El 14 y 15 de mayo se llevará a cabo el 1er. Coloquio Internacional “La maternidad será deseada o no será: logros y retos en el camino”, en las instalaciones de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
El coloquio busca ser un espacio de interlocución entre la academia y la sociedad interesada en el tema de la maternidad y en el derecho de las mujeres a decidir la interrupción de un embarazo.
Habrá seis mesas de trabajo: la lucha por la despenalización en Chiapas, la lucha por la despenalización nacional, acceso a interrupciones seguras y legales (aplicación de la NOM-046 y otras causales, el papel del sector médico, otras formas seguras de interrumpir (desmedicalización), y acompañantes y activistas.
La fecha límite de recepción de resúmenes para participar como ponente es el 3 de abril. El evento que es organizado por Georgina Sánchez Ramírez y Juan Carlos Velasco Santos, investigadora y técnico académico de ECOSUR; Suzanne Veldhuis y Gabriela Martínez.
¡La entrada es libre!
Más información: Juan Carlos Velasco Santos, jvelasco@www.ecosur.mx Tel. 6749000 Ext. 1503
El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) participó en la primera Reunión Ordinaria del Comité Estatal de Información Estadística y Geográfica de Chiapas (CEIEG), cuya misión es sistematizar la información estadística y geográfica oficial para atender las necesidades de los usuarios de los sectores público, social y privado, en concordancia con el Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica (SNIEG).
En el encuentro se hizo mención del valioso aporte de la información geográfica de las coberturas a detalle de vegetación y usos de suelo del estado de Chiapas que genera el Laboratorio de Análisis de Información Geográfica y Estadística de ECOSUR, pues permite a diferentes dependencias gubernamentales del estado de Chiapas generar y ejecutar políticas públicas.
A través del Sistema Estatal de Información Estadística y Geográfica, la sociedad chiapaneca y el gobierno disponen de información estadística y geográfica oportuna, actualizada, organizada y estructurada sobre la situación real del entorno económico y social de la entidad.
La reunión se celebró a finales de enero en las instalaciones de la Coordinación Estatal de INEGI en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) participará en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM) en su edición 41 a celebrarse del 20 de febrero al 2 de marzo en su incomparable sede, el Palacio de Minería.
La FILPM es organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México a través de la Facultad de Ingeniería y cuenta con el apoyo de importantes dependencias universitarias; de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana; de la Secretaría de Cultura, así como del Gobierno de la Ciudad de México.
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Las mujeres y la sombra del amor. De enamorarse como siempre a amar como nunca
Departamento Ciencias de la Sustentabilidad, Unidad Campeche.
Desde hace cinco años, cada 11 de febrero, se conmemora el “Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia”, proclamado por la ONU con el fin de romper la brecha de género y promover el acceso y la participación plena y equitativa de mujeres y niñas en el mundo de la ciencia y la tecnología, lo cual resulta esencial para el desarrollo humano.
El Laboratorio de Antropología Ambiental y Género, de la Unidad Campeche, gestionó la realización de una serie de entrevistas en el programa de radio “Controversias”, de Núcleo Comunicación del Sureste, con jóvenes a las que estamos acompañando en su formación como científicas y que se han involucrado en alguna de nuestras actividades de difusión y divulgación de la ciencia como el “Pasaporte al Camino del Conocimiento Científico”, el “Taller de Ciencia para profes” o que se están formando en nuestro posgrado o realizando una estancia posdoctoral.
Estas cuatro mujeres compartieron los motivos que las llevaron a interesarse en la ciencia, sus expectativas y los retos que han enfrentado para formarse como científicas. A través de sus mensajes, ellas esperan ser aliento y motivación para que más niñas y mujeres decidan elegir la ciencia como una opción de vida.
María José Victoria Mora, campechana. A los nueve años comenzó a participar el programa infantil “Pasaporte Camino al Conocimiento Científico”, al cual asistió durante tres años, y en su adolescencia entró al Primer Taller de Ciencia para Jóvenes Campeche. Estudió la licenciatura en Biología, con especialidad en Biotecnología, y actualmente está en proceso de concluir su tesis. Considera importante la existencia de programas y talleres que acercan la ciencia a niñas y niños, pues aunque le llamaba la atención los animales marinos y estudiarlos, sin este tipo de programas, no hubiese estado en sus opciones escoger la carrera de Biología. Para ella ha sido fundamental el respaldo de sus padres y su mentora, la doctora Norma Laura Rodríguez Ávila (Instituto Tecnológico de Chiná), quien la ha guiado y alentado a amar la ciencia.
