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Pronunciamiento de Ecosur sobre Tajamar

Personal académico y estudiantes de las cinco unidades de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) se pronuncian publicamente, mediante este documento, ante el ecocidio sucedido en la ciudad de Cancún, Quintana Roo por la construcción del proyecto “Malecón Tajamar”.

El manglar es importante porque sostiene gran parte de los servicios ambientales, biodiversidad y producción pesquera, por lo que “como obligación moral y profesional frente a este tipo de sucesos”, en este documento se hace la denuncia a los particulares y a las diversas autoridades ambientales que permitieron o llevaron a cabo este ecocidio (SEMARNAT, PROFEPA, SEMAR, DEGIRA, INEC; FONATUR-SECTUR).

Asimismo, se exige la suspensión definitiva del proyecto y la restauración y reforestación de la zona, comprometiendo al gobierno para que este tipo de “atentados contra la sociedad y la naturaleza no vuelvan a ocurrir”.

Ecosur Pronunciamiento Tajamar

Chetumal, Quintana Roo, a 25 de enero de 2016.

A la opinión pública
A los medios de comunicación en general
A las autoridades ambientales de México

El pasado 16 de enero del año en curso, en la ciudad de Cancún, Quintana Roo, se destruyeron aproximadamente 58 hectáreas de manglar como parte del proyecto inmobiliario “Malecón de Tajamar” del Fondo Nacional de Turismo (FONATUR). En la zona se pretende construir un centro comercial, oficinas, estacionamientos, una iglesia y un desarrollo habitacional; dichas obras quedaron suspendidas por el Juzgado Segundo de Distrito del Estado gracias a las denuncias de la población y del movimiento “Salvemos Manglar Tajamar”.

Los humedales costeros como el manglar, los pastos marinos, los arrecifes coralinos, las lagunas costeras, etcétera, constituyen un continuo entre la zona terrestre y marina. En dicha transición la pérdida o deterioro de uno de estos sistemas inicia la eliminación de los otros; incluso en zonas cársticas, representan las pocas áreas de captación y reserva de agua dulce. Adicionalmente, los manglares son zonas de alimentación, refugio y crecimiento de especies juveniles de moluscos, crustáceos, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, por lo que los manglares sostienen gran parte de los servicios ambientales, biodiversidad y producción pesquera. Asimismo, actúan como sistemas naturales de control de inundaciones y como barreras contra huracanes e intrusión salina, controlan la erosión, protegen las costas y mejoran la calidad del agua al funcionar como filtro biológico.

El manglar de Tajamar se ubicaba frente a la Laguna Nichupté y era, hasta hace poco, uno de los remanentes de vegetación nativa que salvaguardaba especies en peligro de extinción, como cocodrilos, iguanas, aves, palma chit y los propios mangles. En México la protección de los manglares se encuentra regulada en la Norma Oficial Mexicana 022-SEMARNAT-2003, en la Ley General de Bienes Nacionales, en la Ley General de Vida Silvestre, específicamente en sus Artículos 60 TER y 99, y en la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, concretamente en su Artículo 28, Fracción IX; en dichos marcos legales se establece la protección del manglar y de toda la unidad hidrológica (el manglar mismo, marismas y áreas terrestres adyacentes). En caso de cualquier afectación provocada a éstos, en el Título “Delitos Contra el Ambiente y la Gestión Ambiental” Capítulo II “De la biodiversidad”, el Artículo 420-Bis, Fracción I, del Código Penal Federal vigente se establecen las sanciones respectivas.

Para la destrucción del manglar la normatividad marca que la flora y la fauna tienen que ser reubicadas, cosa que no sucedió. Esto es particularmente preocupante y contradictorio a unos meses de que se lleve a cabo en la ciudad de Cancún, Quintana Roo, la COP13 (Conferencia de las Partes) del Convenio sobre Diversidad Biológica.

En Cancún casi todos los espacios naturales, particularmente las playas, se encuentran destinados al capital privado y turismo internacional que nos visita. Por ello, los espacios como el otrora manglar de Tajamar son especialmente importantes y, aunque cada vez menos, son espacios recreativos y de esparcimiento social.

Lo descrito exhibe, una vez más, que el tipo de desarrollo actual se basa en la acumulación, despojo y devastación ambiental.

En este sentido, en El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), como nuestra obligación moral y profesional frente a este tipo de sucesos:

  • Denunciamos a los particulares y a las diversas autoridades ambientales que permitieron o llevaron a cabo este ecocidio (SEMARNAT, PROFEPA, SEMA, DEGIRA, INEC; FONATUR-SECTUR).

  • Exigimos que la suspensión del proyecto “Malecón Tajamar” en próximas horas, por parte de la autoridad judicial correspondiente, sea definitiva.

