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Pompeyo y su retorno a la libertad

De no haber sido rescatado, seguramente habría muerto, pues los manatíes durante sus dos primeros años dependen de su madre para sobrevivir, ya que son mamíferos y se alimentan de su leche

El manatí pompeyo. Janneth Padilla

JANNETH ADRIANA PADILLA SALDÍVAR *

El bebé solitario

Un caluroso día de agosto 2021 conocí a un hermoso manatí bebé, un macho de un mes de nacido, de apenas 15 kilogramos y menos de un metro de longitud. Fue encontrado en la Laguna Milagros y llevado al Centro de Atención y Rehabilitación de Mamíferos Acuáticos a la orilla de la Laguna Guerrero, Quintana Roo.

En este primer encuentro mi misión era darle de comer, así que cuidando el equilibrio en los resbaladizos escalones que llevan al agua bajé y tan pronto me vio se acercó a mi, me agaché y rodeé su cuerpo con mi brazo izquierdo para darle el biberón, el cual aceptó fácilmente. Sin derramar una gota succionó los 50 ml de leche y tuve que aplicar algo de fuerza para retirárselo, ya que quería seguir comiendo. Mi deseo era quedarme ahí, a su lado, me sentía emocionada como mamá que alimenta a su bebé por primera vez, sin embargo, como el objetivo de su rehabilitación es dejarlo libre en un futuro cercano y que sobreviva por sí mismo en su hábitat natural, el contacto humano debe ser mínimo para que no se acostumbre por lo que tuve que dejarlo tan pronto terminó su alimento.

No sabemos si su madre murió o si se separaron. Dado que el bebé fue encontrado solitario, las autoridades y especialistas decidieron recogerlo para someterlo al proceso de rehabilitación. De no haber sido rescatado, seguramente habría muerto, pues los manatíes durante sus dos primeros años dependen de su madre para sobrevivir, ya que son mamíferos y se alimentan de su leche; después consumen vegetación acuática y viven independientes.

En la Bahía de Chetumal, al sur de Quintana Roo, cada año se registra la muerte de entre tres y cinco ejemplares de manatíes, una especie que está en peligro de extinción en el mundo.

Pompeyo es alimentado.
Pompeyo es alimentado. Janneth Padilla

La guardería

Cuando me propusieron colaborar en la rehabilitación de este bebé, en pocos segundos pasaron por mi mente las actividades, dificultades y retos que implicaba acogerlo, pero acepté de inmediato, el desafío valía la pena. Si no se hubiera realizado el proyecto, la cría habría terminado en cautiverio en algún parque acuático, lo cual aseguraría su salud y también un encierro de por vida, lo que no es deseable para un manatí que puede nadar en libertad decenas de kilómetros en un día.

Me animé a sumarme a este proyecto porque lo lidera la doctora Nataly Castelblanco, especialista de gran experiencia y prestigio internacional, quien ha colaborado en programas de rehabilitación y reintroducción en países como Estados Unidos, Brasil, Puerto Rico, Belize, Perú y Colombia.

En México se han llevado a cabo algunos procesos de rehabilitación en Veracruz, Chiapas, Tabasco y Quintana Roo, sin que hasta la fecha se haya documentado alguna reintroducción exitosa de un manatí a su hábitat natural. Aunque la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales tiene estrategias para llevar a cabo estos procesos, en la práctica hacen falta recursos para desarrollarlas de manera formal y efectiva.

Con los recursos que ha obtenido la doctora Castelblanco, a través diversas fuentes de financiamiento, llevamos 18 meses cuidando al manatí con protocolos establecidos y también experimentando, a prueba y error, en un encierro de 68 m2 en la Laguna Guerrero, en la estación de campo que administra el Gobierno de Quintana Roo.

