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Identifican a peces en la Laguna Chile Verde de Quintana Roo

Un grupo de investigadores en El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Chetumal trabaja en la identificación de los peces que habitan en la Laguna Chile Verde, al sureste del Caribe mexicano, con la finalidad de impulsar iniciativas para su conservación y hacer un uso sustentable de este recurso.

Hasta el momento, los investigadores han identificado 27 especies en este sistema acuático, todos vertebrados de gran importancia biológica y económica.

La Laguna Chile Verde está conectada al oeste con la Laguna de Bacalar, al sureste con la Laguna Salada, la Laguna Guerrero y la Bahía de Chetumal a través de áreas inundadas. La información fue revelada en la página oficial y redes sociales de Ecosur Unidad Chetumal.

Los peces que habitan la Laguna Chile Verde considerados de importancia económica son la mojarra rayada (Eugerres plumieri), la tenguayaca (Petenia splendida) y la mojarra maya o del sureste (Mayaheros urophthalmus).

En tanto que las especies relacionadas a otros sistemas acuáticos como Bacalar y la Bahía de Chetumal son el pez sapo (Batrachoides gilberti) y el gobio bandera (Microgobius microlepis).

Las especies no colectadas y registradas únicamente por avistamiento son la anguila falsa (ophisternon aenigmaticum) y la raya (Hypanus sp).

Las demás especies identificadas por los investigados en El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Chetumal son bagre (Rhamdia guatemalensis), sardina de Bacalar (Astyanax bacalarensis), bocona o dormilón (Gobiomorus dormitor), pejerey (Chriodorus atherinoides) y picudita (Belonesox belizanus).

También, bolín petota (Cyprinodon artifrons), bolín yucateco (Floridichthys polyommus), cachorro de progreso (Jordanella pulchra), topete (Poecilia mexicana), guayacón yucateco (Gambusia yucatana), guayacón del sureste (Gambusia sexradiata), sardinita maya (Dorosoma petenense) y hachudo (Anchovia clupeoides).

Además, mojarra paleta (Vieja melanurus), torito o ciclido boca de fuego (Thorichthys meeki), guapote tricolor o castarrica (Trichromis salvini), gobio gallo (Lophogobius cyprinoides), mapo aguado (Bathygobius soporator), gobio yucateco (Gobiosoma yucatanum) y el pez aguja (Strongylura notata).

Los investigadores que elaboraron la relación de los peces de la Laguna Chile Verde son Martha Valdez Moreno y Adrián Uh Navarrete, con la colaboración de Manuel Elías Gutiérrez y José Ángel Cohuó Collí.

NOTA PUBLICADA EN https://sipse.com/novedades/identifican-a-peces-en-la-laguna-chile-verde-de-quintana-roo-464318.html

Preocupa a especialistas la prevalencia de enfermedades que habían desaparecido

Gerardo Alberto González Figueroa investigador del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), aseguró que en Chiapas no se puede considerar la lepra como un problema de salud pública como ocurre en el norte del país, donde la prevalencia se ha incrementado.

“Lo que estamos estudiando nosotros es el brote de nuevas enfermedades, hoy por ejemplo pareciera ser que va a la alza, la misma tuberculosis aunque ha bajado en algunos municipios en otros está teniendo mayor presencia (…) De las viejas enfermedades que están a la alza tienen mucho que ver con la zoonosis entre otras”, explicó.

El especialista dijo que actualmente se encuentran desarrollando un mapeo de las enfermedades que aparentemente desaparecieron, pero que en los últimos años han comenzado a tener presencia en algunos municipios, un ejemplo es la tuberculosis, la cual tiene una posibilidad de que vaya a la alza.

“Nosotros lo que estudiamos son estos nuevos brotes, justamente es lo que estamos tratando de encontrarlas y reportarlas más desde el punto de vista epidemiológico, es decir, cuantitativamente”, puntualizó.
Otra de las enfermedades antiguas que también preocupa, es el paludismo, la cual el año pasado tuvo presencia en la Costa de Chiapas, debido al incremento del flujo migratorio pero también a otros factores como la sequía que actualmente se vive en el sur sureste de México.

