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Académicos de Ecosur realizan proyecto transdisciplinario sobre contaminación microbiana del agua en Soconusco

Por Dr. Sinue Hammed Fuentes Mal y M. en C. David Herrera López

Del 17 de febrero al 25 de noviembre del 2025 un grupo transdisciplinario de académicos e investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) llevamos a cabo el proyecto ESIIC2025_TAP_05 con título “Una sola salud: contaminación microbiana en agua, su relación con organismos proveedores de servicios ecosistémicos y la percepción de los riesgos en la cuenca del Cahoacán”, con financiamiento de ECOSUR. Este proyecto estuvo interesado principalmente en la interacción con la cuenca del río Cahoacán por lo que vimos la posibilidad de realizar distintas investigaciones en las cercanías del ejido Manuel Lazos. Por tal, el objetivo general de esta investigación consistió en estudiar la microbiota (microorganismos) de animales y muestras ambientales, como estrategia para el monitoreo del equilibrio de la salud humana, de organismos proveedores de servicios ecosistémicos (plantas, animales, microorganismos, etc.) y la percepción de los riesgos de esta entre pobladores de la cuenca del Cahoacán.

Las tareas se organizaron tomando en consideración los preceptos definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), retomando la idea de “una sola salud”, este es un enfoque integral y unificador que tiene como objetivo lograr un equilibrio y optimizar la salud de las personas, aquí se incluye a todos los componentes de los ecosistemas como animales, plantas, microorganismos, el suelo, el agua, el aire entre otros. De acuerdo con la OMS, es importante identificar que existen vínculos estrechos e interdependientes entre estos campos por lo que adoptar esta postura permite a la población y a los centros de investigación establecer nuevos métodos de vigilancia y control de enfermedades.[1] Además, la OMS invita a los diversos actores sociales y políticos a observar sobre todo las actividades diarias que involucran a las tierras y sus usos, así como las características meteorológicas y los controles del agua para poder identificar a las enfermedades que afectan a las personas como el dengue y el paludismo. Se incluye el comercio de los animales silvestres y las enfermedades infecciosas que se puedan transmitir al ser humano conocidas como enfermedades de transmisión zoonótica.

Ante esta situación, el grupo de investigación realizó diversas labores entre las que también interesó la percepción local de los habitantes y de las personas en algún momento llegaron a bañarse en el río. Así mismo, se realizó una toma de muestras de agua para recolectar datos relacionados a parámetros físicos químicos, la obtención de ADN y la detección molecular de bacterias como la Salmonella y otras bacterias de interés médico que afectan a la sociedad. Cabe mencionar que muchas de estas labores aún se encuentran en proceso de análisis, por lo que se espera obtener el análisis final en los últimos meses de este año en curso. Al respecto, quienes escribimos esta nota consideramos que el proyecto es bueno en función de los datos que va a generar y no precisamente desde la perspectiva de quienes hemos trabajado directamente en este proyecto. Por lo que también es importante la participación de la sociedad en general, para que puedan formarse sus propias conclusiones, con respecto a la situación de los contaminantes en el agua del río.

LEE LA NOTA COMPLETA EN: https://www.chiapasparalelo.com/opinion/2025/11/academicos-de-el-colegio-de-la-frontera-sur-realizan-proyecto-transdisciplinario-sobre-contaminacion-microbiana-del-agua-en-soconusco/

El futuro del campo se escribe con ciencia participativa

María Consuelo Escobar Ocampo[1]

Durante décadas, la ciencia agrícola convencional impuso un modelo que vinculó la productividad con el uso de fertilizantes, plaguicidas y semillas mejoradas. Aquel paradigma, sostenido por la fe en el progreso técnico, prometió modernización y seguridad alimentaria. Hoy, sin embargo, sus frutos amargos son visibles: suelos agotados, pérdida de polinizadores, contaminación del agua y una desigualdad creciente entre productores y consumidores. El desafío actual ya no es discutir si ese modelo debe cambiar, sino cómo y desde dónde construir alternativas que garanticen justicia social y sostenibilidad ecológica.

