el colegio de la frontera sur

Skip to main content

Reclutamiento de ciudadanos, síntoma de una lucha entre cárteles que va en ascenso: experto

La disputa por el territorio por parte de agrupaciones del crimen organizado ha llegado a tal grado que, en los últimos tiempos, ya es común el reclutamiento de personas de la sociedad civil, alertó Gerardo González, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), con sede en San Cristóbal de Las Casas.

Recordó que lo que sucede en Chiapas se trata de una “guerra” entre dos cárteles de la droga que ha aumentado de forma paulatina, “mucha gente cuando piensa en la frontera cree que sólo se trata de una línea divisoria que separa a un municipio con otro, a un país con otro, y no es así”.

Recordó que la situación es más grave en tres regiones de la entidad, como la Fronteriza, Sierra y Soconusco, donde en las últimas tres semanas, dejó en claro, los combates entre grupos delictivos no se han detenido.

“Se disputan de una amplia zona, de un amplio territorio, en donde se abastece las drogas, entrada de armas, una migración más importante por su complejidad, y eso ha hecho que el conflicto vaya escalando… al grado que no sabemos dónde está el techo, pues podría aumentar más”.

Lo más lamentable de esa disputa, dijo, es que prácticamente decenas o cientos de familias han sido desplazas de sus tierras, mismas que están cansadas de pagar derecho de piso u otro tipo de extorsión.

Lo más complejo de todo, mencionó, es la aparición de un tercer cártel (con características muy parecidas al Jalisco Nueva Generación), lo que complica aún más el panorama porque cada fracción controla su territorio, lo que se logra, refirió el especialista, a través de cobros de piso y despojo de tierra, pero va más allá: el reclutamiento y control de organizaciones sociales y de las propias personas.

Mencionó que el sicariato tiene un precio muy alto, pues hay regiones en las que se ofrece hasta 30 mil pesos a quien desee formar parte de uno de los bandos, e inclusive hay quienes se autorreclutan al ver el precio y ante la violencia, “porque no les queda de otra”.

Mencionó que esos grupos se vuelven tan fuertes “y con una estructura militar”, que llegan al grado de controlar carreteras, municipios y otros espacios, “y no sólo esperan a su gente del Norte del país o de donde provengan, sino de otros lados como Guatemala”.

NOTA PUBLICADA EN: https://www.sie7edechiapas.com/post/reclutamiento-de-ciudadanos-s%C3%ADntoma-de-una-lucha-entre-c%C3%A1rteles-que-va-en-ascenso-experto

Artículo derivado de tesis de maestría de Wendy Canto es publicado en la prestigiosa revista ISPRS de Fotogrametría y Teledetección

El artículo “The importance of spatial scale and vegetation complexity in woody species diversity and its relationship with remotely sensed variables” de la autoría de Wendy, G. Canto Sansores, Jorge Omar López-Martínez, Edgar J. González, Jorge A. Meave, José Luis Hernández-Stefanoni y Pedro A. Macario-Mendoza fue publicado en la prestigiosa revista ISPRS Journal of Photogrammetry and Remote Sensing (10.6 IF).

Este artículo es resultado de la tesis de maestría de Wendy, G. Canto Sansores, y confirma que la teledetección representa una oportunidad para monitorizar la diversidad de especies leñosas en los bosques tropicales, siempre y cuando se incorpore la complejidad de la vegetación como un elemento clave en los modelos. Se concluye que tener en cuenta este factor es quizás tan importante como el efecto del muestreo.

También se observó que no necesariamente se requiere escalas finas para determinar procesos ecológicos en la comunidad vegetal de especies leñosas. Esta información es importante pues contribuye al diseño de los estudios de monitoreo de la vegetación para la estimación de la diversidad de especies, la biomasa y la captura de carbono a nivel mundial.

Jorge Omar López-Martínez y Pedro A. Macario-Mendoza son investigadores del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente de la Unidad Chetumal de ECOSUR.

Enlace al artículo: https://doi.org/10.1016/j.isprsjprs.2024.07.029

Colaboratorio Red de suelo, agua y la biotecnología en los agroecosistemas

Autores: Emilio Guzmán Bayona, Teresita de Jesús Santiago Vera, Diana Ayala Montejo

En el campo mexicano actualmente existe una coyuntura favorable para impulsar la transición agroecológica desde los territorios, en busca de recuperar la soberanía alimentaria, garantizar el abasto de alimentos y fortalecer la capacidad de decisión del pueblo sobre qué alimentos produce y cómo se quiere alimentar.

