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Lactancia y empoderamiento de las mujeres-madres

Por Georgina Sánchez Ramírez, investigadora del Departamento de Salud de ECOSUR. (gsanchez@www.ecosur.mx)

En la década de los ochentas del siglo pasado, el término empoderamiento cobró relevancia, dado que surgió en el panorama internacional para visibilizar la inequidad entre varones y mujeres. Hoy en día, y desde posturas feministas más críticas, el concepto se ha reconstruido considerando que el empoderamiento es algo que cada persona debe de incrementar en sí misma, y que para ello es indispensable un entorno social favorable, así como políticas públicas que lo contemplen y propicien.

En este artículo me centraré en el empoderamiento de las mujeres, lo cual significa que nosotras hemos dejado de ser vistas como objetos en beneficio de “los otros” para ser consideradas como sujetos de derechos, con sueños, realizaciones y equivocaciones, más allá de nuestras preferencias sexuales, apariencia y posición en la vida.

 

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EL SOL DE MÉXICO: https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/lactancia-y-empoderamiento-de-las-mujeres-madres-4518793.html

 

Lactancia y empoderamiento de las mujeres-madres

Por Georgina Sánchez Ramírez, investigadora del Departamento de Salud de ECOSUR. (gsanchez@www.ecosur.mx)

En la década de los ochentas del siglo pasado, el término empoderamiento cobró relevancia, dado que surgió en el panorama internacional para visibilizar la inequidad entre varones y mujeres. Hoy en día, y desde posturas feministas más críticas, el concepto se ha reconstruido considerando que el empoderamiento es algo que cada persona debe de incrementar en sí misma, y que para ello es indispensable un entorno social favorable, así como políticas públicas que lo contemplen y propicien.

En este artículo me centraré en el empoderamiento de las mujeres, lo cual significa que nosotras hemos dejado de ser vistas como objetos en beneficio de “los otros” para ser consideradas como sujetos de derechos, con sueños, realizaciones y equivocaciones, más allá de nuestras preferencias sexuales, apariencia y posición en la vida.

Para que las mujeres nos empoderemos, es necesario que haya cambios culturales, por ejemplo, respecto a lo que socialmente se espera de un varón o de una mujer desde que se conoce el sexo del bebé que va a nacer. Sabemos que en todo el mundo se valora más lo masculino que lo femenino, y esto se puede apreciar a lo largo del ciclo vital, pero es justamente en la etapa en la que las mujeres deciden ser madres en la que se ponen en juego ciertos elementos que operan como potenciadores o diluyentes del empoderamiento de las mujeres.

En el mundo occidentalizado, la lactancia ha sido tema de salud pública en tanto vínculo instrumental con la sobrevivencia infantil (principalmente, en regiones empobrecidas), pero no como un derecho sexual y reproductivo de las mujeres, que es el nuevo clamor de la lactancia de la nueva era, en la que entran en juego tres intersecciones: género, salud y feminismo. De acuerdo con Massó (2011), en las sociedades occidentalizadas hemos sido sistemáticamente desempoderadas del control y la autonomía de nuestros cuerpos y, por ende, se han afectado decisiones y deseos, de los que no escapan ni los partos ni la lactancia.

Esto tiene una estrecha relación con el sistema neoliberal, en el que se mercantilizan y medicalizan todos los procesos naturales del ciclo vital, entre ellos, la nutrición de bebés. En ese sentido, las empresas industrializadoras de leches de fórmula han tenido un gran impacto; recordemos, por ejemplo, el caso de la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud de junio de 2018, en donde, gracias a que Rusia se opuso, no se echó atrás la iniciativa de promover más la lactancia materna e informar de manera fehaciente sobre las consecuencias reales de usar alimento de fórmula. No obstante, Estados Unidos no disimuló su interés por proteger a las farmacéuticas productoras de sucedáneos de leche para bebés; incluso, amenazó a delegaciones de países pobres con dejar de apoyarles militar y comercialmente si no se sumaban a la detracción de la medida (NYT, julio, 2018), en contra de lo evidente.

“Mi viaje anual es una oportunidad para enfatizar soluciones a problemas globales. Algunas veces estas soluciones involucran tecnología deslumbrante; pero casi nada tiene la capacidad de salvar tantas vidas infantiles al año como el propio milagro de la naturaleza: la leche materna” (NYT, julio de 2018, Nicholas Kristof, periodista).