  • Demandamos que se lleve a cabo la restauración y reforestación de la zona y que los costos de este proyecto sean solventados por la inmobiliaria responsable del ecocidio y por FONATUR; proceso que, sugerimos, debe ser realizado por una entidad de investigación pública por los menos durante los siguientes cinco años, debido a la dificultad y lentitud para recuperar estos ecosistemas.

  • Pedimos que el Gobierno, a través del Presidente Municipal de Benito Juárez, el Licenciado Paul Carrillo de Cáceres, el Gobernador del Estado, Licenciado Roberto Borge Angulo, y el Presidente de la República, Licenciado Enrique Peña Nieto, se comprometan a que semejantes atentados contra la sociedad y la naturaleza no vuelvan a ocurrir.

Atentamente
Trabajadores y estudiantes de ECOSUR

DESCARGAR ECOSUR PRONUNCIAMIENTO TAJAMAR EN PDF

Foto: Internet

Ecosur realizará investigación sobre servicios ambientales en la Cuenca Grijalva-Usumacinta

Vera Camacho Valdez y Miriam Soria Barreto, investigadoras del programa de Cátedras Patrimoniales del Conacyt, presentaron en seminarios institucionales, en la Unidad San Cristóbal, las investigaciones que desarrollarán en el marco del proyecto ”Observatorio del flujo de los servicios ambientales en la Cuenca Grijalva-Usumacinta”, que coordina Andrea Sáenz-Arroyo, investigadora del Departamento Conservación de la Biodiversidad y que se realizará a lo largo de 10 años.

La cuenca del Grijalva-Usumacinta, con una extensión de más de 100 mil km2, ofrece diversos servicios ecosistémicos y es considerada una de las zonas con más diversidad biológica y cultural de México.

En su intervención, Vera Camacho explicó que en la reunión de Ecosistemas del Milenio, realizada en 2003, investigadores de 90 países concluyeron que 60% de los servicios ecosistémicos del planeta han sido degradados o no tienen un uso sustentable.

Dado que los servicios ecosistémicos están relacionados con el buen funcionamiento de los ecosistemas y con el bienestar humano, al proveer a la población de alimentos o ser amortiguadores de eventos extremos como huracanes, en el caso de los humedales y bosques, la investigación de Vera Camacho “Valoración económica y análisis espacial de servicios ecosistémicos de la Cuenca Grijalva-Usumacinta”, pretende calcular la valoración económica de los servicios ecosistémicos para brindar información a los tomadores de decisión para la conservación y uso sustentable de los recursos naturales.

Su investigación permitirá documentar el efecto del ser humano sobre los ecosistemas de la región, con objetivos específicos como el establecimiento y evaluación de un índice de integridad biológica para sus sistemas acuáticos, la descripción y análisis de los cambios en la diversidad genética de especies, establecimiento de modelos de deforestación, análisis de los flujos de servicios ambientales y sus transformaciones en capitales, y el análisis espacio-temporal e histórico a través de imágenes satelitales.

Por su parte, Miriam Soria Barreto presentó los detalles de su investigación “Evaluación y monitoreo de los ecosistemas acuáticos y la ictiofauna en la cuenca Grijalva-Usumacinta”. Indicó que el río Grijalva, además de presentar un alto índice de deforestación, posee cuatro embalses localizados a lo largo de la cuenca, que impiden la conectividad entre la parte alta y baja, acortando el flujo de nutrientes, energía y diversidad biológica de peces. Mientras que el río Usumacinta, además de ser mucho más extenso que el Grijalva, es continuo y no presenta embalses, lo que le favorece la conectividad entre la parte alta y baja de la cuenca, es decir, existe un flujo continuo de nutrientes y peces, sin embargo, es afectada por la deforestación, el cambio de uso de suelo y la presencia de especies invasoras, como el pez diablo.

A través de su investigación pretende establecer y evaluar el índice de diversidad biológica en los sistemas acuáticos para conocer el estado actual de los ecosistemas, así como desarrollar metodologías que permitan describir y analizar los cambios de la diversidad genética de ecosistemas terrestres y acuáticos con especies que se identifiquen en los procesos ecológicos del sistema.

Investigador de Ecosur participa en proyecto para medir el impacto económico de especies invasoras

Everardo Barba Macías, investigador del Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad en la Unidad Villahermosa, participa en el “Curso de capacitación en análisis económicos de invasiones biológicas en México”, impulsado por Landcare Research de Nueva Zelanda y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

El curso tiene el objetivo de iniciar estudios de valoración que permitan generar cifras reales acerca de los costos relacionados con el control y la erradicación de las especies exóticas invasoras en el país como el pez diablo.

