Compartimos el artículo y la entrevista que le realizarón en Contralínea a Juan Jacobo Schmitter Soto, investigador de ECOSUR, quien habla del 𝐂𝐈𝐀𝐃𝐈, 𝐝𝐞𝐥 𝐁𝐚𝐧𝐜𝐨 𝐌𝐮𝐧𝐝𝐢𝐚𝐥, 𝐜𝐚𝐮𝐬𝐚 𝐝𝐞 𝐜𝐫𝐢𝐬𝐢𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐒𝐮𝐫 𝐆𝐥𝐨𝐛𝐚𝐥.
El uso irracional de plaguicidas en la agricultura perjudica la salud de las abejas. A dosis altas, causa la muerte del insecto, mientras que, a concentraciones subletales con exposición prolongada, afecta su comportamiento, fisiología y la comunidad de microorganismos intestinales.
Luis Fernando Rodas, maestro en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural, por el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), unidad Tapachula, investigó la contribución de bacterias ácido lácticas (BAL) en la tolerancia a plaguicidas en dos especies de abejas.
El ahora maestro con orientación en Ecología de Artrópodos y Manejo de Plagas, explicó que esos microorganismos son cruciales para el metabolismo, crecimiento, desarrollo, defensa contra patógenos y resistencia a los plaguicidas.
Componentes
Las Bacterias Ácido Lácticas (BAL) son componentes clave de la microbiota intestinal y se utilizan como probióticos para combatir infecciones en la abeja “Apis mellifera”, con potencial para mitigar la toxicidad de plaguicidas.
Sin embargo, su efecto aún no se ha investigado en otras especies de abejas sociales, como “Scaptotrigona mexicana”.
El objetivo de su estudio fue evaluar el efecto de las BAL intestinales en la susceptibilidad a insecticidas S. mexicana y A. mellifera. En primer lugar, estimó la DL50 oral de los insecticidas malatión, cipermetrina, spinetoram e imidacloprida en ambas especies de abejas.
Posteriormente, aisló BAL de S. mexicana y A. mellifera y las sometió a pruebas de sensibilidad con los insecticidas. Finalmente, las abejas se alimentaron con cepas de BAL tolerantes a los insecticidas y se expusieron oralmente a la DL50 de los mismos.
Explicó que, a diferencia de A. mellifera, todas las cepas de BAL de S. mexicana fueron resistentes a los insecticidas evaluados, lo que permitió investigar su efecto protector.
Tanto las abejas S. mexicana como A. mellifera alimentadas con estas cepas de BAL experimentaron una reducción significativa del 50 % en la mortalidad causada por la cipermetrina.
Gerardo Alberto González Figueroa[1] El Colegio de la Frontera Sur
En 1974 se dio un hecho que, con el tiempo, ha tenido un profundo impacto en la vida de Chiapas: la presencia del Núcleo Guerrillero Emiliano Zapata (NGEZ), el cual era una iniciativa de la organización político-militar llamada Fuerzas de Liberación Nacional (FLN). Dicho núcleo fue virtualmente eliminado entre 1974 y 1975, y sus integrantes están, hasta ahora, en la lista de desaparecidos. Ese mismo 1974, la diócesis de San Cristóbal de Las Casas celebró el Congreso Indígena que movilizó, desde 1973, a decenas de personas para organizarlo con motivo del festejo del V centenario del natalicio de Fray Bartolomé de Las Casas, primer obispo de la Provincia de Chiapas.
Con el pasar de los años, la diócesis de San Cristóbal ha acompañado el proceso organizativo de varias regiones de Chiapas: la catequesis con su tiwanej (animador) y, en la estructura con los tuhuneles (servidores), marcan el camino y el destino de la teología de la liberación, que sigue teniendo vigencia ya sea por medio del Pueblo Creyente o por las organizaciones que son el corazón de la vida comunitaria (el Movimiento en defensa de la vida y el territorio-Modevite, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, por mencionar a algunos). En el camino, la diócesis primero se encontró con las FLN y posteriormente, en 1983, con la creación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). En Chiapas la lucha por la tierra movilizó a activistas, científicas y científicos sociales y una amplia gama ideológica de las izquierdas del país.
De los años setenta a la de los noventa del siglo XX el eje de lucha fue el movimiento indígena y el magisterial. Luego se dio un viraje a las luchas cívicas de participación política y, en 1994, con la aparición del EZLN y su levantamiento armado, se dio una lucha mucho más intensa y con nuevos paradigmas que convirtieron al EZLN en un movimiento antisistémico con amplio respaldo de colectivos y de organizaciones de la sociedad civil. Para llegar a lo que hoy son los 30 años del levantamiento zapatista hay que detenernos en hechos importantes de la vida de la entidad y sin duda del país. El EZLN debe explicarse desde antes de su propio nacimiento.
