el colegio de la frontera sur

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Movilidades transfronterizas e inserción laboral de población guatemalteca en el Soconusco, Chiapas

En este video Ailsa Winton, investigadora de ECOSUR, nos cuenta sobre las dinámicas migratorias que existen en la región del Soconusco, Chiapas, específicamente sobre la inserción laboral de la población de Guatemala en este territorio.

Este video es producto del subproyecto “Movilidades transfronterizas e inserción laboral de población guatemalteca en México, especificidades regionales en la frontera sur”, que forma parte del proyecto “Región transfronteriza México-Guatemala. Dimensión regional y bases para su desarrollo integral”, financiado por el CONACYT.

Enlace: https://youtu.be/rcLFVifiIKQ

Movilidades transfronterizas e inserción laboral de población guatemalteca en Frontera Comalapa

En este video Martha Rojas Wiesner, investigadora de ECOSUR, nos habla de los flujos migratorios que realizan personas de origen guatemalteco en Frontera Comalapa, Chiapas, donde hay una presencia importante en trabajos temporales, en actividades comerciales y en el trabajo doméstico.
Este video es producto del subproyecto “Movilidades transfronterizas e inserción laboral de población guatemalteca en México, especificidades regionales en la frontera sur”, que forma parte del proyecto “Región transfronteriza México-Guatemala. Dimensión regional y bases para su desarrollo integral”, financiado por el CONACYT.

Movilidades transfronterizas e inserción laboral de población guatemalteca en La Trinitaria, Chiapas

En este video el Dr. Iván Porras Gómez, investigador de ECOSUR, nos habla de los movimientos migratorios de personas guatemaltecas en el municipio de la Trinitaria, Chiapas, y como se entretejen las relaciones entre la población de ambos países, y especialmente la población joven.

Este video es producto del subproyecto “Movilidades transfronterizas e inserción laboral de población guatemalteca en México, especificidades regionales en la frontera sur”, que forma parte del proyecto “Región transfronteriza México-Guatemala. Dimensión regional y bases para su desarrollo integral”, financiado por el CONACYT.

Enlace: https://youtu.be/FqW1EsWVAfE

 

Movilidades transfronterizas e inserción laboral de población guatemalteca en Santo Domingo Kesté

Este video es producto del subproyecto “Movilidades transfronterizas e inserción laboral de población guatemalteca en México, especificidades regionales en la frontera sur”, que forma parte del proyecto “Región transfronteriza México-Guatemala. Dimensión regional y bases para su desarrollo integral”, financiado por el CONACYT.
Martha García Ortega, investigadora de ECOSUR, nos habla de las movilidades migratorias que ocurren en Santo Domingo Kesté, Campeche, una comunidad méxico-guatemalteca que fue un centro de refugio para las personas de origen guatemalteco que huían de la guerra de su país en los años 80. La investigadora de ECOSUR se refiere especialmente a la movilidad migratoria laboral y a las relaciones que se establecen entre las personas mexicanas y guatemaltecas que habitan ese espacio.
Enlace del video:  https://youtu.be/RBXYC0LQVMo

Movilidades transfronterizas e inserción laboral de población guatemalteca en Tenosique y Balancán

Te compartimos el siguiente video en el que el Dr. Miguel Ángel Díaz Perera, investigador de ECOSUR, nos habla de los movimientos migratorios de personas guatemaltecas en los municipios de Tenosique y Balancán, Tabasco, y como se tejen las relaciones entre la población de ambos países.
Este video es producto del subproyecto “Movilidades transfronterizas e inserción laboral de población guatemalteca en México, especificidades regionales en la frontera sur”, que forma parte del proyecto “Región transfronteriza México-Guatemala. Dimensión regional y bases para su desarrollo integral”, financiado por el CONACYT.

ECOSUR se suma a la limpieza del río Coatancito en Tapachula

El Colegio de Arquitectos de Chiapas dio a conocer un programa piloto de saneamiento del río Coatancito en Tapachula; se trata de una propuesta urbana: es decir, diseñar una RED Cultural-Ambiental y convertir un área, asociado con espacios públicos y recreativos dentro del primer cuadro de la ciudad.

