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Andrea Venegas obtiene grado de doctora con tesis sobre resiliencia de sistemas socioecológicos del café

Andrea Venegas Sandoval, estudiante de Doctorado en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable con orientación en Agroecología y Sociedad (Generación 2015 – 2018) en la Unidad San Cristóbal, obtuvo el grado de Doctora en Ciencias con la tesis denominada “Resiliencia de sistemas socioecológicos del café: lecciones aprendidas ante la emergencia de la roya (hemileia vastatrix)”, el pasado martes 13 de octubre de 2020.

Las familias campesinas y sus agroecosistemas representan sistemas socioecológicos complejos que continuamente se enfrentan a diferentes amenazas. A pesar de las emergencias, las familias productoras de café persisten y resisten mediante procesos de adaptación y transformación, generando resiliencia, la cual, desde el punto de vista socioecológico, es la capacidad del sistema de mantener o favorecer el bienestar de las familias y la persistencia de los servicios agroecosistémicos después de someterse a una perturbación.

El presente estudio tuvo por objetivo analizar las estrategias que influyen en la resiliencia de los sistemas socioecológicos cafetaleros ante perturbaciones debidas principalmente por enfermedades del cafetal. Se planteó la hipótesis de que las familias campesinas seguirán cultivando café si sus modos de vida son suficientemente robustos para enfrentar los impactos provocados por las crisis en la cafeticultura, reajustándose mediante mecanismos sociales y estrategias que les permitan persistir.

Este estudio parte de las siguientes categorías analíticas: resiliencia socioecológica, ciclo de renovación adaptativa, mecanismos sociales, estrategias campesinas y modos de vida. Con lo cual se abona al conocimiento teórico sobre las estrategias campesinas desde la visión de la resiliencia socioecológica. Se realizaron entrevistas a productores y a técnicos de las organizaciones, se realizó observación participante en talleres y reuniones de las organizaciones cafetaleras, y se revisaron fuentes secundarias de información sobre la historia de la cafeticultura en México y en Chiapas; está información se procesó mediante análisis de contenido y análisis estadístico.

La cafeticultura es un sistema complejo y dinámico; que ha pasado por diferentes periodos de crisis y de transformación. Al analizar el contexto histórico se identificaron tres períodos principales en la cafeticultura chiapaneca. 1) de arribo y consolidación de la actividad en Chiapas (102 años); 2) institucional (44 años) y 3) de organización para la comercialización (20 años).

Asimismo, se encontró que los mecanismos sociales que operan en el sistema socioecológico de café son formación de creencias, coordinación, innovación tecnológica y diversificación. Estos mecanismos explican la implementación de estrategias que pueden fortalecer la resiliencia del sistema.

El mecanismo social de diversificación se observa en el desarrollo de las siguientes estrategias: 1) diversidad de fuentes de ingreso; 2) distintas formas de uso del suelo; 3) variedad de prácticas para hacer frente a la roya; 4) manejo de la diversidad de especies de sombra en el cafetal y 5) cultivo de diversas variedades de café. Estas estrategias se implementan a diferentes escalas espaciales y temporales. Los procesos que ocurren a una escala influyen sobre las condiciones en las que se presentan las fases del ciclo de renovación adaptativa a otras escalas.

De acuerdo con el análisis realizado y las observaciones en campo se identifica que la mayoría de los caficultores presentan actitud positiva y anuente ante la actividad cafetalera. Se concluye que para comprender los mecanismos que inciden en la resiliencia es necesario el reconocimiento de la dinámica histórica y trans-escalar del sistema cafetalero. Asimismo, para que los mecanismos sociales a través de las distintas estrategias conduzcan a la resiliencia del sistema es clave la organización familiar y la administración, calidad y cantidad de los acervos familiares tangibles e intangibles, durante los periodos de estabilidad y de crisis. A pesar de las crisis socioambientales, las familias campesinas continúan y seguirán cultivando café mientras que sigan persistiendo a través de la transformación y sigan definiendo su identidad como cafeticultores.

 

El Consejo Tutelar estuvo conformado por la doctora María Lorena Soto Pinto (directora de tesis), fungieron como asesores la doctora Guadalupe Álvarez Gordillo (asesora), el doctor Armando Alayón Gamboa (Asesor) y el doctor Juan Francisco Barrera Gaytán. Los sinodales fueron el doctor Obeimar Balente Herrera Hernández, la doctora Claudia María Monzón Alvarado y el doctor José Nahed Toral.

