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Ecosur en la 22ª Semana Nacional de Ciencia y Tecnología del Conacyt

Ecosur estuvo presente en la 22ª Semana Nacional de Ciencia y Tecnología del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), realizada del 7 al 13 de noviembre, en el zócalo de la Ciudad de México, con el objetivo de promover la ciencia, la tecnología e innovación y proyectarlas como pilares fundamentales para el desarrollo económico, cultural y social de nuestro país.

Ecosur formó parte del pabellón del Sistema de Centros Conacyt, en el que se llevó a cabo la exposición fotográfica “Instrumentos de Ciencia”, que mostró algunas de las herramientas que utilizan las y los científicos para realizar investigación, y que fue el escenario de diversos talleres que ofreció personal de los centros Conacyt.

Personal académico de Ecosur participó con tres talleres didácticos en este evento que congregó a miles de personas: El mar Caribe en tierra: biólogo marino por un día; El mundo de las abejas–taxonomía didáctica; y Cultivo sustentable y restauración de poblaciones de orquídeas epífitas en el sureste de México.

Las actividades del taller El Mar Caribe en tierra: biólogo marino por un día, estuvieron a cargo de la oceanóloga Angélica Ramírez González, las biólogas marinas Suleyma Sánchez Hernández y Rebeca Meléndez Rosas, técnica y estudiantes, del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática, y el psicólogo Enrique Sosa, colaborador de Ecosur, quienes hablaron de la importancia que tienen los tiburones y los arrecifes coralinos en el ecosistema marino, e hicieron demostraciones del funcionamiento del equipo de buceo que un biólogo marino utiliza para realizar la observación e identificación de especies arrecifales.

En el taller El mundo de las abejas-taxonomía didáctica, realizado por Thomas Gruber, colaborador del equipo de abejas del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente, los participantes pudieron observar el cajón demostrativo de la colección de abejas nativas de Ecosur y apreciaron la importancia del oficio del taxónomo. Posteriormente, observaron en microscopio algunas especies nativas de México y al finalizar realizaron una práctica didáctica que consistió en pintar y armar una abeja nativa, la cual pudieron conservar como recuerdo de su participación. Este taller interactivo respondió a la necesidad de dar a conocer y difundir el mundo de las abejas nativas para que las personas puedan conocer la biodiversidad que tenemos en México a nivel polinizadores y ecosistemas, y tomar conciencia de su conservación.

El taller de Cultivo sustentable y restauración de poblaciones de orquídeas epífitas en el sureste de México, estuvo a cargo de la doctora Anne Damon, investigadora del Departamento de Conservación de la Biodiversidad, quien expuso a los asistentes sobre temas de conservación y cultivo sustentable de orquídeas, abejas y polinización, así como la importancia del tema ecológico y de educación ambiental para la sociedad en general y en especial a niños y jóvenes.

La doctora Damon destacó que los temas presentados por Ecosur en este magno evento fueron de gran trascendencia, ya que ocurrieron en medio de talleres relacionados con tecnologías basadas en la luz y mecatrónica, y es necesario destacar la importancia del mundo natural, dentro de todos los avances tecnológicos que se han alcanzado.

El desarrollo de estas actividades se llevaron a cabo gracias a la coordinación de Laura Carrillo Bibriezca, del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática, a través del Laboratorio de Oceanografía Ecosur; Rémy Vandame, del Equipo de abejas del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente; Anne Damon, del Departamento de Conservación de la Biodiversidad; Magdalena Jiménez, jefa del Departamento de Difusión de Ecosur y Flor Arballo Alejandre, responsable de CADI (Consejo Asesor de Divulgación, Comunicación y Relaciones Públicas de los centros Conacyt).

Ecosur y UIET impulsarán acciones académicas conjuntas

El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y la Universidad Intercultural del Estado de Tabasco (UIET), firmaron el 20 de noviembre un convenio para impulsar acciones en el campo académico, científico, cultural, tecnológico, de la medicina tradicional, y herbolaria china.

Mario González Espinosa, director general de Ecosur, y Adela Méndez Martínez, rectora de la UIET, firmaron el convenio, al que darán seguimiento Johannes Cornelius Van der Wal, director de la Unidad Villahermosa de Ecosur, y Ulises Contreras Castillo, jefe del Departamento de Vinculación Social y Extensión Universitaria de la UIET.

