El investigador Francisco Javier Zavala Mazariegos realizó una investigación denominada “Efecto de los hongos micorrícicos asociados al maíz en la preferencia y desempeño de Spodoptera frugiperda (Lepidoptera: Noctuidae)”, para analizar la importancia de estos microorganismos sobre las plantas de maíz.
Zavala Mazariegos es estudiante de la maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural, con orientación en ecología de artrópodos y manejo de plagas, del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Unidad Tapachula, y obtuvo el grado de maestro en Ciencias con esta tesis.
Indicó que los hongos micorrícicos arbusculares (HMA) forman parte del suelo y se caracterizan por la simbiosis de plantas terrestres. Además de los nutrientes que obtienen las plantas durante la simbiosis, los HMA pueden mejorar las defensas de las plantas contra insectos herbívoros y patógenos.
Estudios anteriores han demostrado que las larvas de Spodoptera frugiperda se desempeñan mejor en plantas de maíz colonizadas por HMA, que generalmente exhiben un mayor crecimiento y mayores contenidos de nitrógeno y fósforo (N y P). Sin embargo, estos estudios solo se han realizado en un pequeño número de variedades de maíz.
Además, estudios previos no han considerado la preferencia de hospedante de las hembras de S. frugiperda por las plantas de maíz no colonizadas y colonizadas con HMA, aunque la elección de la hembra puede influir en el rendimiento de la progenie.
El estudio encontró que la altura de las plántulas no se vio afectada por la variedad ni por la colonización de HMA, pero ambos factores afectaron la longitud de las raíces de las plántulas. La colonización no afectó el contenido de N y P de las hojas de maíz.
El rendimiento de las larvas no se vio afectado por la variedad o la colonización de HMA, pero las plántulas no colonizadas resultaron más dañadas por las larvas de S. frugiperda.
La disputa por el territorio por parte de agrupaciones del crimen organizado ha llegado a tal grado que, en los últimos tiempos, ya es común el reclutamiento de personas de la sociedad civil, alertó Gerardo González, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), con sede en San Cristóbal de Las Casas.
Recordó que lo que sucede en Chiapas se trata de una “guerra” entre dos cárteles de la droga que ha aumentado de forma paulatina, “mucha gente cuando piensa en la frontera cree que sólo se trata de una línea divisoria que separa a un municipio con otro, a un país con otro, y no es así”.
Recordó que la situación es más grave en tres regiones de la entidad, como la Fronteriza, Sierra y Soconusco, donde en las últimas tres semanas, dejó en claro, los combates entre grupos delictivos no se han detenido.
“Se disputan de una amplia zona, de un amplio territorio, en donde se abastece las drogas, entrada de armas, una migración más importante por su complejidad, y eso ha hecho que el conflicto vaya escalando… al grado que no sabemos dónde está el techo, pues podría aumentar más”.
Lo más lamentable de esa disputa, dijo, es que prácticamente decenas o cientos de familias han sido desplazas de sus tierras, mismas que están cansadas de pagar derecho de piso u otro tipo de extorsión.
Lo más complejo de todo, mencionó, es la aparición de un tercer cártel (con características muy parecidas al Jalisco Nueva Generación), lo que complica aún más el panorama porque cada fracción controla su territorio, lo que se logra, refirió el especialista, a través de cobros de piso y despojo de tierra, pero va más allá: el reclutamiento y control de organizaciones sociales y de las propias personas.
Mencionó que el sicariato tiene un precio muy alto, pues hay regiones en las que se ofrece hasta 30 mil pesos a quien desee formar parte de uno de los bandos, e inclusive hay quienes se autorreclutan al ver el precio y ante la violencia, “porque no les queda de otra”.
Mencionó que esos grupos se vuelven tan fuertes “y con una estructura militar”, que llegan al grado de controlar carreteras, municipios y otros espacios, “y no sólo esperan a su gente del Norte del país o de donde provengan, sino de otros lados como Guatemala”.