NOTA PUBLICADA EN https://nvinoticiaschiapas.com/chiapas/25/02/2024/92485/

Mujeres en la ciencia || Entrevista a Ligia Esparza, Natalia Labryn y Adrián Núñez

Te presentamos la entrevista realizada a Natalia Labryn, Adrián Núñez y Ligia Esparza, investigadoras de ECOSUR en la Unidad Campeche, en el programa Zona Libre de Coespo Campeche, transmitido el 15 de febrero en la estación de radio Voces Campeche 920 AM. En ella nos cuentan sus historias de vida y las experiencias que han enfrentado como mujeres académicas en el ámbito científico. 

https://fb.watch/qsK_7Wqh7F/

Los jóvenes son los que más migran en el municipio indígena de Chanal, Chiapas

A pesar de los esfuerzos por implementar programas sociales, la migración persiste hacia Estados Unidos, Canadá y otras partes de México.

Factores como la exclusión territorial y económica, la violencia, el rezago social, la desigualdad y la falta de actividades económicas definidas, provocaron que el municipio de Chanal, Chiapas, se convirtiera en la principal demarcación indígena del estado con mayor número de personas migrantes, confirmó Gerardo Alberto González Figueroa, investigador del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).

Siempre ha sido un municipio excluido, está entre otros, en medio digamos, entre Altamirano, entre Huixtán, entre parte de Ocosingo, entonces es un municipio que ha estado sumamente limitado en muchas condiciones (…) Son personas que viven encerradas en un municipio que en sí mismo está encerrado en la geografía y las posibilidades de desarrollo dependen mucho del Estado mexicano”, puntualizó.

A pesar de que por las mismas circunstancias sociales, las autoridades han atraído más programas sociales, la migración continúa hacia Estados Unidos, Canadá, Sonora y Ciudad de México, así como San Cristóbal de Las Casas.

“Hoy la gente ve dos salidas fundamentales: Uno ir al mercado regional que es San Cristóbal donde ya no hay trabajo y por eso hay que buscar también ahí las causas de por qué tanto sicariato entre los jóvenes, porque como no tienen trabajo empiezan a hacer trabajo para el crimen organizado y la otras es irse vía la migración, contratando estos (polleros)”, explicó.

​Por su parte Jeremías Velasco Entzin, habitante del municipio de Chanal, relató que la población que habita mayoritariamente en la cabecera municipal y las comunidades son personas adultas y de la tercera edad, debido a que son los jóvenes los que abandonan con mayor frecuencia su hogar, para buscar cumplir el llamado “sueño americano” en Estados Unidos.

“Cada 15 días o cada mes se están yendo entre 40 y 50 personas aproximadamente acá en el municipio de Chanal, de hecho acá en el municipio ya muchos paisanos ya están en el norte, se quedan los papás, las mamás, ya los jóvenes, los más chavos hasta los de edad de educación básica ya no quieren terminar su primaria, ya se van de 10, 11, 12 años ya se están emigrando para el otro lado, para el país de Estados Unidos”, enfatizó.

|Ante este escenario, las autoridades del municipio tzotzil que tiene una población de 14 mil 850 personas y que en su mayoría profesan la religión evangélica, buscan generar empleos a través de las obras municipales para evitar que la población emigre, sin embargo, son insuficientes y la cuota de pago no es aceptado, indicó Roberto Pérez Rodríguez, alcalde de Chanal.

“No están ya de acuerdo, gana la gente de 300, 350 al día, mientras alguien de sus familiares ya se ha ido a Estados Unidos o Canadá y allá pues ya ganan por dólar, ya ganan por hora, entonces así se animan cada uno de los amigos, los que ya se han ido a Estados Unido o los que ya se han regresado y se dan cuentan los vecinos, los que viven ahí cerca, que el amigo ya regresó pero ya hizo su casa, ya compró su terrenito o ya vive un poco mejor que antes”, afirmó.