Entre los alcances de este convenio se encuentran movilidad estudiantil; intercambio de personal académico para participar en cursos, talleres, seminarios, conferencias, simposios, encuentros y mesas redondas que realicen ambas instituciones, en lo cultural, científico, tecnológico, médico y de mutuo apoyo y para apoyar programas y proyectos de investigación; así como intercambio de profesorado por periodos cortos para contribuir a la consolidación de programas de entrenamiento de alta calidad para recursos humanos.

También establece las bases para el intercambio de material bibliográfico y audiovisual, información científica y tecnológica, acceso a bancos de datos e información relacionada con proyectos conjuntos; favorecer el intercambio de estudiantes de pregrado o posgrado con prácticas profesionales y actividades de servicio social, de acuerdo con los programas ofrecidos por cada una de las instituciones participantes.

El evento protocolario se dio al finalizar la presentación del libro “Montañas, pueblos y agua. Dimensiones y realidades de la cuenca del Grijlava”, en el auditorio Manuel Sánchez Mármol del Instituto Juárez de la UJAT, al que acudieron personalidades del ámbito académico, funcionarios de gobierno y público en general que atestiguó la rúbrica del documento.

 

Información y Fotografía: Alberto Reyes

Presentan libro Montañas, pueblos y agua en Villahermosa

El 20 de noviembre, el libro Montañas, pueblos y agua. Dimensiones y realidades de la Cuenca Grijalva fue presentado por El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) en el auditorio “Manuel Sánchez Mármol” del Instituto Juárez en la ciudad de Villahermosa, Tabasco.

Esta obra, en la cual participaron investigadores de diversas áreas del conocimiento, instituciones y centros de investigación y que aporta información inédita de gran trascendencia ambiental, económica, histórica, social y científica, se trata de una importante obra para entender la Cuenca del Grijalva y es un referente para la elaboración de políticas públicas.

El doctor Ramón Mariaca Méndez, quien fungió como maestro de ceremonia del evento señaló que este esfuerzo editorial encabezado por el doctor Mario González Espinosa y la doctora Marie Claude Brunel Manse, es el resultado del trabajo intenso de alrededor de 25 investigadores y 75 ayudantes de campo y más de 600 colaboradores comunitarios de 12 localidades de Tabasco y de Chiapas.

Dijo que en este estudio patrocinado por la Secretaria de  Recursos Naturales y Protección Ambiental (SERNAPAM) Tabasco y el Conacyt, participó personal de Ecosur, de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), de la Universidad Intercultural del Estado de Tabasco (UIET), de la Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH), la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), así como de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh).

En su intervención, Mario González Espinosa agradeció la participación y apoyo de más de 150 personas, entre investigadores, estudiantes, becarios, técnicos de campo, técnicos de laboratorios y personal administrativo para el logro de esta obra.

“Éste fue un proyecto muy complejo, enriquecido por la participación de muchas personas y enriquecedor por la enseñanza que nos dejó, el cual ocurrió en un período de dos años y medio”, manifestó durante la presentación.

En la presentación del libro participaron: la oceanógrafa Silvia Whízar Lugo, directora de Vinculación del Centro del Cambio Global para la Sustentatibilidad en el Sureste (CCGSS) y extitular de la SERNAPAM en Tabasco; la doctora Lilia Gama Campillo, subsecretaria de Política Ambiental de la SERNAPAM del Gobierno de Tabasco e investigadora de la UJAT; el doctor Armando Contreras Hernández, investigador de El Instituto de Ecología, A.C. (INECOL) y coordinador de la Red Ambiente y Sustentabilidad; la licenciada Severa Estrada Méndez, integrante y presidenta del “Colectivo Almandros: por un mundo mejor” y pobladora de Oxolotán, Tacotalpa, Tabasco; el maestro Óscar de la Garza Garza, subcoordinador de Desarrollo Regional del Gobierno del Estado de Tabasco, y el ingeniero Rafael Obregón Viloria, director general de Corredores Biológicos de la Comisión Nacional para la Biodiversidad (Conabio). También comentó Mario González Espinosa, director general de Ecosur y responsable técnico del proyecto.

El principal objetivo del libro es mostrar una experiencia de intención de manejo integral de la Cuenca Grijalva, para contribuir a revertir las históricas tendencias de pobreza, desigualdad social y deterioro ambiental prevalecientes en la Cuenca del Grijalva, a través de la gestión de innovaciones sociales y tecnológicas basadas en experiencias acumuladas en la trayectoria institucional de Ecosur.

