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Realizan II Foro sobre Soberanía Alimentaria

El II Foro “Soberanía Alimentaria: Agroecología, cadenas cortas agroalimentarias y alimentación infantil”, se realizó el 6 y 7 de julio en las instalaciones de la Unidad San Cristóbal de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR).

Los objetivos de este evento fueron conocer, compartir y proponer alternativas sobre la implementación y promoción de sistemas agroalimentarios locales y estrategias de comercialización productor-consumidor e intercambio local productor-productor, para asegurar la alimentación nutritiva y culturalmente apropiada de la población infantil tseltal y tsotsil de Los Altos de Chiapas. Asimismo, fortalecer las alianzas entre distintos sectores de la sociedad en un contexto de participación y aprendizaje colectivo.

Arturo Arreola, del Instituto para el Desarrollo Sustentable en Mesoamérica, A.C. (IDESMAC), además de inaugurar el evento dio la bienvenida a los asistentes y expresó que la agricultura, la producción y el acceso a los alimentos son temas que se encuentran en el centro de un debate no resuelto correspondiente a los intereses del Estado y las empresas trasnacionales.

“En la construcción de la soberanía alimentaria se plantea la necesidad de fortalecer y promover los sistemas alimentarios locales de las familias campesinas, de las comunidades y de la región  hasta llegar a una escala nacional. La agroecología es la punta de lanza de la soberanía alimentaria desde la que se recupera el traspatio, el solar y la casa como lugares necesarios para la alimentación y la armonía de las familias campesinas, fomentando la dignificación de saberes tradicionales, la defensa de las semillas nativas y la integración de otros conocimientos y tecnologías orientadas a la salud, los lazos comunitarios y el cuidado de la Madre Tierra”, expresó.

Asimismo dijo que las relaciones que se establecen entre la producción y el consumo deben de redefinirse de manera urgente y enfocarse a la localización de los sistemas productivos y a la construcción de respuestas colectivas para hacer frente a demandas sobre la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios, la distribución de beneficios en la cadena alimentaria y la continuidad de territorios rurales vivos.

Posterior a la inauguración, Ron Nigh, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) del Sureste impartió una conferencia magistral sobre Agroecología, y se realizaron las mesas de trabajo con temas como “La protección de semillas y la agricultura campesina”, coordinada por la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS); “El rescate y dignificación de la memoria y los saberes tradicionales agroecológicos”, por  S’na Jtz Ibajom; “Agroecología y el cuidado de los recursos naturales comunitarios: cómo hacer frente a la brecha medioambiental desde la agricultura campesina”, por ECOSUR; y “En busca del derecho universal a la alimentación infantil: asegurar una nutrición culturalmente apropiada a través del fomento a la producción local”, por la Facultad de Ciencias de la Nutrición y los Alimentos.

Asimismo, se presentó una mesa redonda sobre los Círculos de Alimentación Escolar y los Acuerdos de Colaboración para la Gestión Territorial; una feria gastronómica, feria de la agrodiversidad de los Altos, intercambio de semillas,  muestra de productos artesanales.

También se presentaron los libros: “Sembrando Ciencia y Conciencia. Manual de Huertos Escolares para Docentes” y “Sembrando Jovel, Sembradores Urbanos”, así como obras de teatro con la participación del colectivo S’na Jtz Ibajom.

El programa incluyó diversos talleres, entre ellos: “Cómo iniciar una cooperativa”, por la asociación K’inal Antsetik; “La creación de fondos de ahorro”, por la cooperativa Kiptik; “El derecho al acceso a agua de calidad y en cantidad”, por la Fundación Cántaro Azul; “La realidad de la comida chatarra y elaboración de dulces saludables”, por Círculos de Alimentación Escolar.

Este Segundo Foro fue organizado por ECOSUR y el Círculo de Organizaciones Aliadas de los Altos de Chiapas, el cual está conformado por nueve organizaciones entre ellas: IDESMAC, COFEMO, Cántaro Azul, DIFA, Kinal Antsetik y Patronato Pro-Educación, y se plantea en un marco común de aprendizaje y procesos de participación social y con justicia.