Hasta ahora los especialistas han registrado que además de Chanal, también los municipios de Chalchihuitán, Mitontic, San Juan Cancuc, Huixtán y Tenejapa, la migración de sus pobladores van en aumento, así como el endeudamiento de las familias, debido a que los llamados polleros o traficantes, les cobran entre 160 mil y 250 mil pesos para cruzar la frontera norte, mientras que el porcentaje de los intereses que determinan los prestamistas oscilan entre el 20 y 30 por ciento. Exclusión y migración: Realidad en Chiapas, municipio de Chanal | Jhonatan González

NOTA PUBLICADA EN: https://www.milenio.com/estados/jovenes-migran-municipio-indigena-chanal-chiapas

Arañas violinista y viuda negra || Entrevista a Héctor Montaño

Entre las especies de arañas venenosas, las dos más peligrosas y con presencia en el estado de Chiapas son la viuda negra y la violinista, de esta última hay reportes de ataques a la población.

A mediados del 2023, una menor de edad y un adulto fueron mordidos por araña violinista, en Tuxtla Gutiérrez y el municipio de Motozintla, respectivamente. Ambas personas recibieron atención medica de urgencia, para contrarrestar los efectos del veneno.

En ese sentido, Héctor Montaño, técnico académico del Colegio de la Frontera Sur y especialista en arácnidos, dijo que estas especies de arañas no son agresivas y no representan un peligro real, sólo reaccionan como un mecanismo de defensa.

En torno a estos invertebrados, en Chiapas se ha generado una mala imagen, poniéndolos como arañas altamente peligrosas, cuando en realidad existen más atacas de perros a humanos en la entidad.

Si bien en municipios de las regiones Sierra, Centro y Altos de Chiapas, hay presencia de arañas violinista y viuda negra; el especialista, aseguro que en la región Soconusco no hay reportes de la presencia de los arácnidos.

Aunque no hay presencia en la costa y soconusco de Chiapas, es importante que la población conozca cómo actuar y cuáles son las características físicas de estas 2 arañas, que por su veneno pueden generar una complicación medica en la población.  

En general todas las arañas tienen veneno que utilizan para defenderse o autoalimentarse, pero del resto de las especies no existe ningún tipo de riesgo.

Los síntomas, tras una mordedura son muy distintos entre la viuda negra y la violinista; sin embargo, un dato para resaltar es que para ambos casos existe antídoto.  

La violinista, se presenta dolor inmediato, ardor, hinchazón y enrojecimiento en el lugar (se pueden observar marcas de colmillos dobles) Dolores con calambres y rigidez muscular en el estómago, el pecho, los hombros y la espalda.

Los efectos para ambos casos serán más intensos en niños o personas con una biomasa menor.

En México están identificadas alrededor de 2,500 especies de arañas, de esas unas 530 están ubicadas en Chiapas.

De toda esta diversidad, únicamente 2 especies son de importancia médica y ambas están en la entidad chiapaneca, la Viuda Negra y la Violinista; pero, curiosamente no hay presencia en la región Soconusco de Chiapas.

Mira la entrevista realizada a Héctor Montaño Moreno en el Canal 13 de Tapachula, el Canal del Soconusco: https://www.facebook.com/watch/?v=1568507163914990

NOTA PUBLICADA EN: https://www.canal13mexico.com/medio-ambiente/chiapas-latente-a-ataques-de-arana-violinista-y-viuda-negra/

Nematofauna bajo el lente: explorando el uso de la secuenciación masiva en el Caribe mexicano en tiempos de sargazo

*Arely Martínez Arce, El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Chetumal.
Arce, Tecnológico Nacional de México, I. T. Chetumal. Posgrado en Ciencias

