Con el propósito de reducir los daños que cada temporada de lluvias afectan a fraccionamientos y colonias del sur-oriente de San Cristóbal de Las Casas, fue presentado el Informe de Riesgos por Inundación y un proyecto inicial para implementar acciones de prevención y mitigación.
La propuesta plantea trabajar de manera conjunta entre autoridades y habitantes de fraccionamientos como El Pedregal, Corral de Piedra, Manzanillas, Campanario, Bosques del Sol y la colonia El Duraznal, zonas donde las precipitaciones intensas generan acumulaciones de agua, taponamientos y arrastre de material pétreo.
El diagnóstico, elaborado por Emmanuel Valencia Barrera, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), identifica como una de las principales causas de las inundaciones al desplazamiento de arena y piedras desde la parte alta, que obstruyen el cauce del agua.
Entre las recomendaciones se incluye un trabajo integral que combine limpieza, desazolve y control de bancos de arena.
El plan contempla recorridos técnicos, obras de prevención y un esquema de coordinación permanente para evitar que se repitan los daños registrados en años anteriores.
La meta es contar con soluciones sostenibles que reduzcan el riesgo y protejan la seguridad y el patrimonio de las familias que habitan en esta zona.
¿Qué pasa cuando una comunidad aún no existe, pero algo empieza a moverse? Este episodio habla del momento más frágil y potente de todo proceso colectivo: el nacimiento de lo común. Lejos de discursos triunfalistas o recetas técnicas, exploramos el rol de quienes sostienen ese primer espacio donde la vida compartida puede comenzar a tomar forma. Inspirado en experiencias de educación popular, acompañamiento y psicología social latinoamericana, este episodio profundiza en el lugar ético y afectivo del que acompaña sin pertenecer, del que está sin figurar. Si trabajas en comunidad, facilitas procesos grupales o simplemente te preguntas por qué a veces estar presente es suficiente, este episodio es para ti.
Eduardo Suárez Morales, José Nahed Toral y Hans van der Wal, investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), han sido distinguidos con el nivel de Investigador Nacional Emérito, reconocimiento que representa el más alto nivel otorgado por el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII).
A lo largo de sus carreras, los investigadores de Ecosur han demostrado un firme compromiso con la investigación, la formación de recursos humanos de alto nivel y la divulgación científica.
Eduardo Suárez Morales, investigador del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática, adscrito al grupo académico de Taxonomía y Ecología del Zooplancton Marino y de Aguas Continentales en la Unidad Chetumal, se ha centrado en el estudio de la taxonomía y ecología del zooplancton marino y de aguas continentales, en particular en el estudio y taxonomía de copépodos —crustáceos microscópicos—, y su trabajo ha contribuido significativamente al conocimiento científico de estas especies en México y en el mundo.
Como experto en taxonomía, ha colaborado de manera continua con instituciones internacionales en el descubrimiento de nuevas especies de crustáceos. Colaboró con el Instituto Sudafricano para la Biodiversidad Acuática (SAIAB por sus siglas en inglés) y con la Universidad de Rhodes en la identificación de una nueva especie, un micro-crustáceo que destaca de otros copépodos continentales por su gran tamaño —4 a 5 mm de largo— lo que lo convierte en uno de los copépodos más grandes del mundo.
En Australia realizó el registro de 25 micro-crustáceos marinos que forman parte del subgrupo de animales microscópicos llamado copépodos monstriloides, y también ha hecho aportaciones de registro de nuevas especies de copépodos en Quintana Roo.
José Nahed Toral, investigador Departamento Agricultura, Sociedad y Ambiente, adscrito al grupo académico de Ganadería Sustentable y Cambio Climático en la Unidad San Cristóbal, tiene una trayectoria académica de más de 43 años en el estudio de los sistemas de producción animal, agro y silvopastoriles, certificación orgánica, socioeconomía, tecnología agrícola tradicional, prácticas agroecológicas, seguridad alimentaria, modos de vida sustentables y sustentabilidad de agroecosistemas en zonas de amortiguamiento de Áreas Naturales Protegidas, el Corredor Biológico Mesoamericano México, territorios étnicos marginados del centro, sur, sureste de México y el Caribe, Chile, Perú, Cuba, Francia, España.
Su trabajo ha contribuido significativamente al conocimiento científico con miras al desarrollo sustentable. El Dr. Nahed ha mostrado una firme e importante responsabilidad social con la investigación científica, el desarrollo regional, el desarrollo comunitario y la vinculación-incidencia participativa con el sector social.
Hans van der Wal, investigador del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente, adscrito al grupo académico de Agroecología en la Unidad Villahermosa ha estudiado la agrobiodiversidad en paisajes culturales en la frontera sur, particularmente la que se encuentra en los huertos familiares y la vegetación secundaria.
A través de múltiples proyectos ha contribuido a procesos de cambio socioecológico desde una perspectiva transdisciplinaria, entre otras ensayando respuestas a inundaciones con comunidades costeras en Tabasco.
