reconoce la LGAMVLV, son la psicológica, la física, la patrimonial, la económica y la sexual.

La violencia psicológica es la más frecuente y en ocasiones puede pasar desapercibida. Son las conductas que se hacen o que se dejan de hacer y dañan la estabilidad psicológica, es decir, los procesos mentales, las sensaciones, lo que se percibe y la forma de actuar del ser humano. Puede consistir en falta de cuidado o no cumplir con una obligación, abandono, descuido constante, en celos excesivos, en infidelidades, en comparaciones que causan daño, en rechazo, en no dejar que la mujer se desarrolle como ella desea y en amenazas. El sufrir este tipo de violencia puede llevar a la depresión, a apartarse de los demás, a no quererse a sí misma, incluso puede conducir al suicidio o a otros actos violentos como los homicidios.

En el año 2002, conocí a La Gacela recluida en el Centro de Reinserción del Estado de Tabasco. Ella me contó que siempre sufrió violencia por parte de sus parejas y que el que más la lastimó nunca la golpeó. Ejercía en ella una serie de prohibiciones que la hicieron caer en una profunda depresión que nunca fue tratada “nunca me tocó, pero hubiese preferido que me acabara a golpes, y no hubiese frustrado todo lo que fue mi vida, esa relación me marcó en vida, me acabó las ganas de vivir con mis hijos, me absorbió completamente, me lastimó, me hirió,  me laceró”.

Cuando ella no pudo más decidió quitarse la vida, pero pensó en no irse sola, para no abandonar a su hija y a su hijo les administró veneno. Desgraciadamente ambos fallecieron y sólo La Gacela sobrevivió, fue condenada a 50 años de prisión por los dos homicidios. Si La Gacela hubiera buscado ayuda, si las personas a su alrededor hubieran hecho algo, tal vez sus hijos estarían vivos y ella sería libre.

La violencia física es cualquier acto que se realiza con la intención de causar daño, se usa la fuerza física o algún tipo de arma u objeto que pueda provocar o no lesiones ya sean internas, externas, o ambas. Es muy importante saber que el hecho de que no salga sangre no significa que internamente no haya algún daño.

La violencia patrimonial es cualquier acción que se haga o se deje de hacer y que pone en riesgo la vida de la víctima. Se presenta cuando se cambian, se toman, se destruyen, se tienen o esconden objetos, documentos personales, bienes, tarjetas de crédito o de débito y derechos que tienen un valor económico destinado a cubrir las necesidades de las víctimas.

Por ejemplo, en algunos pueblos originarios, los usos y las costumbres siguen limitando la participación política de las mujeres y no se les visualiza como sujetos de derechos. Se ha documentado desde los estudios de antropología jurídica que las mujeres no podían acceder a las herencias de sus padres por el hecho de ser mujer. Esto evoluciona cada vez más y las mismas mujeres han empezado a cuestionar tales planteamientos exigiendo un reconocimiento a la igualdad. Muy de la mano con la anterior, la violencia económica se manifiesta a través de limitaciones en los ingresos, cuando las mujeres ganan menos y realizan el mismo trabajo que un varón en un centro laboral.

Mientras, la violencia sexual es cualquier acto que humilla o daña el cuerpo o la sexualidad de la persona que la experimenta y que atenta contra su libertad, su dignidad y su integridad. Implica abusar de la mujer y verla como un objeto para satisfacer sus deseos sexuales.

Todos estos tipos de violencia pueden presentarse en diferentes modalidades: en el ámbito familiar, laboral y de docencia, en la comunidad, en las instituciones y la violencia feminicida.

En Tabasco y en el sureste mexicano el Grupo Académico de Estudios de Género de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) desde el proyecto de Cátedras Conacyt “Violencias de género y desigualdad en el sureste de México”, busca contribuir al debate en temas que han sido escasamente abordados en esta región del país como lo es la máxima expresión de la violencia: el homicidio, desde la perspectiva de género.

Hace apenas unos días, Tabasco fue noticia nacional por las muertes violentas de cuatro mujeres en el periodo de una semana. El análisis profundo de estas problemáticas nos dará información que se pierde en las estadísticas. Quizás el problema de la violencia tenga que ver con algo más allá de la coyuntura, quizás nuestra sociedad está asimilando cada día la violencia como algo natural.

