el colegio de la frontera sur

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Tomar vida: el pozol y los jóvenes de Chiapas

Morgan Jenatton / El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México y École des hautes études en sciences sociales (EHESS), Marsella, Francia

 Candelaria Hernández Meléndez  / Directora Telesecundaria, Chiapas, México

Edith Sántiz López /Docente Secundaria Técnica, Chiapas, México

Helda Morales / El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México

 

 

La industrialización de los hábitos alimenticios en México ha producido una crisis sanitaria que se puede atribuir en gran medida a un mayor consumo de azúcares simples, principalmente en forma de bebidas azucaradas. Antes de la Colonia, las cocinas mexicanas gozaban de una variedad de bebidas basadas en vegetales silvestres o cultivados que han seguido evolucionando con el tiempo. En Chiapas y Tabasco, una de estas bebidas es el pozol.

El pozol se elabora mezclando masa con agua, por lo que se puede considerar como una especie de “tortilla líquida”. Cuando los españoles llegaron, se encontraron una bebida prácticamente idéntica a la que se consume hoy. La versión no azucarada de esta bebida es altamente saludable. Las principales ventajas que presenta en comparación con los refrescos son su menor índice glucémico, su carga de probióticos y los altos niveles de nutrientes que proporciona junto a su alto aporte calórico.

La vergüenza del pozol

Sin embargo, el consumo de alimentos no industriales en México está sujeto a presiones sociales y económicas que conducen a su abandono. En este texto, maestras de secundaria, un estudiante de doctorado y una agroecóloga buscamos explorar las siguientes preguntas: ¿Cómo está cambiando el consumo de bebidas en las nuevas generaciones? ¿Son ciertas bebidas percibidas de manera distinta a otras? ¿Cómo las escuelas pueden ayudar al estudiantado a reconocer el valor de lo suyo? Trabajamos en cuatro secundarias de Chiapas, dos en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas y dos en comunidades rurales tsotsiles y tseltales.

Concebimos este trabajo como un camino que nos lleva a reflexionar sobre el mundo en que vivimos y cómo podemos imaginarlo hacia una versión mejor. Este camino inicia en la situación actual de crisis alimentaria y proponemos que podemos guiarnos hacia un mundo que vibra con vida digna y una alimentación que nos llena de fuerza y bienestar.

Empezamos con el dolor que sentimos de ver el consumo de refrescos y los daños que genera. El refresco ocasiona daños a la salud, entre ellos la diabetes, una de las principales causas de muerte en Los Altos de Chiapas. Duele también lo que escuchamos de los alumnos sobre las bebidas precoloniales: hay vergüenza de llevar pozol a la escuela. En entrevistas, las y los alumnos nos explicaron esa vergüenza.

Asocian el pozol con la vida rural e indígena. Un alumno de una comunidad tseltal dijo: “Ustedes en la ciudad no toman pozol…nosotros aquí, sí tomamos casi diario”. Cuando se les preguntó por qué pensaban que en otras partes no se toma pozol, tenían comentarios subrayando una percibida diferencia social: “Porque es comida de campesino y los campesinos somos pobres”, o que la gente de otros lugares «son más civilizados, o sea, que no les gusta tomar el pozol, prefieren lo artificial, que lo natural.”

Al contrario, los refrescos representan para ellos una bebida que forma parte de la sociedad rica y moderna. Cuando preguntamos su opinión sobre lo que toma la gente de otras partes del mundo, un alumno dijo “Tienen mucho dinero, por eso compran refrescos. El refresco representa una bebida especial. Se toma en fiestas o después de un largo día de trabajo: «El refresco es para disfrutar”. Un grupo de niños nos contó que no siempre tienen dinero para comprar alimentos, pero cuando tienen, les gusta comprarlo “el refresco por el gusto.”