La lactancia en México no ha estado al margen del vaivén de los intereses antes mencionados; las madres mexicanas, hasta principios del siglo XIX, lactaban a su gran descendencia y eran responsables de su bienestar. A finales del mismo siglo y hasta el primer cuarto del siglo XX se instaura la “medicalización de la lactancia”.

Con la “modernización” de la manera de nutrir a las criaturas ocurrieron otros cambios significativos en la crianza mexicana: la alimentación racional favoreció otras prácticas como no cargar a los bebés, no dormir con él, no arrullarlos, incluso no cantarles, lo que afectó el amantamiento” (Hausman, por Carrillo, 2008).

El lastre para la materna en México podemos mostrarlo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2016):

A nivel nacional, solo 40.5% de los recién nacidos son alimentados con leche materna durante su primera hora de vida. La duración media de la lactancia materna es de 8.8 meses. Oaxaca es la entidad con la mayor duración (12.6 meses). De los infantes con lactancia materna, solo al 11% se les da de forma exclusiva (sin líquido o alimento) por un periodo de seis meses. Las principales razones por las que las mujeres no dieron leche materna son: “nunca tuvo leche” (33.4%), “el niño [la niña] la rechazó” (25.9%), y “estaba enferma” (14.2 %).

En la actualidad, la lactancia no tiene el mismo significado para todas las mujeres mexicanas. Las mujeres rurales y, sobre todo las de origen étnico, son quienes tienen una mayor inclinación por la lactancia y el parto natural, pero también en ese sector se concentra el mayor número de muertes maternas, desnutrición y de mujeres unidas sexualmente contra de su voluntad.

Las mujeres más occidentalizadas que reivindican la lactancia materna, no solo se plantean la sobrevivencia de la nutrición física de las criaturas, sino la relevancia a nivel de apego e impronta con su bebé como un derecho humano para ejercerlo en cualquier espacio, bueno para la salud de la madre y no solo para la criatura. Nutrición en el terreno anímico, emocional y vital.

Sin embargo, quienes quieren lactar, sobre todo en las grandes urbes, se enfrentan a la doble moral, debido a que muestran sus senos; en las redes sociales hay un continuum de denuncias de mujeres que son violentadas, incluso por autoridades al estar lactando a sus criaturas (como el reciente caso ocurrido en el Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México); hasta ha habido intentos para prohibir lactar en público en regiones como el Bajío y el Norte de México, pero nadie se escandaliza de los anuncios de lencería o de los calendarios en los que aparecen mujeres exhibiendo sus senos.

Es necesaria una agenda de la lactancia para México dentro del rubro de economía de los cuidados sobre crianza, en general, y lactancia, en particular, para la centralidad en las mujeres como poseedoras de un territorio corporal autónomo, con una gama de protecciones sociales y respaldadas por la ciencia con perspectiva de género que permita tomar las mejores decisiones para ellas y sus criaturas, y el correspondiente respeto a la maternidad desde una mirada social y no instrumental ni discriminatoria.

Las mujeres deben poder amamantar en cualquier lugar y debe haber conciliación entre el trabajo y la vida familiar para que las criaturas tengan una alimentación a libre demanda y obtengan una lactancia suficiente y necesaria. Como sociedad debemos apoyar, defender y motivar el hecho de lactar de manera comprensiva, cómplice y sororal con quienes decidan hacerlo; esto puede ser una de las mejores vacunas contra la violencia y una de las mayores afirmaciones de nuestro poder como mujeres todas.

Foto: Cortesía de Lactanciamos AC

Santuario del Manatí al borde del descuido

Aproximadamente desde hace 10 años se desconoce cuál es la situación en la que se encuentra este sitio, así como la población de manatís que habitan en el sitio, esto se debe a que en el lapso de tiempo mencionado el lugar no ha sido estudiado.

La investigadora del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Janet Padilla Zaldívar, explicó que esta situación se dio porque no se cuenta los recursos económicos suficientes para hacer el tipo de investigación que se requiere en el cuerpo de agua.