Las respuestas no provienen de grandes corporaciones ni de laboratorios aislados, sino de los propios territorios rurales. En comunidades campesinas, cooperativas y ejidos del sur de México germina una ciencia distinta: una ciencia participativa que dialoga con los saberes locales, reconoce la experiencia de quienes siembran y valora la observación cotidiana como fuente de conocimiento. Se trata de una ciencia que se hace al pie de los cafetales, bajo la sombra de los árboles, donde mujeres y jóvenes mezclan memoria e innovación para regenerar sus ecosistemas y fortalecer su autonomía.

Ejemplo de ello es el proyecto CONECTA, impulsado con fondos del GEF a través del FMCN y FONCET, en la Reserva de la Biosfera El Triunfo (Chiapas). Ahí, ejidatarios y técnicos han fortalecido sus conocimientos y prácticas para mejorar los sistemas agroforestales de café y cacao, diseñado estrategias comunitarias de prevención de incendios y diversificado sus medios de vida. A través de talleres y recorridos de campo, la investigación se convierte en práctica viva, mostrando que la ciencia, cuando se construye desde el territorio, puede transformar realidades.

Estos procesos marcan una verdadera transición agroecológica: restaurar suelos, reducir agroquímicos, recuperar semillas nativas y reconstruir la soberanía alimentaria. No se trata de idealizar la vida rural, sino de reconocer que las comunidades agrícolas y forestales sostienen buena parte de los ecosistemas que regulan el clima y la biodiversidad. Cuando su conocimiento se articula con la investigación académica y recibe apoyo institucional justo, surgen soluciones concretas frente al colapso ambiental.

La agroecología no es un retorno al pasado, sino una apuesta por el porvenir. Requiere políticas públicas que reconozcan la investigación colaborativa, presupuestos que fortalezcan las capacidades locales y universidades que salgan del aula para trabajar junto a las comunidades. La ciencia no debe bajar al campo: debe brotar desde él. En un contexto de crisis climática global, apostar por la ciencia participativa es una urgencia ética y práctica. El futuro del campo —y del planeta— dependerá de nuestra capacidad de aprender colectivamente a cuidar la tierra que nos da vida.

  1. El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR)/Red de Difusión y Divulgación de la Investigaciones en Ciencias y Humanidades (REDDICH).

TEXTO PUBLICADO EN: https://www.lajornadamorelos.mx/opinion/ciencia-y-sociedad-5/

Trips, plaga significativa que causa daños a cultivos de mango

Los trips, insectos del orden Thysanoptera, constituyen plagas significativas que dañan los plantíos de mango, por lo que investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Tapachula, Chiapas, realizaron un estudio en dos plantíos de la variedad Ataulfo y encontraron un predominante de 613 de estos insectos por inflorescencia. 

Francisco Infante, investigador de Ecosur, dio a conocer lo anterior durante la charla virtual “Ecología y estrategias de manejo de los trips (Thysanoptera) en el cultivo de mango”, en el marco del ciclo de conferencias del Seminario Científico del Instituto de Biología y Ecología Aplicada (Inbioteca) de la Universidad Veracruzana (UV). 

Explicó que Frankliniella invasor fue la especie más abundante durante todo el ciclo de floración de ambos huertos, que registraron números estadísticamente similares, lo que sugiere que el uso de insecticidas sintéticos de amplio espectro no es efectivo para el control de trips, por lo que considera que es necesario recurrir a otros métodos. 

LEE LA NOTA COMPLETA EN: https://www.uv.mx/prensa/general/trips-plaga-significativa-que-causa-danos-a-cultivos-de-mango/

San Cristóbal de las Casas es sede del XVI Congreso de Fauna Silvestre

Con la presencia de investigadores, académicos y estudiantes de alrededor de 20 países de Sur y Centroamérica, este martes comenzó en San Cristóbal de Las Casas el XVI Congreso Internacional sobre el manejo de Fauna Silvestre en la Amazonia y América Latina.

Eduardo Naranjo, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), y presidente del comité organizador, explicó que el objetivo es “promover los espacios para tener un intercambio de experiencias relacionadas con el manejo y conservación de la fauna silvestre y proponer alternativas de solución, nuevas vías de estudio, pero sobre todo de manejo de los animales silvestres de nuestra región latinoamericana”.

