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Crisis ambiental sin presedentes puede dejar secos los Mantos Freáticos de Campeche

Yuri Peña Ramírez, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), advirtió que la Península de Yucatán enfrenta una crisis ambiental sin precedentes, debido a la pérdida de cobertura forestal y al aumento de gases de efecto invernadero, los cuales provocan alteraciones profundas en el clima y podrían dejar secos los mantos freáticos de Campeche y otras ciudades de la región.

El especialista señaló que la región se encuentra en un proceso acelerado de deforestación, lo que ha reducido la capacidad natural de los ecosistemas para regular el clima. Como consecuencia, se espera un aumento en los meses de sequía y episodios de lluvias cada vez más intensos, afectando la estabilidad hídrica de la región.

Uno de los principales problemas derivados de la deforestación es la disminución del nivel de los mantos freáticos, y aunque los ríos en la Península son subterráneos y su variación no es visible a simple vista, los pozos han registrado descensos de entre 20 y 30 metros en algunos casos. “Esto es dramático porque podría dejar ‘secos’ a ciudades como Campeche y otras localidades de la región”, alertó.

A esta crisis se suma la falta de infraestructura adecuada para el almacenamiento de agua, lo que incluye la casas, donde sólo hay tinacos. Dependemos directamente del suministro municipal, y si falla nos quedaremos sin agua, enfatizó Peña Ramírez.

Además, la reducción de los mantos freáticos tiene otro efecto alarmante: la intrusión de agua marina. Normalmente, el agua dulce subterránea impide el avance del agua de mar hacia el continente, pero cuando el nivel de los acuíferos baja, el agua salina se infiltra, contaminando los pozos de agua potable.

Estudios recientes han detectado la presencia de agua marina en cuerpos de agua ubicados hasta 80 kilómetros tierra adentro, particularmente durante épocas de sequía.

En la Laguna de Moncú, en Miguel Colorado, continuó Peña Ramírez, se han registrado niveles de salinidad que sugieren la intrusión de agua de mar, lo que afecta la viabilidad de los cultivos y la estabilidad de la selva.

“No se puede regar un cultivo con agua salada, simplemente se seca”, explicó, e indicó que los cambios en la estructura de la selva y la progresiva salinización de los cuerpos de agua representan una amenaza directa para la biodiversidad y el suministro de agua en la región.

NOTA PUBLICADA EN: https://tribunacampeche.com/24/crisis-ambiental-sin-precedentes-puede-dejar-secos-los-mantos-freaticos-de-campeche-alertan/709909/

Adolescentes jornaleros en México

Sarai Miranda Juárez SECIHTI-ECOSUR

La Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2022 da cuenta de la participación de la niñez mexicana en las actividades laborales y permite observar que el trabajo infantil en México está influenciado por dos factores: ser hombre y trabajar en el sector agropecuario. Actualmente 33% del total de las niñas, niños y adolescentes que trabajan lo hacen en el sector agrícola donde se concentra el mayor porcentaje de participación.

En México, las familias jornaleras son en su mayoría indígenas y se caracterizan por vivir en pobreza extrema en sus comunidades de origen. Desde entidades como Guerrero, Oaxaca y Chiapas se presenta una migración temporal hacia destinos con mayor producción agroindustrial de exportación, sobre todo hacia aquellos destinos que se han especializado en productos de vanguardia como hortalizas, frutas y flores.

El trabajo en el campo es un claro ejemplo de que desde edades tempranas se presenta la división del trabajo por género; las labores agrícolas son ocupaciones consideradas mayoritariamente masculinas. Si bien a las mujeres y a las niñas se les asignan tareas asociadas al cuidado de los otros y al mantenimiento del hogar, muchas de ellas participan también del trabajo agropecuario lo que no las exenta de los quehaceres domésticos. Ello posibilita la reproducción de la fuerza de trabajo masculina.

La Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2022 da cuenta de la participación de la niñez mexicana en las actividades laborales y permite observar que el trabajo infantil en México está influenciado por dos factores: ser hombre y trabajar en el sector agropecuario. Actualmente 33% del total de las niñas, niños y adolescentes que trabajan lo hacen en el sector agrícola donde se concentra el mayor porcentaje de participación.