Busco visibilizar y concientizar sobre el ejercicio de la violencia de género porque estoy convencida que la prevención es una de las herramientas con las que se cuenta para que cada vez más mujeres logren empoderarse en diferentes ámbitos y de esta manera se desarrollen de una forma sana y completa, y transformen su entorno.

Más información: myanes@www.ecosur.mx

Ver nota en La Crónica. http://www.cronica.com.mx/notas/2017/1025504.html

Violencia política de género en Chiapas

Abraham Mena Farrera*, Juan Iván Martínez Ortega* y Ariadna Martínez Olvera**
*Técnicos académicos y ** estudiante de El Colegio de la Frontera Sur

Este 2017, en Coahuila y Nayarit se elegirán ayuntamientos, diputaciones locales y gubernatura; en el Estado de México habrá elecciones sólo de gobernador/a y en Veracruz sólo de ayuntamientos. La gubernatura, es el cargo de mayor importancia a nivel local y el que más atención pública atrae; para ese cargo, en Coahuila una de siete contendientes es mujer; en el Estado de México de seis candidaturas, tres son de mujeres y en Nayarit los ocho candidatos son hombres. Sólo en el Estado de México hay posibilidades reales de que una mujer gobierne la entidad, de acuerdo con las encuestas.

Desde 1953, fecha en que se otorgó a las mujeres el derecho a ser votadas a nivel federal, quienes han llegado a ocupar cargos de elección popular, lo han hecho con dificultades estructurales y simbólicas. No obstante, también se han tenido avances, principalmente desde la década de los noventas con las leyes de cuotas que iniciaron en 1993 y que avanzaron hasta lograr la paridad en 2014, año en que se reformó la Constitución general para obligar a los partidos políticos a postular a igual número de mujeres y de hombres en candidaturas para integrar las legislaturas federal y estatales.

No obstante, más que los jurídicos, los cambios estructurales y culturales son los más difíciles por ser los de mayor arraigo en la sociedad. Un ejemplo es Chiapas, entidad que tuvo elecciones locales y federales en 2015 cuando ya estaba en vigor la obligatoriedad de la paridad; aspecto que no impidió que las mujeres fuesen objeto de discriminación, de hecho, lo que ocurrió es que se reconfiguró de manera distinta la forma de ejercer violencia política contra ellas.

En ese marco, realizamos un estudio cualitativo cuyo objetivo consistió en analizar las formas en que se manifestó la violencia política de género contra las mujeres que participaron en las contiendas electorales de 2015 en Chiapas. El fenómeno se documentó por medio de redes sociales que dieron cuenta de lo acontecido antes, durante y después de los comicios; se consideraron datos que tuvieron tráfico alto y dejaron rastro en Facebook y Youtube. También fueron consideradas notas de diarios nacionales y locales que circulaban en la web en las que se exhibían y denunciaban acciones de acoso y violencia contra las mujeres que competían por un cargo de elección popular.

A partir de ello, observamos que en Chiapas persiste un contexto de discriminación, desigualdad y violencia relacionada con la manera en que la construcción social de género define cuáles son los espacios válidos y legítimos para hombres y mujeres. Estas nociones, continúan asignando a los primeros el lugar de lo público/político y a las segundas el de lo privado/doméstico; cuando no sucede así, y se transgrede ese orden, por ejemplo, cuando las mujeres desean participar en lo político/electoral, las transgresiones se castigan con humillaciones públicas y cuestionamientos a su moralidad y capacidad para tomar decisiones, tal como lo documentamos en el estudio realizado.

A las expresiones de violencia ejercidas en ese espacio público/político/electoral se les denomina violencia política de género porque la construcción sociocultural de la diferencia sexual es la base en la que se justifica y legitima. Ello, impide la participación equitativa entre hombres y mujeres y propicia que el ingreso y desarrollo en la actividad política sea difícil y en desventaja para ellas.