Dijo que “un punto crucial es el intercambio de experiencias, no solo entre académicos, investigadores, estudiantes, sino entre manejadores que vienen de comunidades rurales de varios estados del país”.

Comentó que el congreso se realiza desde principios de los años 90 en países de América Latina y por primera vez tiene lugar en México, y en esta ocasión “hemos decidido dar un enfoque fuerte a la participación y liderazgo de las mujeres en el manejo de la fauna silvestre”, por lo que poco más de la mitad de los participantes, son mujeres.

La investigadora argentina, Melina Simoncini, presidenta de la Comunidad de manejo de fauna silvestre en América Latina (Comfauna), una de las instancias organizadoras del encuentro, dijo que los participantes asisten “con la convicción de que el conocimiento, el diálogo y la cooperación son herramientas poderosas para avanzar hacia un manejo responsable, ético y sostenible de nuestra fauna silvestre”.

Señaló que “nuestra región, tan diversa en paisajes como en culturas, enfrenta desafíos profundos como la pérdida de hábitats, los efectos del cambio climático y las desigualdades sociales que atraviesan nuestras comunidades, pero también contamos con una enorme fortaleza: la de nuestras redes, nuestros saberes y el compromiso de quienes trabajan día a día por conservar la vida en todas sus formas”.

Durante su participación en la inauguración añadió que “como mujer latinoamericana y como presidenta de Comfauna, he asumido con orgullo el desafío de fortalecer la colaboración y promover una mayor participación de las mujeres y de las comunidades locales en el intercambio de información y experiencias vinculadas al conocimiento, manejo sostenible y conservación de la fauna de nuestra región”.

Simoncini reiteró que “solo integrando todas las voces académicas, manejadores, estudiantes, instituciones públicas y privadas, organizaciones civiles y comunidades locales, lograremos construir soluciones más justas, inclusivas y duraderas”.

En entrevista posterior, afirmó que en este encuentro esperan “fortalecer una gran red que está formada básicamente por investigadores, académicos, estudiantes, comunidades y manejadores locales. Queremos fortalecer los saberes en pro de la conservación y el manejo de la fauna silvestre no solo en la Amazonía sino en Latinoamérica”.

Sostuvo que desde la Comfauna “se trata de alentar que los saberes científicos y los locales se unan en pro de la conservación y el manejo que significa uso y aprovechamiento, es decir, que podamos trabajar en pro de conservar y también utilizar la fauna silvestre.

Aseguró que este tipo de encuentros “buscan intercambiar contactos y saberes. Es tratar de que haya un intercambio entre pobladores locales y los académicos para ver posibles soluciones o de trabajar dentro de la conservación”.

Al inaugurar formalmente los trabajos que concluirán el próximo 14 de noviembre, el director de Ecosur, Antonio Saldívar Moreno, dijo que “todos y todas estamos conscientes de la importancia de organizar encuentros en los que podamos debatir, discutir y aportar elementos ante la situación tan compleja que estamos viviendo en esta región y en el mundo”.

Invitó a las y los participantes en el Congreso a que “podamos aportar ideas que contribuyan a la solución de las grandes problemáticas que se viven” en torno a la fauna silvestre.

NOTA PUBLICADA EN: https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/11/11/estados/san-cristobal-de-las-casas-es-sede-del-xvi-congreso-de-fauna-silvestre

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https://www.cuartopoder.mx/chiapas/inicia-congreso-de-fauna-silvestre-en-sclc/556865

Encuentro de fauna fue todo un éxito

Cientos de personas acudieron a la actividad titulada Fauna de Chiapas en el Museo de San Cristóbal (Musac).

“Con esta actividad buscamos que los niños, jóvenes y adultos vean a los animales desde otra perspectiva; que sepan cómo funciona el ecosistema y también sientan curiosidad y muestren más empatía por estos animales con los que compartimos en Chiapas”, dijo Natalia Castillo, quien realiza una estancia posdoctoral en El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).

Expresó que el objetivo fue “mostrar a la sociedad la fauna silvestre de Chiapas, observándola, sintiéndolos y despertando la curiosidad de las personas”.