 

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https://www.meganews.mx/quintanaroo/santuario-del-manati-al-borde-del-descuido/

 

 

Posdoctorante de ECOSUR participa en el Primer Foro Anual de Posdoctorantes Indígenas

Como parte del Programa de Estancias Posdoctorales para Mujeres Mexicanas Indígenas en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM -por su sigla en inglés-) y bajo la premisa de que es “un programa único en el mundo para investigadoras indígenas”, se llevó a cabo el Primer Foro Anual de Posdoctorantes Indígenas en la Ciudad de México los días 11 y 12 de noviembre.

El programa apoya actualmente a un total de 12 científicas de las etnias maya, otomí, tzeltal, mazateca, ñuu savi, mam y binni za´a, integradas por periodos de tres años a diversos centros de investigación de alto nivel en todo el país, entre ellos, El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) alberga a dos oaxaqueñas; una en la Unidad Campeche y la otra en la Unidad San Cristóbal.

En el caso de la posdoctorante adscrita al Departamento de Salud en San Cristóbal, Gabriela Martínez Aguilar,  se encuentra en el Proyecto “Elaboración de la Base de Datos de las Medicinas Tradicionales del Distrito de Tlacolula de Matamoros, Oaxaca, Mexico, desde el Enfoque de Género y la Etnobiología”, se integra además dentro de las actividades académicas del Posgrado, así como en la contribución científica por medio de la investigación a partir del Enfoque de Género bajo la responsabilidad de Georgina Sánchez Ramírez, investigadora del Departamento de Salud.

Intervención de la Posdoctorante Gabriela Martínez durante el Foro.

Impulsado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el International Development Research Centre de Canadá y el Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social, el Foro tuvo como finalidad construir capacidades entre las mujeres indígenas para que se conviertan en líderes en estos campos del conocimiento y con ello aplicar su experiencia y recursos a los retos del desarrollo nacional y local desde sus propios contextos originarios.

Entre los proyectos de investigación se encuentran temas como el cambio climático y cambio de uso de suelo en la Mixteca oaxaqueña, genes involucrados en cáncer de mama, mejoramiento de agave mezcalero, la protección intelectual en torno a los conocimientos tradicionales, entre otros.

Por último, un logro importante derivado del evento fue la conformación de una “Red de Investigadoras Indígenas” con su probable extensión hacia investigadoras indígenas guatemaltecas para su continuidad y consolidación.

Investigadoras indígenas, académicos y funcionarios de Conacyt, de México, Guatemala y Canadá asistentes al Foro.

Enlace recomendado: TV Educativa: https://bit.ly/2CYpesu

Género y otras desigualdades en la Frontera Sur de México, observaciones en el trabajo de campo

El pasado 5 y 6 de noviembre, estudiantes de la Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) realizaron la visita a campo a dos mercados de Villahermosa, Tabasco. Lo anterior como parte de las actividades del curso “Género y otras desigualdades en la Frontera Sur de México”, las visitas estuvieron bajo la coordinación de Maritel Yanes Pérez, responsable del curso en la Unidad Villahermosa.

El primer día acompañados por funcionarios del municipio de Centro de las áreas de Fomento Económico, Coordinación de Mercados, Comunicación Social y Relaciones Públicas, se hizo un recorrido a las nuevas instalaciones del Mercado Pino Suarez considerado como uno de los más modernos del país por la infraestructura y el equipo con el que cuenta; tiene un sistema de tratamiento de aguas rojas, cuentan con paneles solares, 32 cámaras de vigilancia de circuito cerrado y un cuarto de control, alberga alrededor de 700 locales de diferentes giros, cuenta con espacio de estacionamiento para 211 vehículos y se accede por medio de escaleras eléctricas y para las personas mayores hay 6 elevadores.

El martes 6, el trabajo de campo se desarrolló en el mercado provisional, las y los estudiantes realizaron entrevistas semiestructuradas a diferentes comerciantes, además de observación participante para ver si se dan o no algunas desigualdades sociales entre la población que confluye en el mercado, para este trabajo de campo, se espera tomen en cuenta los temas abordados a lo largo del curso, mediante el empleo de la perspectiva de género.

A lo largo de 5 horas las y los estudiantes tuvieron la oportunidad de entrevistar a diferentes locatarias/os y vendedoras/es ambulantes, observando también como se dan las dinámicas en cada una de las áreas y los diferentes roles que se encuentran. Al concluir las entrevistas con locatarias/os, se tuvo la oportunidad de visitar al administrador del mercado, para agradecer las facilidades otorgadas para la realización del trabajo de campo, quien nos compartió los retos que se presentan ante la inauguración de las nuevas instalaciones, la cual se realizó el 17 de noviembre.

