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El maíz en México: la planta que migró al sureste

*Alba González Jácome Profesora Visitante del Departamento de Agroecología de la Universidad Autónoma Chapingo e Investigadora Emérita del S.N.I. gonzalez.jacome@yahoo.com **Ramón Mariaca Méndez Investigador Titular de El Colegio de la Frontera Sur rmariaca@aflores

Al comenzar a sembrar y cosechar semillas de maíz, junto con otras plantas como calabazas, chiles, guajes, frijoles, amarantos, ciruela mexicana, entre otras, se produjo un incremento relativamente lento pero progresivo en el tamaño de las mazorcas y de sus granos, al grado de poder comenzar a molerse para generar harinas.

Las evidencias arqueobotánicas actuales, indican que el maíz inició un largo viaje al sureste de lo que hoy es México, acompañando a grupos de cazadores-recolectores e incipientes cultivadores desde la cuenca media del Río Balsas -donde se originó-, mutando de la combinación entre el teocinte (var. parviglumis) y el maíz (Zea), aportando algunos elementos alimenticios que se consumían hervidos y la savia dulce de sus tallos jóvenes.

Hace unos 8,890 años AP (La abreviatura AP refiere Antes del Presente año actual), los pobladores contaban con pequeñas mazorcas de pocos centímetros de largo, con un raquis (olote) delgado y pocos granos cubiertos por un pericarpio duro (glumen) que los cubrían casi por completo, dificultando su consumo humano. La selección de mazorcas y granos incrementó el tamaño de las mazorcas y del raquis, además de reducir el pericarpio que cubría los granos que se modificaron por la acción humana. Esta modificación facilitó el consumo del maíz, que también se fue adaptando a las condiciones de inclinación de los lugares, cercanía a fuentes de agua, humedad, tipo de suelos, temperaturas y otras condiciones de cultivo.

Su recorrido comenzó en la cuenca media del río Balsas, cerca de Iguala Guerrero, entre Teloloapan, Arcelia y Valle de Bravo, región cuya altitud va de los 900 a 1,400 msnm. Ahí en el abrigo rocoso de Xihuatoxtla, se descubrieron restos fosilizados de maíz, fechados en 8,890 años AP. De aquí el maíz se difundió poco a poco a los valles centrales de Oaxaca. En la Cueva Guilá Naquitz y el refugio rocoso Sylvia se encontraron varias plantas domesticadas y maíz con una antigüedad de 8,250 años AP. Al parecer de ahí se llevó maíz al Valle de Tehuacán, cuya datación en la cueva San Coxcatlán es de 7,310 años AP

Al comenzar a sembrar y cosechar semillas de maíz, junto con otras plantas como calabazas, chiles, guajes, frijoles, amarantos, ciruela mexicana, entre otras, se produjo un incremento relativamente lento pero progresivo en el tamaño de las mazorcas y de sus granos, al grado de poder comenzar a molerse para generar harinas. Ese inicio de su domesticación por el ser humano, también le quitó su capacidad de reproducirse por sí mismo, teniendo entonces sus nuevos cultivadores y cultivadoras, la responsabilidad de guardar semillas para ser sembradas en la próxima temporada de lluvia.

De esta forma, el maíz comenzó a viajar junto con pequeñas bandas de emigrantes al sur, a través de selvas bajas pasando de Oaxaca a territorios chiapanecos, habiéndose encontrado vestigios de plantas cultivadas –maíz principalmente- fechados alrededor de 6,400 años AP., según hallazgos arqueobotánicos, realizados en varios puntos del Soconusco y en el Tlacuachero, en el actual municipio de Acapetahua. De ahí la información arqueológica y paleobotánica indica que el maíz fue llevado a los Altos de Guatemala y fue descendiendo hasta el Petén guatemalteco y Belice donde llegó hace 5,575 años AP. También se han encontrado restos de polen muy antiguos en el oeste de Tabasco, en un sitio denominado San Andrés que data de hace 5,100 años AP. Asimismo viajó hacia Centro y Sur América donde hace 3,000 años ya estaba presente en Colombia y hace 2,700 años en el Perú.