Al principio el bebé se alimentaba solo de fórmula láctea en biberón cada tres horas, día y noche, de tal manera que los desvelos para el personal que lo cuidaba eran el pan de cada día. Meses después se inició la fase de alimento sólido con vegetación acuática natural y lechuga como complemento. En octubre 2022 la cría se destetó y desde entonces su dieta es vegana al 100%. Para su consumo se le ofrecen algas acuáticas de la laguna, que a veces no le apetecen y prefiere la lechuga que siempre se acaba. Aun así, la vegetación natural seguirá formando parte de su dieta porque es necesario que conozca lo que va a encontrar cuando sea liberado.

La labor más ardua ha estado a cargo de jóvenes voluntarios, estudiantes de veterinaria y biología de diferentes estados del país, así como de Colombia e Inglaterra. Ellas y ellos, la mayoría mujeres, han realizado estancias hasta de seis meses sin remuneración para cuidar al manatí y hasta ahora los resultados son buenos pues goza de excelente salud, acepta sus alimentos y se mantiene activo.

El nombre del bebé

En estos proyectos es esencial hacer partícipe a la comunidad, por eso se han llevado a cabo charlas en las poblaciones de la Laguna Guerrero para informar a sus habitantes sobre la cría y su rehabilitación. Una de las actividades organizada para la población infantil fue un concurso para “bautizar” al bebé y resultó ganador el nombre “Pompeyo”, en honor al vicealmirante mexicano Othón Pompeyo Blanco, uno de los fundadores de Chetumal, Quintana Roo, cuyo municipio lleva su nombre.

En la siguiente fase de la rehabilitación de Pompeyo habrá que probar estrategias para que empiece a moverse fuera de su encierro; después, cuando se desplace distancias mayores, será necesario colocarle un radio transmisor para saber a dónde viaja y verificar que se está alimentando, lo que garantizará su buen estado de salud en vida libre. Sería un logro enorme documentar el primer caso de reintroducción exitosa de un manatí a su hábitat natural en México.

Tus ojos, lindos son tus ojos…

Para mí que los manatíes tienen el alma más dócil y dulce de los seres vivos… lo veo en sus ojos, redondos y pequeños, que alcanzan casi dos centímetros de diámetro en los adultos. No tienen párpados ni pestañas y para cerrar los ojos aprietan los músculos que están alrededor de ellos en un movimiento circular, como la apertura del lente de una cámara. Cuando por alguna razón —casi siempre relacionada con los seres humanos— un manatí permanece fuera del agua, las lágrimas se acumulan y resbalan sobre su rostro. Da la impresión de que el manatí estuviera llorando… o tal vez de verdad llora, quizás les angustia estar fuera de su elemento vital.

Siempre me ha gustado ver los ojos de los manatíes y los de Pompeyo no son la excepción. Los he visto también derramando lágrimas en las ocasiones que lo hemos sacado del agua para su evaluación médica.

Aunque Pompeyo sea una criatura encantadora, espero que llegue el día en que no vuelva a ver sus lindos ojos, porque ha vuelto a su hábitat y nada en aguas lejanas, es autosuficiente y puede sobrevivir por sí mismo. Deseo con fervor que llegue a ser un alma libre.

* Académica de El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Chetumal

(jpadilla@ecosur.mx)

TEXTO PUBLICADO EN: https://www.cronica.com.mx/academia/pompeyo-retorno-libertad.html

Invasión de arañas en la Bahía de Chetumal como respuesta a los moscos bobos

Como consecuencia del exceso de “mosco bobo”, comienzan a aparecer telarañas en la Bahía de Chetumal.

De la misma manera que sucedió hace dos años, en varias zonas del bulevar Bahía de Chetumal empezaron a proliferar arañas, cuya fuente principal de alimento son los llamados moscos bobos, una plaga que desde que arrancó el 2023 comenzó a registrarse en diversas zonas de la capital y del sur del Caribe Mexicano.

