el colegio de la frontera sur

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Residuos sólidos urbanos… “basura” para los cuates

*Arely Martínez Arce/ **Ligia Isabel Serrano Crespo

Introducción

 De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, cada persona (adulto o niño) que vive en nuestro país genera a diario casi un kilogramo de basura (700 gr) (INEGI, 2016). Hasta el 2010 Quintana Roo con una población de 1,325 578 habitantes generaba 1644 toneladas de basura (INEGI, 2016). Actualmente podríamos considerar que estas cifras no han cambiado y son mayores, pues tenemos una mayor población, más industria y cambios en los patrones de consumo (SEMARNAT, 2014). Esta información pone de manifiesto que la cantidad de basura que se genera cada día es un problema real y creciente, y se convierte en un dolor de cabeza para las autoridades, los habitantes y el ambiente.

La problemática de la basura radica en la acumulación de residuos y contaminación del aire y agua, y actualmente además de la acumulación, los cuerpos de agua subterráneos están siendo contaminados por escurrimientos de lixiviados (liquido resultante de la degradación de residuos y agua de lluvia) mismos que pueden contaminar el agua con metales pesados considerados tóxicos como son: cadmio, plomo, zinc, cromo, níquel y arsénico (Bernarche, 2012). Por tal motivo, la cantidad y calidad de agua disponible para consumo humano se ve limitada (Bernarche, 2006). La afectación por la basura se ve reflejada directamente en la salud humana, pues puede causar infecciones en ojos, vías respiratorias y piel, además de generar problemas gastrointestinales o producir desde alergias hasta cáncer (Giusti, 2009; Auta et al 2017). En términos ambientales, podemos ver estragos, como, perdida de insectos como, arañas, mariquitas y hormigas, esto también derivado de la quema de basura (Sajjad et al 2012). En los ríos, lagunas y mares se ha observado tortugas y peces de importancia comercial, alimentándose de desechos, en su mayoría plástico, lo cual puede llegar a generar complicaciones letales en los animales (Schuyler et al 2013). Además, se ha observado que este comportamiento va en aumento debido a que cada vez hay más desechos depositados en los cuerpos de agua (Neves et al 2015; Pellini et al 2018).

La “basura” es denominada como cualquier material inservible, que no es aprovechable, y que debe ser desechado (SEMARNAT, 2014); pero esta definición no puede ser aplicada en términos generales, pues no todo lo que desechamos es basura. El término adecuado es Residuos, específicamente Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Y estos corresponden principalmente a todos aquellos residuos que son generados en los hogares como resultado de la eliminación de los materiales que se utilizan en las actividades domésticas; aquellos que provienen de establecimientos, o los que resultan de la limpieza de las vías o lugares públicos y que tienen características como los domiciliarios (SEMARNAT, 2014).

Dentro de los RSU que desechamos, algunos son aprovechables aún después de ser usados, por lo tanto, son señalados como reutilizables; también se encuentran aquellos materiales reciclables, es decir, los que son desechados y posteriormente procesados para ser transformados y utilizados nuevamente como materia prima. Dentro de estos se encuentra el papel, el cartón, el vidrio, los metales como el aluminio y los plásticos. Estos últimos son el residuo con mayor importancia debido a su presencia tanto en ambientes terrestres como acuáticos (Cole et al 2011; Lebreton et al 2017; Auta et al 2017) y a que representan un alto porcentaje de los desechos totales, entre 60 y 80% (Sutherland et al 2010). Si bien el origen de los desechos se da en el ambiente terrestre derivado de actividades antropogénicas, su destino final son los cuerpos de agua, iniciando en los ríos, donde se calcula que entre 1.15 y 2.41 millones de toneladas son arrastradas hacia el mar (Lebreton et al 2012), de tal forma que se encuentran flotando en el océano más de 250 000 toneladas de plástico principalmente (Eriksen et al 2014).

Se ha documentado que de las más de 320 millones de toneladas de plástico que se producen año con año a nivel mundial, el 40% corresponde a empaques que se usan una sola vez y se desechan (Waring et al 2018). Y menos del 5% de los plásticos desechados se reciclan, debido a que están contaminados con residuos orgánicos en putrefacción (Sutherland et al 2010). De tal forma que la problemática en torno al alto volumen de desechos es debida principalmente a la falta de educación en términos de consumo y separación, así como, a un mal manejo y la mala administración para la disposición de los RSU (Ojeda-Benitez y Beraud-Lozano 2003; Giusti, 2009; Bernache, 2012).

Existe evidencia de que la contaminación por residuos puede causar daños al ambiente y esto repercutir en la salud humana, pero el conocimiento de estos efectos adversos aún es limitado, por lo tanto, sigue siendo un tema controvertido y difícil de evaluar (Barboza et al 2018). La realidad es que el consumo de productos no disminuye, por el contrario, aumenta de manera exponencial y afecta severamente al ambiente, sobre todo al acuático, de tal manera que se ha observado en algunas regiones, que la presencia de RSU, sobre todo partículas de plástico, es seis veces mayor que la presencia de microorganismos del plancton marino (Moore et al 2001).

 

El origen del problema: del consumo al consumismo

De acuerdo con Brown (2015) algunas preguntas interesantes para entender la problemática de la basura desde su origen son ¿Cómo y porque generamos tantos residuos? ¿Qué uso le damos a los artículos que consumimos? ¿Dónde desechamos los residuos? ¿Por qué los desechamos? ¿Están en mal estado? ¿Se ha cumplido si vida útil? ¿Fue adquirido sin ser necesario o sin ser requerido? Todas estas preguntas tienen una respuesta en función del consumo. Pues nivel global el rápido crecimiento poblacional y los cambios en los hábitos de consumo generan una cantidad considerable de desechos (Ojeda-Benitez y Beraud-Lozano 2003).

El consumo es considerado como un hecho cotidiano e inamovible de la vida, que no está atado ni a la época ni a la historia. La mayor parte del tiempo el consumo se realiza rutinariamente y sin pensarlo (Reyes-Ruiz 2009); fenómeno que no se reduce al uso de bienes y servicios para satisfacer necesidades, sino que se trata de un proceso mucho más complejo que hoy en día se ha convertido en algo fundamental para las relaciones sociales (García, 1995). García (1995) también señala que esta acción innata de los seres vivos nos ha llevado a lo largo de la historia a diferentes procesos, no solo consumimos objetos, también alimentos, servicios, y recursos naturales como el aire y el agua. Sin embargo, en la actualidad el consumo se ha vuelto excesivo, irresponsable y descontrolado; tiene un papel importante en el estilo de vida social y este inevitable consumo se ha convertido en “consumismo”.

