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Se ha Logrado Controlar la Mosca de la Fruta Hasta en un 50%

La Mosca de la Fruta es la principal plaga que se tiene en los cultivos frutales y por lo tanto, ha merecido una atención especial por parte de los investigadores del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), que coadyuvan con la Asociación de Fruticultores del Soconusco en el estudio para el manejo y combate de ese flagelo.
Así lo dio a conocer el doctor, José Pablo Liedo Fernández, Investigador titular y especialista en Ecología de Insectos y Manejo de Plagas, quien aseguró que el control es importante, pues permite exportar la producción a países libres como los Estados Unidos.
En entrevista con rotativo EL ORBE, dijo que desde el 2015 ya se trabajaba en la factibilidad de la técnica del insecto estéril y del control biológico, bajo las condiciones de esta región, aprovechando que hay familiarización con el combate de la Mosca del Mediterráneo desde hace más de 40 años.
Explicó que ya se concluía este proyecto cuando se presentaron los integrantes de la Asociación de Fruticultores del Soconusco, quienes buscaban alternativas para enfrentar el combate de la Mosca de la Fruta, y fue entonces cuando se le dio continuidad al proyecto. Por los resultados exitosos que ya había presentados con anterioridad, se empezó a trabajar de manera directa con los productores de mango.
Detalló que cuando no es temporada de mango, casi no se detecta la presencia de ese animalito, porque se dispersa en la zona media alta de los municipios de la región, de cuyos hechos se tiene amplia información tanto por parte del Ecosur como del Comité Estatal de Sanidad Vegetal.
Sin embargo, dijo que cuando ya es la temporada, las colonias de estos insectos se desplazan hacia la zona baja, por lo que se estableció una barrera biológica que consiste en dispersar moscas estériles, precisamente para evitar que esa plaga baje a donde están los cultivos de las frutas.
Aseguró que del 2015 para esta fecha se ha ido reduciendo esa plaga hasta en un 50 por ciento de lotes larvados que llegan a las empacadoras, lo que ha permitido que al mismo tiempo aumente la exportación de mango a los Estados Unidos.

EL ORBE / Nelson Bautista

NOTA PUBLICADA EN:

https://elorbe.com/al-instante/2023/02/22/se-ha-logrado-controlar-la-mosca-de-la-fruta-en-un-50-por-ciento-aunque-no-existe-el-riesgo-de-la-contaminacion-a-los-frutos.html

https://elorbe.com/seccion-politica/estatal/2023/02/21/se-ha-logrado-controlar-la-mosca-de-la-fruta-hasta-en-un-50.html#:~:text=*Gracias%20a%20Ello%20se%20Puede,20%20de%20Febrero%20del%202023.

“Trabajar en la construcción mientras se espera”, la experiencia de haitianos, venezolanos y centroamericanos en Tapachula

Iván Francisco Porraz Gómez[1]

Migrantes trabajando en Tapachula. Foto: Iván F. Porraz

Las ciudades del sur de México son poco atractivas para muchos solicitantes de la protección internacional en comparación con las ciudades del norte; una de las razones es la falta de empleo, y en diversas ocasiones, la mala paga. El informe “Recepción, apoyo e integración de las personas refugiadas y solicitantes de asilo” publicado en el 2019[2]señala: “de manera contraria, los menores ingresos se presentan en Palenque (3,134.2 pesos), Tuxtla Gutiérrez (3,937.4 pesos) y Tapachula (4,343.7 pesos)” (Hernández y Cruz, 2020, p. 55).

La construcción de casas u obras particulares es uno de los espacios donde cada día hay más visibilidad de los solicitantes, en su mayoría hombres jóvenes solteros; en cuano a las nacionalidades, estas son diversas, por ejemplo, en una obra que se encuentra Par Vial, novena norte y esquina con diecinuve oriente, trabajan haitianos, venezolanos, hondureños, guatemaltecos y personas locales. En otros espacios sin embargo, es notoria una preferencia por contratar trabajadores de origen haitiano, sobre ello nos comenta uno de ellos:

“El trabajo en Tapachula, es poco, pero yo he conseguido en la construcción, ahí a veces te dan porque no siempre la gente quiere trabajar. Yo llego y pregunto si hay trabajo como “peón de masañil” que sería acá en México ayudante del albañil, me dicen que sí hay y ya me presento desde el lunes, el dinero no es mucho pero a veces puedo mandar a mi familia” (comunicación personal, enero de 2023, Tapachula, Chiapas).