La práctica del trabajo infantil en el sector agropecuario es heterogénea, es común identificar al grueso de quienes se dedican a las labores de este sector como jornaleros agrícolas, no obstante, tanto la literatura especializada como los datos estadísticos muestran diversidad de modalidades de participación. En este sentido, podemos analizar los datos en la ENTI 2022 a partir de la posición de la ocupación. Con lo que se observan básicamente dos modalidades: los trabajadores no remunerados (54%) que hacen referencia al trabajo familiar y de traspatio, es de cir, los “trabajadores familiares”; y, por otro lado, los trabajadores subordinados y remunerados (44%) es decir, los “jornaleros”. Que son aquellos que trabajan para un patrón que no es su familiar.

Este 44% es el grupo de niñas, niños y adolescentes que debería ser considerado en las políticas públicas para impactar en su disminución, porque no están dentro de la lógica de trabajo familiar y se ocupan en los cultivos comerciales y en las producciones con características propias de empresas capitalistas. Además, en su mayoría es trabajo adolescente, de hecho, las estadísticas muestran que a mayor edad mayor participación laboral, sin embargo, su presencia en este tipo de trabajo inicia desde los 12 años, cuando la edad permitida por la ley es a partir de los 15 años. ¿Quiénes están obteniendo ganancias y plusvalía del trabajo adolescente?

Ello lo podemos contestar observado algunas características del trabajo adolescente. 33.4% trabajan de tiempo completo como jornaleros agrícolas; 25% se desempeñan en unidades económicas de más de 11 personas (no es trabajo familiar); 99% lo hacen en unidades económicas que no cuentan con un local, es decir que trabajan al aire libre, bajo el sol y bajo condiciones climáticas difíciles; 73% recibe un ingreso de hasta un salario mínimo y solo 2.2% reportaron ganar más de dos salarios mínimos. ¿No será que son los empleadores más capitalizados quienes se benefician de este trabajo?

Por otra parte, cuando se les pregunta sobre los motivos por los que trabajan, la mayoría expresa que lo hacen para hacer frente a sus propios gastos (37%) y otro tanto afirma que trabaja debido a que en su hogar se requiere de su aportación económica, con lo que se observa la práctica del trabajo adolescente como una estrategia de supervivencia de los hogares.

De hecho, 75% de los adolescentes que se desempeñan como jornaleros agrícolas reportan que contribuyen con una parte de sus ingresos a sus hogares. Para los adolescentes que trabajan como jornaleros agrícolas existen ciertas consecuencias de dejar de trabajar, por ejemplo, para 50% el hogar tendría que destinar dinero para los gastos del niño o adolescente que trabaja y en 33% de los casos el hogar se vería afectado en términos de ingresos económicos. Estas respuestas deberían servir para flexibilizar las políticas públicas de erradicación. La experiencia ha mostrado que es inútil prohibir y estigmatizar cuando se trata de problemáticas con causas de orden estructural que requieren medidas más globales que la simple prohibición.

Al respecto, cabe señalar que 74% de los adolescentes jornaleros agrícolas no ha recibido ninguna ayuda del gobierno como por ejemplo una beca para estudiar o algún programa social, con lo que observa que las políticas públicas para incidir en la erradicación del trabajo infantil y adolescente no están atendiendo las causas primeras de la problemática.

La reflexión que se deriva de los datos duros tiene que ver con la efectividad de las actuales políticas públicas de erradicación del trabajo infantil. Es evidente que las medidas actuales no están siendo de utilidad ya que no atacan las causas que originan la incorporación temprana de los adolescentes al trabajo jornalero, tampoco se han identificado ni sancionado a los empleadores, que por cierto son los productores más capitalizados.