Para echar andar este proyecto, es necesario sanar los ríos de Tapachula o por lo menos empezar con uno de los principales, que atraviesa gran parte de la ciudad: El Coatancito.

Es importante realizar un diagnóstico para tratar de resolver la contaminación de este río, es por esto que, los arquitectos acompañados de un grupo de investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), la Secretaría del Medio Ambiente e Historia Natural (SEMAHN) y autoridades locales, visitaron más de cinco puntos claves donde atraviesa el Coatancito y conocer el nivel de contaminación.

Los puntos visitados fueron: El Paraíso, el Rinconcito, Pintoresco, el puente del río Coatancito que se ubica sobre la 5ta poniente entre 12 y 14 avenida norte y por último en la central poniente.

El Dr. Jorge Arreola Toledo, director de la Unidad Tapachula, mencionó que el rescate del río Coatancito incluye la limpieza, ordenamiento de las descargas de aguas negras y cómo mejorar su cauce, para que esto le ofrezca una mejor calidad de vida a los ciudadanos.

Es un compromiso con la sociedad, esperando que más ciudadanos e instituciones se sumen, aunque es un proyecto a largo plazo, por el momento empezamos con un recorrido y visita a este río”, destacó.

Finalmente, el Arq. Guillermo Ignacio Patatuchi, miembro del Colegio de Arquitéctos de Tapachula y uno de los encargados de este proyecto, dio a conocer la importancia de mejorar la calidad de los afluentes en este municipio.

Primeramente, estamos haciendo un análisis y diagnóstico, para tratar de resolver el problema de contaminación, el río Coatancito ha sido utilizado como un colector de desechos, recargas sanitarias, un basurero a cielo abierto, y eso genera problemas a la biodiversidad que depende este recurso”, recalcó.

Asistieron a este recorrido por parte de la Unidad Tapachula de ECOSUR, el Dr. Jorge Arreola Toledo y los M. en C. Raul Cuevas y David Herrera, del Grupo de Biotecnología; entre otras autoridades locales y  miembros de las organizaciones que se reunieron para comenzar esta gran iniciativa ambiental.

Isla Cozumel, la biodiversidad ante el Antropoceno

Por Miguel Ángel Martínez-ECOSUR,
Alfredo D. Cuarón-SACBE, AC,
David Valenzuela-UAEM, Ella Vázquez -UNAM,
Luis Bernardo Vázquez-ECOSUR

La historia biogeográfica y evolutiva que ha operado en los sistemas insulares durante miles y hasta millones de años ha hecho de las islas, sitios particularmente valiosos para la biodiversidad global, ya que albergan una alta proporción de especies endémicas, es decir, exclusivas. Sin embargo, esto mismo hace que dicha riqueza biológica sea particularmente vulnerable, pues la pérdida de estos endemismos significa su extinción en el planeta. No sin razón, alrededor del 90% de las extinciones globales han ocurrido en islas tras el comienzo de la llamada Sexta Ola de Extinciones Masivas, que comenzó hace aproximadamente 500 años y fundamentalmente por causas humanas, en lo que se ha denominado el Antropoceno, la época geológica actual dominada por el humano.

La extinción de especies no solo representa la pérdida irreparable de la riqueza biológica del planeta, que en sí mismo es grave, sino que además implica la afectación de procesos ecológicos y funciones ecosistémicas que pueden generar impactos adicionales, por ejemplo, disrupciones en la polinización de plantas, dispersión de semillas, regulación de poblaciones de otras especies, en el reciclaje de nutrientes, la calidad del agua, e incluso en la salud humana.

Desde hace casi 25 años, nuestro grupo de investigación transdisciplinario e interinstitucional (ECOSUR, SACBE AC, UAEM, UNAM, entre otras) ha estudiado la riqueza biológica de los ecosistemas terrestres de la isla Cozumel con el fin de conocerla, entenderla, fomentar su valoración e identificar las amenazas que enfrenta para diseñar e implementar estrategias para su conservación.