Los ecosistemas costeros son entornos de complejidad y diversidad marina asombrosa, el Caribe mexicano se caracteriza por ser un lugar emblemático que ofrece diferentes beneficios a toda la población, permitiendo, por ejemplo, la investigación científica, la provisión de alimentos y la recreación de un gran número de personas, tanto locales como extranjeras (Navarro & Vázquez, 2019) (Fig.1). Este ecosistema es importante desde el punto de vista de la diversidad de especies, aquí pueden habitar peces, crustáceos, moluscos, y una amplia variedad de invertebrados marinos, entre ellos, estrellas de mar, erizos, anemonas, y un gran etcétera (Ardisson et al., 2011). El ecosistema costero es refugio para una diversidad de peces y aves migratorias, alimenta a otros vertebrados e invertebrados. Puede actuar como una barrera natural frente a tormentas, absorbiendo la energía del oleaje para reducir el efecto de las inundaciones (Ardisson et al., 2011).

Durante casi una década, los ecosistemas costeros del Caribe mexicano han enfrentado desafíos ambientales y científicos sin precedentes debido a la inesperada llegada del sargazo, un alga flotante originaria del Mar de los Sargazos en el océano Atlántico, que llega al Caribe a través de las corrientes oceánicas (Lopéz-Contreras et al., 2022). Esta alga ha experimentado un crecimiento excesivo debido a diversos factores como la afluencia de contaminantes terrestres, el aumento de la temperatura superficial del mar y cambios en los patrones de circulación oceánica, entre otros (van Tussenbroek et al., 2017; Chávez et al., 2020; López et al., 2020; Rodríguez-Martínez et al., 2020), convirtiéndose así en un problema ambiental significativo (Fig. 2). El fenómeno natural del sargazo ha generado cuestionamientos sobre la afectación que produce en la zona costera. Dicha afectación provoca mala calidad del agua debido a la acumulación y descomposición de grandes cantidades de sargazo. Esto propicia la mortandad de un sinfín de organismos, por la disminución de oxígeno disuelto en el agua, el aumento de la temperatura de hasta 5 °C y valores de pH ácidos (Chávez et al., 2020). Por lo que diversos especialistas realizamos estudios científicos, en aras de contribuir con información que permita mitigar la situación y tener un mejor manejo, conservación y gestión de este frágil ecosistema.

Actualmente, uno de los aspectos menos conocidos en torno a la llegada del sargazo al ecosistema costero es la afectación que tiene en la nematofauna. Grupo diverso y abundante de gusanos metazoarios que habitan, junto con otros microinvertebrados, entre los pequeños espacios intersticiales de los granos de arena, descomponiendo la materia orgánica y estructurando las comunidades bacterianas (Heip et al., 1985). Tienen un papel fundamental en los sedimentos marinos, pues intervienen también en el reciclaje de una gran cantidad de nutrientes, entre ellos carbono, nitrógeno y fosforo (Semprucci et al., 2015). Este reciclaje constante de nutrientes es fundamental para garantizar su disponibilidad para el consumo de otros organismos y para el ecosistema en general, de tal forma que, los nematodos marinos son grandes recicladores activos durante los ciclos biogeoquímicos (Heip et al., 1985).

Debido a su diminuto tamaño (< 1 mm), generalmente los nematodos marinos pasan desapercibidos, pero desde el punto de vista ambiental, son organismos esenciales para la salud del ecosistema (Moreno et al., 2011; Hua et al., 2021). Son considerados elementos bioindicadores, por ejemplo, ante eventos de contaminación por hidrocarburos, metales pesados, u otros contaminantes los nematodos tienen una respuesta rápida a estos cambios (Balsamo et al., 2012; Semprucci et al., 2015). Su limitada capacidad de dispersión les obliga a permanecer en el sitio afectado, por lo que, cuando ocurre una alteración en su hábitat, incluso si es pequeña, la comunidad de nemátodos denota respuestas estructurales, como disminución de sus abundancias, desaparición de especies sensibles, dominancia de especies tolerantes (Bongers, 1990). En China, por ejemplo, un estudio realizado con nematodos como bioindicadores para conocer la calidad ambiental de la bahía Bohai, reveló que la diversidad de estos organismos estuvo determinada por la alta presencia de metales como manganeso (Mn) y cobalto (Co), mientras que variables ambientales como temperatura, salinidad, oxígeno disuelto y materia orgánica entre otros, no tuvieron una influencia significativa en la composición de la comunidad (Hua et al., 2021).

