Antonio Saldívar Moreno, director general interino de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) y Zaynia Andrea Gil Vázquez, secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGYP) del Estado de Chiapas, firmaron este 7 de marzo un Convenio Marco de Colaboración con el objetivo de establecer las bases, el mecanismo de colaboración y cooperación entre la SAGyP y ECOSUR, a fin de desarrollar programas, proyectos y actividades conjuntas en los sectores técnico-científico-educativo y de investigación en relación con el sector agropecuario y la caficultura en Chiapas.
Posterior a la firma del convenio se realizó un recorrido por las instalaciones de la Unidad San Cristóbal de ECOSUR para conocer el trabajo que se realiza en los laboratorios institucionales, en la Colección de abejas y abejorros, en el Laboratorio de Mieles y en el Aula Huerto LabVida.
En la firma del convenio también estuvieron presentes también por parte de la SAGYP, José Antonio Hernández Hernández, subsecretario de Agricultura y Ganadería y Laura Guillén González, jefa de la Unidad de Planeación.
Asimismo se contó con la presencia de Gabriela Orantes Chavarría, encargada de la Dirección General del Instituto del Café de Chiapas; Everardo Núñez Nuriulu, director de Capacitación y Asistencia Técnica del Instituto del Café de Chiapas; Erick Gómez Ramírez, coordinador del CITY CAFÉ; Daniel Alberto Velázquez Villareal, encargado de los Laboratorios de Tejidos, Suelos y Agua del CITY CAFÉ; y Erika Leonor Anguiano Álvarez, analista del Laboratorio de Agua y Suelos del CITY CAFÉ.
Por ECOSUR, Benigno Gómez y Gómez, coordinador de la Unidad San Cristóbal; Alma Beatriz Grajeda Jiménez, coordinadora General de Vinculación e Innovación; María del Rosario Domínguez Oseguera, responsable del Área de Contratos y Convenios; María Lorena Soto Pinto, investigadora del Departamento de Agricultura Sociedad y Ambiente; Cristina Guerrero Jiménez, responsable del Área de Vinculación de la Unidad San Cristóbal; Jesús Carmona de la Torre, responsable de la Unidad de Servicios; Miguel Ángel López Anaya, responsable del Laboratorio de Suelos y Plantas y Noé Samuel León Martínez, investigador del Departamento de Agricultura Sociedad y Ambiente.
En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el Laboratorio de Antropología Ambiental y Género de la Unidad Campeche coordinó el taller “De grande quiero ser…científic@”, en la Escuela Primaria 21 de marzo, perteneciente a la localidad Lerma, en Campeche, el pasado 14 de febrero.
El objetivo del taller realizado con estudiantes del 2o grado fue indagar la percepción de niñas y niños respecto a la actividad científica y la posibilidad de desempeñarse en esta actividad en un futuro. Primero se les cuestionó respecto a qué les gustaría ser cuando sean grandes. Los niños dijeron que les gustaría ser: empleado, policía, panadero, soldado, maestro, ingeniero, médico y bombero, en tanto que las niñas mencionaron: médica, maestra, ginecóloga, pintora, repostera y veterinaria.
En un segundo momento, se realizó una presentación para explicar al público qué es ciencia y se les describió cómo una persona hace ciencia siguiendo los pasos del método científico. Después, se les solicitó dibujar como se imaginan una persona que se dedica a hacer ciencia. De 25 niñas y 24 niños que participaron, se obtuvieron 44 dibujos, de los cuales 21 representaban varones científicos y 13 mujeres científicas.
Se preguntó a las niñas y niños si querían conocer a personas que se dedican a la ciencia. Al unísono gritaron que “sí” y, tras un breve momento, procedieron a entrar a ambos grupos mujeres que se dedican a hacer ciencia en ECOSUR. Las científicas participantes fueron Griselda Escalona Segura, experta en aves y mamíferos; Adrian Núñez Díaz, experta en biología marina; Natalia Labrín Sotomayor, experta en conservación y uso sustentable de recursos fitogenéticos, metagenómica y diversidad genética en especies forestales tropicales; Sara Berenice Balán Zetina, experta en la fauna bentónica que vive en los océanos y Viridiana Jiménez Posadas, experta en temas de autosuficiencia y seguridad alimentaria.
Cada científica realizó una breve presentación con su nombre, su tema de investigación, describiendo como hace su trabajo y la utilidad de lo que investiga. También mencionaron lo que más les gusta de su actividad y sus motivaciones para ser científicas.