Regresando al sureste de México, donde la población inicialmente se alimentaba de la cacería, la pesca y del consumo de frutales, raíces y tubérculos principalmente, se sabe que hacia el año 3,000 AP, comienzan a establecerse las primeras aldeas permanentes que con el paso de los años dieron lugar a grandes urbes durante el período formativo o preclásico, siendo San Lorenzo Tenochtitlan, en el sureste de Veracruz, el primer centro Olmeca importante durante el periodo Preclásico (3,500-2,900 AP); la primera ciudad maya, recientemente descubierta en 2017, fue Aguada Fénix en el municipio de Balancán, Tabasco y cuya antigüedad se ha fijado en el 3,000 AP. Después aparecieron otras importantes urbes como La Venta en el Tabasco Olmeca, Ceibal en el Petén Guatemalteco (2,400 AP – 1,800 AP), Cuello en Belice (2,900 AP) y Rosario Izapa, cercano a Tapachula y cuyo esplendor se dio entre 2,650 y 1,900 AP. Es obvio decir que estas ciudades fueron primero pequeños asentamientos cuya antigüedad se remontaba a varias centurias atrás.

Un aspecto que es de llamar la atención es que, siendo el maíz una planta llegada de afuera, desde tiempos muy tempranos se apoderó de la vida y corazón de los habitantes de estas zonas, al grado de convertirlo en una planta sagrada desde entonces. Esto lo sabemos porque en un sitio arqueológico del Petén guatemalteco llamado San Bartolo, al noreste de Tikal, se encontraron unos frescos o pinturas murales fechadas hace 2,100 años AP, donde entre otras cosas aparece el drama de Hu nal ye’ o Señor del maíz de la manera como unos 1,500 años después sería plasmado en el códice Dresde y el Popol Vuh y sigue vigente en la tradición oral de muchos pueblos de las alrededor de 32 lenguas mayas actuales ¡2,100 años después!

ARTÍCULO PUBLICADO EN: La Jornada del campo 19/10/24, Pag. 15

En 50 años Chiapas perdió 43% de bosques: investigador

Chiapas ha perdido en los últimos 50 años 43 por ciento de sus bosques, y a la fecha sólo 18 por ciento de la cobertura vegetal puede considerarse natural, afirmó Jorge León, investigador del Departamento de Conservación de la Biodiversidad en El Colegio de la Frontera Sur.

Es una severa crisis ambiental y se extrapola a zonas no tan diversas en México como bosques de pino, donde la devastación ha ido de la mano de la expansión urbana y de intereses de explotación forestal, agrícola y agropecuaria en general, sostuvo.

En el contexto del noveno Congreso Mexicano de Ecología, que se realizó esta semana, León indicó que en San Cristóbal se han perdido más de 50 por ciento de los manantiales de donde se surte de agua a la población.

Añadió que los ríos están contaminados, que las selvas, bosques y áreas que eran bellas y representativas de Chiapas, ahora están degradadas y la degeneración se expande.

En entrevista, expuso que todo ello, incluyendo la aniquilación de los humedales, es consecuencia de la sobrexplotación, invasión y poco control en los territorios.

Será difícil recuperarlos. A los pocos remanentes de humedales se les sigue presionado a través de construcciones, expansión urbana, del descontrol con respecto a la zonificación y protección de los mismos, no sólo es un problema ambiental, sino de planeación en la ciudad, expresó.

León explicó que el citado congreso reunió entre el 6 y 11 de octubre a más de mil 500 académicos y especialistas relacionados con aspectos ambientales y ecológicos nacionales y de otros países.

“Participaron actores de la sociedad civil y autoridades; fue una variedad que incluyó 43 simposios, con contenidos de hasta 350 ponencias, conversatorios, talleres, precongresos y cursos.

Hubo diversas actividades con la intención de construir puentes con la sociedad, pues se ha pretendido acercar a ella los conceptos, la parte teórica y todo lo relacionado con la crisis ambiental, señaló.

Este tipo de encuentros, dijo, son necesarios para llevar a la mesa de discusión temas importantes que tienen que ver con la pérdida de la biodiversidad, los problemas que están en el campo respecto a la producción de cultivos, la crisis del agua, así como aspectos que tienen que ver con el manejo de poblaciones de especies animales y vegetales.

NOTA PUBLICADA EN https://www.jornada.com.mx/2024/10/13/estados/021n2est

Capacitan a pescadores sobre importancia de los manglares

Investigadores de diferentes instituciones de educación superior e investigación y posgrados capacitaron a hombres y mujeres de la ranchería El Topón, en el municipio de Pijijiapan, dedicados principalmente a la pesca, en temas como cambio climático y conservación de manglares.

El taller “Sistemas de manglares ante el cambio climático: estrategias comunitarias para su conservación”, fue realizado con el objetivo de analizar de manera colectiva, conceptos, características y principales problemas que afectan a esta especie arbórea; discutir aspectos de gobernanza comunitaria, batimetría y ecología trófica.

Participaron 33 personas (23 hombres y 10 mujeres) de la Cooperativa Agostaderos de Topón, así como instituciones federales y municipales.

