El Laboratorio de Ganadería y Cambio Climático del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) realiza análisis de los gases de efecto invernadero para determinar indicadores en los estudios de impacto ambiental, explicó Samuel Albores Moreno, doctor en Ciencias de la Ecología y Desarrollo Sustentable, con orientación en conservación de la biodiversidad.
El Laboratorio de Ganadería y Cambio Climático del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) realiza análisis de los gases de efecto invernadero para determinar indicadores en los estudios de impacto ambiental, explicó Samuel Albores Moreno, doctor en Ciencias de la Ecología y Desarrollo Sustentable, con orientación en conservación de la biodiversidad.
Este espacio de investigación surge a partir de la importancia e interacción de ambos temas, en primera parte la ganadería que es la que provee alimento a la sociedad, principalmente proteína de importancia biológica (carne, leche) y de seguridad alimentaria.
Por otra parte, la ganadería tiene la tarea de satisfacer la necesidad alimentaria de una población en crecimiento de 9 mil 600 millones de habitantes para el 2050, pues “el desafío es utilizar la fuente de energía de alimentos y convertirla en producto animal con una mayor pérdida de energía y una menor pérdida económica”, agregó el investigador.
Pero la ganadería contribuye al cambio climático con gases, especialmente como el metano, óxido nitroso y bióxido de carbono, que son emitidos a la atmósfera. Por lo tanto, el objetivo de este laboratorio es contribuir a la mitigación.
Reforzar investigación
Para ello —dijo— es necesaria la investigación y el desarrollo de las capacidades en los estudiantes de posgrados. El laboratorio también presta servicio al personal interno, a los investigadores principalmente, así como a los productores e instituciones universitarias que tienen el perfil en la parte agropecuaria.
“El servicio se puede categorizar en asesorías, capacitación, visitas guiadas y análisis químico. Estamos abiertos no solamente a revisar esos tipos de análisis, sino que el cliente pueda tener una versatilidad en los análisis, específicamente en la alimentación”, explicó Albores.
El huachinango castilla o pargo rojo, denominado científicamente como “Lutjanus campechanus”, es una especie carnívora tropical
ALEJANDRO ESPINOZA TENORIO *, JAIME RAFAEL RUIZ BLANCO ** Y DORA ELIA RAMOS MUÑOZ ***
Si has comido huachinango, seguro recordarás el exquisito sabor de su carne blanca y esa textura tan suave que se deshace fácilmente al primer bocado. Este tipo de pescado fue por mucho tiempo el preferido en México, y abundan las recetas para cocinarlo, incluida una de las más tradicionales, que es el zarandeado. En Nayarit, Sinaloa y Jalisco siguen disfrutando de este platillo típico; mientras que, en el Golfo de México, la usanza es que el pescado a la veracruzana se prepare con este pescado.
El huachinango castilla o pargo rojo, denominado científicamente como Lutjanus campechanus, es una especie carnívora tropical que habita comúnmente en los fondos rocosos de los arrecifes. Tiene aletas dorsales ligeramente dentadas y su carne es muy apreciada por su buen sabor y su alto valor nutricional.
Un pescado de talla internacional
Por su tamaño y calidad de su carne, el huachinango castilla es muy valorado internacionalmente y en la actualidad sus principales mercados están en el extranjero. Desde Puerto Progreso, Yucatán, cada vez es más frecuente su exportación a lugares como Estados Unidos, lo cual es resultado no solo de su delicioso sabor sino del precio que se paga al exportarlo, que es de hasta 200 pesos mexicanos el kilogramo.
Todo por servir se acaba
Aunque la pesca del huachinango castilla ha disminuido desde la década de 1990 y está catalogado como especie vulnerable en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), existen signos de estabilidad en algunos estados del Golfo de México. Por ello, el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (INAPESCA) está elaborando el Plan de Manejo Pesquero del Huachinango del Golfo de México.