Posteriormente, los niños y las niñas pudieron acercarse a cada científica, conocer y tocar sus herramientas de trabajo, así como conversar con ellas. Se concluyó la actividad explicando que el taller se llevó a cabo en el contexto del Día Internacional de la mujer y la niña en la ciencia. Una fecha que busca visibilizar a mujeres científicas que sirvan de inspiración para generaciones más jóvenes. Finalmente, se tomó una foto grupal con las y los estudiantes de cada salón. Cabe resaltar que, para la realización de este taller, se contó con la colaboración del estudiantado del curso “Métodos para el estudio de la interacción ser humano ambiente” de ECOSUR, quienes realizaron observación participante como parte de sus ejercicios de clase.
La tabasqueña Esperanza Tuñón Pablos, Doctora en Sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), investigadora emérita en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y fundadora del Centro de investigación del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), unidad Villahermosa en 1995, desde el ámbito académico ha empoderado a la mujer.
A través de su trabajo de investigación el concepto ha encontrado una forma más para desarrollarse, fuera del significado que pueda mostrar un texto especializado. Para entender cómo ella ha tocado este término, es necesario conocer de dónde surge.
Al escuchar empoderamiento de la mujer, probablemente lo relacionemos con la libertad, y en muchos casos, sino es que en todo, tenga implícita la palabra. El alcance del concepto, desde su origen en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, 1995, toca la igualdad de género, tanto en el plano social como empresarial.
Esperanza Tuñón y su relación con el empoderamiento de la mujer
La relación de ambos se reflejó en las palabras de Sandra Ojiambu, CEO del Pacto Mundial de Naciones Unidas: “La evidencia es clara: cuando las mujeres están empoderadas, todos se benefician”.
Lo expresado encuentra sentido en el quehacer de Esperanza Tunón, al escribir un libro, publicar un artículo en una revista de divulgación científica, colaborar en una investigación, entre otros productos de este tipo, porque hay un beneficio, un aporte a la sociedad o a cualquier campo del conocimiento, sólo basta con reinterpretar lo que ella razonó, escribió y finalmente plasmó en un documento.
Primera investigadora tabasqueña nivel III
Uno de sus éxitos, pero no el único, fue, el ser la primera mujer científica en Tabasco, en lograr el nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI). El cual, debe estar sustentado en una trayectoria de excelencia y aporte del conocimiento científico y formación de nuevas generaciones académicas, según la página diputados.gob.mx.
Logros y éxitos, dos palabras que han estado implícitas en su trayectoria como catedrática e investigadora, y el sitio see.unam.mx, muestra su labor en favor del conocimiento:
Logros
Investigadora Titular C de tiempo completo de tiempo completo en el Colegio de la Frontera Sur, en el Departamento de Salud, Equidad y Desarrollo
Ganadora del Premio Anual 1997 al desarrollo Institucional de Ecosur
Ganadora de la Medalla Gabino Barreda, otorgada por la UNAM en 1993
Primer lugar, en el Primer Concurso de Tesis Sobre la Mujer, otorgado por el Programa de Estudios de la Mujer, UNAM
Premio a la Mejor Reseña de Historia 1981, otorgado por el Comité Mexicano de Ciencia Históricas
Además cuenta con un amplia trayectoria en publicaciones. Algunos libros son: Jóvenes Mexicanos del s. XXI. Encuesta Nacional de Juventud 2000. Tabasco, con Ramfis Ayús, Instituto Mexicano de la Juventud, México, 56 pp.
Las Mujeres en Tabasco. Diagnóstico sociodemográfico y de salud de las mujeres en Tabasco (coord), ECOSUR-Instituto Estatal de las Mujeres, México, 381 pp.
Actores y realidades diversas. Investigación y Debates en la Frontera Sur (ed. con Hugo Angeles, Laura Huicochea y Antonio Saldivar), ECOSUR-COESPO Chiapas, México, 376 pp.
En general, sus líneas de investigación abordan los temas de migración, salud sexual y reproductiva, empoderamiento de las mujeres y proyectos productivos, y ha publicado ocho libros, más de 250 artículos y capítulos de diversos libros.
En una investigación que realizamos con mujeres indígenas en la UT Calakmul se encontró que la interrupción escolar universitaria responde a múltiples factores y se construyen a lo largo de la trayectoria escolar
LANDY RAFAEL RIVEROS * Y DORA ELIA RAMOS MUÑOZ **
Las mujeres indígenas sufren violencia institucional cuando no se les garantiza el acceso a los servicios públicos y programas sociales con pertinencia cultural.
En México apenas el 0.9% de la de población hablante de lenguas indígenas mayor a 24 años ha completado tres años de educación superior (INEGI 2019) y no existen datos desagregados por sexo o región.