Realizan conversatorio sobre economías solidarias en América Latina en la UIMQROO

El 10 de febrero, integrantes del grupo “Procesos Culturales y Construcción Social de Alternativas” del Departamento Sociedad y Cultura realizaron un conversatorio en la nueva sede de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo (UIMQROO), para dialogar con sus estudiantes, profesores e investigadores sobre experiencias de autogestión y economía solidaria en América Latina.

María Amalia Gracia, Rocío García Bustamante y Nicolás Roldán –investigadora, posdoctorante y doctorante de ECOSUR, respectivamente– hicieron propicia la oportunidad para continuar generando vínculos con esa casa de estudios.

El diálogo se generó a partir del libro “Trabajo, reciprocidad y re-producción de la vida”, coordinado por María Amalia Gracia, a partir del cual se reflexionó sobre las características que tienen las distintas formas de trabajo colectivo no asalariado que han ido surgiendo en la región  y los desafíos técnicos, políticos y económicos que enfrentan cotidianamente sus protagonistas, así como las contribuciones que realizan a sus comunidades en distintos aspectos: alimentarios, ambientales, económicos, de fortalecimiento de lazos más democráticos, entre otros.

Se habló especialmente con los estudiantes acerca de sus aspiraciones y proyectos, y sobre el aporte que pueden hacer ellos y las universidades a este tipo de economías.

Se discutió sobre las iniciativas impulsadas por las instituciones académicas, como es el caso de los mercados orgánicos o alternativos en México, y los profesores de la UIMQROO compartieron su trabajo en la promoción del Tianguis Agroecológico Cultural que apuesta a la organización y a la solidaridad para promover la economía local y la cultura maya.

Ildefonso Palemón Hernández Silva, rector de la UIMQROO, hizo entrega de reconocimientos a los participantes en el conversatorio. Los representantes de ECOSUR y el rector acordaron iniciar un trabajo interinstitucional de vinculación que facilite herramientas técnicas y organizativas a fin de colaborar con el fortalecimiento y la integración de las distintas iniciativas de producción e intercambio de alimentos que existen en el estado y en la Península de Yucatán.

Más información del libro “Trabajo, reciprocidad y re-producción de la vida” se puede encontrar en https://www.ecosur.mx/libros/producto/trabajo-reciprocidad-y-re-produccion-de-la-vida-experiencias-colectivas-de-autogestion-y-economia-solidaria-en-america-latina-4/l

Peter Rosset participa en jornadas académicas sobre movimientos sociales rurales y agroecología en Brasil

Del 31 de enero al 10 de febrero, Peter Rosset, investigador del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), participó en una serie de actividades académicas derivadas de un convenio de colaboración entre ECOSUR y la Universidade Estadual do Ceará (UECE), Fortaleza, Brasil.

Las actividades estuvieron relacionadas con los temas de movimientos sociales rurales, escuelas de campo y la agroecología en el contexto latinoamericano.

Del 31 de enero al 3 de febrero, Rosset, junto con la profesora Lia Pinheiro Barbosa, del Programa de Pós-graduação em Sociologia (PPGS), participaron en la Semana Pedagógica de Escuelas de Campo del Movimento Sem Terra (MST), en el municipio Canindé – CE.

Los académicos asistieron a la inauguración de la Semana Pedagógica, en la que Pinheiro Barbosa participó en la mesa de apertura con el análisis de la situación educativa en Brasil. Mientras que Peter Rosset participó en una mesa sobre educación rural y agroecología.

En un segundo ciclo de actividades, el 7 de febrero, los académicos participaron en un conversatorio con estudiantes y profesores del grupo de investigación dirigido por Pinheiro, quien también presentó algunos datos y resultados del trabajo de investigación que ha venido realizando sobre movimientos sociales y educación rural.

Finalmente, el 10 de febrero el investigador de ECOSUR presentó, en una plática sobre sociología rural, sus experiencias en el estudio e investigación de los movimientos sociales rurales en el contexto latinoamericano.

Peter Rosset es Doctor en Filosofía, de la Universidad de Michigan en los Estados Unidos y su trabajo se ha centrado en la investigación relacionada con los movimientos sociales rurales, la agroecología, la soberanía alimentaria, la reforma agraria y territorio.