Pasamos de tener una economía basada en la agricultura y el comercio a una economía industrializada y mecanizada (García, 1995). Tuvimos nuevos recursos que nos dieron mayor confort: la luz eléctrica, el teléfono, la tv, la radio, los autos, entre otros. Pero estos privilegios trajeron generaciones con mayores demandas, surgieron nuevas “necesidades” y el tamaño de la población aumentó. Además, se formaron nuevas ciudades con mayor comunicación, pero desaparecieron grandes bosques y selvas… esto no importó porque la industria revolucionó a la humanidad. De acuerdo con Robert Lucas, Premio Nobel de Economía 1995, se puede decir que: “Por primera vez en la historia, el nivel de vida de la sociedad experimentó un crecimiento sostenido (…) y se considera que no hay nada remotamente parecido a este comportamiento de la economía en ningún momento pasado…”

Desde hace dos siglos la sociedad busca “mejorar” su estilo de vida, comenzó entonces la llegada de la industria que generó cambios importantes en lo económico, social y tecnológico.

 Y es así como desde entonces la forma de relacionarse entre las sociedades cambió. Se iniciaron las luchas generacionales acerca de lo necesario y lo deseable, se mostró una forma distinta de establecer las identidades y construir lo que nos distingue. Nos alejamos de la época en que las identidades de cada país se definían por su historia y, sus productos. Ahora todo se mueve en torno al consumo, pues como lo menciona Néstor García (1995), en esta época “nuestra identidad depende de lo que uno posee o es capaz de llegar a tener. Las transformaciones constantes en las tecnologías de producción, en el diseño de los objetos, la comunicación más extensiva e intensiva entre sociedades —y de lo que esto genera en la ampliación de deseos y expectativas — vuelven inestables las identidades fijadas en repertorios de bienes exclusivos de una comunidad étnica o nacional. ¿Cómo vamos a estar felices con lo propio cuando ni siquiera se sabe qué es?”

En estos tiempos, el consumismo osadamente se ha apropiado de todo, del deporte, de la cultura y hasta de la alimentación. Preferimos consumir las importaciones, aunque adquirirlas resulte más costoso y contaminante, en lugar de productos frescos y de la región, pues con esto, nos mantenemos en un estatus socialmente “aceptable”. Por su parte, las grandes empresas, hacen lo suyo porque son las mejores aliadas de la sociedad de consumo, nos hacen comer nuestros alimentos producidos nacionalmente, pero importados, vestir ropa de menor calidad, pero de marca aceptable y seguramente manufacturada en malas condiciones laborales, y es que, gracias a la globalización se busca producir a gran escala en países que vendan sus productos a muy bajo costo.

La tecnología y las telecomunicaciones también han hecho lo propio, pues ahora la sociedad tiene los medios precisos para interrelacionarse, aunque en esta época la comunicación personal es menos común y cada vez más lejana, mientras esto sucede, la globalización es alimentada por las nuevas tecnologías, y como resultado hay una explotación excesiva de recursos. De acuerdo con Ramón Fernández y Luis González (2014) (activistas de ecologismo social), a nivel global estamos agotando nuestros principales motores para vivir, es decir nuestros recursos naturales, energéticos y el agua.

Estamos en una crisis que va más allá de la acumulación de residuos sólidos o el agotamiento de los recursos, el problema más grave es que la sociedad cada día va abandonando los mecanismos de cooperación y va adquiriendo los de competencia, somos indiferentes y esto evita que tengamos conciencia para consumir de manera responsable (Fernández y González, 2014). De tal forma que, para lograr resultados, es necesario recuperar voluntades y promover la cooperación entre la sociedad, y posteriormente identificar de manera consiente el consumo y desecho de los residuos, pues es tiempo de culturalmente tener mejores prácticas de manejo y disposición de residuos (Brown, 2015).

El reciclaje cómo parte de la solución

 El objetivo de muchos países es aumentar el reciclaje en la mayoría de los hogares y así disminuir la cantidad de residuos, por ejemplo, algunos países utilizan incentivos económicos para propiciar esta actividad, sin embargo, en otros, existen pocos o nulos incentivos y esfuerzos (Halvorsen, 2012). Aunque existen hogares que realizan actividades de reciclaje aun sin tener una recompensa económica, pues tienen cuestiones morales y de compromiso con el ambiente que los motiva a realizar esta práctica, de tal forma. El reciclaje de residuos ha sido una estrategia para “salvar al planeta”, pero la realidad es que muy poco se ha logrado. En México los gobiernos federal y municipal buscan la apertura de nuevos programas para fomentar el manejo adecuado de los RSU, debido a muchos factores como, la falta de personal, de infraestructura y educación, apenas un 8% de los residuos son separados para el reciclaje (Bernarche, 2012).

Por su parte, la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) ha abierto convocatorias para que los municipios accedan a recursos económicos con los que se realicen estudios para prevenir o gestionar el manejo integral de los RSU, pero enfocado al desarrollo de mejores sistemas de recolección, transporte y disposición final. No obstante, el consumidor no es considerado en dichas estrategias, pues la opción de tener un mayor número de camiones recolectores de basura, podría resultar contraproducente y fomentar que los consumidores realicen un mayor consumo.

Para lograr mitigar la cantidad de residuos que llegan al basurero; el gobierno y diferentes instancias realizan campañas de separación de basura y reciclaje (Sidique et al 2010), aunque en Países desarrollados continuamente se realizan estudios que permitan mejorar el manejo y disposición de residuos (Sidique et al 2010; Crociata et al 2015); pero en nuestro País aún faltan estudios. Y es que hay cuestiones que aún no están claras, por ejemplo, ¿Es claro el papel que tiene el consumidor en la generación de los residuos que se desechan diariamente? ¿Las autoridades fomentan el consumo responsable entre los ciudadanos? ¿Es el reciclaje la única estrategia para reducir la cantidad de basura? la respuesta a estas preguntas es NO.