Es por ello que, derivado de las acciones de las Prácticas Interinstitucionales de Inmersión Territorial en el marco del Programa Interinstitucional de Especialidad en Soberanías Alimentarias y Gestión de Incidencia Local Estratégica (PIES AGILES), se desarrolló bajo un contexto autogestivo el Colaboratorio Red de suelo, agua y biotecnologías en los agroecosistemas, del 19 al 23 de septiembre del 2023, donde asistieron especialistas, actores locales e investigadores de los Estados de México, Hidalgo, Colima, Puebla, Chiapas, Michoacán, Yucatán, Tabasco y Campeche. Este colaboratorio fue respaldado académicamente por el programa de educación continua de El Colegio de la Frontera Sur y la colaboración del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.

Lee el artíulo completo en la Gaceta #70 del Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico del Estado de Yucatán (SIIDETEY), página: de la 17 a la 19,  y de la cual participa ECOSUR como comité editorial.


O te hundes o sigues la corriente: de cómo un iceberg se hizo vórtice (en los sures de México)

Autor: Sergio Prieto Díaz

Hace poco presenciamos el hundimiento, cerca de Grecia, de un barco con más de 750 personas de África y Asia. Cada vez con más frecuencia vemos a miles de personas abandonando sus países y arriesgando sus vidas, atravesando fronteras (ríos, montañas, desiertos, mares, muros). Su emergencia desaparece con otra tragedia y resurge con la siguiente.

¿Por qué se arriesgan? ¿Cómo viajan en esas condiciones? ¿Qué ocurre mientras transitan o cuando llegan a otro lugar? Incluso con conocimientos especializados, lo que atisbamos es la punta del iceberg de un problema mucho más complejo y de difícil definición.

Los propios organismos especialistas (Derechos Humanos, Naciones Unidas, la Organización Internacional para las Migraciones, etcétera), no alcanzan a abordar esta complejidad al centrarse exhaustivamente en alguna de sus características: país de origen/tránsito/destino, condición de expulsión, remesas…
Una expresión epidérmica que impide ver lo que subyace y progresivamente se hace más sólida e impenetrable.
No es igual mirar la frontera “desde afuera”, que vivirla “desde adentro”. Para acercarse a este núcleo, hay que vivir los espacios fronterizos que producen migrantes, hacerse parte presente en los lugares y sentir su esencia con todos los sentidos. Posicionarnos en los espacios fronterizos nos permite construir “el ojo del huracán”. Esta metáfora permite visualizar la complejidad de los procesos y, sobre todo captar la estructuralidad de los problemas. […….]

Lee el artíulo completo en la Gaceta #70 del Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico del Estado de Yucatán (SIIDETEY), página: de la 13 a la 16,  y de la cual participa ECOSUR como comité editorial.

“Ganadería sustentable, ¿de qué estamos hablando?”, Ecofronteras 81 propone algunas respuestas

Con información de Carla Cecilia Quiroga Carapia

En este número de Ecofronteras, el grupo académico GANSUS (Ganadería Sustentable y Cambio Climático) de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) propone contextualizar el debate que origina la cuestión ¿qué es la ganadería sustentable? a partir de tres premisas: la crisis alimentaria, la ganadería campesina y la problemática planetaria. El artículo inicial de esta edición, y que da nombre al número, aporta respuestas hacia las mayores objeciones a la producción pecuaria, y nos acerca a una estrategia que, tomando en cuenta contextos ecológicos, culturales y económicos de la ganadería, permita obtener productos sanos, suficientes y ambientalmente respetuosos.

En la misma sección Artículos del pozo aparece “Ganadería, seguridad alimentaria y ambiente”, que encuadra el tema de la seguridad alimentaria en una panorámica evolutiva del Homo sapiens y el origen de la domesticación de animales. Los autores nos proporcionan datos interesantes y sólidos para reconocer la importancia nutricional del consumo de productos de origen animal. Por otra parte, en el artículo “Ganado bovino criollo y sustentabilidad socioambiental” tenemos un ejemplo de que la sustentabilidad es posible y de que mucho que aprender de los sistemas de ganadería campesinos.

En la sección Artículos a puertas abiertas se presentan aportaciones que resaltan la importancia cultural y económica de dos árboles de gran tradición: el pataxte —pariente del cacao— y el palo de tinte, y un texto que aborda las razones del miedo a las serpientes, justificando la necesidad de conocer más sobre ellas.

En la sección Leyendo el Sur se incluye una inforreseña de la historieta Dzit Bacalito y las variedades de maíz frente a Transgénico, cuyo elocuente título alude a la preocupante situación de los maíces criollos.

