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Sara Valencia obtiene grado de Doctora con tesis sobre Evaluación del potencial de mitigación de metano entérico de especies forrajeras del trópico Mexicano en bovinos

Sara Stephanie Valencia Salazar, estudiante del Doctorado en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable con orientación en Agroecología y Sociedad (Generación 2018 – 2021) en la Unidad San Cristóbal, obtuvo el grado de doctora en Ciencias con la tesis denominada Evaluación del potencial de mitigación de metano entérico de especies forrajeras del trópico Mexicano en bovinos.

Por medio de metodologías in vitro e in vivo se evaluó el potencial de mitigación de especies arbustivas y arbóreas forrajeras del trópico mexicano en bovinos. Se cuantificó la calidad nutricional, contenido de metabolitos secundarios, parámetros de fermentación y producción de metano (CH4) de diversas especies seleccionadas.

Se llevaron a cabo dos ensayos in vitro. En el primer ensayo se hizo un “screeening” de quince especies forrajeras y a partir de los resultados obtenidos se seleccionaron cinco especies para ser incubadas mezcladas en dos proporciones (15% y 30%) con una gramínea en un segundo ensayo.

Se encontró que las especies forrajeras evaluadas tienen el potencial de mejorar la dieta de los bovinos mediente el aporte de un mayor contenido de proteína y otros nutrientes a la dieta, que contribuyen a una mayor degradación y digestión. Adicionalmente, las especies que contenían metabolitos secundarios en mayores proporciones o diversidad redujeron la producción producción de CH4, esto pudo ser observado en ambos ensayos in vitro.

Finalmente, se corroboró dicho efecto implementado dietas a base de gramínea mezclada con dos de las especies arbóreas forrajeras evaluadas en un ensayo in vivo, utilizado seis novillas y haciendo mediciones de producción de CH4 en cámaras de respiración de circuito abierto. En este ensayo se obtuvieron reducciones significativas en la producción de CH4, sin embargo, también se pudo observar reducciones en la degradación y digestibilidad de la dieta. En este sentido, se debe considerar que el uso de metabolitos secundarios de las plantas para reducir las emisiones de CH4 tiene un gran potencial, sin embargo, debe ir acompañado de una dieta de alta calidad que conlleve a una mayor digestibilidad y por lo tanto a un mejor desempeño animal. Así, la reducción de CH4 en intensidad será mayor teniendo posibles beneficios socioambientales al productor.

Este trabajo contribuye para diseñar futuras investigaciones para la búsqueda de estrategias de mitigación de GEI en la ganadería tropical.

El consejo tutelar estuvo conformado por el Dr. José Guillermo O. Jiménez Ferrer (director de tesis), Dr. Ángel Trinidad Piñeiro Vázquez  (codirector), Dr. José Nahed Toral  (asesor) y Dr. Juan Carlos Ku Vera (asesor). Fungieron como sinodales: Dr. Esaú de Jesús Pérez Luna, Dr. Gilberto Villanueva López, Dr. Jacobo Arango Mejía y Dr. Francisco Javier Solorio Sánchez.

ECOSUR y el Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez firman convenio de colaboración

El Colegio de la Frontera Sur y el Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez firmaron un convenio marco de colaboración académica, científica y tecnológica el pasado 18 de mayo de 2022.

Los alcances del convenio firmado por el C. José Manuel Rosado Pérez, director de Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez y la doctora María del Carmen Pozo de la Tijera, directora general de ECOSUR, son la formación y especialización de recursos humanos,  realizar investigaciones conjuntas, desarrollar tecnología conjunta para contribuir a la solución de problemas regionales, desarrollar proyectos conjuntos de investigación e innovación científico-tecnológicas en áreas de interés para ambas partes, entre otras actividades.

Durante la ceremonia la doctora Pozo externó su felicitación al Instituto por su 50 aniversario, tiempo en que ha formado recursos humanos comprometidos con el bienestar del país y en particular con la región sur-sureste, “tarea que merece ser reconocida y aplaudida”.

La directora de ECOSUR aseguró que este convenio será de gran beneficio para ambas partes y sus estudiantes, y que dará múltiples frutos. Mencionó que los estudiantes del Instituto pueden seguir su formación académica en alguno de los programas de posgrado de ECOSUR, y manifestó que quienes egresen de los posgrados de ECOSUR deben hacer una retribución social por haber concluido su formación con una beca del CONACYT, por lo que por ese lado puede abrirse también una posibilidad de colaboración.

