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Discuten sobre servicios ecosistémicos para la conservación y gestión de los recursos naturales del Usumacinta

En el marco de las actividades de investigación del proyecto “Applying ecosystem services-based approaches to water resource decision-making studying the risk of nature commodification in Mexico’s last free-flowing river” (Usumacinta-ROC Project)”, financiado por la British Academy y Newton Fund a través de la convocatoria Newton Advanced Fellowship, en el cual colaboran El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), la Universidad de Leeds y The James Hutton Institute (Reino Unido), se llevó a cabo el día 12 de septiembre en San Cristóbal de Las Casas el foro de discusión: “El enfoque basado en servicios ecosistémicos: Perspectivas sobre los retos y oportunidades para la conservación y gestión de los recursos naturales”.

El foro de discusión se diseñó con la finalidad de crear un espacio para el intercambio constructivo de opiniones y experiencias sobre el enfoque basado en servicios ecosistémicos, para entender en qué contextos dicho enfoque ha sido exitoso, qué factores explican su éxito y cómo diferentes sistemas de gobernanza se desarrollan en estos contextos.

Los participantes también pudieron identificar el tipo de mecanismos y enfoques de participación empleados y en qué medida las distintas visiones, valores y percepciones de los diferentes actores se ven reflejadas en estos enfoques. Otro de los logros del foro fue evaluar entre los asistentes los posibles riesgos y retos asociados con el uso de este tipo de enfoques y la discusión sobre estrategias que podrían ayudar a reducir o gestionar los riesgos.

Entre los principales retos para las comunidades locales destacó la existencia de políticas sectoriales sin visión integral y la necesidad de adecuar las mismas con base en las necesidades locales. Las oportunidades que se vislumbran al utilizar de este tipo de enfoques son la posibilidad de llevar a cabo el manejo integrado del territorio y generar información, así como  incorporar a otros actores y áreas.

En el evento participaron 25 asistentes procedentes de diversas instituciones de gobierno federal y de Chiapas –Semahn, Conafor, Conabio, Conanp–, ONGs y asociaciones civiles –Ambio, Pronatura Sur, Natura y Ecosistemas Mexicanos, Cecropia, Conservation International, The Nature Conservancy, Manejo Integral de Recursos Naturales– e instituciones académicas –ECOSUR, CIESAS, CIGA-UNAM–, asegurando de esta manera una  participación equilibrada de los distintos sectores involucrados en la toma de decisiones y el diseño e implementación de políticas públicas de conservación y manejo de los recursos naturales.

Azahara Mesa-Jurado, responsable técnica del proyecto e investigadora Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad en la Unidad Villahermosa, coordinó las actividades junto con Alejandro Espinoza, investigador del mismo departamento y Miguel Angel Díaz, investigador del Departamento de Sociedad y Cultura, así como Jerónimo Saragos y Paula Novo de The James Hutton Institute.

En la página web del proyecto: http://usumacintaroc-project.org/ se irán presentando algunos de los resultados de las actividades que se llevan a cabo en la investigación.

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Más información:
Azahara Mesa-Jurado, Investigadora del Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad
mmesa@www.ecosur.mx

Participa ECOSUR en proyecto internacional sobre sustentabilidad, servicios ecosistémicos y desarrollo de bioenergía en América

Durante la semana del 16 al 20 de mayo se llevó a cabo la Reunión Internacional del proyecto NSF-PIRE: Sustentabilidad, Servicios Ecosistémicos y Desarrollo de Bioenergía en América, financiado por la National Science Foundation (NSF), a través del programa Partnership International Research and Education (PIRE), dirigido por Kathleen Halvorsen, profesora de la Universidad Tecnológica de Michigan (MTU), en el que participaron Azahara Mesa y Maria Mercedes Castillo, investigadoras de la Unidad Villhermosa de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR).

El objetivo principal de esta reunión internacional de NSF-PIRE fue presentar los avances del proyecto PIRE que tiene como objetivo general generar un entendimiento de los impactos socio-ecológicos del desarrollo de bioenergéticos en América, y que se realiza con la participación de más de 40 universidades y 80 investigadores y estudiantes de posgrado provenientes de Brasil, Argentina, Estados Unidos, Canadá y México.