Los organizadores colocaron mesas con animales disecados, fotografías o representados de otra forma e información sobre cada especie, al tiempo que personas conocedoras de cada animal (murciélagos, lagartos, peces, ratones, zorros, etcétera) estuvieron dando las explicaciones correspondientes a quien lo solicitara

Adriana Quiroga, coordinadora general de vinculación en Ecosur, dijo que llegó “mucha gente porque es una de las motivaciones principales, mostrar la fauna desde otra perspectiva que nos corresponde, que la sintamos cercana”.

NOTA PUBLICADA EN: https://www.cuartopoder.mx/chiapas/encuentro-de-fauna-fue-todo-un-exito/556611

¿Están de moda los roedores o solo los capibaras?

Desde hace unos años es muy común ver capibaras por todos lados y en diferentes presentaciones. Cabiparas peluche, capibaras llavero, capibaras para el pelo, capibaras mochila, capibaras en ilustraciones, capibaras en reels y en videos de TikTok. “Capibara, capibara, capibara, capibara” fue una canción pegajosa que aún se escuchaba en el verano de 2024 y que acompañaba multitud de reels. Incluso los autores del presente texto entraron en la fiebre por éste y compraron uno que otro capibara en esta profusión de artículos exhibidos en todos los puestos callejeros y establecidos de México. El fenómeno nos llevó a cuestionarnos varias cosas: ¿sabrá la gente que ese animal tan bonito y regordete que lleva en la cabeza, es en realidad un roedor?, ¿si lo supiera, lo llevaría? y finalmente, ¿están de moda los roedores o sólo los capibaras?

Los roedores, un orden de mamíferos que incluye a las ardillas, los puercoespines, las ratas, los ratones, las chinchillas, los hámsters, los agutíes y los tepezcuintles (los roedores más grandes de México) y desde luego, a los capibaras, es uno de los órdenes de mamíferos más abundante en el mundo, con alrededor de 2693 especies; lo cual significa que casi un tercio de todos los mamíferos descritos a nivel mundial, es decir 6753 especies, son roedores. Al tratarse de animales tan abundantes, hace sentido entonces que estén tan presentes en el imaginario colectivo.

Se tienen registros de que la humanidad empezó a convivir estrechamente con roedores, más concretamente con ratas y ratones comensales, desde hace unos 13,000 años, cuando nos volvimos sedentarios y empezamos a producir y almacenar grandes cantidades de granos para alimentarnos. Fue en ese momento que empezamos a ver de cerca a estos animales. Les hicimos fama de animales molestos y desagradables, pues se acercaban a comer nuestros granos y de paso, los ensuciaban. En esta cercanía tuvimos tiempo de observar detenidamente sus características: sus largas colas, sus redondeadas orejas, el movimiento de sus bigotes, sus largos dientes delanteros y, el comportamiento de “mordisquear” objetos, acción que en ocasiones delata su presencia al encontrar en nuestras casas cajas de cartón, bolsas o costales “mordisqueados”, e incluso, alimentos. Este “mordisqueo” es parte de su comportamiento biológico, pues los roedores rasgan objetos con la finalidad de desgastar esos dientes delanteros, llamados incisivos. A esa acción se le da el nombre de “roer”, palabra de donde deriva el nombre roedor.

Quizá esta “convivencia” tan cercana nos llevó a generar múltiples representaciones artísticas de estos animales. A pesar de tener esa fama de animales sucios y desagradables, muchas de estas representaciones muestran a roedores antropomorfizados, esto es, dotados de una forma, características y cualidades humanas, por lo que comúnmente las representaciones de roedores los pintan como juguetones y entrañables. De modo que antes de los capibaras, existieron los tiernos ratones dibujados por Beatrix Potter, una afamada ilustradora inglesa (1904), después vino “Mickey Mouse” (1928) célebre en EE.UU. y el mundo entero. Y México no se quedó atrás, también tuvo a su “Ratón Vaquero” (1963) que hasta hace unos años se bailaba en las escuelas primarias en la celebración del día de la madre, y a “Mimoso Ratón” (1980), un personaje de un programa infantil de televisión. También hay ratones que rebasan las fronteras de países como México, Argentina y Colombia, en donde los niños que mudan sus dientes de leche esperan que el “ratón de los dientes” les deje unas monedas a cambio de éstos. En España es el “ratoncito Pérez”, popularizado por un cuento de 1894 escrito por el rey Alfonso XIII y que tienen sus equivalentes en países como Francia, Reino Unido, Sudáfrica e India, aunque con variaciones en el nombre y figura asociada. “Remy, el chefcito” de la popular película Ratatouille (2007), que incluso ganó un Óscar, llevando un inspirador mensaje de perseverancia. Y la lista sigue, desde representaciones de roedores que cosen vestidos de princesas, ratones detectives, ratones que ayudan a elefantes o ardillas que son amigas y defienden sus bellotas.