En este fascinante viaje hemos encontrado que, en una superficie de casi 480 km2, existen alrededor de 40 endemismos de aves, mamíferos, reptiles, peces e invertebrados de diversos grupos, y seguramente aún faltan más por descubrir. Así, Cozumel es la isla mexicana, no solo con la mayor riqueza de especies, sino también con el mayor número de endemismos de las islas del país.

La situación ecológica de sus poblaciones endémicas es muy variable, ya que existen algunas en condiciones relativamente estables y otras en peligro crítico de extinción como el hocofaisán de Cozumel, el mapache enano, el coatí de Cozumel y el ratón Reithrodontomys spectabilis. Incluso, lamentablemente hemos documentado la posible extinción reciente del ratón Peromyscus leucopus cozumelae y del cuitlacoche de Cozumel, un ave emparentada con el cenzontle.

Aunque casi el 90% de la superficie de la isla Cozumel está cubierta por vegetación nativa, a diferencia de otras regiones de México y del planeta que han sido severamente transformadas, existen algunas formas de afectación que amenazan la persistencia de su biodiversidad y en particular la de sus endemismos. Entre las más importantes está la introducción de especies exóticas, es decir, especies ajenas a la isla, como la boa, que se introdujo en Cozumel para la filmación de la película El jardín de tía Isabel, a principios de la década de los 70 del siglo pasado. Desde entonces, este depredador se estableció y su tamaño poblacional aumentó notablemente, y es muy probable que haya incidido en la disminución de algunas poblaciones de especies nativas de aves, roedores, reptiles y anfibios, incluidos el ratón P. l. cozumelae y el cuitlacoche de Cozumel.

El riesgo de introducción de especies exóticas a Cozumel es continuo, dado el intenso flujo de personas y bienes. Las especies exóticas que hemos registrado incluyen depredadores, competidores y las contrapartes continentales de algunos de sus endemismos como el hocofaisán, coatí, y el pecarí de collar, lo que representa importantes riesgos de contaminación genética. Asimismo, las especies exóticas dispersan parásitos y patógenos a los que las especies nativas no han estado expuestas, lo cual las pone en riesgo, y a esto se suman los perros y gatos ferales o asilvestrados, que representan otro importante impacto adicional sobre las especies nativas.

Si bien la vegetación nativa cubre la mayor parte de la isla, su continuidad ha sido severamente interrumpida por las carreteras. La carretera “Transversal” ha dividido la isla en dos porciones y la carretera “Costera” ha interrumpido de manera significativa la conexión entre las selvas y la costa. Esta fragmentación de la vegetación representa la división de poblaciones o, cuando menos, una limitante en el flujo de individuos, lo que significa una reducción en su tamaño poblacional efectivo, haciéndolas más vulnerables a otros factores adversos. Además, las carreteras tienen un impacto directo como consecuencia de la muerte de individuos por atropellamiento.

Las selvas de la isla Cozumel tienen una marcada temporada seca con lluvias escasas durante la cual el agua disponible en los cenotes es crucial para muchas especies de fauna nativa. El agua de los cenotes depende de una lente de agua dulce que yace sobre una masa de agua salina en el subsuelo de la isla y de la cual también se extrae el agua para consumo humano mediante pozos. Su sobrexplotación no solo afectaría la disponibilidad de agua para la población humana, sino también la cantidad y calidad del agua disponible en los cenotes, lo que repercutiría en la viabilidad de numerosas especies de fauna nativa.

Isla Cozumel está continuamente expuesta al impacto de huracanes, que son el principal agente de disturbio natural en la región. Las especies nativas han experimentado estos fenómenos a lo largo de toda su historia evolutiva, sin embargo, el cambio climático está modificando los patrones de frecuencia, intensidad y velocidad de movimiento de los huracanes, lo que repercute en la viabilidad de varias de estas especies. En el siglo pasado, el promedio de ocurrencia de huracanes en la isla era de un huracán cada 10 años. En 2005, la isla fue golpeada por dos huracanes consecutivos nivel 4 en la escala Saffir-Simpson.

Las diversas afectaciones sobre las especies nativas de Cozumel no operan de manera aislada, sino de manera aditiva. Es posible que muchas de estas especies ya se encuentren en un vórtice de extinción, por lo que es urgente implementar estrategias de conservación que contrarresten la disminución de sus poblaciones.