Autores: Emilio Guzmán Bayona, Teresita de Jesús Santiago Vera, Diana Ayala Montejo
En el campo mexicano actualmente existe una coyuntura favorable para impulsar la transición agroecológica desde los territorios, en busca de recuperar la soberanía alimentaria, garantizar el abasto de alimentos y fortalecer la capacidad de decisión del pueblo sobre qué alimentos produce y cómo se quiere alimentar.
Es por ello que, derivado de las acciones de las Prácticas Interinstitucionales de Inmersión Territorial en el marco del Programa Interinstitucional de Especialidad en Soberanías Alimentarias y Gestión de Incidencia Local Estratégica (PIES AGILES), se desarrolló bajo un contexto autogestivo el Colaboratorio Red de suelo, agua y biotecnologías en los agroecosistemas, del 19 al 23 de septiembre del 2023, donde asistieron especialistas, actores locales e investigadores de los Estados de México, Hidalgo, Colima, Puebla, Chiapas, Michoacán, Yucatán, Tabasco y Campeche. Este colaboratorio fue respaldado académicamente por el programa de educación continua de El Colegio de la Frontera Sur y la colaboración del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.
Lee el artíulo completo en la Gaceta #70 del Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico del Estado de Yucatán (SIIDETEY), página: de la 17 a la 19, y de la cual participa ECOSUR como comité editorial.
Hace poco presenciamos el hundimiento, cerca de Grecia, de un barco con más de 750 personas de África y Asia. Cada vez con más frecuencia vemos a miles de personas abandonando sus países y arriesgando sus vidas, atravesando fronteras (ríos, montañas, desiertos, mares, muros). Su emergencia desaparece con otra tragedia y resurge con la siguiente.
¿Por qué se arriesgan? ¿Cómo viajan en esas condiciones? ¿Qué ocurre mientras transitan o cuando llegan a otro lugar? Incluso con conocimientos especializados, lo que atisbamos es la punta del iceberg de un problema mucho más complejo y de difícil definición.
Los propios organismos especialistas (Derechos Humanos, Naciones Unidas, la Organización Internacional para las Migraciones, etcétera), no alcanzan a abordar esta complejidad al centrarse exhaustivamente en alguna de sus características: país de origen/tránsito/destino, condición de expulsión, remesas… Una expresión epidérmica que impide ver lo que subyace y progresivamente se hace más sólida e impenetrable. No es igual mirar la frontera “desde afuera”, que vivirla “desde adentro”. Para acercarse a este núcleo, hay que vivir los espacios fronterizos que producen migrantes, hacerse parte presente en los lugares y sentir su esencia con todos los sentidos. Posicionarnos en los espacios fronterizos nos permite construir “el ojo del huracán”. Esta metáfora permite visualizar la complejidad de los procesos y, sobre todo captar la estructuralidad de los problemas. […….]
Lee el artíulo completo en la Gaceta #70 del Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico del Estado de Yucatán (SIIDETEY), página: de la 13 a la 16, y de la cual participa ECOSUR como comité editorial.
J. Rogelio Cedeño Vázquez* e Iván A. Castellanos Osorio**
Esta es una colaboración de los investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Chetumal para la sección Fauna Nuestra, de La Jornada Maya, un espacio para dar a conocer las novedades en la investigación científica que se realiza en esta zona
Foto: Iván Castellanos
Por mucho tiempo, la serpiente ratonera (conocida como Och Kaan en la península de Yucatán) fue considerada una subespecie de Boa constrictor (Boa constrictor imperator), pero en estudios recientes los científicos propusieron elevarla a la categoría de especie, dándole el nombre científico de Boa imperator.
Es una serpiente nativa de México, que se distribuye desde Sonora hasta Chiapas en la vertiente del Océano Pacífico, y desde Tamaulipas hasta Quintana Roo en la vertiente del océano Atlántico; también se encuentra en América Central y la parte norte de América del Sur.
