el colegio de la frontera sur

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“He trabajado en casa desde niña”. Violencias y agencias en niñas y adolescentes indígenas dedicadas al trabajo del hogar en Chiapas

Sarai Miranda Juárez[1]
Cátedras Conacyt-Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR)
saraimirandaj@gmail.com

 

San Juan Cancuc y Chanal son dos municipios chiapanecos que se encuentran entre los diez municipios con mayor cantidad de población en situación de pobreza, 99.3 y 99.1% respectivamente (Coneval, 2020). No es casual que en ambos municipios 98% de su población sea hablante de una lengua indígena (INEGI, 2020). Tzeltales en su mayoría, se enfrentan día a día a limitaciones económicas que les impiden ejercer derechos básicos como salud, educación, empleo digno, alimentación y el bienestar en general.

En ambos municipios, las niñas, los niños y las/os adolescentes ven limitado su derecho a la educación pues no existe suficiente oferta de bachilleratos, la educación secundaria es lo máximo a lo que se puede acceder, más aún si se pertenece a localidades alejadas de las cabeceras municipales.

Para el caso de las niñas y las adolescentes la situación se profundiza. El acceso a la educación es más complicado ya que por su condición de edad y de género se enfrentan a mayores obstáculos derivados de la falta de infraestructura, como alumbrado público, lo que les genera sensación de inseguridad para ir y regresar de la escuela, así como algunos aspectos culturales que favorecen la creencia de que las mujeres pertenecen al espacio privado y deben mantener el orden de género vinculado al trabajo reproductivo y de cuidados.

De ahí que San Juan Cancuc y Chanal sean de los principales municipios proveedores de fuerza de trabajo de servicio doméstico para los centros urbanos del estado de Chiapas, incluso de otras entidades federativas. Desde muy temprana edad (8 o 9 años), las niñas y las adolescentes migran hacia las ciudades de San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez a buscar empleo como trabajadoras del hogar. Su incorporación a este tipo de trabajos se da de formas muy diversas, que van desde adopciones informales que implican llegar a un hogar de terceros para recibir comida y sustento a cambio de trabajo doméstico hasta un trato directo entre las empleadoras/es y las niñas y adolescentes sin que medie otro adulto o algún tipo de coacción (Miranda, 2018).

En este contexto, es muy difícil conocer la cifra exacta de cuántas niñas y adolescentes estén trabajando a puerta cerrada bajo eufemismos tales como ahijadas, entenadas, sobrinas e hijas. Lo que se sabe es que el estado de Chiapas detenta el segundo lugar a nivel nacional de mujeres de 15 a 17 años que trabajan como empleadas en una vivienda particular o casa ajena con 30% frente a 11.8% a nivel nacional (INEGI, 2016).

En una investigación que realicé entre 2017 y 2018 titulada “Migración, trabajo doméstico y violencia de género. Niñas, niños y adolescentes en el sureste de México”, se encontraron algunos elementos sobre la forma en que estas niñas y adolescentes experimentan cotidianamente varias opresiones. En sus comunidades de origen sufren marginación y pobreza; en sus hogares están expuestas a violencias intrafamiliares derivadas de la fuerte persistencia del alcoholismo en los hombres, además, tienen escasas posibilidades de estudiar y trabajar, por lo que muchas de ellas deciden migrar para ahorrar dinero y poder seguir con sus estudios (Miranda, 2018).

Lamentablemente, al llegar a trabajar a las ciudades encuentran nuevas formas de opresión vinculadas con ser niñas o adolescentes, ser pobres, ser indígenas y ser migrantes. En sus estancias en hogares de terceros se enfrentan a humillaciones, violencias y explotación económica. Se les raciona la comida, se les somete a horarios extensos de trabajo, sufren acoso sexual, en ocasiones se les encierra bajo llave y es común que les queden a deber el pago por los servicios prestados.