La entrevista del número es una conversación con Laura Carrillo Bribiezca, investigadora en el Departamento de Estudios y Observación de la Tierra, la Atmósfera y el Océano, quien nos habla de los océanos como componente elemental de la vida planetaria. Aunque no se aborda el tema en esta conversación, cabe mencionar que Laura Carrillo es integrante del equipo de investigación multidisciplinaria que documentó recientemente un conocido hallazgo en la bahía de Chetumal: el agujero azul más profundo del mundo, el Taam ja’.

El tema de los océanos es también el motivo de nuestra fotogalería: https://www.ecosur.mx/fotogaleria-corrientes-de-vida-en-los-oceanos/

Finalmente, De literatura y otros asuntos a través de un relato nos alerta respecto a una nueva plaga del café.

Disfruta y comparte Ecofronteras 81 desde su página web: https://revistas.ecosur.mx/ecofronteras/index.php/eco

ECOSUR Villahermosa recibe el Distintivo Orgullo Verde

ECOSUR Villahermosa recibió el pasado 5 de agosto el Distintivo “Orgullo Verde”, un reconocimiento que otorga el municipio de Centro, Tabasco, a las buenas prácticas socioambientales.

En la ceremonia, el biólogo Miguel Odilón Chávez Lomelí, director de Protección Ambiental y Desarrollo Sustentable, hizo un recuento de cómo surgió la idea del reconocimiento y las etapas que se dieron para llegar al distintivo, el cual está reconocido como marca registrada desde abril de 2022.

Aura del Carmen Medina Cano, presidenta del municipio Centro, mencionó que para su gobierno el Distintivo Orgullo Verde simboliza el compromiso permanente del municipio con la protección ambiental y la sustentabilidad, y felicitó a quienes recibieron el premio por sus aportes para un futuro sostenible.

ECOSUR Villahermosa recibió el reconocimiento por las buenas prácticas que impulsa a través de los programas de investigación, el posgrado y la vinculación, así como del Plan Ambiental de ECOSUR.

Rodimiro Ramos Reyes, coordinador de la Unidad Villahermosa, recibió el reconocimiento en nombre de la comunidad ecosureña, el cual estará vigente durante un año, con la posibilidad de solicitar renovación mediante el envío de evidencias que den cuenta de las buenas prácticas de las acciones socioambientales que se implementen este año.

11 fueron los distintivos que se entregaron en la ceremonia a José Alonso Castillo Guzmán y Andrés Raúl González Marín, a las organizaciones de la sociedad civil Yaxché (Centro de Educación Ambiental y Cultural) y la Asociación Convivencia Tabasco, a las empresas PASA, Geolis, INDHECA, SETA y BIEECO. En la categoría de centros de investigación lo recibieron el Centro de Cambio Global y la Sustentabilidad AC y ECOSUR Villahermosa.

La ceremonia de entrega de reconocimientos se realizó en el Salón Villahermosa del palacio municipal, en un acto que encabezó la presidenta municipal, quien estuvo acompañada de funcionarios del H. Ayuntamiento y de integrantes del Comité Técnico del Distintivo.

Och Kaan, serpiente que ascendió a la categoría de especies

J. Rogelio Cedeño Vázquez* e Iván A. Castellanos Osorio**

Esta es una colaboración de los investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Chetumal para la sección Fauna Nuestra, de La Jornada Maya, un espacio para dar a conocer las novedades en la investigación científica que se realiza en esta zona

Foto: Iván Castellanos

Por mucho tiempo, la serpiente ratonera (conocida como Och Kaan en la península de Yucatán) fue considerada una subespecie de Boa constrictor (Boa constrictor imperator), pero en estudios recientes los científicos propusieron elevarla a la categoría de especie, dándole el nombre científico de Boa imperator.

Es una serpiente nativa de México, que se distribuye desde Sonora hasta Chiapas en la vertiente del Océano Pacífico, y desde Tamaulipas hasta Quintana Roo en la vertiente del océano Atlántico; también se encuentra en América Central y la parte norte de América del Sur.

El inventario y el monitoreo de la biodiversidad local forman parte de las actividades que voluntariamente realiza el personal del Plan Ambiental de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Chetumal. Entre las especies de fauna nativa que frecuentemente son observadas en las instalaciones se encuentra la serpiente Boa imperator, perteneciente a la familia Boidae. Su monitoreo tiene el propósito de darla a conocer a la sociedad, valorar su función ecológica y destacar la importancia de su conservación.

Se trata del ofidio más grande de México, conocido también como mazacuata (del náhuatl mazacoatl, que significa culebra-venado); en lengua maya yucateco se le conoce como Och Kaan (serpiente ratonera, de Och: zarigüeya o ratón y Kaan: serpiente), mientras que en otras partes le llaman boa imperial, boa centroamericana, boa común, boota, corúa o tamacoa. 