Frente a esas palabras dolorosas y a la crisis alimentaria global, buscamos imaginar un camino que nos lleve a otras posibilidades. Constatamos que frecuentemente solemos enfocarnos en prohibir el consumo, o nos conformamos pensando que es algo de la modernidad. Poco éxito hemos tenido con esas actitudes. Creemos firmemente que no podemos darnos por vencidos fácilmente ante este dolor.

Los valores del pozol desde su territorio

Nos preguntamos si el menosprecio manifestado fue resultado de cómo y quién abordó el tema, ya que los estudios anteriores los hicieron gente de afuera. Propusimos que ver el valor del pozol desde su propia vivencia puede aportar soluciones distintas. Una de las autoras de nuestro texto -maestra originaria de los Altos y hablante del tseltal- tomó este enfoque, hablando de lo positivo del pozol y dejando por fuera la comparación con otra gente. Buscó darle otro significado, dando la palabra desde lo cotidiano del pozol y desde alguien del territorio, identificando los valores que los alumnos le dan, desde su pensar y sentir.

Hablando de mats’ –la palabra tseltal del pozol–, la maestra hizo a su clase varias preguntas: ¿Qué significa para ti el mats’? ¿Dónde y cuándo lo consumes? Les dijo que podían sacar su mats’ para tomarlo en cualquier momento durante las clases. Les pidió pensar la importancia del pozol en sus vidas, en sus casas. Les dijo que podían contestar y discutir en tseltal. Así surgieron numerosas perspectivas sobre lo bueno del pozol. Varios alumnos dijeron que es “muy ricoy es fuente de energía.” Que se consume en “la siembra del maíz”. Que permite “sacar el hambre” y que “contiene proteína, nutrientes, vitaminas, calcio, sodio”. Pero además que es una bebida importante para la salud, un “alimento de vida”: que sin pozol, “no podemos vivir”.

Así nos damos cuenta de la posibilidad del mats’ de ser muchas cosas. Puede ser fuente de nutrientes, de conocimientos, de saberes, de dignidad, de equidad, de raíces históricas, de fuerza, de identidad, de encuentros en familia, de tomarlo en el receso, en el salón, en la escuela, para saciar el hambre, para alimentar la salud. Puede ser dador de vitalidad.

”’Caminando hacia una alimentación de conocimiento, conciencia y dignidad ”’

Esos han sido los pasos de nuestro camino, recordando que temas como identidad, lengua, alimentación y soberanía están ahí en la gente, en las caritas de aprendizaje, en las caritas de grandes conocimientos y saberes. Detectamos que una forma de tratar el dolor de nuestras comunidades es cuestionarnos nosotros mismos y cómo estamos viviendo este asunto. Implica que nosotros -como educadores, familias, ciudadanos- tenemos que despertar y reelaborar nuestra identidad alimenticia, dándonos cuenta primero nosotros para así vivir esa transformación y trabajar con los alumnos para fomentar otros valores.

Proponemos dar importancia a este proceso de reflexión introspectiva para confrontar los problemas alimentarios. Esto puede llevarnos a estar sensibles a los matices, a leer más nuestras realidades, a generar empatía cultural. Consideramos que el currículo vigente puede tomar vida con estos temas, tan sensibles para nuestra supervivencia, y que el mats’ nos ayuda a visualizar posibilidades para reconocer y redescubrir las diferentes materias desde la identidad, y así transformar una vergüenza por consumir lo propio en un conocimiento de vida.

Puede ser que el papel de la escuela sea buscar esos puentes que permitan el redescubrimiento de lo propio desde un marco mas amplio, y así entenderlo y valorarlo más. Puede ser que no lleguemos a transformar todo, a hacer el mundo nuevo en un ciclo escolar. Puede ser poco, lo que impulsemos cada uno desde aquí y en el día a día en el aula, en el territorio. Pero la transformación empieza con nosotros, desde la práctica de la alimentación vivida.

 

Bibliografía

Jenatton, M., & Morales, H. (2019). Civilized cola and peasant pozol: Young people’s social representations of a traditional maize beverage and soft drinks within food systems of Chiapas, Mexico. Agroecology and Sustainable Food Systems, 1‑35.