Algunas de ellas expresan malestar por los insultos, las burlas y los regaños que les propinan los miembros de las familias para quienes trabajan, tales humillaciones son el resultado de las estructuras machistas, racistas, clasistas y adultocéntricas que persiste en la actualidad y que permean todos los aspectos de la vida social.

Un ejemplo de ello es el siguiente relato de Luz,[2] una niña de 12 años originaria de Chanal y hablante de tzeltal. Luz expresa lo siguiente ante la pregunta de qué es lo que no le gusta de su trabajo: “no me gusta que me burlen de mis ropas, ni de mis enaguas, nos burlan de ser de Chanal, me dicen la chanela y me gritan que haga bien las cosas, si las de chanal somos sirvientas” (Luz, 12 años, 2018).

Foto: Sarai Miranda Juárez.

Por su parte Mariela, también tzeltal, subraya que preferiría poder salir los domingos como sus primas que trabajan en otras casas y a quienes sí se les permite tener un día de descanso. Mariela proviene de San Juan Cancuc, llegó a Tuxtla Gutiérrez por invitación de una profesora de la escuela primaria de su comunidad para que le ayudara a cuidar a dos bebés. Dado que sus primas tuvieron la misma experiencia desde muy jóvenes, Mariela decidió seguir el mismo camino a los 13 años, una vez terminada la educación primaria. No obstante, ha permanecido encerrada tres meses en la vivienda donde trabaja debido a que sus empleadores le expresan preocupación porque se vaya a ir y los deje abandonados con el trabajo de cuidados que realiza. Así, la estrategia es no permitirle salir:

no he salido desde que llegué, sólo a veces me viene a ver mi prima, pero no tengo permiso de salir, no me deja la señora, no puedo llevar nada de aquí, me dijo la señora que puedo robar algo o irme y no regresar y ella no puede con todo el trabajo… dice que me va a pagar cuando termine de las cosas que hago (Mariela, 13 años, 2018).

Ante estos abusos y humillaciones y a pesar de toda la estructura social que permite la práctica del trabajo infantil y adolescentes sin vigilancia ni control por parte del Estado, las niñas y las adolescentes son capaces de ejercer su agencia y decidir sobre su presente y su futuro. El caso de Luz es ejemplificador.

Luz cuenta que decidió trabajar desde los 8 años con una señora en su comunidad. Así podía comprar sus útiles escolares y no pedirle a su mamá. Durante los periodos vacacionales trabajaba en la casa y la tienda de la señora, y recibía un salario de 60 pesos a la semana, con eso compraba lápices, colores y libretas. Una vez que terminó la primaria su padre le prohibió ir a la secundaria, temía que le pasara algo en el trayecto pues sólo pasaba una combi a las 9 de la mañana y las clases iniciaban a las 7 de la mañana. Ante un evento de violencia familiar y sin posibilidades de asistir a la escuela secundaria, Luz, a los 11 años de edad, decidió migrar al igual que otras adolescentes de Chanal. Había escuchado que podía tomar un taxi colectivo hacia San Cristóbal de las Casas y así lo hizo. Tomó una bolsa de plástico, guardó una falda, una blusa y unas pastillas para el dolor de estómago y fue en busca de trabajo en casa, su objetivo era trabajar para ahorrar dinero y poder estudiar la secundaria en San Cristóbal.

Durante un año, Luz cambió de trabajo en varias ocasiones, no le gusta que la maltraten y que le queden a deber dinero. Cuando no desea tolerar groserías y malos tratos busca nuevo trabajo en los mercados. A decir de la propia Luz: “si vas al mercado, le dices a las señoras si necesitan una muchacha y ahí encuentras otro trabajo, también hay letreros en las carnicerías” (Luz, 12 años, 2018).

Luz logró hacerse de algunos ahorros que le permitieron inscribirse en el sistema de secundaria abierta. Dice que le gusta estudiar matemáticas. En ese entonces sus tareas escolares las iniciaba a las 9 o 10 de la noche, justo cuando terminaba su jornada laboral. Luz ha logrado negociar con varias empleadoras para que pueda salir tres días a la semana de las 16 a 18 horas a las asesorías que le brindan en la escuela abierta. Ha comprado sus libros y cuadernos y en las fiestas navideñas fue a Chanal a visitar a su mamá, le pudo llevar un poco de dinero para ayudarla.