Durante los comicios en Chiapas, las instituciones y partidos políticos simularon el cumplimiento de la paridad; algunos partidos postularon a mujeres con cercanía familiar para que después de ser electas renunciaran y fueran relevadas por hombres. Asimismo, hubo resistencias culturales por parte de habitantes de algunos municipios ante el hecho de ser gobernados por una mujer, lo que derivó en la intensificación de la violencia, que se expresó en agresiones físicas y psicológicas, amenazas de violación y muerte, quema de propiedades, manifestaciones y toma de carreteras. Se pretendía hacer renunciar a las mujeres desde que eran candidatas y también cuando resultaron electas.

El análisis destaca la necesidad de prever, que reformas progresistas como la de la paridad pueden generar resistencia de algunos actores por lo que es importante anticipar medidas para resolver los conflictos que pudieran presentarse al aplicar la ley. El estudio se realizó antes de la última reforma a la Constitución Política de Chiapas del 29 de diciembre de 2016, en cuyos considerandos definen la violencia política como “todas aquellas acciones u omisiones que restringen o vulneran el ejercicio y el goce de los derechos políticos de cualquier persona, ejercida por una autoridad, partido político o un particular”.

Asimismo, se reconoce que “la violencia política se ejerce mayoritariamente en contra de las mujeres que deciden participar en la vida política de nuestra entidad, en su aspiración por ocupar espacios públicos de dirección y toma de decisiones” y se asume la importancia de que “en la Constitución Política del Estado… y las leyes secundarias se contemplen las garantías necesarias tendentes a proteger a las mujeres de la violencia política ejercida en su contra”. Con esa justificación, es que el nuevo texto constitucional establece, respectivamente, en los artículos 8, 9 y 30 el derecho de las mujeres a la protección efectiva contra la violencia en procesos electorales y post-electorales; la obligación del gobierno de impulsar políticas públicas para la “prevención, protección y atención para el cumplimiento de una vida libre de violencia política para las mujeres”; y, la paridad horizontal, vertical y transversal en la postulación de candidaturas al congreso estatal y ayuntamientos. También se afirma en el artículo 30 que “la vida sin violencia política es paritaria para hombres y mujeres en Chiapas, independientemente de prácticas comunitarias o usos y costumbres”.

Consideramos que los cambios a la Constitución del Estado de Chiapas, en parte, se presentaron como una respuesta a la crisis política causada por los conflictos generados por las manifestaciones de violencia política contra las mujeres expresadas antes, durante y después de los comicios de 2015; además, por la presión de la sociedad civil, por ejemplo, de la Red por la Paridad Efectiva (REPARE) que en tiempos electorales estuvo denunciando los casos de violencia política contra las mujeres y el incumplimiento a la ley por parte de los partidos políticos.

La reforma significa un gran avance en materia de derechos políticos para las mujeres, no obstante, aún faltan las leyes secundarias que materialicen ese avance y, como quedó de manifiesto en el estudio citado, se debe anticipar que ante avances como ese, las expresiones de violencia política contra las mujeres se pueden reconfigurar de maneras distintas porque, como ya decíamos, los cambios culturales son más difíciles que los jurídicos.

De cara a las elecciones estatales de 2017 y las federales en 2018, confiamos en que los logros de las mujeres en materia de derechos políticos brinden un escenario de competencia equitativa y libre de violencia política de género.

 

Leer artículo completo:

“Manifestaciones de la violencia política de género en las contiendas electorales 2015 en el estado de Chiapas. Notas para el análisis” (Mena Farrera, Martínez Ortega, Martínez Olvera, 2017)

 

 

Científicos de ECOSUR redescubren especie de mosca después de casi 100 años de su descripción

Un grupo internacional de científicos encabezado por Gabriela Pérez-Lachaud y Jean-Paul Lachaud, de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) en la Unidad Chetumal, ha redescubierto las larvas de  Nothomicrodon, un género de mosca, casi después de 100 años de su descripción original.

Nothomicrodon aztecarum fue descrita en 1924 por William Morton Wheeler, uno de los mirmecólogos más famosos, basándose en larvas encontradas dentro de los nidos de la hormiga Azteca trigona en Panamá, la cual construye nidos de cartón en los árboles.