El gran reto para ese y cualquier otro instrumento normativo es que la gente lo conozca, lo use y respete. Por ello es necesario saber más sobre la pesca de este tipo de huachinango, pues así se podrán diseñar medidas de manejo más cercanas a la realidad del sector pesquero.
Sin embargo, en México hay poca información creada sistemáticamente sobre el tema. Los biólogos dirían que no hay series de tiempo lo suficientemente largas y robustas para entender los complejos y dinámicos procesos ambientales y socioeconómicos que permitan comprender las tendencias de las capturas del huachinango castilla.
PePe Bots, una tecnología para la ciencia ciudadana
En El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) diseñamos una tecnología de chatbot sobre WhatsApp, que puede ser usado en todo tipo de celulares. Lo llamamos PePe Bots, debido a que nuestro proyecto se denomina Pesca y Petróleo (dos de las actividades más importantes en la Sonda de Campeche) y Bots significa estero de mar o río en maya.
PePe Bots permite localizar información actualizada del golfo, como el pronóstico del clima regional y por localidades; consultar precios del huachinango castilla y de otras especies como el robalo, camarón y ostión, entre otras. A través de esta herramienta podemos compartir infografías sobre nuestro maravilloso patrimonio pesquero y de los hallazgos del caminar de pescadores, estudiantes y personas que nos dedicamos a la investigación científica sobre la Sonda de Campeche.
Y por supuesto, los pescadores y pescadoras participan para construir ciencia colaborativa; por lo que incluimos en PePe Bots el intercambio de datos y fotografías que enriquezcan las investigaciones.
Huachinangazu
Con PePe Bots realizamos en Sabancuy, Campeche, el 1er evento virtual por la pesca del huachinango más grande, del 27 abril al 22 mayo de 2023. Lo llamamos Huachinangazu y los resultados fueron reveladores.
Gracias a la entusiasta participación de las pescadoras y los pescadores, y en particular de las y los jóvenes, en poco más de tres semanas se registraron 20 ejemplares mayores a 69 cm. En promedio los especímenes pesaron eviscerados 6.4 k y midieron 79.5 m de longitud total (LT).
Participaron 18 embarcaciones con al menos un viaje. Solo dos lanchas alcanzaron a realizar dos, pues cada salida de las lanchas sabancuyeras que van por especies como el huachinango castilla dura de tres a diez días, dependiendo de las condiciones del clima y la rapidez con que encuentren al recurso. Todos los participantes usaron palangre y línea de mano.
Durante el Huachinangazu hubo un par de días de mal tiempo por lo que los pescadores no salieron o tuvieron que regresar antes a puerto, además de que fue la fiesta del pescador el 4 de mayo. Por cierto, ¡visiten Sabancuy en esas fechas!
¡Los ganadores!
El ejemplar ganador midió de 85 cm de LT. En el segundo lugar tuvimos un empate por tamaño (ambos 84 cm de LT), por lo que terminó ganando el ejemplar de 8 kg, el tercer lugar lo obtuvo el espécimen de 6.49 kg.
Con herramientas como PePe Bots y eventos como el Huachinangazu tenemos más herramientas para comprender dónde y cómo se está pescando esta especie, a partir de la información directa de quienes pescan. El concurso tenía el objetivo de obtener esta información, así como involucrar a las personas de la pesquería en un proceso de investigación colaborativa. Cada participante que dio sus datos nos permitió identificar las mejores áreas de pesca, saber qué artes de pesca utilizan, quiénes los pescan e identificar las longitudes más grandes.
Ese proceso se denomina ciencia ciudadana, en él la comunidad científica y la ciudadanía buscan ganar-ganar a partir de la generosidad de quienes ofrecen sus datos de pesca para facilitar la comprensión de los procesos ambientales. Los científicos y científicas devolvemos información a pescadores y autoridades para que les ayude a comprender y determinar normas más apropiadas para mejorar la sustentabilidad de la pesca del delicioso huachinango castilla, pues aún tenemos mucho que aprender unos de otros.