Fue organizado por Víctor Manuel Velázquez Durán, investigador posdoctoral del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Unidad Tapachula, y Raimunda Santana, del Instituto Trilhas de San Cristóbal de Las Casas.

Emilio Romero Berny, investigador del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), explicó cómo afecta la profundidad a la pesca y mostró, mediante ilustraciones, el ciclo de vida de los pargos y camarones en los manglares, zacates, arrecifes profundos y en el mar abierto.

Detalló el concepto de batimetría y sus usos en diferentes profundidades. Además, presentó un estudio realizado en el sistema de Carretas-Pereyra.

Jesús Manuel López Vila, investigador del Centro de Investigaciones Costeras-Laboratorio Interdisciplinario de Ecología Costera de la Unicach, Campus Tonalá, habló sobre la importancia de las lagunas costeras, el concepto de ecología trófica, y la medición y cuantificación de la alimentación de los animales.

Hizo referencia a los modelos tróficos, que son representaciones gráficas de fenómenos, sistemas o procesos que sirven para analizar, describir, explicar y simular su funcionamiento.

NOTA PUBLICADA EN https://www.cuartopoder.mx/chiapas/capacitan-a-pescadores-sobre-importancia-de-los-manglares/509550

Alistan Noveno Seminario Binacional México-Belice en Chetumal

Este miércoles 23 de octubre inicia el Noveno Seminario Binacional México-Belice con el tema “Desarrollo Sustentable en la Frontera México-Belice: Desafíos y Oportunidades”, en la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo (Uqroo) Campus Chetumal.

El Noveno Seminario Binacional México-Belice con el tema “Desarrollo Sustentable en la Frontera México-Belice: Desafíos y Oportunidades” es organizado por la Universidad de Belice (UB), la Embajada de México en Belice (Embamex), El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Chetumal y la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo (Uqroo).

El seminario se realizará del 23 al 25 de octubre de 2024 y arrancará con la conferencia magistral “A menos de seis años para alcanzar la meta de los ODS, ¿Dónde estamos y hacia dónde vamos?”, a cargo de Alejandro Collantes Chávez-Costa.

Los Seminarios Internacionales Belice-México representan una de las principales actividades académicas desarrolladas para fortalecer la cooperación, promover espacios de intercambio en educación, investigación y temas de interés entre ambos países.

El Noveno Seminario Binacional México-Belice con el tema “Desarrollo Sustentable en la Frontera México-Belice: Desafíos y Oportunidades”, busca desarrollar conocimiento con relación al impacto social, económico y medioambiental en la frontera de los dos países participantes.

En los tres días de trabajo se presentarán 26 ponencias que abordarán los temas de recursos naturales, biodiversidad y agua; la resiliencia al cambio climático, la sostenibilidad y desarrollo sustentable, así como reconocer, identificar y catalogar los impactos económicos, sociales y ecológicos del cambio climático con evaluaciones holísticas de la vulnerabilidad climática.

Desde 2016, el Seminario Binacional México-Belice se ha realizado anualmente, con excepción de 2020, a causa de la pandemia por Covid-19, y se han abordado temas de movilidad y conectividad, cooperación académica, desarrollo sustentable, el agua como recurso estratégico, el impacto de la pandemia del Covid-19 en México y Belice y el sistema de arrecife compartido.

NOTA PUBLICADA EN https://sipse.com/novedades/alistan-noveno-seminario-binacional-mexico-belice-en-chetumal-479481.html

Feminicidios y homicidios de mujeres en el sureste mexicano

Maritel Yanes Pérez y José Rogelio Naranjo García llevaron a cabo el pilotaje de los instrumentos dirigidos a familiares de víctimas de feminicidio, colectivos y asociaciones que trabajan el tema de investigación y a la población en general para conocer la percepción de la violencia feminicida en los estados de Tabasco, Quintana Roo, Chiapas, Campeche y Yucatán, en el marco del trabajo de campo del proyecto Feminicidios y homicidios de mujeres en el sureste mexicano.

Del 11 al 14 de septiembre se trabajó en los municipios de Cunduacán, Cárdenas, Paraíso y Tenosique del estado de Tabasco; y en el estado de Chiapas se visitó a los municipios de Palenque y Reforma. Del 17 al 21 de septiembre se aplicaron los instrumentos en los municipios de Ciudad del Carmen, Champotón y Campeche de dicha entidad. En el estado de Quintana Roo se trabajó en los municipios de Chetumal, Tulum y Playa del Carmen del 22 al 28 de septiembre.