Como vemos, parece que los roedores llevan mucho tiempo de moda o al menos, presentes en variadas representaciones artísticas. Una simple búsqueda en los archivos del Museo de Arte Metropolitano de Nueva York (The MET), que aloja uno de los mayores acervos de arte del mundo, lo confirma. La búsqueda con el término “rat”, arroja 229 obras, siendo las más antiguas una pieza procedente del siglo II, del Imperio romano y algunas piezas del año 206 en China, unas figuras de porcelana, bronce y jade que representan a unos ratones.

Los roedores en el imaginario colectivo no sólo han sido dotados de un carácter tierno, aventurero y gracioso, sino que también han sido usados para encarnar a personajes odiados por el sentir popular. Particularmente, el uso de la palabra “ratero” evoca a una rata que roba y así han sido representados en paredes, tiras cómicas y cartones políticos, muchos personajes de la política nacional e internacional. En la actualidad, algunas de las representaciones más famosas son aquellas de arte urbano del artista Banksy. Y es que justamente el arte sirve para eso, para representar el carácter de una persona o sus emociones específicas. En muchas ocasiones, permite al artista hablar de su contexto personal, histórico y social del lugar que habita, en ocasiones haciendo uso de alegorías.

En la literatura de conservación del ambiente, mucho se ha escrito sobre cómo el antropomorfizar a las especies, puede contribuir a su conservación. Tal acción ayuda a crear un lazo emocional con la naturaleza, promoviendo sentimientos de similitud y empatía con aquellos animales antropomorfizados, lo que ha demostrado funcionar mejor con infancias y que pudo haber pasado con el caso de los capibaras y su popularidad.

Los capibaras son animales que actualmente sólo viven de manera silvestre en Sudamérica (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela). En 2021, saltó a los medios de comunicación masiva la noticia de cómo los residentes de unos condominios asentados en unos humedales en Argentina, se quejaban de la presencia de estos animales, pues se habían adueñado de sus pasos peatonales y sus jardines. Esta noticia contribuyó a que los capibaras se volvieran virales. Muchos videos mostraban a esos grandes animales, aparentemente impasibles y de apariencia apapachable, como una especie a la que había que defender de la invasión de los humanos que se habían asentado en sus humedales. “¿Quiénes son los invasores?” rezaban algunas de las ilustraciones que se emplearon para hablar del conflicto que se dio en aquellos años entre los habitantes de los condominios y los capibaras. Dadas estas circunstancias, fueron luego enarbolados como un estandarte en la lucha contra la invasión de los espacios naturales.

Estas características, ayudaron a su viralidad, que elevó a estos roedores al estrellato en toda la internet, popularidad que subsiste hasta 2025. Sin embargo, todas esas características humanas, no las poseen los capibaras, que lo único que hacían era habitar en los humedales en donde se instalaron dichos condominios 20 años atrás. El auge repentino por estos roedores contribuyó a que internacionalmente se ejerciera una presión tal, que desembocó en la toma de medidas de mitigación para regular la explosión demográfica de los capibaras en dicho lugar. Como resultado, se dieron las condiciones para propiciar una sana y pacífica convivencia roedor-humano. Sin embargo, esta fiebre por los capibaras también los puso en riesgo, pues la gente pasó de querer tenerlos como peluches, a querer tener ejemplares vivos en casa o en espacios públicos como cafeterías, rompiendo así la barrera que debe existir entre la fauna silvestre y los humanos.