Nota relacionada:

UECE. http://uece.br/ppgsociologia/index.php/noticias/14-lista-de-noticias/763-professor-mexicano-participa-de-atividades-no-ppgs

Destacan ventajas de la agroecología en Cuba para la sostenibilidad agropecuaria y el desarrollo local

Fernando Funes Aguilar, investigador de la Estación Experimental Indio Hatuey, en Matanzas, Cuba –institución científica que brinda soluciones en materia de alimentación para el desarrollo de la producción agropecuaria en Cuba– visitó la Unidad San Cristóbal de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), donde se reunió con agricultores de la región y realizó una presentación en la que describió los antecedentes, el desarrollo y el estado actual de la agroecología en Cuba.

Mencionó que Cuba es un ejemplo clásico de conversión, que pasó del monocultivo, la agroexportación y la sobreexplotación de recursos naturales antes de 1959, a una agricultura convencional y sostenible, derivada de la crisis de los 90 y el periodo especial de derrumbe del campo socialista, la desintegración de la U.R.S.S. y el refuerzo del bloqueo de Estados Unidos.

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Explicó que después de tres décadas inició un movimiento de “Revolución Verde”, con precursores como pensadores agrícolas cubanos y naturalistas que sentaron las bases de tradiciones agrícolas que siguen siendo utilizadas en la actualidad con gran éxito.

Citó que la agroecología es un paradigma innovador para el diseño de una nueva agricultura del siglo XXI que incluye conceptos como soberanía alimentaria, energética, tecnológica y que es resiliente al cambio climático y a los cambios económicos globales. También es conocida como una ciencia que estudia la estructura y función de los agroecosistemas, desde el punto de vista de sus interrelaciones ecológicas, sociales y culturales.

Prácticas y programas innovadores

Funes Aguilar destacó que en Cuba, los campesinos realizan prácticas y forman parte de programas innovadores que han impulsado la agricultura convencional, familiar, urbana y periurbana, tales como el manejo agroecológico de plagas, el programa denominado “Arroz popular”, la medicina verde, la recuperación de la tradición animal, la conservación y el manejo de suelos y  nutrición orgánica, la innovación agraria, los polígonos de conservación de aguas y bosques, policultivos y rotación de cosechas, sistemas silvopastoriles, fincas forestales integrales, integración de ganadería, agricultura, forestal y sobretodo la apuesta por la educación y capacitación de técnicos.

Estas prácticas han llevado al crecimiento de la agricultura urbana y periurbana, la cual creció de 200 mil personas empleadas en el 2000, a 450 mil personas en el 2014. Esto gracias a la implementación de programas holísticos como el “Campesino a Campesino”, en el que se da un intercambio horizontal, rescatando experiencias rurales, con campesinos promotores y a través del intercambio con investigadores y profesores.

Indicó que no es posible hablar de eficiencia en la agricultura, sin una agroindustria bien fortalecida y diversificada que responda a las características y necesidades de cada municipio.

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Entre los asistentes a la presentación se cuestionó si la agroecología sustentable podría ser suficiente para alimentar a un pueblo, a lo que el investigador respondió que se cuenta con abundantes estadísticas de que con la agroecología se podría tener la capacidad de alimentar a la población urbana y mundial, haciendo frente a una sociedad capitalista y globalizada, lo que significa un reto, al igual de grande que la misma atracción de la gente para trabajar en el campo.

Estrategias para la soberanía alimentaria

Una de las estrategias para el campo cubano de mayor éxito implementada por el gobierno es el otorgamiento de tierras en usufructo, lo que ha generado desarrollo local a partir del trabajo de más de cien mil técnicos que se han involucrado en la actividad y que han establecido a la producción de alimentos como prioridad en Cuba.

Como conclusión, expresó que el trabajo de campo con bases agroecológicas conducen a la sostenibilidad agropecuaria, generan producciones con eficiencia biológica, productiva, económica, energética y ambiental, conservan recursos naturales sin degradar suelos, eliminan uso de agrotóxicos, reducen la contaminación, protegen y mejoran el medio ambiente y amortiguan efectos de la sequía y el cambio climático.

