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ECOSUR y el ITSCE firman convenio de colaboración en proyecto sobre pesca y petróleo

El Instituto Tecnológico Superior de Centla (ITSCE) y la Unidad Campeche de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) firmaron un convenio de colaboración en el que sientan las bases para sumar capacidades de ambas instituciones académicas para alcanzar metas coyunturales del proyecto “Pesca y petróleo: línea base para el uso compartido de los espacios marinos en la costa de Tabasco”.

Alejandro Espinoza Tenorio, investigador del Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad y del Grupo Académico de Manejo Sustentable de Cuencas y Zonas Costeras en la Unidad Campeche, firmó como responsable técnico en coordinación con el Cuerpo Académico de Gestión Sustentable en Ingeniería del ITSCE.

La firma del convenio se llevó a cabo en la ciudad de Frontera, Centla, Tabasco, el 15 de marzo y tiene contempladas actividades para ambos equipos académicos que incluirán trabajo de campo, análisis de entrevistas y sistematización de bases de datos electrónicas, las cuales se llevarán a cabo durante el 2018.

El proyecto “Pesca y petróleo: línea base para el uso compartido de los espacios marinos en la costa de Tabasco” está a cargo del investigador Alejandro Espinoza Tenorio y es financiado por Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT).

 

 

Buscan comercialización sustentable de Tarántulas.

 

Jueves 15 de marzo, publicación en la web y versión impresa, Novedades de Quintana Roo, Grupo SIPSE.

https://sipse.com/novedades/chetumal-tarantulas-taller-internacional-conservacion-especie-mexicana-produccion-venta-comercializacion-peligro-extincion-conservacion-288762.html

Viernes 16 de marzo, Emisiones en Radio: Noticiero SIPSE radio, estación “La Guadalupana” 101.7 FM -, en sus tres emisiones 6:00, 14:00 y 18:00 hrs.

Entrevista: Dr. Yann Hénaut.

Temen que marlín azul se encuentre en peligro de extinción

Debido a que es una especie altamente solicitada en torneos de pesca deportiva, especialistas de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) temen que el Marlín Azul pueda ya encontrarse en peligro de extinción.

Por ello, la investigadora Elva Leyva Cruz, aseguró que iniciaron un estudio de investigación para determinar en qué condiciones se encuentra esta especie en el Mar Caribe.

Ver nota completa:

La Verdad Noticias. https://laverdadnoticias.com/quintanaroo/Temen-que-marlin-azul-se-encuentre-en-peligro-de-extincion-20180313-0099.html

Clic Noticias. http://clicnoticias.com.mx/2018/03/13/en-riesgo-poblacion-de-marlin-azul-en-el-mar-caribe-ecosur/

 

 

Reflexionan sobre la agroecología en tiempos de crisis ambiental y alimentaria

El 6 de marzo, 21 agroécologas de México, Guatemala, Argentina, Puerto Rico y Canarias pertenecientes a la Alianza de Mujeres en Agroecología AMA-AWA reflexionaron sobre el poder de la agroecología en tiempos de crisis ambiental y alimentaria en el encuentro “Mujeres por la agroecología y la soberanía alimentaria”, realizado en San Cristóbal de Las Casas.

Helda Morales, investigadora del Departamento Agricultura, Sociedad y Ambiente de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), señaló que el objetivo del encuentro era conmemorar el día internacional de las mujeres visibilizando el trabajo “que hacemos las mujeres en la agroecología”, la cual busca producir alimentos sanos y limpios protegiendo el medio ambiente y favoreciendo que las familias productoras tengan suficientes recursos para tener una vida digna.

Mencionó que muchas mujeres están involucradas en la agroecología y que sin embargo cuando se habla del campo se piensa muchas veces en masculino, por lo que el evento busca mostrar el trabajo que las mujeres realizan para la producción de alimentos.

Compartió que la AMA-AWA nació en 2012 para visibilizar el trabajo que realizan las mujeres agroecólogas y acompañar a las nuevas generaciones con su experiencia, para que su trabajo sea reconocido y no tengan que enfrentar los obstáculos que han tenido sus colegas mayores como son la discriminación y el acoso de sus compañeros de trabajo, tanto en la academia, como en el campo y en el activismo. Asimismo destacó que AMA busca desde la diversidad cultural de sus integrantes buscar soluciones a los problemas que enfrentan la agricultura y los sistemas alimentarios actuales.