 

 

TEXTO PUBLICADO EN.

LA JORNADA DEL CAMPO: https://www.jornada.com.mx/2020/06/20/delcampo/articulos/tomar-pozol.html

La respuesta está en la salud popular

Gerardo González Figueroa / El Colegio de la Frontera Sur

 

Dónde estamos

Para empezar, Chiapas es una entidad pobre, en donde la exclusión y la desigualdad son parte del panorama de la entidad. Hoy son más visibles racismo y violencia de género.

El salario promedio en San Cristóbal de Las Casas, es de 4 mil pesos mensuales y raras son las personas que tienen prestaciones.

Si bien Chiapas produce maíz, café, ganado, cacao, frutas, ya no es la riqueza que se presume, pues cada día se deterioran más las condiciones de producción. Chiapas tiene déficit, aporta menos del 2 % al PIB nacional, su crecimiento es deficitario, ocupa entre el 3º y 4º lugar en disponer de los recursos públicos de la federación… recursos, por cierto, cuyo destino no sabemos.

Hoy en el panorama de la salud-enfermedad de las zonas indígenas siguen predominando las enfermedades infecciosas: gastrointestinales y respiratorias, pero ya tenemos serios problemas que parecen una paradoja: desnutrición y malnutrición, obesidad y diabetes, hipertensión y cardiopatías.

En una publicación coordinada por el Dr. Héctor Ochoa Díaz-López, investigador de ECOSUR, nos dimos a la tarea de escribir sobre la salud en la frontera; el título de la obra es “La frontera sur de México, ¿una salud en crisis? (2018), y en ella damos cuenta de las causas o determinantes del complejo panorama de la región.

Hoy, por ejemplo, la esperanza de vida en mujeres es de 75 años; en hombres de 69, con una mortalidad infantil de 25.3 x 100 NV (con base en la información del INEGI 2010).

Otros datos que analizamos fueron los de la tuberculosis, con tasa de 24.5 por 100 mil habitantes; la mortalidad materna de 63.8 por 100 mil nacidos vivos, y en desnutrición crónica en menores de 5 años (baja talla) de 27 por ciento (datos de Ensanut 2006 y 2012 y del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades. Tuberculosis, 2011).

En lo que se refiere a diabetes, obesidad y sobrepeso, los porcentajes son: 5.6 en hombres y 7.6 por ciento en mujeres, debajo del promedio nacional que está en hombres en 9.1 y en mujeres 9.4 por ciento. En obesidad, 58% en hombres; en mujeres 67.6% debajo del promedio nacional que es 69.4 en hombres, y del 73 en mujeres.

Los determinantes sociales

Los Determinantes Sociales de la Salud son “las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. Esas circunstancias son el resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y local, que depende a su vez de las políticas adoptadas”.

Las políticas neoliberales, que tiene como propósito la privatización de los servicios, y un presupuesto ínfimo con respecto al desafío de la situación de salud, nos han llevado a estos datos: por cada mil habitantes, Chiapas tiene 1 médico general, 0.4 médicos especialistas; 1.3 enfermeras, 0.4 camas de hospital, y 35.5 unidades de consulta externa por cada cien mil habitantes… ¿Así o más claro?

Si hay una entidad desigual y excluyente, además de racista, es Chiapas. Hay dos casos relevantes conocidos al respecto. El Hospital de las Culturas de San Cristóbal de Las Casas cuenta con 60 camas, atiende a entre 10 y 14 municipios, es decir, unas 600 mil personas. Cuando fue inaugurado, en el año 2010, por el entonces presidente Felipe Calderón, no tenía presupuesto.

El otro caso es producto del Programa de Ciudades Sustentables del ex gobernador (de triste memoria) Juan Sabines (2006-2012), quien construyó un hospital de primer mundo en una loma de Santiago el Pinar; el cual casi nadie utiliza.