Durante el 2020, investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) revelaron que la proliferación de arañas en el bulevar Bahía de Chetumal era un fenómeno natural normal, ante la abundante cantidad de alimento que representan los enjambres del mosco bobo. Lo mismo que ocurre desde la primera semana de este año, en algunas zonas de Chetumal y Calderitas, pero específicamente en la bahía.

En ese entonces se dijo que se trata de arañas del género Tetragnatha, conocidas por vivir cerca de cuerpos de agua, y que suelen ser frecuentes depredadoras de insectos. Las arañas cubren árboles enteros con sus telas como respuesta a la abundancia del mosco bobo (Chironomiade).

“Es un fenómeno espectacular que se ha registrado en otras partes del mundo como Estados Unidos, Grecia, Pakistán y Australia”, señala el estudio publicado por Ecosur ese año, luego de reportarse por primera vez un fenómeno que llamó la atención de los chetumaleños, quienes jamás habían visto algo similar en la capital de Quintana Roo.

Esta semana, luego de algunas en la que los enjambres de moscos bobos empezaron a llegar a las diferentes colonias de Chetumal, se logró registrar la presencia de una proliferación de arañas en el bulevar Bahía, sobre todo en los árboles y sus ramas, en donde queda atrapado el mosco bobo.

Se prevé que en los siguientes días se logre observar un incremento de ellas, especialmente en los asentamientos cercanos a la bahía, ya que corresponde a un método de control natural para contrarrestar la plaga de moscos.

NOTA PUBLICADA EN: https://laverdadnoticias.com/quintanaroo/Invasion-de-aranas-en-la-Bahia-de-Chetumal-como-respuesta-a-los-moscos-bobos-20230223-0193.html

NOTAS RELACIONADA:

https://www.poresto.net/quintana-roo/2023/2/23/aranas-invaden-la-bahia-de-chetumal-en-quintana-roo-372603.html

Realizan novedosa investigación sobre tortugas blancas

La tortuga blanca, Dermatemys mawi (D. mawii), es uno de los quelonios, más amenazados en México y una de las especies menos estudiadas. Al respecto el maestro en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural con orientación en Manejo y Conservación de Recursos Naturales, del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Eduardo Reyes Grajales, realizó el primer estudio en el país de esta especie.

Con su tesis para obtener la maestría denominada “Conservación de la tortuga blanca (Dermatemys mawii) y su ecología trófica en un sistema léntico en el sureste de México”, el investigador abrió el panorama sobre su estado ecológico y propuso herramientas para su protección.

Belice es el único país en donde se han realizado investigaciones y programas de conservación continuos, a diferencia de México y Guatemala; esta investigación recopiló información sobre los factores de amenaza, y los programas de conservación de D. mawii.

Acorde a los resultados, del maestro en Ciencias de la Unidad San Cristóbal, esta tortuga ha sido afectada constantemente en toda su distribución por la degradación de su hábitat y su caza ilegal.

Descubrimientos

También se encontró que los programas de crianza fuera de su hábitat, pueden ser una herramienta para el repoblamiento en vida silvestre, sin embargo, se deben considerar criterios genéticos y de salud animal.

Complementariamente, se evaluó la variación sexual de la dieta de D. mawii, analizando muestras de post-ingestión, es decir, lavado estomacal y heces, en una laguna del sureste; además, se evaluó la información que brindan las muestras post-ingestión de esta tortuga.

Se identificaron tres categorías alimenticias generales, y 12 componentes, de los cuales Chamaedorea sp., Persicaria sp., Mucuna argyrophylla y Ludwigia sp. son nuevos reportes de plantas consumidas por la tortuga blanca.

Esta tortuga utiliza los recursos alimenticios en una proporción similar en ambos sexos. En las muestras de lavado estomacal, se identificó a Pistia stratiotes como el recurso con mayor importancia, y en las muestras de heces a Ludwigia sp.