Andrés de origen venezolano comentó:

“Yo sé albañilería y algo de fontanería, a veces consigo trabajo como fontanero y otras como ayudante del albañil, es difícil que te den de albañil, ahí están más las personas locales que ya conocen a los patrones o ellos hacen el trato del trabajo, por lo menos de eso sobrevives acá, y también como yo que vengo solo, encuentro a otras personas de Venezuela o algunos centroamericanos con los que puedes hacer amistad, ir a tomar una cerveza; ahí me encontré un chamo que ya estamos planeando que cuando nos den la visa nos vamos a ir para Canadá” (comunicación personal, enero de 2023, Tapachula, Chiapas).

El trabajo de la construcción es un mundo con características particulares; escuché en alguna ocasión decir a un albañil -y lo es-, que la construcción es un espacio diverso donde cada persona tiene una historia de su habitar en la ciudad del sur, pero también es un espacio de encuentro para ser amistades, o de desencuentro entre nacionalidades por disputar algún puesto de trabajo. La entrada a la obra puede variar, en algunos sitios es a las 6 de la mañana y en otros a las 7, se hace una pausa a la 1 o 2 de la tarde para comer o tomar algo, o simplemente descansar por el calor que llega en esta temporada a 35 o 38 grados, la salida es las 5 de la tarde, el sueldo en algunas obras es $200 o $250 pesos por jornada laborada, “depende que tan buena gente es el patrón”, nos comenta Juan quien es de origen hondureño, lleva ocho años en la ciudad y quien sobre la rutina del tabajo dice:

“Acá hay de todo, hay trabajadores haitianos, venezolanos, hubieron unos que decian que eran colombianos y varios paisanos, ahorita somos tres albañiles y cuatro “chalanes”, hay un fontanero y un herrero, los chalanes en su mayoría son haitianos, son buenos para el trabajo pesado y cumplen con su horario, eso sí, hay que pagarles puntuales sino la hacen de broncas, el fontanero es venezolano y es bueno también, pero a veces falla un poco, ya los demás somos de acá, el problema con ellos es que van de paso y en cualquier momento se pueden ir, tambien se dan broncas entre ellos, a veces porque se presentan dinero y ya no quieren pagarse, o hasta por algún muchacha ya tienen el arguente ahí…” (comunicación personal, febrero de 2023, Tapachula, Chiapas).

Algunos trabajadores con los que conversé son conscientes que el trabajo de la construcción es complicado, pero es lo que hay. La mayoría de los entrevistados apenas terminaron la primaria, otros la secundaria y algunos pocos una carrera técnica (electrcista, fontanero, mécanico). Su mayor fortaleza es su capacidad de trabajo y las destrezas aprendidas en el campo de la construcción, y saben que esa fuerza física tiene demanda acá en la ciudad como en el mercado laboral de Estados Unidos o Cánada, algunos dicen que este es el primer entrenamiento de lo que quizás será su vida allá, del otro lado de México.

Las dificultades laborales en tierra ajena ponen a los solicitantes de protección internacional en la necesidad de tomar decisiones difíciles, y la movilidad a otro espacios es una de ellas, aunque no todos están en condiciones de asumir el riesgo. En este punto juega un papel importante la edad, pero sobre todo el estado civil. En las pláticas con ellos, de manera reiterada mencionaban palabras como audacia y aventura; el saberse joven abre mundos, parecían decir, después de todo, movilizarse con fines laborales no significa ir a donde se quiere, porque el rumbo está limitado por las actividades en las que se pueden emplear. Aquí y allá, muchos de ellos saben que los trabajos que pueden encontrar son en la agricultura empresarial de jornaleros, o actividades relacionadas con el campo de la construcción y de los servicios. Para cerrar esta columna refiero una frase que condesa el sentir de muchos y muchas solicitantes de protección internacional que pasan por este sur: “Somos mano migrante nos necesitan, así nos toco nacer”…

Bibliografía

 Hernández, L. R. A. y Cruz P. R. (2020). Perfiles y dinámicas y perspectivas en torno a la situación de las personas refugiadas en México. El Colegio de la Frontera Norte (COLEF), ACNUR. México.

[1] Investigador de ECOSUR-Tapachula, colaborador del Observatorio de las Democracias: sur de México y Centroamérica.

[2] Llevado a cabo por El Colegio de la Frontera Norte (El COLEF), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y Dignidad y Justicia en el Camino A.C (FM4 PASO LIBRE).