Atención primaria de la salud y participación política

En el imaginario se piensa que Chiapas es una entidad pasiva, contenta con sus gobernantes o que la historia da inicio en 1994 con la aparición pública del EZLN, y sí, en parte, pero el sustento fue sin duda la lucha de diversos actores como la iglesia, las organizaciones populares, activistas, acompañantes, estudiosos de la realidad y eso amorfo que llamamos ahora sociedad civil (el colectivo anónimo).

La lucha por la tierra y la participación política lograron que se emprendieran proyectos de salud en regiones como Simojovel, donde la iglesia tuvo claro que se podría construir una teología del éxodo y la liberación. Otro ejemplo son las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) que construyeron el ejército del pueblo, prepararon sanitaristas y clínicas como las de Oventik, Morelia y una más pequeña en la región de Ocosingo, en la comunidad de Ibarra.

Proyectos como el de Nutrición en la frontera para atender a los refugiados guatemaltecos, llevaron también a la apertura de una clínica, y a mediados de la década de los años ochenta se creó la red PRODUSSEP, en la que participaron promotores, médicos y proyectos de salud. Por eso, cuando surge el conflicto y se crea la CONPAZ, los agentes de salud, tuvieron, como tienen, una actitud pro-activa en organizar y atender las emergencias.

Todo esto estuvo influido por la llamada atención primaria de la salud (APS), pero su importancia es que se ha basado en la participación y organización comunitaria, la valoración de los recursos y alternativas como la herbolaria y otras prácticas médicas y el reconocimiento de parteras. Así es como surgen organizaciones como la OMIECH, ejemplo de pequeñas organizaciones de médicos indígenas y tradicionales.

Por cada mil habitantes, chiapas tiene:

1 médico general,

0.4 médicos especialistas,

1.3 enfermeras,

0.4 camas de hospital

En plena crisis -nada nuevo en la realidad social de los pueblos-, la salud popular está en desventaja, pues los recursos se van a temas como el VHS-SIDA, mortalidad materna, derecho a la salud (en plural es más acertado: derechos), entre otros.

Es importante pensar que la APS es una primera línea de atención, para tener gente más sana; sin duda, la APS es una salida a la crisis que se nos avecina.

¿Hay caminos?

No son pocas las organizaciones que lucharon por la tierra y aportaron a la participación política amplia que ahora definen nuevos campos de acción. Uno de ellos es la nutrición, la soberanía y autosuficiencia alimentarias y en el impulso a la agroecología; en este tema la participación de las mujeres es fundamental.

En el caso de la pandemia, si bien la lucha es desigual, la experiencia de las autonomías (de nuevo, el plural), de la participación de nuevas generaciones, o sea, nuevas ideas, y la larga experiencia en las resistencias, nos permite tener la convicción de que se podrá salir adelante, como en 1994: caminando se aprende y nos liberamos.

 

 

TEXTO PUBLICADO EN:

LA JORNADA DEL CAMPO: https://www.jornada.com.mx/2020/04/19/delcampo/articulos/salud-popular.html

Participa personal de ECOSUR en atención a varamientos de un delfín y de un manatí

El 9 de julio, en la Laguna Yalahau, Quintana Roo, se encontró un delfín flotando a unos 5 km al sureste del muelle de Holbox. Se dio aviso a Morelia Montes y Alejandra del Castillo, integrantes de la Red de Atención a Varamientos de Mamíferos Marinos para las Costas del Estado de Quintana Roo (RVMMQR), quienes informaron a la Procuraduría de Protección al Ambiente de Quintana Roo e iniciaron las labores de rescate del ejemplar con ayuda de voluntarios habitantes de Holbox.

Se identificó como un delfín nariz de botella (Tursiops truncatus), macho, de 2.2 m de longitud total recta. Una vez finalizada la revisión externa y toma de medidas se procedió a su entierro en Punta Cocos. Debido a la falta de recursos humanos y equipo no se realizó la necropsia y la muerte se clasificó como indeterminada.En la coordinación para la atención del delfín participó personal de la Universidad de Quintana Roo, Dolphin Discovery, Fundación Amikoo AC-Dolphinaris, y El Colegio de la Frontera Sur.