Un ejemplo más antiguo de esta antropomorfización ocurrió con las ilustraciones de Breatrix Potter, quien dibujó roedores realizando actividades como barrer, bordar, leer el periódico, preparando el té o dando un paseo por la campiña inglesa. No se puede demostrar que estas ilustraciones hayan tenido un impacto en la conservación de roedores; sin embargo, reflejan un conocimiento de la naturaleza e incidieron en las infancias de aquel momento para crear un vínculo emocional con ésta.

Entonces, dado este panorama, es posible que la gente si sepa que los capibaras son roedores y los porten gustosos porque ya ha habido un trabajo hecho por las redes sociales de “idealización” de este roedor. Trabajo que no se ha realizado para otras especies de roedores. Si bien es cierto que existen en el imaginario colectivo, aún persiste ese rechazo por su simple existencia, lo que no contribuye a su conservación. Conociendo los ejemplos que se han proporcionado, podríamos aprovechar el poder de las redes sociales para dar a conocer la diversidad de roedores que hay en México (alrededor de 244 especies) y hablar de su papel en la preservación de bosques y selvas. Probablemente, escoger una especie representativa por ecosistemas, al que dotemos de características tiernas, nos permita establecer n las infancias nuevas manera de apreciar la naturaleza que aún nos rodea.

Quizá es momento de poner de moda a todos los roedores y no solo a los capibaras. Quizá es momento de enfrentar los desafíos de la conservación de los ecosistemas usando nuevos enfoques, unos que busquen la empatía con especies poco carismáticas a través del arte.

Therya ixmana 4(2):120-122

https://mastozoologiamexicana.com

1El Colegio de la Frontera Sur. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México.

tapiaramglo@gmail.com

2Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, Unidad Mérida. Mérida, Yucatán, México. aharhon@gmail.com

*Autor de correspondencia

TEXTO PUBLICADO EN: https://www.cronica.com.mx/academia/2025/11/10/estan-de-moda-los-roedores-o-solo-los-capibaras/

Descubren nuevas especies de avispas gigantes

Un equipo de científicos ha descrito a dos nuevas especies de avispas gigantes del género Scolia, una en México y otra en Panamá, según un estudio publicado en la revista Neotropical Biology and Conservation.

Se trata de los nuevos hallazgos de este grupo en América en más de un siglo, lo que actualiza significativamente el conocimiento sobre estas llamativas avispas.

La primera de las nuevas especies, bautizada como Scolia bartletti, fue identificada en varios estados de México, como Chiapas, Oaxaca y Guerrero.

Los machos de esta especie, que miden entre 13 y 16 milímetros, se caracterizan por su coloración negra con manchas amarillas en el abdomen y, de manera crucial, por la forma única de sus genitales, con un parámero alargado y estrechado. Su nombre honra al entomólogo Óscar C. Bartlett por sus contribuciones al estudio de estas avispas en el continente.

Panamá

Por otro lado, Scolia albumtenebris fue descubierta en Panamá, específicamente en áreas como la Isla Barro Colorado y la reserva de Chucantí en Darién. Su nombre, que significa “blanco y oscuro” en latín, hace referencia a la mezcla distintiva de setas (pelos) claras y oscuras que recubren su cuerpo.

Esta especie presenta un patrón de punteado particular en el propodeo y, en el caso de los machos, una genitalicia con el parámero formando un ángulo de 90 grados hacia el interior.

La investigación fue liderada por Luis Damián Ramírez Guillén, estudiante de doctorado de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), en colaboración con los doctores Jorge L. León Cortés, también de Ecosur, y Armando Falcon Brindis, de la Universidad de Idaho.

El trabajo de estos investigadores, que incluyó la revisión minuciosa de especímenes en colecciones de México y Panamá, no solo amplía la lista de especies de Scolia en América a 14, sino que también proporciona una clave taxonómica actualizada para identificarlas, una herramienta esencial para futuros estudios.

NOTA PUBLICADA EN: https://www.cuartopoder.mx/chiapas/descubren-nuevas-especies-de-avispas-gigantes/556489

Todavía no hay acceso universal al agua

Chiapas representa el 2.6 % del área superficial de México, tiene alrededor de 6.6. millones de habitantes; sin embargo, aunque aporta el 30 % del recurso hídrico renovable anual presenta todavía, en algunas regiones, retos importante para garantizar el acceso al agua.

