La equidad de género en nuestro campo académico es un elemento clave en nuestro compromiso por lograr una academia incluyente y una sociedad justa.

Al suprimir la participación plena de la mitad de la población, la inequidad de género frena el avance de la ciencia. Esto es particularmente grave para un campo como el nuestro que requiere de una participación amplia e incluyente, sobre todo de los sectores históricamente oprimidos.

• No organizar ni participar en mesas redondas ni en simposios de más de dos personas que no incluyan a mujeres;
• Tampoco aceptar invitaciones a dar ponencias magistrales en congresos o reuniones científicas en donde hayan invitado a más de un ponente magistral sin incluir a mujeres;
• Asegurar la equidad de género en procesos como la selección de estudiantes, los concursos para plazas de trabajo, la evaluación y promoción, y revisión por pares; y
• Seguir educándonos para promover la equidad de género con nuestras palabras y acciones

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