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La regeneración natural de bosques secundarios de América Latina puede mitigar el cambio climático

La regeneración natural de bosques tropicales de América Latina y el freno de la deforestación son estrategias que pueden contribuir significativamente para alcanzar los objetivos nacionales e internacionales de mitigación del cambio climático, señala el artículo Potencial de captura de carbón en bosques secundarios en los trópicos de América Latina, publicado el 13 de mayo en la revista Science Advances.

Los investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Bernardus de Jong y Susana Ochoa-Gaona, del Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad, y Hans Van der Wal, del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente, son coautores de este estudio interinstitucional, en el que 60 investigadores, liderados por Robin L. Chazdon, investigadora de la Universidad de Connecticut, se han conjuntado para analizar el efecto de la conservación de bosques y la regeneración de los bosques secundarios —aquellos en que los árboles crecen nuevamente en terrenos deforestados— a lo largo 43 regiones de América Latina.

De Jong y Ochoa-Gaona contribuyeron con estudios en Chiapas, donde analizaron bosques en sucesión con 3 mil 118 registros en 193 parcelas de muestreo establecidas en la Selva Lacandona, y con 63 parcelas de bosque de sucesión y 24 de bosque maduro en la Reserva El Ocote. Van der Wal, por su lado, aportó un estudio sobre la vegetación secundaria que resulta del uso de la tierra bajo una variante de agricultura de roza, tumba y quema practicada por los chinantecos en Oaxaca.

Con base en un mapa de los bosques presentes en 2008, los resultados del estudio muestran que el 17% del área forestal de tierras con altitud menor a 1,000 metros corresponde a bosques secundarios jóvenes de 1 a 20 años y 11% a bosques secundarios intermedios de 20 a 60 años, los cuales si se mantienen podrán regenerarse en los siguientes 40 años y tendrán una capacidad del doble de almacenamiento de carbono, con una ganancia de 8.48 petagramos de carbono o  31.09 petagramos de CO2, que equivalen a todas las emisiones de carbono por el uso del petróleo y de otros procesos industriales en todos los países de América Latina y el Caribe de 1993 a 2014. Asimismo, el estudio señala que 10 países pueden acumular el 95% de este carbono, entre los que destacan Brasil, Colombia, Venezuela y México.

La investigadora de la Universidad de Connecticut menciona que la importancia de esta investigación se basa en que la vegetación en proceso de crecimiento toma dióxido de carbono de la atmósfera y lo convierte en tejidos o estructuras de las plantas (biomasa), tales como madera y hojas, almacenando carbono a través de la fotosíntesis, y que cuando los bosques se regeneran, el almacén de carbono en la biomasa se incrementa a través del tiempo, dependiendo del clima, del uso de suelo previo y otras características del paisaje que lo rodea.

La regeneración de bosques secundarios, además de ser una estrategia para mitigar el cambio climático, trae otros beneficios, entre ellos, la regulación hidrológica, proporcionar hábitats y corredores para la conservación de la biodiversidad, y brindar provisión de productos maderables y no maderables para las poblaciones locales.

Además, Chazdon expresa que la regeneración de bosques secundarios no implica costos, debido a que el crecimiento de nuevos árboles ocurre de manera natural una vez que se abandona una parcela agrícola, de tal modo que sólo se requiere conservar y proteger estos bosques. Asimismo, indica que por ser una estrategia de bajo costo, las autoridades gubernamentales, no gubernamentales y las convenciones internacionales deberían poner mayor atención en ella.

Las proyecciones de los investigadores que participaron en el estudio indican el potencial y la contribución significativa de los bosques secundarios a los objetivos de la llamada “Bonn Challenge” y de la “Declaración de New York”, que llaman a detener la pérdida de bosques y restaurar 350 millones de hectáreas a lo ancho del mundo hacia el 2030.

El artículo original se puede consultar en:

http://advances.sciencemag.org/content/advances/2/5/e1501639.full.pdf

Más informes: Ben de Jong (bjong@www.ecosur.mx), Susana Ochoa-Gaona (sochoa@www.ecosur.mx) y Hans Van der Wal (hvanderwal@www.ecosur.mx).

