Martes 4 de julio, Publicación en la web y versión impresa, Novedades de Quintana Roo Grupo SIPSE.
http://sipse.com/novedades/sistema-arrecife-mesoamericano-en-peligro-ambiental-260010.html
Martes 4 de julio, Publicación en la web y versión impresa, Novedades de Quintana Roo Grupo SIPSE.
http://sipse.com/novedades/sistema-arrecife-mesoamericano-en-peligro-ambiental-260010.html
Joana Maldonado
Foto: Fernando Eloy
La Jornada Maya
Chetumal, Quintana Roo
Lunes 3 de julio, 2017
En los últimos 25 años, un 80 por ciento de diferentes ejemplares de peces ha decrecido dentro del Mar Caribe a causa de la sobre pesca y por desarrollos turísticos mal planificados, revelaron investigadores de El Colegio de la Frontera Sur de Chetumal.
En conferencia de prensa, los especialistas Juan Jacobo Schmitter-Soto, Alejandro Vega Zepeda y Julio Espinoza Ávalos, expusieron las conclusiones del IX Congreso Mexicano de Arrecifes Coralinos, a través de la declaratoria de la Sociedad Mexicana de Arrecifes Coralinos (Somac), en la que se advierte sobre el peligro de la especie, cuyo costo anual se estima en tres mil millones de dólares.
Leer nota completa:
La Jornada Maya. https://www.lajornadamaya.mx/2017-07-03/Ejemplares-de-peces–amenazados-en-el-Caribe
La investigadora de ECOSUR, Teresa Álvarez Legorreta, aseguró que la bahía de Chetumal y el río Hondo contienen sustancias contaminantes que deberían obligar a las autoridades ambientales a emprender acciones de saneamiento antes de que la situación sea más crítica.
Escucha la entrevista completa:
Radio Fórmula QR. http://radioformulaqr.com/noticias/detectan-contaminantes-en-la-bahia-chetumal-rio-hondo/
Notas relacionadas.
El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) lleva a cabo el proyecto “Bajo peso al nacer y obesidad en una cohorte de adolescentes de la región Altos y Selva de Chiapas”.
El objetivo de la actividad es determinar la relación del peso al nacer con la obesidad y otras enfermedades como diabetes e hipertensión en la adolescencia.
Leer nota completa:
Cuarto Poder. http://www.cuartopoder.mx/realizanproyectobajopesoalnacerenregionaltosyselva-208089.html
Ángle Castilla/SIPSE
Chetumal, Q. Roo.- La inclusión laboral de menores de edad pero con responsabilidad como jefes de familia, es un gran desafío para las autoridades de los tres niveles de gobierno, organizaciones y empresas.
Leer nota completa:
SIPSE. http://sipse.com/novedades/chetumal-inclusion-laboral-menores-edad-dasafio-nacional-259664.html
La revista Ecofronteras cumple 20 años de publicarse, compartirse; disfrutarse y propiciar nuevas discusiones alrededor de temas de salud, dinámicas poblacionales, procesos culturales, conservación de la biodiversidad, agricultura, manejo de recursos naturales y otros rubros vinculados a contextos de la frontera sur de México y orientados a la sustentabilidad.
Se trata de uno de los principales medios de divulgación de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR). El primer número circuló en junio de 1997, y actualmente mantiene un tiraje impreso que circula mediante suscripciones, puntos de distribución y solicitudes. La versión digital (gestionada en Open Journal Systems) cuenta con miles de visitas y los artículos están disponibles en HTML desde el número 55, en 2015.
Ecofronteras pertenece al Índice de Revistas Mexicanas de Divulgación Científica y Tecnológica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), así como al catálogo de Latindex (Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal). Está referenciada en la colección a texto completo LatAm Estudios (Estudios especializados en América Latina y el Caribe) y en otros servicios de información.