Asimismo disminuyen la dependencia externa ya que son fuente importante de empleo y suministran alimentos sanos y abundantes para la población, producidos “de manera creativa por los agricultores y sus familias”.

Indicó que aún se necesita mayor apoyo financiero y estimular a los nuevos usufructuarios, una capacitación constante, equipos, implementos, desarrollo rural y cambio de conciencia hacia una agricultura en armonía con la naturaleza y atractivos económicos-sociales para los nuevos agricultores.

Estas experiencias pueden servir de guía para las necesidades que también hay en el campo mexicano, sin embargo, debido a la heterogeneidad de los agroecosistemas, las condiciones económicas y sociales, los gustos y habilidades de los productores directos, expresó que no existe un modelo único de finca integrada agroecológicamente, ni un paquete tecnológico estándar, “no hay recetas en agroecología”, puntualizó.

 

Participa ECOSUR en Foro Internacional de Innovación social hacia la Sustentabilidad en Uruguay

En el marco del proyecto de colaboración: Comunidades de aprendizaje para la sustentabilidad financiado por las Agencias de Cooperación Internacional de México y Uruguay, implementado durante el 2015 y 2016 por la Universidad de la República y El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), se realizó el II Foro Internacional de Innovación social hacia la Sustentabilidad, del 25 al 27 de noviembre en la ciudad de Montevideo, Uruguay.

Durante el foro se presentaron diferentes experiencias sociales y de vinculación académica que están realizando prácticas concretas que apuntan a un cambio de valores en las formas de relación con la naturaleza y la sociedad.

En mesas de trabajo se dieron a conocer los esfuerzos para la creación de huertos escolares, comunitarias y con personas privadas de su libertad. También resaltaron los distintos esfuerzos por generar formas alternativas para la producción y comercialización orgánica y agroecológica que se están implementando en todo el país. Se reflexionó sobre la importancia de construir nuevas formas de compartir –no competir–, de organizarse y articularse para visibilizar los esfuerzos sociales y aprender juntos.

Por parte de ECOSUR participaron Antonio Saldívar Moreno y Cecilia Limón, del Departamento de Sociedad y Cultura; Helda Morales y Bruce Ferguson, del Departamento de Agricultura, sociedad y ambiente, y Diego Díaz, de Educación continua. También acompañaron Víctor Molina, estudiante de la Maestría en Ciencias y Alma Palacios, de Heifer Internacional.

Como parte de las actividades de colaboración se visitaron distintas experiencias en Montevideo y se trabajó de manera conjunta en la elaboración de materiales didácticos, un manual de buenas prácticas, en el diseño de un curso virtual sobre Agroecología y comunidades de aprendizaje y en la sistematización de las experiencias de investigación, vinculación y formación que están realizando ambos grupos académicos.

El intercambio posibilitó enriquecer de manera sustantiva las experiencias y ampliar las relaciones entre ambos países en materia de sustentabilidad y participación social.

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Diseño Instruccional en Ambientes Virtuales de Aprendizaje

En el marco de la  realización del Foro Internacional de Innovación social hacia la Sustentabilidad entre México y Uruguay, Diego Díaz, responsable de Educación Continua de ECOSUR, impartió al profesorado-investigador participante, el curso de “Diseño Instruccional en Ambientes Virtuales de Aprendizaje”,  como parte de la estrategia de abordaje del proceso de formación para públicos de ambos países.

Este entrenamiento tiene como objetivo acondicionar un programa de formación que mezcla la presencialidad con la formación en línea. El curso se realizó en la Facultad de Agronomía de la Universidad de la Republica, en Uruguay.

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Declaracion del II Foro Internacional de Innovacion social hacia la Sustentabilidad

Cae producción de mango ataulfo por falta de insectos polinizadores

La producción de la variedad de mango ataulfo, cuyo origen es la zona del Soconusco, en Chiapas, ha caído hasta 25 por ciento en los últimos años y la causa aparente es una disminución de la presencia y diversidad de insectos polinizadores, como abejas, moscas y hormigas.  Además del uso de algunos pesticidas, la ausencia de los polinizadores también podría ser causada por el uso de algunas sustancias que estimulan la floración de los árboles cuando hay retraso en el ciclo natural.