El grupo de trabajo multidisciplinario actuó concertadamente cubriendo las siguientes temáticas en dos tomos, que incluye 33 capítulos de 80 autoras y autores de instituciones académicas públicas de los estados de Chiapas y Tabasco, que abordan las temáticas de agricultura alternativa y solares; huertos familiares; conservación de los suelos; manejo de manglares; restauración hidrológica y forestal; toxicología ambiental; ganadería y sistemas silvopastoriles; economía comunitaria y regional; historia de los desastres; y vulnerabilidad ante desastres y género como elementos transversales, entre otras.

El libro salió a la venta como una coedición con los sellos de Juan Pablos Editores y El Colegio de la Frontera Sur.

Finalmente, y como resultado del trabajo iniciado entre Ecosur y la Universidad Intercultural del Estado de Tabasco (UIET), al final del evento, se llevó a cabo la firma de un convenio de colaboración entre la UIET, representada por la licenciada Adela Méndez Martínez, rectora de la Universidad, y Ecosur, representado por el doctor Mario González Espinosa, director general.

Consulta sobre ésta y otras publicaciones en: localhost/ecosur/libros o escríbenos a libros@www.ecosur.mx

Información y fotografías: Alberto Reyes Santiago

Bienvenidos nuevos investigadores de Cátedras Conacyt

Recientemente se incorporaron a Ecosur seis investigadores, a través del Programa de Cátedras Conacyt, para fortalecer los proyectos en los que participarán, en las Unidades Campeche, Chetumal y San Cristóbal.

Miriam Soria, Vera Camacho y Claudia Monzón colaborarán con Andrea Sáenz-Arroyo, investigadora del Departamento Conservación de la Biodiversidad, en el proyecto “Observatorio de servicios ambientales de la cuenca Grijalva-Usumacinta”. Miriam y Vera trabajarán en la Unidad San Cristóbal y Claudia en la Unidad Campeche.

Miriam Soria es doctora en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable por Ecosur. Es investigadora comisionada del Conacyt y forma parte del grupo Ecología Evolutiva y Conservación del Departamento Conservación de la Biodiversidad de Ecosur desde el 18 de septiembre de 2015. Su trabajo se orienta al diagnóstico ambiental de la subcuenta del Río Usumacinta.

Vera Camacho forma parte del grupo Ecología Evolutiva y Conservación, tiene un doctorado en Ciencias en Manejo Ambiental por el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) A.C. En octubre del 2015 se incorporó como investigadora de Cátedras Conacyt para reforzar las investigaciones sobre el vínculo que existe entre la sociedad y el medio ambiente a través del estudio de los servicios ecosistémicos.

Claudia Monzón se incorporó a Ecosur, el 18 de septiembre de 2015, al Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad en el grupo Adaptación Humana y Manejo de Recursos en Ecosistemas Tropicales. Tiene un Doctorado en Geografía por la Universidad de Florida en Gainesville. Su investigación se enfoca en la gobernanza de los recursos naturales, la detección de cambios en el paisaje y el estudio de sus causas e implicaciones socio-ambientales.

Por otro lado, Susana Alvarado, Anmi García y Moisés García se integraron a la Unidad Chetumal, donde colaborarán con Héctor Hernández, investigador de Departamento de Sistemática y Ecología Acuática, en el proyecto “Manejo de datos obtenidos por la estación para la recepción de información satelital ERIS-Chetumal”.

Susana Alvarado se incorporó a Ecosur, en octubre de 2015, al grupo Estructura y Función del Bentos del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática. Tiene un doctorado en Philosophy in Earth and Environmental Sciences, por la Universidad de New Hampshire, USA.

Anmi García es doctor en Ciencias en la especialidad de óptica por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE). Es investigador comisionado del Conacyt para Ecosur desde el 18 de septiembre de 2015 en el grupo Estructura y Función del Bentos.

Moisés García tiene un doctorado en Ciencias Aplicadas por el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT). Se incorporó a Ecosur como investigador comisionado del Conacyt en octubre de 2015. Sus áreas de interés son la dinámica no lineal caótica, sistemas dinámicos, procesamiento de imágenes, criptografía, electrónica.

¡Enhorabuena y bienvenidos a Ecosur!

Alternativas comunitarias para el beneficio local en la Revista Sociedad y Ambiente

La reciente edición de Sociedad y Ambiente, revista científica de Ecosur, está centrada en las tendencias de sustentabilidad a través de acciones que realiza la población, tanto urbana como rural, y que generan alternativas en beneficio de los mismos grupos sociales.