Entre los organismos asociados a las hormigas, las larvas de moscas de la subfamilia Microdontinae  (Diptera: Syrphidae) ocupan un lugar especial, pues debido a su extraña apariencia varias veces han sido erróneamente identificadas como moluscos, incluso en el siglo XX. Estos insectos mirmecófilos —organismos asociados a los nidos y colonias de hormigas— están tan bien integrados en las colonias de sus hospederas que las hormigas no las agreden, a pesar de que la mayoría de las especies, de las que se conoce su dieta, son depredadoras de la cría de las hormigas.

Por la apariencia tan extraña de las larvas de N. aztecarum, Wheeler no dudó en que pertenecieran a esta familia de moscas (Syrphidae). Debido a que el nido de hormigas colectado por Wheeler fue matado con formol no logró obtener los adultos de N. aztecarum y su posición dentro de los sírfidos no pudo ser confirmada. Desde ese entonces nunca se habían vuelto a colectar las larvas de esta mosca y N. aztecarum fue considerada por los expertos en taxonomía de moscas Syrphidae como incertae sedis.

Aunque el equipo de investigadores liderado por académicos de ECOSUR tampoco ha podido obtener los adultos de la larva, estudios morfológicos y de biología molecular han permitido descubrir que en realidad estas moscas no pertenecen a la familia Syrphidae sino a otra familia de dípteros, la familia Phoridae (o fóridos), que son conocidos como moscas decapitadoras de hormigas, pues muchas especies de Phoridae parasitan obreras adultas y como consecuencia del desarrollo del parásito las hormigas pierden literalmente la cabeza.

El trabajo publicado en Scientific Reports también revela la historia de vida de las moscas del género Nothomicrodon, cuyas larvas resultaron ser endoparasitoides exclusivos de las larvas de reina de Azteca chartifex en Brasil. Este trabajo posiciona a los fóridos como la única familia de insectos que parasita hormigas de diferentes castas (obreras y sexuados) y estados de desarrollo (larvas y adultos).

Más información:

Pérez-Lachaud G, Jahyny BJB, Ståhls G, Rotheray G, Delabie JHC, Lachaud J-P. 2017. Rediscovery and reclassification of the dipteran taxon Nothomicrodon Wheeler, an exclusive endoparsitoid of gyne ant larvae. Scientific Reports 7: 45530 DOI: 10.1038/srep45530

Wheeler WM. 1924. Two extraordinary larval myrmecophiles from Panama. Proc Natl Acad Sci USA 10:237–244.

Mujeres, derechos humanos y Web 2.0 en el sureste de México

*Dora Ramos **Abraham Mena
*Investigadora del Departamento de Sociedad y Cultura **Técnico Académico del Departamento de Sociedad y Cultura

Desde hace 14 años México legisló para transformar el paisaje digital y de telecomunicaciones. Inició con la Ley de Telecomunicaciones de 2006 y la creación del programa México Conectado, iniciativas con la que se buscaba garantizar el ejercicio del derecho constitucional de acceso al servicio de banda ancha de Internet.

El sexenio actual inició con un ambicioso programa: Red Compartida, con el objetivo de asegurar el acceso de la ciudadanía a la banda ancha, un lujo que solo Ruanda se ha propuesto llevar a cabo. Paralelamente, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) promovió la competencia disminuyendo costos en la renta de internet y facilitando la apertura en el campo de las telecomunicaciones con la autorización de la comercialización del tripe play, que es la oferta del empaquetamiento de servicios y contenidos audiovisuales (voz, banda ancha y televisión), hecho que tuvo un impacto importante pues entre 2015 a 2016 se reportó la comercialización de 10 millones más de teléfonos inteligentes.

El sureste tambien vivió interesantes procesos, por ejemplo, en 2014, en Chiapas, como resultado de un movimiento social que promovía los derechos digitales en México se aprobó en el pleno del Congreso Local una reforma constitucional que garantizó el acceso a internet como un derecho humano. Sin embargo, sin presupuesto fue imposible implementarla: “En la Constitución el Internet quedó como un derecho de todos los chiapanecos, es una ley… estábamos muy emocionados. Entonces llegamos a la parte donde [las organizaciones sociales] olvidamos poner en la ley que el presupuesto tenía que ser aprobado [risas], es la ley, pero sin presupuesto y… nadie se está moviendo”, expresó un informante.

