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Celebran el Segundo Congreso Mexicano de Agroecología

Del 6 al 9 de septiembre de este año, la Sociedad Mexicana de Agroecología (SOMEXA), la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR)  y múltiples organizaciones sociales, participan en el Segundo Congreso Mexicano de Agroecología, que lleva el lema “Construyendo territorios, saberes y políticas públicas para el buen vivir”. Este gran evento que reúne a cientos de productores, científicos y estudiantes de la Agroeocología, se está realizando en el campus de Texcoco de  la Universidad Autónoma Chapingo (UACh).

En el evento inaugural, realizado este 6 de septiembre, el presídium estuvo integrado por Alejandro Hernández, presidente de SOMEXA; Virginia González, directora de Agroecología (UACh), José Solís Ramírez, rector de la UACH y María Lorena Soto Pinto, vicepresidenta de la SOMEXA e investigadora titular del grupo académico de Agroecología de ECOSUR.

La investigadora de ECOSUR dio un mensaje de bienvenida a las personas participantes en este Segundo Congreso Mexicano de Agroecología. Agradeció al comité local y comentó sobre los avances de las agroecologías como ciencia, técnica y movimiento, así como de los desafíos para seguir construyendo una vida mejor para todas las personas en el campo como en la ciudad.

José Solís Ramírez recalcó que la nueva revolución agroecológica promueve la producción de alimentos  sin agroquímicos con el propósito de garantizar  una alimentación sana y que Chapingo y el CONACYT trabajan juntos para eliminar el uso de agroquímicos en la agricultura de nuestro país.

“México es la tierra de grandes pensadores y creadores de agroecología, es el punto norte de resistencia. ¡Gracias México! por contribuir al futuro saludable para Latinoamérica”, resaltó la doctora Georgina Catacora Vargas, presidenta de la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología.

Helda Morales, de la Alianza de Mujeres en Agroecología  e investigadora de ECOSUR, mencionó que gracias a la agroecología incluyente se ha permitido el aprendizaje de saberes compartidos por grupos minoritarios. Leticia López Zepeda, representante del Movimiento Agroecológico Mexicano, advirtió que no solo es necesario transformar el modelo de alimentación sana, sino que se requiere la protección ante iniciativas de reforma a la Ley de Variedades Vegetales, a fin de salvaguardar la biodiversidad genética mediante el compromiso social, académico y gubernamental.

La primera conferencia magistral “Agrobiodiversidad de milpas y maizales en México”,  fue impartida por Rafael Ortega Paczka, profesor investigador de la Universidad Autónoma Chapingo.

Durante cuatro días, se impartirán 4 conferencias magistrales, 26 simposios, 7 talleres, 113 ponencias orales y 20 carteles, distribuidos en 12 mesas de trabajo.

Foto: Chapingo

Participa Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente en Simposio Tabasqueño de Agroecología

Con el objetivo de presentar el origen y desarrollo de la agroecología y sus perspectivas en el campo tabasqueño, el 7 de noviembre, inició el “III Simposio Tabasqueño de Agroecología”, con la conferencia magistral “Agroecología en los Sistemas Tropicales”, por el Dr. Stephen R. Gliessman, quien habló sobre los trabajos realizados en el Colegio Superior de Agricultura Tropical, entre otros.

En este simposio, académicos del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente, del Grupo de Agroecología de la Unidad Villahermosa de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), tuvieron la oportunidad de compartir los trabajos que desarrollan en Tabasco.

El Dr. Hans van der Wal expuso sobre la reforestación productiva agroecológica desde la cultura en Tabasco, compartiendo algunos conceptos y avances del trabajo realizado en el Cañón del Usumacinta.

El Dr. Manuel Cach presentó los resultados del proyecto “Agroecología del maíz en poli y monocultivo en Tabasco”, que desarrolló en Nacajuca junto con su estudiante Rosa Pérez, y en el que destacan la importancia de la práctica de la milpa para el cultivo del maíz bajo un contexto de cambio climático.