El alto consumo de P. stratiotes por esta tortuga sugiere que puede actuar como un regulador de esta macrófita que afecta a los ecosistemas acuáticos. El uso de ambas muestras post-ingestión provee una visión integral de su dieta.

La información obtenida en este estudio puede ser incorporada a programas de conservación enfocados a la tortuga blanca.

NOTA PUBLICADA EN: https://www.cuartopoder.mx/chiapas/daniel-garcia–cp/439980

NOTA RELACIONADA: https://www.ecosur.mx/posgrado/eduardo-reyes-grajales-obtiene-el-grado-de-maestro-en-ciencias-con-la-tesis-conservacion-de-la-tortuga-blanca-dermatemys-mawii-y-su-ecologia-trofica-en-un-sistema-lentico-en-el-sureste-de-m/

Descubren en Chetumal el segundo agujero azul más profundo del mundo

Científicos del Ecosur lo nombraron Taam Ja’, que es la expresión en lengua maya para referirse a “agua profunda” · Tiene 274 metros de profundidad

La superficie del agujero azul mide más de 13 mil metros cuadrados y su estudio se apoyó en el conocimiento de pescadores de la zona.
 

Un agujero azul en el suelo marino de la Bahía de Chetumal, México, que mide 274 metros de profundidad y 13 mil 690 metros cuadrados de superficie, fue documentado y reportado por científicos de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), en la edición más reciente de la revista “Frontiers in Marine Science”. El lugar recibió el nombre de Agujero azul Taam Ja’, que es la expresión en lengua maya para referirse a Agua profunda.

A diferencia de las fosas marinas y de los abismos marinos, que se forman por movimientos de placas tectónicas y llegan a medir hasta 11 mil metros de profundidad, los agujeros azules se forman paulatinamente a lo largo de siglos y milenios, debido al movimiento de entrada y salida de agua marina sobre suelos formados por roca caliza, como la que abunda en la Península de Yucatán y sus alrededores. El nombre científico de esas estructuras es Formaciones kársticas costeras.

Por esta clasificación, dentro del conjunto de los Agujeros azules conocidos en todo el mundo, el recién reportado en Chetumal es el segundo más profundo, después del agujero azul Sansha Yongle en China, que mide 300 metros de profundidad.

La investigación del agujero azul se realizó mediante buceo, ecosondas, perfiladores CTD y la recolección de muestras de agua.

TESORO DE INFORMACIÓN.

El artículo donde se reportan los nuevos datos del agujero azul en Bahía de Chetumal fue firmado por seis investigadores: Juan Alcérreca Huerta, Teresa Álvarez Legorreta, Laura Carrillo, Laura Flórez Franco, Óscar Reyes Mendoza y Joan Sánchez Sánchez. Todos ellos trabajan en la Unidad Chetumal de ECOSUR; algunos en el Departamento de Observación y Estudios de la Tierra, la Atmósfera y el Océano, y otros en el Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad.

El texto completo se puede leer en la dirección: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fmars.2023.1141160/full

Los científicos explican en su artículo que las formaciones kársticas costeras han sido poco exploradas por la comunidad mundial de investigación científica marina y ellos decidieron poner en marcha este proyecto a partir de conocimiento proporcionado por pescadores de la zona, junto con investigación científica previa sobre las formaciones kársticas.

“Esto nos llevó a explorar las características geomorfométricas y fisicoquímicas de un agujero azul sumergido en el gran estuario tropical de la Bahía de Chetumal, en la costa sureste de la Península de Yucatán, México”, explican en el artículo publicado por “Frontiers in Marine Science”. “A diferencia de la conocida literatura sobre cenotes en la Península de Yucatán, no se hacen referencias a los agujeros azules de la región. El muestreo e investigación del agujero azul se realizó en septiembre de 2021 mediante buceo, ecosondas, perfiladores CTD y la recolección de muestras de agua”.

GRAN CONO.