De ahí que, por medio del proyecto que realizo actualmente se esté efectuando un esfuerzo por comprender la relación entre el sargazo y la nematofauna que habita en diferentes localidades del Caribe mexicano (Fig. 3 y 4). Para el monitoreo estoy implementando una tecnología revolucionaria: la secuenciación masiva, específicamente mediante el “metabarcoding”. Esta técnica de análisis genéticos es de las más avanzadas hasta ahora y tomando muestras de sedimento marino (Fig. 5) nos sirve para explorar el ADN de los organismos de una manera más profunda y precisa (Taberlet et al., 2012). Permite descifrar simultáneamente, regiones específicas del ADN de una comunidad completa de nematodos (Holovachov et al., 2017). Mediante esta técnica se pueden realizar comparaciones de las secuencias de diferentes sitios estudiados, analizando masivamente los datos genéticos en un tiempo relativamente corto y desentrañar las identidades de la fauna de un gran número de nematodos presentes. Con este conocimiento se infiere qué cambios estructurales pueden estar ocurriendo en la comunidad de nematodos en un mismo sitio a lo largo de un periodo de tiempo, además de poder hacer comparaciones de la respuesta entre sitios, lo cual brinda una idea más amplia de la capacidad de adaptación que puede llegar a tener la comunidad de nematodos ante la presencia masiva del sargazo.

En la presente investigación nos estamos aventurando en el fascinante mundo de la secuenciación masiva de la nematofauna marina para conocer los efectos potenciales del sargazo sobre estos individuos, pero también podremos tener una visión más amplia de la capacidad de resiliencia de los nematodos y conocer parte del estado de salud del ecosistema ante este fenómeno. Se espera que nuestros resultados revelen cambios significativos en la diversidad y composición de las comunidades de nematodos, lo cual podrá sugerir que el fenómeno del sargazo tiene un impacto profundo en estos organismos microscópicos y, por su extensión, en la estructura y función de los ecosistemas costeros.

Artículo de divulgación científica publicado en la Gaceta #69 del Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico del Estado de Yucatán (SIIDETEY), página: de la 30 a la 33,  y de la cual participa ECOSUR como comité editorial.

La agrosilvicultura de hongos: Una solución sostenible para la alimentación y la conservación de bosques

Luis-Bernardo Vázquez Hernandez, El Colegio de la Frontera Sur.

Paul Thomas, Faculty of Natural Sciences, University of Stirling

Los bosques y selvas a nivel mundial están bajo amenaza de desaparecer. Entre 2015 y 2020, la tasa de deforestación de estos ecosistemas, se estimó en alrededor de 10 millones de hectáreas cada año. Desde 1990, se cree que alrededor de 420 millones de hectáreas de bosque se han perdido debido a la conversión de tierras, entre 2000 y 2010, el 40 % de la deforestación en los trópicos fue resultado directo de la expansión localizada de la agricultura y ganadería comercial (Hosonuma et al., 2012). Según un estudio de la FAO (La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), se pronostica que la demanda de tierras agrícolas se acelerará en los próximos años, con un aumento notable en esta demanda del 50 por ciento para el año 2050. Esta proyección esta influenciada directamente por el rápido crecimiento población y por un cambio en los hábitos alimentarios de la población humana a nivel mundial. De hecho, uno de los impulsores más potentes de la expansión de las tierras agrícolas son los cambios en los hábitos alimentarios humanos (Tilman y Clark, 2014). En América del Sur, alrededor del 71% de la selva tropical ha sido reemplazada por pastos y un 14% adicional para el cultivo de alimentos para animales. Desde la perspectiva del uso de la tierra, la producción de proteína animal es en general muy ineficiente y reemplazar la ingesta dietética con proteína vegetal reduciría significativamente la cantidad de tierra agrícola necesaria para alimentar a la población mundial. Sin embargo, se pronostica que el consumo per capita de proteína animal aumentará significativamente (FAO, 2017) contribuyendo aún más a las tasas de deforestación mundial.