Un previo
Este 6 de agosto de 2024 las FLN, fundadas en 1969, cumplieron 55 años. ¿Por qué empezamos este artículo con esta referencia? Las FLN son quienes pudieron llevar a cabo la construcción del EZLN. Este no se puede entender sin ese hecho histórico. Una construcción colectiva como la de las FLN no se puede explicar sin las personas, cualquiera que sea su condición, así sean “vanguardias”, “movimiento popular” o como se les nombre.
En este breve artículo presento y analizo el período de 1974 a 1993 porque son los años intensos de la organización en Chiapas. La presencia de las FLN en Chiapas se dio en un contexto de luchas campesinas e indígenas y de diversos actores, en particular la de la Iglesia Católica que, en la década de los años sesenta, influenciada por el Concilio Vaticano que dio inicio en octubre del año de 1962 y la 2ª Conferencia Episcopal de Medellín en Colombia en 1968, contribuyó a crear una diócesis comprometida con la opción por los más pobres; en el caso de Chiapas, los indígenas y campesinos.
Mencionar la Laguna de Ocotal es un homenaje a los militantes de las FLN que siguen desaparecidos, algunos fueron ahí capturados vivos, pero aún hoy no se sabe qué pasó con ellos. En la narrativa de las FLN, en la laguna, encontraron avionetas de “gringos” a las cuales intentaron correr. Posteriormente, se hizo ese un lugar estratégico para el posible reencuentro con probables sobrevivientes. Ahora sabemos que las avionetas las usaban los de Instituto Lingüístico de Verano (ILV) y que es muy probable que las usara el ejército de los Estados Unidos con la intención de detener la insurgencia en Guatemala.
El año de 1993 fue un año crucial en esta historia y en la fundación del Partido de las FLN. En enero de 1993, éste le declara la guerra al Estado mexicano, un hecho histórico. Lo que sucedió después es ya ampliamente conocido.
Pero ¿las FLN de dónde vienen?
Las FLN tuvieron un antecedente singular. Varios de sus fundadores, en 1965, fueron invitados por el periodista yucateco Renato Menéndez Rodríguez, director de la Revista ¿Por qué?, para que, en la Selva Lacandona, fundaran el Ejército Insurgente Mexicano (EIM). Cuentan que los aprendices de guerrilleros “llegaron con traje, velices de ropa. Sin embargo, fueron más los problemas posteriores de lo que realmente lograron hacer por esos territorios” (ex militante de las FLN, 2016).
Las FLN se fundaron, como es sabido, en la ciudad de Monterrey (Nuevo León). Los nombres (de guerra) de sus fundadores eran: Pedro, Salvador, Ricardo, Alfredo, Manolo, Gonzalo y Alfonso. Algunos de ellos nos “platican”[2] que estuvieron como testigos dos más: Leo y Murcia, a quienes les dieron el papel de dedicarse a juntar recursos, en particular monetarios, para el sostenimiento de la organización.
Se basaron en una estrategia poco común en los grupos armados de esa época: acumular fuerzas en silencio la cual significó fortalecer a los Estudiantes y Obreros en Lucha (EYOL) y, por supuesto, al que llamaron Núcleo Guerrillero Emiliano Zapata (NGEZ).
Para pasar a reconocer la zona de combate, los guerrilleros no lo hicieron atacando a las fuerzas militares o policiales. Es muy importante decir que a la organización le dieron como punto de partida un sentido ético del trabajo, incansables en su desempeño y aprendizaje. De todo ello dan cuenta los comunicados internos que fueron parte de la preparación:
En estos momentos, estar conscientes de que el deber del ahora es hacer la revolución […] somos soldados por conciencia y como tales debemos comprender las órdenes de nuestra clase que, en estos momentos, para nosotros, es la Dirección de las Fuerzas de Liberación Nacional.
Entendiendo nuestro papel y el sistema de organización, siempre estaremos en posibilidades de recibir, comunicar y dar órdenes […] debe ser un orgullo en el buen desempeño de la comisión, al comunicarlas con estricta fidelidad, si fuera posible con las mismas palabras recibidas, y al darla, pensar que son nuestros hermanos de clase y lucha y con ellos la Revolución.[3]
En la región…
Dos años después de su fundación los miembros del NGEZ compraron un rancho en Ocosingo, y desde ahí, tejiendo una red urbana, y ya con más recursos, usaron todas sus capacidades para tener radios, vehículos y, sobre todo, armas, para que, desde las redes urbanas, el NGEZ pasara de ser un foco ¿insurreccional? a un proceso de liberación.