El proyecto comprende cuatro principales temas de investigación: socioeconómico, políticas, ecosistemas (biodiversidad, suelos y carbono, hidrofisiología y cuencas) y mediciones.

En 2015 Tabasco, México, fue seleccionado para el estudio de la palma de aceite como uno de los cinco sitios de desarrollo de este proyecto, por lo que la coordinadora del proyecto y un total de 68 académicos y estudiantes de Estados Unidos, Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia y México, de más de 20 universidades e institutos de investigación, realizaron una visita a los sitios de estudio en Villahermosa y Cárdenas, y en los municipios de Teapa, Jalapa y Tacotalpa, incluyendo la visita a la industria extractora de aceite Oleopalma y a un centro de acopio de la cooperativa de productores El Malayo, para constatar los avances de la investigación.

Los participantes  establecieron propuestas de colaboración con la industria e intercambiaron diferentes puntos de vista con los productores de palma de aceite de la región.

Cabe destacar que las investigadoras de ECOSUR colaboran en el proyecto desde 2014, en los temas socioeconómico y ecosistemas.

Los compromisos de NSF-PIRE son promover la colaboración científica para desarrollar investigación y la publicación de estos resultados de manera conjunta, y la participación de los académicos y estudiantes de los programas de posgrado de las instituciones.

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Información: Cesar Vazquez-Navarrete y María Azahara Mesa Jurado
Fotos: Cesar Vazquez-Navarrete y María Azahara Mesa Jurado

Doctorante de ECOSUR gana beca del Consejo de Administración Marina

Ana Crisol Méndez Medina, estudiante del Doctorado en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) en la Unidad Chetumal, ganó una beca del Consejo de Administración Marina (MSC, por sus siglas en inglés) para el desarrollo del proyecto “Crimen y castigo en las pesquerías de Sian Ka’an: cómo se produce la cooperación en un sistema complejo local de vigilancia y sanciones”,  el cual aborda la implementación y apropiación de políticas públicas en el ámbito de las pesquerías artesanales, tema que forma parte de su tesis, “Áreas protegidas, concesiones pesqueras y cooperativas”.

La convocatoria del MSC recibió 40 solicitudes de estudiantes de 15 países, Méndez Medina, junto con el estudiante Hunter Snyder, de la Universidad de Harvard en Estados Unidos y Rachel Mullins, de la Universidad de Rhodes en África del Sur, fueron los ganadores de la beca, quienes utilizarán los fondos para llevar a cabo investigaciones relacionadas con pesquerías artesanales, la acuicultura de algas marinas y las poblaciones de atún, respectivamente.

“En este proyecto se describen y analizan los factores que permiten el éxito económico de las pesquerías de Sian Ka’an y que le han convertido en un sistema socio-ecológico resistente. Para lograr este objetivo centramos nuestro análisis en el sistema de vigilancia y sanciones que las cooperativas han desarrollado en colaboración con agencias estatales a cargo de la aplicación de las normas federales, las  ONG’s  y la academia”, explicó, en entrevista, la estudiante de ECOSUR, quien realiza su investigación sobre las prácticas pequeras en la reserva de Sian Ka’an, espacio natural protegido que se localiza en la costa caribeña de Quintana Roo.

Asimismo, indicó las pesquerías de Sian Ka’an son un ejemplo de éxito de la gestión de los recursos marinos debido a que las cooperativas han incorporado artes de pesca no invasivas, tienen un alto grado de cohesión social, presentan fuertes liderazgos y su capacidad de respuesta a las perturbaciones socio-ecológicas es muy alta.

La doctorante considera que la estrategia de estado para regular la pesca en México no está siendo exitosa, puesto que no cumple los objetivos de explotación eficaz de los recursos, ni los de conservación, por lo que a través de su proyecto busca aportar un modelo de gobernanza local basado en la experiencia de Sian Ka’an, que permita hacer recomendaciones para la mejora de la gestión de la pesca y el diseño de políticas públicas en escenarios similares en México.