TEXTO PUBLICADO EN: https://www.chiapasparalelo.com/opinion/2023/02/trabajar-en-la-construccion-mientras-se-espera-la-experiencia-de-haitianos-venezolanos-y-centroamericanos-en-tapachula/?fbclid=IwAR3SdJGnJJyrAhUXXdj1CeCLA6q70d4Uzm7XCDTByJiZeIrdIEb95U3y99A

Dalia Luz Hoil enseña la importancia de proteger la flora nativa quintanarroense

La bióloga ha enfocado su investigación en el proyecto ‘Restauración de duna costera en Puerto Morelos

Reforestar la duna costera permitirá mantener el equilibrio ecosistémico, por lo cual desde hace tres años Dalia Luz Hoil Villalobos, bióloga especialista en manejo de recursos vegetales, ha enfocado su investigación en el proyecto Restauración de Duna Costera en Puerto Morelos, al considerar que hay una necesidad de restaurar esos espacios donde no había vegetación.

La también investigadora del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) forma parte de un esfuerzo interinstitucional que consistió primero en identificar las plantas potenciales, porque la duna tiene una gran diversidad (más de 300 especies) y luego hicieron un vivero de plantas de duna costera, donde las cultivan hasta alcanzar cierto tamaño y después hacen la siembra en el litoral.

El trabajo de la bióloga y sus colegas puede apreciarse en el Jardín Botánico Dr. Alfredo Barrera Marín, de Puerto Morelos, espacio que Hoil Villalobos califica como un área de vinculación científica con la comunidad. Para ella es muy importante que las personas conozcan la flora de la región y los diferentes usos que se le puede dar.

La divulgadora científica compartió detalles de su trayectoria e investigaciones en el panel ¿Qué quieres ser de grande?, organizado por el planetario Sayab de Playa del Carmen en el marco del Día de la Niña y la Mujer en la Ciencia, que se conmemora este 11 de febrero. 

Invitó a las asistentes a despertar su curiosidad científica: “Cuando te despierta la curiosidad, cuando no te quedas a gusto con una sola respuesta, cuando estudias ciencias es porque quieres encontrar respuestas, quieres ver cómo funciona, por qué está allí, tienes el derecho de obtener esa información y poder formarte para tener un mejor criterio. Cuando estudias ciencias tienes la capacidad de filtrar toda la información que te llega y formarte un criterio propio, tener una respuesta más acertadas y para proponer soluciones”.

El conocimiento de las especies vegetales -manifestó- tiene que ver con el rescate de tradiciones, pues es información que se da a través de la cultura, en el caso de la Península de Yucatán del vínculo que tienen las plantas con la cultura maya, en Quintana Roo en particular con la maya macehual.

“Cuando trabajamos con plantas uno de los componentes, además de saber sus datos técnicos, como el nombre científico y la familia, es saber los usos; proveer ese tipo de información ayuda a que la gente tenga más conexión con ellas, empieza a haber esa apropiación porque le das un enfoque diferente”, indicó la bióloga.

Mencionó que aunque es importante también la vinculación a través de lo virtual, no hay nada más importante que tener contacto con la naturaleza, eso da un contexto muy diferente y reiteró la importancia de las especies nativas: “si desaparecemos las plantas por ende desaparecemos otras especies que pueden ser animales, insectos, hongos u otros organismos”.

Los problemas más fuertes que enfrenta la flora son la fragmentación del ecosistema y el cambio de uso de suelo. Además, hay un fenómeno a nivel global, sobre todo en las ciudades, que es la reforestación con especies exóticas o que no son nativas, porque las consideran carismáticas por la forma de sus hojas, sus flores, etc. y se deja de lado la flora nativa, que ya está adaptada a los territorios y los suelos de la región.

Por ello como parte de su labor de divulgación científica está el dar a conocer que se tienen opciones, una gran variedad de plantas nativas que suministran más beneficios que una planta que no es de la región.

“Estamos en un lugar de turismo masivo y el cambio de uso de suelo afecta precisamente a las comunidades vegetales y si no conocemos a las plantas de la región muchas de ellas las comprometemos y estamos hablando de especies que son únicas en la región, lo que se conoce como endémicas, y otro tanto de ellas están en categoría de riesgo cuyas poblaciones requieren ser manejadas”, concluyó la bióloga.