 

 

 

Promueven la producción de miel de abeja melipona

El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) realizó la primera cosecha del “Centro de Rescate de la Abejas”, un espacio destinado a capacitar y documentar el manejo tradicional de las abejas mayas.

En un intercambio de saberes, los investigadores de Ecosur, Lucio Pat Fernández, Pablo Hernández Bahena, Francisco Guizar Vázquez y Juan Pat Fernández, invitaron a don Tránsito Canul, de Tankuché, Calkiní, para realizar la primera cosecha de miel de abeja melipona.

 

Ver nota completa:

El Expreso de Campeche: http://expresocampeche.com/notas/estado/2016/04/25/promueven-la-produccion-miel-abeja-melipona/

Reflexionan sobre la importancia de las abejas sin aguijón

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Elda Miriam Aldasoro Maya, investigadora de Cátedras Conacyt en El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Villahermosa, dio la plática “La abeja real y su función en los sistemas agrícolas”, en el “Café Científico”, un programa de divulgación de la ciencia de El Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Tabasco (CCYTET), el pasado 5 de abril.

La investigadora, del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente, describió las principales características morfológicas de la abeja real, su taxonomía e importancia ecológica. Mencionó que hay 7 familias de abejas en el mundo, dentro de las cuales se encuentran las abejas sin aguijón o meliponini, que perdieron el aguijón en el curso de la evolución, de las cuales existen alrededor de 47 especies en México. Asimismo indicó que un 95% de especies de abejas son solitarias, mientras que el 5% son sociales.

Sobre los niveles de producción de miel, Aldasoro Maya explicó que una abeja europea produce 50 litros al año, mientras que una melipona produce de uno a seis litros anualmente, y que el precio de venta varía, ya que por un litro de miel de abeja europea o apis se paga en el mercado aproximadamente 90 pesos, mientras que el valor de la miel de melipona se dispara de 800 a mil 200 pesos.

Para la investigadora, la gran mortalidad de las abejas que está ocurriendo en el mundo puede afectar la producción de alimentos, debido a que las abejas polinizan el 80% de las plantas del planeta, “si se afecta la polinización, se altera una función esencial de la naturaleza”, expresó, y dijo que para evitar que continúe la mortalidad, es necesario la difusión y adopción de prácticas agroecológicas, asimismo indició que es necesario evitar saqueo de nidos o colmenas, que es una amenaza contra las abejas.

Al término de su ponencia llamó al rescate de la meliponicultura, que alguna vez fue práctica general en Tabasco, e invitó a los asistentes a visitar el meliponario en la Unidad Villahermosa de Ecosur, en donde hay 4 especies de abejas sin aguijón.

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Las plantas y el cambio climático

Dr. Manuel Jesús Cach Pérez
Investigador Cátedras Conacyt en Ecosur Unidad Villahermosa

En el Laboratorio de Ecofisiología Vegetal y Sistemas Agroforestales (LEVSA) de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Villahermosa buscamos contribuir a la autosuficiencia alimentaria de pequeños productores de zonas altamente vulnerables al cambio climático, generando conocimiento que permita entender detalladamente el funcionamiento ecológico y productivo de sistemas agroforestales en distintas regiones de la frontera sur, y del país en general.

Para ello, recurrimos a disciplinas como la ecofisiología vegetal que se define como una ciencia experimental que busca caracterizar el “funcionamiento” de cualquier tipo de planta, en respuesta al ambiente donde crece, así como a variaciones climáticas en dichos sitios. Por ejemplo, puede identificar cómo una sequía prolongada provoca un fuerte estrés sobre las plantas, reduciendo su fotosíntesis y el contenido de agua en sus tejidos, entre otras cosas.