“Tenemos una fuerte carencia en el ejercicio de la vigilancia y aplicación de sanciones. Este proyecto propone mirar las prácticas pesqueras, como parte de un sistema socio-ecológico complejo que debe ser regulado en función de las necesidades locales particulares, para lograr los objetivos de sustentabilidad y rentabilidad.”

Ana Crisol Méndez Medina trabaja con la dirección y tutoría de Birgit Schmook, investigadora del Departamento de Conservación de la Biodiversidad en la Unidad Chetumal, y también bajo la co-dirección de Xavier Basurto, del Laboratorio Marino de la Universidad de Duke en Carolina del Norte.

El Marine Stewashirp Council es una organización mundial, independiente, sin ánimo de lucro, que busca tranformar los mercados internacionales de los productos marinos, y apoya con becas a estudiantes con proyectos de investigación que colaboren a mejorar la cadena productiva o las prácticas pesqueras que promuevan la sustentabilidad.

Más información:

https://www.msc.org/newsroom/news/msc-scholarships-awarded-for-research-on-small-scale-fisheries-seaweed-aquaculture-and-tuna-stocks

Celebración Festival de la Tierra 2016

Más de 500 personas participaron en el Festival de la Tierra “Reconociendo, Revalorando y Recreando la Vida desde la Cultura”, organizado por una plataforma integrada por el Consejo Indígena Ik Nah ‘Kin ‘Haa; Horizontes Creativos; Mujeres, Organización y Territorios A.C.; Comité de Derechos Humanos de Tabasco; y El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Villahermosa.

Con la participación de lugareños de rancherías y comunidades, se realizó el Festival de la Tierra 2016, el domingo 24 de abril, en las instalaciones de la Unidad Villahermosa, en el que también participaron organizaciones de trayectoria en temas productivos, organizativos, ambientales, sociales y culturales en la región.

Hans Van der Wal, director de la Unidad Villahermosa, Ricardo Greeley, miembro de la Pastoral Social y Juan Manuel Orozco, de Horizontes Creativos, inauguraron el evento, coincidiendo en la importancia de la reflexión sobre lo que podemos hacer para enfrentar la actual crisis social, ecológica y económica y destacaron que desde las organizaciones se puede crear el espacio que se requiere para idear e intercambiar experiencias en la generación de alternativas.

Enseguida, se procedió con la instalación de un altar maya con flores, alimentos y frutos propios de la región, a manera de ofrenda a la Tierra, poniendo énfasis en su cuidado y la relación que como personas mantenemos con ella.

Agricultores, artesanos, alfareros y chefs pusieron a la venta sus productos. Además se realizaron actividades demostrativas y talleres como: “Abejitas cariñosas y agroecología”, “Hojarasca rico tesoro”, “¿Qué come el cacao?”, “Lombrices composteras”, “Mi amigo el árbol nativo” y “Peces y hortalizas en mi patio”. En mesas de diálogo se abordaron los temas de “Petrolización de la vida”, “Agricultura y sustentabilidad” y “Ganadería y Sustentabilidad”.

Estudiantes de la escuela Primaria Ignacio Zaragoza declamaron poesías, mientras que otros niños participaron en un concurso de carteles, elaboraron dibujos, jugaron, escucharon cuentos y lecturas dramatizadas. Las actividades se alternaban con intervenciones en la tarima principal, música de tambor y bailables.

Al final del evento se organizó un trueque de productos del campo, donde se intercambiaron semillas, plantas, y otros productos y servicios. Se concluyó el evento con la ceremonia del cierre del altar Maya.

 

Fotos: María Luisa Martínez

Intercambian saberes para la preservación de ecosistemas en Comalcalco

Estudiantes y académicos del Doctorado en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable de la Unidad San Cristóbal de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) visitaron la Ranchería Zapotal 2da. Sección en Comalcalco, Tabasco, en donde realizaron, del 16 al 19 de febrero, una práctica de campo como parte del seminario introductorio al doctorado, con el fin de establecer un diálogo con los habitantes de la zona para la construcción de saberes en conjunto.