El Agujero azul Taam ja’ tiene una forma casi circular en su superficie, abarcando un área aproximada de 13 mil 690 metros cuadrados (comparable con la superficie de dos campos de futbol profesional). Los lados del agujero azul son empinados, con pendientes de 80 grados que forman la estructura de un gran cono cubierto por biopelículas, sedimentos, piedra caliza y salientes de yeso.

La boca del agujero azul inicia a una profundidad de entre 4.5 y 5 metros bajo el nivel del mar, en la que las propiedades del agua cambian significativamente con gradientes de temperatura y salinidad.

Los investigadores analizaron los cambios en el agua a diferentes profundidades y reportaron perfiles hidrográficos que muestran una columna de agua estratificada dentro del agujero azul que consiste en una capa con muy bajo oxígeno o hipóxica (entre los 5 y los 20 metros bajo el nivel del mar); luego una capa llamada quimioclina, donde se encuentran masas de agua con diferentes propiedades de salinidad y oxígeno (entre los 50 metros y 80 metros bajo el nivel del mar) y más abajo una capa donde el oxígeno disuelto está agotado y es llamada capa anóxica (por debajo de los 110 metros bajo el nivel del mar).

La disolución de piedra caliza forma Agujeros azules

Los agujeros azules, las cuevas submarinas y los sumideros son características comunes en las plataformas kársticas costeras de todo el mundo, incluidos el Mar Caribe y la Península de Yucatán. Los sistemas kársticos se forman a partir de la disolución de la piedra caliza. Las repetidas inundaciones y drenajes por oscilaciones del nivel del mar, combinados con la mayor salinidad de las aguas costeras mejoraron el desarrollo de formaciones kársticas, como el extenso sistema de cuevas submarinas o los numerosos cenotes a lo largo de la costa caribeña mexicana. Del mismo modo, se han desarrollado agujeros azules grandes y profundos en todo el mundo.

ANTIMIO CRUZ

NOTA PUBLICADA EN: https://www.cronica.com.mx/academia/descubren-chetumal-segundo-agujero-azul-profundo-mundo.html

Se ha Logrado Controlar la Mosca de la Fruta Hasta en un 50%

La Mosca de la Fruta es la principal plaga que se tiene en los cultivos frutales y por lo tanto, ha merecido una atención especial por parte de los investigadores del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), que coadyuvan con la Asociación de Fruticultores del Soconusco en el estudio para el manejo y combate de ese flagelo.
Así lo dio a conocer el doctor, José Pablo Liedo Fernández, Investigador titular y especialista en Ecología de Insectos y Manejo de Plagas, quien aseguró que el control es importante, pues permite exportar la producción a países libres como los Estados Unidos.
En entrevista con rotativo EL ORBE, dijo que desde el 2015 ya se trabajaba en la factibilidad de la técnica del insecto estéril y del control biológico, bajo las condiciones de esta región, aprovechando que hay familiarización con el combate de la Mosca del Mediterráneo desde hace más de 40 años.
Explicó que ya se concluía este proyecto cuando se presentaron los integrantes de la Asociación de Fruticultores del Soconusco, quienes buscaban alternativas para enfrentar el combate de la Mosca de la Fruta, y fue entonces cuando se le dio continuidad al proyecto. Por los resultados exitosos que ya había presentados con anterioridad, se empezó a trabajar de manera directa con los productores de mango.
Detalló que cuando no es temporada de mango, casi no se detecta la presencia de ese animalito, porque se dispersa en la zona media alta de los municipios de la región, de cuyos hechos se tiene amplia información tanto por parte del Ecosur como del Comité Estatal de Sanidad Vegetal.
Sin embargo, dijo que cuando ya es la temporada, las colonias de estos insectos se desplazan hacia la zona baja, por lo que se estableció una barrera biológica que consiste en dispersar moscas estériles, precisamente para evitar que esa plaga baje a donde están los cultivos de las frutas.
Aseguró que del 2015 para esta fecha se ha ido reduciendo esa plaga hasta en un 50 por ciento de lotes larvados que llegan a las empacadoras, lo que ha permitido que al mismo tiempo aumente la exportación de mango a los Estados Unidos.