Con la participación de la sociedad civil nacional e internacional y del gobierno, en sus diferentes niveles, se han logrado decretar áreas naturales protegidas en una extensión importante de Cozumel y, recientemente, la incorporación de la isla a la Red Mundial de Reservas de Biosfera de la UNESCO, sustentada en un robusto Programa de Ordenamiento Ecológico Local desarrollado con la participación de todos los sectores sociales de la isla.

Estos son logros son importantes para la conservación de la biodiversidad de la isla Cozumel, pero insuficientes. Es crucial desarrollar un programa de bioseguridad insular integral que incluya, además del urgente manejo de especies exóticas y ferales, la contención del ingreso y propagación de parásitos y patógenos, que incluso puedan representar problemas zoonóticos para la población humana; estrategias para el uso racional del agua y su saneamiento; el manejo adecuado de residuos, y un límite al crecimiento de la población humana, de la mancha urbana y del número de turistas.

El crecimiento económico no puede poner en riesgo la riqueza biológica, los procesos ecológicos y las funciones ecosistémicas de la isla Cozumel, de ser así, los costos ambientales, humanos y económicos serían significativamente mayores a las ganancias cortoplacistas.

Más información:

Miguel Ángel Martínez, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) (mmartinez@www.ecosur.mx)

Especies invasoras, amenaza y oportunidades de investigación: el pez diablo

Manuel Mendoza Carranza (mcarranza@www.ecosur.mx)
Investigador del Departamento Ciencias de la Sustentabilidad
El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR)
Unidad Villahermosa

Las especies invasoras, junto con la contaminación, la pérdida de hábitats y el incremento global de las temperaturas, son uno de los principales problemas para la sostenibilidad de la biodiversidad. En la medida en que afectan directamente las funciones ecológicas, así como de aprovechamiento sustentable de los ambientes y recursos naturales, se están convirtiendo en una amenaza para la sobrevivencia humana.

La mayoría de las especies acuáticas invasoras, como la tilapia y las carpas de diversas especies, han sido introducidas con fines comerciales y algunas de forma accidental por medio del transporte de agua de lastre de los barcos en diversos puertos.

La tilapia (Oreochromis sp) es un ejemplo claro de la introducción de una especie con fines comerciales; esta, al ser dispersada en los medios acuáticos naturales, fue vista en un principio como una plaga con ninguna o muy poca importancia comercial, pero con el paso del tiempo se incorporó a la economía local, llegando a ser una de las especies más importantes de la pesca artesanal de muchas regiones de Veracruz, Chiapas y Tabasco. En la actualidad, además de reconocerse su importancia económica, se ha incorporado a la cultura culinaria de la región y es tanto o más apreciada que las especies de mojarras nativas.

Otro ejemplo de adopción de una especie exótica es la carpa herbívora (Ctenofaringodon idella), también conocida como caballo loco o simplemente carpa, que fue introducida en la década de los años sesenta en Tabasco y es considerada por los pescadores como una especie nativa de nuestras aguas, con importancia comercial y cultural.

El pez diablo

Durante este último siglo, se introdujo en Tabasco y otras partes de México al pez diablo (Ptergoplichthys sp), sin que aún tengamos claro cómo ocurrió, pues la mayoría de las veces la introducción se lleva a cabo con fines netamente comerciales, y esta especie carece de valor comercial o productivo.

El pez diablo es originario de Sudamérica y presenta diversas características que le han permitido tomar ventaja de los hábitats donde ha sido introducido. Con una coraza que lo protege de depredadores, hábitos reproductivos en los que la fabricación y cuidado de nidos incrementa la supervivencia de las crías, y prácticas alimenticias muy poco exigentes, pues se alimenta de materia orgánica y algas incrustadas, el pez diablo se ha posicionado como una de las especies más abundantes de los ríos y lagunas de Tabasco.