Es una de las serpientes más comunes de las 58 especies de ofidios que actualmente se tienen registradas para la península de Yucatán. En esta nota damos cuenta de algunas observaciones documentadas en el predio de Ecosur-Chetumal, que contribuyen al conocimiento de la ecología e historia natural de la serpiente Och Kaan, una especie no venenosa pero muchas veces temida por el ser humano.

Foto: Pablo Beutelspacher

Habita en bosques subtropicales y tropicales, sabanas, pastizales, manglares, playas y zonas semiáridas, ya que puede adaptarse a una amplia variedad de condiciones ambientales. Es un depredador tope que ayuda a mantener el equilibrio ecológico de los ecosistemas, al controlar las poblaciones de una variedad amplia de especies de las que se alimenta, entre las que se encuentran vertebrados de tamaño pequeño a moderado, como iguanas, aves, roedores, zarigüeyas, coatíes, ocelotes y venados jóvenes. 

Esta especie es presa de fauna carnívora, particularmente en etapas tempranas (crías y juveniles), incluyendo serpientes ofiófagas (que se alimentan de otras serpientes), aves rapaces e incluso cocodrilos y caimanes. 

Es una serpiente constrictora; es decir, oprime a sus presas hasta asfixiarlas, antes de devorarlas. Aunque son cazadoras eficientes y de gran tamaño, rara vez representan un peligro para los seres humanos, ya que cuando se sienten amenazadas prefieren huir antes que atacar. No obstante, si una persona se les acerca demasiado, pueden atacar y morder como una reacción defensiva.

Foto: Iván Castellanos

Presenta un patrón de coloración característico; en la base del dorso es canela o cobrizo, con manchas rectangulares o bandas irregulares de color café o rojizo, usualmente con manchas más claras en el centro. Un rasgo inusual de esta especie es su capacidad para cambiar de color, ya que pueden oscurecerse o aclararse dependiendo de factores como la temperatura, la humedad o su estado emocional. 

Este cambio de coloración puede ayudarles a regular su temperatura corporal, camuflarse mejor en su entorno o comunicar su estado de ánimo a otros individuos de su especie; otra característica interesante es la capacidad que tiene la hembra de intensificar su nivel de melanina después de la cópula, adquiriendo un color más oscuro para absorber más calor. 

Foto: Rogelio Cedeño

En lo personal, hemos observado ejemplares exhibir tonos de color rosa para indicar su molestia por nuestra presencia. Tiene un modo de vida semi arborícola y de hábitos nocturnos, principalmente. Los individuos más jóvenes suelen trepar a los árboles pero a medida que son más viejos y pesados, adquieren hábitos más terrestres. 

Se les puede encontrar debajo de troncos de árboles caídos, en grietas o cuevas, entre las ramas de los árboles, en áreas de cultivo e incluso en construcciones abandonadas en zonas urbanas. Su piel exhibe numerosas manchas que facilitan su camuflaje entre el follaje y el suelo. 

En nuestras instalaciones, la hemos observado semioculta entre la hojarasca, cerca de algún sitio con agua, esperando que algún mamífero, ave, lagartija o anfibio se acerque a beber para capturarlo. Son serpientes ovovivíparas; es decir, los huevos permanecen dentro del cuerpo de la hembra hasta que el embrión esté completamente desarrollado, de manera que una vez que los huevos se rompen nacen las crías vivas directamente del cuerpo de la madre. 

Durante la temporada reproductiva, las hembras suelen atraer a los machos con feromonas como señal de que están listas para el apareamiento; una vez que ocurre la cópula, las hembras pueden retener el esperma del macho antes de fertilizar sus óvulos. Cabe mencionar que se pueden presentar varios machos pretendiendo cortejar simultáneamente a una hembra, lo que significa que esta especie tiene un sistema de reproducción poliándrico, resultando en crías con diferentes padres en la misma camada. 

Foto: Iván Castellanos

Aunque las observaciones sobre actividad de apareamiento son poco frecuentes en las especies del género Boa, este comportamiento se logró documentar para Boa imperator, con la descripción de una agregación reproductiva ocurrida en noviembre de 2018 en el Parque Nacional Marino Ballena, en Costa Rica, donde participaron tres machos y una hembra, agregación que se mantuvo por dos días.

Cuatro años más tarde, nosotros tuvimos la fortuna de observar el 26 de febrero de 2022 a las 16:45 horas, la agregación de tres individuos adultos en las inmediaciones de uno de los edificios de Ecosur, en esta se registró la intervención de una hembra de dos metros de longitud aproximadamente y dos machos de aproximadamente 1.8 metros de largo cada uno. La hembra y uno de los macho se encontraban juntos en estrecho contacto, mientras que el otro macho, ubicado a medio metro de distancia, se aproximaba a la pareja.