Apoyo de voluntarios en la colecta del delfín nariz de botella (Tursiops truncatus), encontrado muerto el 9 de julio de 2020 en la Laguna Yalahau, Quintana Roo (Fotografía: Alejandra del Castillo).

Por otro lado, el viernes 24 de julio,por la mañana, se reportó un manatí muerto al 911 en la ciudad de Chetumal y se activó  el funcionamiento de la RVMMQR. El mamífero se encontró en una zona de manglar, a unos metros al sur de la Megaescultura, lugar al que acudieron voluntarios de la Red e integrantes de la Unidad de Rescate R-19 del H. Cuerpo de Bomberos de Othon P. Blanco.

El mamífero se trasladó a la Universidad de Quintana Roo (UQROO), donde se procedió a la revisión externa e interna. Se confirmó que se trataba de una hembra manatí (Trichechus manatus), de 2.7 metros de longitud total recta, en avanzado estado de descomposición. Se colectaron muestras de piel y contenido del sistema digestivo para análisis posteriores. Se enterró en el área destinada para este fin en la UQROO y la causa de muerte se clasificó como indeterminada al no encontrarse indicativos contundentes para un diagnóstico.

En la colecta, revisión y entierro del ejemplar participaron miembros de la RVMMQR, entre ellos, Jannet Padilla, técnica académica de ECOSUR.

Este es el segundo manatí muerto encontrado en Chetumal y atendido por la RVMMQR en lo que va del año 2020. La comunidad puede llamar al 911 para reportar manatíes o cualquier otro mamífero marino varado en las costas de Quintana Roo.

Hembra de manatí (Trichechus manatus) encontrada muerta el 24 de julio de 2020 cerca de la Megaescultura, en la orilla del Blvd. Bahía de Chetumal, Quintana Roo.

Martha Rojas Wiesner recibe reconocimiento del IMUMI

Martha Rojas Wiesner, investigadora del Departamento Sociedad y Cultura de ECOSUR, recibió un reconocimiento por parte del Instituto para las Mujeres en la MigraciónAC (IMUMI), en el marco de su 10 aniversario.

Fotografía: Instituto para las Mujeres en la Migración, AC (IMUMI)

IMUMI es una organización de la sociedad civil que promueve los derechos de las mujeres en la migración dentro del contexto mexicano, ya sea que vivan en comunidades de origen, estén en tránsito o residan en México o Estados Unidos.

Esta organización, de la cual Martha Rojas es integrante de su consejo directivo, reconoce los aportes de la investigadora de ECOSUR, quien ha estudiado desde hace más de 20 años las migraciones y sus investigaciones han contribuido al conocimiento de las experiencias de las mujeres en los diferentes procesos de migración y a transformar la mirada de la mujeres en la migración.

Aquí una entrevista de Martha Rojas a Ecofronteras, revista de divulgación de la ciencia de ECOSUR https://revistas.ecosur.mx/ecofronteras/index.php/eco/article/view/1722

La producción académica y otras actividades de Martha Rojas (mrojas@www.ecosur.mx)están disponibles en el siguiente enlace: https://www.ecosur.mx/ecoconsulta/personal/persona.php?id=37&nombre=Martha%20Luz%20Rojas%20Wiesner

Fotografía: María del Mar Ángeles.

Podcast: “Alimentación sana y consciente”

Programa: Voces de la ciencia desde el sur

Participa: Dra. Helda Morales

Tema: “Alimentación sana y consiente”

Estación Radiofónica: La Radio del ColMich

Te invitamos a escuchar nuestro programa “Voces de la ciencia desde el sur” transmitido todos los jueves a las 12:00 hrs por www.radiodelcolmich.com

Vídeo del conversatorio “Inmovilidades en tiempos de Covid-19”

¿Qué relación existe entre los mapas, las geografías y las migraciones?