La Dra. Miriam Aldasoro abordó el tema “Entre la agroecología y la pedantropología”, en el que destacó la urgencia de profundizar en la práctica pedagógica para el escalamiento de la agroecología, así como la necesidad de incorporar una visión antropológica en el proceso para  reconocer plenamente la importancia que tiene la cultura, y más específicamente la diversidad biocultural. Explicó cómo es que esta propuesta teórica, se está desarrollando en el trabajo con meliponiculores, talleres agroecológicos comunitarios y huertos escolares agroecológicos y bioculturales.

Finalmente, el Dr. Ulises Rodríguez participó con el tema de “Prospección agroecológica del suelo y los cultivos”, evidenciando el potencial de la agroecología para fortalecer de manera sostenible, la soberanía alimentaria, la conservación de la agrobiodiversidad y la innovación de prácticas campesinas que favorecen a la agricultura sostenible. Subrayó a la agroecología como una vía para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Algo constante en las presentaciones fue la reflexión de la importancia de la agroecología para la seguridad y soberanía alimentaria y en el contexto actual de cambio de gobierno es posible que las prácticas avancen.

Al evento asistieron alumnos, productores y técnicos, a quienes se les informó también sobre el próximo Congreso de Agroecología en 2019, cuya sede será la Unidad San Cristóbal de ECOSUR.

 

 

 

Presentan libro “Ecología política de la agricultura”

El 4 de mayo se presentó el libro Ecología política de la agricultura: agroecología y posdesarrollo, un trabajo de Omar Felipe Giraldo, investigador del Departamento de Agricultura, sociedad y ambiente de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), Unidad San Cristóbal.

Alberto Vallejo, investigador del Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA) y Gerardo González, investigador del Departamento de Salud de ECOSUR, fueron los encargados de comentar el libro a partir de un análisis reflexivo de su lectura.

Alberto Vallejo inició su participación citando al Concejo Indígena de Gobierno (CIG) como manera de contextualizar la relevancia de este libro ante la situación política actual del país así como del papel de este Concejo: “Los pueblos originarios y quienes caminamos abajo y a la izquierda no cabemos en su juego; no por nuestro color, nuestra raza, nuestra clase, nuestra edad, nuestra cultura, nuestro género, nuestro pensamiento, nuestro corazón, sino porque somos uno con la madre tierra y nuestra lucha es porque no se convierta todo en una mercancía pues sería la destrucción de todo, empezando por la de nosotros como pueblos”.

“El trabajo que nos presenta Omar hace una evaluación de un proceso que ha sido largo y doloroso para la humanidad que nos tiene al borde del colpaso planetario en términos de un sexto episodio de extinción masiva como le llaman los biológos a los procesos evolutivos, con el cambio climático y la destrucción de los espacios ecológicos del planeta la cual es provocada por el modelo de desarrollo capitalista imperante en nuestra sociedad”, indicó.

Explicó que la primera parte del libro propone a los lectores analizar los discursos sobre la ecología política y la agroecología sobre una base cultural, más allá de la lógica social y política del modelo capitalista, como un esfuerzo por deconstruir la racionalidad económica capitalista que mercatiliza toda la naturaleza y las relaciones sociales. Ya en la segunda parte del libro presenta una posibilidad de alternativa para reconstruir las relaciones del sistema bioplanetario.

Gerardo González explicó su acercamiento al libro y cómo los temas le remitieron al trabajo del filósofo Cornelius Castoriadis por sus visiones críticas del capitalismo y hacia dónde se dirige el futuro de la humanidad; citó: “La ecología es subversiva pues cuestiona el imaginario capitalista que domina el planeta. Rechaza el motivo central de ése, según el cual nuestro destino es aumentar sin cesar la producción y el consumo. Muestra el impacto catastrófico de la lógica capitalista sobre el entorno natural y sobre la vida de los seres humanos“.

Comentó también que el libro hace una crítica a la ciencia, pero sobretodo a la tecnociencia, a la modernidad y al consumismo resaltando la importancia de las organizaciones en la construcción de procesos sociales que encaminen a la agroecología.