La pérdida masiva de bosques para la agricultura no es sostenible, y existe un amplio consenso a nivel geopolítico de que esto debe detenerse. La agrosilvicultura, que implica la integración de árboles en paisajes agrícolas o la agricultura en paisajes forestales, tiene el potencial de reducir los conflictos en el uso de la tierra. Por ejemplo, en África occidental, la agrosilvicultura con cacao puede ser una herramienta valiosa para proteger la biodiversidad y mantener altos niveles de producción alimentaria (Thomas & Vázquez, 2022). Sin embargo, la práctica común de cultivar árboles en monocultivos con especies no nativas en sistemas de agricultura a gran escala no es adecuada para cumplir con las prioridades de conservación y biodiversidad. Desde el punto de vista del clima y del carbono, sabemos que talar árboles de manera acelerada, es devastador. Pero los impactos son más profundos: el 75% del agua dulce accesible del mundo proviene de cuencas hidrográficas boscosas, y con el 80 % de la población mundial enfrentando una amenaza a su seguridad hídrica, los bosques y selvas juegan un papel muy importante en detener la desertificación y prevenir la erosión del suelo, además de servir de protección contra las inundaciones en las zonas costeras, y ser el hogar de una gran cantidad de especies, muchas de las cuales son importantes polinizadores de cultivos. Entonces, ¿qué soluciones existen? Sabemos que la producción de alimentos tiene diferentes impactos en la naturaleza según su origen y método de producción. Sin embargo, ¿qué sucedería si pudiéramos desarrollar un sistema que permita la producción de alimentos y la conservación de bosques en la misma parcela de tierra? Los hongos ofrecen una posible solución.

La mayoría de los hongos comestibles de mayor valor son especies micorrizicas. Los hongos ectomicorrizicos (HEM) forman una asociación a menudo mutualista con una planta asociada. Para facilitar el intercambio de nutrientes por carbohidratos derivados de plantas, se forma una estructura con el sistema de raíces de la planta hospedante, conocida como micorriza. A pesar de su alto valor, la mayoría de las especies HEM comestibles aún no se cultivan y las trufas son una excepción notable. Las especies de trufas a menudo se producen en sistemas abiertos y similares a huertos. Para combinar de manera eficiente la producción de alimentos con la biodiversidad y los objetivos de conservación, se necesita la identificación de otras especies de HEM que puedan ser cultivadas pero en condiciones naturales con una variedad de árboles nativos hospedantes. Sin embargo, los éxitos logrados en el cultivo de trufas aún no se han replicado. Se han intentado métodos similares con especies muy apreciadas por su alto valor nutrimental y comercial, como Boletus edulis (seta comestible), Cantharellus sp (rebozuelo) y Tricholoma matsutake (matsutake), pero sistemas de cultivo fiables y replicables para estos u otros HEM aún no se han desarrollado. La única excepción, por su alto valor nutrimental y relativa facilidad de manejo, es la familia de los hongos de la familia de las Russulaceas. Aunque todavía no se ha cultivado ampliamente, se han logrado avances significativos en el cultivo del Lactarius deliciosus (mizcalo o robellón) europeo, y en ambientes similares a huertos se han reportado cosechas anuales superiores a 1000 kg / Ha (Guerin-Laguette, 2021). El género Lactarius muestra mucho potencial de cultivo y utilizando métodos similares aplicados a L. deliciosus, también se han producido micorrizas con otras especies de Lactarius (Guerin-Laguette 2021). De estos, Lactarius indigo (Hongo azul, añil, zuin, quexque, ririchaca) se encuentra ampliamente en el Neotrópico y Neártico, y es una fuente de alimento muy apreciada por comunidades locales. Además, esta especie crece con una variedad de árboles hospederos en diferentes condiciones bioclimáticas y estados de conservación de bosques.