 

Principios agroecoalimentarios para cuidar el cuerpo y la tierra

Bruce G. Ferguson, Investigador de El Colegio de la Frontera Sur

 

La pandemia de COVID-19 reveló la vulnerabilidad de nuestros cuerpos por enfermedades crónicas asociadas a la alimentación industrial. La agroecología es un antídoto contra las soluciones simplistas que vende la industria agroalimentaria. Al abrazar la complejidad, propone principios que deben adaptarse a cada contexto y encuentra paralelos en corrientes de la nutrición que abordan la salud alimentaria desde ópticas ecológicas y evolutivas. A continuación, propongo algunos principios para la alimentación basados en el encuentro de estos dos campos.

Milpa, imitando a la naturaleza.Bruce Ferguson

Diversidad en el campo y en el plato

La agroecología reconoce a la diversidad biológica como fuente de estabilidad y productividad. Los agroecosistemas tradicionales biodiversos evolucionaron junto con las tradiciones culinarias, y ofrecen pistas para recuperar una alimentación sana, sabrosa y culturalmente significativa. La milpa mesoamericana es un ejemplo clásico. Sus componentes cultivados y silvestres se complementan ecológicamente y brindan una alimentación equilibrada y variada.

Es mejor prevenir que curar

Un enfoque agroecológico emergente explora el “sistema inmune” de los agroecosistemas complejos. La investigación de Ivette Perfecto, John Vandermeer y colaboradores en la Finca Irlanda, en Chiapas, demuestra que aunque un cafetal biodinámico albergue hongos e insectos capaces de volverse epidemias y plagas del café, éstas son controladas por una red compleja de interacciones que incluye otros artrópodos, microorganismos y vertebrados.

Nosotros también participamos en redes complejas; por ello debemos buscar soluciones sistémicas y preventivas a nuestros retos de alimentación. La deficiencia de la vitamina A nos ilustra cómo la agroindustria e instituciones científicas intentaron remediarla con la biofortificación, una solución técnica que no ha funcionado, según informa Aya Hirata Kimura en Hidden Hunger: Gender and the Politics of Smarter Foods. Es el caso de los arrozales en Asia, donde se cosechaban decenas de especies que brindaban macro y micronutrientes, incluyendo hojas con altas concentraciones de vitamina A, pero la Revolución Verde desplazó esas variedades tradicionales con monocultivos menos nutritivos. Una solución sistémica sería la recuperación de arrozales biodiversos.

Vida en el suelo, vida en la panza

En la absorción de nutrientes de las plantas interactúan hongos, bacterias y animales. La materia orgánica del suelo juega un papel clave como hábitat y alimento para muchos de estos organismos; la transformación agroecológica incrementa la materia orgánica para aumentar y diversificar la vida del suelo.

Por razones parecidas, se agudiza el interés en nuestro microbioma como mediador de la nutrición. Como señala Michael Pollan en “Some of my best friends are germs”, en nuestro cuerpo 90% de las células no son humanas. En su mayoría son bacterias que residen en el tracto digestivo, regulando el metabolismo y aportando nutrientes esenciales. La fibra, escasa en la dieta occidental, provee hábitat y alimentación a un microbioma sano, papel análogo al de la materia orgánica del suelo.

La leche materna contiene oligosacáridos que funcionan como fibra en la dieta de los lactantes y favorecen el crecimiento de una cepa particular de la bacteria benéfica Bifidobacterium. Así, una alimentación ecológicamente informada incluirá la leche materna y después fibra vegetal variada, para construir un microbioma sano.

El encuentro de saberes

El diálogo entre saberes y formas de saber permite la retroalimentación constante entre los principios agroecológicos y su aplicación en contextos particulares, afirman Martínez Torres y Rosset en un artículo. Transitar hacia un enfoque holístico en la alimentación también requiere de diálogo horizontal y aprecio por los saberes que nacen en cada territorio.

En Por qué a algunos les gusta el picante: alimentos, genes y diversidad cultural, Nabhan, relata cómo diabéticos indígenas, motivados por las investigaciones que demuestran las propiedades preventivas de la dieta de sus ancestros, empezaron a retomarla. Iniciaron con caminatas en el desierto de Sonora, consumiendo lo que cosechaban en su camino. Al comprobar la capacidad de estos alimentos de dar sustento durante largas jornadas, decidieron ofrecerlos en sus eventos comunitarios.