El investigador de Ecosur participa en el curso con el proyecto “Análisis económico de la invasión del pez diablo y moluscos invasores en Tabasco”, línea estratégica del grupo académico de Manejo sustentable de cuencas y zonas costeras, de Ecosur.

A grupos de trabajo enfocados en el área de gestión de especies invasoras se les proporcionaron métodos para realizar análisis económicos para la erradicación o control de especies invasoras, así como la metodología y las herramientas para realizar análisis del costo-beneficio en el campo, haciendo hincapié en estimar los beneficios económicos y ambientales de la gestión de especies invasoras a nivel de proyecto.

La presentación y evaluación de los estudios se llevará a cabo en noviembre de 2016. Los mejores estudios serán considerados para ser publicados por la Conabio.

Estas actividades se realizan en el marco del proyecto “Aumentar las Capacidades Nacionales para el Manejo de las Especies Exóticas Invasoras (EEI) a través de la Implementación de la Estrategia Nacional de EEI”, que se realiza por la Landcare Research de Nueva Zelanda, con la colaboración de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), y el financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

 

Información: Everardo Barba Macías
Fotografía: Conabio

Realizan taller para la construcción del Programa de Investigación y Aplicación de Tecnología Satelital de la Antena ERIS-Chetumal

Con el propósito de fortalecer el programa científico de la Estación de Recepción de Información Satelital (ERIS), El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y la Agencia Espacial Mexicana (AEM), en representación del consorcio interinstitucional, organizaron y realizaron el Taller “Construcción del Programa de Investigación y Aplicación de Tecnología Satelital de la Antena ERIS-Chetumal”, del 30 de noviembre al 2 de diciembre, en la ciudad de Chetumal, Quintana Roo.

Los objetivos del taller incluyen iniciar la construcción del programa científico y de aplicaciones tecnológicas de la Antena ERIS-Chetumal; conocer el potencial de transferencia de tecnología mediante la participación de especialistas mexicanos e internacionales; y promover y desarrollar temas clave para el fortalecimiento de las capacidades de tecnología espacial nacional. Todo esto en el marco del modelo del Corredor Transversal Costero del Sur de Quintana Roo, como área modelo para mostrar la utilidad de las herramientas de percepción remota en el avance de la investigación científica, manejo de recursos naturales y la conservación de ecosistemas.

Durante las actividades se presentaron y discutieron temas como: el estado del conocimiento de la estructura y función de los ecosistemas que conforman el corredor transversal costero del sur de Quintana Roo; las amenazas que enfrentan estos ecosistemas únicos, así como los retos de su manejo y adecuada conservación; el potencial de la ERIS-Chetumal para entidades gubernamentales y federales; el desarrollo de una estrategia científica para instituciones gubernamentales y el inicio de un programa académico para la comunidad científica interesada en el uso de la percepción remota para medio ambiente y otros tipos de información espacialmente explicita.

El taller tuvo siete sesiones sobre: presentación de la antena ERIS-Chetumal; experiencias de otras antenas receptoras; estado del conocimiento de los ecosistemas que conforman el corredor transversal costero del sur de Quintana Roo; amenazas humanas y desastres: integridad de los ecosistemas costeros y retos para su administración; cooperación internacional entre instituciones del Reino Unido y México; aplicaciones de la percepción remota y potencial contribución de la ERIS para la atención de problemáticas de investigación científica y el manejo de recursos naturales; y casos de estudio internacionales. El taller concluyó con la exposición de las conclusiones a cargo de los miembros del Consorcio ERIS.

Inauguraron las actividades del taller Mario González Espinosa, director general de Ecosur, Francisco Javier Mendieta Jiménez, director de la AEM, Héctor A. Hernández Arana, director de la Unidad Chetumal de Ecosur, Sergio Ojeda Servín del INEGI-Aguascalientes, Alfredo Chi López, director de Ecología del Municipio de Bacalar y Fernando Trejo Uco, del municipio de Othón P. Blanco.

Cabe destacar que en este taller se reunieron por primera vez académicos asociados a las tres antenas de su tipo en México: ERMEX NG y EVISMAR NG de la Secretaría de Marina (Semar) y la ERIS-Chetumal. Participaron más de 60 especialistas de instituciones nacionales y extranjeras, entre ellas el INEGI, el Surrey Space Centre (SSC) de la Universidad de Surrey (Reino Unido), la Agencia Espacial del Reino Unido (UKSA), el Centro para el Cambio Global y la Sustentabilidad del Sureste (CCGSS), la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la Satellite Application Catapult, el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Telespazio Ibérica, el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav-Unidad Mérida), la Sociedad Mexicana de Astrobiología, Deimos Imaging U.K.,así como Lockheed Martin, entre otras.