Entre las comunidades pesqueras el pez diablo no ha tenido tanta suerte como las especies que mencioné antes. Ha sido muy poco aceptado debido a su apariencia, que es muy distinta a la de los peces de la región, y también porque hay información de que es tóxico o porta veneno. Por otro lado, es una especie difícil de aprovechar debido a que es no es fácil extraer su carne y porque tiene baja tasa de músculo. Otro problema, no menos grave, es el daño que hace a las redes en el momento de su captura, pues posee escudetes dérmicos dotados de pequeñas espículas que terminan rompiéndolas, lo cual genera, consecuentemente, grandes pérdidas económicas.

El rápido incremento de esta especie en los ecosistemas acuáticos de Tabasco ha provocado diversos problemas ecológicos y ambientales a pesar de todos los esfuerzos que se han realizado para incorporarla en la culinaria tabasqueña y utilizarla en la  fabricación de sandalias y artesanías, por mencionar algunos. Entre los problemas que ha provocado, podemos enlistar la disminución de la abundancia de muchas especies de importancia comercial y un efecto directo sobre la pesca, pues el pez diablo, además de romper redes, evita que la red trabaje adecuadamente debido a que al momento de estar enmallado y querer escapar la mueve tanto que impide la captura de peces de importancia comercial.

El papel de la academia

Para dar respuesta a estas problemáticas y ofrecer opciones de mitigación y prevención es necesaria la participación de todos los sectores de la sociedad y del Estado. En nuestro caso, la producción de información científica es fundamental para entender el problema y buscar alternativas para el aprovechamiento y control de esta y otras especies introducidas.

A través del proyecto “Ecología y aprovechamiento de especies invasoras en humedales de la cuenca del Grijalva-Usumacinta”, que financia el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Grupo de Manejo Sustentable de Cuencas y Zonas Costeras de ECOSUR-Unidad Villahermosa logró la adquisición de diversos equipos de campo y de laboratorio para fortalecer el estudio de la ecología de las especies invasoras en los humedales de Tabasco.

Uno de nuestros principales objetivos es conocer si esta especie posee las cualidades para ser consumida por los seres humanos, por lo que en el Laboratorio de Salud de la Unidad San Cristóbal de ECOSUR se están realizando estudios para analizar las concentraciones de metales pesados que pudiese contener y determinar si pueden poner en peligro la salud humana.

Dentro del proyecto también se ha documentado cómo ha sido la expansión de la especie a lo largo del tiempo. En el caso de su biología, se han realizado estudios acerca de su estructura de tallas, proporción de sexos y biología reproductiva, en los que se ha observado que su ciclo propagativo está relacionado estrechamente con el nivel de los ríos. Durante la época de secas, los huevos y los pequeños juveniles son protegidos por el progenitor y son liberados durante la época de lluvias, lo que les ofrece mayores oportunidades de dispersarse y evitar la depredación.

En el caso de la ecología, hemos estudiado y seguimos analizando su impacto en las redes alimenticias acuáticas; hemos encontrado que no tiene un nivel bajo en la escala alimenticia de los ecosistemas, como se había pensado, pues sus valores de nitrógeno isotópico son muy similares al de varias especies de mojarras que comen desde crustáceos hasta pequeños peces.

Los impactos que ha tenido este proyecto en el conocimiento de especies introducidas han sido muy importantes, especialmente, en lo que se refiere al pez diablo, debido a que nos ha permitido consolidar las condiciones para seguir realizando investigación sobre el aprovechamiento y los efectos en el ecosistema de otras especies introducidas en humedales de Tabasco, como algunas almejas y camarones que han sido recientemente reportados.

Este proyecto apoya y complementa otros estudios paralelos que se encuentran en marcha en el sureste de México para conocer, desde diversas perspectivas, el efecto ecológico, pesquero y social de la introducción de las especies invasoras en los humedales tabasqueños.

Laguna Om, un remanso de selva tropical y esperanza ante el cambio climático

Por Jorge Omar López Martínez y Pedro Antonio Macario Mendoza (ECOSUR)

Laguna Om, un ejido forestal de grandes dimensiones que se encuentra en el municipio de Othon P. Blanco, Quintana Roo, y entre dos grandes reservas de la biosfera (Sian-Ka’an y Calakmul), se convertirá en la primer Área Destinada Voluntariamente a la Conservación (ADVC) en Quintana Roo, un programa de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

Los pobladores de este ejido, que desde su fundación han tenido como principales actividades económicas la silvicultura tropical, la extracción de chicle y la agricultura tradicional por roza, tumba y quema, decidieron en diciembre pasado destinar 35 mil hectáreas de bosque tropical, de las 84 mil que poseen, como reserva voluntaria para la conservación y el aprovechamiento sustentable.