Si bien la separación, la reutilización y el reciclado de los RSU disminuyen la cantidad de basura, el mensaje para el generador de residuos es que no importa cuánto consuma, a través del reciclaje se podrán recuperar los materiales, de tal forma que hace falta cultura y educación que permitan adoptar al reciclaje como una práctica recurrente, pero tomar conciencia desde el consumo. La cantidad de desechos sigue en aumento, el consumo diario cada vez es mayor, y la práctica de usar desechables, es decir aquellos productos utilizados una sola vez e inmediatamente descartados, cada día es más aceptada, (Brown 2015), por ejemplo, en Estados Unidos se desechan anualmente 25 mil millones de vasos, mismos que pasaran 500 años sin degradarse. Por otro lado, si consideramos que nos han vendido la idea de que todo debe ser desechado inmediatamente podemos observar que frecuentemente consumimos y desechamos sin haber usado, porque la mercadotecnia constantemente nos ha hecho creer que cada día “necesitamos” más objetos para vivir. Esto debido a que “en el corazón de toda sociedad está la demanda de satisfacer con objetos las necesidades individuales y colectivas”; además de que tenemos vivimos en una sociedad en donde “nadie está contento con lo que tiene”.

El problema de la basura radica desde la cultura o educación de un consumidor, por los siguientes factores: a) los consumidores desconocemos el producto que compramos, b) el consumo que realizamos es inconsciente, c) evitamos productos elaborados de materiales que pueden ser reciclables o reutilizables, d) nos despreocupamos de cómo será desechado el empaque del producto que consumimos, e) desconocemos a donde van a parar nuestros residuos y el daño que pueden ocasionar a nuestra salud y al ambiente, e) ignoramos la cantidad de residuos que generamos en conjunto como sociedad, y h) nosotros mismos convertimos los residuos en basura, mezclando todo con restos de alimentos que generan putrefacción. Brown (2015) menciona que los países siempre producirán desechos, pero lo que se convierte en desperdicio, y en qué cantidad, es responsabilidad de la sociedad en particular y la tecnología que tenga para eliminarlo. En conclusión, los generadores de RSU carecemos del conocimiento (o no lo aplicamos) para consumir de manera consciente, para darle a nuestros residuos un destino más amigable con el ambiente.

Trabajo en equipo: estrategias para atenuar el daño

 Desde el 2002, un grupo de académicos de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) se ha preocupado por abordar la problemática de la generación de RSU, y es a través de su Plan Ambiental Institucional (PAECOSUR) y en cumplimiento a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, que se han desarrollado acciones para obtener resultados en el manejo y disposición de los RSU a mediano plazo. Específicamente en la Unidad Chetumal de ECOSUR, para un adecuado manejo de los RSU se colocaron contenedores para diferentes tipos de residuos.

De esta manera se separan inicialmente los desechos en orgánicos, inorgánicos (metal y plástico PET), y papel/cartón; también hay recipientes para las baterías (pilas). Y de manera periódica, los residuos separados que tienen propiedades reutilizables o reciclables, como son: papel, cartón, plástico y aluminio, se entregan a un centro de acopio donde se asegura un mejor manejo.

En el caso de los residuos orgánicos, estos son depositados en un compostero para producir tierra fértil para plantas. Previo a la separación de los RSU hay talleres de inducción para el personal de limpieza, donde se resuelven dudas de los diferentes tipos de residuos, su manejo y disposición.

También se realizan campañas anuales internas para acopio de pilas y electrónicos, que son destinados a una empresa que también se encarga de una correcta disposición final.

En ECOSUR Unidad Chetumal son tres las principales estrategias que se han implementado para abordar la problemática de la contaminación por RSU:

1- Capacitación al personal del servicio de limpieza, brindando conocimiento para la separación y el manejo de residuos sólidos (Figs. 2 y 3), ya que son actividades en los que están directamente involucrados;

2- Compra y uso de una vajilla para disminuir el consumo de utensilios plásticos desechables;

3- Trabajo colaborativo con la administración y altos mandos de la institución, a quienes se les ha proporcionado información detallada de las implicaciones del uso y desecho de los residuos sólidos; a partir de este conocimiento se puede incidir en la toma de decisiones al adquirir bienes y servicios que sean amigables con el ambiente.

La primera estrategia incluye talleres de capacitación a los prestadores de servicios, gerentes y empleados de la empresa de limpieza y de cafetería; así como al personal administrativo de servicios generales ya que son los encargados de las compras. Respecto a la vajilla comprada en el 2014, ha sido usada en la mayoría de los eventos institucionales, que son alrededor de 85 eventos a la fecha, lo que ha evitado la generación excesiva de residuos como utensilios desechables de plástico y, sobre todo aquellos altamente contaminantes como el unicel.

Sin duda, la última estrategia, pero no menos importante, ha rendido frutos para lograr resultados y ha sido el trabajo en colaboración con la administración y los altos mandos de nuestra institución, ya que durante la gestión 2013-2018, nuestras autoridades han reconocido la problemática de los RSU y se han sumado a la reflexión, lo que permite tomar mejores decisiones en materia ambiental para la implementación de las diferentes estrategias. Por otro lado, se ha contado con recursos institucionales, para cumplir con la parte operativa, tal es el caso de la construcción de la bodega para almacenar papel/cartón, la compra de materiales biodegradables y el apoyo para desarrollar de talleres relacionados al manejo de RSU.

Resultados

A pesar de tener dieciseis años del inicio de la implementación de estrategias y acciones, fue desde hace seis años que se han integrado los elementos para mejorar el manejo de RSU. Ello incluye la motivación del personal que labora en ECOSUR Chetumal para que realice compras conscientes, que los residuos que generen sean canalizados de manera adecuada, y que se evite el consumo desmedido de productos desechables que se usan una sola vez. Un logro destacado ha sido el evitar enviar al basurero municipal 5.5 toneladas de papel y cartón, 600 kg de PET, 35 kg de plástico duro, 30 kg de aluminio, 21 kg de otro tipo de metales y 625 kg de “chatarra”.

En el ámbito de contaminación a cuerpos de agua, además de evitar la llegada de residuos como el plástico principalmente, se ha evitado que 373 kg de pilas sean enviados a la basura donde pudieran generar gases tóxicos y carcinogénicos. Siendo esto importante el ambiente, ya que el 87% de los basureros en nuestro país son a cielo abierto y no cuentan con una membrana que evite que los jugos generados por la mezcla de basura y agua de lluvia, migren al subsuelo y regresen a nosotros por diversas vías. Desde nuestro punto de vista, existe cierto grado de avance en materia de RSU, pero persisten problemáticas que no han sido atendidas, como la concientización hacia una mejor alimentación para minimizar la generación de residuos. Hace falta también concientizar y convencer a un mayor porcentaje del personal que labora en la institución para tomar acciones en la disminución y manejo de los RSU.

