El cambio de uso de suelo, la aplicación de plaguicidas y la contaminación del medio ambiente están afectando a las poblaciones de abejas, determinó el especialista en artrópodos y manejos de plagas y académico de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Daniel Sánchez Guillén. Recomendó seis acciones para proteger a estas especies.
Las acciones rondan en generar conciencia ciudadana, a través de la educación ambiental y el vínculo con la ciencia. También comprar productos socialmente responsables.
Además de restaurar el ambiente y construir refugios para las abejas; a la par, se deben socializar las acciones en pro de estas especies e involucrar a más personas, así como proteger a las abejas en situaciones que las dañan.
Por último, llamó a implementar leyes ambientales y políticas públicas basadas en la evidencia científica, para frenar el daño hacia estos insectos importantes para la vida de los seres humanos.
Situaciones de riesgo
Uno de los problemas más importantes se presenta en la agricultura y el uso de plaguicidas y agroquímicos, ya que están provocando que la polinización tenga complicaciones, lo que a su vez afecta a los apicultores.
Además, el cambio climático y su repercusión en el ambiente están generando que estos insectos que “no pueden regular su temperatura por sí solos, se esfuercen más para compensar el clima que está en el exterior, reduciendo su tiempo de vida”, advirtió.
El especialista detalló que las abejas ayudan a la conservación de los ecosistemas mediante la polinización, también aumentan la producción y calidad de algunos cultivos; además de ser una importante fuente económica, principalmente en Chiapas, pues se le considera uno de los principales productores de miel, tratándose de una actividad de la cual dependen miles de familias.
“Necesitamos proteger a las abejas y a la agricultura; una forma es cambiar las estrategias que causen menos daños a las abejas, para así armonizar la actividad apícola y la polinización con la protección de cultivos”, determinó el especialista.
El estado de Chiapas se posiciona entre los principales productores de miel a nivel nacional, generalmente ubicándose entre el quinto y sexto lugar, dependiendo del año, sin embargo, el cambioclimático de este año 2024, ha afectado la producción de miel al estresar a las plantas y provocar la disminución del néctar que utilizan las abejas para la producción de miel.
Al respecto, Omar Argüello Nájera, médico veterinario zootecnista y miembro del grupo de investigación “Abejas” de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) en San Cristóbal de Las Casas, en el marco del Día Mundial de las Abejas que se celebra cada 20 mayo, en conferencia de prensa dijo que existen preocupaciones para los productores de miel en la entidad.
l especialista explicó que el clima seco y caliente del año pasado ha tenido un impactonegativo en la producción de néctar, ya que las plantas con flor se encuentran en estrés y no producen néctar adecuadamente. Además, el cambio de uso de suelo y la urbanización también han contribuido a esta disminución en la disponibilidad de alimento para las abejas.
Esto resalta la importancia clave que tiene Chiapas en la producción de miel en México, consolidándose como una región destacada en este aspecto, también resaltó el papel crucial de las abejas en la polinización, tanto de cultivos agrícolas como de la vegetación silvestre, subrayando su importancia para el mantenimiento del equilibrio y los servicios ecosistémicos que brindan.
Finalmente, dijo que México es uno de los principales productores y exportadores de miel a nivel mundial, compitiendo principalmente en calidad. La baja en la producción de miel este año plantea desafíos importantes para los apicultores mexicanos, mientras que la importancia de las abejas como polinizadores es cada vez más evidente en la preservación de los ecosistemas naturales y la agricultura.
Por Elia Diego-García, investigadora por México en ECOSUR
El encuentro
Corría el año 2006, cuando apareció un reportaje en el periódico, se trataba de la descripción de una nueva especie de araña en México.
¿Una araña nueva?, ¿quién pierde el tiempo reportando eso?, dijo el Dr. Jef, quien era un médico que se encontraba escrupulosamente dedicado a encontrar la cura contra el dolor crónico que vivían muchos de sus pacientes. Así que no le dio importancia a este descubrimiento que, para colmo, se llevó a cabo lejos de su país natal en un lugar remoto al sur de México.
Varios años después, en una reunión de nuevos descubrimientos en medicina humana, Jef escuchó un seminario que refería a un caracol marino llamado Conus magnus, cuyo veneno había sido la fuente de un nuevo medicamento contra el dolor. Sí, un analgésico cuya actividad estimada era ¡1000 veces superior a la morfina!