Esta ciencia se ha convertido en una poderosa herramienta para diagnosticar y monitorear el comportamiento de las plantas a un nivel muy detallado y entender su respuesta ante el cambio climático, lo cual cobra mucha importancia en estos tiempos para diseñar y proponer alternativas de mitigación en diversos sectores —social, productivo, ambiental, político— a escalas local, regional, nacional y/o internacional.

El cambio climático implica el incremento atmosférico de la concentración de gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono (CO2) y metano. Si bien estos gases se encuentran de manera natural en la atmósfera, las actividades que realizamos los seres humanos liberan en el aire una gran cantidad de estas sustancias que impiden que el calor de la tierra escape hacia el espacio, la capa de gases puede compararse con el plástico o láminas transparentes que cubren los invernaderos. Como es de imaginarse, el calor que no puede ser liberado está provocando un incremento en la temperatura media del planeta (calentamiento global) así como cambios en los patrones de precipitación a escala mundial, cuya consecuencia son sequías más prolongadas o, por el contrario, fuertes inundaciones en distintas regiones del mundo.

Por ello, es urgente monitorear el comportamiento de las plantas bajo estos nuevos escenarios climáticos y responder preguntas como ¿qué tanto toleran las plantas el incremento de la temperatura? ¿cuánto tiempo pueden estar sin agua? ¿qué sucede con plantas que crecen con una concentración elevada de CO2? Y sobre todo ¿cómo amenaza el cambio climático la supervivencia de una planta en una región geográfica determinada?

En la actualidad, muchos estudios se han enfocado en tratar de entender la respuesta de las plantas cultivadas ante los posibles efectos del cambio climático. Por ejemplo, en el trigo, una elevada concentración de CO2 puede aumentar la producción de semillas, a partir de las cuales se fabrican harinas y sus derivados que consumimos todos los días. En apariencia esto no sería malo, sin embargo, la cantidad de proteínas que contienen las semillas se reduce en comparación con las producidas en plantas creciendo a la concentración actual de CO2 en el aire. Entonces, en escenarios donde el dióxido de carbono es elevado, se podría producir más, pero de menor calidad, con un producto que podría no satisfacer nuestros requerimientos nutrimentales. Además, el costo de producción se incrementaría ya que como se ha mencionado, el cambio climático provoca también variaciones en los patrones de precipitación, por lo que los productores tendrán que invertir en sistemas de riego para satisfacer las necesidades de la planta, implicando mayores costos de producción, y por lo tanto un incremento en los precios de los productos.

Eso, solo por mencionar el ejemplo de uno de los cultivos más importantes a escala mundial, sin embargo no sabemos qué sucederá con las plantas que se cultivan tradicionalmente en nuestro país —comúnmente llamados cultivos de temporal— como el maíz, frijol y calabaza, los cuales son la base de nuestra alimentación y de las que depende la seguridad alimentaria de mucha gente en zonas rurales.

Es ahí donde la ecofisiología vegetal puede contribuir a entender la posible respuesta de estas plantas ante los efectos del cambio climático. Puede ayudar, por ejemplo, a delimitar nuevas zonas de aptitud para diferentes cultivos de acuerdo a las proyecciones de cambio climático en el país: una planta crece en un sitio particular porque ahí encuentra las condiciones óptimas para poder germinar, crecer y reproducirse, pero ante la variación ambiental, producto del cambio climático, podría ya no ser capaz de crecer en la región geográfica en la que lo hace en la actualidad. Mediante estudios ecofisiológicos se puede determinar cuáles son los rangos ambientales —temperatura, humedad, precipitación, luz— en los que una planta puede crecer.

De acuerdo a esto, pueden proponerse alternativas de manejo que permitan continuar la producción de los cultivos, por ejemplo, mediante  el uso de variedades tradicionales que quizá podrían ser más tolerantes a las nuevas condiciones ambientales. Muchos de los modelos que determinan las zonas geográficas en las que puede crecer una planta, se basan en los rangos de tolerancia ambiental de éstas, pero desafortunadamente estos datos se generan a partir de la presencia o ausencia de una planta en un lugar determinado, no a partir de su desempeño fisiológico en dicho lugar. Por lo tanto, carecen de datos puntuales de la tolerancia ambiental real de las plantas, los cuales pueden ser generados a través de estudios ecofisiológicos, tanto en el campo como de manera experimental. Por ello, es urgente generar modelos que incorporen esta información y que permitan determinar con mayor precisión las zonas de aptitud para el cultivo de diferentes plantas o, simplemente, que nos permitan conocer como se modificará el panorama vegetal en respuesta al cambio climático.