Triana Arguedas Álvarez, mexicana que ha residido la mayor parte de su vida en Florida, Estados Unidos. Estudió la licenciatura en Comunidades Marinas y Conservación en la Universidad de Florida del Norte, donde contó con el impulso del profesor Jim Gelsleichter, quien la invitó a un curso de monitoreo de tiburones e impulsó sus habilidades en esa área. Actualmente cursa sus estudios de maestría en ECOSUR, donde investiga la historia de la pesquería del tiburón toro en el Atlántico mexicano.
Cindy Rivera Dzib, campechana. Ingeniera Ambiental por el instituto Tecnológico de Campeche (ITC). Tiene una maestría en ciencias, con especialidad en Biología Marina por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN, Unidad Mérida. Participó en el 2o. Taller de Ciencia para Profes Campeche, el cual le motivó para iniciar sus estudios de Doctorado. Actualmente cursa el segundo año del doctorado en Ciencias de la Sustentabilidad y su tema de interés es la acidificación de los mares mexicanos. Su padre y el Ing. Manuel Reyes, del ITC, fueron figuras importantes que la respaldaron para salir de su lugar de origen y encaminarse a una carrera científica.
María del Rosario Reyes Santiago. Originaria de la región mixteca del estado de Oaxaca. Tuvo la fortuna de residir en la ciudad de Oaxaca, acceder a diferentes niveles educativos y comenzar una carrera científica en el área de las Ciencias Sociales. En los inicios de su formación académica, le interesó conocer cómo las personas se organizan para la producción, por lo que cursó la Licenciatura en Administración de Empresas. Esto la llevó a su vez a interesarse en las actividades productivas y el desarrollo sustentable de las regiones. Estudió su maestría en Ciencias en Desarrollo regional y Tecnológico y su Doctorado en Ciencias en Conservación y Aprovechamiento de Recursos Naturales, lo cual le permitió integrar los conocimientos de región, empresa y sustentabilidad en una tesis sobre Eco-innovación en el sector hotelero de Oaxaca. Actualmente realiza una estancia posdoctoral en el Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad en ECOSUR-Unidad Campeche como parte del Programa de Estancias Posdoctorales para Mujeres Indígenas en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas CONACYT-IDRC-CIESAS, bajo la dirección de Dolores Molina Rosales, investigadora de ECOSUR. Se encuentra al frente del proyecto “Capacidades comunitarias para un turismo sustentable en la mixteca alta de Oaxaca”, con el que se busca que las comunidades de la mixteca alta oaxaqueña mejoren el aprovechamiento de sus recursos participando en iniciativas de turismo sustentable.
El programa se podrá escuchar en línea el sábado 15 de febrero a las 10:00 a.m. en la estación de radio 102.7 FM de Campeche (KeBuena, http://ncscampeche.com).
Un equipo de científicos del Cinvestav y Ecosur Campeche identifica y mide los mayores desafíos a que se enfrenta la biodiversidad del Golfo de México.
La pesca de arrastre intensiva está provocando la degradación de los fondos marinos del Golfo de México, de acuerdo con investigadores del Cinvestav Mérida y Ecosur Campeche, que le han puesto rostro, nombre y peso a las mayores amenazas para la estabilidad de estos hábitats de vital importancia.
Los científicos señalan que además del impacto de las actividades humanas, los organismos que habitan este frágil ecosistema tienen que soportar los efectos del cambio climático, con el aumento de las temperaturas y la acidificación del agua, que absorbe más CO2 del que puede tolerar.
Otras amenazas cuantificadas son el tránsito de embarcaciones y el incremento de la frecuencia e intensidad de huracanes y tormentas. “Pero de todas, el arrastre por actividades de pesca es la que genera mayor riesgo para la vida en los sedimentos del Golfo”, comenta el Dr. Daniel Pech Pool, coordinador del estudio.
Enmarcado en el CIGoM (Consorcio de Investigación del Golfo de México), el proyecto más importante en la historia de la ciencia en el país, el estudio de los fondos marinos tiene como objetivo conocer tanto los organismos que viven en esos ecosistemas (de 15 a 3,600 metros de profundidad) como las características de los sedimentos: tipo, tamaño de grano y contenido de materia orgánica.