Jef no lo podía creer. Se enteró que la clave para encontrar el medicamento era el estudio del veneno de este caracol. Maravillado, inició una nueva búsqueda de posibilidades y así supo que también el veneno de las arañas podía contener componentes útiles contra el dolor crónico y otras enfermedades humanas.
La lectura en el tema lo llevó a conocer que diversos grupos de investigación trabajan en la obtención de información sobre la morfología de las arañas, en la descripción de nuevas especies, identificación de genes, genomas, proteínas y los componentes del veneno. Todo ello, con la finalidad de entender el papel de estas moléculas, la diversidad y la evolución de los arácnidos y otros animales venenosos.
Una cosa llevó a la otra y entonces, Jef se encontró aquella publicación sobre la araña mexicana descrita por vez primera en 2006. Esta vez, el reportaje sí fue de su interés. Una araña descubierta en un manglar. Se trataba de Cupiennius chiapanensis. Como no sabía de anatomía de arañas, observó con curiosidad y todo detalle la vieja fotografía de la publicación y exclamó: ¡esta araña tiene labios rojos!
Araña de los labios rojos | Fotografía: Dra. Elia Diego
Las exploradoras
Jef emprendió un viaje a México. Su misión era encontrarse con esos científicos que estudiaban a la araña de los labios rojos y la esperanza de encontrar un nuevo medicamento para sus pacientes.
Después de 20 horas de viaje y dos vuelos, llegó a su destino, Tapachula, Chiapas, en el sur de México.
Al día siguiente, entró a un pequeño laboratorio de investigación científica en El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR). Dos puertas de vidrio le impidieron continuar su paso, por lo que se quedó mirando a través de la puerta transparente.
Jef se dijo así mismo: este laboratorio es muy pequeño, pero muy interesante. Había cosas que jamás había visto. Observó que un grupo de mujeres se encontraba revisando algunas cajas con especímenes de arañas y escorpiones.
Él nunca había visto mujeres manipulando arañas. ¡Que valientes!, dijo.
Una de las mujeres, salió a su encuentro, lo saludó y le dio la bienvenida.
Ellas dos son mis estudiantes -dijo la científica-, están ordeñando arañas para obtener el veneno para nuestra investigación.
El Dr. Jef se sorprendió.
Por favor, use esta bata y venga conmigo, le dijo la científica.
Jef miró una caja que le mostraron y exclamó, ¡es la araña de los labios rojos!
Elia sonrió y le dijo, sí, parecen labios rojos, pero las arañas no tienen labios, esos se llaman quelíceros y sí, son de un rojo intenso que hasta parece que se pintó esta mañana. En esos quelíceros rojos están los colmillos y glándulas que proporcionan el veneno.
Que bonita es, ¿no lo crees?
Jef no supo qué contestar.
La científica retomó la conversación. Otros científicos en Suiza han estudiado por años una especie hermana de araña llamada Cupiennius salei, ytienen evidencia de que el veneno de esa especie contiene 286 componentes, aunque apenas han caracterizado menos de la mitad, pese a sus recursos y grandes esfuerzos. Y terminó el encuentro diciendo: mañana por la mañana, mis estudiantes lo llevarán al manglar. Ellas son las exploradoras de mi laboratorio.
El manglar
A la mañana siguiente, el Dr. Jef se reunió con las estudiantes, un fotógrafo y un experto aracnólogo, conocido como taxónomo, quien se encarga de identificar las especies de arañas. Se involucra en la revisión de la morfología para tener certeza en la identificación de la especie a la que pertenecen cada espécimen. Esta actividad es una pieza clave en la investigación.
Después de dos horas de viaje, llegaron al manglar. Era la primera vez que Jef visitaba un ecosistema así, nunca había estado en un lugar parecido. Estaba muy emocionado. Pero, sin sospechar, fue atacado por los mosquitos. Esto no le gustó y se quejó.
Durante la travesía, se encontraron mosquitos atrapados en telarañas.
¡Se lo merecen!, les decía Jef.
Una de las estudiantes se rió y le dijo, las arañas regulan las poblaciones de mosquitos, esto es muy importante.
Mientras tanto, la otra exploradora le comentó, yo estoy analizando diversos venenos para encontrar componentes que pueden tener actividad tóxica en insectos, esto será la base para el diseño de nuevos bioinsecticidas.
¡Maravilloso! Dijo Jef con asombro.