Por su parte el director del Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez explicó que dicha institución realiza investigación desde 2005 y cuenta con 4 programas de posgrado, por lo que la colaboración con ECOSUR resulta muy significativa.

Al acto asistieron por ECOSUR, el doctor Everardo Barba Macías, coordinador general académico; la doctora Alma Beatriz Grajeda Jiménez, coordinadora general de Vinculación e Innovación; el maestro Benigno Gómez y Gómez, coordinador de la Unidad San Cristóbal; la licenciada Rosario Domínguez Oseguera, responsable del Área de Contratos, Convenios y Propiedad Intelectual, y la licenciada María Magdalena Jiménez Ramírez, responsable del Área de Comunicación, Difusión y Divulgación de la Ciencia.

 

Viridiana Llaven obtiene grado de Doctora en Ciencias con tesis sobre Composición y variación fenotípica de la colonia de Tadarida brasiliensis (Chiroptera: Molossidae), en su refugio más sureño de México

Viridiana Llaven Macías, estudiante de Doctorado en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable con orientación en Conservación de la Biodiversidad (Generación 2017 – 2020) en la Unidad San Cristóbal, obtuvo el grado de Doctora en Ciencias con la tesis Composición y variación fenotípica de la colonia de Tadarida brasiliensis (Chiroptera: Molossidae), en su refugio más sureño de México.

La Cueva San Francisco (CSF) en La Trinitaria, Chiapas, es el único refugio documentado para el murciélago de cola libre Tadarida brasiliensis en el sureste mexicano, y podría ser un refugio en invierno para murciélagos migratorios de larga distancia.

Se examinó el tamaño (abundancia relativa y duración del vuelo de emergencia) y la composición (proporción de sexo, categorías de edad y estado reproductivo) de la colonia de T. brasiliensis para identificar si estos parámetros fluctuaban a lo largo del año y si estas fluctuaciones indicaban que la CSF es un refugio de invierno. También se evaluó la morfología de las alas con el fin de identificar si ésta variaba estacionalmente en la colonia y entre sexos, y se analizó la masa corporal de los machos con el objetivo de identificar si esta se modifica estacionalmente.

Los murciélagos fueron capturados de febrero de 2018 a noviembre de 2019 para determinar su sexo, edad, estado reproductivo y abundancia relativa. Tanto a hembras como a machos adultos se les midió la longitud del antebrazo, del tercer y quinto dedo. Los machos adultos también fueron pesados.

Se observaron fluctuaciones en la colonia que indicaron la ocupación de la CSF como un refugio de invierno para hembras y machos, un refugio transitorio para hembras que forman su colonia de maternidad en otros sitios en verano y un refugio temporal para machos en verano.

La CSF estuvo ocupada todo el año por hembras y machos, y posiblemente alberga una colonia de maternidad. La morfología de las alas varió con la estacionalidad y el sexo, y la masa corporal de los machos con la estacionalidad; sin embargo, no se detectaron grupos fenotípicos en función de la estacionalidad o el sexo.

La CSF alberga murciélagos de diferente edad, sexo y estado reproductivo; por lo que este refugio es fundamental para la conservación de T. brasiliensis en la región.

 

El consejo tutelar estuvo conformado por la Dra. Lorena Ruiz Montoya (directora de tesis), Dr. Eduardo Jorge Naranjo Piñera (asesor), Dra. Yessica Rico Mancebo del Castillo (asesora) y Dra. Celia López González (Asesora). Fungieron como sinodales: Dr. Alfonso González Díaz, Dra. Griselda Escalona Segura y Dr. Rafael Ángel Reyna Hurtado.

Evolución, complejidad, experimentos y transdisciplina para manejar nuestras pesquerías en un mundo altamente cambiante

Andrea Sáenz Arroyo

 

La dinámica poblacional de las especies de importancia pesquera parecería simple, sin embargo, puede ser verdaderamente un ejemplo de libro de franca complejidad. Sus variaciones raramente responden a procesos lineales debido a que habitan ecosistemas que están influenciados por procesos climáticos locales, regionales y globales y cada especie juega un papel en una red trófica, siendo en realidad un nodo de cientos que se conectan de la misma forma, de lo local a lo global. Además, su dinámica está profundamente influenciada por las actividades en la tierra, particularmente por el incremento de nitrógeno y fósforo derivado del uso de fertilizantes. Entonces ¿cómo podemos manejar los recursos pesqueros y acuícolas ante tanta variabilidad? En esta contribución resumo cuatro componentes que nos pueden ayudar a tener una visión holística, y así, ayudar a preservar mejor nuestros ecosistemas y pesquerías.