En una reciente investigación (Thomas y Vázquez, 2022), se propone y describe cómo cultivar una especie de hongo simbiótico, el , desde el aislamiento en laboratorio hasta el desarrollo de árboles jóvenes de especies nativas con raíces inoculadas con este hongo. Estos árboles se pueden plantar en zonas climáticas adecuadas que van desde Costa Rica hasta los Estados Unidos. A medida que la asociación entre el árbol y el hongo madura, comienzan a producir hongos ricos en proteínas. Este enfoque tiene el potencial de aumentar la producción de alimentos, aprovechar los beneficios de los bosques y reducir la carga ambiental asociada con la agricultura intensiva, como el uso de fertilizantes y agua. Además, a medida que estos árboles inoculados con hongos crecen, extraen carbono de la atmósfera, lo que contribuye a la lucha contra la crisis climática. En resumen, esta estrategia no solo tiene el potencial de aumentar la producción de alimentos, sino que también puede contribuir a la conservación de la biodiversidad, actuar como sumidero de carbono y estimular el desarrollo económico en las zonas rurales.

Artículo de divulgación científica publicado en la Gaceta #69 del Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico del Estado de Yucatán (SIIDETEY), página: de la 12 a la 15,  y de la cual participa ECOSUR como comité editorial.

 

Huertos familiares de Tabasco: aproximaciones ecológicas y sociales

*César Enrique Montiel Sánchez y **César Augusto de la Cruz López
El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Villahermosa.

Estos huertos son considerados acervos de conocimientos, prácticas y creencias milenarias, así como contemporáneas pues se han adaptado a las múltiples características geográficas y culturales donde se desarrollan (González, 2007). Los HF son parte de la agricultura campesina, pues ésta se caracteriza porque las familias son la fuerza de trabajo, la siembra es diversificada, aprovecha los bienes ecológicos del entorno y la producción se destina al auto abasto (van der Ploeg, 2010). Este tipo de agricultura suele estar armonizada con los procesos ecológicos lo que genera menor impacto en la naturaleza (Toledo et al., 2019).

En contraste, la agricultura capitalista deforesta grandes extensiones de bosques para sembrar en monocultivos que requieren contratar mano de obra, aplicar agroquímicos, emplear maquinarias y sistemas de riego automatizados, además, su finalidad es generar utilidades vendiendo sus productos en amplias redes comerciales (van der Ploeg, 2010). Esta lógica agrícola genera serias afectaciones a los sistemas naturales y sociales (Toledo et al., 2019).

Por otra parte, de acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO, 2021, p. 23), Tabasco está ubicado al sureste de México en la denominada Llanura Costera del Golfo Sur, por lo cual la mayoría de su territorio es planicie inundable, también hay elevaciones en el estado que van de los 100 a los 1000 msnm debido a que limita con las sierras de Chiapas y Guatemala. En cuanto al clima, predomina el cálido húmedo con lluvias todo el año con un promedio anual de precipitación que va de los 1,600 a 3,600 mm y con una temperatura media alrededor de los 26°C (Ibíd., 2021, p. 61). Dada la abundancia de aguas superficiales en la entidad hay vegetación acuática; en las costas, los manglares; en laderas y planicies, selva perennifolia (Ibíd., 2021, p. 69). Por esta diversidad paisajística, los HF suelen estar compuestos de distintas variedades florísticas que dependen del grupo sociocultural y de la región del estado (Alcudia et al., 2018; Chablé et al., 2021).

