


A través de estudios de laboratorio se ha detectado en la miel pequeñas partículas de malation, espinosat, organoclorados, glifosato, entre otros
Investigadores de el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y la asociación de apicultores de Tapachula, advirtieron sobre la contaminación de miel con residuos de plaguicidas, como consecuencia del uso indiscriminado de agroquímicos en las actividades agrícolas en la región de Soconusco.
Daniel Sánchez Guillén, investigador titular en el Colegio de la Frontera Sur, dio a conocer que a través de estudios de laboratorio han encontrado partículas de malation, spinosad organoclorados, glifosato, entre otros, cuya situación es preocupante.
El entrevistado subrayó que los estudios fueron publicados en el 2018 y 2019, bajo los títulos “agriculture, ecosystems and environment” y “Organochlorine pesticides in Honey and pollen samples from managed colonies of the Honey bee apis mellifera linnaeus and the stingless bee scaptotrigona mexicana guerin from souther México” (Agricultura, ecosistemas y medio ambiente” y “Plaguicidas organoclorados en muestras de miel y polen de colonias manejadas de la abeja melífera apis mellifera linnaeus y la abeja sin aguijón scaptotrigona mexicana originaria del sur de México) que fueron publicadas a través del CONACYT.
Dijo que aunque en el Soconusco se promueve el consumo de miel orgánica en los municipios de la región, es prácticamente imposible producir miel 100 por ciento libre de contaminantes por agroquímicos, como herbicidas y plaguicidas.
Señaló que muchos apicultores promueven prácticas amigables con el medio ambiente en sus apiarios, esto no garantiza que la miel esté libre de partículas contaminantes, ya que las abejas salen a recolectar polen y néctar a una distancia de 3 kilómetros, cuyos lugares son fumigados con estos productos.
Indicó que la presencia de partículas de plaguicidas es inevitable, no solo en la miel sino en los demás productos alimenticios, pero lamentablemente no existe un laboratorio que determine si esas cantidades puedan dañar la salud o que esas partículas que si bien son detectadas en el laboratorio son metabolizadas por el organismo.
“Todo el uso excesivo de agro-tóxicos provoca la mortandad de insectos polinizadores, afectando no sólo la producción de miel; también, de forma paralela y silenciosa disminuye la producción natural de alimentos”, sostuvo.
Por su parte, Bernardo Pohlenz Krause, presidente de la Asociación de Apicultores de Tapachula, afirmó que es terrible lo que sucede con los pesticidas, cuya situación no solo provoca la contaminación de la miel, sino tambien de la comunidad de abejas, prueba de ello es que el año pasado hubo una enorme cantidad de abejas muertas por el uso indiscriminado de estos productos.
Puntualizó que en la zona no hay una institución fitosanitaria que analice las mieles, y eso es todavía más peligroso, ya que, no se sabe con exactitud el grado de contaminación química que tengan la miel de abeja que se cultiva.
“Aquí promovemos el consumo de miel orgánica, pero miel orgánica en la región es básicamente imposible encontrar por el uso indiscriminado de insecticidas. La miel de la zona seguramente está contaminada”, sostuvo.
Además, advirtió que se calcula que la producción de miel disminuyó un 30 por ciento y es cada vez más a medida que avanza el tiempo, debido al uso indiscriminado de químicos y a factores como el cambio climático exceso de lluvias y sequías intensas.
NOTA PUBLICADA EN: https://www.diariodelsur.com.mx/local/ecosur-abejas-miel-contaminada-uso-excesivo-de-plaguicidas-cambio-climatico-9621859.html
La comunidad de mujeres científicas de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) se unió a la conmemoración del amor y la amistad con la recomendación del libro “Las mujeres y las sombras del amor. De enamorarse como siempre a amar como nunca”, que invita al autoconocimiento y autocuidado de las mujeres.
Blanca Olivia Velázquez Torres y Georgina Sánchez Ramírez son las investigadoras de la Unidad San Cristóbal de Ecosur responsables de la autoría de este libro, “importantísimo aporte para las mujeres; este puede ser leer este libro, comprender este libro, que está escrito con mucho rigor científico, otra forma de concebir una relación”, dijo Velázquez Torres .
La temática es el amor romántico presentado como una construcción social, desde sus orígenes como invención del sistema capitalista, pero desde el contexto de la región, pues incluye testimonios de mujeres de esta entidad.
“Nos podemos ver muy identificadas en el libro, incluso hay un capítulo en el libro que se llama ‘Espejito, espejito’ que tiene toda la intención que las mujeres nos veamos reflejadas en las historias que están narradas en él”, agregó la investigadora.
Por su parte, Georgina Sánchez Ramírez, del departamento Salud Grupo Salud, Género y Desigualdad Social, destacó que “como buena obra científica feminista se empieza con un recorrido histórico, que eso hace el conocimiento, es muy situado de lo que estamos hablando, cómo surgió, cómo se construyó, por qué es un problema”.