Si se considera que la magnitud del cambio en el clima y por tanto en la fisiología de las plantas depende de la región geográfica, es necesario partir de estudios finos a escala local, principalmente en zonas altamente vulnerables a este fenómeno desde el punto de vista económico, social y productivo.

En este sentido, en el LEVSA, desarrollamos trabajos relacionados con la adaptación al cambio climático en la producción agropecuaria y forestal, abordando la ecofisiología de plantas cultivadas para entender la respuesta de diferentes cultivos a la variación ambiental a escala local y regional.

Buscamos también contribuir con alternativas que permitan a las plantas afrontar los cambios en las condiciones ambientales, como el uso de la filósfera —espacio sobre las hojas en la cual se encuentran microorganismos que pueden ser benéficos para las plantas— como una alternativa que ayude a reducir los efectos negativos de los cambios en el clima.

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Urge rescate y promoción de la meliponicultura

[:es]

En el marco del 3er. Encuentro Conocimientos, Ciencia y Tecnología en el Mundo Multicultural, realizado del 9 al 11 de marzo por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) y el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Tabasco (CCYTET), Elda Miriam Aldasoro Maya, investigadora del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Unidad Villahermosa, presentó la ponencia “Las abejas de monte en Tabasco, un patrimonio biocultural”.

Aldasoro habló del origen de la cría de la abeja de monte o mosca real en Tabasco (meliponicultura), su historia con herencia de la cultura maya, la importancia biocultural de esta práctica, su asociacion con saberes contemporáneos sobre el ambiente por parte de las poblaciones indígenas y rurales, así como de su simbolismo.

La investigadora de Ecosur planteó que con el objetivo de conocer el estado actual de la meliponicultura en el estado de Tabasco se ha iniciado una investigación que abarca diversos elementos tales como la diversidad de especies de meliponinos –abejas sin aguijón–, los saberes asociados a la meliponicultura y la comercialización de la “miel virgen” que producen..

“El trabajo se ha iniciado en los municipios de Comalcalco y Tacotalpa con investigación participativa. La propuesta implica además de la documentación de saberes, un análisis de las causas de la disminución que reporta esta actividad y la capacitación de los grupos participantes para un mejor manejo. Con una disminución de la meliponicultura en las últimas décadas y una erosión de estos saberes por la población local, se considera urgente el rescate y promoción de dicha actividad”, detalló en el coloquio la ponente.

La investigadora de Ecosur compartió, con los asistentes del evento, que se han estudiado los cuidados que se le dan a la colmena de manera traidiconal, así como los diversos usos para los que se emplea la miel, principalmente el medicinal.

Expuso que se han registrado más de 70 especies de flora multiusos con importancia melífera, de las que se busca su propagación con un énfasis en las especies nativas y que a través del trabajo con los grupos de productores, se está desarrollando una propuesta que plantea a la meniponicultura como una herramienta pedagógica para el fomento de prácticas agroecológicas. Concluyó su intervención agradeciendo a los habitantes de Comalcalco y Tacotalpa que participanen el proyecto y a la doctorante Noemí Arnold por realizar la clasificación taxónomica de las especies.

En el encuentro se abordaron temas en materia de energía, agua, ambiente, salud y divulgación de la ciencia, y se buscó discutir sobre los avances de la ciencia y la tecnología del siglo XXI de una manera amplia y abierta con una gama de especialistas provenientes de las ciencias exactas, las ciencias sociales y las humanidades, del sector empresarial, de la esfera política y especialmente de las diferentes comunidades, incluyendo las comunidades indígenas.