Ante la pregunta sobre de dónde sacó valor para viajar tan joven desde su pueblo, Luz contestó: “no tenía mucho miedo, he trabajado en casa desde niña, me encomiendo a Dios y ya”. En la actualidad, Luz ha logrado pasar ocho materias de la secundaria abierta, pero también ha tenido que pasar algunos periodos sin trabajo pues no está dispuesta a tolerar que la insulten o la humillen por provenir de Chanal.

El ejercicio de su agencia ha estado presente desde una edad muy temprana en su vida. Ha aprendido a desplegar estrategias para hacer frente a las desigualdades de poder a las que se enfrenta en los hogares donde trabaja, sin ningún apoyo del Estado o de su familia, Luz ha construido redes de apoyo con otras jóvenes en similares circunstancias.

Como afirma Pavez (2017), las niñas y adolescentes cuentan con capacidad de agencia y participan de relaciones de poder generacionales y de género con otros actores sociales, ya sea en sus familias o en los espacios que habitan. Bajo esta premisa, las distintas estructuras de opresiones que enfrentan las niñas y adolescentes indígenas de Chanal y San Juan Cancuc las llevan a optar por la migración y el trabajo en hogares de terceros desde la niñez.

Pero el hecho de que sean sujetas activas, capaces de elegir y desplegar estrategias no elimina las limitaciones que les impone el contexto histórico y espacial donde se desenvuelven. Una lacerante realidad para las niñas y adolescentes indígenas tzetales es que tiene que trabajar largas y extenuantes jornadas laborales bajo tratos inhumanos que les vuelven mucho más complicado construir trayectorias educativas con posibilidades de movilidad social ascendente.

Los casos de Luz y Mariela muestran la situación de vulnerabilidad frente a violencias estructurales debido a su género, su condición de clase, su origen indígena y su edad. Nacieron en contextos locales y regionales marcados por bajos niveles de bienestar y escasas ofertas educativas. Su condición de indígenas las coloca en un sector de la población que históricamente se ha incorporado a empleos relacionados con tareas domésticas y de cuidados, con condiciones de informalidad y expuestas a malos tratos y abusos por parte de los empleadores.

Ante ello, cabe reflexionar sobre la deuda histórica que mantiene la sociedad mexicana frente a las niñas y las adolescentes indígenas que experimentan múltiples subordinaciones, en una sociedad adultocéntrica, patriarcal, racista, y con graves niveles de violencia y desigualdad.

Bibliografía


Coneval (2020), Medición de la pobreza 2016-2020, México.

INEGI (2020), Censo de Población y Vivienda 2020, México.

——————- (2016), Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016, México.

Pavez Soto, Iskra (2017), “La niñez en las migraciones globales: perspectivas teóricas para analizar su participación”, en Tla-melaua. Revista de Ciencias Sociales, vol. 10, núm. 41, pp. 96-113.

Miranda, Sarai (2018), “Ser niña, indígena y migrante. Curso de vida y agencia en contextos sociales signados por la violencia de género y la desigualdad. El caso de una niña tsotsil originaria de los Altos de Chiapas”, en Journal de Ciencias Sociales, vol. 5, núm. 11, pp. 52-73.

  1. Investigadora Conacyt-Ecosur. 
  2. Los nombres han sido cambiados para preservar el anonimato de las interlocutoras. 

 

TEXTO PUBLICADO EN: https://ichan.ciesas.edu.mx/he-trabajado-en-casa-desde-nina-violencias-y-agencias-en-ninas-y-adolescentes-indigenas-dedicadas-al-trabajo-del-hogar-en-chiapas/?fbclid=IwAR0elSvVorIRsWtKHu9Ari0jWNPj0LGoX-6ZdeLoE518Dzrp1pRnDyGe1UI

 

ECOSUR participa en la elaboración de una tarjeta reporte de laguna Bacalar

La laguna Bacalar, ubicada en el estado de Quintana Roo, es el cuerpo superficial de agua dulce más grande de la península de Yucatán, alberga el arrecife de estromatolitos más grande del mundo y una biodiversidad única que incluye diversos humedales y manglares a lo largo de sus orillas. Tanto los arrecifes de estromatolitos como los manglares capturan toneladas de carbono, producen oxígeno, filtran el agua y alojan a una gran biodiversidad, además de ofrecer múltiples servicios ambientales.