Agradecemos a la comunidad de pescadores y autoridades de Sabancuy, sin su ayuda nada de esto hubiera sido posible. Por cierto, escriban a PePe Bots (552 917 6414) para saber más sobre la pesca en la Sonda de Campeche. Tal vez el próximo huachinango que coman venga de Sabancuy, Campeche. ¡Buen provecho!
*Investigador del Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad en la Unidad Campeche de ECOSUR. aespinoza@ecosur.mx
** Académico de la Unidad de Tecnologías de Información y Comunicación en la Unidad San Cristóbal de ECOSUR. jaime.ruiz@ecosur.mx
*** Investigadora del Departamento de Sociedad y Cultura en la Unidad San Cristóbal de ECOSUR. dramos@ecosur.mx
Te presentamos una entrevista realizada al Dr. Julio Cesar Rojas León -investigador del Departamento Agricultura, Sociedad y Ambiente de ECOSUR- en el programa Charlas para usted de la Radio La Popular 89.1 FM, donde nos habla sobre el control de insectos con feromonas, con énfasis en el gusano cogollero.
El biólogo Neptalí Ramírez Marcial, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) y miembro del Comité de Especies Invasoras de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), señaló que hay mil 100 especies exóticas presentes en México, de las cuales 348 son invasoras, y 200 de ellas presentan la necesidad de estar en monitoreo constante, una de ellas es la orquídea monja africana (Eulophia maculata), que es originaria de Madagascar y África tropical, cuyo primer registro en nuestro continente se dio en 1790, primero surgió en Brasil y durante el último medio siglo se ha ido expandiendo hasta llegar a nuestro país, donde se tienen 586 de los 35 mil 900 registros que se han dado en todo el mundo de la misma, cuya mayor presencia se encuentra en Chiapas, sobre todo en la reserva del Parque Nacional Cañón del Sumidero.
Te presentamos una entrevista realizada al Ing. Jesus Carmona de la Torre, académico de ECOSR, en el programa “Conversar es Divino” por veritas radio , 90.7 fm. quien aborda el tema de los humedales en el valle de Jovel.
La aparición de plagas de diversas variedades en la región Soconusco siempre ha existido, sobre todo cuando comienzan las lluvias. Sin embargo, respecto a su población, fluctúa durante el año y en la zona donde se desarrolla. Así lo dio a conocer en entrevista con Periódico EL ORBE, José Pablo Liedo Fernández, Investigador titular del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), y especialista en insectos y manejo de plagas, quien aseguró que se trabaja de manera constante buscando control y los daños que cause sean mínimos.
En torno a la mosca que daña a la fruta, dijo, se realizan estudios de biología y ecología de insectos, así como el desarrollo y mejoramiento de los métodos de control, con énfasis en lo biológico y técnica estéril, lo cual se aplica desde la frontera hasta Huixtla, por existir en esa zona la mayor concentración de producción de mango Ataulfo, que es hospedero de la principal plaga.
En el ejido de Conhuas, la selva mediana subperennifolia y la selva baja inundable conforman la vegetación predominante por lo que esta comunidad florece en medio de la selva maya, a pesar de la escasez de agua
LANDY RAFAEL RIVEROS * Y DORA ELIA RAMOS MUÑOZ **
En la selva maya el termómetro marca 38 °C, estamos en mayo y el aire se siente caliente aun cuando estamos rodeados de árboles de caoba, cedro, ramón, pucté, palo de tinte, y chacá, entre otros; sin embargo, el paisaje luce ralo debido a que varias de estas especies pierden sus hojas durante la temporada de seca.
En el ejido de Conhuas, la selva mediana subperennifolia y la selva baja inundable conforman la vegetación predominante por lo que esta comunidad florece en medio de la selva maya, a pesar de la escasez de agua.
Desde 1968 se asentó esta comunidad a 2 km del entronque a la zona arqueológica de Calakmul, debido a la conectividad que ofrecía ubicarse a un costado de la carretera federal 186. Actualmente 700 personas habitan ese espacio, que nació cuando algunos de sus habitantes se trasladaron aquí desde su primer asentamiento hace 55 años.