Posteriormente, alrededor de las 19 horas de ese mismo día llegó un tercer macho adulto. Luego, dos de las boas se retiraron del lugar, quedando en el sitio únicamente la hembra con un macho, permaneciendo enrolladas en ese sitio hasta poco después de la media noche, según información proporcionada por el vigilante en turno. 

Debido a lo inaccesible del lugar en el que se encontraban las serpientes, no nos fue posible observar si hubo cópula. Dos días después, en el mismo sitio fue observado un cuarto macho de aproximadamente 1.2 metros de longitud, que probablemente fue atraído por el rastro de las feromonas que en días anteriores dejó la hembra en el área.

En México, la Och Kaan está protegida del comercio internacional a través de la Convención CITES (Apéndice II). La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la coloca en la categoría de Preocupación Menor (Least Concern en inglés) en la Lista Roja de especies amenazadas, mientras que en la NOM-059-SEMARNAT-2010 se encuentra en la categoría de riesgo: Amenazada (A), por la pérdida de su hábitat y extracción ilegal de su hábitat para su venta como mascota y diversos productos elaborados con su piel. Además, muchas personas las matan porque las confunden con la nauyaca (una serpiente venenosa).

*Biólogo-herpetólogo y fotógrafo (rcedenov@ecosur.mx, rogeliocedeno@gmail.com)

**Biólogo y fotógrafo (ivancast@ecosur.mx)

Ambos son parte del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática de El Colegio de la Frontera Sur Unidad Chetumal.

TEXTO PUBLICADO EN: https://www.lajornadamaya.mx/quintanaroo/234106/och-kan-serpiente-que-ascendio-a-la-categoria-de-especie-boa-imperator-serpiente-ratonera-chetumal-quintana-roo-fauna-peninsula-de-yucatan


							

Los mexicanos refugiados en Guatemala, movilidades que salvan

Por Verónica Haydee Paredes Marín [1]

En el mundo, una de cada 69 personas ha sido víctima de desplazamiento forzado, según datos del ACNUR, instancia que reconoce que, para finales de abril de este año, se superaban los 120 millones de personas viviendo esta situación[2]. Para Chiapas, este tema no es nuevo, hemos visto cómo se ha incrementado los procesos de violencia directa en el estado y con ello, el consecuente desplazamiento forzado de personas a otros municipios, otros estados de la República y hoy, los ojos internacionales se posicionan en el refugio que los mexicanos han solicitado en el noroccidente de nuestro vecino país, ante el desplazamiento forzado de pobladores desde el municipio fronterizo Amatenango de la Frontera hacia tierras guatemaltecas.

Comúnmente, el desplazamiento de las personas se da cuando han agotado toda estrategia que le permita estar en sus lugares y otras veces, se conjugan condiciones que obligan a una salida inmediata ante el peligro de perder la vida. El caso de las comunidades chiapanecas de Amatenango de la Frontera que hoy se han refugiado en Guatemala, tiene un poco de ambas situaciones. Desde 2021, han vivido una escalada de violencia por el enfrentamiento armado que los grupos narcos han sostenido en la disputa del territorio fronterizo (el Cartel de Sinaloa con el Jalisco Nueva Generación y el de más reciente surgimiento, el Cartel Chiapas y Guatemala). Como han podido, las comunidades han tratado de sobrevivir la violencia dentro de sus comunidades, lo que les ha significado muchas pérdidas: su salud física, mental y la salud colectiva a través de la fractura del tejido social, estando permanenetemenete en riesgo la seguridad humana (física, alimentaria, etc.) y, por ende, han sido víctimas de graves violaciones a sus derechos humanos.

Todo esto, lo han resistido a través de silenciarse, esconderse, “colaborar”, pagar el derecho a piso, entre otras estrategias que, como lo han documentado e informado periodistas locales y organizaciones que trabajan en la defensa de los derechos humanos en Chiapas, han venido erosionando de manera acelerada las condiciones de vida de estas poblaciones[3]. Los hechos acaecidos en esta semana, visibilizó algo que, si bien ya venía sucediendo, hoy sorprende por ser masivo, el desplazamiento de cientos de mexicanos de toda edad hacia la aldea la Laguna en Cuilco, un municipio del departamento de Huehuetenango en Guatemala.

El pico de violencia con armas de fuego en la localidad indujo a un “o salen, o mueren” y salieron entonces hacia la población más cercana que podía darles un cierto estado de seguridad, encontrándola en el país contiguo. Pero ¿Por qué Guatemala, si está en peores condiciones que México?, se dice por allí y esto se explica justamente en las particularidades de la vida en frontera.