El inventario y el monitoreo de la biodiversidad local forman parte de las actividades que voluntariamente realiza el personal del Plan Ambiental de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Chetumal. Entre las especies de fauna nativa que frecuentemente son observadas en las instalaciones se encuentra la serpiente Boa imperator, perteneciente a la familia Boidae. Su monitoreo tiene el propósito de darla a conocer a la sociedad, valorar su función ecológica y destacar la importancia de su conservación.
Se trata del ofidio más grande de México, conocido también como mazacuata (del náhuatl mazacoatl, que significa culebra-venado); en lengua maya yucateco se le conoce como Och Kaan (serpiente ratonera, de Och: zarigüeya o ratón y Kaan: serpiente), mientras que en otras partes le llaman boa imperial, boa centroamericana, boa común, boota, corúa o tamacoa.
Es una de las serpientes más comunes de las 58 especies de ofidios que actualmente se tienen registradas para la península de Yucatán. En esta nota damos cuenta de algunas observaciones documentadas en el predio de Ecosur-Chetumal, que contribuyen al conocimiento de la ecología e historia natural de la serpiente Och Kaan, una especie no venenosa pero muchas veces temida por el ser humano.
Foto: Pablo Beutelspacher
Habita en bosques subtropicales y tropicales, sabanas, pastizales, manglares, playas y zonas semiáridas, ya que puede adaptarse a una amplia variedad de condiciones ambientales. Es un depredador tope que ayuda a mantener el equilibrio ecológico de los ecosistemas, al controlar las poblaciones de una variedad amplia de especies de las que se alimenta, entre las que se encuentran vertebrados de tamaño pequeño a moderado, como iguanas, aves, roedores, zarigüeyas, coatíes, ocelotes y venados jóvenes.
Esta especie es presa de fauna carnívora, particularmente en etapas tempranas (crías y juveniles), incluyendo serpientes ofiófagas (que se alimentan de otras serpientes), aves rapaces e incluso cocodrilos y caimanes.
Es una serpiente constrictora; es decir, oprime a sus presas hasta asfixiarlas, antes de devorarlas. Aunque son cazadoras eficientes y de gran tamaño, rara vez representan un peligro para los seres humanos, ya que cuando se sienten amenazadas prefieren huir antes que atacar. No obstante, si una persona se les acerca demasiado, pueden atacar y morder como una reacción defensiva.
Foto: Iván Castellanos
Presenta un patrón de coloración característico; en la base del dorso es canela o cobrizo, con manchas rectangulares o bandas irregulares de color café o rojizo, usualmente con manchas más claras en el centro. Un rasgo inusual de esta especie es su capacidad para cambiar de color, ya que pueden oscurecerse o aclararse dependiendo de factores como la temperatura, la humedad o su estado emocional.
Este cambio de coloración puede ayudarles a regular su temperatura corporal, camuflarse mejor en su entorno o comunicar su estado de ánimo a otros individuos de su especie; otra característica interesante es la capacidad que tiene la hembra de intensificar su nivel de melanina después de la cópula, adquiriendo un color más oscuro para absorber más calor.
Foto: Rogelio Cedeño
En lo personal, hemos observado ejemplares exhibir tonos de color rosa para indicar su molestia por nuestra presencia. Tiene un modo de vida semi arborícola y de hábitos nocturnos, principalmente. Los individuos más jóvenes suelen trepar a los árboles pero a medida que son más viejos y pesados, adquieren hábitos más terrestres.
Se les puede encontrar debajo de troncos de árboles caídos, en grietas o cuevas, entre las ramas de los árboles, en áreas de cultivo e incluso en construcciones abandonadas en zonas urbanas. Su piel exhibe numerosas manchas que facilitan su camuflaje entre el follaje y el suelo.
En nuestras instalaciones, la hemos observado semioculta entre la hojarasca, cerca de algún sitio con agua, esperando que algún mamífero, ave, lagartija o anfibio se acerque a beber para capturarlo. Son serpientes ovovivíparas; es decir, los huevos permanecen dentro del cuerpo de la hembra hasta que el embrión esté completamente desarrollado, de manera que una vez que los huevos se rompen nacen las crías vivas directamente del cuerpo de la madre.
