Por: Abbdel Camargo Martínez, Cristina Isela Robledo Cossio

Se dice que en Tapachula todos somos transitorios, pues nuestra presencia tiene una temporalidad finita, como las aguas del río Cacahoatán que hacen parte del ser de la ciudad, pero cuyo flujo es perene.

Del mismo modo oriundos, visitantes y extranjeros convivimos a diario en esta ciudad tropical y la vamos “haciendo”. Este “hacer” cotidiano no está exento de tensiones, como con el agua del mismo río al chocar con alguna roca que, a veces, resulta un tanto violento. Así nos hemos ido adaptando a la ciudad y hacemos parte de su esencia y ritmo.

Un mural que muestra la identidad

El mural “donde estamos, todos somos”, que se ubica en las antiguas instalaciones de Pemex y fue creado del 29 de noviembre al 2 de diciembre de 2022, surgió como una iniciativa del Grupo de Migraciones y Procesos Transfronterizos de ECOSUR de la Unidad Tapachula, en colaboración con la Secretaría del Bienestar del gobierno federal a través del programa Emergencia Social y del Colectivo de artistas gráficos La Santísima de la Ciudad de Oaxaca.

Esta obra tiene la intención de establecer el vínculo cotidiano entre los habitantes de la ciudad y sus elementos naturales. Se pensó como una iniciativa gráfica que bosquejará algunos de los elementos centrales que dan cuerpo e identidad a la memoria del lugar con la diversa y compleja presencia de sus habitantes.

La descripción de imágenes

Aparecen el café, el mango y las aves de la región para recordar que la historia del lugar no se puede limitar con la frontera administrativa, sino que pertenecemos a un complejo cultural regional de una memoria mucho más larga. Aquí emerge el volcán Tacaná como viejo sabio, como el único testigo de todas nuestras existencias. La marimba es central en nuestra cultura local y sobre su ritmo todos los que aquí estamos hemos aprendido a danzar. Se reivindican a las personas y todos sus oficios y se crea un personaje para ello: el superbicicletero, que en su carro se lleva nuestros desechos y nuestras malas prácticas e intenciones. Por ello su vehículo es alado. También se establece una crítica social sobre el exilio y el desarraigo, que se representa con nuestras infancias que, a cuestas cargan parte de nuestro mundo. Finalmente, la gráfica muestra a la fauna mítica que nos traslada sobre sus lomos a nuestros hogares y a nuestros mundos, a veces corroídos y marchitos, pero siempre nuestros.

En la creación de esta obra gráfica participaron también académicos, estudiantes y posdoctorantes que realizaron estancias de investigación en la Unidad y que son sensibles con los procesos que acontecen en la ciudad. También colaboró un artista nicaragüense solicitante de refugio, así como habitantes de la ciudad interesados en un sentido estético de su entorno. La coordinación de la Unidad facilitó insumos materiales y hospedaje para los artistas visitantes.

El mural se plasmó en una de las arterias nodales de la ciudad que favorece su visibilidad, pues se encuentra en la pared exterior de las antiguas instalaciones de PEMEX, ubicadas sobre la avenida 4ta sur, y abarca cerca de 35 metros de longitud.

Esta actividad es una forma alternativa de comunicar los procesos socio-ecológicos cotidianos que vivimos en la zona a través del desarrollo de un sentido estético de su representación.