Al evento también asistió Hans Van der Wall, director de la Unidad Villahermosa, quien es coautor de la ponencia presentada por Aldasoro Maya, junto con la estudiante de posgrado Teresita Avilez y Gabriela Vera, investigadora Departamento de Sociedad y Cultura.

Información: Miriam Aldasoro[:en]

En el marco del 3er. Encuentro Conocimientos, Ciencia y Tecnología en el Mundo Multicultural, realizado del 9 al 11 de marzo por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) y el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Tabasco (CCYTET), Elda Miriam Aldasoro Maya, investigadora del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Unidad Villahermosa, presentó la ponencia “Las abejas de monte en Tabasco, un patrimonio biocultural”.

Aldasoro habló del origen de la cría de la abeja de monte o mosca real en Tabasco (meliponicultura), su historia con herencia de la cultura maya, la importancia biocultural de esta práctica, su asociacion con saberes contemporáneos sobre el ambiente por parte de las poblaciones indígenas y rurales, así como de su simbolismo.

La investigadora de Ecosur planteó que con el objetivo de conocer el estado actual de la meliponicultura en el estado de Tabasco se ha iniciado una investigación que abarca diversos elementos tales como la diversidad de especies de meliponinos –abejas sin aguijón–, los saberes asociados a la meliponicultura y la comercialización de la “miel virgen” que producen..

“El trabajo se ha iniciado en los municipios de Comalcalco y Tacotalpa con investigación participativa. La propuesta implica además de la documentación de saberes, un análisis de las causas de la disminución que reporta esta actividad y la capacitación de los grupos participantes para un mejor manejo. Con una disminución de la meliponicultura en las últimas décadas y una erosión de estos saberes por la población local, se considera urgente el rescate y promoción de dicha actividad”, detalló en el coloquio la ponente.

La investigadora de Ecosur compartió, con los asistentes del evento, que se han estudiado los cuidados que se le dan a la colmena de manera traidiconal, así como los diversos usos para los que se emplea la miel, principalmente el medicinal.

Expuso que se han registrado más de 70 especies de flora multiusos con importancia melífera, de las que se busca su propagación con un énfasis en las especies nativas y que a través del trabajo con los grupos de productores, se está desarrollando una propuesta que plantea a la meniponicultura como una herramienta pedagógica para el fomento de prácticas agroecológicas. Concluyó su intervención agradeciendo a los habitantes de Comalcalco y Tacotalpa que participanen el proyecto y a la doctorante Noemí Arnold por realizar la clasificación taxónomica de las especies.

En el encuentro se abordaron temas en materia de energía, agua, ambiente, salud y divulgación de la ciencia, y se buscó discutir sobre los avances de la ciencia y la tecnología del siglo XXI de una manera amplia y abierta con una gama de especialistas provenientes de las ciencias exactas, las ciencias sociales y las humanidades, del sector empresarial, de la esfera política y especialmente de las diferentes comunidades, incluyendo las comunidades indígenas.

Al evento también asistió Hans Van der Wall, director de la Unidad Villahermosa, quien es coautor de la ponencia presentada por Aldasoro Maya, junto con la estudiante de posgrado Teresita Avilez y Gabriela Vera, investigadora Departamento de Sociedad y Cultura.

Información: Daniela Sastré[:]

Presentan libro que registra experiencias y prácticas del uso de la herbolaria en el sureste de México

El 10 de marzo se llevó a cabo la presentación del libro “Herbolaria Curativa y Sanadora: La experiencia terapéutica de hombres y mujeres del sur-sureste mexicano”, en el Museo Regional de Antropología Carlos Pellicer Cámara, en Villahermosa, Tabasco.

Hans Van der Wal, director de la Unidad Villahermosa de El Colegio de la Frontera (Ecosur) y Miriam Aldasoro Maya, académica e investigadora del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente comentaron el libro, acompañados por Zoila Muñoz Baeza, directora del Fondo Regional para la Cultura y las Artes de la Zona Sur (FORCAZS), Laura Huicochea Gómez, coordinadora del libro, y los autores del capítulo Tabasco: Gabriela Vera Cortés y Armando Hernández de la Cruz, todos ellos del Departamento de Sociedad y Cultura de Ecosur.