Las FLN tuvieron una retaguardia rural en el norte de Chiapas y en el vecino estado de Tabasco, lograron el apoyo de una familia comprometida con la revolución, como lo fueron los Guichard, y crearon, en la llamada “Casa Grande”, en Nepantla (estado de México), el lugar desde donde saldrían los cuadros que harían crecer el sueño revolucionario.
El NGEZ fue la primera célula guerrillera formal fundada por las FLN en el estado de Chiapas, en 1972. Lo que es real es que el NGEZ se establece justo en el año del decreto de tierras que hace el gobierno federal a la comunidad lacandona, expedido el 26 de noviembre de 1971.
Por hallazgos de documentos en la Casa Grande, sabemos que el ejército llegó al rancho El Chilar, donde fue emboscado por los propios guerrilleros del NGEZ. Eso no impidió la persecución del grupo que, como se ha comentado, terminó hacia 1975.
Las FLN, ante el golpe, se reorganizaron y, en 1975, volvieron a la montaña y durante dos años se prepararon de nueva cuenta. En Chiapas las FLN aprendieron de lo vivido y reconocieron el territorio. Por desgracia el primer responsable, Alfredo, murió en 1977, por lo que los planes guerrilleros tuvieron que volver a empezar.
Los años de 1974 a 1977 fueron de reensamblaje. No pocos militantes huyeron ante la persecución, pero gracias a la visión de Mario Sáenz (Alfredo), se regresó al campo de operaciones en octubre de 1975. Ello junto con ocho personas, entre las que estaban los que fueron parte de la fundación del EZLN (La Casa de Todas y Todos, 2016).
La organización creció a nivel nacional. Su estrategia fue acumular fuerzas en silencio, ello le dio los criterios y principios revolucionarios y los llevó a encontrarse, en Chiapas, con otras personas y experiencia de lucha y contar con lo básico para llegar a la meta de formar el llamado “ejército del pueblo”.
A partir de 1980, las FLN se dieron a la tarea de formar cuadros y militantes provenientes de pueblos de la Selva y de Los Altos, gozando de una extensa red familiar y de personas allegadas a la diócesis,[4] lo que Neil Harvey (2018) ha llamado el encuentro del mundo indígena con la organización político-militar como un cruce de caminos. Y es así porque los caminos de las organizaciones en Chiapas, de la Iglesia Católica y de los activistas han sido la lucha por la tierra y por la liberación. No se puede explicar la lucha en Chiapas sin todo eso, y menos en la década de los años ochenta del siglo XX, cuando se agudizaron tanto las políticas neoliberales que terminaron afectando a la comunidad campesina e indígena, como la represión de los gobiernos del partido de Estado, el PRI.
La creciente organización clandestina provocó que los mismos pueblos decidieran ser parte del proceso, por eso cuando las FLN decidieron dar el paso hacia la constitución del EZLN, fue gracias a que los pueblos podían sostener tal travesía.
Debemos valorar a los compañeros y compañeras de las comunidades y pueblos de la selva, reclutados desde las mismas FLN en Chiapas desde los años ochenta, con un circuito muy importante que fue del norte hacia la selva, y de la selva a la montaña y que se conoce como la toma de pueblos, que acompañaron y que tejieron la red de apoyo para que desde los pueblos no faltara lo básico para alimentar al pequeño núcleo. El crecimiento en Chiapas fue de la mano del crecimiento en varias regiones del país. Las FLN/EZLN se volvieron, en la década de los años ochenta, una organización con profundas raíces populares.
El EZLN se fue fortaleciendo gracias a los pueblos y con el trabajo de organizaciones llamadas intermedias tales como la Alianza Nacional Campesina Independiente Emiliano Zapata (ANCIEZ). Con una teoría y práctica revolucionaria fincada en el marxismo-leninismo, y lo aprendido en la teología de la liberación de no pocos cuadros políticos —indígenas—, la organización avanzó. Su salto a la “fama”, se dio en 1992 —el 12 de octubre— con la marcha en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas de cara a la Celebración del V Centenario. Más de 10 mil indígenas y campesinos protestaron contra el racismo, la mayoría de la ANCIEZ, y derribaron lo que se considera algo más que un símbolo de la conquista: la estatua de Diego de Mazariegos.