Los estudiantes, acompañados por los investigadores del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente Fabien Charbonnier, Omar Felipe Giraldo y Mateo Mier y Terán, de la Unidad San Cristóbal, y Miriam Aldasoro, de la Unidad Villahermosa, establecieron un diálogo con los habitantes de la Ranchería Zapotal sobre los recursos naturales en la zona, su uso y la organización social.

En este marco, académicos y lugareños interactuaron con un grupo de meliponicultores y reflexionaron sobre su trayectoria como grupo, su visión, sus logros y sus objetivos, y visitaron las colmenas de la comunidad. Además se vislumbraron las interacciones múltiples entre meliponas —gente y ambiente—, y se discutieron las perspectivas de la preservación de los ecosistemas, las especies y la economía local.

Los lugareños invitaron a los estudiantes y profesores al manglar de Río Playa, donde explicaron la restauración ecológica del área vía la plantación de manglares que vienen realizando desde el 2006. Asimismo se discutió el potencial turístico del sitio y las estrategias para llevar el proyecto a cabo.

El grupo de investigadores en cooperación con los lugareños también llevó a cabo mediciones biofísicas, de fisiología de las plantas y del clima en una zona de cultivo de abejas meliponas, cacaotales y milpas del sitio.

“El doctorado en el que estamos se define como multidisciplinario. Vienen doctorantes de diferentes áreas del conocimiento lo cual nos ayuda a tener diferentes formas de trabajo, para hacer una labor común. Lo que hacemos es un diálogo de saberes con la comunidad, en él, no somos nosotros los que sabemos y ellos los que aprenden, sino es un proceso recíproco, en donde todos estamos situados lo más horizontalmente posible”, señaló Omar Giraldo, investigador de Cátedras Conacyt en la Unidad San Cristóbal, quien destacó que al tratarse de un enfoque multidisciplinario, se examinan los procesos sociales, económicos, culturales, productivos, ambientales y organizativos en conjunto.

Luego de las exploraciones, se llevó a cabo una actividad formativa con 75 estudiantes de la Telesecundaria Adolfo Pulido Pulido, en donde los científicos en conjunto con lugareños, compartieron las experiencias de la visita e información importante para la preservación de ecosistemas y especies.

El enlace con la comunidad del Zapotal se dio a través del trabajo que ha desarrollado Miriam Aldasoro, investigadora de Cátedras Conacyt en la Unidad Villahermosa, con su proyecto de abejas meliponas en esa localidad.

Información y fotografía: Daniela Sastré

Presentan Manual de Huertos Escolares para docentes

Helda Morales y Bruce Ferguson, investigadores del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente (DASA), y el equipo asesor de Laboratorios para la Vida (LabVida) presentaron el Manual de Huertos Escolares para Docentes, en el Centro de Formación Agroecológica de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) de la Unidad San Cristóbal, el pasado 20 de febrero.

Ante maestras y maestros de escuelas primarias de la región, Helda Morales explicó que este manual nació de la necesidad de contar con un material de apoyo para el proyecto de “Huertos escolares”, tras reconocer que una de las limitaciones que tienen los docentes para implementar el trabajo en el huerto escolar, es el desarrollo y diseño de actividades.

Durante la edición 2015 del diplomado “Alimentación, Comunidad y Aprendizaje”, que organizan Ecosur, LabVida y el Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), dirigido a educadores y educadoras, se pidió a los participantes que realizaran una serie de actividades que desarrollarían en su huerto, las cuales posteriormente fueron incluidas en el manual.

El material comprende también un capítulo sobre agroecología, alimentación consciente y el rescate de los saberes de la comunidad, así como una guía para la preparación del suelo, la elaboración de composta y recomendaciones para hacer sustentable el huerto escolar.

El manual estará disponible en formato impreso y digital, y será distribuido a los docentes para facilitar su tarea de acercar a niñas, niños y jóvenes a la ciencia, “además de sembrar el amor por la naturaleza, el cuidado del medio ambiente y las buenas practicas alimenticias”, expresó la investigadora de Ecosur.

Durante la presentación se dio a conocer la nueva convocatoria para el diplomado “Alimentación, Comunidad y Aprendizaje”, que abrirá en abril del presente año.