Pareció entonces que el paisaje digital del sur de México superaría, por fin, las limitantes de la infraestructura: México Conectado (con 250,000 sitios de acceso libre en espacios públicos rurales o pobres) y la Red Compartida abrirían el acceso al mundo digital. Eso cambiaría las estructuras en el sureste, aumentaría la productividad económica, detonaría la diversificación productiva y la modernización tecnológica. Además, el internet llegaría al lugar donde vive la población más joven y más pobre del país. Las condiciones eran ideales.

En este contexto, en un estudio titulado Mujeres, derechos humanos y Web 2.0 en el sureste de México que realizamos en El Colegio de la Frontera Sur, analizamos cómo las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) contribuyen a mejorar la condición de trabajo y derechos de más de 1.3 millones de mujeres jóvenes que viven en tres estados federales del sureste de México —Chiapas, Tabasco y Yucatán—. Para la investigación, consideramos a las mujeres participantes de la Web 2.0 en dos sectores: quienes la utilizan como plataforma o desarrollo de economía del compartir (EC), desde la cual se explican las formas de intercambio a través de plataformas en línea en las que se ofrecen servicios o productos con o sin fines de lucro, relacionándolo con aquellas que desarrollan software (DS) para gestionar redes sociales o páginas web interactivas.

Como resultado observamos que existe un amplio, aunque precario, acceso a nuevas formas de trabajo en la EC y un modesto sector de DS, donde Yucatán tienen apenas números cercanos a los nacionales.

También destacamos que en el sureste de México prevalecen escasos desarrollos de software locales, todavía menor es el número que integra las fórmulas de economía de compartir con desarrollo de software. Aunque por lo general se usan plataformas como Facebook, se reportan  un ilimitado acceso a redes sociales que brindan gratuitamente varias compañías telefónicas, lo cual desincentiva el desarrollo y programación de aplicaciones locales. Además, los estereotipos de género y el trabajo doméstico limitan las oportunidades para que las mujeres ingresen a la oferta de trabajo de desarrolladoras de software.

Al analizar el uso de internet al 2016, de acuerdo a la Encuesta Nacional para el Desarrollo de las Habilidades en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación 2017, es notable que los sectores ganadores han sido el de la comunicación, seguido de la búsqueda de información e inmediatamente después el entretenimiento. La capacitación ha disminuido y el uso de internet en trámites gubernamentales o compras aún no despuntan.

La situación en el campo del internet tendrá un difícil panorama en 2017, el gobierno federal anunció una reducción del 84.1% del presupuesto al programa México Conectado, lo cual generará sin duda un decremento en la cantidad y calidad del proyecto de conexión a internet más importante de México. El Programa de Red Compartida se retrasó algunos años y está lejos de ser una realidad, pues el uso compartido de infraestructura de acceso a internet ha desincentivado la apertura de accesos en áreas rurales.

Los datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) del 2016 muestran que el rezago se mantiene en casi todos los estados del sureste, reconociendo que el Programa México Conectado daba acceso a internet en 101,293 espacios físicos (nodos), con lo cual se estima que en promedio por cada nodo instalado se podrían conectar 337 jóvenes en Chiapas, 191 en Yucatán y 116 en Tabasco. Lo anterior nos permite concluir que los programas y estrategias de desarrollo de internet, no podrán superar la capacidad de conexión para todos, teniendo algunas excepciones positivas en cuanto acceso a banda móvil en Yucatán, pero en general un acceso a banda ancha precario y de mala calidad en el resto del sureste mexicano.

El reto que se plantea es mayúsculo, se necesita muchos más que legislar para transformar el paisaje digital y el acceso a derechos humanos de cuarta y quinta generación.

Leer artículo  completo:

“Mujeres, derechos humanos y Web 2.0 en el sureste de México” (Ramos, D.E., Mena, R.A. 2017).