Lo primero a entender es que las comunidades que viven en las fronteras tienen un tránsito común, fortalecido por vínculos familiares, comerciales, compadrazgos, etc. Así, las movilidades no se dan únicamente de Guatemala a México, sino la movilidad de México hacia Guatemala también es una constante, muchas veces buscando servicios o insumos que no encuentran en “su lado”, por lo que pasan “al otro lado” y esto se ve reforzado por la previa construcción de redes que, en un momento de emergencia como este, es la base que les proveerá refugio y seguridad.

A estas poblaciones que les denomino ciudades (o poblados) sustentácula/os, no son más que localidades colindantes de frontera que permiten la recepción, integración y bienestar dentro de las dinámicas perifronterizas, frente a procesos de violencia (directa o indirecta) y que serían atractivas únicamente para la comunidad que busca elementos mínimos de subsistencia, que les permitan mejorar ciertas condiciones[4], ya sea en la vida cotidiana o en una emergencia, como la actual. Este refugio ante emergencias lo podemos encontrar en varios casos recientes de la frontera México- Guatemala, como el refugio de los uniónjuarenses (Chiapas) a la población de Yalú (Guatemala) por los terremotos focalizados en 2014 y hoy, en el refugio en Cuilco, Guatemala a sus vecinos de Amatenango de la Frontera, sólo por poner dos ejemplos.

Otro elemento a comprender es el por qué los números no están cuadrando de lo dicho al inicio por el Gobierno de Guatemala, con lo reconocido por el gobierno mexicano y finalmente un número “oficial”, consensuado entre ambas naciones. Al inicio se mencionó que eran entre 500 y 600 personas las desplazadas y el gobierno mexicano sólo reconoció 250, en la mañanera del 26 de julio de 2024[5]. Se parte que, el gobierno guatemalteco (y por ende el mexicano) está tomando sólo en cuenta el registro de la población que está albergada en la Escuela de la aldea La Laguna, en ampliación Nueva Reforma, Cuilco, o bien, alguna otra persona/familia que está refugiada en casa de conocidos, pero si se ha registrado para el efecto de su reconocimiento como refugiado y la recepción de los apoyos que esto significa. Hasta el día 28 de julio, en el albergue se encontraban 249 personas, que estaban siendo atendidas por la coordinación de diversas instancias gubernamentales, entre ellas Migración, Ministerio de Salud, elementos de seguridad ciudadana, autoridades locales (Alcaldía de Cuilco y Gobernación Municipal de Huehuetenango), etc.

Sin embargo, como suele pasar en estos casos, existe un subregistro. Estamos hablando de personas que salieron temerosas de su poblado y lo que más desean es guardar su integridad y esto significa, pasar desapercibidos o al menos, ser lo menos visibles e identificables. Posiblemente no estén concentrados sólo en esa aldea de Cuilco, sino distribuidos en otros poblados de ese municipio, e incluso, otros municipios colindantes (sin olvidar que hay desplazados internos que están moviéndose dentro de México). Coincidentemente, este refugio está atravesado por un proceso previo de desplazamiento de violencia: el refugio de los guatemaltecos en tierras mexicanas en los 80. Una buena cantidad de pobladores de estas regiones de frontera, son personas que al igual que lo que hoy sucede, huyeron de la violencia del conflicto armado interno y se refugiaron en las colindancias del lado mexicano. Tras la firma de la paz, muchos guatemaltecos volvieron, pero otros tantos se quedaron en el lado mexicano y obtuvieron la ciudadanía a través de medios legales o la compra de documentos, esta última práctica solía ser común y relativamente fácil hasta hace poco. Otros tantos, son generaciones de refugiados nacidas en México y bien, tienen doble nacionalidad o solamente la nacionalidad mexicana, pero con todas las redes familiares en “el otro lado” [6]. Por ello, se están albergando de manera silenciosa en casas de huehuetecos con los que tienen lazos familiares siendo invisibles a los registros oficiales.

Ante ello, nos parece iluso la postura de una buena parte de los medios de comunicación (guatemaltecos y mexicanos) que limitan su análisis a sólo una u otra parte de la frontera: Por un lado, el proceso violento en el lado mexicano parece que desaparece en el lado guatemalteco, y a su vez, en la narrativa sobre el refugio de los mexicanos en el lado guatemalteco da una percepción de que no hay una relación fronteriza y procesos acumulativos de violencia compartida, la que también les ha trastocado por muchísimos años la vida y cotidianidad a los habitantes en esa región transfronteriza[7].