“En Chiapas la experiencia de la agroecología es la de la lucha política, los campesinos no se conformaron con la tierra, le apostaron a la democratización pero procuraron que no fuera solamente en formas discursivas, sino en la práctica; regresar otra vez a esa dicotomía entre sociedad y naturaleza, reconocer a la Madre Tierra, y eso es algo que el libro nos replantea desde esta perspectiva de movimiento social”, indicó.

“La discusión nos lleva a cómo la agroecología grita ser la alternativa a esta crisis mundial, y por eso en su último capítulo el libro nos remite al futuro, porque este futuro que ya nos alcanzó requiere replanterarse”, expresó.

Para finalizar la presentación, Giraldo se refirió al pensamiento de la ecología política marxista sobre el despojo y la disociación del productor de los medios de producción, entendiendo al proceso de incorporación como el de despojar a las personas sin necesidad correrlas de sus espacios vitales.

Situación, que destacó, es promovida por grandes organizaciones que buscan crear uniformidades y aprovechan las oportunidades de inversión para incorporar en las poblaciones locales la economía verde mediante modelos de asociación, alianzas productivas, modelos de subcontratación y la relación de agronegocios incluyentes, todo esto a partir de una educación que estimula una lógica empresarial.

“Este proyecto de geopolítica agraria busca despojar a los pueblos de su propia cultura para occidentalizarlos y moldearlos. La educación es la herramienta. Como decía León Tolstói: `la educación es la intención consciente de volver a alguien en algo´, volver a las personas obedientes consumidores de los paquetes biotecnológicos e integrarlos a la agricultura agroempresarial especialzada”, explicó.

Enfatizó el poder de los pueblos que ha logrado crear el efecto antagónico: defender el territorio y patrimonio biocultural, destacando sobre todo la importancia de la agroecología.

“La agroecología se está volviendo un concepto eurístico y un proyecto político fundamental para la lucha política de los pueblos y lo está haciendo mediante estrategias como de campesino a campesino en donde se está recuperando la mayor riqueza que nosotros tenemos, que son las riquezas relacionales”, expresó.

Indicó que la regeneración de los ámbitos comunitarios a través de estas relaciones cara a cara, y en donde se corparten saberes, es donde se rompe uno de los principios fundamentales del sistema capitalista: el control jerárquico del saber y del conocimiento.

“La agroecología está siendo, además, parte de las trancisiones civilizatorias. Estamos en una fundamental crisis civilizatoria creada por el colapso del sistema urbano-industrial, tenemos que transitar hacia el postextractivismo. Es fundamental estimular la imaginación utópica. La crisis de la civilización es ante todo una crisis de sentido, tenemos que resignificar los sentidos para pensar otras posibilidades de futuro y reverdecimiento del mundo”.

Puedes adquirir el libro aquí

Reflexionan sobre la agroecología en tiempos de crisis ambiental y alimentaria

El 6 de marzo, 21 agroécologas de México, Guatemala, Argentina, Puerto Rico y Canarias pertenecientes a la Alianza de Mujeres en Agroecología AMA-AWA reflexionaron sobre el poder de la agroecología en tiempos de crisis ambiental y alimentaria en el encuentro “Mujeres por la agroecología y la soberanía alimentaria”, realizado en San Cristóbal de Las Casas.

Helda Morales, investigadora del Departamento Agricultura, Sociedad y Ambiente de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), señaló que el objetivo del encuentro era conmemorar el día internacional de las mujeres visibilizando el trabajo “que hacemos las mujeres en la agroecología”, la cual busca producir alimentos sanos y limpios protegiendo el medio ambiente y favoreciendo que las familias productoras tengan suficientes recursos para tener una vida digna.

Mencionó que muchas mujeres están involucradas en la agroecología y que sin embargo cuando se habla del campo se piensa muchas veces en masculino, por lo que el evento busca mostrar el trabajo que las mujeres realizan para la producción de alimentos.

Compartió que la AMA-AWA nació en 2012 para visibilizar el trabajo que realizan las mujeres agroecólogas y acompañar a las nuevas generaciones con su experiencia, para que su trabajo sea reconocido y no tengan que enfrentar los obstáculos que han tenido sus colegas mayores como son la discriminación y el acoso de sus compañeros de trabajo, tanto en la academia, como en el campo y en el activismo. Asimismo destacó que AMA busca desde la diversidad cultural de sus integrantes buscar soluciones a los problemas que enfrentan la agricultura y los sistemas alimentarios actuales.