Abastecimiento de agua. Ecosur
Conhuas y Calakmul, un elemento vital en común
2000 años antes, a 63 km de distancia, la poderosa dinastía Kaan “Cabeza de serpiente” llegó a gobernar a 60,000 personas durante un periodo de 1500 años en la ciudad maya de Uxte’tuun, hoy conocida como Calakmul, que se ubica en las tierras bajas centrales sobre un domo natural de piedra caliza de 25 km2.
Conhuas y Calakmul están en la selva maya y aunque están separadas por años de distancia, tienen algo en común, y es que ambas poblaciones lidian con el reto de abastecerse de agua en un espacio carente de grandes ríos y lagos.
Calakmul estuvo poblada desde el preclásico medio (551 a.c.) hasta el clásico tardío (910 d.c.) . Entre las causas de su declive se encuentran la incapacidad de los gobernantes para conservar la armonía sociopolítica y una gran sequía que azotó el área .
La porosidad del suelo cárstico, característico de la región, permite la infiltración del agua e impide la retención de la humedad en la superficie, por lo que el suministro de agua para la ciudad de Calakmul dependió de la recolección de agua de lluvia en las aguadas , cisternas, represas y canales. Con este fin, sus sistemas hidráulicos se conformaron por cuatro etapas: 1) captura, 2) retención, 3) distribución y, 4) dispersión para evitar inundaciones .
Los mayas de Calakmul se adaptaron a las condiciones del espacio que habitaron, aprendieron a gestionar el vital líquido para garantizar su seguridad hídrica hasta que no pudieron más. Fue cuando devino el colapso debido a una combinación de problemas político, sociales, económicos y una gran sequía.
El abastecimiento de agua
“Este pueblo tiene todo un historial con lo del agua” nos dijo don Eduardo Damián, comisario ejidal de Conhuas, cuando lo visitamos a principios de mayo. El acceso al agua es el tema, como pudimos percibir al platicar con otros habitantes y por lo que observamos, solares con tinacos, cisternas, captadores o las casas adaptadas para cosechar agua de lluvia.
Don Eduardo nos cuenta que el Comité del Agua en Conhuas está formado por un presidente, un tesorero y un bombero que tienen la encomienda de que el líquido llegue a cada una de las familias. Hay una gobernanza interna que los mantiene con relativa independencia respecto a las autoridades municipales, el Comité se encarga de dar mantenimiento a las tuberías, bombear y gestionar apoyos como rotoplas y láminas, a cambio de 30 pesos mensuales. Además, el ejido cuenta con una purificadora y envasadora de agua, y una pipa que se espera entre en funciones en los meses siguientes.
En 1968, cuando se asentaron en el territorio actual, la principal fuente de agua para los pobladores fueron las aguadas, que eran el eje rector de sus actividades diarias, de ahí obtenían agua para beber, para cocinar los alimentos, para lavar los trates, para bañarse, para los animales, entre otros usos. Después llegaron las pipas, como nos comentó don Eduardo Hernández, quien llegó a Conhuas en 1980 “cuando yo llegué aquí no había agua, entonces el agua nos las traiban en pipas, pues no tenía uno meramente ni en qué depositar el agua, en tambores se depositaba, dos o tres tambores. Con el tiempo, la gente fue empezando a hacer piletas y todo eso ¿verdad? Sufrimos muchos años, para que llegara eso del agua pasaron muchos años, no tiene mucho tiempo que hay el acueducto”.
El comisario ejidal nos cuenta que antes de la construcción del Acueducto López Mateos-Xpujil en 2009, la comunidad se abastecía de un pozo que está a unos 23 km del pueblo y en esos años contaban con una pipa que era propiedad ejidal. Con el acueducto y la construcción de tuberías domésticas se creyó ver el fin del problema y el ejido decidió vender la pipa.