Soluciones comunes

Es esperanzador que las mismas formas holísticas de pensar –a veces las mismas acciones– puedan mejorar simultáneamente la agricultura y la alimentación. Por ejemplo, manejar una diversidad de cultivos en nuestros campos aporta materia orgánica y nutre la vida del suelo, previene plagas, minimiza riesgos económicos y aporta diversidad y sabor a nuestros platillos.

En síntesis, nuestra salud se relaciona con las comunidades de microbios del suelo y de nuestro tracto digestivo, con la maravillosa diversidad de especies comestibles y formas de colectar, cultivar y prepararlas, con nuestras culturas y con justicia social. •

Paisajes alimentarios.Guillermo Bermúdez

Transitar hacia un enfoque holístico en la alimentación también requiere de diálogo horizontal y aprecio por los saberes que nacen en cada territorio.

 

TEXTO PUBLICADO EN LA JORNADA DEL CAMPO: 

https://www.jornada.com.mx/2020/10/17/delcampo/articulos/principios-agroecoalimentarios.html?fbclid=IwAR1iJdgL_KUI56xm1za2DMOFJ3adOqp8qbEXMOnSqhMs_iuowtvV1I3aiCw

La escuela como oportunidad para una alimentación sana y culturalmente apropiada

Helda Morales Investigadora de El Colegio de la Frontera Sur, y maestras integrantes de la Red Chiapaneca de Huertos Educativos hmorales@www.ecosur.mx, Candelaria Hernández, Claire Morille, Carmen Ruth Ortiz, Verónica Peregrino, Ausencia Ruiz, Edith Santiz, Verónica Tamayo, Alba Zuñiga

 

La dieta mesoamericana, basada en productos de la milpa como el maíz, frijol, calabaza y quelites, es una dieta sana. Lamentablemente el racismo, que desprecia los sistemas de producción y alimentos indígenas, y la penetración de alimentos de la agroindustria están desplazando los alimentos tradicionales.

A nosotras nos preocupa cómo se están alimentando nuestros estudiantes y que se avergüencen de consumir alimentos indígenas. Reconocemos que la escuela es en gran parte responsable de ello. Es allí donde muchos empiezan a desarrollar el gusto por alimentos y bebidas altamente procesados.

Vemos que nuestro papel como docentes es fundamental para solucionar el problema y que el tema de la alimentación debe ser un eje transversal en nuestro sistema educativo. Por ello, junto con el equipo de Laboratorios para la Vida de El Colegio de la Frontera Sur y la Red Chiapaneca de Huertos Educativos, estamos desarrollando actividades para mejorar el sistema alimentario desde las escuelas.

Practicamos la investigación-acción participativa (IAP) para tener datos sobre la situación de la alimentación en nuestras escuelas, y junto con las familias y autoridades escolares pensamos en varias medidas a implementar:

“Realicé un diagnóstico para saber las preferencias de mis alumnos ante la comida, y regularmente anoto las observaciones en clase sobre sus desayunos.”

(Alba)

“Ellos mismos hicieron un cuestionario para preguntarle a las personas mayores”.

(Edith)

“Les entregué una carpeta individual con fotos de los alimentos que cada niño come. Solo elaboré unas preguntas, sin decir qué estaba bien o mal, y propicié la participación de las madres para que reflexionaran sobre lo que sus hijos consumen. A partir de esa reunión realizamos un plan de trabajo; todas fueron ideas de las madres.”.

(Ausencia)

A partir de esto, hemos desarrollado actividades que empatan el tema de la agroecología y la alimentación con las materias del plan de estudios:

“Hicimos un plato del buen comer y un plato del mal comer. Decidimos traer alimentos sanos y que se puedan conseguir en la comunidad”.

(Verónica A.)

“Construimos un horno de leña e iniciamos un taller de preparación de alimentos. Seguimos trabajando el huerto escolar de forma reflexiva y aprovechándolo como espacio científico. Analizamos el contenido de azúcar en diferentes bebidas en los temas de concentración, y revisamos etiquetas de polvos para preparar bebidas e investigamos sus ingredientes”.

(Carmen Ruth)

“Abrimos una cooperativa de venta de productos sanos en la escuela, que nació como sugerencia de los estudiantes cuando presentamos el diagnóstico”.