Este amor romántico está mostrando desde hace tiempo en todas sus deficiencias, enfatizó Sánchez Ramírez, y no es una cosa menor que en una mala relación imperante donde hay un maltrato que puede resultar en feminicidio, ”que en este país no es un problema menor”.
Explicó que persiste la idea de que relacionarnos amorosamente es abandonarnos y no cuidarnos, por el contrario, se comienza a cuidar del otro; mientras a los varones no se les está educando de la misma forma. “Lo ideal sería es que tú me cuidas, yo te cuido y cada quien se cuida a sí mismo”.
NOTA PUBLICADA EN: https://www.cuartopoder.mx/chiapas/cientificas-feministas-escriben-sobre-el-amor/439351/
El colonialismo sigue influyendo fuertemente en la ornitología (el estudio de las aves), expresan 128 investigadoras e investigadores de Latinoamérica y el Caribe en dos artículos publicados recientemente en la prestigiosa revista Ornithological Applications y a los que se puede acceder de forma libre y gratuita.
Este grupo de especialistas —entre los que se encuentran profesores e investigadores de tres centros CONACyT (ECOSUR, INECOL y CICESE), seis universidades estatales y la UNAM— señalan que el colonialismo se manifiesta de numerosas maneras en el estudio y la conservación de las aves. Por ejemplo, muchas de las recomendaciones de cómo estudiar o conservar a las especies en América Latina vienen “desde afuera” sin consultar a especialistas locales, hecho que invisibiliza los conocimientos autóctonos de los pueblos originarios, de las comunidades campesinas y de la comunidad ornitológica de los lugares.
Otro ejemplo se muestra en los nombres de las aves. Los pueblos indígenas de América Latina tienden a nombrarlas por su comportamiento (por ejemplo, los tapacaminos de la familia Carimulgidae, que frecuentamente perchan en veredas o caminos), por sus vocalizaciones (“bien te veo”, Pitangus sulphratus, o “pijuy” o “pijuíl” Crotophaga sulcirostris) o la época del año en que están presentes (las migratorias, por ejemplo la “aguililla cuaresmera” Buteo swainsoni), lo que refleja tanto el conocimiento de su ecología o biología como un método inequívoco de identificación de las especies (sus vocalizaciones).
Aquellas con amplia distribución tienen una gran diversidad de nombres, por ejemplo, la pava moñuda o guan (Penelope purpurascens), es conocida también como pava cojolita, pava crestada, cojolite, ajolite, catita serrana, congona y chonche. En cambio, los nombres en inglés, y cada vez más sus traducciones en español, reflejan categorías taxonómicas amplias y a menudo ambiguas, como su ubicación geográfica general (por ejemplo “Sierra Madre sparrow” o “gorrión serrano” Xenospiza baileyi) o el aspecto de ejemplares de museo (“common yellowthroat” o “mascarita común”, Geothlypis trichas), que no siempre son útiles y que incluso pueden confundir para la identificación en campo.
Los autores y autoras de los artículos, también exponen que el actual sistema de valoración de las contribuciones científicas perpetúa prácticas colonialistas ampliamente extendidas porque utiliza criterios restrictivos —y sesgados hacia el norte— para evaluar la “importancia” y la “novedad” de la investigación. “Aquí en América Latina, en vez de evaluar cuánto aporta un proyecto para conocer y conservar las aves de nuestros países, nos enfocamos en contabilizar el número de artículos que salen en revistas prestigiosas de países ricos, revistas que responden a los intereses y los mercados extranjeros”, explica Ernesto Ruelas Inzunza, uno de los autores y profesor de la Universidad Veracruzana en México.
La hegemonía del inglés, indican los autores, invisibiliza los saberes publicados en los idiomas hablados en Latinoamérica y el Caribe. Le da ventaja, dentro del sistema, a las personas que pudieron pagar costosas escuelas bilingües o clases particulares y perjudica principalmente a investigadores, estudiantes y técnicos que no tuvieron las mismas posibilidades, por lo que el propio sistema circunscribe la producción y acceso al conocimiento a solo una parte de la población, perpetuando inequidades y empobreciendo la ornitología.
Los artículos proponen que los investigadores del Norte Global que realicen estudios en Latinoamérica y el Caribe no solamente obtengan los datos de campo sino que participen en colaboraciones más equitativas, que beneficien a todas las personas involucradas. Piden a toda la comunidad científica a advertir, cuestionar e interrumpir los sistemas que perpetúan las jerarquías de clase, raza, género y geografía en la producción y acceso al conocimiento.
Una de sus recomendaciones es que las instituciones en América Latina financien directamente las revistas regionales y nacionales, brindándoles recursos para implementar y mantener el modelo de Acceso Abierto Diamante, que permite que no se cobre por publicar y que se pueda acceder gratuitamente al conocimiento, en lugar de invertir dinero en pagar las cuotas que cobran las editoriales comerciales. Asimismo, que las instituciones que evalúan el desempeño académico reconozcan el mérito de publicar en revistas nacionales en español de la misma manera que la publicación en revistas internacionales en inglés.