La preparación y la situación en la entidad y el país obligó a que la organización madre tomara la decisión de formarse como partido y, desde 1989 inició los trabajos de preparación, de nuevos estatutos para hacer crecer los llamados frentes de combate en el norte, centro y suroriente del país.
El avance del frente Suroriental demandó que el inicio de hostilidades se diera a la brevedad, por lo que la dirección de las FLN convocó a un congreso fundacional del Partido Fuerzas de Liberación Nacional (PFLN) en Chiapas en 1993. Ahí se aprueba la declaración de guerra: ¡El Congreso de las FLN le declara la guerra al Estado Mexicano el 26 de enero de 1993! Y se dio el plazo de no más de un año para el inicio de las hostilidades. En la voz del subcomandante se escuchó:
Entonces la primera propuesta es que los que estén de acuerdo que este Congreso declare la guerra en contra de los enemigos del pueblo mexicano, los que estén de acuerdo que este Congreso declare la guerra ¡levanten su voto!
¡Bájenlo! […] Entonces por decisión unánime, este Congreso ordena a la Comandancia General, que inicie las hostilidades, este año de 1993, en el día y la hora que consideren conveniente. (La Casa de Todas y Todos, 2021: 346)
Presencia territorial de las FLN desde 1969 a 1992. Mapa compartido por Juan N. Archivo personal del autor.
Una idea más
El año de 1993 fue complejo e intenso, no sólo por la declaración de guerra, sino porque justo entre enero y febrero de ese año desaparecieron dos jóvenes militares en la zona sur de San Cristóbal. El ejército acusó a una comunidad de estar detrás del asunto y los reprimió. Era una comunidad zapatista y ya el ejército sabía que eran parte de la guerrilla en Chiapas. Después se dio el descubrimiento del cuartel Calabazas, en mayo de ese año. Ahí se da el primer choque como tal del EZLN con el ejército mexicano. En diciembre de ese mismo año, vimos cómo desde la Selva Lacandona se movilizaban “civiles”, para que, en los últimos minutos de ese lejano año, las tropas del EZLN conmovieran y movilizaran a un país que parecía que sería otro. Este hecho ha provocado una larga travesía de los pueblos y su gente, de México y el mundo. Es una larga historia de más de 55 años…
Bibliografía
La Casa de Todas y Todos (comp.) (2015). Cuadernos de trabajo. Dignificar la historia. Primera etapa (1969-1974).
La Casa de Todas y Todos (comp.) (2016). Cuadernos de trabajo. Dignificar la historia II. Las Fuerzas de Liberación Nacional y los combates por la memoria (1974-1977).
La Casa de Todas y Todos (comp.) (2018). Cuadernos de trabajo. Dignificar la historia III. Cruce de caminos: luchas indígenas y las Fuerzas de Liberación Nacional (1977-1983).
La Casa de Todas y Todos (comp.) (2021). Cuadernos de trabajo. Dignificar la historia IV. Toma de pueblos (1983-1993).
Harvey, N. (2018). “Cruce de caminos: luchas indígenas y las Fuerzas de Liberación Nacional (1977-1983)”, En La Casa de Todas y Todos (comp.), Cuadernos de trabajo. Dignificar la historia III. Cruce de caminos: luchas indígenas y las Fuerzas de Liberación Nacional (1977-1983) (pp. 14-49).
Investigador del Departamento de Salud de El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal| Correo electrónico: ggonzalez@ecosur.mx↑
Durante más de 30 años he sido testigo de parte de esta historia y tengo la fortuna de conocer a ex militantes de las FLN/EZLN y haber tenido muchas horas de conversaciones y aprendizajes. ↑
Primer comunicado. Compañero Pedro por la Dirección de las FLN (La Casa de Todas y Todos, 2015: 25). ↑
Tengo un relato de un compañero indígena sobre el encuentro con las FLN. En el norte de Chiapas, Ismael, un querido cuadro de las FLN, se reunía con varias personas durante las noches, en maizales alumbrados con velas. Un joven, casi niño, seguía a su papá que salía casi todas las noches. Al descubrirlo su papá quiso darle algo más que nalgadas. Ismael defendió al pequeño, y le preguntó ¿quieres ser parte? Con el correr de los años, le tocó defender en 1993 el cuartel Calabazas y en 1994, la plaza de Ocosingo.