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Puede consultarse en http://revistas.ecosur.mx/ecofronteras
José María Duarte Cruz,
Investigador de Cátedras Conacyt en el Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR)
(jduarte@www.ecosur.mx)
La violencia contra las niñas, niños y adolescentes existe en todos los países y cruza las fronteras culturales, las diferencias de ingreso, educación, sexo, origen étnico y edad. La UNICEF (2011) señala que miles de niños y niñas del continente americano crecen expuestos a la violencia en todas sus formas en las familias, colonias, centros escolares y a través de los medios de comunicación.
Diversos estudios, desde los clásicos liderados por Albert Bandura (Bandura, Ross y Ross, 1961) hasta aquellos basados en el análisis de procesos cognitivos y emocionales (Schwartz y Proctor, 2000; Guerra, Huesmann y Spindler, 2003; Torrente y Kanayet, 2007; Chaux, 2012), señalan que los niños, niñas y adolescentes que están expuestos a diversas formas de violencia en las escuelas y en sus familias tienen una probabilidad mayor de desarrollar comportamientos agresivos, es decir, realizar acciones con la intención de hacer daño a otros por medios directos, como los golpes e insultos, o indirectos, como los rumores o la exclusión (Lagerspetz y otros 1988).
Si no se realizan intervenciones sistemáticas en estas problemáticas desde edades tempranas, es muy probable que quienes experimenten situaciones de violencia en la niñez y adolescencia tiendan a reproducirla cuando sean adultos, generando así ciclos intergeneracionales de violencia (Chaux, 2003; Huesmann y otros, 1984; Chaux y otros, 2009), y lo que es peor aún, que vean a ésta como algo normal (Ghiso y Ospina, 2010).
La Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Seguridad Pública sostienen que desde muy temprano los niños y niñas aprenden que la violencia es una forma eficaz para “resolver” conflictos interpersonales, especialmente si la han padecido dentro del hogar, ya sea como víctimas o como testigos. La violencia se transforma paulatinamente en el modo habitual de expresar estados emocionales como enojo, frustración o miedo; situación que no se constriñe exclusivamente al seno familiar, sino que invariablemente se verá reflejada en la interacción de cada uno de los miembros de la familia con la sociedad (SSP-SEP, 2012).
Actualmente se espera que la escuela, además de cumplir con sus metas académicas, ofrezca a nuestros niños, niñas y jóvenes la posibilidad de adquirir y ejercitar habilidades personales y relacionales que les permitan desarrollarse como personas y como ciudadanos miembros de una sociedad.
La escuela y la familia tienen la cualidad de establecer tempranamente estrategias para fortalecer y desarrollar comportamientos prosociales —conocimientos, habilidades y aptitudes— como la empatía, la escucha activa, asertividad, y la resolución pacífica de conflictos que, entre otros, nos permiten actuar de manera pacífica y respetuosa con quienes nos rodean y con las personas con las que convivimos cotidianamente.
La prosociabilidad permite a las personas distinguir entre una acción buena y una mala con respecto a los demás, y entre lo que es socialmente aceptable o no (Eisenberg, 1999; Roche, 2010). Las conductas prosociales se identifican cuando se ayuda a otras personas, lo cual implica una disposición emotiva, comportamental y cognitiva en beneficio de otros. Según Meece (2001), los niños y niñas prosociales suelen ser más exitosos y hacen más amigos en la escuela.
Con el objetivo de implementar un modelo multicomponente para la prevención/intervención de la violencia en el ámbito escolar y familiar desarrollamos la investigación “Construyendo escuelas para la convivencia pacífica y la prevención de la violencia escolar y familiar en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas”, con la cual pretendemos que la comunidad escolar desarrolle y fortalezca competencias prosociales para promover una cultura paz.
El proyecto está planteado en los principios de educación para la paz con un enfoque de derechos humanos, participan siete escuelas de educación básica —públicas y particulares— en las que estamos brindando herramientas teóricas-prácticas a docentes, directivos, estudiantes y familias para promover ambientes escolares de convivencia pacífica y disminuir la violencia.