Conclusiones

Para resolver el problema de la basura es urgente entender y modificar el concepto de basura… Entender que nosotros convertimos a los residuos en basura y la generamos de manera desmedida por desconocimiento o indiferencia. Es necesario valorar los productos generados en esta región, porque el consumo local permite minimizar costos, disminuir residuos y conservar recursos. Es necesario un gran esfuerzo para regresar al proceso de cooperación en la sociedad, pues entre más competencia hay, mayor es el consumo. Los esfuerzos por tener una mejor calidad de vida se minimizan frente a un mundo globalizado, que entiende como “mejor calidad de vida” el “poseer más”. Aún nos queda un largo camino, pero tenemos un objetivo trazado.

Autoras

* Maestra en Ecología Marina, Técnica Titular del Grupo Académico “Estructura y función de Bentos” de ECOSUR, Unidad Chetumal. Ha participado principalmente en proyectos de investigación sobre códigos de barras de la vida. Es responsable del Programa de Residuos Sólidos del PAECOSUR Chetumal.

**Personal administrativo. Responsable de Activo Fijo de ECOSUR Unidad Chetumal, apoya actividades del PAECOSUR, principalmente el Programa de Residuos Sólidos.

Leer artículos de divulgación publicados en la revista “AGUA en Quintana Roo”, de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Q. R., resultado del trabajo de integrantes del Plan Ambiental de ECOSUR Unidad Chetumal: Revista AGUA #2D-2018

Avances y experiencias del Plan Ambiental de ECOSUR, Unidad Chetumal

*Gabriela Zacarías de León,** Nuria Torrescano Valle, ***Janneth Padilla Saldívar, ****Adriana Zavala Mendoza, *****Arely Martínez Arce,****** Ligia Serrano Crespo

Introducción

La sustentabilidad la concebimos como una nueva forma de simbolización y valorización de la naturaleza, y la armonía en el encuentro de la sociedad, la cultura y el medio ambiente. Sin embargo, el estilo de vida occidental dominante que caracteriza al mundo moderno está muy lejos de ser sustentable. Para revertir los efectos del estilo de vida actual, son necesarios otros referentes, nuevas formas de visualizar y entender el mundo, de vivir en él y con nosotros mismos, de convivir en la diversidad cultural y biológica. Los seres humanos estamos inmersos en una aventura colectiva, debido a que construimos nuestras identidades relacionándonos unos con otros, y nuestros entornos se tejen en la confluencia entre naturaleza y cultura. Aprender a ser, significa vivir aquí, juntos, así es el núcleo de un proceso educativo global (Sauvé 2009).

En el marco de la educación ambiental para la sustentabilidad, ésta debe ser considerada como un proyecto de comunidad, en donde resalta la importancia de entender procesos sociales, económicos y ecológicos a nivel de una comunidad específica; al mismo tiempo también hay que entender los vínculos entre la comunidad y su entorno regional, nacional y global, así como entre la naturaleza, el ambiente y lo sustentable (Dieleman y Juárez-Nájera 2008). Dado lo anterior y partiendo de la necesidad de la sociedad de un cambio de forma de vida y de la búsqueda de opciones que nos encaminen a la sustentabilidad, las instituciones de educación superior deben asumir un papel protagónico. En estas instituciones se tiene el conocimiento, la estructura y facultades humanas para actuar en forma clave, con pluralidad e inclusión, lo cual facilita la participación democrática y equitativa de todos.

Como un gran esfuerzo para encaminarse a la sustentabilidad en nuestro país, después de un largo periodo de trabajo que inició en 2002, en octubre de 2006 arrancó el proyecto interinstitucional “Plan de Acción para el Desarrollo Sustentable en las Instituciones de Educación Superior en México. Segunda Etapa: Los Planes Ambientales Institucionales”. Este proyecto fue producto de un trabajo en conjunto del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (CECADESU; dependencia de la SEMARNAT), el Centro de Estudios Sobre la Universidad (CESU) de la UNAM (ahora Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación: IISUE) y las instituciones de educación superior (IES), afiliadas a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). El objetivo de dicho proyecto fue que los académicos de cada institución participante elaboraran un plan ambiental, en el sentido de diseñar una estrategia institucional que de manera transversal articulara, coordinara, promoviera y facilitara acciones encaminadas a incorporar la perspectiva ambiental y de sustentabilidad en las tareas centrales de cada institución (Bravo-Mercado 2011). En este sentido, los Planes Ambientales Institucionales (PAI) pretenden contribuir a la sociedad con un proyecto importante: aprender a habitar la Tierra (de manera sustentable).

A pesar de ser un proyecto creado únicamente para las IES, El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) como Centro Público de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), tomó la iniciativa en el año 2002 ify;”>integrarse a la ANUIES Región Sur-Sureste; después se incorporó también el Instituto Nacional de Ecología (INECOL), lo que demuestra y augura que con el tiempo otros CPI se seguirán integrando.

 

ECOSUR: buscando la congruencia institucional

El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) es un centro de investigaciones que cuenta con cinco unidades en cuatro estados de la frontera sur de México: San Cristóbal de las Casas y Tapachula, Chiapas; Villahermosa, Tabasco; Campeche, Campeche y Chetumal, Quintana Roo. Tiene como Misión contribuir al desarrollo sustentable de la frontera Sur de México, Centroamérica y el Caribe a través de la generación de conocimiento, la formación de recursos humanos y la vinculación con la sociedad desde las ciencias sociales y naturales. En la búsqueda de la congruencia institucional con la sustentabilidad, a partir de su ingreso a la ANUIES en 2002, se comenzaron las tareas para la conformación del Plan Ambiental de ECOSUR (PAECOSUR), cuya misión es establecer políticas y lineamientos ambientales aplicados a procesos operativos y de toma de decisiones en ECOSUR, con el fin de mejorar su desempeño ambiental.