La ciudad de San Cristóbal de Las Casas, será sede del programa «Puentes de la Ciencia con la Sociedad», organizado por la Sociedad Científica Mexicana de Ecología a través de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR). Este evento se llevará a cabo del 6 al 10 de octubre, en diversas sedes de la ciudad, así lo informó Adriana Quiroga, coordinadora general de vinculación de la iniciativa. Quien hizo extensiva la invitación a la niñez y juventud de la región, quienes dijo son los principales destinatarios del programa. Destacó que el programa «Puentes de la Ciencia con la Sociedad», está diseñada no solo para acercar a los jóvenes al conocimiento científico, sino también para abordar y concientizar sobre problemáticas ambientales actuales. Agregó que el domingo 6 de octubre habrá una variedad de talleres, ludotecas y juegos divertidos que fomentan la educación ambiental, así también un conversatorio dirigido a jóvenes en los que se abordarán temas como el cambio climático. Finalmente, Adriana Quiroga, informó que el programa cuenta con una cartelera de siete actividades distintas, que estarán disponibles en las redes sociales de ECOSUR para consulta pública. «Este evento es una oportunidad para fortalecer la vinculación entre la ciencia y la sociedad, haciendo un llamado a la acción y a la reflexión en torno a la crisis ambiental global».
En los últimos tres años los conflictos sociales fueron desplazados por la violencia de dos grupos del crimen organizado que se disputan el territorio. Por lo menos en Chiapas son 23 de 124 municipios los que heredarán un clima de violencia e inseguridad a las nuevas autoridades federales y locales que iniciarán su gobierno este 1 de octubre.
En entrevista Gerardo González, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), aseguró que en los últimos tres años los conflictos sociales fueron desplazados por la violencia de dos grupos del crimen organizado que se disputan el territorio y que además ha provocado reclutamiento forzado y ejecuciones. “Yo creo que el estado tiene un reto máximo, un reto superior, que es disminuir la violencia en la que vivimos, hay que tomar en cuenta que chiapas ha vivido momentos muy fuertes de paramilitarización, de desplazamiento, es una entidad donde la movilidad tanto de fuera y dentro de la entidad es muy grande”, precisó.
Este domingo las nuevas autoridades de Ocosingo fueron las primeras en tomar protesta, un municipio donde líderes lacandones son asediados por grupos criminales, en tanto que este lunes le seguiría el municipio fronterizo de Benemérito de las Américas, pero hombres armados incendiaron las instalaciones de la alcaldía.
En Frontera Comalapa el presidente electo Aníbal Roblero Castillo continúa desaparecido, mientras que en Oxchuc por falta de condiciones no se llevó a cabo la elección por sistema normativo por usos y costumbres, en tanto que en Pantelhó, de último minuto el Congreso del Estado designó un Concejo Municipal.
En este contexto el especialista enfatizó que le corresponde a las autoridades generar diálogos para resolver los conflictos sociales, donde no haya inferencia de los grupos de autodefensa, aunque en zonas donde son acechados por el crimen organizado se deberá aplicar el estado de derecho. “Se creó un discurso prácticamente de que la violencia se minimizó, como si ésta no existiera, y todos los días pues nos estamos dando cuenta que esto no es así, hay municipios en particular que están viviendo terriblemente fuerte el conflicto, como los de la frontera sierra, una parte de los altos”, explicó.
Entrevistado por separado, José Manuel Blanco Urbina, presidente de la Federación de Colegios, Barras y Asociaciones de Abogados de Chiapas, lamentó que a pocas horas de la toma de protesta de los ayuntamientos y el nuevo congreso, se registre un clima de mucha inquietud, de mucho temor ante las situaciones que se han estado dando en diferentes partes del estado, en situaciones de violencia, de secuestros y de todo tipo de extorsiones. “Pues los actores del estado y la federación deben de cumplir con sus responsabilidades de dar confianza, de dar seguridad a todos los ciudadanos de chiapas, y en este caso de que si ya inician estos actos de violencia, pues de seguro que en esos municipios no habrá tranquilidad, no habrá un buen gobierno municipal y tendrán que gobernar a distancia como no es novedoso, ya en el pasado proceso también así han gobernado.
Precisamente los municipios afectados son Frontera Comalapa, Chicomuselo, La Grandeza, Bellavista, Siltepec, El Porvenir, Motozintla, Bejucal de Ocampo, Mazapa de Madero, Amatenango de la Frontera, Honduras de la Sierra y Capitán Ángel Vidal en la región de la Sierra; Montecristo de Guerrero, Ángel Albino Corzo y La Concordia en la Fraylesca; Marqués de Comilla y Benemérito de las Américas en la región Maya y Maravilla Tenejapa en la Meseta Comiteca Tojolabal; Pantelhó y Oxchuc en los Altos y Altamirano en la Selva Lacandona.