En Chetumal, Quintana Roo, se sostuvo una reunión de trabajo con Ariadne Song del Colectivo Femenil Xtabay Quintana Roo, quien brindó las facilidades para conocer a familiares víctimas de violencia feminicida y compartió el difícil camino que ha tenido que recorrer como defensora de derechos humanos. En Playa del Carmen, se entabló una plática con Grisell Balderas, quien es una mujer activista contra de la violencia vicaria y con Alejandra Escobar González, directora general de Voz de Mujer Peninsular y presidenta de Voz de Mujer de Quintana Roo A.C.

Del 30 de septiembre al 02 de octubre, se trabajó nuevamente en el Estado de Chiapas en San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez en la aplicación y valoración de los instrumentos. Finalmente, del 09 al 16 de octubre, se realizó la aplicación de los instrumentos a través de entrevistas en el estado de Yucatán, en los municipios de  Mérida y Progreso, en donde además de la aplicación  de estos se tuvo la posibilidad de realizar una estancia de investigación en la Asociación Civil denominada Igualdad Sustantiva Yucatán, la cual es una asociación transfeminista yucateca interseccional que defiende y promueve los derechos sexuales y reproductivos y trabaja en la erradicación de la violencia feminicida y todas las modalidades de violencia, cuya presidenta es Kelly Ramírez Alpuche.

En dicha estancia de investigación se presentó el proyecto “Feminicidios y homicidios de mujeres en el sureste mexicano” y se recibió la visita de familiares de víctimas de violencia feminicida, quienes compartieron sus experiencias planteando lo importante que es prevenir, atender y visibilizar este tipo de violencia, que impacta directamente en la dinámica familiar de por vida.

El pilotaje de los instrumentos permitió entablar enlaces significativos con diversas asociaciones, colectivos y personalidades de cada región que trabajan el tema de violencia feminicida y violencia vicaria como antesala del feminicidio; dichos enlaces enriquecerán sustancialmente al proyecto de investigación.

Maíz nativo, en riesgo de desaparecer en Campeche por el poco interés de cultivarlo

El maíz es el alimento básico del pueblo de México, y en Campeche se han hallado más de 16 razas nativas en la última década, la más importante del país, pero varias han desaparecido y otras están en vías de extinción, pese a su mayor contenido nutricional y resistencia a la sequía que el ‘mejorado’, del que se han apropiado las grandes empresas.

De acuerdo con El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), investigadores han recorrido por más de 10 años muchas comunidades originarias de la zona norte del Estado, específicamente las aledañas a la Reserva de la Biósfera de Los Petenes, encontrando estas sorprendentes variedades del llamado ‘oro mexicano’.

No obstante, para este centro de investigación es ‘preocupante’ que algunas están a punto de desaparecer y otras están prácticamente extintas, como el Sak Wo’ Nal que se logró rescatar el año pasado en el municipio de Hecelchakán y fue llevado al banco de germoplasma del Centro de Investigación de la Península de Yucatán para su estudio.

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Otras variedades en peligro de extinción, son las llamadas Gallito Blanco y Amarillo, aunque esta última corre más peligro, ya que ha dejado de ser cultivada y producida por los hombres del campo en estas regiones.

Juan Manuel Paat Hernández, investigador de Ecosur, explicó que en Campeche existe el Éek’jub, que es una variedad de color que expresa muchas cualidades, entre ellas su pigmentación y tamaño, y que posee una importante cantidad de antioxidantes buenos para la salud humana.

Los maíces nativos -explicó- poseen muchas más propiedades que los mejorados, pero la modernización del campo vino a sustituirlos porque, supuestamente, son menos productivos, pero se adaptan más a las condiciones climáticas, a la sequía, a suelos no aptos para la agricultura, como los pedregosos, que abundan en la Península de Yucatán.

Algunos campesinos de la región norte de Campeche continúan cultivando los maíces nativos, pero solo para autoconsumo, conscientes de que poseen muchas propiedades benéficas para la salud, duran más tiempo almacenados, y son más resistentes a la sequía y a las plagas como el gorgojo, que acaba con los ‘híbridos’, que son la cruza de dos líneas puras del grano.

“Si el maíz es la alimentación del pueblo mexicano, hay que rescatarlo y preservarlo, con las políticas públicas del Gobierno Federal, porque tiene muchas cualidades para la salud, y no solo sirve para el consumo humano sino como alimento para animales, el rastrojo, inclusive, en una época fue la base de la economía de la familia maya y actualmente es complemento de los ingresos de la familia maya”, subrayó el investigador.

Nota publicada en: https://www.poresto.net/campeche/2024/10/18/maiz-nativo-en-riesgo-de-desaparecer-en-campeche-por-el-poco-interes-de-cultivarlo.html