Este número contiene cuatro artículos y una nota científica que describen las actividades, proyectos y la transformación social, cultural, económica, territorial, productiva y ambiental, que determinados grupos han impulsado para la mejora de sus propias comunidades.

En el artículo “Transformación y reestructuración territorial en una zona rural de la región pulquera de los Llanos de Apan”, se describe la transformación que ha tenido una localidad rural debido a la diversificación en su producción de pulque, lo que generó en esa comunidad un sentido de “nueva ruralidad”, que le permitió vincularse a las actividades productivas propias de una población urbana.

El artículo “Riesgos de las actividades económicas urbanas sobre la población, Nogales, Sonora: respuestas ante emergencias”, muestra el trabajo realizado por esta región urbana del norte del país y presenta un modelo espacial ante emergencias que permite alertar a su población de los riesgos que un crecimiento urbano acelerado supone.

“El indio que todos quieren: El consumo de lo ‘huichol’ tras la batalla por Wirikuta”, presenta una visión del crecimiento por el consumo de productos de un pueblo que gracias a su incansable lucha logra posicionarse y ser referente de la cultura visual indígena y de filantropía.

En cuanto a la adaptación de nuevos modelos de producción como ejemplo de beneficio local, el artículo “Transformadora Integral Potosina de Bagre y Tilapia: Un nuevo modelo de producción acuícola en la Huasteca potosina”, presenta cómo esta comunidad aprovechó la tendencia de la acuicultura —como una actividad productiva prioritaria para las necesidades nutricionales de la población— para implementar una estrategia regional que en conjunto con la innovación productiva generó un nuevo modelo de comercialización.

La nota científica “Desarrollo de una alternativa ecológica para la fabricación de estructuras auxiliares de madera”, nos remite al ideal de aprovechamiento de nuestros desechos y a ver a la basura como un área de oportunidad. El proyecto presenta una alternativa ecológica de un nuevo material compuesto de desechos de madera y plástico reciclado (PET), útil para la industria de la construcción, lo que supondría una reducción en el consumo de madera y una opción más para detener el deterior ambiental.

Consulta la revista en: http://revistas.ecosur.mx/sociedadyambiente/index.php/sya/issue/current/showToc

Unen esfuerzos IPyCR y Ecosur para el desarrollo sustentable de la población

El 9 de noviembre se llevó a cabo la firma de convenio entre el Instituto de Población y Ciudades Rurales (IPyCR) y El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) con el propósito de participar en programas, actividades, asesorías e investigaciones relacionadas con el desarrollo social y sustentable de la frontera sur de México.

El convenio en materia de población y ciudades rurales establece las bases de colaboración y desarrollo de recomendaciones de política pública en materia de migración, mortalidad infantil, muerte materna, derechos sexuales y reproductivos, envejecimiento de la población y otros índices demográficos de Chiapas, así como la formación especializada de recursos humanos que incidan en el desarrollo sustentable de la población.

Germán Martínez Velasco, investigador del Departamento de Sociedad y Cultura de Ecosur, indicó que el objetivo de este convenio es lograr una colaboración en materia demográfica, para la generación de proyectos de política pública.

Fernando Álvarez Simán, presidente del IPyCR, destacó la importancia de la participación activa de la academia en temas demográficos y de población para conocer las tendencias mundiales y nacionales, y proyectarlas en la región.

Mario González Espinosa, director general de Ecosur, resaltó lo importante del tema población como eje transversal en la institución, que afecta a otras áreas como la salud, los sistemas productivos, la conservación de biodiversidad por uso de suelo y otros temas que Ecosur aborda de manera sustancial.

Este convenio busca la generación de conocimientos, la formación de recursos humanos y la vinculación desde las ciencias sociales y naturales en el desarrollo de acciones en materia de desarrollo sustentable de la frontera sur de México.

Atestiguaron la firma del convenio Cristina Guerrero, directora de Vinculación de Ecosur y Marcela Hernández, directora de Población del IPyCR.

 

El nuevo rector de la UNAM y la multidisciplina

Fernando Limón Aguirre
Coordinador del Departamento de Sociedad y Cultura

Sobre el nombramiento del nuevo rector de la UNAM, el médico Enrique Luis Graue Wiechers, invito a que se lea su proyecto para la máxima casa de estudios que, a decir de la Junta de Gobierno, fue uno de los elementos de mayor relevancia para su designación.