Los artículos también proponen recompensar más a las colaboraciones equitativas y éticamente transparentes y valorar los trabajos con liderazgo compartido. Enfatizan, especialmente, que las personas marginadas dentro de sus propios países ―las mujeres negras e indígenas, las personas trans, las discapacitadas, y las que provienen de entornos familiares y comunidades empobrecidas― deberían participar en el diseño de nuevas políticas científicas y de conservación e idealmente liderarlas.
Las dos publicaciones (Soares et al. 2023, Ruelas Inzunza et al. 2023) comenzaron a gestarse en 2020 como resultado de un proceso de reflexión colectiva sobre los conceptos y la narrativa vertidos en un volumen especial de Ornithological Applications y Ornithology en el que se ofrece una “hoja de ruta” para la Ornitología Neotropical desde una visión sesgada por la lente del Norte Global.
A partir de las discusiones iniciales en pequeños grupos y en redes sociales, se formó un equipo que fue creciendo durante la pandemia hasta incluir a 128 personas de 91 instituciones en 20 países de las Américas. Este grupo tiene una amplia diversidad, e incluye naturalistas, guardaparques, estudiantes y profesores que investigan diversas áreas relacionadas con las aves y que aportaron miradas desde la paleontología, la evolución, la biología de la conservación y la historia natural, entre muchas otras disciplinas.
Los artículos se pueden consultar en:
Soares et al. 2023. Neotropical ornithology: Reckoning with historical assumptions, removing systemic barriers, and reimagining the future. Ornithological Applications. https://doi.org/10.1093/ornithapp/duac046
Ruelas Inzunza et al. 2023. How to include and recognize the work of ornithologists based in the Neotropics: 14 actions for Ornithological Applications, Ornithology, and other global-scope journals. Ornithological Applications. https://doi.org/10.1093/ornithapp/duac047
Para más información contactar a Paula Enriquez (penrique@ecosur.mx) y Jorge Correa (jcorrea@ecosur.mx)
El auge de las barberías en Tapachula es relativamente reciente, comenzó a aparecer desde hace cuatro o cinco años en diversos puntos de la ciudad. Estratificados por nacionalidad, barberos van y vienen por dos o tres meses mientras se resuelve su situación migratoria y continúan su viaje hacia el “sueño americano”.
El investigador del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Iván Francisco Porras Gómez, presentó la investigación “Entre la estética y la migración. Las barberías en Tapachula”, durante la jornada posdoctoral “Fronteras en movimiento” del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur (Cimsur) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Explicó que las barberías comienzan a vislumbrarse como un espacio de “anclaje temporal” y que muchos de estos espacios están en las zonas y calles del centro de la ciudad, las cuales se van distinguiendo una de otra de acuerdo a la nacionalidad.
“Encontramos barberías exclusivas para la población haitiana, y nos explicaban que no todos saben manejar el tipo de cabello que tienen; actualmente se buscan más a los barberos cubanos y venezolanos por los estilos dominicanos que ellos manejan”, detalló.
Las barberías están reconfigurándose, pues ahora es común ver cómo los “pequeños espacios o nichos” donde se espera el trámite migratorio, también fungen como espacios laborales y de ocio.
“Los cuartos que habitan los migrantes son pequeños, y con el calor y la humedad en Tapachula, muchos de ellos dicen que prefieren buscar un trabajo, salir y regresar nada más a dormir o descansar, ya que al esperar caen en depresión o se les hace más larga la espera”, expuso.
Sincretismo social
Las barberías forjan las redes migratorias, ya que en estas se construyen formas de ser, estar y habitar la ciudad, es decir, la comunidad migrante se apoya y crea oportunidades de trabajo para los paisanos de donde se valen para pagar las rentas y comidas durante su estancia.
“En uno de nuestros recorridos conocimos al ‘Jefe’, dueño de una barbería, quien comenta que es originario de El Salvador y que lleva varios años en Tapachula visibilizando el trabajo estético de las personas en movilidad. Él da lugar a barberos de su país, de Cuba, Guatemala y a una joven que se dedica a poner uñas”, narró.
Sobre la infraestructura, el investigador relató que es marcada, ya que los haitianos tienen formas austeras pero con un estilo que los paisanos identifican; otras nacionalidades mantienen diseños particulares, incluso parecidas a las barberías de Estados Unidos.
En todas predomina el ruido de las máquinas, paredes repletas de diseños de cortes actuales, suena fuerte el reggaetón y las pláticas “que se dan con normalidad”, con un costo promedio de 60 a 150 pesos, dependiendo el corte.
NOTA PUBLICADA EN: https://www.cuartopoder.mx/chiapas/barberias-el-puente-laboral-de-la-migracion/439124/