Este taller contribuye al desarrollo de un programa de investigación a largo plazo, que con el uso de tecnología satelital brindará la oportunidad de nuevos esquemas de colaboración interinstitucional e internacional. Se espera que propiciará la interacción con expertos en materia satelital, principalmente en la percepción remota aplicada en el uso sostenible de los recursos costeros y marinos, en una primera instancia. Por otro lado, se visualiza que proveerá información y conocimiento a diferentes entidades del sector público, privado y académico, así como la identificación de otros usuarios finales potenciales.

 

Información: José Enrique Escobedo Cabrera, Mauricio Salgado Acosta y Héctor Hernández Arana
Fotografía: Humberto Bahena-Basave.

Ecosur en la 22ª Semana Nacional de Ciencia y Tecnología del Conacyt

Ecosur estuvo presente en la 22ª Semana Nacional de Ciencia y Tecnología del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), realizada del 7 al 13 de noviembre, en el zócalo de la Ciudad de México, con el objetivo de promover la ciencia, la tecnología e innovación y proyectarlas como pilares fundamentales para el desarrollo económico, cultural y social de nuestro país.

Ecosur formó parte del pabellón del Sistema de Centros Conacyt, en el que se llevó a cabo la exposición fotográfica “Instrumentos de Ciencia”, que mostró algunas de las herramientas que utilizan las y los científicos para realizar investigación, y que fue el escenario de diversos talleres que ofreció personal de los centros Conacyt.

Personal académico de Ecosur participó con tres talleres didácticos en este evento que congregó a miles de personas: El mar Caribe en tierra: biólogo marino por un día; El mundo de las abejas–taxonomía didáctica; y Cultivo sustentable y restauración de poblaciones de orquídeas epífitas en el sureste de México.

Las actividades del taller El Mar Caribe en tierra: biólogo marino por un día, estuvieron a cargo de la oceanóloga Angélica Ramírez González, las biólogas marinas Suleyma Sánchez Hernández y Rebeca Meléndez Rosas, técnica y estudiantes, del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática, y el psicólogo Enrique Sosa, colaborador de Ecosur, quienes hablaron de la importancia que tienen los tiburones y los arrecifes coralinos en el ecosistema marino, e hicieron demostraciones del funcionamiento del equipo de buceo que un biólogo marino utiliza para realizar la observación e identificación de especies arrecifales.

En el taller El mundo de las abejas-taxonomía didáctica, realizado por Thomas Gruber, colaborador del equipo de abejas del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente, los participantes pudieron observar el cajón demostrativo de la colección de abejas nativas de Ecosur y apreciaron la importancia del oficio del taxónomo. Posteriormente, observaron en microscopio algunas especies nativas de México y al finalizar realizaron una práctica didáctica que consistió en pintar y armar una abeja nativa, la cual pudieron conservar como recuerdo de su participación. Este taller interactivo respondió a la necesidad de dar a conocer y difundir el mundo de las abejas nativas para que las personas puedan conocer la biodiversidad que tenemos en México a nivel polinizadores y ecosistemas, y tomar conciencia de su conservación.

El taller de Cultivo sustentable y restauración de poblaciones de orquídeas epífitas en el sureste de México, estuvo a cargo de la doctora Anne Damon, investigadora del Departamento de Conservación de la Biodiversidad, quien expuso a los asistentes sobre temas de conservación y cultivo sustentable de orquídeas, abejas y polinización, así como la importancia del tema ecológico y de educación ambiental para la sociedad en general y en especial a niños y jóvenes.

La doctora Damon destacó que los temas presentados por Ecosur en este magno evento fueron de gran trascendencia, ya que ocurrieron en medio de talleres relacionados con tecnologías basadas en la luz y mecatrónica, y es necesario destacar la importancia del mundo natural, dentro de todos los avances tecnológicos que se han alcanzado.

El desarrollo de estas actividades se llevaron a cabo gracias a la coordinación de Laura Carrillo Bibriezca, del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática, a través del Laboratorio de Oceanografía Ecosur; Rémy Vandame, del Equipo de abejas del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente; Anne Damon, del Departamento de Conservación de la Biodiversidad; Magdalena Jiménez, jefa del Departamento de Difusión de Ecosur y Flor Arballo Alejandre, responsable de CADI (Consejo Asesor de Divulgación, Comunicación y Relaciones Públicas de los centros Conacyt).

Presentan libro Montañas, pueblos y agua en Villahermosa

El 20 de noviembre, el libro Montañas, pueblos y agua. Dimensiones y realidades de la Cuenca Grijalva fue presentado por El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) en el auditorio “Manuel Sánchez Mármol” del Instituto Juárez en la ciudad de Villahermosa, Tabasco.