Por su parte, Patricia Susial, estudiante del doctorado en Ciencias en ECOSUR y organizadora del evento, destacó “con nuestras investigaciones y acciones, las mujeres que trabajamos la agroecología desde la parcela, la academia y desde el activismo queremos co-construir y co-elaborar proyectos de vida que estén basados en la agricultura limpia, sana, cercana y sustentable, que recupera saberes y conocimientos tradicionales, que incorpora conocimientos también desde la academia y contribuye en general a la soberanía alimentaria de nuestras comunidades y de nuestros pueblos, así como también a conservar la diversidad, tanto biológica como cultural”,  expresó

En el encuentro, 21 agroécologas hablaron de los proyectos que realizan desde la academia, la parcela y las organizaciones de la sociedad civil en sus países. Algunos elementos en común que tienen los proyectos son el papel protagónico de las mujeres y el interés en transformar las lógicas que el capitalismo ha impuesto para “la producción de alimentos orientados al mercado, que abocan a las familias al consumo, cada vez mayor, de alimentos procesados ricos en grasas saturadas, azúcares y harinas refinadas con el consiguiente impacto en la salud”.

Es importante destacar que las mujeres de Puerto Rico hablaron del papel que han realizado para la producción de alimentos después del paso de los huracanes que el año pasado golpearon fuertemente a su nación.

Algunas otras ideas que destacaron en el encuentro fue que no se puede hablar de la agroecología sin hablar de la defensa de los comunes, sin el rescate de saberes de las campesinas y campesinos, sin el papel vital de las mujeres en la producción de alimentos, sin el intercambio de saberes entre campesinas, campesinos y la academia, y sin la reflexión de dónde vienen nuestros alimentos, quién los produjo y cuándo, y cuánto ganó por la venta de sus productos.

Más informes: Helda Morales (hmorales@www.ecosur.mx), investigadora del Departamento Agricultura, Sociedad y Ambiente de ECOSUR.

¡Sin mujeres no hay agroecología!

Comunicado de prensa de la Alianza de las Mujeres en Agroecología AMA-AWA sobre el simposium que organizó el 6 de marzo y nuestra participación en el Primer encuentro internacional, político, artístico, deportivo y cultural de mujeres que luchan del 8 al 10 de marzo en el Caracol de Morelia, ‘Torbellino de nuestras palabras’.

La agroecología busca producir alimentos sanos al mismo tiempo que cuida al ambiente y valoriza el trabajo de        las familias productoras.

Las mujeres participamos en la agroecología desde el campo, la academia y el activismo. Desafortunadamente muchas veces nuestro trabajo no es reconocido y hasta es despreciado. Es por ello que, en el 2013, un grupo de mujeres agroecólogas formamos la Alianza de Mujeres en Agroecología con el objetivo de buscar estrategias para trabajar juntas y lograr la visibilización de nuestro trabajo, contribuir a la formación de las futuras generaciones de agroecólogas y hacer alianzas con mujeres vinculadas en la producción agroecológica.

Estamos convencidas de que sin la participación activa de las mujeres en la agroecología y sin espacios seguros para que éste sea realizado, la sociedad entera perderá. Con este encuentro esperamos dar a conocer parte del trabajo que hacemos y buscar alianzas con colectivos feministas para el avance de la agroecología como ciencia, práctica y movimiento en la construcción de un mundo más sano y justo.

El 6 de marzo, 18 mujeres  que trabajan en agroecología, provenientes de México, Guatemala, Canarias, Puerto Rico, Estados Unidos, Finlandia y Argentina, convocamos al encuentro Mujeres por la agroecología y la soberanía alimentaria para compartir e intercambiar con la ciudadanía de San Cristóbal de Las Casas lo que hacemos y cómo trabajamos con mujeres campesinas y procesadoras de alimentos, familias campesinas, así como con colectivos y comunidades, donde se involucran hombres y mujeres de todas las edades.

En nuestras investigaciones y actividades, empleamos metodologías participativas que favorecen el intercambio de conocimiento, así como procesos de emancipación, auto-reconocimiento y visibilización de los saberes y capacidades  de las mujeres: desde el diseño y manejo de huertos comunitarios y          patios familiares; el cultivo, cosecha y recolección de alimentos silvestres, hierbas y animales; la creación y coordinación de  organizaciones y proyectos colectivos que fomentan la concientización y educación en la agricultura sustentable y el cuidado del medio ambiente; hasta el conocimiento especializado en las prácticas de manejo de maíces nativos y sus canales de comercialización.