Tan sólo en el fondo de la plataforma de Yucatán se han registrado más de 1,400 especies de invertebrados bentónicos, de los cuales es probable que 2% sean nuevas especies para la ciencia, es decir, que nunca nadie las había encontrado y descrito, y 0.1 % especies no nativas, que a lo largo de los años han llegado y se han establecido en la zona, señala el Dr. Pech, coordinador de la Unidad Campeche del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y responsable del laboratorio de Biodiversidad Marina y Cambio Climático (Biomarca).
Una investigación realizada en el sureste de México, y cuyos resultados se publicaron en Biological Conservation, documentó que en las parcelas en donde se usan sistemas agrícolas tradicionales, y que están rodeadas de paisajes forestales, se mantiene la diversidad de abejas silvestres.
En la Península de Yucatán, sin embargo, se expande la agricultura intensiva que, de acuerdo con las evidencias del estudio, pone en riesgo a por lo menos la mitad de las especies de abejas que existen en la región.
¿Cuántas especies de abejas conoces? Tan solo en la Península de Yucatán, en el sureste de México, es posible encontrar 200 diferentes tipos de abejas. La mayoría son solitarias, otras forman colonias por temporadas. Algunas hacen sus nidos bajo el suelo. Hay otras que no tienen aguijón y también aquellas que no producen miel. Esta diversidad corre el riesgo de perderse si continúa la expansión de la agricultura intensiva.
Un estudio realizado en el municipio de Hopelchén, Campeche, y cuyos resultados se publicaron en agosto pasado en Biological Conservation —una de las revistas científicas con mayor prestigio en temas de conservación de la biodiversidad— aporta más elementos para señalar que los sistemas agrícolas intensivos, aquellos que apuestan por un solo cultivo y que dependen del uso de agroquímicos, son un gran riesgo para los polinizadores y, en especial, para garantizar el futuro de muchas especies de abejas y, por lo tanto, de la biodiversidad del planeta.
Otros estudios realizados en climas templados —Estados Unidos y Europa— ya habían alertado de los impactos de la agricultura intensiva en los polinizadores. La investigación realizada en Hopelchén, Campeche, es una de las primeras que se realiza en el trópico, región que cuenta con una gran diversidad de abejas silvestres. Tan solo en México se calcula que existen más de 2000 especies.
El 22 de enero se realizó un encuentro entre personal directivo de la Unidad Villahermosa de ECOSUR y de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH-subsede Reforma) con el propósito de sentar las bases para el trabajo interinstitucional y el intercambio de experiencias.
Durante el encuentro, se expusieron las principales necesidades y fortalezas de ambas instituciones, con lo que se lograron identificar los intereses comunes que darán paso a la coordinación de actividades de manera conjunta.
Se propuso realizar a corto plazo, un foro para que investigadoras e investigadores de ECOSUR presenten a la comunidad de estudiantil y docente de la Facultad de Ingeniería de la UNICACH-subsede Reforma los proyectos de investigación que actualmente realiza el Colegio en Tabasco. Asimismo, se acordó realizar más adelante la asistencia de personal académico y estudiantes de la Universidad al Foro “ECOSUR con Instituciones de Educación Superior (ECOSUR-IES). Un espacio cercano de investigadores y estudiantes”.
En la reunión participaron por ECOSUR: Everardo Barba Macías, coordinador general académico; Rodimiro Ramos Reyes, coordinador de la Unidad Villahermosa de ECOSUR; y Armando Hernández de la Cruz, técnico académico del Departamento Sociedad y Cultura; por parte de la UNICACH, Efraín Roblero Méndez, coordinador de la Facultad de Ingeniería Ambiental y personal académico de la misma.
Nuestro país es reconocido mundialmente por poseer una gran diversidad de humedales —nombre con que se reconoce a los estuarios, las ciénagas, los pantanos, las lagunas, las rías, marismas, los manglares— y es uno de los 154 países que han firmado la Convención Ramsar, relativa a los humedales de importancia internacional especialmente como hábitat de aves acuáticas.