No es casualidad que desde los 90, se haya visto presencia de narcos mexicanos instalados en Guatemala y conocido sus alianzas con los cárteles locales, como los Huistas (que controlan esa zona huehueteca). Tampoco es casualidad que, dentro de las personas muertas en los enfrentamientos de los últimos años en territorio fronterizo mexicano, hayan sido identificados ciudadanos guatemaltecos. Es sabido que fueron ex kaibiles, quienes instruyeron al Jalisco Nueva Generación en tácticas de guerra (y que son también parte de sus integrantes). No es extraño que encontremos en las estrategias de terror, prácticas que los guatemaltecos conocemos muy bien y que nos recuerdan las estrategias contrainsurgentes vividas en el conflicto armado interno, que no desaparecieron sino se han reconfigurado, las que siguen dejando graves violaciones a los derechos humanos. Así, el control social de la vida comunitaria, la cooptación de líderes o funcionarios en las poblaciones conflictuadas, las alianzas con empresas extractivas, desaparición o ejecución de líderes comunitarios, entre otras, son rasgos y raíces comunes en la región transfronteriza.

No quiero hacer un símil de la situación del refugio guatemalteco con el que hoy se origina en México: se reconoce que estos procesos son violencias diferentes, contextos diferentes, temporalidades diferentes, pero si abogo al entendimiento de estos procesos conectados en el tiempo y que son producto de procesos globales, más que locales y que las futuras  estrategias de resistencias desde las poblaciones y acciones de los gobiernos, tampoco podrán ser pensadas desde una sola localidad, sabiendo que, lo que hoy nos estalla en el lado mexicano, mañana puede hacerlo en el lado guatemalteco.

Como cierre y con el afán de no ver todo desde el dolor, rescato un hilo que nos conecta en el tiempo a ambos países, no desde la violencia, sino desde el acto más digno que pueda tenerse entre los pueblos…, el de la solidaridad. Si algo ha volcado la ayuda en Guatemala hacia el pueblo mexicano en este momento, es el recuerdo de la solidaridad que el pueblo mexicano tuvo con los desplazados y refugiados guatemaltecos en los 80. El llamado común es el de retribuir lo que la gente mexicana proveyó a esos miles de personas que, en su momento, tenían que salir de Guatemala o perdían la vida.

[1]Investigadora posdoctoral en el grupo de Estudios de Migración y Procesos Transfronterizos del Colegio de la Frontera Sur, Tapachula

[2] https://www.acnur.org/mx/tendencias-globales#:~:text=A%20nivel%20global%2C%201%20de,de%20cada%20125%20personas%20desplazadas).&text=M%C3%A1s%20de%20117%2C3%20millones,fuerza%20a%20finales%20de%202023.

[3] Se puede acceder a más información al respecto en el informe “Asedio a la vida cotidiana, terror para el control del territorio y graves violaciones a los derechos humanos. Informe de organizaciones de la sociedad civil sobre la violencia en la región de Frontera de Chiapas”, la página de los medios digitales Chiapas Paralelo y Rompevientos T.V, por ejemplo.

[4] https://nomadas.ucentral.edu.co/index.php/catalogo/2618-migraciones-forzadas-debates-desde-america-latina-y-el-caribe-nomadas-54/vida-cotidiana-memoria-y-agencia/1100-ciudades-sustentaculas-refugio-economico-social-mexicano-ante-la-violencia-estructural-guatemalteca

[5] Conferencia mañanera del 26 de julio del 2024 (a partir del minuto 2:05:36) https://www.youtube.com/live/i5YmViZ1q24

[6] Reporte del 27 de junio de 2024 de la Asociación Pop No’j

[7] En la participación de Enriqueta Lerma el día de ayer, 27 de julio de 2024, para una actividad del Museo Jtatik Samuel, la investigadora realiza un análisis profundo de las implicaciones históricas que se involucran en el caso de violencia por narco en la frontera y que puede ser una fuente importante para ampliar la información https://www.facebook.com/100064616127317/videos/466347546168021?locale=es_LA

TEXTO PUBLICADO EN: https://www.chiapasparalelo.com/opinion/2024/07/los-mexicanos-refugiados-en-guatemala-movilidades-que-salvan/

Teratología en hormigas… Terato— qué?

Gabriela Pérez-Lachaud y Jean-Paul Lachaud *

Figura 4. Mosaico bilateral, ginandromorfo en la hormiga Polyergus longicornis. La parte roja corresponde al fenotipo de una obrera, la negra al de un macho de esta especie. Se pueden notar las diferencias características: antena filiforme, ojo compuesto más grande, mandíbulas reducidas y tórax con un ala en la parte macho. Jacksonville, Florida, USA. Abril 2022.
 Créditos foto: ©Daniel Roueche.