Impacto de los programas sociales alimentarios en hogares de Calakmul, Campeche

Brenda Olvera Delgadillo*, Santana Navarro-Olmedo**, Birgit Schmook*** y Claudia Radel****

*Egresada de la Maestría en Ciencias de ECOSUR **Egresado del Doctorado en Ciencias de ECOSUR ***Investigadora de ECOSUR****Investigadora de la Universidad Estatal de Utah

Datos revelados por una encuesta y entrevistas realizadas por El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) sugieren que los programas gubernamentales Programa de Inclusión Social PROSPERA, Programa de Apoyo Alimentario (PAL), Programa Estratégico para la Seguridad Alimentaria (PESA) y Cocinas Escolares, han impactado negativamente en la dieta de los hogares de dos comunidades del municipio de Calakmul, al favorecer o incrementar la compra de alimentos industrializados mediante las ayudas económicas en efectivo y el otorgamiento de despensas.

Este efecto no deseado de los programas de apoyo alimentario con frecuencia está reforzado por la insuficiente producción de alimentos —maíz, frijol, calabaza, entre otros— tanto para la subsistencia como para la comercialización, lo cual tiende a empeorar la condición nutricional de la población.

La desinformación, el bajo nivel educativo, la nula educación nutrimental y la gran disponibilidad de alimentos industrializados, son factores que contribuyen al consumo de estos alimentos en las familias rurales del sureste de México, quienes tienen una larga tradición de producción agrícola y ganadera e históricamente han basado su alimentación en los alimentos que producen.

Al analizar el impacto que estos programas sociales alimentarios —PROSPERA, PAL, PESA, Cocinas Escolares— tienen entre la población de Calakmul, se encontró que si bien tienen un efecto positivo al disminuir de manera temporal la vulnerabilidad alimentaria en los hogares, el balance general es negativo. Por ejemplo, el flujo constante de las transferencias monetarias de PROSPERA ha permitido a los hogares contar con dinero en efectivo, lo que facilita a la población comprar insumos para los cultivos y la cría de animales de traspatio, pero también la compra de alimentos y bebidas procesados, hecho que genera un cambio no positivo en el patrón alimentario.

Por su parte, observamos que PESA fomenta y promueve el consumo de alimentos locales utilizando los recursos con los que cuentan las comunidades como cactáceos, tubérculos, hierbas, animales de monte, maíz y frijol, entre otros, es decir que hay un cambio positivo en el patrón de consumo de alimentos locales por hogar pero insuficiente para que las familias cambien su preferencia por el consumo de alimentos industrializados.

El principal efecto positivo del PAL, observado por las mujeres beneficiadas fue que les permite la mayor movilidad para realizar sus tareas cotidianas, puesto que las reglas de operación del programa no las sujeta a cumplir con condiciones más que acudir al menos una vez al semestre a la clínica de salud y estar presentes el día de pago. Sin embargo, los apoyos monetarios y los complementos alimenticios del programa no contribuyen al cambio en el patrón de consumo alimentario al ser utilizados para la compra e intercambio de alimentos industrializados.

Finalmente, el programa de Cocinas Escolares resultó significativo por el hecho que cada vez más niñas y niños tienen acceso a los desayunos que ofrece el programa, en particular en una de las comunidades donde se realizaron las encuestas y el cuestionario.

Esta situación alimentaria actual en las comunidades rurales de México es resultado de una ola de cambios que inició la administración pública en la década de los 80 y que trajo consigo una serie de transformaciones económicas y políticas como la reducción de las inversiones públicas de apoyo al campo, desmantelamiento de programas sociales y juntas de comercialización estatales, y la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con América del Norte y Canadá (TLCAN) en 1994, entre otras medidas, que impactaron negativamente al sector agrícola.

El TLCAN llevó a millones de agricultores mexicanos a una fuerte presión económica por la caída de precios en los granos básicos, que provocó desplazamiento de la producción local (dumping), y favoreció los monopolios, la sobreproducción y el acaparamiento de alimentos. Un ejemplo de ello, es el maíz proveniente de Estados Unidos, cuyo precio es casi un 20% menor al promedio de los costos de producción de los agricultores mexicanos. Lo anterior también se acompañó de una concentración de la producción, por algunas empresas comerciales de los alimentos. En México, podemos ver un ejemplo de lo anterior en la empresa Maseca, que tiene el monopolio de la venta de harina de maíz que se distribuye en las tortillerías, lo que implica el acaparamiento del grano. Es de esperarse que el control por parte de una empresa privada, en medio de la escasez productiva sumado a la fuerte demanda del grano, haya afectado a los consumidores locales con precios más altos de la tortilla.