Sin embargo, la también llamada Laguna de los Siete Colores se encuentra en un contexto de interacción socioambiental desequilibrado e insostenible a mediano y a largo plazo, situación que motivó a investigadores y especialistas de la Unidad Chetumal de ECOSUR, UNAM Campus Yucatán – Instituto de Ecología, Escuela Nacional de Estudios Superiores, Campus Mérida, CINVESTAV-Mérida, y de las organizaciones de la sociedad civil Agua Clara Ciudadanos por Bacalar, Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible y Geoalternativa a elaborar una Tarjeta de Reporte de este importante ecosistema.

El objetivo de este documento que concentra el resultado de 10 años de trabajos de investigación científica y numerosos esfuerzos de la academia y sociedad civil es comunicar el resultado de la evaluación de la condición general del sistema lagunas de Bacalar, a partir de indicadores relevantes, en un contexto de interacción de las actividades económicas y los ecosistemas.

La Tarjeta de Reporte de Laguna Bacalar ofrece información relevante para la sociedad en general, pero sobre todo pretende ser un instrumento que aporte a la toma de decisiones locales y estatales. Representa una herramienta para ser usada como un indicador del desempeño de las políticas públicas que busquen un desarrollo sustentable y un balance razonable entre las ganancias económicas y la conservación de la salud de los ecosistemas que conforman a Laguna Bacalar, y en consecuencia la calidad de vida para la población.

La publicación de esta ficha ha sido posible gracias al aporte económico de la  Fundación Gonzalo Río Arronte y el apoyo técnico de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH. Disponible para su consulta y descarga en: https://www.aguaclara-por bacalar.org/_files/ugd/b19633_a35ce3c9ff6d4f35a947d4d34c09f9d0.pdf

 

Descargar aqui: TARJETA DE REPORTE LAGUNA BACALAR 2021

Realizan folleto “Manglares y humedales de Bacalar, Quintana Roo”

En México se distribuyen seis especies de manglares, dos de ellas tienen presencia en Bacalar y se encuentran en estatus de “amenazados”.

El folleto “Manglares y humedales de Bacalar, Quintana Roo”, ofrece una descripción gráfica de los diferentes tipos de humedales y manglares presentes en la ribera de la Laguna de Bacalar, hace referencia a su importancia, relevancia ecológica y a las amenazas que enfrentan.

Este materia, resultado de la suma de esfuerzos y colaboración entre la sociedad civil, gobierno local y academia, busca contribuir al cuidado y conservación de Bacalar.

El folleto se puede descargar aquí

Consulta y descarga del mapa en https://data.mendeley.com/datasets/vrg7x9kvt5/2

IRELAC y ECOSUR firman convenio de colaboración

Este 23 de marzo, El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) y el Instituto Interdisciplinario para las Relaciones entre la Unión Europea, América Latina y del Caribe (IRELAC), firmaron un convenio de colaboración que establece las bases de colaboración entre ambas instituciones en relación con la educación académica superior, la investigación e innovación en los planos económico-social, ecológico, científico, tecnológico, político, y cultural.

Durante la firma del convenio, celebrada de manera presencial-virtual, la Dra. María del Carmen Pozo de la Tijera, directora general de ECOSUR, señaló que este convenio tiene como objetivo la formación de recursos humanos de alto nivel en educación superior y la realización de investigaciones conjuntas y que permitirá la vinculación de Europa con América Latina y Centroamérica, en áreas de interés como la salud pública, las migraciones, el cambio climático, la economía eco-sustentable y políticas económicas, las instituciones democráticas y movimientos políticos, la innovación educativa, las tecnologías limpias, y la nueva ciencia -transformaciones ecohumanas conscientes-.