En este “macizo” forestal existen dos grandes comunidades vegetales, selva mediana subperenifolia y selva baja inundable. De acuerdo a estudios científicos, hay aproximadamente 150 especies de árboles, nueve de las cuales están en alguna categoría de riesgo, según la Norma Oficial Mexicana 059-SEMARNAT-2010, y 21 especies de mamíferos. Se considera además que Laguna Om tiene un importante papel en los procesos ecosistémicos por ser un “corredor conector” para las poblaciones de flora y fauna de la región además de ser un reservorio de carbono.

Desde 2001, investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) iniciamos diversos trabajos en el ejido, que van desde entender la dinámica de la sucesión secundaria —los cambios ocurridos en la vegetación a través del tiempo—, hasta la restauración de ecosistemas y la determinación del estado poblacional de especies de fauna (Ecosur y UNAM, Laboratorio de Ecología y Conservación de Fauna Silvestre).

A partir de 2014, con apoyo de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), desarrollamos un proyecto para recuperar 600 hectáreas de selva que están afectadas por el helecho Pteridium aquilinum, una de las principales especies invasoras en el mundo, y actualmente evalúamos su influencia en los procesos de sucesión secundaria.

Asimismo, con el objetivo de generar una metodología interdisciplinaria que incluya el análisis de las características socioambientales de mosaicos de uso de la tierra con la definición de indicadores de adaptabilidad al cambio climático en el medio rural,investigadores de Ecosur y Cátedras-Conacyt trabajamos en el ejido Laguna Om y en otros ejidos de sureste de México —Chilil, Chiapas, y Comalcalco, Tabasco— en el proyecto transdisciplinario “Estudio de la Adaptación al Cambio Climático”,financiado por el Conacyt.

Cabe destacar que además de los proyectos de investigación antes mencionados, en Laguna Om se han desarrollado varios programas gubernamentales con énfasis en el manejo sustentable y estrategias para la mitigación del cambio climático, entre ellos, la implementación de una Unidad de Manejo de Vida Silvestre (UMA), registrada como “Sendero interpretativo para observación de flora y fauna”, y en los Programas de Pago por Servicios Ambientales Concurrentes y de Pago por Servicios Ambientales por Protección a la Biodiversidad, que financia la Conafor.

Sabemos que la participación comunitaria constituye un elemento clave para la conservación de la biodiversidad, debido a que toma en cuenta el conocimiento ancestral así como la cosmovisión y las necesidades de los poseedores del recurso. Desde hace algunas décadas se tienen ejemplos exitosos de este esquema en ejidos de Durango, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Quintana Roo, por mencionar algunos.

Asimismo, ha sido ampliamente documentado que sin la conservación de los procesos ecosistémicos la calidad de vida de las poblaciones humanas está seriamente comprometida. Los pobladores de este ejido de Quintana Roo lo comprenden y están demostrando la importancia de regresar a los orígenes, de volver al paradigma del respeto a la naturaleza para disfrutar de los bienes y servicios que nos ofrece.

Los pobladores de Laguna Om tienen claro que sus bosques y la conservación de especies maderables como caoba, cedro, zapote, y de animales como el jaguar, tapir, jabalí, entre muchas otras, es clave en la lucha contra el calentamiento global y en los procesos y servicios ecosistémicos. Las decenas de especies de abejas silvestres, aves y mamíferos que coexisten en este ejido son necesarias para el adecuado funcionamiento de los ecosistemas naturales y agrícolas.

La creación de las áreas destinadas voluntariamente a la conservación es una estrategiade la Conanp ante los esquemas tradicionales de conservación, y la decisión de Laguna Om de destinar voluntariamente 35 mil héctareas de bosque tropical a la conservación no es pecata minuta en Quintana Roo, ya que representa el destino de esta área y la esperanza de contribuir a mitigar el cambio climático.