Por su parte, Patricia Susial, estudiante del doctorado en Ciencias en ECOSUR y organizadora del evento, destacó “con nuestras investigaciones y acciones, las mujeres que trabajamos la agroecología desde la parcela, la academia y desde el activismo queremos co-construir y co-elaborar proyectos de vida que estén basados en la agricultura limpia, sana, cercana y sustentable, que recupera saberes y conocimientos tradicionales, que incorpora conocimientos también desde la academia y contribuye en general a la soberanía alimentaria de nuestras comunidades y de nuestros pueblos, así como también a conservar la diversidad, tanto biológica como cultural”,  expresó

En el encuentro, 21 agroécologas hablaron de los proyectos que realizan desde la academia, la parcela y las organizaciones de la sociedad civil en sus países. Algunos elementos en común que tienen los proyectos son el papel protagónico de las mujeres y el interés en transformar las lógicas que el capitalismo ha impuesto para “la producción de alimentos orientados al mercado, que abocan a las familias al consumo, cada vez mayor, de alimentos procesados ricos en grasas saturadas, azúcares y harinas refinadas con el consiguiente impacto en la salud”.

Es importante destacar que las mujeres de Puerto Rico hablaron del papel que han realizado para la producción de alimentos después del paso de los huracanes que el año pasado golpearon fuertemente a su nación.

Algunas otras ideas que destacaron en el encuentro fue que no se puede hablar de la agroecología sin hablar de la defensa de los comunes, sin el rescate de saberes de las campesinas y campesinos, sin el papel vital de las mujeres en la producción de alimentos, sin el intercambio de saberes entre campesinas, campesinos y la academia, y sin la reflexión de dónde vienen nuestros alimentos, quién los produjo y cuándo, y cuánto ganó por la venta de sus productos.

Más informes: Helda Morales (hmorales@www.ecosur.mx), investigadora del Departamento Agricultura, Sociedad y Ambiente de ECOSUR.

“Agroecología: Ciencia y Políticas”, nuevo libro de Peter Rosset

Peter Rosset, investigador del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente, recientemente, publicó el libro “Agroecology: Science and Politics” (Agroecología: Ciencia y Políticas), el cual forma parte de las series de publicaciones “Agrarian Change and Peasant Studies” (Cambio Agrario y Estudios Campesinos), de las Iniciativas en Estudios Agrarios Críticos (ICAS, por sus siglas en inglés), una comunidad de académicos de diferentes partes del mundo que trabajan en temas agrarios.

Este nuevo libro, editado en colaboración con Miguel A. Altieri, es una fuente de consulta cuyo contenido delínea los principios, la historia y las corrientes del pensamiento agroecológico, la evidencia científica de los resultados de la misma y algunas propuestas de cómo llevarla escala, así como sus políticas contemporáneas.

El libro presenta a la agroecología como una solución a las prácticas agrícolas industriales insostenibles del sistema alimentario mundial actual, controlado por grandes corporaciones que producen alimentos no saludables, además de que son una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero.

Los autores destacan el trabajo de algunos científicos y agricultores para colocar a la agroecología como un movimiento “de moda”, que está siendo adoptado por organismos como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), agencias gubernamentales e incluso corporaciones, pero cuestionan si para éstos, la agroecología es el mismo concepto desarrollado por agricultores pioneros, científicos y movimientos sociales campesinos, o están buscando cooptar el concepto y darle un contenido diferente.

Como líderes agroecólogos, Rosset y Altieri, ofrecen en este libro, un análisis claro de los principios de la agroecología y su potencial para afrontar los principales desafíos sociales, económicos y ambientales de la alimentación y la agricultura en el siglo XXI y resaltan la importancia de la organización social, las escuelas de agroecología campesina y los movimientos sociales para llevar a escala la agroecología.