En dicha Convención, México tiene inscritos 142 humedales de importancia internacional, también denominados sitios Ramsar, con lo que ocupa el segundo lugar con más humedales en esta categoría, los cuales ocupan una superficie de 8,657,057 hectáreas. Sin embargo, la superficie real que abarcan estos ecosistemas es mayor, ya que existen humedales que no han sido designados como Ramsar, y todos son fundamentales para el funcionamiento ecológico, económico y social del país, pero también de nuestra vida diaria.
Árbol de apompo, selva inundable de Cienága del Fuerte, Tecolutla, Veracruz-. / Crédito: Dulce Infante.
Los humedales se caracterizan por poseer un suelo rico en microorganismos que le dan potencial para filtrar y limpiar el agua, y alimentar el manto freático de donde se saca el agua de nuestros pozos, pues se mantienen inundados gran parte del año, además de ser el hábitat de cientos de especies de plantas y animales que están adaptados para vivir en condiciones de inundación.
Podemos encontrar humedales a lo largo de las costas, las montañas, los lagos y las planicies de inundación; algunos ejemplos de los sitios Ramsar que se encuentran en zonas áridas son las pozas transparentes de Cuatro Ciénegas en Coahuila, la Laguna Balandra y los Oasis de la Sierra de la Giganta en Baja California; en zonas lluviosas están los manglares de La Encrucijada en Chiapas, los Pantanos de Centla en Tabasco y La Popotera de Alvarado en Veracruz; asimismo, el Parque Nacional Arrecife de Cozumel, el Parque Nacional Arrecife de Puerto Morelos en Quintana Roo, y los cenotes de Yucatán. Como sabemos, todos son totalmente diferentes entre sí, pues la lluvia, la temperatura, los suelos y otros factores los hacen únicos y determinan las especies de plantas y animales que los habitan.
Lagunas interdunarias, Veracruz / Crédito: J. Acosta-Velázquez.
Los humedales nos aportan grandes beneficios, tantos que no podríamos vivir sin ellos. El principal es el agua dulce, indispensable para nuestra existencia y la de plantas y animales; ¿te imaginas?, sin este líquido no tendríamos cultivos, ciudades, ni industria; de ellos, además obtenemos alimentos como el arroz y materiales como madera y leña, por mencionar algunos y valiosos servicios ambientales, como su capacidad para almacenar agua dulce y filtrarla lentamente, limpiándola y alimentando el manto freático; otros consisten en almacenar carbono, con lo que ayudan a reducir la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, y su capacidad para amortiguar inundaciones en zonas aledañas a las ciudades. Por su parte, los manglares y los arrecifes de coral tienen el potencial de proteger a la zona costera de fuertes vientos y marejadas originadas por huracanes; los humedales también son áreas de reproducción y alimentación de peces, cocodrilos y aves residentes y migratorias.
Manglares de la Laguna Corralero, Oaxaca / Crédito: J. Acosta-Velázquez.
En las últimas décadas, estos ecosistemas han sido muy impactados por las actividades humanas; se estima que más de 50 por ciento de los humedales mexicanos han desaparecido y que el resto están sometidos a fuertes presiones que los degradan cada día más. Entre los más afectados se encuentran los humedales de agua dulce que han sido transformados en potreros inundables, los humedales ribereños que han desaparecido por canalizaciones de los ríos, incendios, talas y cultivos, y las selvas inundables que han sido transformadas en áreas de cultivo.
Existen leyes para cuidar a los humedales; la más conocida es la que busca salvaguardar los manglares, el humedal más protegido en nuestro país, tal vez porque se distribuyen en la mayor parte de las costas de México, donde enriquecen las lagunas y dan refugio a los peces. Sin embargo, la necesidad y esfuerzos de protección se deben de extender a otros humedales como las selvas inundables que tienen una distribución restringida en los estados del sureste y en pequeñas áreas costeras con presencia de agua dulce. Dichas selvas son el hábitat de especies emblemáticas como el apompo o zapote reventador, el corcho y el palo de tinto, cuyas poblaciones están en riesgo de desaparecer, ya que solo se mantienen manchones aislados y la mayoría de ellos no tiene el tamaño mínimo para ser considerados en los inventarios forestales nacionales, por lo que cada vez son menos visibles.
Manglares de Marismas Nacionales, Nayarit. / Crédito: J. Acosta-Velázquez.