Durante la temporada reproductiva, las hembras suelen atraer a los machos con feromonas como señal de que están listas para el apareamiento; una vez que ocurre la cópula, las hembras pueden retener el esperma del macho antes de fertilizar sus óvulos. Cabe mencionar que se pueden presentar varios machos pretendiendo cortejar simultáneamente a una hembra, lo que significa que esta especie tiene un sistema de reproducción poliándrico, resultando en crías con diferentes padres en la misma camada.
Foto: Iván Castellanos
Aunque las observaciones sobre actividad de apareamiento son poco frecuentes en las especies del género Boa, este comportamiento se logró documentar para Boa imperator, con la descripción de una agregación reproductiva ocurrida en noviembre de 2018 en el Parque Nacional Marino Ballena, en Costa Rica, donde participaron tres machos y una hembra, agregación que se mantuvo por dos días.
Cuatro años más tarde, nosotros tuvimos la fortuna de observar el 26 de febrero de 2022 a las 16:45 horas, la agregación de tres individuos adultos en las inmediaciones de uno de los edificios de Ecosur, en esta se registró la intervención de una hembra de dos metros de longitud aproximadamente y dos machos de aproximadamente 1.8 metros de largo cada uno. La hembra y uno de los macho se encontraban juntos en estrecho contacto, mientras que el otro macho, ubicado a medio metro de distancia, se aproximaba a la pareja.
Posteriormente, alrededor de las 19 horas de ese mismo día llegó un tercer macho adulto. Luego, dos de las boas se retiraron del lugar, quedando en el sitio únicamente la hembra con un macho, permaneciendo enrolladas en ese sitio hasta poco después de la media noche, según información proporcionada por el vigilante en turno.
Debido a lo inaccesible del lugar en el que se encontraban las serpientes, no nos fue posible observar si hubo cópula. Dos días después, en el mismo sitio fue observado un cuarto macho de aproximadamente 1.2 metros de longitud, que probablemente fue atraído por el rastro de las feromonas que en días anteriores dejó la hembra en el área.
En México, la Och Kaan está protegida del comercio internacional a través de la Convención CITES (Apéndice II). La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la coloca en la categoría de Preocupación Menor (Least Concern en inglés) en la Lista Roja de especies amenazadas, mientras que en la NOM-059-SEMARNAT-2010 se encuentra en la categoría de riesgo: Amenazada (A), por la pérdida de su hábitat y extracción ilegal de su hábitat para su venta como mascota y diversos productos elaborados con su piel. Además, muchas personas las matan porque las confunden con la nauyaca (una serpiente venenosa).
*Biólogo-herpetólogo y fotógrafo (rcedenov@ecosur.mx, rogeliocedeno@gmail.com)
**Biólogo y fotógrafo (ivancast@ecosur.mx)
Ambos son parte del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática de El Colegio de la Frontera Sur Unidad Chetumal.
La teratología es la disciplina científica que estudia a los animales con morfología (fenotipo) inusual, es decir, aquellos individuos que no responden al patrón común de su especie. Estas anomalías o malformaciones pueden ser resultado de factores genéticos o ambientales, muchas veces interrelacionados.
Recientemente reportamos el caso teratológico de una pupa de hormiga que presentaba 7 patas en lugar de 6, como es la norma en todos los insectos, lo que los define dentro del subfilo Hexapoda (del griego: εξα y πόδα) que quiere decir justamente “6 patas”.
Figura 1. Pupa teratológica de obrera de Neoponera villosa. A) vista lateral, fotografía tomada al encontrarla; B) vista ventral, tomada posteriormente. Modificado de Pérez-Lachaud et al. 2024. H. Bahena-Basave.
Teratología en humanos
Figura 2. Polidactilia en humanos.