En los aspectos sociales, según el censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2021), Tabasco cuenta con una población de poco más de 2 millones 400 mil habitantes. La economía del estado está principalmente vinculada a la extracción de petróleo y gas; no obstante, la agricultura, ganadería, acuicultura, pesca y minería de cal, grava y arena son actividades importantes (CONABIO, 2021, p. 101). También están presentes pueblos originarios como los ayapanecos, choles, chontales de Tabasco, nahuas, tzeltales, zoques y otros, lo cual nos habla de una diversidad cultural en el territorio tabasqueño (Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, 2020).

Para Tudela (1989) en la revisión de la historia de Tabasco, destacan dos grandes proyectos agrícolas: Plan Chontalpa (1966) y Plan Balancán-Tenosique (1972), estos planes estaban concebidos desde la lógica de la agricultura capitalista porque buscaban aumentar la producción mediante el uso de tecnologías mecánicas y agroquímicas. Siguiendo al autor, estos proyectos también implicaron grandes cambios a nivel ecológico y social, pues requirieron del drenaje de humedales mediante el represamiento de ríos en Chiapas para tener más superficie de siembra, asimismo desmontaron enormes porciones de selva, ello implicó el reordenamiento de las comunidades en ejidos, además introdujeron técnicas y variedades vegetales poco representativas para el campesinado, incitándolos a abandonar sus conocimientos.

Una investigación realizada en el municipio de Cárdenas por Chávez et. al (2012) retrata que si bien los proyectos modernizadores del agro tabasqueño pretendieron desplazar los sistemas de conocimientos campesinos, en algunos HF persisten lógicas de manejo distintas a las capitalistas. Para Avilez et. al (2020), los huertos en Comalcalco, además de contribuir a los procesos ecológicos y económicos, favorecen la comunicación de saberes, la convivencia, proveen alimentos, proporcionan belleza escénica y recrean tradiciones. Por su parte, Alcudia et. al (2018), realizaron un estudio en comunidades de los municipios de Balancán, Emiliano Zapata, Macuspana y Tenosique encontrando que las condiciones socioambientales están relacionadas con la agrobiodiversidad presente en los HF. Para el contexto urbano de Villahermosa, Montiel et al. (2023) reporta que el huerto ayuda a enseñar a las nuevas generaciones sobre la importancia del cuidado de la naturaleza, los periodos de cultivo, preparación de alimentos y medicinas, así como tejer relaciones sociales con la comunidad al intercambiar plantas o productos.

Tabasco ha vivido proyectos agrícolas capitalistas los cuales han provocado fuertes deterioros ambientales trayendo consigo pérdida en la biodiversidad y en la provisión de servicios ecosistémicos. Ante esta situación, los HF bajo la lógica campesina representan una alternativa que contribuye a enriquecer el paisaje con diversa vegetación.

En la entidad, la agricultura capital está desplazando a la campesina y originarias al considerarlas anticuadas, por ello, los HF invitan a revalorar críticamente los sistemas de conocimientos, prácticas y creencias campesinas al considerar que en ellos hay pistas para enfrentar el daño de la naturaleza, la inseguridad alimentaria y el deterioro de la cultura. Desde el ámbito de las políticas públicas, el fortalecimiento de los HF en Tabasco podría tomar en cuenta la lógica campesina y originarias, no sólo las corrientes capitalistas para que con el paso del tiempo los huertos sigan siendo valorados como agriculturas que no sólo contribuye a la preservación del ecosistema, sino que al mismo tiempo coadyuvan a la preservación de la diversidad fitogenética, social y cultura.

* Asistente de investigación: Programa de preparación al posgrado

** Estudiante de Doctorado en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable

Artículo de divulgación científica publicado en la Gaceta #69 del Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico del Estado de Yucatán (SIIDETEY), página: de la 8 a la 11,  y de la cual participa ECOSUR como comité editorial.