La obra, que ya ha sido presentada en la mayor parte de las entidades federativas en donde se realizó la investigación, es un registro de experiencias y prácticas del uso de la herbolaria. Es producto de una investigación que se realizó en comunidades indígenas, ubicadas en seis estados de la república: Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas, proyecto realizado con recursos de FORCAZS y la Secretaría de Cultura de Campeche,  señaló Vera Cortés.

El compendio es resultado del trabajo meticuloso de los autores y de la colaboración de expertos locales que compartieron su conocimiento sobre plantas medicinales y la forma de prepararlas, expresó Hans Van der Wal, quien invitó a la lectura de la obra señalando que es “un texto de primera, con fotografía de arte. Tiene un diseño precioso que han cuidado hasta el último detalle”.

En su intervención, Miriam Aldasoro Maya comentó que el libro ofrece al lector el acceso a otras formas de ser y estar en el mundo. “Definitivamente, la herbolaria curativa y sanadora es este proceso de traducción, puente de comunicación de estar en el mundo”. Señaló a su vez que el texto es un ejemplo de la diversidad que posee la región sur- sureste del país.

Producto de las conversaciones que sostuvieron los autores con los habitantes de las distintas comunidades en la región sur-sureste: Herbolaria Curativa y Sanadora es “un acercamiento que permitió escuchar, dialogar y aprender de las personas que nos enseñaron su forma de ver la vida, de entender las enfermedades y su forma de atenderlas”, manifestaron Gabriela Vera y Armando Hernández.

Se trata de un texto de divulgación que al mismo tiempo es un documento científico, apuntó Laura Huicochea. Para delimitar la extensión del libro, se tuvo que definir el espectro de temas a abarcar “van a observar una herbolaria que se usa sobre todo cuando hay golpes, heridas, dolores corporales, pero aunque dijimos que la investigación se limitaría a la atención que se le da a las enfermedades o accidentes de tipo ocupacional, empezaron a aflorar problemas de salud como el cirro, la vergüenza, el mal de ojo. ¿Qué tiene que ver lo laboral ocupacional, las actividades diarias de señores y señoras con el pasmo, o con la vergüenza? Es la diversidad de las cosmovisiones que permean en el conocimiento popular, campesino y agrícola”, explicó la coordinadora de la publicación al referirse que esta manera de interpretar al mundo también se ve plasmada en los múltiples relatos que les proporcionaron los habitantes de las comunidades.

El material fue también motivo de reflexión en el 3er. Encuentro de Conocimientos, Ciencia y Tecnología en un Mundo Cultural, celebrado el 11 de marzo que tuvo como sede la Universidad Intercultural del Estado de Tabasco (UIET), en donde Gabriela Vera Cortés presentó algunas reflexiones sobre la comunidad de Tucta, Nacajuca y las plantas medicinales.

Fotografías: Gabriela Vera

Intercambian saberes para la preservación de ecosistemas en Comalcalco

Estudiantes y académicos del Doctorado en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable de la Unidad San Cristóbal de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) visitaron la Ranchería Zapotal 2da. Sección en Comalcalco, Tabasco, en donde realizaron, del 16 al 19 de febrero, una práctica de campo como parte del seminario introductorio al doctorado, con el fin de establecer un diálogo con los habitantes de la zona para la construcción de saberes en conjunto.

Los estudiantes, acompañados por los investigadores del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente Fabien Charbonnier, Omar Felipe Giraldo y Mateo Mier y Terán, de la Unidad San Cristóbal, y Miriam Aldasoro, de la Unidad Villahermosa, establecieron un diálogo con los habitantes de la Ranchería Zapotal sobre los recursos naturales en la zona, su uso y la organización social.

