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Ecosur en la 22ª Semana Nacional de Ciencia y Tecnología del Conacyt

Ecosur estuvo presente en la 22ª Semana Nacional de Ciencia y Tecnología del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), realizada del 7 al 13 de noviembre, en el zócalo de la Ciudad de México, con el objetivo de promover la ciencia, la tecnología e innovación y proyectarlas como pilares fundamentales para el desarrollo económico, cultural y social de nuestro país.

Ecosur formó parte del pabellón del Sistema de Centros Conacyt, en el que se llevó a cabo la exposición fotográfica “Instrumentos de Ciencia”, que mostró algunas de las herramientas que utilizan las y los científicos para realizar investigación, y que fue el escenario de diversos talleres que ofreció personal de los centros Conacyt.

Personal académico de Ecosur participó con tres talleres didácticos en este evento que congregó a miles de personas: El mar Caribe en tierra: biólogo marino por un día; El mundo de las abejas–taxonomía didáctica; y Cultivo sustentable y restauración de poblaciones de orquídeas epífitas en el sureste de México.

Las actividades del taller El Mar Caribe en tierra: biólogo marino por un día, estuvieron a cargo de la oceanóloga Angélica Ramírez González, las biólogas marinas Suleyma Sánchez Hernández y Rebeca Meléndez Rosas, técnica y estudiantes, del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática, y el psicólogo Enrique Sosa, colaborador de Ecosur, quienes hablaron de la importancia que tienen los tiburones y los arrecifes coralinos en el ecosistema marino, e hicieron demostraciones del funcionamiento del equipo de buceo que un biólogo marino utiliza para realizar la observación e identificación de especies arrecifales.

En el taller El mundo de las abejas-taxonomía didáctica, realizado por Thomas Gruber, colaborador del equipo de abejas del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente, los participantes pudieron observar el cajón demostrativo de la colección de abejas nativas de Ecosur y apreciaron la importancia del oficio del taxónomo. Posteriormente, observaron en microscopio algunas especies nativas de México y al finalizar realizaron una práctica didáctica que consistió en pintar y armar una abeja nativa, la cual pudieron conservar como recuerdo de su participación. Este taller interactivo respondió a la necesidad de dar a conocer y difundir el mundo de las abejas nativas para que las personas puedan conocer la biodiversidad que tenemos en México a nivel polinizadores y ecosistemas, y tomar conciencia de su conservación.

El taller de Cultivo sustentable y restauración de poblaciones de orquídeas epífitas en el sureste de México, estuvo a cargo de la doctora Anne Damon, investigadora del Departamento de Conservación de la Biodiversidad, quien expuso a los asistentes sobre temas de conservación y cultivo sustentable de orquídeas, abejas y polinización, así como la importancia del tema ecológico y de educación ambiental para la sociedad en general y en especial a niños y jóvenes.

La doctora Damon destacó que los temas presentados por Ecosur en este magno evento fueron de gran trascendencia, ya que ocurrieron en medio de talleres relacionados con tecnologías basadas en la luz y mecatrónica, y es necesario destacar la importancia del mundo natural, dentro de todos los avances tecnológicos que se han alcanzado.

El desarrollo de estas actividades se llevaron a cabo gracias a la coordinación de Laura Carrillo Bibriezca, del Departamento de Sistemática y Ecología Acuática, a través del Laboratorio de Oceanografía Ecosur; Rémy Vandame, del Equipo de abejas del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente; Anne Damon, del Departamento de Conservación de la Biodiversidad; Magdalena Jiménez, jefa del Departamento de Difusión de Ecosur y Flor Arballo Alejandre, responsable de CADI (Consejo Asesor de Divulgación, Comunicación y Relaciones Públicas de los centros Conacyt).

Incide Ecosur en el fortalecimiento de la cafeticultura chiapaneca y nacional

Como parte de los convenios de trabajo entre El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), el Instituto del Café de Chiapas (INCAFECH) y organizaciones de productores de café, como la Federación Indígena Ecológica de Chiapas (FIECH), se llevó a cabo el Foro Estatal de Innovación y Transferencia de Tecnología para el fortalecimiento del Café de Chiapas, el 29 de octubre, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

El objetivo de este foro fue generar un documento rector para el diseño, construcción y puesta en marcha del Centro de Innovación y Transferencia de Tecnología sobre la Cafeticultura en Chiapas, proyecto financiado por Fondos Mixtos (FOMIX) del CONACYT y el gobierno del estado de Chiapas.

Asistieron más de 120 personas de instituciones de gobierno, academia y miembros de asociaciones de cafeticultores, quienes participaron con ponencias, presentaciones y mesas de trabajo en torno a la situación actual del sector, su problemática y fortalecimiento a través de la innovación y la transferencia de tecnología.

Ecosur participa de manera sostenida desde hace más de una década en investigación, desarrollo e innovación en la cafeticultura chiapaneca y nacional a través del trabajo multidisciplinario del Grupo de Investigación de Ecosur para las Zonas Cafetaleras (GIEZCA), el cual ha aportado soluciones y oportunidades para control biológico de broca y roya —esta última en fase de prueba con productores—, diversificación productiva, identificación y cuantificación de servicios ambientales, aplicaciones de automatización del proceso de control interno de las organizaciones con sello orgánico, entre otras.