La directora general de ECOSUR señaló que estamos viviendo cambios muy fuertes en temas de migración, salud y cambio climático y que ECOSUR siempre se ha interesado en abordar estas problemáticas desde un punto de vista multi e interdisciplinario.

El Dr. Cristian Ghymers Hanot, presidente del Comité IRELAC, comentó que América Latina y el Caribe son socios esenciales para la Unión Europea en áreas como el cambio climático, el desarrollo sostenible, la paz, la seguridad y los derechos humanos. En el campo de la educación superior, la investigación e innovación, existen una serie de programas e iniciativas entre ambas regiones y tanto IRELAC como ECOSUR son instituciones experimentadas en la educación superior y expertos en la investigación e innovación, por lo que desde esta perspectiva un convenio entre IRELAC y ECOSUR puede contribuir a la transformación de un nuevo desarrollo humano, político y cultural.

Por su parte, el Dr. Héctor Ochoa Díaz-López, investigador del Departamento de Salud de ECOSUR y responsable del convenio, además de resaltar que ECOSUR es una institución multidisciplinaria, con una vocación regional, señaló que este convenio es un plan de cooperación estratégica particularmente en tiempos de crisis sanitaria, económica y de violencia que afecta tanto al país como a otras regiones del mundo, además de sentar las bases para una cooperación con IRELAC en Europa y permitir la colaboración con diversas instituciones europeas y de la región Latinoamericana y del Caribe, lo que para ECOSUR tiene particular importancia en el plano de desarrollo sustentable.

Finalmente, el Dr. Carlos González Carrasco, miembro del Comité Ejecutivo IRELAC y responsable del convenio, mencionó que esta colaboración da la oportunidad de desarrollar nuevas formas de pensamiento, de trabajar, cooperar y colaborar en la búsqueda de nuevas formas y prácticas de relaciones humanas en el contexto ecológico, económico y de salud.

En la firma del convenio también estuvieron presentes por parte de ECOSUR el Dr. Everardo Barba Macías, coordinador general académico; la Dra. Alma Beatriz Grajeda Jiménez, coordinadora general de Vinculación e Innovación; el M. en C. Benigno Gómez y Gómez, coordinador de la Unidad San Cristóbal y la Lic. María del Rosario Domínguez Oseguera, responsable del Área de Contratos y Convenios.

 

 

 

Panorama del aborto con medicamentos en México || Entrevista a Georgina Sánchez

Te compartimos la entrevista que le realizaron a la Dra. Georgina Sánchez Ramírez, investigadora del departamento de Salud en ECOSUR, en el programa Escucha Atenta, en ella nos da panorama del aborto con medicamentos en México.

https://soundcloud.com/comunicacionsocialuabjo/programa-escucha-atenta-una-mirada-al-aborto-con-medicamentos-en-mexico?utm_source=clipboard&utm_medium=text&utm_campaign=social_sharing

ECOSUR y TecNM campus Comitán firman convenio de colaboración

El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) y el Instituto Tecnológico Nacional de México (TecNM) campus Comitán, firmaron un convenio de colaboración, el pasado 18 de marzo, para que las y los estudiantes del TecNM puedan llevar a cabo su residencia profesional en ECOSUR y poner en práctica los conocimientos y habilidades desarrolladas durante su formación académica.

La maestra Liliana Patricia Moreno Cansino, directora del Instituto Tecnológico Nacional de México Campus Comitán, y la Dra. María del Carmen Pozo de la Tijera, directora general de ECOSUR, expresaron su beneplácito por la firma del convenio y confiaron que será fructífero para ambas instituciones y para la región sureste de México.