Hay una disminución en la población de diferentes especies de insectos en el mundo, incluso hay muchas que están en peligro de extinción y seguramente varias se han extinguido; si esto continua el impacto ambiental sería muy fuerte por su gran importancia biológica.
Benigno Gómez y Gómez, académico-investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), comentó que el 75 % de las plantas que producen alimentos y flores son polinizadas por insectos, y no solo por abejas, si estos desaparecen la producción de los cultivos termina.
También hay muchas especies que contribuyen a la degradación de la materia orgánica, cómo escarabajos; la regeneración de selva es gracias a diversos insectos que transportan las semillas de un lugar a otro. “Tienen muchas incidencias que si desaparecen se generaría una crisis global bastante fuerte”, dijo.
Refirió que los insectos también son muy relevantes para el ser humano, porque los consumen, utilizan como medicinas y otras son consideradas como plagas y causan enfermedades.
El investigador dijo que en los últimos años se ha hablado que los insectos son una opción de alimentación para todos los humanos, por su alto contenido proteínico, pero si las amenazas siguen esto no será posible.
Se ha reflexionado si el consumo que ya se práctica en algunos lugares impacta en sus poblaciones, la realidad es que si se realiza como en origen se hacía, no, pero en ponerlos de moda o como platillos exóticos genera una demanda excesiva.
Eso se vuelve una amenaza porque cada vez más personas buscan al insecto para venderlo, como el nucú, el zats, el chapulín, incluso fuera de sus ciclos de reproducción y eso merma sus poblaciones.
En Ecosur trabajan en la investigación sobre insectos desde 1998, siendo pioneros en México. Poco a poco se han ido sumando otras instituciones locales y nacionales y se retoma en las universidades.
En el territorio mexicano habitan 68 pueblos indígenas, cada uno hablante de una lengua originaria propia, las cuales se organizan en 11 familias lingüísticas y se derivan en 364 variantes dialectales.
En el mundo existen más de seis mil 700 lenguas, el 40 % agoniza por falta de hablantes. Históricamente han enfrentado diversas desigualdades en salud, tienen tasas más altas de precariedad, discapacidad y una esperanza de vida menor.
Investigador
Héctor Javier Sánchez Pérez, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), unidad San Cristóbal de Las Casas, comentó que estas disparidades reflejan la necesidad de políticas de salud más inclusivas y adaptadas a las necesidades específicas de estas comunidades.
El doctor en medicina con especialidad en salud pública, señaló que esta situación no es exclusiva de México, sino a nivel mundial. Se reconoce que actualmente debe haber 476 millones de personas de pueblos originarios; muchos continúan con las mismas carencias que han tenido desde tiempos ancestrales.
“A nivel global tienen mayores tasas de desnutrición, de mortalidad por enfermedades prevenibles, como la tuberculosis, infecciones respiratorias agudas, enfermedades diarréicas agudas, el VIH, paludismo y otras; esto asociado a menores niveles de acceso a servicios de salud”, relató.
También enfrentan menor educación sobre cuidados de la salud, acceso al agua potable y saneamiento, mayores tasas de muerte materna, embarazos adolescentes, todo combinado con mayores tasas de natalidad y violencia de género.
Pandemia = brecha
Mencionó que la pandemia, según diversos estudios, aumentó la brecha digital con sus pares no indígenas, eso influye en la falta de acceso económico y geográfico a la cobertura de internet y para los dispositivos electrónicos para conectarse, incluso por la falta de energía eléctrica en algunas poblaciones.
La pandemia dejó ver la brecha que existe con las comunidades indígenas en temas de salud, porque generalmente son los últimos en recibir inversiones públicas en servicios básicos e infraestructura, a su vez enfrentan múltiples obstáculos para participar en la economía formal y tener acceso a la justicia.
A la par se ha minusvalorado la riqueza que tienen las medicinas tradicionales de los pueblos originarios, no hay reconocimiento a ciertos conocimientos ancestrales de estas poblaciones, con aspectos muy valiosos e importantes, como las parteras tradicionales indígenas.
Nivel regional
El investigador mencionó que se debe destacar que el programa IMSS Bienestar tiene muchos beneficios y ventajas, sin embargo, tiene el defecto que son políticas nacionales, pero se debe considerar que lo que funciona en Chihuahua no funciona en Chiapas, porque los contextos son diferentes.
“Para empezar, en Tuxtla Gutiérrez la proporción de habitantes indígenas va a ser baja, no sería ni el 10 %, mientras que en Los Altos hay comunidades con el 98 % de población indígena, ese debe ser un reconocimiento en las políticas públicas, también analizar como están distribuidas las unidades de salud”, dijo.