En humanos algunas anomalías son bastante comunes. La polidactilia, por ejemplo, es un trastorno genético por el que la persona nace con más dedos en la mano o en el pie de los que le corresponde (Fig. 2). A estos dedos se les llaman “dedos extra” o “dedos supernumerarios”.
Este fenómeno es más frecuente de lo que pensamos, afecta actualmente a 1 de cada 1000 bebés nacidos vivos, y existen registros de polidactilia en muchos petroglifos antiguos, por ejemplo, en la Cueva de las manos del río Pinturas en Argentina, cuyos diseños están fechados entre 13 000 y 9500 años a. C. (https://whc.unesco.org/es/list/936; Fig. 3)
Figura 3. Cueva de las manos del río Pinturas en Argentina.
Malformaciones en los insectos
Los insectos también sufren de anomalías o malformaciones. Las más frecuentes son los llamados mosaicos sexuales, ginandromorfos o quimeras, en donde una parte del cuerpo presenta fenotipo masculino y otra parte es de tipo femenino.
En hormigas, insectos sociales en donde existe además un polimorfismo de castas, es decir no sólo hay individuos con fenotipos macho y hembra sexuados, sino también castas asexuadas determinadas muchas veces por la alimentación (obreras, soldados y a veces super soldados), las quimeras pueden ser mezclas de dos de estas castas (macho/hembra, macho/obrera, hembra/obrera; Fig. 4).
Otras anomalías tienen que ver más con la ausencia que con la malformación de alguna estructura. Por ejemplo, hormigas sin un ojo, una antena, una pata, etc., cuya ausencia no es el resultado de un accidente o ataque por otro animal, sino que esa estructura no se forma durante el desarrollo de ese individuo.
El hallazgo de ECOSUR
La pupa de hormiga con siete patas pertenece a una obrera de la hormiga Neoponera villosa, casi completamente desarrollada, y fue recolectada en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an en Quintana Roo. La pata supernumeraria surgía de entre el primer par de patas de la hormiga y era mucho más grande que el resto de ellas.
Para México este es el segundo caso reportado de una hormiga de la subfamilia Ponerinae con alguna anomalía, pero el primero relativo a un miembro supernumerario. No podemos saber si esta hormiga hubiera sobrevivido porque se preservó en alcohol para su estudio.
En el ser humano, existen casos de personas con alguna extremidad extra. El más famoso es el de Francesco “Frank” Lentini, quien vivió hasta la edad de 77 años (Fig. 5) https://es.wikipedia.org/wiki/Frank_Lentini).
Figura 5. Cartel promocional de Frank Lentini como jugador de fútbol.
Gabriela Pérez-Lachaud es investigadora de El Colegio de la Frontera sur, Unidad Chetumal (México) | igperez@ecosur.mx | https://orcid.org/0000-0002-8924-1606
Jean-Paul Lachaud es investigador de El Colegio de la Frontera sur, Unidad Chetumal (México) | jlachaud@ecosur.mx | https://orcid.org/0000-0002-5082-8987
Referencia
Pérez-Lachaud, G., Rocha, F.H. & Lachaud, JP. 2024. A Neoponera villosa (Fabricius, 1804) worker pupa with too many legs (Hymenoptera: Formicidae). Neotropical Entomology. https://doi.org/10.1007/s13744-024-01168-z
Solo cinco de las 32 entidades federativas de México cultivan rambután y Chiapas es el principal productor. La entidad junto con Nayarit y Oaxaca destinaron 893 hectáreas al cultivo de esta fruta en el 2023, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (Siap).
Esta fruta, como otras tropicales, posee cantidades sustanciales de polisacáridos en la cascara, la piel, las semillas y la pulpa. Compuestos que han demostrado diferentes actividades biológicas como antioxidante, antifatiga, antinflamatoria, hepatoprotectiva, gastroprotectiva e inmunomodulatoria.