La directora de ECOSUR destacó que la institución es un centro de investigación público perteneciente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) clasificado como un centro de excelencia, que tiene como interés la región sur-sureste y en las comunidades que la habitan. Expresó “la juventud es un tesoro por lo que es importante apoyar su profesionalización y ofrecerles una formación de calidad que le permitan tener buenas oportunidades de trabajo”.

En la firma del convenio también estuvieron presentes por parte del TecNM campus Comitán el Mtro. Ricardo Morales Moreno, director académico; el Ing. Salomón Velazco Bermúdez, subdirector de Planeación y Vinculación; y la Dra. Patricia Guadalupe Flores Guerra, docente adscrita al Departamento Ciencias Económicas y Administrativas. Por ECOSUR estuvieron conectados en línea el Dr. Everardo Barba Macías, coordinador general académico; la Dra. Alma Beatriz Grajeda Jiménez, coordinadora general de Vinculación e Innovación; el M. en C. Benigno Gómez y Gómez, coordinador de la Unidad San Cristóbal; el Ing. Enrique Ayala Covarrubias, coordinador de la Unidad de Tecnologías de la innovación y comunicación (UTIC); el Mtro. Jorge Alberto Alvares Flores, integrante de la UTIC; y la Lic. María del Rosario Domínguez Oseguera, responsable del área de Contratos y Convenios.

 

 

ECOSUR diseña una herramienta para la autoevaluación de la efectividad de las Áreas Voluntarias de Conservación

El 7 y 8 de marzo, en las instalaciones la Unidad San Cristóbal de ECOSUR, se realizó el taller para implementar una prueba piloto de una metodología para la evaluación de la efectividad de las Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC). El evento se realizó en el marco del Proyecto piloto para el desarrollo de una metodología para la evaluación voluntaria de la efectividad del manejo de las ADVC, que se desarrolla por el grupo de investigación conformado por Cecilia Elizondo, Ivett Peña Azcona, Mariana Pineda Vázquez, Tonantzin Camacho Sandoval y Alejandro Ortega Argueta, con financiamiento de la Agencia Francesa de Desarrollo, mediante el Proyecto Bioconnect, que es ejecutado por Vo.Bo. Asesores Integrales, S.C.

Las ADVC son una estrategia de conservación voluntaria de tierras que ha favorecido la descentralización de la protección de la biodiversidad, la conservación de la flora y fauna en riesgo y la diversidad de ecosistemas, así como en el manejo sustentable de los paisajes bioculturales, favoreciendo así procesos socioambientales.

 

A veinte años de la creación de esta figura de conservación, existen 371 predios certificados como ADVC, los cuales se distribuyen en 24 entidades federativas y abarcan 596,867 ha. Aun cuando se reconocen sus alcances socioambientales potenciales, sus logros y contribuciones reales aún no están documentados. Por esto es necesario generar información útil para su manejo que facilite un seguimiento sistematizado de su gestión por parte de quienes están a cargo de su manejo, los propietarios y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).

En atención a esta necesidad, durante los dos días del taller se presentó la importancia de dicha iniciativa para la CONANP y a las personas responsables de su manejo. Se dialogó sobre el contexto y motivaciones para mejorar la gestión de las ADVC, así como de la propuesta metodológica con indicadores de autoevaluación que fue aplicada, como prueba piloto, a 17 representantes de ADVC. Además, en grupos de trabajo y en reuniones plenarias se emitieron opiniones de manera amplia sobre la aplicación práctica de la metodología y sus resultados.

Participaron 50 personas de los sectores involucrados en la gestión de las ADVC, como propietarios de tierras, organizaciones no gubernamentales (ONG) y personas servidoras públicas de la CONANP.

Este proyecto puede tener trascendencia en la conformación de una red de ADVC de todo el país, y apoyar procesos de mejora de la gestión por parte de las personas propietarias, la CONANP y las ONG involucradas. La metodología de evaluación propuesta también puede tener relevancia internacional en los esfuerzos para estimar las contribuciones socioeconómicas y de conservación en las tierras manejadas por ejidos, comunidades, entes privados y pueblos indígenas.