Esta obra, en la cual participaron investigadores de diversas áreas del conocimiento, instituciones y centros de investigación y que aporta información inédita de gran trascendencia ambiental, económica, histórica, social y científica, se trata de una importante obra para entender la Cuenca del Grijalva y es un referente para la elaboración de políticas públicas.

El doctor Ramón Mariaca Méndez, quien fungió como maestro de ceremonia del evento señaló que este esfuerzo editorial encabezado por el doctor Mario González Espinosa y la doctora Marie Claude Brunel Manse, es el resultado del trabajo intenso de alrededor de 25 investigadores y 75 ayudantes de campo y más de 600 colaboradores comunitarios de 12 localidades de Tabasco y de Chiapas.

Dijo que en este estudio patrocinado por la Secretaria de  Recursos Naturales y Protección Ambiental (SERNAPAM) Tabasco y el Conacyt, participó personal de Ecosur, de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), de la Universidad Intercultural del Estado de Tabasco (UIET), de la Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH), la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), así como de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh).

En su intervención, Mario González Espinosa agradeció la participación y apoyo de más de 150 personas, entre investigadores, estudiantes, becarios, técnicos de campo, técnicos de laboratorios y personal administrativo para el logro de esta obra.

“Éste fue un proyecto muy complejo, enriquecido por la participación de muchas personas y enriquecedor por la enseñanza que nos dejó, el cual ocurrió en un período de dos años y medio”, manifestó durante la presentación.

En la presentación del libro participaron: la oceanógrafa Silvia Whízar Lugo, directora de Vinculación del Centro del Cambio Global para la Sustentatibilidad en el Sureste (CCGSS) y extitular de la SERNAPAM en Tabasco; la doctora Lilia Gama Campillo, subsecretaria de Política Ambiental de la SERNAPAM del Gobierno de Tabasco e investigadora de la UJAT; el doctor Armando Contreras Hernández, investigador de El Instituto de Ecología, A.C. (INECOL) y coordinador de la Red Ambiente y Sustentabilidad; la licenciada Severa Estrada Méndez, integrante y presidenta del “Colectivo Almandros: por un mundo mejor” y pobladora de Oxolotán, Tacotalpa, Tabasco; el maestro Óscar de la Garza Garza, subcoordinador de Desarrollo Regional del Gobierno del Estado de Tabasco, y el ingeniero Rafael Obregón Viloria, director general de Corredores Biológicos de la Comisión Nacional para la Biodiversidad (Conabio). También comentó Mario González Espinosa, director general de Ecosur y responsable técnico del proyecto.

El principal objetivo del libro es mostrar una experiencia de intención de manejo integral de la Cuenca Grijalva, para contribuir a revertir las históricas tendencias de pobreza, desigualdad social y deterioro ambiental prevalecientes en la Cuenca del Grijalva, a través de la gestión de innovaciones sociales y tecnológicas basadas en experiencias acumuladas en la trayectoria institucional de Ecosur.

El grupo de trabajo multidisciplinario actuó concertadamente cubriendo las siguientes temáticas en dos tomos, que incluye 33 capítulos de 80 autoras y autores de instituciones académicas públicas de los estados de Chiapas y Tabasco, que abordan las temáticas de agricultura alternativa y solares; huertos familiares; conservación de los suelos; manejo de manglares; restauración hidrológica y forestal; toxicología ambiental; ganadería y sistemas silvopastoriles; economía comunitaria y regional; historia de los desastres; y vulnerabilidad ante desastres y género como elementos transversales, entre otras.

El libro salió a la venta como una coedición con los sellos de Juan Pablos Editores y El Colegio de la Frontera Sur.

Finalmente, y como resultado del trabajo iniciado entre Ecosur y la Universidad Intercultural del Estado de Tabasco (UIET), al final del evento, se llevó a cabo la firma de un convenio de colaboración entre la UIET, representada por la licenciada Adela Méndez Martínez, rectora de la Universidad, y Ecosur, representado por el doctor Mario González Espinosa, director general.

Consulta sobre ésta y otras publicaciones en: localhost/ecosur/libros o escríbenos a libros@www.ecosur.mx

Información y fotografías: Alberto Reyes Santiago

Bienvenidos nuevos investigadores de Cátedras Conacyt

Recientemente se incorporaron a Ecosur seis investigadores, a través del Programa de Cátedras Conacyt, para fortalecer los proyectos en los que participarán, en las Unidades Campeche, Chetumal y San Cristóbal.

Miriam Soria, Vera Camacho y Claudia Monzón colaborarán con Andrea Sáenz-Arroyo, investigadora del Departamento Conservación de la Biodiversidad, en el proyecto “Observatorio de servicios ambientales de la cuenca Grijalva-Usumacinta”. Miriam y Vera trabajarán en la Unidad San Cristóbal y Claudia en la Unidad Campeche.

