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La producción del café se hace desde el corazón

Artículo de divulgación

La producción del café se hace desde el corazón

4 enero, 2024

Convocatoria cerrada
José Francisco Hernández Ruiz

jfhernan@ecosur.mx

A escala mundial, después del agua, el café se ha convertido en la bebida con mayor demanda: todos los días se consumen aproximadamente 3,000 millones de tazas en el mundo

JOSÉ FRANCISCO HERNÁNDEZ RUIZ *

El café, un cultivo estratégico en México

Hace unas semanas visité a Don Alonso para conocer la parcela donde cultiva café de las variedades árabe y caturra. En este lugar hay una vegetación abundante, se escucha el canto relajante de los pájaros y se respira aire fresco. En el trayecto de su casa a la parcela platicamos sobre el café, esta bebida aromática que se ha hecho popular en países que antes consumían té, y que ahora se bebe en todo el mundo.

Durante el recorrido se pueden apreciar parcelas con plantas de café, las grandes parece que buscan los rayos del sol mientras que las pequeñas se esconden de los transeúntes. Todas las plantas tienen frutos rojos, amarillos y verdes que, a decir de Alonso, son los colores que indican que está muy próxima la cosecha, hecho que representa todo un acontecimiento para las cuadrillas de mujeres y hombres que lo cortan.

A escala mundial, después del agua, el café se ha convertido en la bebida con mayor demanda: todos los días se consumen aproximadamente 3,000 millones de tazas en el mundo. En México es un cultivo estratégico que emplea a más de 500 mil personas productoras de 15 entidades y 480 municipios. En el sur del país, Chiapas lidera la producción con una aportación del 41.0% del volumen nacional.

Según datos de Statista, las empresas Starbucks, Italian Coffe, XKMEX y Herdez encabezan su comercialización. No es casual que la producción en México para el periodo 2022-2023 se proyectara en 3.84 millones de sacos destinados a cubrir las necesidades del 54% de los estadounidenses

La parcela de café de Alonso

Enclavada entre montañas verdes en la localidad de Kulaktik del municipio de Tenejapa, Chiapas, se ubica la pequeña parcela de Alonso. Tiene cultivadas 1400 plantas de café de la variedad árabe, con semillas que obtuvo de la parcela de su padre. Estas plantas predominan sobre otras, como la caturra, de la cual tiene 200 plantas. Alonso produce un café considerado de altura, bajo sombra y amigable con el medio ambiente.

En este espacio, como si estuviéramos en un museo, Alonso me invitó a realizar un recorrido. Me explicó que el tipo de sombra que utiliza para el cafetal es de árboles frutales, de los cuales obtiene frutos para su consumo. También me platicó de las fechas en que ha realizado diferentes actividades culturales, como la resiembra del café; me mostró las matas más longevas y productivas, y recordó los años en que la plaga de la roya azotó la región del Soconusco, Chiapas. Esta fue detectada por primera vez en dicha zona en 1981 y posteriormente en 2013, según datos de la Asociación Mexicana de Café provocó la pérdida del 45% de la producción en el Chiapas.

Después de este recorrido, sumamente ilustrativo, y de cortar algunas frutas, Alonso me invitó a disfrutar de unas memelitas de frijol y café de olla para continuar platicando sobre el café, su preciado bien.

Lugar de encuentros y desencuentros

Alonso se ha dedicado más de 30 años a producir café de altura y de calidad. Sin embargo, la vida en el cafetal no ha sido nada fácil, lo considera un lugar de encuentros y desencuentros.

Recuerda que el INMECAFE y otras dependencias gubernamentales enviaban a técnicos e ingenieros para capacitar a quienes se dedicaban al cultivo de estas plantas para incrementar la producción. Después llegaron académicos y organizaciones a compartir ideas y nuevos pensamientos para mejorar la comercialización. “Así llegan unos y se van otros”, me dijo.

Reconoce que los productores observan que las cafeterías obtienen ganancias inimaginables a costa del trabajo que realizan personas como él, que produce café con altos estándares de calidad. Él produce de manera orgánica, aunque no tenga una certificación como tal, y es productor independiente, lo cual valora porque está libre de restricciones y actúa según sus propios deseos, lo cual aprecia mucho.

Según él, el café es un elemento de envidia y crea enemistades entre los propios compañeros. Muchos critican su resistencia a pertenecer a una cooperativa y cambiar hacia un modelo orgánico impuesto, pero él no lo hace porque considera que las cooperativas funcionan como una camisa de fuerza al imponer estándares de calidad en grano y tasa, y porque los compradores que exigen este tipo de café se han convertido en los verdaderos coyotes de la producción.

“La parcela de café para nosotros es un lugar de trabajo, es un lugar donde también se construyen los sueños y esperanzas como mejorar las condiciones de vida de la familia. Lo más importante y lo primero que pensamos es mejorar nuestra vivienda y alimentación, también tenemos la esperanza que el precio del café mejore para que nuestras hijas e hijos puedan seguir estudiando una carrera para un futuro mejor”.

Lo que espera del café

Alonso considera que no dejará de producir café hasta que su corazón ya no tenga que dar más, porque para producir café hay que tener un buen corazón para que la persona que lo beba lo disfrute. Seguirá recorriendo el cafetal para escuchar y observar el movimiento de los árboles y el canto de los pájaros y disfrutar de la vida. Tiene el sueño de que su hijo mantenga la continuidad del cafetal, en una especie de relevo generacional, pero no sabe si eso pasara.

* Académico de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR)

jfhernan@aflores

TEXTO PUBLICADO EN https://www.cronica.com.mx/academia/produccion-cafe-corazon.html

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