La investigadora Leslie Solis Montero, de  El Colegio de la Frontera Sur, (ECOSUR), ha realizado estudios sobre las poblaciones de estos insectos en plantaciones y presentó algunos de sus resultados en la Semana de Intercambio Académico (SIA) de esa institución, donde recordó a investigadores de otras disciplinas que la comunidad científica está muy preocupada por el declive de poblaciones de polinizadores. Después presentó datos de la región de Tapachula, origen de la variedad de mango ataulfo, conocido por su tamaño manejable y peso de un tercio de kilo, aproximadamente.

Ver nota completa:

La Crónica de Hoy. http://www.cronica.com.mx/notas/2016/994412.html

Alarmante, la contaminación de suelos por microplásticos

Nuestros Científicos. Esperanza Huerta es investigadora del ECOSUR y realiza actualmente una estancia de académica en Holanda. La experta se ha especializado en el estudio de lombrices, en las cuales ha encontrado microplásticos. Estas especies son un indicador importante de la salud de los suelos, señala.

Las lombrices de tierra son uno de los indicadores más útiles para medir la salud de un suelo, por eso preocupa el haber identificado recientemente que en el cuerpo de las lombrices de tierra se alojan restos de plásticos, lo cual habla de la gravedad de la contaminación de microplásticos en los suelos de México, explicó a Crónica, desde Holanda, la bióloga mexicana Esperanza Huerta, quien es miembro de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR-Conacyt) y pionera en el estudio de las lombrices como indicadores de la salud de los suelos en zonas silvestres y en zonas agrícolas.

Ver nota completa:

La Crónica de Hoy. http://www.cronica.com.mx/notas/2016/992606.html

ECOSUR presente en el 1er. Encuentro Internacional Laboratorios Socionaturales Vivos y Milpas Educativas

Del 8 al 13 de octubre, se llevó a cabo el Primer Encuentro Internacional Laboratorios Socionaturales Vivos y Milpas Educativas en las instalaciones de la Unidad Sureste del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS). El evento inició con una ceremonia maya dirigida por autoridades de San Isidro La Libertad, municipio de Zinacantán, Chiapas.

El encuentro contó con la participación de profesores de los pueblos maya, borá, yucateco, xakriabá, shipibo, pataxó, waiwai, mixteco, chatino, ingarikó, zapoteco, mixé, wapichana, macuxi, tsotsil, tseltal, chól, chuj, nggigua, ngiba, nahuatl y purhépecha.

Durante el acto inaugural, María Bertely Busquets, investigadora del CIESAS-Tlalpan, destacó que el proyecto de Laboratorios socionaturales vivos y milpas educativas propone un pensamiento pedagógico, político, alternativo en materia ambiental y ecológica, el cual ha sido reconocido con el Premio al Mérito Ecológico, Categoría Educación Ambiental Formal de la SEMARNAT en 2015. También mencionó que este proyecto ha trabajado de manera hermanada con iniciativas de ECOSUR como el huerto escolar y los avances hacia un proyecto de la milpa maya.

Juan Hernández, de la Unión de la Nueva Educación para México (UNEM), mencionó lo que significa que esta comunidad de personas interesadas en el tema educativo y ambiental se reúna para dialogar sobre lo que han hecho “…durante 20 años de caminar despacio, sembrar semillas en distintos terrenos, en valles, cerros, montañas…”. Igualmente, mencionó acerca de la forma en que trabajan en la milpa “en el pasado se veía como atrasada; sin embargo, ahora se empieza a reconocer su importancia, al identificar que en la actualidad seguimos comiendo de ella”, destacó. Para este profesor “lo intercultural no es un discurso, lo vivimos en lo cotidiano; ya que son los educadores autónomos quienes trabajan”.