Miriam Soria es doctora en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable por Ecosur. Es investigadora comisionada del Conacyt y forma parte del grupo Ecología Evolutiva y Conservación del Departamento Conservación de la Biodiversidad de Ecosur desde el 18 de septiembre de 2015. Su trabajo se orienta al diagnóstico ambiental de la subcuenta del Río Usumacinta.

Vera Camacho forma parte del grupo Ecología Evolutiva y Conservación, tiene un doctorado en Ciencias en Manejo Ambiental por el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) A.C. En octubre del 2015 se incorporó como investigadora de Cátedras Conacyt para reforzar las investigaciones sobre el vínculo que existe entre la sociedad y el medio ambiente a través del estudio de los servicios ecosistémicos.

Claudia Monzón se incorporó a Ecosur, el 18 de septiembre de 2015, al Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad en el grupo Adaptación Humana y Manejo de Recursos en Ecosistemas Tropicales. Tiene un Doctorado en Geografía por la Universidad de Florida en Gainesville. Su investigación se enfoca en la gobernanza de los recursos naturales, la detección de cambios en el paisaje y el estudio de sus causas e implicaciones socio-ambientales.

Por otro lado, Susana Alvarado, Anmi García y Moisés García se integraron a la Unidad Chetumal, donde colaborarán con Héctor Hernández, investigador de Departamento de Sistemática y Ecología Acuática, en el proyecto “Manejo de datos obtenidos por la estación para la recepción de información satelital ERIS-Chetumal”.

Susana Alvarado se incorporó a Ecosur, en octubre de 2015, al grupo Estructura y Función del Bentos del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática. Tiene un doctorado en Philosophy in Earth and Environmental Sciences, por la Universidad de New Hampshire, USA.

Anmi García es doctor en Ciencias en la especialidad de óptica por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE). Es investigador comisionado del Conacyt para Ecosur desde el 18 de septiembre de 2015 en el grupo Estructura y Función del Bentos.

Moisés García tiene un doctorado en Ciencias Aplicadas por el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT). Se incorporó a Ecosur como investigador comisionado del Conacyt en octubre de 2015. Sus áreas de interés son la dinámica no lineal caótica, sistemas dinámicos, procesamiento de imágenes, criptografía, electrónica.

¡Enhorabuena y bienvenidos a Ecosur!

Alternativas comunitarias para el beneficio local en la Revista Sociedad y Ambiente

La reciente edición de Sociedad y Ambiente, revista científica de Ecosur, está centrada en las tendencias de sustentabilidad a través de acciones que realiza la población, tanto urbana como rural, y que generan alternativas en beneficio de los mismos grupos sociales.

Este número contiene cuatro artículos y una nota científica que describen las actividades, proyectos y la transformación social, cultural, económica, territorial, productiva y ambiental, que determinados grupos han impulsado para la mejora de sus propias comunidades.

En el artículo “Transformación y reestructuración territorial en una zona rural de la región pulquera de los Llanos de Apan”, se describe la transformación que ha tenido una localidad rural debido a la diversificación en su producción de pulque, lo que generó en esa comunidad un sentido de “nueva ruralidad”, que le permitió vincularse a las actividades productivas propias de una población urbana.

El artículo “Riesgos de las actividades económicas urbanas sobre la población, Nogales, Sonora: respuestas ante emergencias”, muestra el trabajo realizado por esta región urbana del norte del país y presenta un modelo espacial ante emergencias que permite alertar a su población de los riesgos que un crecimiento urbano acelerado supone.

“El indio que todos quieren: El consumo de lo ‘huichol’ tras la batalla por Wirikuta”, presenta una visión del crecimiento por el consumo de productos de un pueblo que gracias a su incansable lucha logra posicionarse y ser referente de la cultura visual indígena y de filantropía.

En cuanto a la adaptación de nuevos modelos de producción como ejemplo de beneficio local, el artículo “Transformadora Integral Potosina de Bagre y Tilapia: Un nuevo modelo de producción acuícola en la Huasteca potosina”, presenta cómo esta comunidad aprovechó la tendencia de la acuicultura —como una actividad productiva prioritaria para las necesidades nutricionales de la población— para implementar una estrategia regional que en conjunto con la innovación productiva generó un nuevo modelo de comercialización.

La nota científica “Desarrollo de una alternativa ecológica para la fabricación de estructuras auxiliares de madera”, nos remite al ideal de aprovechamiento de nuestros desechos y a ver a la basura como un área de oportunidad. El proyecto presenta una alternativa ecológica de un nuevo material compuesto de desechos de madera y plástico reciclado (PET), útil para la industria de la construcción, lo que supondría una reducción en el consumo de madera y una opción más para detener el deterior ambiental.