En algunos casos las unidades de salud no corresponden a las zonas geográficas donde están, por ejemplo, una en la Costa y otra en la Selva, son muy parecidas, cuando las condiciones son diferentes, hay diferentes tipos de padecimientos. No se trata de tener indicadores que se deban cumplir a rajatabla.
El modelo mexicano debería ser menos medicalizado y más de tipo comunitario, menos clínico, apostándole mucho a la prevención, que debe enfocarse en las comunidades, pero no solo a través de promotores de salud.
Entre los días 24 y 27 de septiembre de 2024 en las inmediaciones de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)-Iztapalapa y el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se llevaron a cabo jornadas de diálogos y colaboración institucional. La herencia oculta convocó a personas que trabajan temas de movilidad, migración y fronteras procedentes de El Colegio de la Frontera SUR (ECOSUR), el Colegio de la Frontera Norte (COLEF), la UAM-I, el Colectivo Mi Valedor, la Colectiva Cartográfica de los Surestes Globales, el Laboratorio de Intervenciones Transfronterizas y de la UNAM. Esta primera parte brinda una breve relatoría del trabajo realizado en torno a tres de cuatro días de discusiones, presentaciones y actividades. En la segunda parte de este texto se presentará la continuación de esta relatoría con el cuarto día del evento y culminará con algunas reflexiones, críticas y notas.
Las jornadas estuvieron acompañadas por personas que estudian licenciatura, maestría y doctorado, además de investigadoras, directoras y coordinadoras de seminarios, carreras e institutos. La necesidad por un espacio transversal, cruzado por edades, geografías, géneros y generaciones fue prioritario. Son tres los ejes de este encuentro: tejer redes entre fronteras de todo tipo, compartir metodologías de frontera y discutir-compartir conocimiento.
Cruzar la línea, de distintos niveles fue el espíritu que rondó las aulas, los pasillos y lugares comunes. Comunión entre instituciones, personas y dilemas. La frontera entendida como algo más que una línea, permite observar las diferencias y similitudes existentes entre yo y el otro. Metodologías diversas en torno al estudio de más migraciones se volvió prioritario como columna vertebral del evento. Lo aprendido-enseñado se compartió más allá de los conocimientos, entre sentires y experiencias que problematizan el quehacer de la y el científico social.
La inauguración se llevó a cabo por Marcela Amaro directora del IIS, Rocío Gil Departamento de Antropología de la UAM-I y Adrián Hernández jefe del Departamento de Sociología de la UAM-I. El primer día, martes 24 de septiembre, se hizo un encuadre-retrospectiva de la primera edición. Se converso de manera colectiva el tema de la fronterización y la frontera más allá de una línea divisoria y la necesidad por abordarla desde distintas disciplinas. Otro eje fue la complejización de la palabra movimiento a través de algunas nociones del vórtice (Prieto Díaz, 2021), de la auto etnografía (Luna, 2024) y del recorrer la frontera. Se abrazó a la historia como una herramienta fundamental para comprender la organización del poder en la frontera sur y la organización de la movilidad. Posteriormente, Iván Porras presentó un cortometraje que aborda el tema de los barberos en Tapachula (ECOSUR, 2022), lo que nos aproxima a una reflexión estética de expresiones migratorias y fronterizas. Además, se expresó la necesidad por construir protocolos para abordar el campo en procesos de riesgo
El segundo día se acompañó por un taller que analizaba los mitos y realidades en torno a frases como “México es clasista, en México no hay racismo” o “Los migrantes son buenos para trabajar”. La actividad permitió cuestionar distintos preceptos sociales sobre las personas en proceso de movilidad y sus lugares de cruce y acogida a través de una dimensión racial a recordar en el quehacer científico de manera cotidiana. Además, la presencia de Mi Valedor como una asociación que brinda apoyo a personas en situación de calle y a personas migrantes cataliza su presentación con el libro de David Maradiaga Vázquez titulado “Un migrante de Honduras”.