El aracnólogo no se quedó atrás y le mostró a Jef diversas especies de arañas en el camino. Le aseguró que algunas de las arañas de Chiapas están en estos ecosistemas desde hace más de 20 millones de años. Lo sabemos por los ejemplares de arañas de fósiles en ámbar, le dijo. Tantos miles de años y apenas las estamos conociendo y describiendo.
Al caer la tarde, estaban de vuelta en el laboratorio de investigación. Todos regresaron cansados, pero contentos de haber completado la misión. A lo largo del día pudieron encontrar varios especímenes, pero, solamente cuatro arañas de quelíceros rojos.
La investigadora los recibió y celebró su regreso. ¡Bienvenidos!
Al ver las cuatro cajitas con cuatro arañas de quelíceros rojos, ella se alegró y dijo, mañana vamos a confirmar la identificación de las especies en la Colección de Arácnidos y después vamos a obtener el veneno en el laboratorio. Estos ejemplares ayudarán mucho en el desarrollo de nuestras líneas de investigación. Veremos qué secretos develamos más adelante.
Tal vez, dijo una de las estudiantes, entre los secretos de la araña de los labios rojos se puede encontrar la cura contra una enfermedad. Y claro, mi nuevo insecticida.
La otra estudiante replicó: yo creo que vamos a descubrir un nuevo componente antimicrobiano, no olviden que ya se encontraron compuestos que matan bacterias en otros venenos de arácnidos.
Jef se emocionó al escucharlas, casi olvidó lo cansado y picoteado que estaba por los mosquitos. Sonrió y moviendo la cabeza, aprobó la importancia de esas palabras.
Después, mientras tomaba un poco de agua, él se quedó en silencio pensando en sus pacientes y soñando con el potencial biomédico de las nuevas moléculas por descubrir.
Mayo de 2024
Notas
En la actualidad la Dra. Elia Diego y sus colaboradores realizan investigación sobre diversas especies y venenos de arácnidos en ECOSUR. Existen más de 50 mil especies de arañas en el mundo y se estima que hay cientos de especies por descubrir. Sin embargo, muchas de estas especies y sus ecosistemas desaparecerán antes de que los científicos las describan y analicen.
El Dr. Jef es un personaje ficticio que representa el interés y asombro de los nuevos exploradores, de los médicos y los científicos que colaboran desarrollando investigación sobre los venenos de arácnidos en México y el mundo.
Altas temperaturas, falta de oxigenación del cuerpo lagunar y la contaminación son los tres factores que debieron causar la Mortandad de peces en la reserva ecológica Laguna de las Ilusiones.
Lo anterior fue señalado por María Mercedes Castillo Uzcanga, investigadora del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), quien señaló que la combinación de estos factores han llevado que la fauna de este cuerpo lagunar muera.
Los resultados de estudios realizados indican que una baja concentración de oxígeno en el cuerpo lagunar provocó la mortandad, y cambios bruscos de temperatura; siendo la especie denominada “arenga” la fauna más afectada de laguna.
EXCESO DE ALGAS
La experta recordó que la laguna de Las Ilusiones presenta una etapa de eutrofización por excesos de nutrientes que recibe de las descargas de aguas pluviales o residuales.
Lo que ocasiona la producción descontrolada de algas fitoplanctónicas y provoca que luz solar no llegue al fondo del lecho acuático.
Para la investigadora de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Georgina Sánchez Ramírez, “es necesario cambiar la visión colonial, jerárquica y castrense de currícula de las carreras de medicina (…) hay que recordar que la medicina pertenece al área de las humanidades”.
La maestra en Población por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales recalcó que prevalece un “habitus médico” de jerarquía, donde el de arriba pisa al de abajo, cuando llegan con un paciente suelen “tratarlo con una chancla”.
Plática
“Creo que es muy importante cambiar esa curricular, como en países como Cuba o la mayoría de Europa, es una cuestión de recordar que la medicina es del área de las humanidades”, dijo en la plática “La salud en el Sur Sureste de México: retos y oportunidades”, por parte del personal del Ecosur.
La doctora en Sexualidad y Relaciones Interpersonales por la Universidad de Salamanca, sostuvo que es importante regresar a los sistemas de atención de medicina familiar o actualmente llamado grupos de convivencia, donde la principal apuesta es la prevención de las enfermedades.
Este sistema, dijo, es aplicado en naciones como Canadá, Suiza y Suecia, países que tienen “mucho mejores indicadores de salud y donde se hace un gran énfasis en la prevención, incluido en mejorar las condiciones adicionales de la población, como el acceso al agua de calidad o trabajar el tema de salud mental, que es la pandemia que se nos viene”.
