Este jueves, Scientific Reports Nature publicó un artículo sobre la presencia de microplásticos en la cadena trófica terrestre, en el cual participó un grupo de investigadores, siendo la primera autora Esperanza Huerta Lwanga, investigadora de ECOSUR, que se dedica desde hace alrededor de 18 años al estudio de las lombrices y durante los últimos años ha trabajado con investigadores de la Universidad de Wageningen para conocer los efectos de los microplásticos en estos organismos terrestres.
El artículo destaca que debido a que las prácticas de consumo han cambiado drásticamente en los últimos años, los habitantes de todos los hogares, pero en especial de los huertos familiares, se enfrentan con la problemática de generación de basura, y que al menos el 20% está conformada por plástico, proveniente principalmente de botellas de refrescos. Explica que es entonces que los habitantes de los huertos al tratar de desahacerse de su basura la queman y contaminan sus huertos.
El estudio muestra cómo los plásticos después de ser quemados no desaparecen sino que se encuentran fragmentados en el suelo, en las estructuras biogénicas de los invertebrados del suelo, y en las propias gallinas que habitan el huerto —mollejas infestadas con plástico—.
Este es el primer estudio que muestra cómo los microplásticos son transferidos a lo largo de la cadena trófica terrestre y destaca la importancia de que los habitantes, tanto de huertos como de las ciudades, tomen cartas en el asunto y no quemen sus desperdicios, ya que esto implica un gran riesgo ambiental.
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