Su proyecto comienza diciendo: "Se afirma que la Universidad Nacional Autónoma de México es el proyecto cultural más importante que ha fraguado nuestro país. Indudablemente lo es." Esto resulta fundamental, pues es claro que un proyecto como la UNAM y también como Ecosur, antes y más allá que ser proyectos académicos son proyectos culturales. Es importante caer en cuenta de ello y de lo que significa, pues pide de nosotros apertura y una actitud siempre de adecuación socio-cultural de nuestro gran proyecto.

Ustedes lo leerán y verán que tiene cosas interesantes. Destaca el compromiso con el tema de género, con la equidad y la igualdad social y universitaria al respecto. Pero a su lado es de lamentar que su visión de cultura siga siendo singular y nacionalista (es decir, mestiza, “blanqueadora”, colonizante); la única mención a las culturas originarias se hace en el apartado sobre los bachilleratos al decir que “Uno de cada cien habla una lengua indígena y, en cinco de cada cien, los padres la hablan”. Esto debió traducirse en programa de acción (en reto), pues si fuese un proyecto nacional -y tras el ejemplo de lo relacionado con la mayor participación y visibilidad de las mujeres- debía hacer lo posible para que fuesen al menos 12 de cada cien que hablen alguna lengua indígena. ¡Al menos en esa cantidad!

Pero bueno, quiero destacar el asunto concerniente a la multi e interdisciplina y a algo que estamos ahora discutiendo en Ecosur, que remite a la importancia de la valoración, aprecio y respaldo recíproco.

La forma en que desarrollamos la mayor parte de la investigación debe también irse gradualmente redireccionando. La investigación tradicional, que busca relaciones causales en ambientes controlados para generar conocimiento, ha ido perdiendo actualidad para dar lugar a la investigación interdisciplinar, capaz de resolver problemas complejos, cuyas soluciones puedan ser transferibles a las necesidades del entorno social. Se han hecho varios y exitosos esfuerzos en este sentido; debemos aprovechar estas experiencias para consolidar una investigación inter y multidisciplinar que incluya a las ciencias sociales y las humanidades. La solución de los problemas complejos requiere la participación de estas áreas con su visión integradora, reflexiva y crítica, y de utilidad social. La articulación entre las ciencias y las humanidades resulta imprescindible para el avance  del país.

Y posteriormente apunta, en lo que digo que Ecosur también está – y que habla de la trascendencia de lo que podamos lograr y en lo que estamos empeñados: “Una mejor evaluación de las actividades de investigación en las ciencias sociales y las humanidades es un frecuente reclamo de ese subsistema. Es cierto que no es fácil medir el impacto de los productos de investigación en estas áreas, pero la Universidad debe insistir en ello, idear parámetros ad hoc y así lograr una mayor presencia ante las instancias financiadoras nacionales a fin obtener mayores recursos para una investigación que nos ha dado grandes satisfacciones y presencia, tanto nacional como internacional”.

Pues no queda más que hacer votos porque el nuevo rector tenga éxito al respecto y en toda su gestión, que la UNAM siga creciendo y madurando y que durante este tiempo todo paso que dé tan importante institución sea reflejo de – y tenga repercusiones favorables para – las transformaciones apremiantes y en proceso dentro de nuestro país. Y que por nuestra parte no seamos timoratos y avancemos como vanguardia en esta temática, pues tenemos todo para dar testimonio ante este reto.

Proyecto del médico Enrique Luis Graue Wiechers en PDF

Incide Ecosur en el fortalecimiento de la cafeticultura chiapaneca y nacional

Como parte de los convenios de trabajo entre El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), el Instituto del Café de Chiapas (INCAFECH) y organizaciones de productores de café, como la Federación Indígena Ecológica de Chiapas (FIECH), se llevó a cabo el Foro Estatal de Innovación y Transferencia de Tecnología para el fortalecimiento del Café de Chiapas, el 29 de octubre, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

El objetivo de este foro fue generar un documento rector para el diseño, construcción y puesta en marcha del Centro de Innovación y Transferencia de Tecnología sobre la Cafeticultura en Chiapas, proyecto financiado por Fondos Mixtos (FOMIX) del CONACYT y el gobierno del estado de Chiapas.