Por último, Helda Morales agradeció al equipo de LabVida y demás colaboradores que hicieron posible el Manual de Huertos Escolares, ya que reconoció que sin el apoyo colectivo no hubiera sido posible la culminación de dicho proyecto.

Más información: hmorales@www.ecosur.mx

Información y fotos: Esthefanía Munguía

Ecosur impulsa prácticas sustentables en la ganadería para mitigar los efectos del cambio climático

José Armando Alayón Gamboa
Investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), en la Unidad Campeche
Departamento de Conservación de la Biodiversidad
jalayon@www.ecosur.mx

Ante el aumento en la demanda de productos de origen animal que enfrentamos en el siglo XXI debido al creciente aumento poblacional, el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) impulsa la introducción de sistemas silvopastoriles para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el ganado.

La demanda creciente de productos de origen animal y la forma de producción de estos alimentos han provocado que los sistemas de producción ganadera liberen a la atmósfera el 18% del total de gases conocidos como de efecto invernadero (GEI).

La producción de estos GEI ocurre de forma directa, principalmente, por el mal manejo de las excretas que liberan óxido nitroso, y por la producción de metano en el rumen y tracto digestivo de los animales; y de forma indirecta al sustituir selvas y bosques por praderas de pasto, que provocan la liberación de dióxido de carbono, y por la aplicación fertilizantes sintéticos que emiten a la atmósfera óxido nitroso.

En este contexto Ecosur busca estrategias que repercutan positivamente en la economía de los agricultores, que mejoren las condiciones ambientales del sistema agropecuario y  el bienestar animal, que apoyen la recuperación de áreas degradadas por el pastoreo o sobrepastoreo, que brinden servicios ambientales, promuevan la diversidad biológica, la preservación de recursos críticos como el agua y el suelo, y la provisión de alimentos sanos y seguros con valor adicional para los consumidores.

Desde la aproximación del manejo de los recursos ambientales, cada vez se entiende mejor que uno de los múltiples factores claves para impactar positivamente en las estrategias de mitigación es la promoción y reincorporación de árboles y arbustos nativos en las áreas de pastoreo.

Esto implica necesariamente cambiar la concepción que se tiene de la ganadería bovina extensiva en el sur de México, que es la proveedora de becerros en pie para otras regiones del país, y donde, como en otras regiones, se concibe a los árboles y arbustos de la vegetación natural como plantas no deseables en los potreros de gramíneas.

Antes de la adopción de los modelos de ganadería bovina con extensas praderas, la ganadería hacía uso de la vegetación natural y de otros recursos locales donde se practicaba. En varios estados del sur México —Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán—, estas prácticas persisten en muy pocos agricultores. Se han rescatado algunas especies de arbustos y árboles para promover nuevos modelos conocidos como sistema silvopastoriles que se adaptan a cada condición local y que han mostrado sus bondades en términos productivos, de bienestar animal, económico y ambiental, inocuidad en los alimentos, y sostenibilidad en la producción.

En el terreno ambiental y de la salud animal, el uso de algunas de estas plantas, que tienen compuestos conocidos como metabolitos secundarios —sustancias que favorecen el control de parásitos en los animales— pueden ayudar a reducir significativamente la producción del gas metano que se libera a la atmósfera. La disminución de la producción de gas metano en un animal rumiante, como el bovino, significa un ahorro de energía que éste puede usar para crecer o producir carne o leche, de ahí la relevancia de investigar las mejores estrategias en sistemas locales para reincorporar las distintas especies de plantas y cuantificar con precisión cuánto disminuye la producción de metano, así como entender cuáles son los mecanismos de acción de estos compuestos dentro del microambiente donde interactúan con otros organismos conocidos como bacterias, protozoarios y archaeas.

En México, apenas se comienza a desarrollar infraestructura para cuantificar con precisión la producción de gas metano en estudios bajo condiciones controladas, y son incipientes los esfuerzos por consolidar investigaciones para métodos de medición en condiciones de campo, mientras que el estudio de los metabolitos secundarios ha atendido los efectos sobre la producción animal, la dieta y el consumo, y la salud animal.