Entérate en este conversatorio “Inmovilidades en tiempos de Covid-19”, que organizan #FlacoGuatemala y ECOSUR.

Una discusión entre 4 expertas y 4 expertos para hablar de la relación que hay entre los mapas, la geografía y las migraciones, así como para poner en claro las contribuciones de la ciencia de la cartografía en el estudio de las movilizaciones humanas.

https://www.facebook.com/flacsogt/videos/1433192946882063

¡Vamos a atrapar insectos plaga!

Escrito por Samuel Cruz-Esteban y Julio C. Rojas

Michoacán es uno de los estados de México reconocido por su producción agrícola, destacando principalmente por los cultivos de aguacate, fresa, zarzamora, lenteja, durazno, ciruela, guayaba, maíz y agave, razón por la cual la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural lo ubica en el primer lugar en cuanto a productividad en el país. Debido a esto, el manejo de un sin número de plagas insectiles es de gran importancia y se ha tornado en una necesidad urgente. A nivel mundial, incluyendo a México, existe una gran preocupacion por los efectos adversos que los plaguicidas causan a la salud humana y en el ambiente, por lo que es necesario disminuir su uso indiscriminado. En este sentido, el control biológico y control etológico pueden ser opciones para el manejo de las plagas insectiles.

¿Qué es el control etológico de plagas insectiles?

La etología estudia el comportamiento de los animales en relación con el ambiente, de tal manera que el control etológico de plagas, es el uso de métodos que atrapan o reprimen plagas insectiles, valiéndose del comportamiento de los insectos. Está basado en aprovechar ciertas conductas innatas que los insectos presentan ante estímulos químicos, físicos o ambos en su ambiente natural.

Si llegamos a conocer estos estímulos, podremos usarlos para optimizar sistemas de trampas-atrayentes específicos para cada insecto plaga; sin embargo, para trampearlos, estos sistemas deben funcionar de manera efectiva. Para esto, en el presente artículo te describimos los puntos más importantes del control etológico de este tipo de plagas.

¿Cómo atrapar insectos plaga?

  1. Las feromonas y atrayentes deben estar correctamente identificados. Los insectos hacen uso de la comunicación química en la búsqueda del sexo opuesto para aparearse (feromona sexual), en la búsqueda de plantas y frutas hospederas para alimentarse u ovipositar (kairomonas), para agregarse (feromona de agregación), o para huir o esconderse (feromona de alarma). Es decir, los insectos tienen un sistema olfativo super desarrollado por lo que tienen la capacidad de percibir aromas (compuestos químicos volátiles), a razón de nanogramos y son capaces a su vez de discriminar mezclas de compuestos de forma cualitativa y cuantitativa.

El descifrar la comunicación química de los insectos nocivos, nos permite usar este conocimiento para el desarrollo de estrategias de manejo de plagas. Sin embargo, para usar las feromonas y atrayentes en el control etológico, es importante que los compuestos estén correctamente identificados y que sean formulados en la proporción como son emitidos por su fuente natural, de lo contrario, no serán efectivos cuando se usen en un sistema de trampeo. En otras palabras, si no se cuenta con el atrayente químico adecuado, no importa que tengas la mejor trampa, sencillamente no obtendrás los resultados deseados.

Trampa para capturar palomillas del gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) en cultivos de maíz. Fotografía y Edición de Samuel Cruz-Esteban.
  1. No todos los insectos son atraídos por el mismo color. Los insectos usan la visión tanto como el olfato. Ellos tienen la capacidad de distinguir diferentes longitudes de ondas (color), diferencias en brillo (cantidad de luz reflejada) de un objeto y la saturación (pureza del color). Cada especie de insecto varía en sus fotorreceptores, aunque por lo general la mayoría percibe en el espectro de luz, en el rango del ultravioleta (300-400 nm), azul (450-495 nm), verde (495-570 nm) y amarillo (570-590 nm). La cantidad de luz reflejada (reflectancia) por un objeto es otro atributo visual importante. Por ejemplo, en la naturaleza existen flores amarillas brillantes u opacas, que un insecto polinizador puede discriminar apropiadamente.