A través del PAECOSUR se pretende promover una cultura ambiental y aplicar criterios ambientales, para predicar con el ejemplo en una estrategia transversal que facilita acciones “amigables” con el ambiente en las tareas sustantivas de la propia institución.

Mediante un proceso planeado se conjuntan esfuerzos para convertir las unidades de ECOSUR en organizaciones modelos con una gestión integrada de los recursos naturales y económicos, así como de residuos sólidos y peligrosos; transversalmente asociados a un proceso de educación ambiental, e incorporando programas específicos que permitan lograr objetivos y metas (Carmona de la Torre 2012).

Dentro del PAECOSUR se han propuesto los siguientes tres ejes de acción:

  1. Normatividad ambiental. Se realizan actividades en apego a la legislación ambiental vigente, por ejemplo, la separación y manejo de residuos sólidos urbanos como lo indica la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología 1988), o la gestión para la canalización de residuos peligrosos de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-052-SEMARNAT- 2005 (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales 2006).
  2. Consumo responsable y uso eficiente de recursos. Se diseñan estrategias que promuevan acciones para optimizar el uso de los recursos, como el aprovechamiento eficiente de la energía eléctrica y el agua, compras responsables de bienes y servicios, evitar el uso de productos desechables, y la gestión para la permanencia de áreas verdes, entre otras acciones.
  3. Educación ambiental. La formación de los individuos debe orientarse a la enseñanza del funcionamiento de los ambientes naturales, para adaptarse a ellos sin dañarlos. Este eje tiene una función transversal y se trabaja en conjunto con los dos anteriores. Pretende contribuir a resolver problemas socio-ecológicos para crear una identidad de convivencia con el ambiente.

Bajo estos tres ejes de acción del PAECOSUR, se han diseñado los siguientes programas permanentes de trabajo:

a) manejo de residuos sólidos (RS), b) manejo de residuos peligrosos (RP), c) consumo responsable y uso eficiente de recursos d) educación ambiental, y e) biodiversidad.

Las actividades y avances del PAECOSUR en sus cinco unidades son diferentes, en virtud de que se empezó a trabajar en periodos distintos en cada una, además de que el personal que lo conforma realiza las actividades de manera voluntaria. De forma general se presenta en este escrito la estructura y funciones del PAECOSUR, y más específicamente, los avances y experiencias de la aplicación del plan ambiental en la Unidad Chetumal.

 

El PAECOSUR en la Unidad Chetumal

 Para colaborar de manera voluntaria en el PAECOSUR se puede integrar cualquier persona vinculada a la institución (personal de nómina, personal de limpieza, estudiantes internos o externos).

Desde su formación en 2002, el PAECOSUR en la Unidad Chetumal ha realizado diversas actividades para establecer lineamientos ambientales aplicados a procesos operativos y de toma de decisiones al interior de la unidad, con el fin de mejorar su desempeño ambiental. Si bien aún hace falta mayor esfuerzo para obtener mejores resultados y definir indicadores de desempeño, se han obtenido avances y experiencias exitosas aplicando en los programas las siguientes estrategias.

a) Capacitación y sensibilización. Se realizan pláticas y talleres dirigidos al personal en todos los niveles (administrativos, servicio de limpieza, académicos, estudiantes de posgrado).

b) Difusión al exterior. Pláticas al público en general o personal de otras instituciones, sobre la importancia de la conservación del medio ambiente, de la flora y la fauna regional, reducción, re-uso y reciclaje de RS, entre otros temas.

c) Participación conjunta. Trabajo colaborativo con el departamento administrativo para la toma de decisiones en la contratación de bienes y servicios, que promuevan la conservación del ambiente.

 

Manejo de residuos sólidos

Para la operación de este programa, se han colocado contenedores para diferentes tipos de residuos, en lugares visibles y de mayor tránsito. Se separan los desechos en orgánicos, inorgánicos (metal y plástico PET), y papel/cartón. También hay contenedores para las baterías (pilas).

Para almacenar los residuos de papel/cartón de forma ordenada, apilados y amarrados, se destinó una pequeña bodega, y se construyeron un par de contenedores de mayor volumen, uno para los plásticos y el otro para las latas de aluminio. El apoyo del personal de limpieza así como su capacitación, son esenciales para el manejo y separación de los RS.

Por otra parte, en las áreas verdes se colectan las hojas secas y se apilan en la base de los árboles. Para procesar residuos orgánicos, se implementó un contenedor.

 

Manejo de residuos peligrosos

Los RP son materiales o productos que tienen por lo menos una de las siguientes características: corrosivo, reactivo, explosivo, tóxico, inflamable, o biológico-infeccioso, por lo que requieren sujetarse a otro tratamiento o disposición final. Para este tipo de residuos, se cuenta con un programa de manejo que incluye el acopio una vez al año en la Unidad Chetumal, después son llevados a la bodega que se construyó para su almacenamiento temporal. El último paso es la colecta de RP por una empresa certificada que les da un destino final acorde con la legislación para minimizar su impacto al medio ambiente. Esto se ha llevado a cabo por tres años consecutivos (2015-2017) en la Unidad Chetumal.

 

Consumo responsable y uso eficiente de recursos

Dentro de este programa, se han sustituido las luminarias de alto consumo energético por otras que son ahorradoras de energía, lo que ha llevado a reducir los costos de energía eléctrica en la unidad. También se han instalado captadores de agua de lluvia para reducir el consumo de agua potable.

 Para evitar el uso de utensilios desechables en el consumo de alimentos, se fomenta el uso de vaso o taza personal, y desde julio de 2014, se utiliza una vajilla de porcelana, lo que ha llevado a alcanzar la importante meta de cero uso de utensilios desechables en eventos institucionales en ECOSUR Unidad Chetumal. También se promueve el evitar impresiones de documentos para minimizar el gasto de papel y tinta de impresoras. Para la limpieza se usan productos biodegradables como bicarbonato de sodio y vinagre, en lugar de cloro y ácido muriático (sarricida). Incluido dentro de este programa, cada dos meses se realiza el “Tianguis de Consumo Responsable”, al cual se invita a productores locales para promocionar y vender sus artículos o productos, los cuales incluyen: frutas, verduras, plantas, flores, artesanías, productos orgánicos o biodegradables, alimentos saludables, entre otros. De esta manera, el personal de la institución tiene la oportunidad de conocer, adquirir y difundir estos productos regionales más “amigables” con el ambiente.