Investigación
Hernán Villatoro Moreno, del doctorado en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable, con orientación en Ecología de Artrópodos y Manejo de Plagas, del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Tapachula, realizó una investigación relacionada a esta fruta.
Señaló que el rambután, originario de Asia, posee domacios que han sido usados como referencias taxonómicas para la especie. Domacios y nectarios extraflorales son estructuras no florales que median interacciones entre las plantas y artrópodos (insectos, arácnidos, crustáceos y otros).
En el rambután se desconoce la presencia de ellos, así como las implicaciones ecológicas asociadas a la introducción de esta planta al país. Debido a la falta de conocimiento, estudió la presencia de estructuras no florales en la fruta y su relación con los artrópodos visitantes de su follaje en el trópico mexicano.
Comparativa
La morfología externa, distribución espacial, producción de néctar extrafloral y actividad de insectos visitantes de los domacios y nectarios extraflorales se comparó con los domacios de otras especies.
La producción de néctar extrafloral se analizó considerando la edad de las hojas y horario del día, relacionando a estas variables con la visita de los artrópodos.
Los artrópodos atraídos por el néctar se clasificaron en cuatro grupos de acuerdo con su función ecológica; las hormigas fue el grupo visitador más abundante, seguidas por las moscas, parasitoides y arañas.
La obesidad afecta a más del 28 % de la población adulta a nivel mundial, aproximadamente a 650 millones de personas en México que representan el 36.9 %; mientras que en Chiapas esta condición es del 25.6 % de la población adulta.
La obesidad se caracteriza por el desequilibrio entre las calorías consumidas y el gasto de energía, siendo un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles como la resistencia a la insulina, que afecta a los tejidos sensibles a esta inhibiendo su acción y aumentando los niveles de glucosa en sangre.
Análisis
Nancy Aideé Reyes Méndez, de la Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural con orientación en Salud, Equidad y Sustentabilidad, del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad San Cristóbal, realizó una investigación denominada “Asociación entre microbiota intestinal, obesidad y resistencia a la insulina en mujeres adultas de zonas marginadas de Chiapas”.
Obtuvo datos sociodemográficos, antropométricos, clínicos y bioquímicos de 100 mujeres de zonas marginadas del estado.
El resultado fue una prevalencia de sobrepeso y obesidad del 77 % y de la resistencia a la insulina del 50 %. Se encontró una asociación inversa estadísticamente significativa entre el sobrepeso y la obesidad con una abundancia alta de A. Muciniphila y el índice Firmicutes/Bacteroidetes.
Además de una asociación entre la resistencia a la insulina con una alta abundancia de Firmicutes y Roseburia.
Altos
En tanto, se demostró que las mujeres de las regiones Tsotsil-Tseltal, Selva y Bosques de Chiapas, presentaron una alta prevalencia de sobrepeso, obesidad y resistencia a la insulina y asociación relevante con la microbiota intestinal.
La obesidad, las enfermedades crónicas y la resistencia a la insulina se desarrollan por diversas condiciones genéticas, fisiológicas, ambientales, sociales y estilos de vida de cada individuo, como el consumo de alimentos hipercalóricos, sedentarismo y probablemente la función de la microbiota intestinal.
La investigadora Vanessa Santos realizó un estudio sobre la autonomía corporal materna en mujeres residentes en San Cristóbal de las Casas, identificando los obstáculos que enfrentan una vez que se convierten en madres, observando que no son amparadas de forma igualitaria en sus derechos.
Santos es estudiante de la Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural con orientación en Salud, Equidad y Sustentabilidad, del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad San Cristóbal.
Su investigación aborda la autonomía corporal de las madres durante la matrescencia, con el objetivo de argumentar en favor de su derecho a decidir de forma libre e informada sobre sus procesos reproductivos y maternaje (ejercicio de la crianza).
Mediante entrevistas con las madres, procuró evidenciar la relevancia de la autonomía corporal para la edificación de maternajes plenos, así como algunas condiciones imprescindibles para que esa autonomía pueda darse.