Entre los colores que brindan mayores reflectancias se encuentran el blanco, azul, amarillo, y rojo, dependiendo de la intensidad de la luz del hábitat donde vive la plaga insectil y la hora del día. Varios estudios han reportado que los colores amarillo y rojo son atractivos para ciertos insectos; por ejemplo, el color amarillo incrementa la efectividad del sistema trampa-atrayente para capturar machos del gusano cogollero, moscas de la fruta, entre otros insectos.

El color rojo con rayas negras incrementa la captura de la mosca del vinagre de alas manchadas, mientras que el color azul es efectivo para atraer abejas, trips, etc. Con respecto a la saturación, se conoce que en algunos casos el número de capturas decrece cuando el grado de impureza del color de la trampa se incrementa. Adicionalmente, los insectos pueden discriminar el tamaño y la forma de los objetos.

Trampas cromáticas, se usa en color amarillo para moscas (dípteros), pulgones (áfidos) y trips (tisanópteros). El color azul es atrayente de trips y a las moscas del mantillo. El color negro atrae al minador del tomate. El color rojo atrae al mosquito verde de la vid, mosca del vinagre de alas machadas. Fotografía y edición de Samuel Cruz-Esteban.
  1. Usar la trampa adecuada. El conocimiento sobre la ecología visual de un insecto nocivo permite diseñar trampas adecuadas. Sin embargo, hay que estar seguros de que el atrayente se disipará correctamente del interior de la trampa, ya que si la estela de olor es turbulenta, dificultará que los insectos puedan alcanzar la trampa. Para un buen diseño, aparte del color, se toma en cuenta también el tamaño y el tipo de vuelo del insecto, y si es diurno o nocturno. Por esta razón, en el mercado existen trampas de diferentes formas y tamaños, con el objetivo de ser más eficientes en cuanto a la captura del insecto plaga para la que fueron diseñadas.

En el caso de algunas plagas insectiles en México, se han reportado trampas caseras fáciles de hacer, tanto para gusano cogollero, para mosca del vinagre de alas manchadas, picudo del agave, trampas cromáticas con pegamento para dípteros, áfidos, trips, entre otros. Sin embargo, es importante mencionar que en muchas ocasiones, éstas son diseñadas sin considerar el comportamiento del insecto blanco, lo que contribuye a su poca eficiencia. En este aspecto, debemos considerar que el diseño de la trampa minimice o evite capturar insectos no blancos, como muchos polinizadores o parasitoides. El tamaño y el color son variables que incrementan la efectividad del sistema trampa-atrayente, pero en algunos estudios se ha observado que los resultados obtenidos pueden variar de un lugar a otro, posiblemente por factores como la densidad poblacional del insecto, la iluminación del hábitat, entre otros.

Diseños de trampas para capturar la mosca de vinagre de alas manchadas (Drosophila suzukii). Fotografía y edición de Samuel Cruz-Esteban.
  1. Conocer la biología de la plaga es fundamental. El conocimiento sobre la biología del insecto blanco es fundamental para tener éxito en el control biológico. Usualmente, la estrategia a usar, dependerá de la biología del insecto. Por ejemplo, hay más posibilidades de tener éxito de un sistema de trampeo masivo, usando feromonas cuando el insecto blanco tiene una baja densidad poblacional, ciclo de vida largo, pocas generaciones al año, apareamiento una sola vez y que tenga un número reducido de hospederos.

Finalmente, es deseable desarrollar atrayentes químicos formulados con las poblaciones de insectos distribuidas en nuestro país, ya que en algunas ocasiones cuando los atrayentes son importados, resultan ser ineficaces en México. Esto se debe principalmente a que existe variación geografica en la comunicación química en las poblaciones de insectos de una misma especie. Igualmente, es necesario usar atrayentes químicos y trampas que hayan sido evaluados bajo estrictos métodos de investigación y no solo por recomendaciones del mercado. De no tomarse en cuenta estos elementos, no será el control etológico el que falle, si no la desinformación que nos lleva al uso inadecuado.