Durante el foro, los integrantes del GIEZCA participaron en las mesas de investigación, calidad, procesamiento y producción. En la mesa de investigación se destacó la necesidad de una afluencia de recursos del gobierno de Chiapas frente a lo que puede aportar la federación, así como el trabajo coordinado entre las instituciones de investigación del estado y el país.

“Siendo el café el principal producto agrícola del estado, se puntualiza la necesidad de que el gobierno estatal establezca una bolsa de recursos que vaya más allá de esta administración, que permita tener recursos continuos para el trabajo en investigación, desarrollo e innovación en la cafeticultura”, indicó finalmente Balente Herrera, coordinador del GIEZCA.

Llevan conocimiento de los Códigos de Barra de la Vida a estudiantes

Conocer las especies es algo así como el santo grial de la biología moderna, pues cada una —ya sea animal, planta u hongo— representa un tesoro en sí misma y, además de jugar un papel fundamental en el ecosistema en que se encuentra, se puede aprovechar de manera racional. En otras palabras, tenemos un tesoro que no conocemos, pues a la fecha ni siquiera sabemos cuántas especies existen en nuestro planeta ni en nuestro país, que ocupa el 4° lugar a escala mundial como región megadiversa.

Con la finalidad de conocer la biodiversidad de nuestro planeta y crear una biblioteca que nos sirva para identificar a cada especie animal, planta u hongo, hace cinco años se creó, a escala global, el megaproyecto “Códigos de Barras de la Vida” (iBOL, por sus siglas en inglés).

En el ADN está escrita toda la información de cada ser vivo y su huella única, que se encuentra arreglada en genes, que a su vez codifican a todas las proteínas que conforman nuestro cuerpo.

Para identificar una especie, es necesario secuenciar un gen, que siempre será el mismo. Por ejemplo, para los animales se utiliza un gen que codifica una proteína (enzima) de la cadena respiratoria, que se llama Citocromo Oxidasa I y se abrevia como COI o CO1 o COX1. Curiosamente el ADN para este gen no se encuentra en el núcleo de la célula, sino en la mitocondria, que es la encargada de la respiración y de proporcionar energía a la maquinaria celular. Este ADN extra-nuclear es producto de la herencia ancestral en que una bacteria y una célula se asociaron para tener un mutuo beneficio. Actualmente las mitocondrias solo existen dentro de las células de los seres vivos.

El COI permite identificar a todos los animales de nuestro planeta y es el principio en que se basan los llamados Códigos de barras de la vida. Este conocimiento tiene un universo de aplicaciones que escapa a nuestra imaginación, puede servir para saber qué estamos comiendo, de qué están hechos muchos objetos, qué tipos de aves se impactan en aviones, qué hay en una bolsita de té y mil cosas más, además de qué se está revolucionando la ciencia de la Ecología, al poder conocer de manera acertada cómo se dan las interacciones entre las distintas especies.

En el marco de este megaproyecto, Martha Valdez y Manuel Elías Gutiérrez, investigadores, y Arely Matínez, técnica académica, de la Unidad Chetumal, desarrollaron un laboratorio portátil denominado el Maletín científico de Ecosur. Con esta herramienta, estudiantes de bachillerato y de los primeros semestres de licenciatura realizan análisis moleculares de la misma forma que lo hacen los investigadores, con base en protocolos sencillos y eficaces, que se han implementado en el nodo Chetumal de la Red Códigos de Barras de la Vida en México (Mexbol, www.mexbol.org).

Las y los estudiantes pueden aislar el ADN de un animal, como un insecto o un pez, amplificar miles de veces el gen que codifica para el COI y revisar si su amplificación funcionó. Más tarde, este amplificado podrá ser secuenciado y de esta forma tendrán la oportunidad de trabajar con la base de la vida en nuestro planeta: el ADN o ácido desoxirribonucleico y manejar una aplicación práctica, que es la identificación de un animal con el fragmento trabajado.

De esta forma, quienes obtengan amplificados del gen mitocondrial COI (Citocromo Oxidasa I) pueden conocer el manejo y gran potencial que tiene la base de datos www.boldsystems.org que se está generando con el proyecto de Códigos de Barra de la Vida a escala mundial.

Adicionalmente, los estudiantes de bachillerato podrán someter proyectos en la página www.mexbol.org y el proyecto ganador se premiará con la oportunidad de utilizar el maletín para generar sus resultados.

Las actividades del Maletín científico de Ecosur ya se han llevado a cabo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Quintana Roo, y en las facultades de Biología de la Universidad del Mar, Oaxaca; la Universidad Autónoma de Nuevo León, en Monterrey; y la Universidad Autónoma de Baja California, en Ensenada. Mediante este proyecto, Ecosur espera motivar a estudiantes para que inicien una carrera científica y de esta forma apoyar al desarrollo de nuestro país.

Cabe destacar que la red Mexbol es apoyada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologia (Conacyt) y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

Maletín científico de Ecosur