Sin embargo, mantener el agua llegando por el acueducto y a las casas no es sencillo: el agua tiene alta concentración de sulfato de calcio, característica de la región, por lo que la falta de mantenimiento de las tuberías se convirtió en un problema constante en Conhuas y de las once comunidades más que abastece el acueducto, a lo largo de 88.7 km.
El Comité del Agua
El ejido no se cruzó de brazos ante la amenaza constante de quedarse sin el vital líquido. Crearon el Comité del Agua para dar solución a los problemas de las tuberías en mal estado. Don Refugio, quien se encarga de bombear el agua potable nos dice que es un trabajo constante, ya que el agua tiene mucho yeso “la tubería tiene como 15 años, va reteniendo todo el yeso. Le hemos sacado 3 o 4 metros de sarro”, señala.
El Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Campeche (SMAPAC) les autorizó el bombeo de agua dos veces por semana, sin embargo, al momento de las entrevistas nos comentaron que las dos semanas previas no les habían abastecido mediante su toma domiciliaria.
Pero ¿cómo puede vivir una familia de 5 a 10 integrantes sin recibir agua por dos semanas a 38 C? Tienen estrategias similares a las que utilizaron los mayas hace más de 1500 años: captan y almacenan el agua. Así como algunos animales acumulan grasa para su periodo de hibernación, en Conhuas las familias almacenan agua para los periodos en que el líquido deja de salir por la llave. Los lugareños aprendieron que es mejor obtener el agua de diferentes fuentes. De modo que cosechan agua de lluvia, tienen captadores y cisternas en sus solares; jagüeyes y piletas en sus potreros; además de aguadas y una olla con geomembrana para el uso comunitario.
La ausencia de lluvias
Dicho esto, parece que el problema está controlado. Sin embargo, todo se complica ante la ausencia de lluvias. Los estudios muestran que de 1980 al 2010 las lluvias anuales disminuyeron en 16%, mientras que la frecuencia de las sequías aumentó en los últimos cincuenta años .
El comisariado Don Eduardo Damián nos comenta que “no había habido tanta sequía como este año, porque van dos años que no llueve. De hecho, el año pasado aquí ni siquiera se llenaron los bajos, no agarraron ni agua porque no llovió”. Y es que, en junio de 2020, en plena pandemia de la Covid-19 muchas comunidades del municipio de Calakmul sufrieron inundaciones por el paso de las tormentas Amanda y Cristóbal. La combinación de largos periodos de sequía con precipitaciones extremas es cada vez más común, el Comisario ejidal nos sigue contando lo ocurrido tres años antes “llovió en cantidad, se llenó todo lo que se tenía que llenar y también cuando paró la lluvia, hasta el sol de hoy no ha vuelto a llover así”.
El Tren Maya
En este contexto, la comunidad de 757 personas —entre infancias, juventudes, personas adultas y ancianas— se enfrentó a la llegada de cientos de trabajadores para la construcción del Tren Maya. De los 254.5 km de vía férrea que corresponde al tramo 7,115 km pasan por el municipio de Calakmul, ahí la Sedena ha contratado a 2,228 trabajadores y tiene destinados 41 militares en dos campamentos ubicados en las comunidades de Conhuas y Becán.
Al observar el constante flujo de militares, el número otorgado por la Sedena se queda corto, también el número de personas civiles que laboran en la construcción ya que no se contempla el personal empleado por las empresas subcontratadas para realizar actividades de traslado de personal, ni para la extracción y transformación de la materia prima.
Así, en menos de un año, la población que se asienta en Conhuas se multiplicó y la demanda de agua lo hizo exponencialmente. Una cisterna de 10 mil litros puede abastecer el consumo doméstico de una familia de cinco integrantes por un mes y en la comunidad había, hasta el 2020, 177 hogares censales. No obstante, en las casas donde se alojan las y los trabajadores del Tren Maya la demanda aumenta significativamente. “En sí no es que el agua escasee es que hay más personas”, menciona el comisario.