Asistieron más de 120 personas de instituciones de gobierno, academia y miembros de asociaciones de cafeticultores, quienes participaron con ponencias, presentaciones y mesas de trabajo en torno a la situación actual del sector, su problemática y fortalecimiento a través de la innovación y la transferencia de tecnología.

Ecosur participa de manera sostenida desde hace más de una década en investigación, desarrollo e innovación en la cafeticultura chiapaneca y nacional a través del trabajo multidisciplinario del Grupo de Investigación de Ecosur para las Zonas Cafetaleras (GIEZCA), el cual ha aportado soluciones y oportunidades para control biológico de broca y roya —esta última en fase de prueba con productores—, diversificación productiva, identificación y cuantificación de servicios ambientales, aplicaciones de automatización del proceso de control interno de las organizaciones con sello orgánico, entre otras.

Durante el foro, los integrantes del GIEZCA participaron en las mesas de investigación, calidad, procesamiento y producción. En la mesa de investigación se destacó la necesidad de una afluencia de recursos del gobierno de Chiapas frente a lo que puede aportar la federación, así como el trabajo coordinado entre las instituciones de investigación del estado y el país.

“Siendo el café el principal producto agrícola del estado, se puntualiza la necesidad de que el gobierno estatal establezca una bolsa de recursos que vaya más allá de esta administración, que permita tener recursos continuos para el trabajo en investigación, desarrollo e innovación en la cafeticultura”, indicó finalmente Balente Herrera, coordinador del GIEZCA.

Reflexionan en torno al presente y futuro de la milpa maya

El 19 y 20 de octubre, se realizó el  Foro multidisciplinar: “La milpa, el corazón de la tierra: reflexiones en torno al presente y futuro de la milpa maya”, en la Universidad de Oriente (UNO) de Valladolid, Yucatán, en el que académicos, estudiantes y miembros de la sociedad civil intercambiaron información y reflexionaron sobre las distintas realidades socioambientales que convergen en la milpa maya en el siglo XXI, desde los enfoques antropológico, económico y agroecológico.

El acto inaugural fue presidido por la profesora Alpha Alejandra Tavera Escalante, presidenta municipal de Valladolid, el doctor Carlos Alberto Pérez y Pérez, director académico de la UNO, Javier Hirose López, profesor-investigador de la UNO, y Mario González Espinosa, director general de Ecosur.

Samuel Israel Levy Tacher, investigador de Ecosur, dictó la ponencia magistral titulada  “Fundamentos para la rehabilitación de agroecosistemas forestales en la península de Yucatán”.

El foro contó con tres mesas de trabajo: Organización social de la producción, en la que presentaron ponencias, Maya Lorena Pérez Ruiz, de la Dirección de Etnología y Antropología Social del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y Manuel Roberto Parra Vázquez, investigador de Ecosur; Agroecología, en la que expusieron sus trabajos y reflexiones Mario González Espinosa, Pedro Antonio Macario Mendoza, Ramón Mariaca Méndez, y Rogel Villanueva Gutiérrez, investigadores de Ecosur; y Antropología de la milpa, en la que participaron Javier Hirose López y Rocío Carolina Murguía Argüelles, investigadores de la UNO, José Armando Alayón Gamboa, Carla Beatriz Zamora Lomelí y Francisco Delfín Gurri García, investigadores de Ecosur, y Margarita Rosales González, investigadora de la Universidad Autónoma de Yucatán.

Derivado de este encuentro investigadores, profesores, estudiantes y miembros de la sociedad civil, dieron luz a la Declaratoria de Valladolid sobre la milpa maya. En ella señalan que la milpa es una estrategia comunitaria y familiar que enfrenta cambios muy rápidos y alto riesgo debido a la erosión cultural y a la transición demográfica. En ese contexto, exigen adaptar la legislación forestal, ambiental, de desarrollo regional, social, entre otras, y las acciones gubernamentales consecuentes que permitan asegurar las estrategias de manejo, aprovechamiento milpero y la soberanía alimentaria; no autorizar la siembra de semillas transgénicas; promover el consumo local y regional de productos sanos de la milpa con precios justos para los productores; y fortalecer la interrelación entre la comunidad académica, las instituciones educativas, las organizaciones civiles y las comunidades milperas, entre otras demandas.

El foro fue promovido y financiado en su mayor parte por la UNO en el contexto de la Edición 2015 del Festival Internacional de la Cultura Maya y contó con apoyos puntuales de Ecosur.