Desde hace más de 15 años ha promovido alternativas de base comunitaria con actores académicos, organizaciones de la sociedad civil y las personas que integran iniciativas locales de Economía Social y Solidaria en Comalcalco y Nacajuca, Tabasco. Con estas iniciativas, de cacaoteros, chocolateras, artesanos y artesanas, carpinteros y mangleros, y la incubadora de procesos de cambio social Horizontes Creativos AC, la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, Universidad Politécnica del Golfo de México, formuló y coordinó la ejecución del PRONAII “Plataforma multi-actor de democratización energética”. Este proyecto ha resultado en un posicionamiento y una práctica de transición energética como un proceso socio-ecológico que parta del análisis compartido de las necesidades energéticas locales en los territorios.
Con este proyecto, y anteriores de investigación e infraestructura, el Dr. van der Wal ha dado muestra de una continua búsqueda para que la investigación científica contribuya a resolver problemáticas regionales, combinando rigor académico con compromiso territorial.
Eduardo Suárez MoralesJosé Nahed ToralHans van der Wal
Taam Ja’, el agujero azul más profundo del mundo, ha revelado secretos fascinantes como el del zooplancton que habita esta impactante estructura. Conoce los detalles en esta infografía.
La reforestación es más compleja que simplemente plantar árboles. Implica evaluar hábitats y ecosistemas, identificar la salud y sostenibilidad de las diferentes especies y evaluar estrategias para establecer nuevas masas de árboles.
En regiones como Mesoamérica, donde los bosques se encuentran gravemente amenazados por las actividades humanas y el cambio climático, los conservacionistas interesados en la reforestación deben priorizar las especies cuyas poblaciones están disminuyendo. Para facilitar esta tarea, un grupo de investigadores evaluó el estado de conservación de las 4046 especies de árboles endémicas de Mesoamérica, descritas en el proyecto de Evaluación Global de Árboles . Descubrieron que el 46 % de estos árboles se encuentran en riesgo de extinción.
El estudio, publicado en Plants, People, Planet , es el primero en evaluar el estado de todos los árboles endémicos de Mesoamérica.
Neptalí Ramírez Marcial, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), no participó en la nueva investigación, pero como jefe del grupo de restauración del South Border College en México, trabaja con especies arbóreas en diferentes categorías de amenaza. Los bosques de Chiapas, donde él y sus colegas residen, solían estar repletos de encinos, que sustentaban altos niveles de biodiversidad. Debido a la influencia humana, los pinos ahora superan en número a los encinos, y el clima es menos favorable para las especies sensibles de la Lista Roja de la UICN.
A pesar del uso de la Lista Roja por parte de Ramírez Marcial, este mantiene una postura crítica respecto a la herramienta y su uso en la investigación. Por ejemplo, señaló que la nueva evaluación de árboles mesoamericanos cataloga a Furcraea macdougallii (planta del siglo de MacDougall) como extinta en México. Ramírez Marcial cree que esta planta es similar al agave y no debería considerarse un árbol en absoluto, por lo que no debería incluirse en el censo.
También señaló que el nuevo estudio considera a todo México como parte de Mesoamérica. Desde un punto de vista ecológico, afirmó, la región biogeográfica mesoamericana se extiende únicamente por el centro de México y excluye la parte norte del país, que posee ecosistemas discretos que no comparte con Centroamérica.
Sin embargo, Ramírez Marcial coincidió con las conclusiones del nuevo estudio: las estrategias de restauración deben considerar la biodiversidad de las áreas que se desean proteger. Por ejemplo, señaló que los programas del gobierno mexicano priorizan la distribución de pinos para la reforestación en todo el país, en lugar de diseñar estrategias a medida para cada región.
A 10 años de aplicarse la técnica del insecto estéril se ha logrado reducir en más de 100 veces las poblaciones de plagas de las moscas de la fruta en el Soconusco y un 50 por ciento los lotes larvados, dio a conocer el investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Pablo Liedo. Resaltó que esto también representa menores pérdidas para los productores -principalmente de mango-, ya que la fruta que se detecta que está engusanada es rechazada y no pasa el tratamiento hidrotérmico, por lo que tampoco se puede exportar al mercado norteamericano y europeo. Explicó que en los datos de trampeo efectuado por SENASICA y productores, se ha visto la magnitud de la diferencia entre las áreas en donde no se aplica la técnica con las moscas estériles y en donde sí se aplica, además de que la “prueba del ácido” es la fruta que se va a exportar que llega a las empacadoras, en donde es muestreada y se ha registrado un 50 por ciento de disminución de lotes larvados, aproximadamente. El investigador recordó que la técnica del insecto estéril tiene su antecedente en programas contra la mosca del mediterráneo con la cual México logró quedar libre de esta plaga, y en la campaña nacional contra moscas de la fruta, con la que la mitad del país se considera libre de estas. Sin embargo, dijo que la zona donde se produce mango es mucho más complicada porque hay más diversidad de especies y las poblaciones son mucho más abundantes. Por ello, agregó, en el año 2015 se puso en marcha esta técnica innovadora en la región, a través de un proyecto de investigación que propusieron financiado con un fondo sectorial del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y la Secretaría de Agricultura federal, por medio del cual el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) proporciona las moscas estériles para su liberación en la zona, que suman alrededor de 20 millones de manera semanal.