Asimismo, visibilizamos que Puerto Rico es una colonia de Estados Unidos y que se encuentra en resistencia y en un momento de restauración del país a través de proyectos agroecológicos que vinculan el campo con la ciudad. También, identificamos una pérdida de conocimiento y cultura alimentaria entre las jóvenes generaciones, así como la competencia entre los sistemas tradicionales de producción de alimentos —milpa, traspatio— y la producción de alimentos orientados al mercado, que abocan a las familias al consumo, cada vez mayor, de alimentos procesados ricos en grasas saturadas, azúcares y harinas refinadas con el consiguiente impacto en la salud.

Es por eso, que también nos involucramos en impulsar y crear programas educativos y académicos basados en la formación agroecológica que integra el diálogo de saberes entre los conocimientos-prácticas tradicionales y los conocimientos técnico-científicos. Y, finalmente, buscamos comprender cómo son las relaciones sociales que favorecen o impiden la aparición y consolidación de un sistema alimentario agroecológico con equidad social, es decir, de género, que sea la alternativa al sistema agroindustrial capitalista y patriarcal.

En definitiva, con nuestras investigaciones y acciones, las mujeres contribuimos, desde la parcela, la academia y los movimientos sociales, en la co-construcción de proyectos de vida basados en una agricultura limpia, sana y sustentable que recupera saberes y conocimientos tradicionales, contribuye a mejorar la soberanía alimentaria de nuestras familias y comunidades, así como en conservar la biodiversidad, tanto cultural como agrícola.

Al encuentro del 6 de marzo asistieron estudiantes de posgrado, campesinas que organizan el “Tianguis de Comida Sana y Cercana”, chefs y personas vinculadas con el sector salud, entre otras personas. La participación del público asistente nos permitió observar que la agroecología despierta interés y atención. Por todo ello, consideramos que en San Cristóbal de Las Casas contamos con un tejido social diverso para lograr la soberanía alimentaria.

Posteriormente, del 8 al 10 de marzo, asistimos, en el Caracol de Morelia ‘Torbellino de nuestras palabras’, al Primer encuentro internacional, político, artístico, deportivo y cultural de mujeres que luchan, porque sostenemos que la agroecología es también una forma de lucha en la que las mujeres siempre hemos participado en la agroecología, aunque no siempre se nombre de esa forma.

En estos tres días, hemos convivido con más de 2 000 mujeres zapatistas y más de 5 000 mujeres de todo el mundo y resaltamos que la organización ha apoyado las necesidades de tantos miles de mujeres allí congregadas en cuanto a alimentación, higiene, alojamiento y, especialmente, seguridad.

A través de la pláticas, talleres, diversas actividades artísticas y culturales, hemos aprendido y conocido cómo se organizan las mujeres del mundo en la defensa de la vida, la tierra, el territorio y de los derechos humanos, de los animales y de la naturaleza. Nos han compartido sus diversas luchas de formas que han permitido abordar temas complejos y dolorosos, como las múltiples violencias de género que sufrimos las mujeres, y han logrado hacernos sentir en nuestros cuerpos sus experiencias y sufrimientos.

Con este encuentro, las hermanas y compañeras zapatistas han propiciado un espacio en el que hemos hecho cercanas las numerosas y necesarias luchas de miles de hermanas del mundo y hemos acortado distancias físicas y emocionales.

En concreto, con nuestra participación titulada Aliando y fortaleciendo mujeres con la agroecología, tratamos de visibilizar nuestro trabajo en la agroecología desde la parcela, la academia y los movimientos sociales. Utilizando herramientas lúdicas y teatrales, que facilitaran la comunicación con mujeres de distintas geografías, tratamos de poner en diálogo a la agroecología con las luchas feministas, en el contexto de un sistema alimentario que reconocemos capitalista y patriarcal.

Nuestro mensaje hizo sentido tanto para las mujeres zapatistas como para las urbanas y rurales de todo el mundo, para unas reconociendo la terrible dependencia del sistema alimentario y para otras reconociendo el valor de sus acciones produciendo alimentos en sus huertos y parcelas.

En este diálogo pudimos constatar la existencia firme y decidida de una forma de producir limpia, sana y tradicional, pero también observamos que esa producción no puede llegar al consumo de la mayoría de la población debido a los diversos mecanismos que tiene el sistema alimentario capitalista para limitarla, co-optarla y re-dirigirla siempre a favor del capital y no de la vida, mucho menos de las mujeres.