En el tercer día, Sergio Prieto, presentó las venas del control fronterizo como un proceso histórico. El tren y los caminos como otros espacios de frontera, de borde y grieta colonial para la dispuesta del poder. Su participación alude a comprender la frontera como un proceso dinámico con historicidad. También, compartió la importancia de mirar mapas estéticos, cartográficos y de dominación por parte de Estados Unidos, Europa y el Estado mexicano. Elaboró una invitación a observar desde otras propuestas la idea del vórtice, movimiento de actores, de estructuras, pero también de ideas y conceptos preconcebidos. Iván Porras Salas, analizó los cambios en la frontera sur en un contexto de disputa del crimen. Está disputa como un juego serio entre la contención, la ralentización y las estrategias de movimiento. Los caminos y sobre todo los caminantes como algo que modifican el espacio. Además, recordó la compleja articulación de redes y vías se vuelcan que triangulan con el tema de las remesas, la «profesionalización del coyote a través de la venta de paquetes turísticos». Luciana Gandini como Coordinadora del Seminario Universitario de Estudios sobre Desplazamiento Interno, Migración, Exilio y Repatriación (SUDIMER) aludió a cuatro ejes del concepto de externalización y como los estudios que se llevan a cabo en ECOSUR abonan a comprender más allá de este concepto. Las investigaciones de Iván Porras y Sergio Prieto rompen con la idea de un interno-externo de la externalización lo que elude la idea de un pensamiento dicotómico La segunda limitación de la externalización es la ruptura del supuesto de unidireccionalidad, no sólo Estados Unidos y la Unión Europa externalizan. En tercer lugar, la externalización atiende a una mirada pasiva de los países externalizados en dónde se cree que los países hacia dónde se despliega la externalización son entes pasivos que nada tienen. En cuarto y último punto, en el papel de las relaciones internacionales no tiene sentido el externo y lo interno. La idea de estudiar los caminos y los caminantes permite comprender que hay procesos de fronterizacion y desfronterizacion todo el tiempo.
La disminución de las poblaciones de abejas debido a factores como la pérdida de hábitat, el uso de pesticidas y el cambio climático es una preocupación global, ya que su desaparición tendría consecuencias devastadoras para los ecosistemas y la seguridad alimentaria.
Daniel Sánchez Guillen, investigador del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Unidad Tapachula, comentó que hay acciones que podemos hacer como individuos y sociedad para ayudar a la conservación de las abejas, las cuales juegan un papel crucial en el ecosistema debido a su función como polinizadores.
Estos insectos son responsables de la polinización de aproximadamente el 75 % de las plantas con flores y el 35 % de los cultivos alimentarios a nivel mundial. Sin ellas muchas plantas no podrían reproducirse, lo que afectaría la producción de alimentos y la biodiversidad.
Efecto
Al polinizar una gran variedad de flora, las abejas ayudan a mantener la diversidad de especies vegetales. Esto, a su vez, sostiene a otros organismos que dependen de estas plantas para alimentarse y refugiarse.
Las abejas contribuyen directamente a la producción de frutas, verduras, nueces y semillas. Sin su labor, la disponibilidad y variedad de estos alimentos se vería seriamente comprometida.
No todas las abejas son sociales, ni todas producen miel, de las 20 mil especies que existen en el mundo agrupadas en siete familias, alrededor del cuatro por ciento son sociales, es decir, viven en compañía de otros miembros de su especie con los que cooperan.
Pese a la diversidad, estos insectos están en peligro debido a diversas actividades humanas, pero hay acciones que se pueden hacer para su protección, como conocer su conducta, saber que no pican si no es por defensa, no matarlas, ayudar a su alimentación y reproducción con orientación adecuada.
Utilizar productos para cultivos ecológicamente responsables, no químicos, reforestar, sembrar especies vegetales nativas en casa, conservar nuestros jardines, etc,.
El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) abrió recientemente las convocatorias para el ingreso a su Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural y al Doctorado en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable.
ECOSUR se encuentra ubicado en una región particular y peculiar -la frontera sur de México, área limítrofe con Centroamérica y el Caribe- por lo que las y los estudiantes tienen la posibilidad de elegir una gran diversidad de temas y áreas de estudio.
Ambos programas están orientados a la investigación científica y tienen carácter multidisciplinario al integrar las ciencias sociales, humanas y naturales. Se imparten de manera simultáneamente en las cinco unidades -Campeche, Chetumal, San Cristóbal de Las Casas, Tapachula y Villahermosa- y facilitan la movilidad para que las y los estudiantes tomen los cursos de interés que se ofrecen en las distintas sedes.
La maestría cuenta con ocho orientaciones: Agricultura, Sociedad y Ambiente; Biotecnología Ambiental; Ciencias de la Sustentabilidad; Ecología de Artrópodos y Manejo de Plagas; Ecología y Sistemática; Estudios de Sociedad y Cultura; Salud, Equidad y Sustentabilidad; Manejo y Conservación de Recursos Naturales. El programa es de tiempo completo, con una duración de dos años, incluido el trabajo de tesis, en los que se cubren 132 créditos.