En este marco, académicos y lugareños interactuaron con un grupo de meliponicultores y reflexionaron sobre su trayectoria como grupo, su visión, sus logros y sus objetivos, y visitaron las colmenas de la comunidad. Además se vislumbraron las interacciones múltiples entre meliponas —gente y ambiente—, y se discutieron las perspectivas de la preservación de los ecosistemas, las especies y la economía local.

Los lugareños invitaron a los estudiantes y profesores al manglar de Río Playa, donde explicaron la restauración ecológica del área vía la plantación de manglares que vienen realizando desde el 2006. Asimismo se discutió el potencial turístico del sitio y las estrategias para llevar el proyecto a cabo.

El grupo de investigadores en cooperación con los lugareños también llevó a cabo mediciones biofísicas, de fisiología de las plantas y del clima en una zona de cultivo de abejas meliponas, cacaotales y milpas del sitio.

“El doctorado en el que estamos se define como multidisciplinario. Vienen doctorantes de diferentes áreas del conocimiento lo cual nos ayuda a tener diferentes formas de trabajo, para hacer una labor común. Lo que hacemos es un diálogo de saberes con la comunidad, en él, no somos nosotros los que sabemos y ellos los que aprenden, sino es un proceso recíproco, en donde todos estamos situados lo más horizontalmente posible”, señaló Omar Giraldo, investigador de Cátedras Conacyt en la Unidad San Cristóbal, quien destacó que al tratarse de un enfoque multidisciplinario, se examinan los procesos sociales, económicos, culturales, productivos, ambientales y organizativos en conjunto.

Luego de las exploraciones, se llevó a cabo una actividad formativa con 75 estudiantes de la Telesecundaria Adolfo Pulido Pulido, en donde los científicos en conjunto con lugareños, compartieron las experiencias de la visita e información importante para la preservación de ecosistemas y especies.

El enlace con la comunidad del Zapotal se dio a través del trabajo que ha desarrollado Miriam Aldasoro, investigadora de Cátedras Conacyt en la Unidad Villahermosa, con su proyecto de abejas meliponas en esa localidad.

Información y fotografía: Daniela Sastré

Presentan Manual de Huertos Escolares para docentes

Helda Morales y Bruce Ferguson, investigadores del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente (DASA), y el equipo asesor de Laboratorios para la Vida (LabVida) presentaron el Manual de Huertos Escolares para Docentes, en el Centro de Formación Agroecológica de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) de la Unidad San Cristóbal, el pasado 20 de febrero.

Ante maestras y maestros de escuelas primarias de la región, Helda Morales explicó que este manual nació de la necesidad de contar con un material de apoyo para el proyecto de “Huertos escolares”, tras reconocer que una de las limitaciones que tienen los docentes para implementar el trabajo en el huerto escolar, es el desarrollo y diseño de actividades.

Durante la edición 2015 del diplomado “Alimentación, Comunidad y Aprendizaje”, que organizan Ecosur, LabVida y el Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), dirigido a educadores y educadoras, se pidió a los participantes que realizaran una serie de actividades que desarrollarían en su huerto, las cuales posteriormente fueron incluidas en el manual.

El material comprende también un capítulo sobre agroecología, alimentación consciente y el rescate de los saberes de la comunidad, así como una guía para la preparación del suelo, la elaboración de composta y recomendaciones para hacer sustentable el huerto escolar.

El manual estará disponible en formato impreso y digital, y será distribuido a los docentes para facilitar su tarea de acercar a niñas, niños y jóvenes a la ciencia, “además de sembrar el amor por la naturaleza, el cuidado del medio ambiente y las buenas practicas alimenticias”, expresó la investigadora de Ecosur.

Durante la presentación se dio a conocer la nueva convocatoria para el diplomado “Alimentación, Comunidad y Aprendizaje”, que abrirá en abril del presente año.

Por último, Helda Morales agradeció al equipo de LabVida y demás colaboradores que hicieron posible el Manual de Huertos Escolares, ya que reconoció que sin el apoyo colectivo no hubiera sido posible la culminación de dicho proyecto.