EL ORBE / Nelson Bautista

NOTA PUBLICADA EN:

https://elorbe.com/al-instante/2023/02/22/se-ha-logrado-controlar-la-mosca-de-la-fruta-en-un-50-por-ciento-aunque-no-existe-el-riesgo-de-la-contaminacion-a-los-frutos.html

https://elorbe.com/seccion-politica/estatal/2023/02/21/se-ha-logrado-controlar-la-mosca-de-la-fruta-hasta-en-un-50.html#:~:text=*Gracias%20a%20Ello%20se%20Puede,20%20de%20Febrero%20del%202023.

“Trabajar en la construcción mientras se espera”, la experiencia de haitianos, venezolanos y centroamericanos en Tapachula

Iván Francisco Porraz Gómez[1]

Migrantes trabajando en Tapachula. Foto: Iván F. Porraz

Las ciudades del sur de México son poco atractivas para muchos solicitantes de la protección internacional en comparación con las ciudades del norte; una de las razones es la falta de empleo, y en diversas ocasiones, la mala paga. El informe “Recepción, apoyo e integración de las personas refugiadas y solicitantes de asilo” publicado en el 2019[2]señala: “de manera contraria, los menores ingresos se presentan en Palenque (3,134.2 pesos), Tuxtla Gutiérrez (3,937.4 pesos) y Tapachula (4,343.7 pesos)” (Hernández y Cruz, 2020, p. 55).

La construcción de casas u obras particulares es uno de los espacios donde cada día hay más visibilidad de los solicitantes, en su mayoría hombres jóvenes solteros; en cuano a las nacionalidades, estas son diversas, por ejemplo, en una obra que se encuentra Par Vial, novena norte y esquina con diecinuve oriente, trabajan haitianos, venezolanos, hondureños, guatemaltecos y personas locales. En otros espacios sin embargo, es notoria una preferencia por contratar trabajadores de origen haitiano, sobre ello nos comenta uno de ellos:

“El trabajo en Tapachula, es poco, pero yo he conseguido en la construcción, ahí a veces te dan porque no siempre la gente quiere trabajar. Yo llego y pregunto si hay trabajo como “peón de masañil” que sería acá en México ayudante del albañil, me dicen que sí hay y ya me presento desde el lunes, el dinero no es mucho pero a veces puedo mandar a mi familia” (comunicación personal, enero de 2023, Tapachula, Chiapas).

Andrés de origen venezolano comentó:

“Yo sé albañilería y algo de fontanería, a veces consigo trabajo como fontanero y otras como ayudante del albañil, es difícil que te den de albañil, ahí están más las personas locales que ya conocen a los patrones o ellos hacen el trato del trabajo, por lo menos de eso sobrevives acá, y también como yo que vengo solo, encuentro a otras personas de Venezuela o algunos centroamericanos con los que puedes hacer amistad, ir a tomar una cerveza; ahí me encontré un chamo que ya estamos planeando que cuando nos den la visa nos vamos a ir para Canadá” (comunicación personal, enero de 2023, Tapachula, Chiapas).

El trabajo de la construcción es un mundo con características particulares; escuché en alguna ocasión decir a un albañil -y lo es-, que la construcción es un espacio diverso donde cada persona tiene una historia de su habitar en la ciudad del sur, pero también es un espacio de encuentro para ser amistades, o de desencuentro entre nacionalidades por disputar algún puesto de trabajo. La entrada a la obra puede variar, en algunos sitios es a las 6 de la mañana y en otros a las 7, se hace una pausa a la 1 o 2 de la tarde para comer o tomar algo, o simplemente descansar por el calor que llega en esta temporada a 35 o 38 grados, la salida es las 5 de la tarde, el sueldo en algunas obras es $200 o $250 pesos por jornada laborada, “depende que tan buena gente es el patrón”, nos comenta Juan quien es de origen hondureño, lleva ocho años en la ciudad y quien sobre la rutina del tabajo dice:

“Acá hay de todo, hay trabajadores haitianos, venezolanos, hubieron unos que decian que eran colombianos y varios paisanos, ahorita somos tres albañiles y cuatro “chalanes”, hay un fontanero y un herrero, los chalanes en su mayoría son haitianos, son buenos para el trabajo pesado y cumplen con su horario, eso sí, hay que pagarles puntuales sino la hacen de broncas, el fontanero es venezolano y es bueno también, pero a veces falla un poco, ya los demás somos de acá, el problema con ellos es que van de paso y en cualquier momento se pueden ir, tambien se dan broncas entre ellos, a veces porque se presentan dinero y ya no quieren pagarse, o hasta por algún muchacha ya tienen el arguente ahí…” (comunicación personal, febrero de 2023, Tapachula, Chiapas).

Algunos trabajadores con los que conversé son conscientes que el trabajo de la construcción es complicado, pero es lo que hay. La mayoría de los entrevistados apenas terminaron la primaria, otros la secundaria y algunos pocos una carrera técnica (electrcista, fontanero, mécanico). Su mayor fortaleza es su capacidad de trabajo y las destrezas aprendidas en el campo de la construcción, y saben que esa fuerza física tiene demanda acá en la ciudad como en el mercado laboral de Estados Unidos o Cánada, algunos dicen que este es el primer entrenamiento de lo que quizás será su vida allá, del otro lado de México.

Las dificultades laborales en tierra ajena ponen a los solicitantes de protección internacional en la necesidad de tomar decisiones difíciles, y la movilidad a otro espacios es una de ellas, aunque no todos están en condiciones de asumir el riesgo. En este punto juega un papel importante la edad, pero sobre todo el estado civil. En las pláticas con ellos, de manera reiterada mencionaban palabras como audacia y aventura; el saberse joven abre mundos, parecían decir, después de todo, movilizarse con fines laborales no significa ir a donde se quiere, porque el rumbo está limitado por las actividades en las que se pueden emplear. Aquí y allá, muchos de ellos saben que los trabajos que pueden encontrar son en la agricultura empresarial de jornaleros, o actividades relacionadas con el campo de la construcción y de los servicios. Para cerrar esta columna refiero una frase que condesa el sentir de muchos y muchas solicitantes de protección internacional que pasan por este sur: “Somos mano migrante nos necesitan, así nos toco nacer”…

Bibliografía

 Hernández, L. R. A. y Cruz P. R. (2020). Perfiles y dinámicas y perspectivas en torno a la situación de las personas refugiadas en México. El Colegio de la Frontera Norte (COLEF), ACNUR. México.

[1] Investigador de ECOSUR-Tapachula, colaborador del Observatorio de las Democracias: sur de México y Centroamérica.

[2] Llevado a cabo por El Colegio de la Frontera Norte (El COLEF), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y Dignidad y Justicia en el Camino A.C (FM4 PASO LIBRE).

TEXTO PUBLICADO EN: https://www.chiapasparalelo.com/opinion/2023/02/trabajar-en-la-construccion-mientras-se-espera-la-experiencia-de-haitianos-venezolanos-y-centroamericanos-en-tapachula/?fbclid=IwAR3SdJGnJJyrAhUXXdj1CeCLA6q70d4Uzm7XCDTByJiZeIrdIEb95U3y99A

Dalia Luz Hoil enseña la importancia de proteger la flora nativa quintanarroense

La bióloga ha enfocado su investigación en el proyecto ‘Restauración de duna costera en Puerto Morelos

Reforestar la duna costera permitirá mantener el equilibrio ecosistémico, por lo cual desde hace tres años Dalia Luz Hoil Villalobos, bióloga especialista en manejo de recursos vegetales, ha enfocado su investigación en el proyecto Restauración de Duna Costera en Puerto Morelos, al considerar que hay una necesidad de restaurar esos espacios donde no había vegetación.