Se puede adquirir en:
https://fernwoodpublishing.ca/book/agroecology
https://developmentbookshop.com/agroecology-science-and-politics

La agroecología en la rediversificación de paisajes productivos empobrecidos en Tabasco

El miércoles 22 de noviembre, Hans van der Wal, director de la Unidad Villahermosa de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), impartió la conferencia “Agroecología post-deforestación”, en el Simposium Tabasqueño de Agroecología, realizado en el Auditorio MVZ Juan José Saiz Zarza de la División Académica de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT).

En su conferencia, el también investigador del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente de ECOSUR, definió a la agroecología como un conjunto de conocimientos, prácticas y acciones sociales, que responde a las condiciones en las cuales se realizan las actividades de producción primaria y que considera la necesidad de conservar y regenerar, desde la cultura, la agrobiodiversidad, la soberanía alimentaria, la cohesión social y la resiliencia socio-ambiental.

Puntualizó que en Tabasco las intervenciones en la agricultura han sido orientadas a obtener rendimientos altos de un solo producto a corto plazo y que se han basado en el reemplazo del capital natural, más que en rendimientos sostenidos de varios productos que favorezcan la conservación del capital natural.

Van der Wal expresó que en las condiciones post-deforestación del estado, se mantiene únicamente una cobertura arbórea de agrobosques, fragmentos de selvas residuales e intersticios, las cuales son las fuentes de germoplasma a partir de las cuales, la sociedad, desde su cultura y su experiencia, puede aumentar la cobertura arbórea y rediversificar los paisajes productivos empobrecidos en Tabasco.

Finalmente, expresó que Tabasco cuenta con conocimientos y prácticas bioculturales, y experiencias de organización y producción, que fallidos o no,  pueden replantearse y retomar elementos para esquemas de restauración y diversificación productiva, descentralizados, que abonen a la reapropiación desde su cultura.

El evento que tuvo como objetivo presentar el desarrollo de agroecología y sus aplicaciones en el campo tabasqueño, como alternativa a los problemas agrícolas, socioeconómicos y ambientales, congregó a productores, estudiantes de educación agrícola superior, técnicos y profesionistas interesados en el desarrollo rural sustentable, así como a profesores e investigadores en agroecología, agricultura sustentable y público en general.

 

 

La SOCLA reconoce el trabajo de Helda Morales en la Agroecología

Helda Morales, investigadora del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente (DASA) de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), recibió un reconocimiento por el trabajo que ha venido realizando en la construcción y promoción de la Agroecología en México, por parte de la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología (SOCLA), durante el VI Congreso Latinoamericano de Agroecología, realizado el 12 al 15 de septiembre en Brasilia, Brasil.

El reconocimiento fue otrogado “por su incansable trabajo de investigación, enseñanza y diseminación de la agroecología como ciencia para una agricultura soberana y resiliente en América Latina”, en un evento que reunió a más de cinco mil personas en el Centro de Convenciones Ulysses Guimarães.

Este congreso fue un espacio de encuentro de movimientos sociales de América Latina integrados por campesinos, indígenas y jóvenes, así como miembros de instituciones de investigación, educación y ONG que tienen como base de sus movimientos sociales y sus procesos políticos a la Agroecología.

Este evento tuvo como objetivo la integración de estos sectores para compartir experiencias y conocimientos en pro de buenas prácticas capaces de hacer la agricultura más justa y sostenible, además de estimular a los agricultores de Latinoamerica para mantener sus sistemas de cultivo tradicionales, evitando la pérdida de diversidad genética y contribuir a la soberanía alimentaria de los pueblos.

Al Congreso asistieron también por ECOSUR los doctores Bruce Ferguson, Peter Rosset investigadores de DASA y Julián Pérez, quien realiza una estancia sabática en DASA.

Analizan la `colonialización´ de la Agroecología

El artículo “Agroecología como territorio en disputa: entre la institucionalidad y los movimientos sociales”, de Omar Felipe Giraldo Palacio y Peter M. Rosset, investigadores del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente de El Colegio de la Fronteras Sur (ECOSUR), que trata sobre estructuras sociales, instituciones, actores y procesos de cambio en las zonas rurales del mundo en desarrollo, fue publicado en la revista académica Journal of Peasant Studies, el pasado 30 de agosto.