Primero, comprender cómo han evolucionado los paisajes costeros nos permitiría determinar qué especies pueden ayudar a regenerar procesos ecológicos que han sido mermados por la sobrepesca. Entre estas especies destacan los organismos filtradores como son las algas, ostras, ostiones y almejas que tienen una creciente demanda en los mercados gourmets. Restaurar, e incluso mejorar las funciones que los organismos filtradores han desempañado al menos durante la historia evolutiva del Holoceno, nos permitirá prevenir la plaga de las “zonas muertas” en sistemas estuarinos y costeros que están asfixiando a la vida marina del mundo. De lo contrario, si promovemos especies exóticas, depredadores tope o detritívoros, cuyas abundancias no evolucionaron en conjunto con los ciclos biogeoquímicos de la Tierra, podremos estar agravando el problema.

Segundo, las especies de importancia pesquera viven en ambientes que se anidan en procesos locales, regionales, oceánicos y globales. La repentina desaparición de la almeja pismo a finales de la década de los 80, tanto en California como en Baja California, así como la impactante merma de las diferentes poblaciones de abulón en el mismo periodo y su repentina recuperación en los últimos años, dan fe de que no solo la sobrepesca influye en la dinámica poblacional, algunas especies son altamente sensibles a las variaciones ambientales.

Una reveladora tesis https://tesis.ipn.mx/handle/123456789/18184 nos ilustra cómo, el noroeste de México está influenciado por procesos anuales (Niños/Niñas), cuasi decadales (patrones de viento en Istmo de Tehuantepec) y variaciones multidecadales que expanden, constriñen y modifican poblaciones de sardinas y calamares, lo que a su vez impacta la distribución de mamíferos como ballenas y delfines que se alimentan de estas especies, centro del forrajeo en las cadenas tróficas.

Evidencias sobre cómo estas variaciones afectaron a las poblaciones de especies de interés pesquero, se encuentran en la historia regional. Por ejemplo, en Baja California, a finales de siglo XVIII un empresario construyó el primer emporio perlero local tomando ventaja de una varazón de ostras perleras en las playas septentrionales del Golfo de California (Cariño-Olvera, M.M. 2000. Historia de la Relaciones Hombre Naturaleza en Baja California Sur 1500 -1940), seguramente por algún fenómeno ambiental como el que se vivió a finales del siglo XX e hicieron colapsar poblaciones como la almeja pismo y el abulón.

Tercero, ante estos escenarios dinámicos, las reservas marinas son una poderosa herramienta no solo para recuperar la productividad pesquera sino para entender el impacto de la pesca y la acuacultura con un enfoque experimental. En otras palabras, tenemos que dejar “testigos” o áreas de no extracción y “no depósito” que nos permitan comprender y discernir cuáles de todas las variables están influyendo la dinámica de las poblaciones de interés pesquero. A nivel global se recomienda establecer el 30% del territorio global como reserva marina. Se dice fácil, aunque para que estas áreas funcionen como testigos y nos permitan entender mejor las fuentes de perturbación que afectan las poblaciones marinas, tendríamos que mapear todas las áreas pesqueras y áreas de fuerte impacto en los sistemas estuarinos y costeros para poder identificar, junto con las comunidades locales, zonas que podríamos dejar como reservas.

Por último, ante toda esta complejidad no nos queda más que echar mano de todas las fuentes de información que podamos encontrar. Desde hace más de una década, los estudios para entender el impacto de la pesca en el tamaño y la dinámica de especies de interés comercial se ha virilizado y ha aportado cuantiosa información para reconstruir cuán abundantes fueron las especies en el pasado. Sin embargo, los pescadores y las pescadoras saben mucho más de los ecosistemas, que podemos aprovechar hoy con el uso de los dispositivos móviles para documentar con ellos datos, historias y señales que nos permitan comprender más profundamente las dinámicas que influyen la disponibilidad de recursos en el mar.

