Tania Cruz Salazar.
Mujer es ser cuerpo, identidad, diversidad, memoria, política, desventaja, defensa,
trabajo, abuso, transgresión, movilización, creación, música, colores, significados…
La pluralidad de rostros, figuras, sensaciones, gestos y tonalidades de las mujeres que
viven en la frontera sur de México es presentada en esta serie fotográfica que nos
invita a ver cómo caminan, luchan, sienten, juegan, crecen y sonríen.
A través de estas imágenes podemos ver a las recién nacidas, las niñas tojolabales, las
chicas rurales, las jóvenes artesanas hasta las señoras cafetaleras, agricultoras,
costureras, así como a las ancianas comerciantes, quienes muestran sus fronteras
corporales y sus biografías tatuadas por los diferenciales de poder, dominación y
sujeción; todas operando al unísono.
Estas instantáneas ‘atrapan’ historias sin fragmentos, tiempos encarnados por
mujeres del sureste mexicano. Son realidades emplazadas en espacios específicos,
todas con entramados complejos; relaciones familiares, económicas y territoriales
claramente visibles.
La frontera sur de México es habitada por mujeres en edad productiva y reproductiva
que enfrentan condiciones de desventaja y desigualdad que las vulneran y las
violentan. Las sobrecargas laborales, la no remuneración del trabajo doméstico y de
cuidado que desempeñan son realidades aún muy presentes. Ante dichos escenarios
estas fotos nos muestran una simultaneidad de opresiones propias del contexto
fronterizo y colonial, como son las opresiones por etnia, sexo, sexualidad, clase, edad y
nacionalidad.
El 8 de marzo de 1911 murieron 123 mujeres jóvenes inmigrantes quienes trabajaban
en la fábrica de camisas Triangle Waist Company. Cuatro condiciones de opresión que
se evidenciaron en aquel entonces: el género, la juventud, la extranjería, la laboral.