En el artículo, los investigadores del grupo académico de Agroecología analizan, en términos de la ecología política, si la agroecología va a terminar siendo parte de la caja de herramientas del sistema agroindustrial para reestructurarse en el contexto de la crisis civilizatoria o si se potenciará como una movilizadora alternativa política para transitar hacia la construcción de las alternativas al desarrollo.

Con la premisa de que la agroecología es un concepto que está de moda y constituye un territorio en disputa entre los movimientos sociales y la institucionalidad, los investigadores de ECOSUR expresan que esta nueva coyuntura ofrece una constelación de oportunidades que pueden aprovechar los movimientos sociales para promover cambios en el sistema alimentario. Sin embargo, indican que también ha emergido el riesgo de que sea cooptada, institucionalizada y despojada de su contenido político.

Los autores interpretan la disputa contemporánea sobre la agroecología bajo los lentes de los territorios materiales e inmateriales, la ecología política, y la primera y segunda contradicción del capital.

“Los cambios que han permitido que la agroecología se convierta en parte del discurso de la FAO son parcialmente el resultado de la reciente intensificación de la estrategia de acumulación por desposesión y de los intentos de la agroindustria de reorganizarse en un contexto de crisis provocada por sus propias contradicciones internas”.

Leer el artículo original:

Agroecology as a territory in dispute: between institutionality and social movements

 

Entrevista a Omar Felipe Giraldo Palacio

La Agroecología en una encrucijada, entre la institucionalidad y los movimientos sociales

Entrevista en la Universidad de Mar del Plata, Argentina

Programa: ECOS con Silvana Buján

Presentan resultados de estudio sobre consumo del pozol entre jóvenes chiapanecos

El investigador Morgan Jenatton, estudiante de la Maestría en Agroecología en el Instituto de París de Tecnología para las Ciencias de la Vida, Alimentación y Medioambiente (AgroParisTech) y colaborador de la Red de Laboratorios para la vida (LabVida) impulsada por investigadores del Departamento de Sociedad y Cultura de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), presentó por primera vez los resultados de su trabajo de investigación en el que analiza el consumo de la bebida tradicional pozol entre los jóvenes de cuatro escuelas secundarias de Chiapas.

Su estudio incluyó a estudiantes de la Telesecundaria 1164 José María Pino Suárez, en San Pedro Yutniotic, Las Margaritas; la secundaria Técnica Industrial No. 146, en Nichteel San Antonio, San Juan Cancuc y la secundaria José María Morelos y Pavón y la del Pequeño Sol, en San Cristóbal de Las Casas, a quienes entrevistó para conocer el tipo de bebidas que tomaban, qué pensaban en cuanto a su valor nutritivo, sus representaciones socioculturales sobre las mismas, y su frecuencia de consumo.

Jenatton categorizó e hizo la comparativa de consumo de bebidas hechas de maíz (pozol, atole, tascalate), refrescos y bebidas energéticas, café, jugo de frutas o aguas frescas, jugos embotellados, agua y lácteos. A través de una comparación gráfica demostró que los jóvenes sí consumen el pozol con frecuencia, pero que también los refrescos embotellados son parte importante de su vida cotidiana, y que además el contexto rural/urbano influye en el nivel de consumo.

Por ejemplo, indicó que mientras que en la Técnica Industrial No. 146 de la comunidad Nichteel San Antonio, la mayoría de los participantes en el estudio tomaba pozol, en la escuela Pequeño Sol de San Cristóbal de Las Casas, el mayor porcentaje se lo lleva el consumo de bebidas de frutas.

Jenatton, además de comparar el consumo de refrescos embotellados y del pozol, intentó observar cómo son percibidas estas bebidas. En cuanto a los refrescos, explicó que para las y los jóvenes el refresco es rico, llamativo por sus colores, sirve para quitar la sed, y que es refrescante pero que también es dañino para la salud. En un enfoque de percepción social y económica, encontró que los jóvenes consideran que los refrescos son consumidos en su mayoría por personas con un nivel económico alto que tienen el dinero suficiente para gastar en estas bebidas.