Para que los humedales se mantengan en buenas condiciones, a la ciudadanía nos toca respetar su espacio, su agua, su diversidad y considerar igual de importante un humedal arbóreo que un humedal herbáceo natural. Es necesario recuperar los humedales que han sido modificados y darles una alternativa productiva más compatible con su conservación como puede ser el ecoturismo. Es muy importante que las comunidades y ciudades que están establecidas cerca de humedales comiencen a apropiarse de ellos y cuidarlos, reconociendo el inigualable valor que tienen los servicios ambientales que ofrecen.
El 2 de febrero, día internacional de los humedales, es una oportunidad para realizar actividades educativas y recreativas recordando el lema de esta celebración para 2020 “Humedales para un futuro urbano sostenible”, lo cual solo será posible si los conservamos y tomamos conciencia de su gran valor, no únicamente para el futuro, sino en el presente, también.
Planicie de inundación con manglares, selvas inundables y popales, Veracruz. / Crédito: J. Acosta-Velázquez.
Clement Sankat, presidente de la Universidad de Belice (UB), acompañado de un equipo de académicas y académicos de dicha institución, y Agustín Maciel Padilla, de la Embajada de México en Belice (EMBAMEX), visitaron la Unidad Chetumal de ECOSUR, el pasado 24 de enero, con el objetivo de identificar oportunidades de colaboración en materia de investigación, posgrado y formación de recursos humanos.
Carmen Pozo de la Tijera, directora general de ECOSUR, dio la bienvenida a las personas visitantes y realizó una presentación del quehacer del Colegio enfatizando la importancia que tiene para ECOSUR la colaboración con otras instituciones en el marco de su misión de contribuir al desarrollo sustentable de la frontera sur de México, Centroamérica y el Caribe.
Felipe Eloy Sosa Cordero, coordinador de la Unidad Chetumal, Clement Sankat de la UB y Agustín Maciel Padilla de la EMBAMEX, expusieron los motivos de este acercamiento, en el que personal académico de la UB y de ECOSUR hicieron una presentación de sus áreas y proyectos de investigación.
Uno de los acuerdos del encuentro es que se trabajará en la actualización de un memorándum de entendimiento para la colaboración entre ambas instituciones, en lo cual la EMBAMEX ha jugado un papel clave. Asimismo se planteó elaborar un programa de intercambio de seminarios para el fortalecimiento de capacidades y otro para la movilidad de estudiantes de pregrado y posgrado. Respecto a la investigación se mencionó que se pueden realizar proyectos conjuntos en temas como el monitoreo de ambientes terrestres y acuáticos de ambos países, la estandarización de métodos en análisis de contaminantes, la langosta, muestreos e identificación de larvas de peces, migración, selva maya y la transferencia tecnológica de software desarrollada en la Estación para la Recepción de Información Satelital (ERIS), entre otros. En relación con la formación de recursos humanos, se mencionó la posibilidad de desarrollar tesis conjuntas, para lo que la UB buscará una estrategia para la captación de estudiantes de pregrado y se expuso la idea de desarrollar un programa de posgrado conjunto, basado en los programas que tiene ECOSUR.
La presentación de áreas y proyectos académicos por parte de la UB la realizó Leandra Cho-Ricketts, directora de Ciencias Marinas del Instituto de Investigaciones Ambientales, y Abel Carrias de la Facultad de Ciencias y Tecnología. Por parte de ECOSUR participaron Gabriela Pérez López del grupo de Interacción, Adaptación y Biodiversidad; Héctor Hernández Arana de Estructura y Función del Bentos; Eduardo Suárez Morales de Zooplancton y Oceanografía; Pedro Macario Mendoza de Agroecología; Amalia Gracia de Procesos Culturales y Construcción Social; Martha García Ortega de Estudios de Migración y Procesos Transfronterizos; Hugo Lazcano Hernández y Javier Arellano Verdejo de la Estación para la Recepción de Información Satelital (ERIS); Ana Minerva Arce Ibarra de Sistemática, Ecología y Manejo de Recursos Acuáticos; y Salima Machkour M´Rabet, coordinadora de posgrado. Al término de las presentaciones las personas visitantes hicieron un recorrido las instalaciones de la antena ERIS y el Laboratorio de Códigos de Barras de la Vida.
Por Enrique Escobedo Cabrera, Eloy Sosa Cordero y Minerva Arce