Los principales obstáculos a la autonomía materna fueron la ignorancia e insensibilidad generalizadas respecto a los procesos multidimensionales que atraviesan las corporalidades maternas durante la lactancia.
Esa ignorancia es notoria en la sociedad, en los modelos institucionalizados de atención a la salud, en las instituciones laborales y en los marcos jurídicos de protección a la maternidad.
Observó que las madres no son amparadas de forma igualitaria en sus derechos, hay variantes de acuerdo con su estatuto laboral. Asimismo, los marcos jurídicos de protección y las políticas gubernamentales no aseguran condiciones suficientes para maternajes dignos.
En términos de tiempo, apoyos económicos, disponibilidad de redes cercanas de apoyo, acompañamiento por profesionales para una atención de calidad a la salud integral de las madres; también hay una carencia de acciones de información y sensibilización sobre las necesidades y capacidades de las matrescentes.
Para este 2024 no se pronostica la presencia de la plaga de arañas y sus telarañas en el bulevar Bahía de Chetumal, como ha ocurrido en años pasados, informó César Raziel Lucio Palacio, técnico académico en el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y miembro del grupo Interacción, Adaptación y Biodiversidad.
Al dar a conocer las investigaciones sobre este tema que han realizado este 2024, aseguró que este año sería muy difícil que se presente este vistoso fenómeno, ya que primero se necesita que no haya lluvias para que existan estas telarañas grandes que se han presenciado en 2021 y 2023, aunado a que también se necesita que haya una sobreabundancia de alimento por lo menos durante un par de meses.
“Entonces ninguna de esas condiciones ha tenido lugar este año aún y yo no creo que vaya a haber telarañas gigantes en el bulevar”, dijo. Estas telarañas gigantes son parte del ciclo de vida de unas arañas muy particulares que tienen una explosión demográfica cuando hay sobreabundancia de alimento, en este caso de los moscos bobo.
Abundó que las arañas aprovechan esa fuente de alimento, cuando existe, pero al mismo tiempo pueden capturar muchos otros insectos, entre los que destacan los mosquitos transmisores de enfermedades virales. En sentido, señaló que incluso representa un beneficio directo a las personas la presencia de dichas telarañas, ya que controlan poblaciones de algunos insectos que son molestos o peligrosos para la sociedad.
Precisó que este grupo de arañas que teje las telarañas gigantes en Chetumal se llama Tetragnatha y se les conoce con el nombre común de arañas de quelíceros alargados o arañas de colmillos alargados. Ellas no son peligrosas para las personas, solo se alimentan de insectos.
Agregó que este trabajo con las arañas Tetragnatha y los moscos bobos (familia Chironomidae) lo está realizando en conjunto con el doctor Yann Hénaut; “ambos trabajamos en Ecosur y pertenecemos al grupo Interacción, Adaptación y Biodiversidad”.
“Yo pienso que no hay una afectación real, sólo puede haber gente a la que no le gustan las arañas y pues pueda tenerles miedo, pero no hay una afectación negativa real”, dijo. Sobre si el paso del huracán Beryl pudo haber afectado este fenómeno, comentó que este meteoro no tuvo vientos fuertes pero sí lluvias fuertes, lo que evita que las arañas tejan, como en años anteriores.
Sin embargo, el biólogo comentó que lo que pudiera pasar es que si sigue llegando mucha agua del río Hondo o de los escurrimientos de tierra firme hacia la bahía y esa agua arrastra mucha materia orgánica y nutrientes pueda volver a verse moscos bobos en otra época, tal vez hasta finales de año, cuando esté entrando la temporada de nortes.
“Eso se presentará solo si el agua está tranquila durante bastantes semanas, si no hay grandes corrientes, vientos y también si no hay lluvias fuertes, entonces yo no creo que tenga algo que ver el huracán Beryl con la aparición de los moscos bobos, aunque haya gente que diga que antes de un huracán salen estos moscos, de eso no hay nada comprobado”, sentenció.