Sugerencias
La integrante de la Sociedad Mexicana de Demografía agregó que los gobiernos y organizaciones deben voltear a ver a la academia, sus investigaciones y sugerencias para revertir los indicadores que tengan focos rojos en los temas de salud.
“Tenemos relativamente poco tiempo antes de que empecemos a perder años de vida; qué quiere decir: que empecemos a dejar de morirnos a los 76 o los 78 años, y empecemos a morirnos antes de los 70, como ya ocurre en algunos países de África y en algunas regiones donde la violencia narcotráfico está tremendo”, concluyó.
Algunos aspectos amenazantes para esta población son el uso de herramientas peligrosas punzocortantes, la maquinaria pesada en las parcelas y la exposición física a las inclemencias del tiempo
MARTHA GARCÍA ORTEGA *
En esa ruta hay un interés global por erradicar el trabajo infantil, sobre todo en nichos productivos donde las tareas son de alto riesgo, como las agrícolas y las agroindustriales, sectores que absorben al mayor número de NNA en el mundo: 98 millones, según la ONU. África encabeza la lista y México no se queda atrás.
Algunos aspectos amenazantes para esta población son el uso de herramientas peligrosas punzocortantes —como los machetes en su gran variedad—, la maquinaria pesada en las parcelas y la exposición física a las inclemencias del tiempo en terrenos de cultivos a cielo abierto, así como a los agroquímicos.
Una de las campañas mundiales abolicionista del trabajo infantil se focaliza en el cultivo de la caña de azúcar. México firmó un compromiso (2016) para incidir, ambiciosamente, en cerca de las 50 regiones azucareras nacionales. Aunque la sofisticada estadística productiva empresarial y oficial informa de lo suyo, nada se sabe, ni aproximadamente, sobre cuántos NNA están activos en los campos cañeros.
Niñas y jóvenes cañeras, un gran soporte laboral
Parece un error referir a las niñas o adolescentes mujeres en el trabajo del cultivo de la caña de azúcar. Sin embargo, aunque este mercado laboral se identifica como eminentemente masculino, la participación femenina es alta, como mano de obra en distintas edades, y es central en el eslabón de los servicios y en el sistema de cuidados, pero su contribución ha sido invisibilizada.
Las mujeres participan como productoras azucareras, así como en la siembra, corte, quema y fumigación de la caña, además de ser operadoras de maquinaria. En los servicios se encuentran como cocineras, ayudantes y distribuidoras y comerciantes de alimentos (refresqueras, taqueras, loncheras).
La zafra mexicana abarca las estaciones de invierno, primavera y verano en medios tropicales con temperaturas arriba de los 40 grados centígrados. Tal entorno desafiante resulta extremo por la precariedad de las condiciones de trabajo en donde los NNA desaparecen de las estadísticas por la estigmatización que tiene su presencia en los campos cañeros.
A los contextos de marginación y exclusión del mercado agroindustrial azucarero se suman los indicadores sobre la trata de personas al emplear a NNA. Sin embargo, los entornos socioculturales de tal inserción laboral son complejos, pues las lógicas familiares incorporan a sus miembros en un sistema de reproducción social multidimensional.
NNA son integrantes sistémicos de la fuerza laboral familiar que se emplea en los grupos de cosecha para el corte de caña de azúcar; donde se encargan de un amplio catálogo de tareas domésticas, de cuidados y comerciales. Ellas y ellos no tienen presente ni futuro en los modelos de escalafón social que se derivan de la educación formal y muchos jóvenes guatemaltecos tienen en la zafra mexicana una opción laboral.
Dignidad y bienestar
Las ocupaciones –asalariadas y no asalariadas– cubiertas por esta población deben ser revisadas a partir de las lógicas familiares, comunitarias y culturales, así como de sus condiciones sociales para asignar indicadores de bienestar. La abolición del trabajo infantil y la expulsión expedita dejaría en el limbo a cientos de NNA, que se insertan en este mercado laboral por causas como el abandono paterno, jefaturas familiares tempranas, servicios educativos fallidos, racismo, exclusión y violencia, ambientes locales que acrecentan otros peligros como adicciones, suicidio o reclutamiento por grupos de la delincuencia o el crimen organizado, por lo que es mejor que se les reconozca y se trate de mejorar sus condiciones, en lugar de sacarlos de este campo de trabajo.