Mario González Espinosa, director general de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), recordó que el mandato de esta institución es contribuir con todos los actores en la frontera sur de México al desarrollo sustentable, en estrecho trabajo con los países de Centroamérica. Señaló que hay muchas versiones de desarrollo sustentable y que ECOSUR ha defendido una visión propia desde sus inicios como Centro de Investigaciones Ecologócias del Sureste (CIES), cuando contó durante casi 20 años con la participación del maestro Efraím Hernández Xolocotzi en su Consejo Técnico. Mencionó que este destacado investigador defendió los aportes que la cultura de los pueblos originarios hicieron y hacen a la agricultura de México, así como también los aportes que la investigación agrícola de México puede dar a este sector, y que en la actualidad, sus estudiantes están trabajando con proyectos que valoran la agricultura tradicional y la acompañan y complementan con la investigación agrícola desde la perspectiva científica occidental.

El director de ECOSUR planteó que el problema más importante para la ciencia en el siglo XXI es la erradicación de la pobreza, y que por ello es importante que la ciencia y tecnología aporten a que la sociedad tenga un desarrollo sustentable que incluya seguridad alimentaria, salud y no dañar la salud del ambiente. Desde su perspectiva, “la gente debe poder ser feliz, satisfecha de sus vidas, y vivir en un ambiente de paz en su comunidad y en el mundo”. Por ello, ECOSUR junto con otros centros públicos del sistema CONACYT ha promovido la definición de un proyecto con el tema “Seguridad alimentaria y salud de las familias milperas mayas en el sureste de México”, el cual se  plantea porque es necesario comprender estos sistemas e identificar lo que pueden representar en el futuro. Explicó que la tarea es acompañar procesos que permitan a los agricultores milperos salir de la pobreza y que el proyecto implica cuestiones culturales y educativas, además de las tecnológicas, sociales y ecológicas, y que ha sido bien recibido por los gobiernos de Yucatán y Campeche.

“El proyecto indagará la relación de la milpa con los otros elementos que sostienen a las familias, como los huertos familiares, los cafetales, la ganadería, la miel, el ecoturismo, etc. La milpa, con el maíz como su elemento integrador, es como una balsa que permite a las familias resistir los embates del contexto cultural y económico: a veces se hunde, a veces sale a flote”, mencionó y agregó que por lo anterior están interesados en trabajar con la educación desde el principio y hasta el final para traer otros elementos a estas inquietudes.

Marisol Silva, del Instituto de Investigación para el Desarrollo de la Educación de la Universidad Iberoamericana, señaló que antes del encuentro tenían una perspectiva pesimista acerca de alcanzar una mejor educación en México, pero que el evento da esperanza al proponer un diálogo entre científicos y las experiencias.

El encuentro fue organizado por el CIESAS, la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), la Universidad Iberoamericana (UI), la Red Inductiva Rural, la Unión de la Nueva Educación para México (UNEM) y la Red de Educación Inductiva Intercultural (REDIIN), entre otros.

 

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Información: Cristina Guerrero

Fotografías: Leo Hernandez Quiam

Huertos familiares de Tabasco, claves para la agrodiversidad

Con información de Andrea Alejandra Serrano Ysunza

Andrea Alejandra Serrano Ysunza, egresada de la Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) Unidad Villahermosa, se unió al grupo académico de Agroecología atraída por la complejidad en torno al funcionamiento de los huertos familiares. Orientada por su comité tutelar, decidió trabajar en torno a los cambios espaciales y temporales en abundancia, riqueza y composición de árboles en los huertos familiares de Tabasco, con el objetivo de indagar si en los huertos la diversidad de especies de árboles locales se mantiene, disminuye o aumenta a lo largo del tiempo.

Serrano expone en su tesis titulada “Cambios espacio-temporales en la agrobiodiversidad de los huertos familiares de Tabasco”, que la pérdida de agrobiodiversidad en las zonas tropicales es un grave problema que se relaciona con los altos índices de deforestación y políticas que fomentan monocultivos de unas pocas especies comerciales y prestan escasa atención a policultivos de especies locales que proveen de alimentos diversos a la población local.

Si bien existen pocos estudios a lo largo del tiempo que permitan entender la dinámica de la agrobiodiversidad en los huertos familiares, esta investigación deja ver que en contextos post deforestación como el de Tabasco, los pequeños agroecosistemas diversificados dominados por árboles, como los huertos familiares, se vuelven claves para conservar y recuperar la agrobiodiversidad a partir de su continua renovación.