 

Presentan libro “Más allá de la milpa, relatos de mujeres que amasan la vida”

El pasado 7 de noviembre se llevó a cabo la presentación del libro “Más allá de la milpa, relatos de mujeres que amasan la vida” escrito por Luz del Carmen Silva Pérez, Francisca Velasco López y dos investigadores del departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR): Blanca Mayela Díaz Hernández y Hugo Perales.

La presentación se realizó en las instalaciones de la librería La Cosecha, en donde los presentadores Clara Elizabeth Sotelo Paz, Juan Iván Martínez Ortega y Valeria García López compartieron con los asistentes desde su perspectiva lo que para ellos significo la obra, además compartieron experiencias con mujeres productoras de maíz, así como algunos fragmentos del libro.

Valeria García comentó que la obra “recogen la palabra de las mujeres que hacen su vida a través del maíz de manera intima, es un retrato de las mujeres que vemos cotidianamente en las calles, mercados o tianguis ofreciendo los productos derivados del maíz, escenas tan cotidianas y que sin embargo no sabemos todo lo que está detrás para que estos productos puedan llegar a nuestras manos”.

Por su parte Clara Elizabeth mencionó que el libro además de retratar y visibilizar el trabajo de las mujeres productoras de maíz, “enseña un contexto sobre los cambios en los hábitos alimenticios, la pobreza en el campo y el crecimiento de la industria de la alimentación industrial”.

Así mismo Juan Iván Martínez, técnico del Departamento de Sociedad y Cultura de ECOSUR, recalcó que, si bien durante la obra se visibiliza el trabajo no reconocido de las mujeres, al mismo tiempo “no romantiza la situación y las condiciones laborales en las que se llevan a cabo los trabajos, es un libro crítico de la realidad social”.

Esta publicación tiene como protagonistas a mujeres chiapanecas que mantienen un vínculo material y simbólico con el maíz. Ellas, amasadoras de vida, nos nutren con sus saberes sobre nuestras raíces alimentarias: herencia viva que recrean, protegen, conservan y transforman cuando elaboran tortillas, tostadas, atoles, tamales y otros alimentos derivados del maíz. La obra visibiliza a esas mujeres del campo, que representan la fuerza social y cultural gracias a la cual esta planta ancestral, que nos da identidad, tiene un lugar especial en nuestra mesa.

ECOSUR gana segundo lugar en el Premio a la Pesca y Acuacultura Sustentables 2019

El proyecto “Pesca y petróleo (PePe): línea base para el uso compartido de los espacios marinos en la costa de Tabasco”, liderado por Alejandro Espinoza Tenorio, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) en la Unidad Campeche, obtuvo el segundo lugar en la categoría de investigación pesquera o acuícola, del Premio a la Pesca y Acuacultura Sustentables 2019, que otorga la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), en coordinación y colaboración con el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (INAPESCA), las Comisiones de Pesca de las Cámaras de Diputados y Senadores del H. Congreso de la Unión, así como la asociación de la sociedad civil Conservación y Biodiversidad A.C. (COBI).

El proyecto PePe fue desarrollado por 25 académicas y académicos de cinco instituciones —Universidad Autónoma de Baja California, Instituto Tecnológico Superior de Centla,  Universidad del Mar, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y ECOSUR—, que colaboraron en conjunto con los actores sociales involucrados en los sectores productivos de pesca y petróleo para establecer una línea base de conocimiento sistémico que permitió entender las circunstancias actuales de los conflictos entre la pesca ribereña marina y la extracción de hidrocarburos en la costa de Tabasco. Alejandro Espinoza Tenorio, como representante de los colaboradores de PePe, recibió el premio de manos de Víctor Manuel Villalobos Arámbula, Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, el pasado 21 de noviembre en la Ciudad de México.

En la categoría de investigación pesquera o acuícola se reconoció a personas físicas, centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil, cuyas contribuciones a la ciencia hayan impulsado prácticas de pesca y acuacultura sustentables, incluyendo investigación básica o aplicada, que apoyen la recuperación de las especies objetivo y ecosistemas, sistemas de manejo funcional y transparente, responsabilidad social e innovación tecnológica.