Pocos esfuerzos se están enfocando en explicar los mecanismos de acción y la detección precisa de los compuestos químicos de las plantas incorporadas en modelos silvopastoriles, menos aún se ha investigado cómo estos compuestos podrían interactuar con la genética de los animales y los microorganismos.

Estos aspectos biotecnológicos vislumbran posibilidades de innovación en ciencia animal, y en especial en la ganadería bovina, mediante consorcios de investigación interinstitucional y multidisciplinaria. Los avances en innovación tecnológica por sí solos tampoco serán la solución a los problemas que enfrenta la ganadería si no se concibe como un elemento más dentro de estudios con un enfoque integral de los sistemas de producción, donde se priorice su capacidad de resiliencia y adaptación a los efectos del cambio climático.

En zonas ganaderas de Chiapas, Campeche, Tabasco y Yucatán, Ecosur está integrando esfuerzos interinstitucionales en la búsqueda de modelos prácticos de sistemas silvopastoriles con una visión integral (holística), que combine la agroecología y la conservación, para que sean adaptados a condiciones locales de los productores.

Con la Universidad Atónoma de Chiapas (UNACH), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Universidad de Chapingo, El Colegio de Posgraduados (COLPOS), la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), la Universidad  Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), y el Centro Agronómico Tropical en Investigación y Enseñanza (CATIE) de Costa Rica, estamos revalorizando el conocimiento tradicional de los productores, al mismo tiempo que evaluamos sus impactos productivos, económicos y ambientales. A la par, estamos desarrollando métodos de aplicación  en campo y en laboratorio para medir la contribución de los sistemas silvopastoriles en la reducción de la producción de metano y óxido nitroso. Asimismo hemos comenzado a proponer nuevos modelos para evitar la transformación de selvas a praderas, evaluando el significado de estas prácticas en los mecanismos de interacción de los metabolitos secundarios con el microambiente de los animales rumiantes y en la producción animal.

En este último aspecto se busca potenciar la bondad de la alta diversidad vegetal con que cuentan las selvas tropicales del sur de México, tratando de entender los mecanismos de acción de diferentes metabolitos secundarios de las plantas con el microbioma (bacterias, protozoarios y archaeas)  que habita en los animales rumiantes y su significado en términos productivos, económicos y ambientales, experimentando con diversas especies de plantas conocidas tanto en la literatura científica como con otras especies poco estudiadas e investigadas hasta el momento.

Destacan la resiliencia de los bosques neotropicales secundarios y su alta capacidad de captura de carbono

El doctor Ben H. J. de Jong, la doctora Susana Ochoa Gaona, investigadores del Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad, y el doctor Hans Van der Wal, investigador del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente, de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) son co-autores del artículo “Biomass resilience of Neotropical secondary forest”, publicado el 3 de febrero en la versión electrónica de la revista Nature.

La publicación, generada por la Red de Investigación Colaborativa 2ndFOR en bosques secundarios, conformada por 65 investigadores de 15 países diferentes, de la que forman parte los investigadores de Ecosur y de otras instituciones mexicanas como el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destaca la alta resiliencia de los bosques tropicales secundarios y su capacidad de capturar grandes cantidades de carbono.

El artículo analiza la recuperación de la biomasa aérea en 1500 parcelas forestales en 45 sitios en América Latina. “La captura de carbono es sorprendentemente rápida en estos bosques jóvenes que vuelven a crecer una vez que los potreros o campos agrícolas son abandonados. Después de 20 años, esos bosques recuperan entre 20 y 225 toneladas de biomasa por hectárea. Esto corresponde a una captura de 3.05 toneladas de carbono por hectárea por año, que es 11 veces mayor que el índice de captura de los bosques primarios”, explica el profesor Lourens Poorter, autor principal de la publicación.

La recuperación de biomasa fue mayor en áreas con alta precipitación y disponibilidad de agua durante todo el año, mientras que la fertilidad del suelo o la cantidad de cubierta forestal en el paisaje circundante tuvo menor peso en explicar este proceso.