¿Y en México, qué hacemos?

México cuenta con diversas universidades y centros de investigación donde día a día se generan resultados que se sintetizan en estos consejos. En la medida de lo posible, la sociedad agrícola mexicana debería hacer uso de estos conocimientos, no solo para asegurar productos libres de plaguicidas, sino tambien para disminuir el uso de estos compuestos que dañan la salud humana y el medio ambiente.

  • Cruz-Esteban S., Hernández-Ledesma P., Malo E.A. y Rojas J.C. (2020). Cebos feromonales para la captura de Spodoptera frugiperda (J. E. Smith) (Lepidoptera: Noctuidae) en cultivos de maíz adyacentes a cultivos de fresas. Acta Zoológica Mexicana (Nueva Serie), 36(1):1-15. https://doi.org/10.21829/azm.2020.3612255
  • Caycho J.R. (1994). Comunicación química. Revista de Química, 8(2):163-175. http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/quimica/article/download/5534/5530
  • Ramírez de Lucas P. (1996). Las feromonas de insectos y su aplicación en agricultura. Revista Palmas, 17(3):27-32. http://publicaciones.fedepalma.org/index.php/palmas/article/view/553/553

Samuel Cruz-Esteban, Instituto de Ecología, A.C. Red de Diversidad Biológica del Occidente Mexicano. Investigador Cátedras CONACyT. samuel.cruz@inecol.mx

Julio C. Rojas, Investigador del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente, Grupo de Ecología y Manejo de Artrópodos, Tapachula, Chiapas, México. jrojas@www.ecosur.mx

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Vídeo del conversatorio “Covid-19: una mirada de la pandemia desde la Física”

Te compartimos el vídeo del conversatorio: “Covid-19: una mirada de la pandemia desde la Física” organizado por el grupo académico “Enfermedades Emergentes y Epidémicas” del Departamento de Salud de ECOSUR.

Imparte:

Dr. Octavio José Obregón Díaz, Doctorado Honoris Causa por la Universidad Metropolitana, Universidad de Guanajuato y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Prof. Titular “C” del Departamento de física, Universidad de Guanajuato, Campus Leon, Premio Nacional de Ciencias y Arts, Investigador Emérito del SNI.

Dr. David Delepine, Doctorado en Ciencia Fisica, Université de Louvain Belgica. Director de la División de Ciencias e Ingeniería y Prof. Titular “B” del Departamento de Física, Universidad de Guanajuato, Campus Leon, Miembro del SNI, Nivel II.

Hoy hace 6 años, San Cristóbal vivió un fuerte tornado

Por Juan Carlos Velasco*

Un día como hoy, hace 6 años, se produjo un tornado que ocasionó un desastre en ciertas áreas de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas.

A la 1.55 de la tarde apareció en el cielo una “una culebra”, acompañada de fuertes vientos, lluvias, granizo y relámpagos. Fue el tornado más devastador con respecto a otros registrados ese mismo año y contribuyó a que las autoridades gubernamentales estatal y local reconocieran la existencia de estos fenómenos en la entidad.

Según los técnicos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), se estima que los vientos en el vórtice de este tornado fueron de 72 km/h y en algunos puntos de su senda superaron los 100 km/h, calificándolo con la categoría F0 dentro de la Escala Fujita (EF); aunque por los daños severos, podría considerarse en la categoría de F1. Tuvo un recorrido de 4.27 kilómetros en el área urbana y afectó principalmente las colonias 14 de septiembre, Santa Catarina, La Isla y el barrio de Mexicanos, entre otras lugares.

LEER TEXTO COMPLETO EN CHIAPAS PARALELO:

https://www.chiapasparalelo.com/opinion/2020/08/hoy-hace-6-anos-san-cristobal-vivio-un-fuerte-tornado/