Además, en las múltiples palabras que las mujeres nos compartieron en este encuentro, constatamos que la conexión existente entre nuestra lucha por una producción, distribución y consumo de alimentos sana, limpia y soberana, va de la mano con las luchas de las mujeres por la tierra, por la defensa del territorio, contra la violencia y a favor de una vida digna.

Por eso, decimos junto a las mujeres zapatistas que ¡nuestra lucha es por la vida!

Y agregamos que ¡sin mujeres no hay agroecología!

Pero, también, que ¡sin agroecología no hay feminismo!, porque no podemos cuidar de nuestros cuerpos y de la Madre Tierra con agrotóxicos y semillas no nativas.

Más información Helda Morales (hmorales@www.ecosur.mx) y Lorena Soto (lsoto@www.ecosur.mx), investigadoras del Departamento Agricultura, Sociedad y Ambiente de ECOSUR.

Trabajan con madres y padres de familia para la prevención de la violencia

El pasado 7 de marzo, se realizó la entrega de diplomas a las mamás y papás que participaron en el diplomado “Construyendo escuelas para la convivencia pacífica y la prevención de la violencia escolar y familiar”, liderado por José María Duarte, investigador de Cátedras Conacyt en el  Departamento de Salud de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR).

El catedrático de Conacyt recordó que el proyecto busca prevenir la violencia, por lo que ha brindado talleres al personal docente, administrativo, a estudiantes de educación básica, a madres y padres de familia.

Al inaugurar el evento señaló que la violencia va en aumento y que sin embargo, a partir de estudios que ha realizado, puede asegurar que este fenónemo se puede revertir con el desarrollo de competencias prosociales como la empatía, asertividad, la resolución pacífica de conflictos, así como la enseñanza de los valores como el respeto, y con el amor y la disciplina, tanto en la casa como en la escuela.

Este diplomado tuvo una duración de 60 horas presenciales, con sesiones de trabajo donde se abordaron temas como el manejo adecuado de emociones, la importancia de la comunicación en la familia, las diversas formas de violencia que se presentan en las familias y escuelas, la educación para la paz, y el manejo de conflictos, entre otros.

Los representantes de las escuelas Jaime Sabines Gutiérrez, Centro Educativo Koinonia C. S. Lewis, y el Colegio Tepeyac, reconocieron la importancia de este diplomado porque les brindó herramientas para tener una mejor calidad de vida como familia y poder aportar un granito de arena para mejorar la sociedad que se encuentra en crisis. Asimismo identificaron que la violencia es un fenómeno que lastima a la sociedad sin diferenciar clases sociales y que su presencia fragmenta lazos familiares y culturales; y que muchas veces la violencia se disfraza de actos disciplinarios, por lo que es necesario identificarla y prevenirla.

“Estos talleres nos abren los ojos, nos hacen voltear hacia atrás y darnos cuenta de los errores que estamos cometiendo o en su caso omitiendo en la educación de nuestros hijos e hijas”, señaló una de las madres de familia y enfatizó que quienes participan en estos talleres han desaprendido y reaprendido nuevas conductas, lo cual tendrá un efecto en el bienestar de sus familias y de la sociedad.

El investigador de Conacyt reconoció que la violencia se aprende, y que sí es posible desaprenderla y reaprender nuevas formas de actuar y relacionarnos en familia y en la escuela para construir un mundo más armónico y más pacífico.

En el proyecto “Construyendo escuelas para la convivencia pacífica y la prevención de la violencia escolar y familiar” participan siete escuelas de San Cristóbal de Las Casas, en las que se han desarrollado proyectos de educación para la paz.

Participaron 150 integrantes del personal docente y directivo  en cursos de capacitación, cerca de 2,500 estudiantes han sido beneficiados directamente por el proyecto, y 140 padres y madres de familia se formaron como promotores de la paz. Asimismo se formalizaron 68 grupos estudiantiles para la paz, se trabajó con 408 estudiantes de manera focalizada, se han realizado 4 conferencias y 55 talleres familiares.

 

Sargazo pone en peligro vida marina

CHETUMAL,Quintana Roo.-El Colegio de la Frontera Sur señaló que hay posibilidades de un repunte mayor de sargazo en las costas de Quintana Roo.
El investigador Julio Espinoza Ávalos, especialista en algas marinas, señaló que este fenómeno empieza a tener un efecto negativo en el medio ambiente marino, debido a que se ha empezado a generar mortandad de corales, peces e incluso algunos pastos marinos.
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