Vivimos en un mundo altamente cambiante. Las sociedades humanas nos encargamos de desmantelar una relativa estabilidad ambiental en la que fundamos nuestro esplendor durante el Holoceno. En el Antropoceno nos toca, sin duda alguna, profundizar en nuestra comprensión del dinamismo en el que habitan las especies de interés ecológico y comercial. •

 

TEXTO PUBLICADO EN: https://www.jornada.com.mx/2022/05/21/delcampo/articulos/evolucion-complejidad-experimentos.html?fbclid=IwAR3QkGveP7rxaqvZqyO1CYW5LTBvNZjpon_YFuj9XQBATiDb4Y9YkMaBwDY

Litoral atlántico mexicano. Importancia bio-socioeconómica de la pesca artesanal

Eva Coronado Castro Alejandro Espinoza Tenorio  El Colegio de la Frontera Sur

Mujeres y jóvenes apoyando las labores de pesca en Dzilam de Bravo, Yucatán. E. Coronado

México es un país líder en producción pesquera, actividad en la que laboran más de 300 mil pescadores y pescadoras, y cerca de 80 mil embarcaciones; 95% de esta fuerza laboral forma parte del sector artesanal, caracterizado por operar en embarcaciones menores a 12 metros de largo.

El sector pesquero artesanal contribuye al fortalecimiento socioeconómico local y nacional; se estima que a cada empleo asociado con la captura pueden estar ligadas hasta 10 personas – hombres, mujeres y jóvenes– en las actividades de pre y post captura, reparación de lanchas y motores, y en la provisión de insumos de artes de pesca y actividades como procesamiento, empaque, transporte, comercialización y venta.

Tradicionalmente, el noroeste de México ha sido considerada la región pesquera más importante a escala nacional, por los volúmenes de captura registrados y la cantidad de empleos asociados con la pesca. Sin embargo, la región atlántica, conformada por el litoral del sur del Golfo de México y el mar Caribe mexicano también constituye una zona de gran importancia en términos de capturas y socioeconómica. En 2020, la región aportó más de 340 mil toneladas (16% de la producción nacional) con un valor cercano a los 10 mil millones de pesos (40% del valor nacional de ingreso por pesca), por lo que dar a conocer las características de la pesca artesanal de esta región es prioritario para mostrar su complejidad y generar oportunidades para lograr pesquerías sostenibles.

Flota pulpera artesanal en Champotón, Campeche. E. Coronado

La pesca artesanal en el atlántico mexicano coexiste con dos de los sectores más relevantes para la economía nacional: la industria petrolera y el turismo, que en ocasiones han excluido o limitado áreas tradicionales de pesca y zonas de arribo, generando conflictos sociales y problemas ambientales.

En términos de la diversidad biológica, la flota artesanal incide sobre más de 300 especies, agrupadas en 10 diferentes pesquerías (pepino de mar, caracol, ostión, pulpo, camarón, langosta, cangrejos, tiburones y rayas, y peces (escama) de mar y agua dulce), cada una con diferente número de especies asociadas; un ejemplo es la pesquería de escama marina, que agrupa a cerca de 150 especies.

La importancia socioeconómica de la pesca artesanal radica en el número de empleos asociados. Se estima que en la región trabajan más de 80 mil pescadores y pescadoras, y 24 mil embarcaciones. Los productos marinos desembarcados por la flota artesanal en esta región del país garantizan la seguridad alimenticia de los pobladores locales y sus familias, y su comercialización a escala local. Sin embargo, también se distribuyen a escala nacional y se exportan, por lo que generan divisas para el país, como el pulpo que se envía a Europa y Asia y los guachinangos y pargos a Estados Unidos, lo que muestra lo complejo que resulta analizar las intrincadas cadenas de valor y suministros de productos del mar.

En las comunidades pesqueras se observa un panorama cultural y de infraestructura contrastante, que va desde pequeñas localidades rurales, en las que la presencia de población indígena y el uso de las lenguas originarias es alta (Tabasco, Campeche y Yucatán), hasta ciudades industrializadas con presencia de empresas petroleras (Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche) y polos turísticos de relevancia mundial (Yucatán y Quintana Roo).