 

Educación ambiental

Para difundir, fomentar, sensibilizar y capacitar al personal, se han impartido pláticas y talleres sobre manejo de RS, RP, consumo responsable y biodiversidad. De igual forma, se hacen labores de difusión al exterior, con estudiantes de distintos niveles educativos, sector gobierno y otras instituciones académicas.

 

Biodiversidad

En colaboración con investigadores de la misma institución, se lleva el inventario de las especies silvestres de flora y fauna que habitan en el predio de ECOSUR Unidad Chetumal, y se implementan acciones para su conservación. A la fecha se cuenta con el registro de 21 especies de árboles, 7 de anfibios, 30 de reptiles, 43 de aves, 7 de mamíferos no voladores y 15 de murciélagos. También se lleva a cabo un programa de control de fauna doméstica invasora.

 

Conclusiones

La construcción de la sustentabilidad implica transitar por un camino largo y sinuoso. En este proceso las instituciones de educación superior surgen como una alternativa donde existe el conocimiento, la estructura y facultades humanas para actuar en forma clave en el camino hacia la sustentabilidad. Como parte de un proyecto nacional, ECOSUR se integró a la ANUIES e implementó su plan ambiental (PAECOSUR) para sus cinco unidades: San Cristóbal de las Casas, Tapachula, Villahermosa, Campeche, y Chetumal. A través del PAECOSUR se pretende una gestión integrada de los recursos naturales y económicos, así como de residuos sólidos y peligrosos, transversalmente asociados a un proceso de educación ambiental.

El PAECOSUR funciona bajo tres ejes de acción: 1) normatividad ambiental, 2) consumo responsable y uso eficiente de recursos, y 3) educación ambiental; y se trabaja con cinco programas permanentes: a) manejo de RS, b) manejo de RP, c) consumo responsable y uso eficiente de recursos, e) educación ambiental, y f) biodiversidad.

Para desarrollar las acciones del PAECOSUR en la Unidad Chetumal, se han desarrollado las siguientes estrategias: a) capacitación y sensibilización, mediante pláticas dirigidas al personal en todos los niveles; b) difusión al exterior, a través de pláticas al público en general; y c) participación conjunta con el departamento administrativo, para la toma de decisiones en la contratación de bienes y servicios que promuevan la conservación del ambiente.

Aplicando los ejes de acción, programas y estrategias, los avances más importantes que se han logrado en materia ambiental en ECOSUR Chetumal son: la separación de RS, el acopio y la disposición final de RP, el uso de una vajilla en eventos institucionales para llegar a cero uso de utensilios desechables, la disminución en los costos de energía eléctrica, la utilización de productos de limpieza biodegradables prescindiendo de ácido muriático y cloro, así como el inventario de las especies silvestres de flora y fauna circundantes. A pesar de los esfuerzos realizados en el camino a la sustentabilidad, aún queda mucho por andar. La resistencia al cambio en las personas es difícil de vencer y hay que ir más allá de dar una plática o consejos para evitar dañar el ambiente. Con la promoción de una cultura de responsabilidad ambiental y la aplicación de criterios ambientales que contribuyan a la sustentabilidad, el PAECOSUR mantiene la convicción de seguir en la dirección correcta.

 

Autoras

* Maestra en Educación Ambiental. Técnica Titular del Sistema de Información Bibliotecario de ECOSUR. Responsable del Área de Servicios al Público de la Biblioteca y del PAECOSUR en la Unidad Chetumal.

** Doctora en Ecología y Desarrollo Sustentable. Directora de ECOSUR – Unidad Chetumal, Investigadora Titular y Profesora, miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Ha realizado estudios de polen fósil en la Península de Yucatán. *** Maestra en Admón. de Tecnología de Información, Técnica Titular del Grupo Académico “Sistemática, Ecología y Manejo de Recursos Acuáticos” de ECOSUR – Unidad Chetumal. Ha participado principalmente en proyectos de investigación sobre manatíes, así como en actividades de divulgación científica, es Responsable Institucional del PAECOSUR.

**** Ingeniera Bioquímica, Técnica Titular del Laboratorio de Química de ECOSUR – Unidad Chetumal. Es responsable del Programa de Residuos Peligrosos del PAECOSUR – Unidad Chetumal.

***** Maestra en Ecología Marina, Técnica Titular del Grupo Académico “Estructura y Función de Bentos” de ECOSUR – Unidad Chetumal. Ha participado principalmente en proyectos de investigación sobre códigos de barras de la vida. Es responsable del Programa de Residuos Sólidos del PAECOSUR – Unidad Chetumal.

****** Personal administrativo. Responsable de Activo Fijo de ECOSUR – Unidad Chetumal, apoya actividades del PAECOSUR, principalmente en el Programa de Residuos Sólidos.

 

Leer artículos de divulgación publicados en la revista “AGUA en Quintana Roo”, de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Q. R., resultado del trabajo de integrantes del Plan Ambiental de ECOSUR Unidad Chetumal: Revista AGUA #2D-2018

Visita de Miguel Chávez Lomelí a ECOSUR Villahermosa

El día viernes 22 de febrero de 2019 recibimos en las instalaciones de El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Villahermosa, la visita del maestro Miguel Chávez Lomelí, director del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Tabasco (CCYTET).

A su llegada fue recibido por el coordinador de unidad, el doctor Rodimiro Ramos Reyes quien promovió una reunión de trabajo en la que se presentaron investigadores, técnicos y personal administrativo con la intensión de dar a conocer las áreas de investigación: cambio climático, manejo y conservación de ecosistemas, salud infantil, valoración de recursos naturales, género, recursos acuáticos, por mencionar algunos. Así también se habló sobre las capacidades técnicas sobre el manejo de información bibliotecaria, transferencia de tecnología, informática, datos geográficos y salud, entre otros.

El maestro Lomelí por su parte comenta que ECOSUR ha sido una institución muy cercana al CCYTET y que históricamente la unidad ha participado en los diferentes comités y programas del Consejo. También dio a conocer las tres prioridades para el organismo: trabajar con el sistema de reconocimiento a la actividad de los investigadores, que en su momento fue un modelo para otros estados, que llegó a tener cerca de 600 investigadores inscritos. Otra de las prioridades es el tema de la vinculación que necesita el estado con instituciones y academias que permita el desarrollo de nuevas tecnologías, la innovación y el desarrollo de Tabasco, esto a través de la formación de una red de instituciones con diferentes especialidades para poder hacer un solo frente. Y la tercera, tener en el estado un sistema de ciencia tecnología e innovación que refleje realmente lo que se necesite hacer, con el conocimiento de cómo se llevará a la sociedad y que uso se le dará.