 

Mayores informes: Cecilia Elizondo (celizond@ecosur.mx) y Alejandro Ortega Argueta (aortega@ecosur.mx)

Esperanza Tuñón y Sergio Salazar reciben distinción como investigadores eméritos

Esperanza Tuñón Pablos, investigadora del grupo Estudios de Género y Sergio Ignacio Salazar Vallejo, investigador del grupo académico Estructura y Función del Bentos, recibieron la distinción como investigadores eméritos, que otorga el Sistema Nacional de Investigadores.

Esperanza Tuñón Pablos tiene licenciatura, maestría y doctorado en Sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Especialización en Estudios de la Mujer y Género por MUDAR/DAWN-Brasil; PUEG-UNAM y El Colegio de México. Es investigadora Titular C y entre sus distinciones y cargos destacan, ser investigadora Nacional nivel 3 en el Sistema Nacional de Investigadores, haber sido presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias Región Sureste y directora general de ECOSUR.  Es autora de 3 libros, coautora y coordinadora de 12 libros y ha participado en 28 capítulos de libros colectivos editados en Alemania, Estados Unidos, Venezuela y México. Además de tener 36 artículos publicados en revistas nacionales e internacionales. Sus área de de interés son los estudios de género, sexualidad, salud reproductiva, migración, política social y participación social y comunitaria.

 

Sergio Ignacio Salazar Vallejo es Biólogo (1981), Maestro en Ciencias en Ecología Marina (1985), Doctor en Biología (1998). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1985 (Investigador Nacional desde 1988). Ha tenido cincuenta presentaciones en congresos nacionales o internacionales y treinta distinciones académicas. Ha tenido el rol de árbitro de 12 revistas y ha sido miembro del comité editorial de otras tres. Cuenta con 48 publicaciones científicas y 10 capítulos de libro; 32 publicaciones de divulgación. Dos libros publicados (1989. Poliquetos de México; 1991. Contaminación Marina) y dos co-editados (1991. Estudios Ecológicos Preliminares de la Zona Sur de Quintana Roo; 1993. Biodiversidad Marina y Costera de México). Ha dirigido 18 tesis (7 de licenciatura, 7 de maestría, 4 de doctorado). Ha realizado 14 estancias de investigación en Museos e Instituciones de Estados Unidos y Europa. Es investigador Titular C de ECOSUR y SIN 3. Sus áreas de interés son la biodiversidad costera, taxonomía de invertebrados marinos, política ambiental y científica (evaluación académica).

El CONACYT expresó en un comunicado de prensa que El Consejo General del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), en su 4ª Sesión Extraordinaria 2022 resolvió otorgar la máxima distinción a 183 investigadoras e investigadores propuestos por la Comisión de Investigadores(as) Eméritos(as) en el marco de la Convocatoria 2021 para la Distinción de Investigador(a) Nacional Emérito(a) en el Sistema Nacional de Investigadores.

Las personas que recibieron esta distinción demostraron contar con una trayectoria sobresaliente en el área de su especialidad en la que han hecho contribuciones fundamentales para la generación de nuevo conocimiento científico, humanístico o tecnológico, que les ha permitido alcanzar reconocimiento y prestigio nacional e internacional. Del mismo modo, han participado en la formación de nuevas generaciones de estudiantes e investigadores y han destacado en el país por su participación en la creación y desarrollo de alguna de las instituciones académicas o centros de investigación de México.

Detectan altos contaminantes en agua de ríos, pozos y lagos en la región de Tapachula

Nota publicada en el periódico El Orbe. Trata sobre una entrevista que le hicieron a la Dra. Griselda Karina Guillén Navarro y al Dr. René Alejandro Flores Estrella, investigadores del grupo de biotecnología ambiental del departamento de ciencias de la sustentabilidad  de ECOSUR, dentro del marco del día internacional del agua (22 marzo), con miras a hacer conciencia sobre los problemas ambientales provocados a este recurso de vital importancia para los ecosistemas.