La pesca artesanal en la región del atlántico mexicano ha recibido mayor atención en la última década por parte de organismos internacionales como la ONU, FAO y Banco Mundial, entre otros, dependencias de gobierno federales, estatales y municipales; la academia y organizaciones de la sociedad civil, que han promovido evaluaciones, el manejo integral y la implementación de herramientas como las Directrices de Pequeña Escala y la agenda 2030 para el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible. La realidad es que la ejecución de estas herramientas y el cumplimiento de las estrategias de manejo ha resultado complejo, lento y con efectos poco visibles, principalmente por el esquema de gestión oficial, que se enfoca en aspectos biológicos y presta poca atención al componente socioeconómico, cultural y de género, que resultan de gran relevancia, como se ha descrito.

La pesca artesanal en esta región requiere evaluación y manejo con inclusión de temas ambientales y socioeconómicos, estrecha colaboración entre todos los sectores involucrados (gobierno, academia, productores, público en general) para la formulación de las políticas y la toma de decisiones. Si bien esto es un reto difícil, la atención al sector durante el 2022, declarado Año Internacional para la Pesca y la Acuacultura Artesanal (AIPAA 2022), representa una oportunidad única para impulsar y fortalecer los esfuerzos y proyectos vigentes que permitan lograr pesquerías sostenibles en el atlántico mexicano. •

Desembarque de huachinango cerca de zonas petroleras en Paraíso, Tabasco. E. Coronado

 

TEXTO PUBLICADO EN: https://www.jornada.com.mx/2022/05/21/delcampo/articulos/importancia-bio-socioeconomica-pesca.html

De peces y pescadores. Año internacional para la pesca y la acuicultura artesanal; visualización y reconocimiento

Alejandro Espinoza-Tenorio El Colegio de la Frontera Sur | Jorge Torre Comunidad y Biodiversidad A.C., | Magdalena Jiménez-Ramírez  El Colegio de la Frontera Sur

El mar ha sido históricamente una pieza clave de la historia de la humanidad. Sus riquezas han sido fuente de alimento y trabajo para las culturas que han sabido adaptarse a su dinamismo al echar mano de su conocimiento, creatividad y –muchas veces– necesidad. Los pueblos que dependen del cultivo y extracción de recursos acuáticos en el mundo del s. XXI son herederos de esas tradiciones, y se aferran a ellas para superar enormes y multicausales desafíos como la pérdida de biodiversidad, el cambio climático, la contaminación de los ecosistemas marinos y el agotamiento de los recursos pesqueros.

La gran mayoría de estos hombres y mujeres viven en zonas rurales donde aún continúan utilizando técnicas y herramientas elementales para, día a día, extraer o producir recursos acuáticos. La producción a través de herramientas y técnicas artesanales puede ser menor en comparación a flotas pesqueras industriales o acuicultura extensiva, pero es de enorme importancia para las economías locales y, sobre todo, para el bienestar de millones de familias que sin la pesca o la acuicultura enfrentarían aún peores condiciones de pobreza y vulnerabilidad. Además, las personas que se dedican a la pesca y acuicultura artesanal, o en pequeña escala, siguen sin tener acceso y control sobre los recursos, activos, créditos, información, capacitación y tecnología. Pocas veces son considerados en la toma de decisiones.

Es por ello que la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 2022 como el año Internacional de la Pesca y Acuicultura Artesanal (AIPAA 2022). Los objetivos del AIPAA 2022 son: 1) aumentar la conciencia sobre la contribución de la pesca y la acuicultura en pequeña escala a la seguridad alimentaria y la nutrición, la erradicación de la pobreza y el uso de los recursos naturales; y b) promover el diálogo y la colaboración entre las mujeres y hombres de la pesca, la acuicultura y personas relacionadas al sector pesquero, los gobiernos y otros socios clave a lo largo de la red de suministro, así como seguir reforzando su capacidad para mejorar la sostenibilidad de la pesca y la acuicultura y mejorar su desarrollo social y su bienestar.

En este número buscamos visibilizar la importancia de la pesca y acuicultura artesanal en México, así como en otros países en América Latina. Se describen los retos que se enfrentan en ambas actividades, aunque se priorizan los avances en la búsqueda de la pesca y acuicultura sostenible, desde la voz de las personas asociadas con la pesca y la acuicultura artesanal. •

 

TEXTO PUBLICADO EN: https://www.jornada.com.mx/2022/05/21/delcampo/articulos/peces-pescadores.html