“Elaboramos también un mapa de la recuperación potencial de biomasa en bosques secundarios en Latinoamérica. Esto permite que los tomadores de decisión a nivel local y nacional puedan usar esta información para identificar las áreas con rápida recuperación y alto potencial de captura de carbono”, indicó la coautora Danaë Rozendaal, de la Universidad de Regina en Canadá.

En el contexto de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2015, realizada del 30 de noviembre al 11 de diciembre en Paris, el profesor Frans Bongers, de la Universidad Wageningen, coautor de la publicación, expresó “Necesitamos activar las políticas que reduzcan las emisiones de carbono e incrementen la absorción de carbono. Por lo tanto, instamos a detener la deforestación y proteger los bosques tropicales de edad madura, y a promover la regeneración natural de los bosques secundarios en zonas deforestadas. La regeneración de los bosques secundarios claramente merece más atención por parte de los tomadores de decisiones locales, nacionales e internacionales: es una solución barata y basada en la resiliencia de la naturaleza que tiene un potencial tremendo en la mitigación del cambio climático a través de la captura de carbono durante el proceso de recuperación”.

Los co-autores de Ecosur indican que en el contexto mexicano es deseable poner mayor énfasis en investigación e invertir en programas de manejo y conservación de las selvas secundarias y en general en los mosaicos regionales de agroecosistemas, por su contribución a la conservación de la biodiversidad, la captura de carbono y otras funciones ecosistémicas.

La Red de Investigación Colaborativa 2ndFOR se enfoca en el estudio de la ecología, la biodiversidad, y los servicios ecosistémicos de los bosques secundarios, que resultan de la intervención humana sobre las selvas. La Red 2ndFOR es coordinada por los profesores Lourens Poorter y Frans Bongers, de la Universidad Wageningen, y la doctora Danaë Rozendaal, de la Universidad de Regina en Canadá.

Imagen: Biomass resilience of Neotropical secondary forests : Nature : Nature Publishing Group

Premian en Cuba resultado de investigación de egresada del doctorado de Ecosur

El resultado de la iniciativa “Sistemas familiares de la producción de pequeños rumiantes”, derivada de la tesis de doctorado de Isela Ponce Palma, investigadora en el Instituto de Investigaciones Agropecuarias Jorge Dimitrov (IIA), quien egresó del posgrado de Ecosur en diciembre del 2014, recibió el premio anual a los resultados destacados obtenidos en la ciencia y la innovación tecnológica en el territorio, que otorga el Consejo de Dirección de la Delegación Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), en la provincia de Granma, Cuba.

El 15 de enero, en el marco de las actividades por el Día de la Ciencia Cubana, se dio a conocer la resolución en la que se reconoce a la doctora Isela Ponce Palma, porque su tesis “Modos de Vida y grado de sustentabilidad de los sistemas de producción de ovinos en tres formas de propiedad de la tierra en el Valle del Cauto, Granma, Cuba”, abrió la línea de investigación sobre el tema, con nuevas hipótesis sobre las alternativas sustentables y llevadas a la práctica en un proceso de aprendizaje social.

El objetivo de la investigación fue evaluar la sustentabilidad de los sistemas de producción ovina, en relación con las formas de propiedad de la tierra y los modos de vida de las familias productoras de ovinos en esa región.

El estudio se realizó en 10 comunidades de la región del Valle del Cauto en la provincia de Granma, cuyas acciones fueron la diferenciación de los modos de vida de las familias rurales y el análisis de sustentabilidad de los sistemas de producción de ovinos. Ello fortaleció las investigaciones realizadas previamente sobre la definición de la cabra criolla como entidad genética, y el desarrollo de alternativas locales para el control de las parasitosis internas a partir de la evaluación participativa del proceso de prevención de enfermedades en poblaciones animales.

El resultado aportó la información básica decisiva para generar los fundamentos y principios  metodológicos de facilitación de procesos locales y participativos para llevar a cabo procesos de aprendizaje social enfocados a la construcción de conocimientos en la solución de la problemática familiar de la producción de pequeños rumiantes.