Atender a NNA es lo menos que se puede hacer para resarcir los oprobios a miles de personas, así como emprender la atención en sus localidades de origen, en las zonas productoras y en otras que históricamente han dotado de la fuerza laboral a la cosecha de la caña de azúcar, entre ellas migrantes, originarias de pueblos campesinos e indígenas de México, Guatemala y Belice.
Sacar a los NNA del trabajo agrícola o del trabajo infantil -que dignifica y hace aportes para la economía de las familias- no es un derecho. Alcanzar la meta de trabajo digno va más allá de las voluntades políticas y trasciende el aporte de los productores de caña. El Estado mexicano sigue pendiente en sus compromisos internacionales y en deuda con los que menos tienen.
* Investigadora de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), mgarciao@aflores
Te invitamos a leer el número 5 de la revista Orale, en la que participa Lorena Ruiz Montoya, investigadora del Departamento de Conservación de la Biodiversidad, con el artículo “El límite arbóreo de la Malinche: el pino de las alturas y sus amenazas”, páginas 36 y 37.
Científicos e investigadores del Colegio de Frontera Sur (Ecosur) trabajan en el impuso del proyecto “Caudales ecológicos”, con el que se busca que los elementos naturales que intervienen en el ciclo hidrológico garanticen los ecosistemas riparios, ecosistemas acuáticos terrestres y costeros, toda vez que existe una mala disposición del agua y severa contaminación que presentan los ríos en Chiapas.
La investigadora de Ecosur Tapachula, Dulce María Infante, expuso que hay preocupación por estudiosos que coinciden en la necesidad de caudales ecológicos, que refieren a la idea del volumen y calidad de agua que se debe mantener en un río para conservar su funcionamiento y asegurar así el ciclo de vida de los organismos que lo habitan.
Dijo que el proyecto se basa en saber qué volumen de agua se necesita en las cuencas de los ríos, con el propósito de conservar ese ambiente en óptimas condiciones, y así poder recuperar las principales cuencas de la región Soconusco.
Señaló que el proyecto ya se lleva a cabo sin tener conclusiones en los ríos Cacaluta, que recorre los municipios de Acacoyagua, Acapetahua, Escuintla, Mapastepec y Siltepec; también en el río Huixtla y en río Margarita en Pijijiapan.
Detalló que hay necesidad de establecer requerimientos vinculantes de un caudal mínimo permanente en los proyectos de aprovechamiento hídrico, y así garantizar la seguridad hídrica; esto permite contar con el recurso en cantidad suficiente para abastecer de agua potable a las ciudades y a las comunidades rurales, así como el desarrollo de actividades de agricultura y otras productivas.
Investigadores en El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Chetumal, celebraron el “Día del Niño y la Niña” con una diversidad de actividades lúdicas con un grupo de menores de diversas escuelas de la capital del estado.
La mañana de este viernes, diversas áreas de Ecosur Unidad Chetumal se llenaron de las risas y alegría de un grupo de menores, quienes participaron en todas las actividades e interactuaron con varios investigadores de este centro público de investigación científica.
Los menores disfrutaron de un recorrido en el meliponario de Ecosur Unidad Chetumal, donde se divirtieron y aprenden sobre abejas mayas (meliponas), tocaron las abejas y saborear su deliciosa miel, cosechada de los peculiares panales de estas abejas.
También visitaron una exposición sobre el tapir amazónico (Tapirus terrestris): el arquitecto de la selva, en la que los investigadores les explicaron la gran importancia que tiene esta especie, pues su tránsito por los corredores biológicos influye notablemente en la estructura y dinámica de la vegetación.
Aprendieron que el tapir amazónico (Tapirus terrestris) es un excelente nadador y cuando está en peligro se sumerge y desplaza con mucha agilidad.
El equipo de investigación en El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Chetumal, les platicó sobre arañas y alacranes en la Península de Yucatán y los menores interactuaron con un muppet llamado “Dzimin”.
Recorrieron una exhibición sobre la importancia de los pastos marinos y sus aportes a los ecosistemas marinos, así como por qué es importante saber esta información, pues el lugar donde viven es una gran zona costera.
Finalmente, a través de un taller de pintura con acuarela hecha con pintura de extractos de plantas de la región, los infantes se divirtieron y plasmaron con dibujos todo lo aprendido y lo que más les gustó de la visita a Ecosur Unidad Chetumal.
El festejo concluyó con un convivio familiar y con la donación de útiles escolares para la niñez asistente.