Más información: hmorales@www.ecosur.mx

Información y fotos: Esthefanía Munguía

Bosques deforestados de América tienen alta capacidad de regeneración

Los bosques y selvas de la zona tropical del continente americano tienen alta capacidad de regeneración después de haber sido deforestados por la actividad humana, de acuerdo con un estudio multinacional en el que participaron 65 científicos de 15 países y que contiene información desde el sur de México hasta la cuenca del Río Amazonas. El estudio, llamado Resiliencia de biomasa en los bosques secundarios neotropicales contiene datos sobre la recuperación de mil 500 parcelas forestales en un periodo de 20  años y fue publicado por la revista científica Nature.

Los datos publicados incluyen la aportación de científicos de tres instituciones mexicanas: El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), el Centro de Investigacion Científica de Yucatán (CICY), y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Ver nota completa:
http://www.cronica.com.mx/notas/2016/943958.html

 

Otras notas:

Premian en Cuba resultado de investigación de egresada del doctorado de Ecosur

El resultado de la iniciativa “Sistemas familiares de la producción de pequeños rumiantes”, derivada de la tesis de doctorado de Isela Ponce Palma, investigadora en el Instituto de Investigaciones Agropecuarias Jorge Dimitrov (IIA), quien egresó del posgrado de Ecosur en diciembre del 2014, recibió el premio anual a los resultados destacados obtenidos en la ciencia y la innovación tecnológica en el territorio, que otorga el Consejo de Dirección de la Delegación Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), en la provincia de Granma, Cuba.

El 15 de enero, en el marco de las actividades por el Día de la Ciencia Cubana, se dio a conocer la resolución en la que se reconoce a la doctora Isela Ponce Palma, porque su tesis “Modos de Vida y grado de sustentabilidad de los sistemas de producción de ovinos en tres formas de propiedad de la tierra en el Valle del Cauto, Granma, Cuba”, abrió la línea de investigación sobre el tema, con nuevas hipótesis sobre las alternativas sustentables y llevadas a la práctica en un proceso de aprendizaje social.

El objetivo de la investigación fue evaluar la sustentabilidad de los sistemas de producción ovina, en relación con las formas de propiedad de la tierra y los modos de vida de las familias productoras de ovinos en esa región.

El estudio se realizó en 10 comunidades de la región del Valle del Cauto en la provincia de Granma, cuyas acciones fueron la diferenciación de los modos de vida de las familias rurales y el análisis de sustentabilidad de los sistemas de producción de ovinos. Ello fortaleció las investigaciones realizadas previamente sobre la definición de la cabra criolla como entidad genética, y el desarrollo de alternativas locales para el control de las parasitosis internas a partir de la evaluación participativa del proceso de prevención de enfermedades en poblaciones animales.

El resultado aportó la información básica decisiva para generar los fundamentos y principios  metodológicos de facilitación de procesos locales y participativos para llevar a cabo procesos de aprendizaje social enfocados a la construcción de conocimientos en la solución de la problemática familiar de la producción de pequeños rumiantes.

Además de reconocer a la egresada de Ecosur, se reconoció como autores de este trabajo al doctor Manuel La O Arias, Norge Fonseca Fuente (asesor) y Niurkis Rojas Gámez, investigadores en el IIA Jorge Dimitrov; José Nahed Toral (director de la tesis) y Manuel Parra Vázquez (asesor), investigadores del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente de Ecosur y Francisco Guevara Hernández (asesor), profesor e investigador en la Unach.

Este reconocimiento anual se otorga a aquellos resultados científicos, tecnológicos y organizacionales, que “contribuyen a incrementar la capacidad innovadora de la empresa y están dirigidos a obtener nuevos productos, procesos, tecnologías y servicios totalmente nuevos o significativamente mejorados, que se encuentren aplicados en la práctica social, logrando impactos económicos, sociales o medioambientales concretos y medibles”.

¡Muchas felicidades a todos los participantes e instituciones por el reconocimiento!

Consulta la tesis en : http://bibliotecasibe.ecosur.mx/sibe/book/000053872