(Verónica T.)

“Hicimos ferias de alimentación y establecimos un mercadito con los productos del huerto. Los niños se han convertido en promotores de los huertos agroecológicos con sus familias”.

(Claire)

“Como directora busco apoyos para que haya agua para beber en las aulas; además estoy convenciendo a los profesores para lograr un eje que articule el currículo escolar con la alimentación de forma crítica.

(Cande)

“Una de las reglas es que en el salón pueden consumir pozol u otro alimento natural que hayan traído de casa”.

(Edith)

 

Estos testimonios de maestras comprometidas de las escuelas chiapanecas dan cuenta del gran poder que los y las docentes tenemos para resolver los problemas alimentarios que hoy agobian al mundo. No hemos llegado a imponer nuestras ideas de lo que debe ser una buena alimentación o no, sino que involucramos a las y los estudiantes y a sus familias en proyectos de investigación-acción participativa para que, con base en la evidencia, sean las personas afectadas las que encuentren estrategias para resolver los problemas de producción y consumo de alimentos.

Vemos con tristeza que nuestros esfuerzos no podrán ser lo común en las escuelas mexicanas si la SEP no toma medidas para proveer de agua potable, brindar desayunos escolares basados en la producción local agroecológica, además de lograr la permanencia y el arraigo de los profesores para conocer e involucrarse en proyectos a largo plazo en las comunidades.

Consideramos también que es necesaria la formación docente en temas de agroecología y soberanía alimentaria, pues son trascendentales para la salud y la vida.

El involucramiento de las familias es otro factor indispensable para planear una buena alimentación en las horas escolares, así como el impedir que la necesidad de las escuelas por recursos económicos se convierta en el detonador de la venta de comida chatarra•

Lamentablemente el racismo, que desprecia los sistemas de producción y alimentos indígenas, y la penetración de alimentos de la agroindustria están desplazando los alimentos tradicionales.

 

 

TEXTO PUBLICADO EN:

LA JORNADA DEL CAMPO:

https://www.jornada.com.mx/2020/10/17/delcampo/articulos/escuela-oportunidad.html

 

Entrevista a Saraí Miranda / Realidades y experiencias de las niñas, niños y jóvenes migrantes en la frontera sur de México

Les compartimos el diálogo con la Dra. Saraí Miranda, investigadora del Departamento Sociedad y Cultura de ECOSUR; con el tema: Realidades y experiencias de las niñas, niños y jóvenes migrantes en la frontera sur de México.
Enlace de acceso a la entrevista:

Podcast: “Roedores: Importancia de las ratas y ratones en el ecosistema”

Programa: Voces de la ciencia desde el sur

Participa: Jorge Eduardo Bolaños Citalán

Tema: Roedores: Importancia de las ratas y ratones en el ecosistema

Estación Radiofónica: La Radio del ColMich

 

Te invitamos a escuchar nuestro programa “Voces de la ciencia desde el sur” transmitido todos los jueves a las 12:00 hrs por www.radiodelcolmich.com

Realizan seminario sobre trayectorias laborales de trabajadoras en una refinería

El pasado viernes 2 de octubre, Daniela Matías Sánchez, quien realiza su posdoctorado en el Departamento Sociedad y Cultura en la Unidad Villahermosa, impartió la plática “¿Quién gira la tuerca? Trayectorias laborales de trabajadoras en una refinería”, en el marco del seminario virtual de dicha unidad.

La presentación parte del estudio doctoral “Las Anómalas. Trayectorias laborales de trabajadoras en la refinería Ing. Dovalí´”, con la que buscó visibilizar la fuerza laboral femenina en PEMEX y dar a conocer el proceso laboral que han experimentado las mujeres. La ponente comentó que en su trabajo se planteó conocer ¿Cómo se construyen y transforman las trayectorias laborales de las trabajadoras en el marco de la reestructuración de los esquemas sociales de lo femenino? La pregunta de investigación partió de la creencia que la industria petrolera es de y para hombres, pues así fue comprensible el por qué la fuerza laboral femenina no llega a ser reconocida y si lo es, está enmarcada bajo términos que aluden o describen lo anómalo.