Declaratoria de Valladolid sobre la milpa maya en PDF

Presentan diagnóstico de acciones institucionales para el cuidado ambiental

Acciones como la captación de agua de lluvia, el manejo de residuos —peligrosos, de manejo especial, orgánicos o sólidos urbanos—, campañas de educación ambiental y consumo responsable por parte de personal académico de Ecosur han ido concretando la madurez de la institución en términos ambientales, indicó Jesús Carmona de la Torre, Jefe de los laboratorios institucionales de Ecosur, durante el seminario institucional “¿Qué somos a través de nuestros residuos?”, realizado en la Unidad San Cristóbal, el 27 de octubre.

Según cifras de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), del 2004 al 2008, entre las empresas dadas de alta en el Registro como generadoras de residuos peligrosos, se juntaron un millón 25 mil 128 toneladas de residuos cada año.

Las unidades San Cristóbal y Chetumal forman parte de este registro como microgeneradores de residuos peligrosos, lo que permite hacer una gestión acreditada, certificada y normalizada para la disposición de los residuos, desde el registro, hasta la entrega y el manejo por parte del proveedor que se lleva los residuos para su disposición final, el cual también tiene que estar regulado por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) y ante la Semarnat.

“En la institución generamos residuos peligrosos, de manejo especial, orgánicos, reciclables y otros que no se pueden clasificar. En ese sentido, en Ecosur ya contamos con un reconocimiento e identificación de las fuentes o áreas generadoras en la Unidad San Cristóbal, así como un diagnóstico cualificado de los tipos de residuos y planes para el manejo”, explicó Carmona de la Torre.

Dijo que un ejemplo de estas áreas generadoras de residuos peligrosos son los laboratorios, que para evitar que éstos terminaran en el sistema de drenaje, se acumularon por más de diez años en un área especial asignada, fuera de cualquier riesgo para la comunidad, y que en los últimos dos años, aproximadamente ocho toneladas han sido reutilizadas como combustibles en altos hornos de cementos o en hornos de alfarería, proceso llevado a cabo por Grupo Suvemo Recolección de Residuos Peligrosos, empresa con la que la unidad San Cristóbal trabaja para la disposición final de sus residuos.

En el caso de los residuos de manejo especial, el técnico académico mencionó que este año en la Unidad San Cristóbal se desecharán aproximadamente 300 piezas, que equivalen a casi diez toneladas de residuos tecnológicos, entre los que se encuentran computadoras, monitores e impresoras. Los cartuchos de toner, explicó, se trabajan en un 80 por ciento con la empresa HP, a quienes se les devuelven los toners vacíos.

A partir de un proyecto de análisis de residuos sólidos urbanos llevado a cabo por jóvenes prestadores de servicio social se logró la identificación y clasificación de residuos a través del cuarteo, un método para clasificar la basura, bajo la Norma 015, explicó. A partir de este análisis se determinó que el 20 por ciento de los desechos en la Unidad San Cristóbal, es papel; el 7 por ciento, cartón; el 9 por ciento, vidrio; el 4 por ciento, metales; el 27 por ciento, orgánicos; y el 33 por ciento, no reciclables. Lo que significa que el 77 por ciento del total se puede aprovechar y comercializar, generando solo un 33 por ciento de basura.

Por otro lado, informó que de los residuos orgánicos de las áreas verdes y del comedor, se están procesando de entre 10 y 12 toneladas al año de humus y líquidos para abono o control de plagas, principalmente; proyecto a cargo de Manuel Anzueto, técnico académico del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente.

En cuanto al proceso de captación de lluvia y aguas residuales, informó que con este proyecto, se ahorran entre 40 y 60 mil litros de agua al año, y destacó que se están realizando trabajos de diagnóstico de flora y fauna en la unidad para registros e identificación de algunas especies en riesgo.

PAEcosur
Desde el 2003, dentro del Plan Ambiental Ecosur (PAEcosur) estas acciones van encaminadas a establecer un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) que sirva como instrumento para la organización y la planeación de procedimientos y programas de acción que involucren a la comunidad en las cinco unidades de Ecosur.

“Queremos que exista una congruencia con la misión institucional de contribuir al desarrollo sustentable de la frontera sur, y es importante que toda la comunidad Ecosur pueda trabajar en estos campos de acción. Tenemos que conocer estos procedimientos, hacer pruebas e ir impulsando acciones, tanto de manera interna como para la sociedad en general”, expresó Jesús Carmona de la Torre.