NOTA PUBLICADA EN: https://www.lajornadamaya.mx/quintana-roo/210507/mujeres-en-la-ciencia-dalia-luz-hoil-ensena-la-importancia-de-proteger-la-flora-nativa-quintanarroense

Los piojos harinosos, la excepción a la regla

Escrito por Alfredo Castillo-Vera y Susana Maza-Villalobos

Cuando era niño, los únicos piojos que yo conocía eran aquellos insectos parásitos que se alimentan de la sangre del humano y que conocí en la escuela cuando mi profesora los detectaba en la cabeza de mis compañeros. Ahora, sé que existen otros insectos llamados piojos harinosos, que no tienen relación con los piojos del humano y que deben su nombre común a una capa blanca algodonosa/polvosa que cubre su cuerpo. Los piojos harinosos son insectos parásitos de plantas, es decir, se alimentan de la planta, provocándole daño e incluso la muerte a la planta hospedera. Los piojos harinosos chupan la savia de las plantas insertando su aparato bucal, que tienen forma de pico, sobre hojas, tallos, frutos, e incluso raíces.

Los piojos harinosos también son conocidos como cochinillas algodonosas, nombre común que me cuesta un poco más asociarlo con ellos, quizá porque el nombre de «cochinillas» también se aplica para ciertas especies de artrópodos, que no son insectos y que viven bajo las piedras u otros lugares húmedos y que se alimentan de material rico en materia orgánica en descomposición.

Colonia de Ferrisia virgata. Fotografía: Alfredo Castillo-Vera.

Insectos excepcionales

De manera general, la metamorfosis es un proceso biológico formado por etapas en donde ocurren cambios físicos que trae como resultado la formación de adultos. La mayoría de los insectos tienen una metamorfosis formada por cuatro estados de desarrollo: huevo, larva, pupa y adulto. Sin embargo, las hembras de los piojos harinosos tienen una metamorfosis compuesta solo por tres etapas: huevo, ninfa (larva con patas) y adulto. Solo los machos de los piojos harinosos poseen alas y estas son enteramente membranosas, aunque estos insectos pertenecen al orden Hemíptera (hemi = mitad, pteron = ala), grupo donde la mayoría de sus miembros tienen la mitad del ala dura y la parte apical membranosa.

Cuando son adultos, los machos y las hembras de los piojos harinosos son muy diferentes entre sí, es decir, presentan dimorfismo sexual. Mientras que los machos tienen un cuerpo duro, color café, dividido en tres segmentos (cabeza, tórax y abdomen), con tres pares de patas, largas antenas y un par de alas (como si fueran unas avispas muy pequeñas), las hembras adultas tienen un cuerpo blando, multisegmentado, aplanado, de forma ovalada, con textura algodonosa/polvosa de color blanco, tres pares de patas, antenas no visibles y sin alas. Por esta razón, un primer encuentro con una hembra de piojo harinoso puede que te haga dudar sobre si se trata o no de un insecto. Incluso, cuando los piojos harinosos están copulando, es posible confundir al macho con una avispa parásita atacando a la hembra de piojo harinoso.

Fruto de rambután infestado con el piojo harinoso Ferrisia virgata. Fotografía: Alfredo Castillo-Vera.

Caminan desde que nacen

Las hembras de los piojos harinosos forman una especie de nido blanco y algodonoso llamado ovisaco para proteger a su descendencia. Dependiendo de la especie, las hembras depositan de 300 a 800 huevos dentro de cada ovisaco. En algunas especies de piojos harinosos las ninfas eclosionan de los huevos, pero en otras especies las ninfas nacen directamente de la hembra. En ambos casos, las ninfas de los piojos harinosos nacen con tres pares de patas, lo que significa que estos insectos tienen patas a lo largo de toda su vida, a diferencia de otros cuyas larvas no tienen patas. Las ninfas se mueven con más facilidad que los adultos y se pueden desplazar por toda la planta en busca de las partes más blandas para alimentarse, e incluso pueden propagarse de una planta a otra que se encuentre en contacto, por eso son llamadas «caminantes».

Cuando las ninfas encuentran un sitio adecuado para alimentarse, permanecen ahí hasta alcanzar su estado adulto. Las ninfas hembras conservan su forma al convertirse en adultas, es decir, son neoténicas, ya que solo aumentan su tamaño.