El estudio contiene información de los años 2009, 2012 y 2015 de 38 huertos tabasqueños de la costa, planicie fluvial y montaña. Así como un un mapa que realizó en 2009 sobre la distribución de los árboles con un diámetro mayor a dos cm a la altura del pecho en cada huerto. La información de 2012 y en 2015, permite identificar los árboles nuevos, los que se habían tumbado y los que permanecían.

En total, se registraron 164 especies de árboles, de las cuales 74.39% correspondía a especies nativas y neotropicales y 25.61% a especies introducidas. De este total, el 33% cambió a lo largo del intervalo de muestreos. La riqueza total de especies aumentó de 2012 a 2015, particularmente el número de especies neotropicales e introducidas, mientras que el número de especies nativas se mantuvo constante.

Serrano observó que las características de los agroecosistemas resultan de interacciones entre la ecología, la agricultura y la cultura, pues los propietarios de los huertos incorporan comúnmente especies en su quehacer experimental cotidiano, así las familias rurales y cada vivienda desarrolla estrategias particulares de selección de especies. De esta forma, la agrobiodiversidad regional surge de las estrategias familiares particulares.

Los resultados demuestran que las especies cultivadas en los huertos van cambiando continuamente, tanto en la costa, como en la planicie fluvial y montaña. La alta agrobiodiversidad en los huertos se debe, entonces, a la renovación continua de una mezcla de especies comerciales y de subsistencia, cuyas funciones en conjunto son importantes para la población, en quien reside la base para la conservación de la agrobiodiversidad regional.

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Realizan encuentro de Escuelas Campesinas de Chiapas

Del 15 al 17 de junio, en el municipio de Tzimol, Chiapas, se llevó a cabo el “1er Encuentro de Escuelas Campesinas de Chiapas”, al que asistieron campesinos, estudiantes y académicos de diversas partes del estado que trabajan a favor de la soberanía alimentaria, la economía solidaria y la agroecología.

En la inauguración, José Domingo, habitante del ejido San Cristóbalito, dio la bienvenida a los asistentes; por su parte Amparo Velasco Jiménez, de la escuela secundaria técnica 107; Concepción Mérida, del Centro de Formación de Aprendizaje para el Desarrollo Campesino e Indígena (CEFADECI); y Juan Rodríguez Pérez, de la Universidad Agroecológica Multicultural Emiliano Zapata (UMAEZ), hablaron de la relevancia del encuentro para definir buenos acuerdos para el campo y las comunidades a corto, mediano y largo plazo.

Juan Rodríguez Pérez, enfatizó que las “escuelas campesinas debe ser el generador de proyectos comunitarios con enfoque agroecológico, de proyectos de educación, de defensa territorial, de comunicación intercultural y de soberanía alimentaria, que es algo indispensable para el desarrollo de nuestra gente. Necesitamos promover y proponer alianzas entre los distintos sectores para crear espacios donde se promueva el diálogo, se comparta saberes y experiencias y con ello construir una escuela campesina donde podamos crear ese futuro que esperamos”, mencionó.

Durante el evento también se realizó una feria de experiencias en la que las personas que asistieron compartieron información de las actividades que realizan, los proyectos que desarrollan y los retos a los que se enfrentan.

También se trabajó en cinco mesas temáticas: Agroecología, Soberanía alimentaria y defensa del territorio, Escuelas campesinas y diálogo de saberes, Economía solidaria, y Comunicación y transformación social.

En la mesa de Soberanía alimentaria y defensa del territorio, los participantes mencionaron que se ha perdido la cultura de comer lo que se produce, y que se ha optado por consumir lo que las empresas y los supermercados nos ofrecen. “Se está perdiendo el sentido de ser pueblo, de ser comunidad y de ser familia, eso es lo que hay que rescatar para mantenernos unidos y no ser dependientes, debemos procurar que en las grandes ciudades se realice un cambio en su forma de consumo”, mencionaron.