El programa se encuentra en fase inicial en Quintana Roo y se pretende que el ejido Laguna Om sea pionero en su implementación en dicha entidad, lo cual ocurrirá una vez que se le expida su certificado, el cual tendrá una vigencia de 15 años.

Laguna Om es un ejemplo de compromiso ambiental por parte de sus pobladores y de la importancia de formar vínculos entre la academia, las agencias gubernamentales y la sociedad para avanzar en temas prioritarios como la conservación de procesos ecosistémicos que mantienen la vida en el planeta.

Autores

El doctor Jorge Omar López Martínez es catedrático de Conacyt y el doctor Pedro Antonio Macario Mendoza es investigador titular A, ambos adscritos al Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente de la Unidad Chetumal de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR).

Correos de contacto, lmjorgeomar@gmail.com y pmacario@ecosu.mx, respectivamente.


 

El Sol de México. https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/laguna-om-un-remanso-de-selva-tropical-y-esperanza-ante-el-cambio-climatico-mexico-es-ciencia-1888613.html

El Sol de San Luis. https://www.elsoldesanluis.com.mx/analisis/laguna-om-un-remanso-de-selva-tropical-y-esperanza-ante-el-cambio-climatico-mexico-es-ciencia-1888613.html

La Voz de la Frontera de Méxicali, B. C. https://www.lavozdelafrontera.com.mx/analisis/laguna-om-un-remanso-de-selva-tropical-y-esperanza-ante-el-cambio-climatico-mexico-es-ciencia-1888613.html

El Sol de Acapulco. https://www.elsoldeacapulco.com.mx/analisis/laguna-om-un-remanso-de-selva-tropical-y-esperanza-ante-el-cambio-climatico-mexico-es-ciencia-1888613.html

La Crónica. http://www.cronica.com.mx/notas/2018/1089267.html

¿Por qué trabajan niñas, niños y adolescentes en Chiapas?

Sarai Miranda Juárez
Doctora y catedrática del CONACYT en El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR)
smiranda@www.ecosur.mx

Cada 12 de junio se conmemora el Día Internacional contra el Trabajo Infantil, lo que representa una oportunidad para reflexionar sobre las múltiples implicaciones que se articulan alrededor de este fenómeno social.

Según el Módulo de Trabajo Infantil de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2017 del INEGI, en México existen 3 millones 242 mil niños, niñas y adolescentes (NNA) de 5 a 17 años que se declaran ocupados.

Por su parte, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social estimó que para 2014 uno de cada dos NNA en México estaba en situación de pobreza y uno de cada nueve en pobreza extrema. Es decir, que la mitad de la población de 0 a 17 años no tenía las condiciones básicas para acceder a la alimentación, la salud, la educación y los servicios básicos.

Chiapas detenta el primer lugar en indicadores de pobreza en la niñez con 82% del total de su población de 0 a 17 años. Esta entidad federativa históricamente ha mostrado profundos rezagos sociales, la mayoría de su población tiene escaso acceso a las condiciones mínimas para el logro del bienestar, además de experimentar día a día la discriminación por clase, género y etnia, que abona a profundizar su vulnerabilidad social.

EL TRABAJO INFANTIL EN CHIAPAS.

Chiapas registra una tasa de participación laboral de NNA de 12.8%, superando la tasa nacional de 11%. La tasa de participación laboral en la entidad aumentó más de dos puntos porcentuales entre 2015 y 2017.

En este sentido las políticas públicas deberían partir del reconocimiento del papel de los hogares en la dotación de NNA a los mercados de trabajo, puesto que ponen en práctica estrategias para garantizar su supervivencia material y hacer frente a las presiones económicas y a la precariedad laboral que enfrentan los adultos, y que se expresa en la insuficiencia de ingresos.

De las 196 mil 909 personas de 5 a 17 años que se encuentran ocupadas en alguna actividad económica, 65.6% son hombres y 34.4% mujeres. La tasa de participación de los hombres es de 17% mientras que la tasa para las mujeres es de 8.7%. Un niño chiapaneco entre los 5 y 17 años de edad tiene mayor probabilidad de trabajar que una niña chiapaneca entre estas mismas edades.