Además, una construcción de la magnitud del Tren Maya requiere de grandes cantidades de agua, como señala Don Eduardo Hernández “es no es una, ni dos pipas, son varias. Ahí están las pipas trabajando, acarreando agua hasta de noche, porque trabajan día y noche en lo de la vía, así que se imagina ¿cuánta agua no consumen?” Como don Eduardo, en nuestros trayectos diarios pudimos observar varias pipas que dispersan agua en los kilómetros de construcción del Tren Maya.
¿Y de dónde se obtiene el agua? Dada la carencia de fuentes de agua en la región, la extraen de los mismos lugares que los pobladores de Conhuas. Recurrieron a algunas aguadas del ejido hasta que se secaron, al acueducto López Mateos-Xpujil y al pozo que se encuentra a 23 km y que en años pasados abasteció a la comunidad.
Muchas personas externas a esta región podrían pensar que este contexto de aparente “competencia por el agua” esta situación sería suficiente para generar tensiones. Sin embargo, los habitantes de Conhuas, acostumbrados a depender de los eventos meteorológicos, confían en que las próximas lluvias llenen sus piletas y jagüeyes, y mientras tanto negocian con los trabajadores del Tren Maya para que con las pipas les lleven agua a sus casas y esperan que el agua llegue a sus tomas domiciliarias, al menos una vez a la semana.
Las temporadas de lluvias y secas marcan la vida de una comunidad en la selva maya. Dependen del tiempo para sus actividades agrícolas, apícolas y ganaderas. La prolongación del periodo de lluvias o secas les indica si tendrán que esforzarse más para conseguir el vital líquido. Los pobladores de Conhuas saben que la forma de abastecimiento actual no es sostenible a largo plazo “es una medida temporal de ahorita que están ellos, eso no quiere decir que es una solución, porque una vez se vaya el Tren Maya se va todo lo que hay aquí”. Ante esto consideran que la solución sería la perforación de pozos en terrenos del ejido, la construcción de represas y ollas de agua.
Porque como dice don Rosendo “El pueblo va a crecer más y el agua es lo principal. Porque por eso los mayas que vivían aquí, pues desaparecieron por falta de agua. Aquí nosotros hemos perforado pozos como de 100 metros y no hemos encontrado agua, tenemos la esperanza de hacer uno más profundo”. Mientras que don Félix complementa “Pues si va a tener su crecimiento y desarrollo, pero siempre va a ser el problema del agua. Conforme van creciendo los servicios, los hoteles, los restaurantes y todo lo que se requiere de agua, pues siempre va a ser un poco complicado, si va a ser una cierta traba para todo eso porque para construcción y todo es lo básico el agua”.
Ante la construcción del Tren Maya, los lugareños, trabajadores y soldados lograron mantener arreglos comunitarios para evitar conflictos por el agua en esta temporada de secas 2023, pero ¿qué depara el futuro en Conhuas?. Como en Calakmul, hace 1500 años, y en cada lugar habitado del planeta, todo pasa por el agua.
3. “Cuerpo de agua temporal y/o permanente de origen natural o cultural prehispánico que se forma a partir del agua de lluvia, con características biofísicas que permiten una impermeabilidad de los suelos kársticos de la Selva Maya”
5.Mardero, S, Schmook, B, Christman, Z. et al. 2020. Recent disruptions in the timing and intensity of precipitation in Calakmul, Mexico. Theor Appl Climatol 140, pp. 129–144. https://doi.org/10.1007/s00704-019-03068-4William J. Folan, Raymundo J. González Heredia, María del Rosario Domínguez Carrasco, Lynda Florey Folan. 2015. Manejo de agua en tres ciudades mayas: Calakmul, Oxpemul y Cobá. En Pasos largos al futuro: Contribuciones de los Mayas Campechanos a la Resiliencia Socio-Ecológica. Betty B. Faust y William J. Folan (Coord.). Pp-71-91.
* Egresada del posgrado de ECOSUR (landy.rafael@posgrado.ecosur.mx)
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