La organización del premio inició en 2018 y busca reconocer a las personas cuyo esfuerzo destaque en la realización de acciones trascendentes, de innovación, impacto, mejora o buenas prácticas desarrolladas para la pesca o acuacultura sustentables, incluyendo el ordenamiento, conservación, protección, aprovechamiento y restauración de los ecosistemas acuáticos pesqueros y acuícolas, así como la generación e intercambio de conocimiento y la comercialización de productos sustentables.

Violencia de género contra las niñas en Chiapas

Sarai Miranda Juarez

Este 20 de noviembre se cumplieron 30 años de la adopción a nivel mundial de la Convención de los Derechos de las Niñas y los Niños y 21 años de que el Estado mexicano ratificó dicha convención. Asimismo, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional contra la Violencia de Género. La coincidencia de estas fechas exige una reflexión seria sobre la condición de las niñas y las adolescentes en el mundo.

El informe “Niños y niñas en América Latina y el Caribe. Panorama 2016”, registró que dos de cada tres niños y niñas menores de 15 años habían experimentado algún tipo de disciplina violenta en el hogar; uno de cada dos niños y niñas habían sido sometidos a castigos corporales en sus hogares (UNICEF, 2019). Las violencias se profundizan aún más cuando se trata de las niñas y las adolescentes, ya que una de cada cuatro niñas y adolescente en la región, se casa antes de cumplir los 18 años; cuatro de cada 10 adolescentes entre 15 y 19 años, casadas alguna vez, fueron víctimas de violencia por parte de su pareja y 1.1. millones de adolescente de 15 a 19 años habían experimentado violencia sexual o cualquier otro tipo de acto sexual forzado (UNICEF, 2019).

Al incluir la categoría étnica, las niñas y las adolescentes se ven aún más vulneradas y violentadas. Hay evidencias sobre la influencia de la pertenencia étnica frente al mayor riesgo de sufrir diferentes tipos de violencias. El Informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos da cuenta de que las niñas indígenas tienen más del doble de probabilidades que el resto de las niñas de ser víctimas de violencia y una de cada tres será violada en algún momento de su vida. El informe muestra que aproximadamente 80% de las violaciones de mujeres y niñas indígenas son cometidas por hombres no indígenas (ONU, 2017).

México no es la excepción, la Encuesta Nacional sobre Dinámica de los Hogares 2016, identifica que 6.4% del total de las mujeres de 15 años y más tuvieron contacto sexual sin su consentimiento durante la niñez y 3.9% reportaron haber tenido algún intento de sexo forzado. Siendo familiares cercanos los principales perpetuadores de estas violencias: tíos (20%), primos (16%) y hermanos (8.5%), lo que sugiere que ni el hogar ni los espacios domésticos son seguros para las niñas y las adolescentes (Estimaciones propias con base en INEGI, 2017).

El estado de Chiapas es una entidad con rezagos estructurales históricos que impactan en la niñez que vive y transita por este territorio. Solo los datos de pobreza más recientes dan una idea de la precariedad en la que crecen y se desarrollan las niñas y los niños pues Chiapas encabeza la lista de entidades con mayor proporción de pobreza a nivel nacional, 77.1 de cada 100 chiapanecos y chiapanecas viven en esta situación (CONEVAL, 2018). Múltiples carencias afectan a la población, lo que se profundiza al tratarse de las niñas y las adolescentes. Por su condición de género las niñas están más expuestas a cargar con las actividades domésticas y de cuidados, dando como resultado menores niveles de educación frente a los niños de su misma edad, pues ellas invierten mucho más tiempo en actividades no remuneradas al interior de los espacios privados. Si a ello se le agrega la condición étnica las desventajas son mayores.

En Chiapas las adolescentes que tenían 15 años al momento de la Encuesta Nacional sobre Dinámicas de los Hogares 2016, estuvieron expuestas a diversas violencias de orden sexual durante su niñez; 7.6% contestaron que en su niñez “les tocaron sus partes íntimas o las obligaron a tocar las partes íntimas de otra persona sin su consentimiento”, muy por encima del nivel nacional de 3.3%. Al preguntarles si alguna vez “las obligaron a mostrar sus partes íntimas y/o mirar las partes íntimas de otra persona” 2% respondieron de forma afirmativa (Estimaciones propias con base en INEGI, 2017).