Estas diferencias son un reflejo de los roles sociales de género. La tasa de ocupación femenina en estas edades responde a su mayor ocupación en tareas domésticas, tanto en su hogar como en hogares de terceros; que históricamente han sido invisibilizadas y escasamente declaradas.

La participación de NNA en el trabajo crece a medida que aumenta su edad, sin embargo puede estar oculto y subestimado el trabajo doméstico de las niñas más pequeñas, quienes sustituyen a los hermanos mayores cuando éstos ingresan a la escuela o al trabajo fuera del hogar.

La mayor parte de NNA, 70%, trabaja en el sector agrícola, 19.8% en el sector comercio y servicios, y 10.1% en la industria y construcción. Al desplegar los datos por sexo los resultados son diferenciados. Poco más de siete de cada diez niños (77.9%) realizan labores agropecuarias, en tanto que seis de cada diez niñas (61.7%) trabajan en el sector servicios, como comerciantes en el sector informal, en comercios establecidos o en el servicio doméstico.

EL SIGNIFICADO DEL TRABAJO. Además de la pobreza y las necesidades económicas, hay otras causas detrás del trabajo infantil. En el ámbito rural y en las familias indígenas se considera que el trabajo es benéfico para el sano desarrollo de NNA, ya que los sitúa frente a responsabilidades, los ayuda a madurar y les aporta una experiencia de aprendizaje que difícilmente podrían obtener en la escuela, la casa o en el espacio recreativo.

Los padres y madres ven el trabajo como una importante alternativa frente al ocio y consideran que desde edades tempranas NNA deben aprender a ganarse la vida y el sustento cotidiano. Muchos piensan que una de las mejores herencias para sus hijos e hijas es el aprendizaje de un oficio o actividad laboral que les asegure sustento en el futuro.

LAS MOTIVACIONES. Según la encuesta antes referida, en Chiapas 40.3% de NNA tienen como motivación principal para trabajar “aprender un oficio”, le sigue “el hogar necesita su trabajo” con 24%. Otras motivaciones son “el hogar necesita de su aportación económica” (10.7%) y “para pagar su escuela y sus propios gastos” (10.4%), mientras que “por gusto o sólo por ayudar”  y “pago de deudas, no estudia y otra razón” aparecen en último lugar con 7.2% cada uno.

Para las niñas es más importante trabajar porque “el hogar necesita de su trabajo” (28%). La razón “para pagar su escuela y/o sus propios gastos” es mayor para ellas que para los niños (12% vs 10%), lo que muestra que las niñas tienen menores posibilidades de que la familia asuma los gastos relacionados con su escolaridad.

Paralelamente se observa que “aprender un oficio” es más importante para los niños (45.2%) que para la niñas (5.8%), lo que da cuenta nuevamente de la incidencia de los roles de género. Aprender un oficio está más vinculado a generar ingresos y convertirse en proveedores, por lo regular en empleos fuera del entorno del hogar, lo que contrasta con el motivo más importante para las niñas que está relacionado con el espacio privado, trabajar para el propio hogar que necesita su trabajo.

Estos datos muestran la complejidad social que se presenta alrededor de la realidad de los NNA que trabajan. Los responsables de las políticas públicas encaminadas a asegurar el bienestar a la niñez chiapaneca deben hacer un esfuerzo por dejar de criminalizar a las familias de estos NNA e ir más allá de las estrategias de erradicación y tolerancia cero, a fin disminuir el riesgo de negarles el derecho a desarrollarse como agentes de su trayectoria de vida.

Para muchos NNA chiapanecos, en su mayoría indígenas, la prohibición del trabajo infantil podría significar la diferencia entre ir o no a la escuela, pues solo trabajando pueden enfrentar los gastos que ello genera. En este sentido, atender otras necesidades básicas como la mejora de las condiciones de pobreza de los hogares, la mayor regulación de los mercados de trabajo agrícola y la protección de aquellos NNA que trabajan redundaría en mejores resultados a corto y largo plazo.