La también investigadora del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) forma parte de un esfuerzo interinstitucional que consistió primero en identificar las plantas potenciales, porque la duna tiene una gran diversidad (más de 300 especies) y luego hicieron un vivero de plantas de duna costera, donde las cultivan hasta alcanzar cierto tamaño y después hacen la siembra en el litoral.

El trabajo de la bióloga y sus colegas puede apreciarse en el Jardín Botánico Dr. Alfredo Barrera Marín, de Puerto Morelos, espacio que Hoil Villalobos califica como un área de vinculación científica con la comunidad. Para ella es muy importante que las personas conozcan la flora de la región y los diferentes usos que se le puede dar.

La divulgadora científica compartió detalles de su trayectoria e investigaciones en el panel ¿Qué quieres ser de grande?, organizado por el planetario Sayab de Playa del Carmen en el marco del Día de la Niña y la Mujer en la Ciencia, que se conmemora este 11 de febrero. 

Invitó a las asistentes a despertar su curiosidad científica: “Cuando te despierta la curiosidad, cuando no te quedas a gusto con una sola respuesta, cuando estudias ciencias es porque quieres encontrar respuestas, quieres ver cómo funciona, por qué está allí, tienes el derecho de obtener esa información y poder formarte para tener un mejor criterio. Cuando estudias ciencias tienes la capacidad de filtrar toda la información que te llega y formarte un criterio propio, tener una respuesta más acertadas y para proponer soluciones”.

El conocimiento de las especies vegetales -manifestó- tiene que ver con el rescate de tradiciones, pues es información que se da a través de la cultura, en el caso de la Península de Yucatán del vínculo que tienen las plantas con la cultura maya, en Quintana Roo en particular con la maya macehual.

“Cuando trabajamos con plantas uno de los componentes, además de saber sus datos técnicos, como el nombre científico y la familia, es saber los usos; proveer ese tipo de información ayuda a que la gente tenga más conexión con ellas, empieza a haber esa apropiación porque le das un enfoque diferente”, indicó la bióloga.

Mencionó que aunque es importante también la vinculación a través de lo virtual, no hay nada más importante que tener contacto con la naturaleza, eso da un contexto muy diferente y reiteró la importancia de las especies nativas: “si desaparecemos las plantas por ende desaparecemos otras especies que pueden ser animales, insectos, hongos u otros organismos”.

Los problemas más fuertes que enfrenta la flora son la fragmentación del ecosistema y el cambio de uso de suelo. Además, hay un fenómeno a nivel global, sobre todo en las ciudades, que es la reforestación con especies exóticas o que no son nativas, porque las consideran carismáticas por la forma de sus hojas, sus flores, etc. y se deja de lado la flora nativa, que ya está adaptada a los territorios y los suelos de la región.

Por ello como parte de su labor de divulgación científica está el dar a conocer que se tienen opciones, una gran variedad de plantas nativas que suministran más beneficios que una planta que no es de la región.

“Estamos en un lugar de turismo masivo y el cambio de uso de suelo afecta precisamente a las comunidades vegetales y si no conocemos a las plantas de la región muchas de ellas las comprometemos y estamos hablando de especies que son únicas en la región, lo que se conoce como endémicas, y otro tanto de ellas están en categoría de riesgo cuyas poblaciones requieren ser manejadas”, concluyó la bióloga.

NOTA PUBLICADA EN: https://www.lajornadamaya.mx/quintana-roo/210507/mujeres-en-la-ciencia-dalia-luz-hoil-ensena-la-importancia-de-proteger-la-flora-nativa-quintanarroense