Poder femenino

La mayoría de los insectos necesitan de ambos sexos para reproducirse. Sin embargo, existen algunas especies de piojos harinosos como la cochinilla de las solanáceas (Phenacoccus solani), una plaga en Almería (España), cuyas hembras no necesitan del macho para tener descendencia. Este tipo de reproducción se llama partenogénesis y significa que las células sexuales femeninas (óvulos) dan origen a un nuevo organismo sin ser fecundadas. Incluso, en las colonias de las especies en donde el macho sí es necesario para reproducirse, la presencia de hembras y ninfas es predominantemente visible, pero no así la presencia de machos, ya que estos son muy pequeños, su misión es exclusivamente reproductiva, no se alimentan porque tienen su aparato bucal atrofiado y viven mucho menos tiempo que las hembras. Mientras las hembras viven de 30 a 60 días, los machos solo viven un par de días.

 https://pixabay.com/es/photos/cochinilla-insectos-hoja-eater-5968967/

Hormigas, sus aliadas y nodrizas

Las poblaciones de los piojos harinosos crecen rápidamente cuando logran colonizar a una planta, debido a su alta capacidad reproductiva y a su habilidad para alimentarse de diferentes especies de plantas. Si bien algunos piojos harinosos logran llegar por sí solos a la planta, muchas especies forman alianzas con hormigas, quienes les ayudan a transportarse más rápidamente a la planta y, además, les proporcionan protección contra avispas u otros insectos depredadores. A cambio de ese transporte y protección, los piojos harinosos otorgan a las hormigas una melaza, la cual es excretada por los piojos harinosos y es rica en azúcar. Las hormigas ingieren esas secreciones azucaradas las cuales regurgitan dentro del hormiguero para alimentar a las larvas y a los demás miembros de la colonia.

Adulto macho de Ferrisia virgata. Fotografía: Alfredo Castillo-Vera.

Identificación e importancia

Los piojos harinosos pertenecen a la familia Pseudococcidae, y se han descrito cerca dos mil especies de piojos harinosos en todo el mundo, las cuales son difíciles de identificar a simple vista. Para identificar a las especies de piojos harinosos se requiere someter a las hembras a un meticuloso procesamiento de limpieza y aclaramiento de su cuerpo (usando soda cáustica y desengrasantes), lo que permite observar todas sus partes, las cuales permanecen ocultas por la secreción blanca, harinosa/polvorienta y grasosa que la cubre. Este proceso aclara la piel del insecto y lo hace transparente, a tal punto que es posible ver sus estructuras internas. La identificación de las especies es importante para conocer su preferencia a ciertas plantas hospederas, ya que una quinta parte de las especies conocidas son polífagas, es decir, se alimentan de una gran variedad de plantas.

Debido a que se alimentan de la savia, los piojos harinosos provocan severos daños a especies de importancia comercial, lo que representa pérdidas económicas. Por ejemplo, en 2014, el piojo harinoso de la vid (Planococcus ficus) en Baja California, México, provocó pérdidas en los viñedos del 40% hasta el 100%. Conocer y estudiar piojos harinosos ayuda a identificar a los posibles enemigos naturales de estas especies, así como a conocer otras interacciones bióticas que favorecen a sus poblaciones; información que es crucial para proponer programas de control biológico que permitan su manejo.

Para Saber Más: 

DGSV-CNRF. (2019). Pseudococcus jackbeardsleyi Gimpel & Miller, 1996 (Hemiptera: Pseudococcidae). Cochinilla de Jack Beardsley del plátano. México, SADER-SENASICA, Dirección General de Sanidad Vegetal-Centro Nacional de Referencia Fitosanitaria. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/472515/Ficha_t_cnica_Pseudococcus_jackbeardsleyi.pdf

Palma-Jiménez, M., Blanco-Menese, M. y Guillén-Sánchez, C. (2019). Las cochinillas harinosas (Hemiptera: Pseudococcidae) y su impacto en el cultivo de Musáceas. Agronomía Mesoamericana, 30(1), 281-298. Las cochinillas harinosas (Hemiptera: Pseudococcidae) y su impacto en el cultivo de Musáceas1 (redalyc.org)

Salvador-Sola, F.J. (2016). Pseudoccidos. Cochinillas algodonosas. CAJAMAR, 19, 1-11. https://www.cajamar.es/storage/documents/019-pseudococcidos-1469431238-34c5c.pdf

Alfredo Castillo-Vera. ECOSUR, Grupo de Ecología de Artrópodos y Manejo Integrado de Plagas. acastill@ecosur.mx

Susana Maza-Villalobos. CONACYT-ECOSUR, Grupo de Agroecología, Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. smazavm@gmail.com

TEXTO PUBLICADO EN: https://www.sabermas.umich.mx/secciones/articulos/1179-los-piojos-harinosos-la-excepcion-a-la-regla.html