Propusieron que se construyan centros de aprendizaje que promuevan prácticas agroecológicas y que involucre el trabajo colectivo entre hombres y mujeres, y que a partir de la educación popular se fomente la agroecología en un marco comunitario con la finalidad de llegar a un buen vivir, que es lo que representa la soberanía alimentaria.

Se concluyó que la soberanía alimentaria es el derecho y obligación de los pueblos para producir, consumir y compartir alimentos suficientes, rescatando las semillas criollas.

En la mesa de Escuelas campesinas y diálogo de saberes, se concluyó que el modelo de escuelas campesinas es un mecanismo de diálogo que permite intercambiar sueños, reflexiones, contenidos y conocimientos, y donde se puede construir conocimiento colectivo recuperando la relación con la Madre Tierra.

Para lograr lo anterior, señalaron que es necesario realizar acciones para concientizar, compartir y comunicar, así como realizar proyectos integrales. Propusieron generar las condiciones que se requieren para que haya una escuela campesina urbana donde se ponga en práctica el concepto de escuela campesina.

En la mesa de Economía solidaria, se concluyó que una economía solidaria es contraria a la economía clásica que busca la maximización de las ganancias sin importar los recursos naturales, los seres humanos y la Madre Tierra. Mientras la economía solidaria se relaciona directamente con la sustentabilidad y la creación de estrategias para el desarrollo de los campesinos y las pequeñas comunidades.

“Una estrategia para lograr una economía solidaria es crear nuestras propias monedas, crear y recuperar el trueque y no depender de las monedas del sistema capital que nos rige”, indicaron.

En la mesa de Comunicación y transformación social, se propuso crear una red de comunicación a través de las redes sociales, crear radios comunitarias independientes, difundir el trabajo de las organizaciones y escuelas campesinas a través de los medios de comunicación y promover el intercambio de materiales audiovisuales.

 

Experiencias compartidas

Las personas que asistieron al encuentro visitaron el Centro Tsomanotik, el CEFADECI, una granja integral, el Comité de Cuenca del Río San Vicente y el Centro Ecoturístico Cadena de Cascadas El Chiflón, en donde se compartieron las experiencias en estos lugares sobre los temas abordados en el encuentro.

Tsomanotik es un centro agroecológico, demostrativo y educativo, que trabaja con niños y jóvenes en diversos proyectos solidarios, interculturales y productivo-agroecológicos para promover la autosustentabilidad, así como aquellos que favorezcan el desarrollo local comunitario.

Por su parte, CEFADECI Impulsa procesos de formación en hombres, mujeres y jóvenes para desarrollar capacidades que les permitan emprender procesos de desarrollo con los recursos existentes en el territorio donde residen. Además, buscan la revalorización y fortalecimiento de la riqueza cultural de los pueblos, equidad de género, agroecología, producción sustentable de alimentos, técnicas en conservación de suelos, manejo y mejoramiento de animales, aves de traspatio y ganadería menor, producción bio-intensiva de hortalizas, trabajan en la aplicación de diagnósticos rural participativos y en la capacitación en la producción de traspatios integrales y pecuaria.

En la inauguración y clausura del encuentro Juan Girón Gómez, médico tradicional de Tenejapa, realizó un rezo maya.

El evento fue organizado por el Ejido San Cristóbalito, la cooperativa del Centro Ecoturístico Cadena de Cascadas el Chiflón S.C. de R.L. de C.V. Tzimol, el Centro de Formación de Aprendizaje para el Desarrollo Campesino e Indígena (CEFADECI), la Organización Campesina Emiliano Zapata Coordinadora Nacional Plan de Ayala (OCEZ-CNPA), el Centro Solidario Tsomanotik, la Unión Campesina Tojtikes, Laboratorios para la Vida (LABVIDA), Sesiones de Aprendizaje de Agroecología (SADA), la Universidad Agroecológica Multicultural Emiliano Zapata (UMAEZ), la Universidad Indígena de Bachajón (UBACH), la Universidad Autónoma de Chapingo (UACH), El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR),  el Grupo Chipas de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) y el Comité de Cuenca del Río San Vicente.

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Fotografía: Isaura Roshiwari