Al inicio del proyecto el personal docente evaluó las conductas de cada uno de sus estudiantes, recopilando información de aproximadamente 1 500 estudiantes y logrando identificar a quienes tenían altos y bajos niveles de prosociabilidad. Luego de este proceso, se conformaron 68 Grupos Estudiantiles para la Paz que quedaron integrados por cuatro estudiantes identificados como prosociales y dos como poco prosociales, de niveles preescolar hasta secundaria, y que participan semanalmente en un taller que consta de diez sesiones, las cuales son lideradas por promotores de la paz.
Para estos talleres se diseñaron tres manuales: uno para trabajar con niñas y niños de preescolar, primer y segundo grado; otro para estudiantes de tercer y cuarto grado; y otro para quinto, sexto grado y secundarias. Estas guías contienen las actividades e indicaciones a desarrollar con los grupos estudiantiles para la paz, así como un componente lúdico que consiste en la descripción de juegos, dinámicas, lecturas de cuentos, análisis de casos, elaboración de materiales didácticos, dramatizaciones, y cantos.
Como parte del proyecto también se está realizando el diplomado “Construyendo escuelas para la convivencia pacífica y la prevención de la violencia escolar y familiar” con la participación de 130 docentes y directivos de las escuelas, y se ha involucrado activamente a las familias en la intervención, a través del curso “Convivencia sin violencia” en el que participan 115 padres y madres de familia de las escuelas involucradas, quienes también juegan el rol de Promotores de la Paz. Asimismo, hemos llevado a cabo diversos talleres familiares en las escuelas.
Por otro lado, hemos realizado grupos focales con docentes, padres y madres de familia, y entrevistas semiestructuradas con directivos y promotores con la intención de identificar sus percepciones acerca de la efectividad o no de la intervención, sobre los avances y el alcance en su vida personal y familiar, y contemplamos realizar una evaluación final para que las y los estudiantes nos compartan sus aprendizajes, impresiones y experiencias significativas en el proyecto y de los contenidos abordados en las sesiones.
Algunos resultados parciales indican que los proyectos de educación para la paz, que hemos desarrollado en esta ciudad y en el norte del país, promueven favorablemente en las escuelas la participación de la comunidad educativa; que las técnicas para reducir la violencia son efectivas cuando se promueven de manera sistemática entre estudiantes; que el compromiso del personal directivo es una variable importante para una intervención efectiva; que favorecen la participación activa y formal de los padres y madres de familia en las escuelas; que el 85% del personal docente señala que las estrategias son interesantes y que la propuesta en general es innovadora, además, que están viendo resultados positivos en poco tiempo. Otros resultados cualitativos indican que en las escuelas se están desarrollando habilidades de escucha, asertividad, empatía y resolución pacífica de conflictos que impactan no solo a estudiantes, sino a los miembros de las familias que participan como promotores de la paz en las escuelas.
En el estudio Influencias de los cambios a largo plazo en la cobertura del suelo en poblaciones de mamíferos: un estudio de caso en México, los académicos del Departamento de Conservación de la Biodiversidad de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) Consuelo Lorenzo, Eugenia Sántiz, Jorge Bolaños y Darío Navarrete, demuestran que la pérdida de cobertura vegetal en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, México, ha provocado el descenso general en la densidad poblacional de la liebre de Tehuantepec (Lepus flavigularis) y el conejo castellano (Sylvilagus floridanus), siendo más drástico en la primera especie; en cambio, permanece estable en sus depredadores carnívoros, la zorra gris (Urocyon cinereoargenteus) y el coyote (Canis latrans).
La liebre de Tehuantepec está considerada en peligro a escala internacional de acuerdo a la lista roja de la Unión Nacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Mediante el estudio, publicado el pasado 27 de junio en la Revista Internacional de Conservación Oryx, los autores identificaron los cambios en la cobertura vegetal y uso de suelo en la parte sur del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, México, a través del análisis de imágenes de satélite de 2001 y 2014; y observaron que en respuesta a estos cambios hubo fluctuaciones en la densidad poblacional de especies de mamíferos desde los años 2001 al 2016.