En el municipio de Calakmul, Campeche, solamente el 4.2% de la población de 15 años y más tiene educación superior, lejos del 21.6% nacional (INEGI 2021). Dicho porcentaje se explica a partir de un contexto territorial que fue colonizado en los últimos 50 años y donde la primera universidad (Universidad Tecnológica de Calakmul) se creó apenas en el 2015. Si bien esto representa una oportunidad, las estudiantes calakmulenses interrumpen su trayectoria escolar en un 41% en la UT Calakmul, la principal institución de educación superior del municipio.
Para comprender las situaciones que propician la interrupción escolar universitaria es necesario visualizar el contexto socioeconómico que viven las y los habitantes de Calakmul. Su composición étnica es diferente a las zonas centro y norte del estado de Campeche donde predomina el pueblo maya. Las localidades de Calakmul son pluriétnicas, producto de la inmigración de familias campesinas de más de 20 estados de la República Mexicana, principalmente de Chiapas, Tabasco y Veracruz. Debido a esto, el 26% habla alguna lengua originaria (ch´ol, tseltal, maya y tsotsil) mientras que el 68% se autoadscribe como indígena (INEGI 2021).
Además, es el municipio del estado de Campeche con el mayor porcentaje de población en situación de pobreza con el 83% y el segundo con el más alto porcentaje de personas en pobreza extrema con 30.3%, ambos por arriba de la media nacional. Las principales carencias sociales encontradas en el municipio son “carencia por acceso a la seguridad social”, “carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda” y “carencia por acceso a la alimentación” (Coneval 2021).
Brecha salarial en Campeche es del 35%
En Campeche, la brecha de género demuestra que falta mucho por hacer puesto que las mujeres perciben ingresos 35% más bajos en comparación con los hombres y 68% menos si hablan alguna lengua indígena. En este contexto, la educación superior es su oportunidad para cambiar su calidad de vida, ya que las mujeres con una carrera profesional llegan a percibir salarios superiores en un 57% respecto a las que cuentan con estudios de preparatoria (INEGI 2020).
En una investigación que realizamos con mujeres indígenas en la UT Calakmul se encontró que la interrupción escolar universitaria responde a múltiples factores y se construyen a lo largo de la trayectoria escolar. Las mujeres indígenas sufren violencia institucional cuando no se les garantiza el acceso a los servicios públicos y programas sociales con pertinencia cultural.
Al respecto una de las colaboradoras señaló “si nos decepcionamos, porque no es que sea culpa del gobierno que uno esté en las condiciones que esté ¿verdad? Pero, así como nos pasó a nosotros le pasa a la mucha gente, porque simplemente mi mamá no pudo entender muchas cosas porque no hablaba español, solamente ch´ol, entonces ella no sabía las cosas que se tenían que hacer, por ejemplo -hay que firmar- y ella no sabía hacerlo ni sabía dónde está el nombre o si tenían alguna actividad que hacer. Sin embargo, a las instituciones eso no les importa y simplemente si no vas te dan de baja, ya ni pelear, porque no podíamos hacer nada”-GY, 25 años. A esto se suma la violencia del sistema educativo al no brindar educación intercultural en la lengua materna y al no diseñar planes de estudio conforme a la visión del presente y futuro de los pueblos que habitan el territorio.
Para acceder a la universidad, las mujeres indígenas tienen que solventar sus gastos por lo que combinan el estudio con el trabajo, sin embargo, los horarios escolares no son flexibles ante este tipo de realidades y además no pueden confiar en las becas por ser inestables o porque llegan tarde. Otra de las causas directas de interrupción escolar son los embarazos no deseados, consecuencia de la ausencia de educación integral en sexualidad, además que el espacio educativo no está diseñado para que las estudiantes puedan combinar la maternidad con sus actividades escolares. En relación a eso, una colaboradora indicó “Me puse triste porque dejé la escuela porque me embaracé, no porque quise y dije que tal vez no iba a poder con los dos“–SN, 22 años.
En un entorno precarizado las jóvenes sienten estrés, cansancio y frustración durante su paso por la universidad que se refleja en su salud física y emocional. Una de las mujeres indicó “Pues fue ahí, hasta el punto donde mi cuerpo dijo hasta aquí, ya no puedo más, siento que me colapsaba porque era demasiado el trabajo, más que el estudio, pero también de parte de la universidad. No solo te dejan una investigación, te dejan un sinfín de tarea para el día siguiente, entonces yo traté de cumplir con algunas tareas, pero en el proceso mi cuerpo se colapsaba, yo me quedaba dormida y ya no, me llegué a irritar bastante al punto de que dije -saben que hasta aquí llegué, me estoy matando sola, con la pena, no puedo más-. Aunque yo quisiera, pero ya mi capacidad para seguir estudiando no me da, ya no puedo” –GY, 25 años.