El estudio se enfocó en las trabajadoras que ocupaban un puesto en las áreas técnico-productivas en la refinería “Ing. Antonio Dovalí Jaime”, localizada en la ciudad de Salina Cruz, Oaxaca. Ello incluyó tanto las trabajadoras de base agremiadas al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, como las que ingresan al sistema petrolero a través de la subcontratación. La incorporación de ambos tipos de trabajadoras, además de considerar la distinción que la contratación les provee frente a la industria —de base o eventual— permitió colocar la investigación en un contexto histórico específico: la tercera reestructuración de PEMEX.

El análisis de las trayectorias de dos trabajadoras dio cuenta de la posición anómala que adquieren las mujeres en las áreas técnico-productivas, misma que las conduce a padecer niveles de precariedad más allá de los designados por el tipo de contratación, puesto que son vistas primero como mujeres, ineludiblemente femeninas, antes que una fuerza de trabajo idónea para el mercado laboral petrolero.

No obstante, esta posición precaria frente a la imagen “masculina” no restringe la potencialidad del uso creativo -agencia- de la práctica de género o de lo laboral; dado que, ésta dependerá del contexto y la estructura —de género o laboral— que la trabajadora busque fortalecer o, por el contrario, generar pequeñas o grandes fracturas en el transcurso de su vida laboral.

A lo largo del seminario, Daniela fue compartiendo los resultados del análisis realizado y de situaciones que se presentaron. En las reflexiones finales, comentó lo que para ella es la trampa de la precariedad, ya que algunas trabajadoras aceptaron ser vistas desde su cuerpo débil o dedicado al cuidado por lo cual pueden llevar a cabo actividades de secretaria, porque así eran valoradas desde lo femenino. Estas situaciones continúan reproduciendo la idea de que ellas no tienen la capacidad de desempeñarse apropiadamente en este sector.

De esta manera, ellas mismas fortalecen este techo de cristal, de que como mujeres no pueden avanzar; sin embargo, algunas de ellas, poco a poco lo fueron fracturando. Daniela platicó la estrategia de una de las trabajadoras, quien se dedicó a desarrollar su carrera en la industria petrolera siendo soltera, proveedora de su casa y con el apoyo de su madre que es ama de casa. Sin embargo, este es un caso aislado, pues la gran mayoría de las mujeres en ese sector se topa con muchas barreras, ya que son vistas como mujeres débiles y tienen que luchar y romper el modelo para que las consideren como ingenieras.

Al finalizar se realizaron algunas preguntas sobre si se realizará un proyecto que abarque trabajadoras de PEMEX de otros sectores como el de exploración y producción, que es visto como un espacio masculinizado y al que se suma la situación de pandemia, y señaló que esto lo abordará en su estancia posdoctoral.

Descarta especialista que la caravana sea provocación

Fernando Camacho Servín
Periódico La Jornada
Domingo 4 de octubre de 2020, p. 8

El surgimiento de una nueva caravana de migrantes hondureños que se dirige a México no es una provocación, como afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador, sino el resultado del agravamiento de las condiciones de vida de millones de personas en Centroamérica y el relajamiento de las medidas de restricción de movilidad en esa área.

Así lo consideró Abdel Camargo, investigador de El Colegio de la Frontera Sur, quien alertó que la narrativa oficial contra la caravana y el despliegue de la Guardia Nacional para contenerla puede generar el riesgo de abusos contra los derechos humanos de quienes integran este éxodo.

Esta movilización en particular, yo diría que es lógica en el sentido de que las condiciones que facilitan o promueven la expulsión de la gente no han cambiado; de hecho, se han vuelto más profundas a raíz de la pandemia de Covid-19, indicó el experto en temas migratorios.

Sumado a lo anterior, la caravana se hace porque se levantan las restricciones de movilidad en Guatemala. Frente a dicho escenario, los gobiernos de México y Guatemala han optado por darle una lectura política a la caravana sin tomar en cuenta la raíz económica y social que genera este tipo de movilizaciones masivas.

Implica la criminalización de los migrantes, porque México anuncia que habrá castigos de hasta 10 años de cárcel (para quienes entren al país sin tomar medidas sanitarias contra el coronavirus). Son mensajes para desincentivar la caravana y eso tendrá efectos en el flujo de personas que van a tomar otras rutas, advirtió. Se va a evidenciar, dijo, una política migratoria más punitiva, con mayor control, bajo amenazas y deportaciones, dándole un mensaje claro a los caravaneros en Guatemala y México.

 

TECTO PUBLICADO EN LA JORNADA