Llama la atención que 4.3% de ellas dijeron que en algún momento de su infancia “las obligaron a tener relaciones sexuales bajo amenazas o usando la fuerza”, lo que coloca a la entidad en el primer lugar en abusos sexuales de las niñas a nivel nacional; además 5.6% experimentaron al menos un “intento de forzarlas a tener relaciones sexuales”. Otro 2.5% afirmó que en su niñez fueron “obligadas a realizar actos sexuales a cambio de dinero o regalos” (Estimaciones propias con base en INEGI, 2017).

Los principales agresores de las niñas y las adolescentes chiapanecas de quienes sufrieron abuso sexual en la niñez fueron sus propios padres con 42.6% y otras personas ajenas al hogar de origen con 57.4%. El total de quienes fueron abusadas sexualmente a cambio de dinero o regalos declararon que los agresores fueron sus padrastros (Estimaciones propias con base en INEGI, 2017).

Otras violencias extremas también están presentes en la vida cotidiana de las niñas y las adolescentes de la entidad. Desde el años 2011 a las fecha se han cometido 57 feminicidios contra niñas y adolescentes (Melel Xojobal, 2019). Sin mencionar las violencias que sufren las niñas que migran y atraviesan por el territorio estatal. Se desconocen las cifras exactas a nivel entidad federativa, pero se estima que hay un alto riesgo de que padezcan violaciones sexuales durante su tránsito por esta región.

Estas cifras representan un desafío para quienes diseñan e implementan las políticas públicas que garanticen una vida libre de violencia a las niñas y las adolescentes chiapanecas. No basta con firmar y ratificar convenios internacionales si no se realizan acciones concretas para mejorar las condiciones de vulnerabilidad que las expone a violencias a razón de su género. Es un tema de interés público que atraviesa la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Solo mediante el reconocimiento de estas realidades será posible desmontar los complejos nudos de la desigualdad que afectan a las niñas  desde tempranas etapas de la vida.

 

 

CONEVAL (2018), Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2018. Resumen Ejecutivo, México.

INEGI (2017), Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016, INEGI, México.

Melel Xoxobal (2019), Registro de feminicidios de niñas y adolescentes de 2013 a octubre de 2019, Chiapas, México.

ONU (2017), Efectos de las formas múltiples e interseccionales de discriminación y violencia en el contexto del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia sobre el pleno disfrute por las mujeres y las niñas de todos los derechos humanos. Informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

UNICEF (2019), Niños y niñas en América Latina y el Caribe. Panorama 2019.

 

Texto publicado en:

TERCERA VIA: http://terceravia.mx/2019/11/chiapas-el-estado-con-mas-abusos-sexuales-hacia-las-ninas/

 

Semana de Intercambio Académico en ECOSUR

Del 25 al 29 de noviembre El Colegio de La Frontera Sur (ECOSUR) estará realizando la Semana de Intercambio Académico (SIA), en su edición 2019; el cual tiene como objetivo principal que el personal académico y estudiantes de posgrado intercambien ideas y dialoguen sobre el papel que tiene la ciencia, desde una perspectiva transversal y multidisciplinaria, en las problemáticas de la frontera sur de México.

El evento se realiza en las cinco unidades de ECOSUR: Chetumal, Tapachula, San Cristóbal, Campeche y Villahermosa. Las actividades a realizarse son conferencias magistrales impartidas por investigadores y académicos de diferentes instituciones como: la Universidad Nacional Autónoma de México, El Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica, el Parque Científico y Tecnológico de Yucatán, la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y la  A.C Desarrollo Económico y Social de los Mexicanos Indígenas, A.C.(DESMI).

También se realizan actividades como paneles de discusión académica en donde las y los investigadores de ECOSUR comparten experiencias, investigaciones y opiniones sobre diferentes temáticas como: Biodiversidad y calentamiento global, Migración y seguridad social, Soberanía alimentaria, Ciencia, desarrollo y bienestar socioambiental, Agua, territorio y disponibilidad.

Otras actividades son pláticas, eventos culturales y deportivos, entrega de reconocimientos al personal que está próximo a jubilarse, así como también la celebración de los 25 años del Programa de Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural que ofrece ECOSUR. Se espera que con estas acciones se sigan incentivando las actividades de investigación así como de reflexionar sobre las diferentes problemáticas que afectan a la frontera sur de nuestro país.