Por otro lado, consideran al pozol como una bebida muy saludable que les brinda mucha energía, fuerza y que los alimenta. Sin embargo, en cuanto a las representaciones socioculturales, el investigador encontró que los jóvenes consideran al pozol como una bebida para los pobres. “Desafortunadamente, se considera al pozol como algo de pobres”, expresó.

“El refresco es de los ricos porque pueden pagar. En las ciudades no les gusta el pozol. La gente de otros países no toma pozol porque son “civilizados”. Es bebida de campesino, de trabajo de campo, de caminar una hora o más para ir a la milpa o a la escuela”, citando a algunas de las expresiones de los jóvenes participantes.

Durante su presentación “El pozol: entre la milpa y el mercado”, Morgan Jenatton también presentó datos de su investigación referentes a los tipos de pozol y sus procesos de producción, clasificándolos a partir de su consistencia, sabor, mezcla, cocción y tipo de masa. Así como también de su valor nutritivo a partir de esas características. A través de pruebas de laboratorio encontró que el pozol es una gran fuente carbohidratos y proteína, pero que sí hay diferencias nutrimentales entre sus variedades. El pozol de cacao es más rico en fibra y proteína, mientras que el pozol blanco es más rico en carbohidratos, informó.

Además, observó que, a pesar del valor nutricional de esta bebida, la problemática en las ciudades no es la falta de consumo del pozol, sino que se consume con demasiada azúcar, como lo observó en un mercado de Tuxtla Gutiérrez, en donde encontró que el consumo es alto pero agregan tanta azúcar a la bebida que se podría comparar con las mismas cantidades que contiene un refresco embotellado.

Esta presentación se llevó a cabo el 28 de agosto, en las instalaciones de la Unidad San Cristóbal de ECOSUR y contó con la asistencia de investigadores y colaboradores de la Red LabVida y público en general.

Más información: Morgan Jenatton (morjena@gmail.com)

Participa investigadora de ECOSUR en reunión de expertos para combatir al gusano cogollero en África

Helda Morales, investigadora del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), participó del 18 al 20 de julio en una reunión convocada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Accra, Ghana, con expertos en manejo de plagas para trazar juntos propuestas para el manejo del gusano cogollero que llegó a África recientemente y que está causando estragos en los cultivos.

Dentro del grupo de expertos, participaron también dos investigadores de Brasil, uno de Estados Unidos, uno de Inglaterra, así como entomólogos de universidades africanas, representantes de ministerios de agricultura y representantes de FAO en la región.

Helda Morales, adscrita al grupo académico de Agroecología, compartió los resultados de su investigación sobre las estrategias de los campesinos de Mesoamérica para evitar el daño del gusano cogollero en el maíz.

Advirtió que no se puede permitir que empresas y fundaciones aprovechen la oportunidad para introducir maíz bt –un tipo de maíz transgénico que produce una proteína de origen bacteriano– en los países africanos o importar plaguicidas, puesto que causan dependencia económica, afectan al ambiente y la salud, y rápidamente se tornan obsoletos puesto que las poblaciones del cogollero se vuelven resistentes.

Indicó que tal como lo hacen los pequeños productores de Mesoamérica, la principal estrategia debe ser prevenir el ataque del cogollero aumentando la diversidad de la parcela y creando refugios para organismos benéficos como arañas, avispas, murciélagos y aves que atacan al gusano y manteniendo un suelo vivo que permite el crecimiento de plantas sanas. Además, insistió en que se debe apoyar a las iniciativas de organizaciones campesinas para crear espacios de intercambio de estrategias de manejo y de experiencias a escala local.

Una de las estrategias de la FAO para el manejo del gusano cogollero es fortalecer las escuelas de campo, por lo que el 21 y 22 de julio se reunieron en Accra los maestros de entrenadores de escuelas de campo de varios países africanos. Allí también participaron algunos de los expertos de América, incluyendo a Helda Morales, para ayudar a desarrollar un currículo para el manejo de la plaga.