Además de reconocer a la egresada de Ecosur, se reconoció como autores de este trabajo al doctor Manuel La O Arias, Norge Fonseca Fuente (asesor) y Niurkis Rojas Gámez, investigadores en el IIA Jorge Dimitrov; José Nahed Toral (director de la tesis) y Manuel Parra Vázquez (asesor), investigadores del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente de Ecosur y Francisco Guevara Hernández (asesor), profesor e investigador en la Unach.

Este reconocimiento anual se otorga a aquellos resultados científicos, tecnológicos y organizacionales, que “contribuyen a incrementar la capacidad innovadora de la empresa y están dirigidos a obtener nuevos productos, procesos, tecnologías y servicios totalmente nuevos o significativamente mejorados, que se encuentren aplicados en la práctica social, logrando impactos económicos, sociales o medioambientales concretos y medibles”.

¡Muchas felicidades a todos los participantes e instituciones por el reconocimiento!

Consulta la tesis en : http://bibliotecasibe.ecosur.mx/sibe/book/000053872

Ecosur realizará investigación sobre servicios ambientales en la Cuenca Grijalva-Usumacinta

Vera Camacho Valdez y Miriam Soria Barreto, investigadoras del programa de Cátedras Patrimoniales del Conacyt, presentaron en seminarios institucionales, en la Unidad San Cristóbal, las investigaciones que desarrollarán en el marco del proyecto ”Observatorio del flujo de los servicios ambientales en la Cuenca Grijalva-Usumacinta”, que coordina Andrea Sáenz-Arroyo, investigadora del Departamento Conservación de la Biodiversidad y que se realizará a lo largo de 10 años.

La cuenca del Grijalva-Usumacinta, con una extensión de más de 100 mil km2, ofrece diversos servicios ecosistémicos y es considerada una de las zonas con más diversidad biológica y cultural de México.

En su intervención, Vera Camacho explicó que en la reunión de Ecosistemas del Milenio, realizada en 2003, investigadores de 90 países concluyeron que 60% de los servicios ecosistémicos del planeta han sido degradados o no tienen un uso sustentable.

Dado que los servicios ecosistémicos están relacionados con el buen funcionamiento de los ecosistemas y con el bienestar humano, al proveer a la población de alimentos o ser amortiguadores de eventos extremos como huracanes, en el caso de los humedales y bosques, la investigación de Vera Camacho “Valoración económica y análisis espacial de servicios ecosistémicos de la Cuenca Grijalva-Usumacinta”, pretende calcular la valoración económica de los servicios ecosistémicos para brindar información a los tomadores de decisión para la conservación y uso sustentable de los recursos naturales.

Su investigación permitirá documentar el efecto del ser humano sobre los ecosistemas de la región, con objetivos específicos como el establecimiento y evaluación de un índice de integridad biológica para sus sistemas acuáticos, la descripción y análisis de los cambios en la diversidad genética de especies, establecimiento de modelos de deforestación, análisis de los flujos de servicios ambientales y sus transformaciones en capitales, y el análisis espacio-temporal e histórico a través de imágenes satelitales.

Por su parte, Miriam Soria Barreto presentó los detalles de su investigación “Evaluación y monitoreo de los ecosistemas acuáticos y la ictiofauna en la cuenca Grijalva-Usumacinta”. Indicó que el río Grijalva, además de presentar un alto índice de deforestación, posee cuatro embalses localizados a lo largo de la cuenca, que impiden la conectividad entre la parte alta y baja, acortando el flujo de nutrientes, energía y diversidad biológica de peces. Mientras que el río Usumacinta, además de ser mucho más extenso que el Grijalva, es continuo y no presenta embalses, lo que le favorece la conectividad entre la parte alta y baja de la cuenca, es decir, existe un flujo continuo de nutrientes y peces, sin embargo, es afectada por la deforestación, el cambio de uso de suelo y la presencia de especies invasoras, como el pez diablo.

A través de su investigación pretende establecer y evaluar el índice de diversidad biológica en los sistemas acuáticos para conocer el estado actual de los ecosistemas, así como desarrollar metodologías que permitan describir y analizar los cambios de la diversidad genética de ecosistemas terrestres y acuáticos con especies que se identifiquen en los procesos ecológicos del sistema.