Si los datos duros nos muestran que el trabajo adolescente en México es masculino y mayoritariamente en el sector agrícola, entonces ¿por qué solo se intenta disminuir el trabajo infantil en el comercio informal? •

Artículo publicado en la Jornada del Campo #210, 15 de marzo 2025. pag. 20

ECOSUR contribuye a la conservación de maíces nativos en Campeche

El pasado 20 de marzo, concluyó formalmente el proyecto de consultoría “Desarrollo de Territorios Rurales en los Pueblos Indígenas que Custodian Maíces Nativos en México” en el territorio de Hecelchakán-Calkiní, Campeche. Una iniciativa nacional que se implementó desde la Secretaría de Agricultura con el objetivo de “mejorar las condiciones de vida de las comunidades y pueblos que custodian y producen maíces nativos como medio de vida a través de la conservación, producción, aprovechamiento y uso sustentable”.

La consultoría (2023-2025) en Campeche estuvo a cargo de los investigadores Lucio Pat Fernández, Francisco Guizar Vázquez y Pablo Hernández Bahena. Entre las acciones sobresalientes del proyecto destaca la contribución a la conservación de maíces nativos mediante el fortalecimiento de las habilidades y capacidades de los productores, un banco de semillas de maíz y la entrega de semillas de maíces nativos.

En el acto de clausura estuvieron presentes los productores beneficiados, autoridades ejidales del ejido de Hecelchakán; Francisco García Manilla, delegado de la SADER en Campeche y Daniel Pech Pool, encargado de la Unidad Campeche de ECOSUR. En este evento, se entregó  a los productores 1200 kg de semilla de maíces nativos de las razas tuxpeño, dzitbacal y nal-tel, con los que se estima la siembra de alrededor de 100 hectáreas en el presente ciclo agrícola.   

ECOSUR se integra a la RED Ecos Chiapas y firma convenio para fortalecer a la Universidad Rosario Castellanos-Unidad Comitán

La Secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI), Rosaura Ruiz Gutiérrez, tomó protesta a los integrantes de la Red del Espacio Común de Educación, Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Red Ecos Nacional) del estado de Chiapas y firmó un convenio con diversas instituciones de educación superior de la entidad.

La Red, a la que se integró ECOSUR el pasado 14 de marzo y que será coordinada por la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), busca realizar acciones desde los sectores educativo, gubernamental, empresarial y social con el objetivo de generar investigaciones con un enfoque interinstitucional, trans y multidisciplinario, que permitan sumar esfuerzos, infraestructura, talento, conocimientos, investigación, experiencias y recursos en torno a las agendas prioritarias para el estado de Chiapas.

La secretaria Ruiz señaló que la Red Ecos Chiapas contará con el apoyo de diversas instituciones nacionales que, desde distintas regiones, se sumarán a esta iniciativa de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Añadió que “iremos atendiendo las problemáticas que nos presenten los propios empresarios, las instituciones de educación y los pueblos originarios, de acuerdo con las necesidades locales. Llevaremos a cabo este esfuerzo interinstitucional, en el cual las universidades y los Centros Públicos de la SECIHTI estarán volcados para que el desarrollo de la ciencia, la tecnología, la innovación y la educación permee en todo el país de manera colectiva”.

El doctor Antonio Saldívar Moreno, director general de ECOSUR, celebró la creación de esta Red que pone la ciencia al centro para resolver las problemáticas que enfrenta la sociedad y avanzar en el principio fundamental del derecho humano a la ciencia.

La toma de protesta de la Red Ecos Chiapas, celebrada en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, convocó a titulares de 57 instituciones de educación superior y a 39 representantes de los sectores gubernamental, empresarial y social, con el fin de generar un espacio que permita enfocar y canalizar esfuerzos para atender las principales problemáticas de Chiapas.

En este contexto, se firmó el convenio general de colaboración institucional que comprende el intercambio de experiencias académicas para mejorar la formación de las y los estudiantes, el intercambio y las estancias académicas estudiantiles y del personal docente, así como proyectos conjuntos. Este convenio fue celebrado entre la SECIHTI, la UNACH, representada por el rector Oswaldo Chacón; la Universidad Nacional Rosario Castellanos (UNRC), representada por la rectora Alma Xóchitl Herrera Márquez; el Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), representado por su director general, Antonio Saldívar Moreno; y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), representado por Francisco Javier Fernández de Castro Santos, director de Vinculación.