Lo anterior lo señaló René Alejandro Flores Estrella, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Unidad Tapachula, al acudir a impartir una ponencia al Congreso Internacional Soluciones desde la Ingeniería en la Universidad Autónoma de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach).

Plantean soluciones

En Ecosur se han realizado trabajos para plantear soluciones a algunos de esos problemas de acceso al agua, pero no únicamente desde la ciencia y tecnología sino que se trata de buscar la mejor tecnología a disposición de la sociedad, porque no cualquier alternativa puede ser aplicada en el contexto de Chiapas.

Dijo que en el tema del agua hay varias aristas políticas, sociales, culturales distintas en cada región, entonces cada problema y solución debe ser adaptada.

Plantas de tratamiento

En el caso de las plantas de tratamiento de aguas residuales, que se construyeron varias en distintos municipios y la mayoría quedaron inservibles, indicó que si bien sirven para mitigar los contaminantes y cumplir las normas, no toda la infraestructura puede ser aplicada.

El mayor gasto que genera una planta de tratamiento es su consumo de energía eléctrica, entonces una buena tecnología que consume gran cantidad de energía, a largo plazo será insostenible, porque requerirá mano de obra altamente calificada que no está disponible en todas las comunidades.

Como investigador, a través de su ponencia busca preparar a los próximos ingenieros para un futuro que no es solamente buscar y aplicar alta tecnología, sino saber adaptarla para solventar un problema, con bajo nivel de consumo de energía.

NOTA PUBLICADA EN: https://www.cuartopoder.mx/chiapas/todavia-no-hay-acceso-universal-al-agua/556374

Actividades humanas afectan selvas y bosques

La selva alta perennifolia es un ecosistema muy importante, se refiere a lo que se conoce comúnmente como bosques lluviosos. en Chiapas se encuentra sobre todo en la selva Lacandona, una de las regiones más biodiversas del país. No obstante, debido a la variabilidad climática y las actividades humanas se ha reducido de forma importante; en nuestro país quedan solo fragmentos desconectados entre ellos.

Estos ecosistemas, gracias a esa condición húmeda, albergan una gran diversidad de especies tanto de plantas como de animales. La vegetación de estas selvas y bosques ha sido afectada por las actividades humanas, manifestó Guadalupe Eugenia Zarza Franco, investigadora por México del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Unidad Tapachula.

Presencia humana

A pesar de que estos sitios son muy remotos y el acceso es muy difícil, el humano ha tenido un impacto; si bien ha sido factor para que no avance, cada vez se acerca más la urbanización y la transformación de los suelos.

Antrópodos

Se debe encontrar maneras de hacer inventarios de diversidad más rápido, porque “el problema que tenemos es que estamos perdiendo esta diversidad muy rápido, pero aún no terminamos de conocerla”.

Edycel Jordán Alvarado Robledo, estudiante de Doctorado en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable, explicó que los artrópodos, que son alrededor de seis millones de especies de organismos como langostas, cangrejos, arañas, ácaros, insectos, ciempiés y milpiés, cumplen una función clave en estos ecosistemas.

Son parte de las cadenas tróficas, pero también algunas especies son polinizadoras, gran parte de las especies forestales, arriba de un 90 %, requieren de estos, como los artrópodos. Otras especies intervienen en la salud de subsuelo.

La presencia y supervivencia de los artrópodos depende de la perturbación de la zona, para sistemas agroforestales, incendios o deforestación, algunos tratan de adaptarse y migran, pero muchos no sobreviven.

LEE LA NOTA COMPLETA EN: https://www.cuartopoder.mx/chiapas/actividades-humanas-afectan-selvas-y-bosques/555981

El peligroso incremento de perros y gatos de la calle | entrevista a Manuel Weber

Compartimos al entrevista que le realizaron a Manuel Weber Rodríguez, investigador de Ecosur en la Unidad Campeche, quien en el podcast Ciudadano Oropeza habló sobre las afectaciones que tiene el incremento desmedido de los perros y gatos callejeros para la salud pública, los riesgos por la seguridad humana, los efectos adversos para la conservación de otras especies y las incorrectas políticas actuales para su control.

https://www.youtube.com/watch?v=el1ruy570KU