La teratología es la disciplina científica que estudia a los animales con morfología (fenotipo) inusual, es decir, aquellos individuos que no responden al patrón común de su especie. Estas anomalías o malformaciones pueden ser resultado de factores genéticos o ambientales, muchas veces interrelacionados.

Recientemente reportamos el caso teratológico de una pupa de hormiga que presentaba 7 patas en lugar de 6, como es la norma en todos los insectos, lo que los define dentro del subfilo Hexapoda (del griego: εξα y πόδα) que quiere decir justamente “6 patas”.

Figura 1. Pupa teratológica de obrera de Neoponera villosa. A) vista lateral, fotografía tomada al encontrarla; B) vista ventral, tomada posteriormente. Modificado de Pérez-Lachaud et al. 2024.
Figura 1. Pupa teratológica de obrera de Neoponera villosa. A) vista lateral, fotografía tomada al encontrarla; B) vista ventral, tomada posteriormente. Modificado de Pérez-Lachaud et al. 2024. H. Bahena-Basave.

Teratología en humanos

Figura 2. Polidactilia en humanos.
Figura 2. Polidactilia en humanos.

En humanos algunas anomalías son bastante comunes. La polidactilia, por ejemplo, es un trastorno genético por el que la persona nace con más dedos en la mano o en el pie de los que le corresponde (Fig. 2). A estos dedos se les llaman “dedos extra” o “dedos supernumerarios”.

Este fenómeno es más frecuente de lo que pensamos, afecta actualmente a 1 de cada 1000 bebés nacidos vivos, y existen registros de polidactilia en muchos petroglifos antiguos, por ejemplo, en la Cueva de las manos del río Pinturas en Argentina, cuyos diseños están fechados entre 13 000 y 9500 años a. C. (https://whc.unesco.org/es/list/936; Fig. 3)

Figura 3. Cueva de las manos del río Pinturas en Argentina.
Figura 3. Cueva de las manos del río Pinturas en Argentina.

Malformaciones en los insectos

Los insectos también sufren de anomalías o malformaciones. Las más frecuentes son los llamados mosaicos sexuales, ginandromorfos o quimeras, en donde una parte del cuerpo presenta fenotipo masculino y otra parte es de tipo femenino.

En hormigas, insectos sociales en donde existe además un polimorfismo de castas, es decir no sólo hay individuos con fenotipos macho y hembra sexuados, sino también castas asexuadas determinadas muchas veces por la alimentación (obreras, soldados y a veces super soldados), las quimeras pueden ser mezclas de dos de estas castas (macho/hembra, macho/obrera, hembra/obrera; Fig. 4).

Otras anomalías tienen que ver más con la ausencia que con la malformación de alguna estructura. Por ejemplo, hormigas sin un ojo, una antena, una pata, etc., cuya ausencia no es el resultado de un accidente o ataque por otro animal, sino que esa estructura no se forma durante el desarrollo de ese individuo.

El hallazgo de ECOSUR

La pupa de hormiga con siete patas pertenece a una obrera de la hormiga Neoponera villosa, casi completamente desarrollada, y fue recolectada en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an en Quintana Roo. La pata supernumeraria surgía de entre el primer par de patas de la hormiga y era mucho más grande que el resto de ellas.

Para México este es el segundo caso reportado de una hormiga de la subfamilia Ponerinae con alguna anomalía, pero el primero relativo a un miembro supernumerario. No podemos saber si esta hormiga hubiera sobrevivido porque se preservó en alcohol para su estudio.

En el ser humano, existen casos de personas con alguna extremidad extra. El más famoso es el de Francesco “Frank” Lentini, quien vivió hasta la edad de 77 años (Fig. 5) https://es.wikipedia.org/wiki/Frank_Lentini).

Figura 5. Cartel promocional de Frank Lentini como jugador de fútbol.
Figura 5. Cartel promocional de Frank Lentini como jugador de fútbol.

Gabriela Pérez-Lachaud es investigadora de El Colegio de la Frontera sur, Unidad Chetumal (México) | igperez@ecosur.mx | https://orcid.org/0000-0002-8924-1606

Jean-Paul Lachaud es investigador de El Colegio de la Frontera sur, Unidad Chetumal (México) | jlachaud@ecosur.mx | https://orcid.org/0000-0002-5082-8987

Referencia

Pérez-Lachaud, G., Rocha, F.H. & Lachaud, JP. 2024. A Neoponera villosa (Fabricius, 1804) worker pupa with too many legs (Hymenoptera: Formicidae). Neotropical Entomology. https://doi.org/10.1007/s13744-024-01168-z

 (https://whc.unesco.org/es/list/936; Fig. 3)

TEXTO PUBLICADO EN: https://www.cronica.com.mx/academia/teratologia-hormigas-terato.html