Consulta la revista en: http://revistas.ecosur.mx/sociedadyambiente/index.php/sya/issue/current/showToc

Reflexionan en torno al presente y futuro de la milpa maya

El 19 y 20 de octubre, se realizó el  Foro multidisciplinar: “La milpa, el corazón de la tierra: reflexiones en torno al presente y futuro de la milpa maya”, en la Universidad de Oriente (UNO) de Valladolid, Yucatán, en el que académicos, estudiantes y miembros de la sociedad civil intercambiaron información y reflexionaron sobre las distintas realidades socioambientales que convergen en la milpa maya en el siglo XXI, desde los enfoques antropológico, económico y agroecológico.

El acto inaugural fue presidido por la profesora Alpha Alejandra Tavera Escalante, presidenta municipal de Valladolid, el doctor Carlos Alberto Pérez y Pérez, director académico de la UNO, Javier Hirose López, profesor-investigador de la UNO, y Mario González Espinosa, director general de Ecosur.

Samuel Israel Levy Tacher, investigador de Ecosur, dictó la ponencia magistral titulada  “Fundamentos para la rehabilitación de agroecosistemas forestales en la península de Yucatán”.

El foro contó con tres mesas de trabajo: Organización social de la producción, en la que presentaron ponencias, Maya Lorena Pérez Ruiz, de la Dirección de Etnología y Antropología Social del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y Manuel Roberto Parra Vázquez, investigador de Ecosur; Agroecología, en la que expusieron sus trabajos y reflexiones Mario González Espinosa, Pedro Antonio Macario Mendoza, Ramón Mariaca Méndez, y Rogel Villanueva Gutiérrez, investigadores de Ecosur; y Antropología de la milpa, en la que participaron Javier Hirose López y Rocío Carolina Murguía Argüelles, investigadores de la UNO, José Armando Alayón Gamboa, Carla Beatriz Zamora Lomelí y Francisco Delfín Gurri García, investigadores de Ecosur, y Margarita Rosales González, investigadora de la Universidad Autónoma de Yucatán.

Derivado de este encuentro investigadores, profesores, estudiantes y miembros de la sociedad civil, dieron luz a la Declaratoria de Valladolid sobre la milpa maya. En ella señalan que la milpa es una estrategia comunitaria y familiar que enfrenta cambios muy rápidos y alto riesgo debido a la erosión cultural y a la transición demográfica. En ese contexto, exigen adaptar la legislación forestal, ambiental, de desarrollo regional, social, entre otras, y las acciones gubernamentales consecuentes que permitan asegurar las estrategias de manejo, aprovechamiento milpero y la soberanía alimentaria; no autorizar la siembra de semillas transgénicas; promover el consumo local y regional de productos sanos de la milpa con precios justos para los productores; y fortalecer la interrelación entre la comunidad académica, las instituciones educativas, las organizaciones civiles y las comunidades milperas, entre otras demandas.

El foro fue promovido y financiado en su mayor parte por la UNO en el contexto de la Edición 2015 del Festival Internacional de la Cultura Maya y contó con apoyos puntuales de Ecosur.

Declaratoria de Valladolid sobre la milpa maya en PDF

Las abejas, los apicultores y la Suprema Corte de Justicia de la Nación

Rémy Vandame, remy@www.ecosur.mx
Investigador de la Unidad San Cristóbal

Las abejas y los apicultores no son un tema común para la SCJN, pero serán materia de una importante resolución de sus ministros, en los próximos días.

Esto es porque México es un país de grandes riquezas, entre las cuales están las abejas y los campesinos. Con más de mil 800 especies, de todos tamaños y colores, la diversidad de abejas en el país es fantástica. Son una riqueza natural y cultural, pues desde al menos ocho siglos, las crían los pueblos mayas, nahuas, totonacas y zapotecos. También son una riqueza económica, pues tanto las abejas nativas como la abeja exótica Apis mellifera permiten a México ser gran productor y tercer exportador mundial de miel. Esto se debe a la riqueza humana que son los apicultores, campesinos en su mayoría.

Pero resulta que hoy estas riquezas están en riesgo. Las abejas en peligro de entrar en un periodo de franco declive, y los apicultores no poder contar con los insectos para creer, trabajar y vivir, así como ya está pasando en muchos países (ver La Jornada del 11/09/2007). Quien sabe escuchar a los apicultores entenderá los problemas.