¿En dónde acaba el plato de tu taco?

El 22 de febrero la doctora María Azahara Mesa, investigadora asociada al departamento de Ciencias de la Sustentabilidad de ECOSUR Unidad Villahermosa y responsable del Laboratorio Transdisciplinario para la Sustentabilidad, compartió la charla “¿Dónde acaba el plato de mi taco?”, que es la primera de cuatro sesiones que se impartirán a trabajadores del ayuntamiento sobre concientización ambiental, con el objetivo de brindar información que permita tomar decisiones a favor del medio ambiente, reduciendo el consumo de productos plásticos y de unicel de un solo uso.

Durante la plática la doctora compartió datos sobre la composición del plástico y cómo desde los años 50 ha ganado protagonismo en nuestro día a día, hasta tal punto que ahora es difícil encontrar productos o enseres que no tengan algún componente plástico, y además de los cuales el 50% serán utilizados una sola vez (platos desechables, popotes, vasos, bolsas). Durante la exposición se pudieron observar imágenes de los efectos del problema del plástico a nivel planetario, desde los impactos en la fauna marina, la existencia de grandes “islas de plástico” en los océanos, así como playas y ríos afectados por la acumulación de este tipo de residuos que, en su mayoría, tardarán cientos de años en degradarse. También se ha encontrado la presencia de compuestos plásticos en lombrices y plancton alertando con esto el riesgo de su presencia en la cadena alimenticia.

Posteriormente compartió algunas de las estrategias que se han utilizado en el Plan Ambiental de ECOSUR (PAECOSUR) Villahermosa para que no se utilicen desechables, por ejemplo llevar cada quien sus contenedores cuando se compra alimentos o que los proveedores presten utensilios que después puedan pasar a buscar, de esta manera no se generan tantos desechos.

La invitación es a no utilizar desechables, en lugar de eso mejor termos para agua y café, cubiertos, bolsas de tela para las compras, etc., haciendo énfasis en que teniendo la información de cuánto tarda en degradarse el unicel es posible tomar consciencia del tema ambiental: @SinPopotePorfavor, @TraígoMiTaza, @TraígoMiBolsa, @TraígoMiTermo.

Desde la Dirección de Protección Ambiental y Desarrollo Sustentable del municipio se está tratando de impulsar la reducción de adquisición de desechables de un solo uso, sea unicel o PET, entre otras acciones, lo cual es un reto que se espera poner en marcha lo más pronto posible.

Ecofronteras, dedica edición a la alimentación y sus efectos en la salud

En México, ha aumentado la prevalencia de enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, las afecciones cardíacas y el cáncer, en coincidencia con cambios en los hábitos alimenticios derivados de la urbanización, la influencia de los medios de comunicación y del capital, por lo que tendemos a ingerir alimentos hipercalóricos y procesados, que contienen sustancias que prolongan su tiempo de vida y sabor, y que dañan nuestra salud.

Estos cambios en los hábitos alimenticios han provocado que 70% de la población registre sobrepeso u obesidad, lo cual favorece el desarrollo de algunas enfermedades que pueden prevenirse con una alimentación sana y nutritiva.

“En el presente número ejemplificamos la manera en que algo tan cotidiano como la comida repercute fuertemente en el bienestar del organismo, y mostramos que si bien la alimentación es un factor clave en el desarrollo de enfermedades, también es un importante modulador de la salud”, señalan Xariss Sánchez y Orquidia Méndez, catedráticas del Conacyt, adscritas al Departamento de Salud de ECOSUR y asesoras temáticas de esta edición.

En esta edición No. 65 de Ecofronteras, que lleva el título “Somos lo que comemos. Nutrigenómica de los alimentos tradicionales”, las autoras y autores nos ayudan a comprender qué es la nutrigenómica, la importancia que tiene la alimentación en nuestra salud y como tener una dieta saludable, a través de los artículos: “Somos lo que comemos…”, “La dosis hace el veneno”, “Alimentos antioxidantes de cinco estrellas”, “Frilojes aliados de la salud”, “Verde que te quiero verde… en la alimentación”. También encontraremos los artículos “Ocho reflexiones de la cuenca del río Grijalva”, “Qué tienen que decirnos las tortugas”, “El ser vivo más importante del Planeta”, y “Cavilaciones en torno al día de la felicidad”, en el que cinco personas de la comunidad académica de ECOSUR nos comparten sus reflexiones en torno a este tema.

Ecofronteras está disponible en línea en el sitio http://revistas.ecosur.mx/ecofronteras/index.php/eco/issue/view/161

 

ICTI y Ecosur impulsan la investigación científica y el desarrollo tecnológico de Chiapas

El director general del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación del estado de Chiapas (ICTI), Helmer Ferras Coutiño, asistió al Seminario Institucional que se llevó a cabo en el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), en la Ciudad de San Cristóbal de Las Casas.

En ese marco, en el que se reunieron directivos e investigadores de este colegio, el director del ICTI subrayó la importancia de establecer nuevos vínculos de colaboración con investigaciones  diversas en los distintos rubros relacionados con el conocimiento y la tecnología, a fin de impulsar a los académicos e investigadores al fortalecimiento de su trabajo, con el respaldo de instituciones de renombre como el Ecosur.

 

LEER NOTA COMPLETA:

El Sol de Chiapas: https://www.elsoldechiapas.com/nota.php?sec=1&id=30124

 

Estudio sobre sargazo, en riesgo por recorte presupuestal

Se complica definir la participación de Quintana Roo en proyectos de investigación.

CANCÚN, Q. Roo.- Los proyectos de investigación sobre el sargazo estarían en riesgo debido a los recortes del Consejo Quintanarroense de Ciencia y Tecnología (Coqcyt), para los cuales se necesitan seis millones de pesos iniciales.

Víctor Alcérreca Sánchez, director del Consejo Quintanarroense de Ciencia y Tecnología, explicó que hay interés de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y de otros países del Caribe en colaborar en el estudio del arribo masivo de sargazo en la región, sin embargo, mencionó que sin recursos es complicado definir la participación de Quintana Roo.