Advirtieron que a lo largo de 16 años los tipos de uso de suelo –zonas quemadas, asentamientos humanos, agricultura estacional– aumentaron su superficie, caso contrario a las coberturas vegetales –sabanas, selva baja caducifolia, vegetación secundaria y pastizales– que disminuyeron.
Indican que las principales causas de los cambios en la cobertura vegetal y el uso de suelo son el crecimiento de la población humana –lo que aumenta la demanda de espacio para la vivienda y la producción de alimentos–, así como una mala gestión agrícola, en particular, respecto a la cría de ganado y la quema no controlada de pastizales para promover nuevo crecimiento de pastos para el ganado.
La conclusión del estudio es que el cambio de uso de suelo ha llevado a la reducción, degradación y la fragmentación del hábitat afectando directamente la cobertura de la vegetación, así como la disponibilidad de alimento para animales silvestres.
A partir de sus hallazgos, los académicos recomiendan a las autoridades correspondientes el establecimiento de una reserva ecológica comunal en el área de estudio para implementar estrategias de manejo apropiadas para las comunidades de pastizales y desarrollar un programa de reproducción en semicautiverio para conservar a la liebre de Tehuantepec, la especie más amenazada en la región.
Lorenzo, C., E. C. Sántiz, J. Bolaños-Citalán and D. Navarrete-Gutiérrez. 2017. Influences of long-term changes in land cover on mammal populations: an example from Mexico. Oryx: https://doi.org/10.1017/S0030605317000485
English version. Changes in land use may lead to loss of mammal populations
In the study Influences of long-term changes in land cover on mammal populations: an example from Mexico, academics from the Department of Biodiversity Conservation of El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), Consuelo Lorenzo, Eugenia Sántiz, Jorge Bolaños and Darío Navarrete demonstrate that the loss of vegetation cover in the Isthmus of Tehuantepec, Oaxaca, Mexico, has led to a general decrease in the population density of the Tehuantepec jackrabbit (Lepus flavigularis) and the eastern cottontail rabbit (Sylvilagus floridanus), being more drastic in the first species; instead, remains stable in its carnivorous predators, the gray fox (Urocyon cinereoargenteus) and the coyote (Canis latrans).
The Tehuantepec jackrabbit is considered as endangered at international level according to the red list of the International Union for Conservation of Nature and Natural Resources (IUCN).
Through the study, the authors identified changes in the vegetation cover and the land use in the southern part of the Isthmus of Tehuantepec in Oaxaca, Mexico, through the analysis of satellite image of 2001 and 2014; and observed that in response to these changes there were fluctuations in the population density of mammal species from 2001 to 2016.
They warned that over 16 years, the types of land use – burned areas, human settlements, seasonal agriculture – increased its surface area, contrary to the vegetation cover – savannahs, low deciduous forest, secondary vegetation and grasslands – that decreased.
They indicate that the main causes of changes in vegetation cover and land use are the growth of the human population – which increases the demand for space for housing and food production – as well as a poor agricultural management, particularly in relation to livestock rearing and uncontrolled burning of grasses to promote new growth of grazing pasture for cattle.
The conclusion of the study is that the change in the land use has led to habitat reduction, degradation and fragmentation, directly affecting the vegetation cover as well as the availability of food for wild animals.
Based on their findings, academics recommend to the authorities, the establishment of a communal ecological reserve in the study area to implement appropriate management strategies for grassland communities and to develop a semi-captivity breeding program to preserve the Tehuantepec jackrabbit, the most endangered species in the region.
Lorenzo, C., E. C. Sántiz, J. Bolaños-Citalán and D. Navarrete-Gutiérrez. 2017. Influences of long-term changes in land cover on mammal populations: an example from Mexico. Oryx: https://doi.org/10.1017/S0030605317000485
Versión en Español. Cambios en el uso suelo pueden llevar a la pérdida de poblaciones de mamíferos