En este contexto, surgió una nueva generación de programas gubernamentales. Por ejemplo, en 1988 nació el Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL), cuyo objetivo era combatir los bajos niveles de vida de la población mexicana. En 1997 cambia de nombre a Programa de Educación, Salud y Alimentación (PROGRESA), en 2002 se transforma en el Programa de Desarrollo Humano (OPORTUNIDADES) y en 2013 es renombrado como Programa de Inclusión Social (PROSPERA).

De acuerdo con las reglas de operación del programa, las beneficiadas están obligadas a cumplir con las condiciones establecidas que incluyen actividades físicas, visitas médicas, asistencia de sus hijos e hijas a la escuela y talleres para el autocuidado de la salud. Las beneficiadas que han cumplido con esas condiciones obtienen al bimestre transferencias en efectivo de muy bajo monto, y a quienes no cumplan con las obligaciones se les descuenta un 50% del apoyo económico o se les retira de manera definitiva.

En 2003 surge el PAL con el objetivo de atender a la población que no cuenta con PROSPERA. El apoyo consiste en dinero en efectivo y la entrega de 13 productos de la canasta básica. Los apoyos se dan bimestralmente únicamente a mujeres, quienes no tienen ninguna obligación con el programa, excepto asistir los días de pago.

En 1994 se crea PESA, en el seno de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y en 2002 comienza a operar en México. Este programa busca incidir en las zonas rurales marginadas del país teniendo como principal interés el tema alimentario.

El programa de Cocinas Escolares del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) es el más antiguo de estos programas, se remonta al programa “Gota de Leche” de 1929. Actualmente, otorga desayunos escolares en zonas marginadas acompañados de orientación alimentaria.

En general, se asume que estos programas tienen un impacto positivo en las poblaciones más vulnerables, que mejoran su alimentación y nutrición y, con ello, contribuyen a mejorar las condiciones de vida de la población. Sin embargo, también se han reportado resultados que demuestran que los programas sociales alimentarios han tenido un impacto desigual en los beneficiados, por ejemplo, los niños y las niñas en edades de 2 a los 6 años siguen padeciendo anemia como un problema grave; 20-30% de niños y niñas tienen deficiencia de hierro y baja estatura.

Otros de los efectos no deseados de estos programas es que han generado dependencia de las subvenciones de los programas y sujeción a la lógica reglamentaria y empresarial de los proyectos (vivienda, salud, educación, producción agropecuaria, etcétera) y apoyos a la alimentación, obligando a la población y especialmente a las mujeres a contraer compromiso con los programas sociales, lo que ha provocado (aún sin intención), la desarticulación de sus modos de producción y consumo. También se ha observado que los programas influyen en las decisiones de la población rural para la producción de alimentos y en la elección de alimentos que consumen.

En síntesis, este tipo de programas sociales alimentarios inciden en la dieta de los hogares mediante la compra, entrega o producción de alimentos, al tiempo que favorecen el consumo de alimentos industrializados.

Más información: Birgit Schmook (bschmook@www.ecosur.mx)

Apoyará Sedesol 3 proyectos antipobreza creados por jóvenes

Rubén Pérez

Ciudad de México, 9 de Marzo.- Luego de que tres proyectos de innovación de jóvenes mexicanos, cuyo objetivo es el combate a la pobreza, resultaran premiados durante el Seminario Académico Internacional “Explorando tecnologías de punta para el combate de la pobreza en México”, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) se comprometió a apoyarlos con la entrega de recursos.

La dependencia anunció que el respaldo lo dará a través del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) y del Instituto Nacional de Economía Social (Inaes).

El proyecto “Producción acuapónica en el traspatio tabasqueño: fortaleciendo la seguridad alimentaria”, de Fernando Iriarte Rodríguez, estudiante de doctorado en Ciencias de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), fue uno de los ganadores de la primera edición del “Premio Nacional Innovación Tecnológica para la Inclusión Social” Innovatis.

Ver nota completa:

La Prensa. https://www.la-prensa.com.mx/mexico/157598-apoyara-sedesol-3-proyectos-antipobreza-creados-por-jovenes