 

LEER NOTA COMPLETA:

Yucatan a la mano: https://www.yucatanalamano.com/destacado/estudio-sobre-sargazo-en-riesgo-por-recorte-presupuestal/

Nueva especie de crustáceo descubierto en la plataforma de Yucatán

Como parte de su investigación doctoral Carlos Paz recién graduado de El Colegio de la Frontera Sur, en colaboración con su tutor el doctor Daniel Pech descubrieron y describieron una nueva especie de crustáceo (anfípodo) en los hábitats del fondo de la plataforma continental de Yucatán.  El crustáceo recién descubierto fue nombrado como Gammaropsis elvirae, en honor a Elvira, la esposa de Carlos Paz.

Esta nueva especie fue encontrada de manera frecuente y abundante a profundidades de 70 metros, lo que demuestra que la plataforma de Yucatán ha sido poco explorada y que posee una gran diversidad de especies que aun no se conocen. La descripción de esta especie nueva representa un hito en el programa de investigación de largo plazo sobre Biodiversidad Marina y Cambio Climático (BIOMARCCA) de ECOSUR.

El Gammaropsis elvirae descubierto en noviembre del 2018 se describe e ilustra aquí como una nueva especie de la familia Photidae Boeck, 1871, que ocurre en sitios ampliamente distribuidos en los hábitats de sedimentos blandos de la plataforma de Yucatán al sur del Golfo de México. Esta nueva especie se diferencia de todos las demás por un conjunto único de características: lóbulos cefálicos laterales redondeados, lóbulos externos del labio inferior con un cono en cada lóbulo, gnathopod 1 propodus más largo que el carpo, gnathopod 2 propodus agrandado con pequeños procesos contorneados en el margen posterior y el ángulo palmar indefinido, gnathopod 2 dactylus corto, menos de la mitad de la longitud del propodo, asentamiento denso en base, carpo y propodo de gnathopod 2, placas epimerales 1–3 redondeadas, ramo interno de los uropodos 1–3 más largo que el ramus externo y telson emarginado.

Este hallazgo es una muestra importante del trabajo de investigación que realiza en ECOSUR en el en el sureste mexicano.

 

 

NOTAS RELACIONADAS:

Agencia de Noticias del Estado de México:  http://www.notimex.gob.mx/ntxnotaLibre/667978/reportan-nueva-especie-de-crust%C3%A1ceo-en-yucat%C3%A1n

La Jornada Maya: https://www.lajornadamaya.mx/2019-02-22/Descubren-nueva-especie-de-crustaceo-en-Yucatan

El Financiero: https://www.elfinanciero.com.mx/peninsula/encuentran-nueva-especie-de-crustaceo-en-aguas-de-yucatan

Informador: https://www.informador.mx/tecnologia/Especialistas-descubren-una-nueva-especie-de-crustaceo-en-Yucatan-20190222-0079.html

El Economista: https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/Descubren-crustaceo-en-Yucatan-que-revela-una-gran-biodiversidad-20190313-0175.html

Diario de Yucatán: https://www.yucatan.com.mx/imagen/reporta-el-ecosur-nueva-especie-de-crustaceo-en-yucatan

Noti Caribe: https://noticaribe.com.mx/2019/02/23/encuentran-nueva-especie-de-crustaceo-en-aguas-de-yucatan-lo-nombran-gammaropsis-elvirae/

Prensa libre Chiapas: http://www.prensalibrechiapas.com/portada/item/8283-nueva-especie-de-crust%C3%A1ceo-descubierto-en-la-plataforma-de-yucat%C3%A1n

Reporte Coleto: https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=1343746729100130&id=542284105913067

Turquesa: https://www.turquesanews.mx/yucatan/encuentran-especie-rara-en-el-mar-de-yucatan/

Secretaria de Bienestar visita la Unidad Villahermosa de ECOSUR

La Unidad Villahermosa de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) recibió la visita del Subsecretario de Inclusión Productiva y Desarrollo Rural de la Secretaría del Bienestar, Javier May Rodríguez. La recepción estuvo a cargo del Coordinador, el doctor Rodimiro Ramos Reyes. La estancia del subsecretario tuvo el objetivo de crear los vínculos necesarios para establecer actividades de colaboración entre la institución, los integrantes del programa Sembrando Vida y las comunidades.

En su intervención explicó que el programa federal Sembrando Vida tiene una vertiente productiva y otra social con las que se busca arraigar a la población en sus comunidades a través del empleo en sus parcelas, las cuales están incluidas en el programa, evitando así la migración de personas, fundamentalmente jóvenes que se van a buscar empleo en zonas fronterizas, y poder tener un mayor desarrollo productivo. Así mismo señaló que se realizarán actividades complementarias que permitirán la reactivación de la economía de las comunidades. Finalmente propuso la formalización de la intervención con nuestro centro a través de un convenio de colaboración con la Secretaría de Bienestar.

ECOSUR Campeche coordina trabajo para constituir CTC Estatal del proyecto Tren Maya

El pasado viernes 15 de febrero la Unidad Campeche de El Colegio de la Frontera Sur inició la coordinación de la sesión de trabajo para la creación del Consejo Técnico Consultivo Estatal (CTC) del proyecto Tren Maya del gobierno federal. La reunión se efectuó en las instalaciones de ECOSUR Campeche con la participación 54 asistentes de 20 instituciones de educación superior (IES), instancias de gobierno, centros públicos de investigación, organizaciones no gubernamentales, además de la participación vía remota de las Unidades de Chetumal y Tabasco. El objetivo fue establecer los principios y lineamientos para normar el trabajo de dicho órgano.

Esta iniciativa de trabajo colectivo se ha venido impulsando desde ECOSUR a través de la doctora Nuria Torrescano y el doctor José Armando Alayón Gamboa, en conjunto con el trabajo del Oswaldo Villalobos del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), quien a su vez es responsable del proyecto en la entidad. Es importante mencionar que el Tren Maya es un proyecto de desarrollo regional integral y que para finales de 2019 se pretende esté conformado el proyecto ejecutivo. Así, la comunidad científica, agrupada en las diferentes instituciones participantes, tendrá un papel importante en la definición del proyecto, junto con sectores de la sociedad civil y los distintos órdenes de gobierno. En breve se prevé que los demás estados que abarca dicho proyecto tengan su propio CTC Estatal.