Ante historias como estas, el 8M es una oportunidad para poner en la agenda pública las situaciones que seguimos atravesando las mujeres indígenas de Calakmul y de cualquier parte del país. En la medida que pensemos la educación superior de manera integral, contemplando aspectos culturales, de género, emocionales, económicos, el anhelo de las mujeres indígenas de retomar sus estudios en este país será una realidad. Sólo así el ciclo se romperá y las mujeres se convertirán en la primera generación en su familia con educación superior.
* Egresada del posgrado de ECOSUR (landy.rafael@posgrado.ecosur.mx)
El sur del estado cuenta con sitios naturales excepcionales, que pueden ser propuestos para ser declarados Patrimonio de la Humanidad, compartiendo las bellezas de Bacalar y la Bahía de Chetumal, señaló el investigador Juan Carlos Alcérreca Huerta.
El Doctor en Ingeniería con especialidad en ríos y costas en El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Chetumal, señaló que Bacalar cuenta con la Laguna de los Siete Colores, los cenotes y estromatolitos, a lo que se suman los recién encontrados agujeros azules en la Bahía de Chetumal, entre estos, el Taam Ja´, el segundo agujero azul más profundo del mundo.
“Hay que checar por supuesto los criterios y lineamientos que se deben de cumplir, pero debemos de pensar en algo que sea un patrimonio de la humanidad y eso nos colocaría en otro ámbito a nivel mundial”.
Precisó que el ser declarado como Patrimonio de la Humanidad ayudaría a aprovechar los fondos que existen para la conservación y a equilibrar el aprovechamiento y explotación pero con una conciencia ambiental.
“Platicando de todo lo que han generado las últimas investigaciones en la Bahía de Chetumal, acompañados siempre del conocimiento de la comunidad, pensar en el desarrollo, por la riqueza que existe en esta zona y empezar por un área de Patrimonio de la Humanidad”.
Buscan el desarrollo de las comunidades
El doctor Alcérreca Huerta agregó que no se puede pensar en un mismo esquema de desarrollo turístico como en el norte del estado, sino en uno que se alinee al desarrollo de las comunidades, a la cultura de la región y al conocimiento local así como a la gastronomía, acompañado de las bellezas naturales, cultura histórica y arqueología.
“Tenemos la punta de lanza para abrir un esquema y no solo pensar que pueda ser la zona del sur del Caribe mexicano, también compartimos muchas características con el país vecino de Belice”.
Enfatizó que no es algo que suceda de la noche a la mañana, es un esfuerzo que tiene que ir creciendo, pero que permite un diferente esquema de crecimiento y de oportunidad, pero sobre todo el aprovechamiento que permita la conservación y beneficio que la sociedad busca.
Recientemente investigadores en Ecosur Unidad Chetumal dieron a conocer el descubrimiento de tres agujeros azules en la Bahía de Chetumal, el Taam Ja´, el segundo más profundo del mundo, así como el Lool Ja´ y el Ch´och Ja´.
Nuevo titular interino de Ecosur asume la dirección general del Centro Público de Investigación coordinado por Conacyt este 1° de marzo.
Sustituye a María del Carmen del Pozo de la Tijera, quien dirigió la institución durante los últimos cuatro años.
Mediante la atención de problemáticas ambientales, económicas, productivas y sociales, Ecosur impulsa el desarrollo tecnológico para la conservación de la biodiversidad regional.
La directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez-Buylla Roces, designó a Antonio Saldívar Moreno como nuevo director general interino del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), quien inicia funciones a partir de este miércoles 1° de marzo.
Antonio Saldívar posee vasta experiencia en investigación y toma de decisiones en los sectores humanístico, científico, tecnológico y de innovación. Se ha desempeñado como director de Posgrados del Conacyt en la presente administración y, recientemente, desempeñaba funciones como investigador en Ecosur.
El nuevo director general de Ecosur, Centro Público de Investigación (CPI) coordinado por Conacyt, sustituye a María del Carmen del Pozo de la Tijera, quien presentó renuncia el pasado 28 de febrero. La investigadora fue designada directora general el 8 de abril de 2019, realizando amplias aportaciones al desarrollo de este centro.
El Conacyt reconoce y agradece el trabajo de María del Carmen del Pozo, al dirigir diversas actividades que han contribuido al fortalecimiento del Ecosur, mediante la promoción de acciones de articulación con otros centros públicos en favor del bienestar regional.
El Ecosur promueve la integración de México a la región de la frontera sur, Centroamérica y el Caribe. Mediante la atención de problemáticas ambientales, económicas, productivas y sociales, impulsa el desarrollo de tecnologías y estrategias que contribuyen a la conservación de la biodiversidad, generando conocimientos y formando personas con alto rigor académico.