Son problemas que tienen que ver con el cambio de modelo de agricultura. Desde miles de años que existe la agricultura, ésta se ha practicado con una finalidad de sostener a la población, proveyendo de alimentos y ropa. Es decir, con una finalidad social e incluso ambiental, si se considera el respeto a la madre tierra que tienen los campesinos. Pero se ha ido imponiendo un modelo de agricultura intensiva, en el cual solo importa más el volumen de producción que los que producen o el medio ambiente. Y es ahí donde las abejas y los apicultores muestran hasta qué punto esta agricultura intensiva amenaza las riquezas.

El problema básico inició en 2011, cuando los mercados donde los apicultores venden casi toda su miel exigieron que dicha miel fuese libre de polen de cultivos genéticamente modificados (GM). Por mala suerte, unos meses después, la SAGARPA autorizó el cultivo de un cuarto de millón de hectáreas de soya GM, particular en Chiapas y en la península de Yucatán (ver La Jornada del 12/06/2012). Preocupados, los apicultores se organizaron y, junto con organizaciones aliadas, solicitaron amparos de varios tribunales. En 2014, dos de estos tribunales, en Campeche y Yucatán, acordaron los amparos, dado que el permiso que se otorgó violaba la Constitución y el derecho a la consulta (ver La Jornada del 23/07/2014).

Pero los apicultores ampliaron aún más el debate, al darse cuenta que la soya GM era solo una parte del problema que les afectaba. La agricultura, al hacerse industrial, implica todo una serie de cambios al medioambiente, desde la deforestación hasta el uso de plaguicidas, que son igual número de amenazas para las abejas y para ellos (ver La Jornada Ecológica del 28/09/2015).

Hay casos cada vez más frecuentes de intoxicación de abejas, en muchos estados del país, y en particular en Campeche. Desde hace 70 años se han desarrollado insecticidas cada vez más tóxicos, siendo las dos últimas familias, los piretroides y los neonicotinoides, las responsables de muchos casos fatales para las colonias de abejas de los apicultores. El debate sobre la responsabilidad de estos compuestos es fuerte, pero las sospechas son lo suficiente grandes para que la UE suspenda el uso de los tres principales neonicotinoides, o para que la presidencia de los EUA emita un memorándum respecto a la protección de las abejas. Pero la siembra de soya GM implica un uso creciente del herbicida glifosato, de lo cual nuevamente sufren los apicultores, pues además de las sospechas nacientes de sus efectos negativos sobre las abejas, este herbicida elimina gran parte de las plantas sobre las cuales pecorean las abejas, afectando la producción de miel. También está demostrado que este compuesto tiene efectos para la salud humana, al punto que fue recientemente clasificado como posible cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud, así como para la biodiversidad (ver La Jornada del 21/03/2015).

Otra tendencia es la deforestación para dejar más espacio a los monocultivos. Diversas organizaciones de apicultores, siempre en Campeche, han denunciado en los primeros meses de 2015, una intensa actividad de tala ilegal, a gran escala, sobre miles de hectáreas, sin que las autoridades competentes actúen para proteger a los bosques. Nuevamente es preocupación para los apicultores, quienes van perdiendo el territorio en el cual tradicionalmente viven y producen las abejas.

La soya GM finalmente es emblemática de un modelo de agricultura intensiva. Los apicultores han observado y denunciado que les afectaba al menos de tres maneras: por la contaminación de la miel con polen GM, por el efecto directo de los plaguicidas sobre las abejas y sobre las plantas que ellas visitan, y por la deforestación ilegal que impulsa la siembra de los mismos cultivos.

Este caso trae a la luz pública una pregunta fundamental: ¿se requieren de cultivos GM en México? Estos cultivos son plantas resistentes a los insectos o a los herbicidas, lo cual es algo bueno, pero conllevan una serie de riesgos para el medio ambiente y la salud humana, que superan ampliamente estos beneficios. Los apicultores afirman con toda claridad que los cultivos GM les afectan, y con base en un análisis de la situación, podemos considerar que no hay coexistencia posible en el cultivo de soya transgénica y la apicultura (ver La Jornada del 29/10/2015).

Los apicultores piden, a cambio, que se apoye un modelo agrícola que sí produzca alimentos en cantidad para toda la población, pero volviendo a incluir como principios de producción, la calidad de los alimentos, el respeto a los campesinos y al medio ambiente. Si bien la justicia acordó el amparo a los apicultores, su apelación por la empresa Monsanto junto con el gobierno federal hizo que el caso pasara a la SCJN. Los ministros de la corte resolverán el caso en los próximos días, y entonces deberán determinar si se justifica la concesión del amparo otorgada a las comunidades indígenas. Ojalá y los apicultores logren hacer escuchar su voz por los ministros de la SCJN, para ellos, para sus abejas, y para nosotros todos.

 

Rémy Vandame, remy@www.ecosur.mx
El Colegio de la Frontera Sur
Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad