el colegio de la frontera sur

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La escuela como oportunidad para una alimentación sana y culturalmente apropiada

Helda Morales Investigadora de El Colegio de la Frontera Sur, y maestras integrantes de la Red Chiapaneca de Huertos Educativos hmorales@www.ecosur.mx, Candelaria Hernández, Claire Morille, Carmen Ruth Ortiz, Verónica Peregrino, Ausencia Ruiz, Edith Santiz, Verónica Tamayo, Alba Zuñiga

 

La dieta mesoamericana, basada en productos de la milpa como el maíz, frijol, calabaza y quelites, es una dieta sana. Lamentablemente el racismo, que desprecia los sistemas de producción y alimentos indígenas, y la penetración de alimentos de la agroindustria están desplazando los alimentos tradicionales.

A nosotras nos preocupa cómo se están alimentando nuestros estudiantes y que se avergüencen de consumir alimentos indígenas. Reconocemos que la escuela es en gran parte responsable de ello. Es allí donde muchos empiezan a desarrollar el gusto por alimentos y bebidas altamente procesados.

Vemos que nuestro papel como docentes es fundamental para solucionar el problema y que el tema de la alimentación debe ser un eje transversal en nuestro sistema educativo. Por ello, junto con el equipo de Laboratorios para la Vida de El Colegio de la Frontera Sur y la Red Chiapaneca de Huertos Educativos, estamos desarrollando actividades para mejorar el sistema alimentario desde las escuelas.

Practicamos la investigación-acción participativa (IAP) para tener datos sobre la situación de la alimentación en nuestras escuelas, y junto con las familias y autoridades escolares pensamos en varias medidas a implementar:

“Realicé un diagnóstico para saber las preferencias de mis alumnos ante la comida, y regularmente anoto las observaciones en clase sobre sus desayunos.”

(Alba)

“Ellos mismos hicieron un cuestionario para preguntarle a las personas mayores”.

(Edith)

“Les entregué una carpeta individual con fotos de los alimentos que cada niño come. Solo elaboré unas preguntas, sin decir qué estaba bien o mal, y propicié la participación de las madres para que reflexionaran sobre lo que sus hijos consumen. A partir de esa reunión realizamos un plan de trabajo; todas fueron ideas de las madres.”.

(Ausencia)

A partir de esto, hemos desarrollado actividades que empatan el tema de la agroecología y la alimentación con las materias del plan de estudios:

“Hicimos un plato del buen comer y un plato del mal comer. Decidimos traer alimentos sanos y que se puedan conseguir en la comunidad”.

(Verónica A.)

“Construimos un horno de leña e iniciamos un taller de preparación de alimentos. Seguimos trabajando el huerto escolar de forma reflexiva y aprovechándolo como espacio científico. Analizamos el contenido de azúcar en diferentes bebidas en los temas de concentración, y revisamos etiquetas de polvos para preparar bebidas e investigamos sus ingredientes”.

(Carmen Ruth)

“Abrimos una cooperativa de venta de productos sanos en la escuela, que nació como sugerencia de los estudiantes cuando presentamos el diagnóstico”.

(Verónica T.)

“Hicimos ferias de alimentación y establecimos un mercadito con los productos del huerto. Los niños se han convertido en promotores de los huertos agroecológicos con sus familias”.

(Claire)

“Como directora busco apoyos para que haya agua para beber en las aulas; además estoy convenciendo a los profesores para lograr un eje que articule el currículo escolar con la alimentación de forma crítica.

(Cande)

“Una de las reglas es que en el salón pueden consumir pozol u otro alimento natural que hayan traído de casa”.

(Edith)

 

Estos testimonios de maestras comprometidas de las escuelas chiapanecas dan cuenta del gran poder que los y las docentes tenemos para resolver los problemas alimentarios que hoy agobian al mundo. No hemos llegado a imponer nuestras ideas de lo que debe ser una buena alimentación o no, sino que involucramos a las y los estudiantes y a sus familias en proyectos de investigación-acción participativa para que, con base en la evidencia, sean las personas afectadas las que encuentren estrategias para resolver los problemas de producción y consumo de alimentos.

Vemos con tristeza que nuestros esfuerzos no podrán ser lo común en las escuelas mexicanas si la SEP no toma medidas para proveer de agua potable, brindar desayunos escolares basados en la producción local agroecológica, además de lograr la permanencia y el arraigo de los profesores para conocer e involucrarse en proyectos a largo plazo en las comunidades.

Consideramos también que es necesaria la formación docente en temas de agroecología y soberanía alimentaria, pues son trascendentales para la salud y la vida.

El involucramiento de las familias es otro factor indispensable para planear una buena alimentación en las horas escolares, así como el impedir que la necesidad de las escuelas por recursos económicos se convierta en el detonador de la venta de comida chatarra•

Lamentablemente el racismo, que desprecia los sistemas de producción y alimentos indígenas, y la penetración de alimentos de la agroindustria están desplazando los alimentos tradicionales.

 

 

TEXTO PUBLICADO EN:

LA JORNADA DEL CAMPO:

https://www.jornada.com.mx/2020/10/17/delcampo/articulos/escuela-oportunidad.html

 

Entrevista a Saraí Miranda / Realidades y experiencias de las niñas, niños y jóvenes migrantes en la frontera sur de México

Les compartimos el diálogo con la Dra. Saraí Miranda, investigadora del Departamento Sociedad y Cultura de ECOSUR; con el tema: Realidades y experiencias de las niñas, niños y jóvenes migrantes en la frontera sur de México.
Enlace de acceso a la entrevista:

Podcast: “Roedores: Importancia de las ratas y ratones en el ecosistema”

Programa: Voces de la ciencia desde el sur

Participa: Jorge Eduardo Bolaños Citalán

Tema: Roedores: Importancia de las ratas y ratones en el ecosistema

Estación Radiofónica: La Radio del ColMich

 

Te invitamos a escuchar nuestro programa “Voces de la ciencia desde el sur” transmitido todos los jueves a las 12:00 hrs por www.radiodelcolmich.com

Realizan seminario sobre trayectorias laborales de trabajadoras en una refinería

El pasado viernes 2 de octubre, Daniela Matías Sánchez, quien realiza su posdoctorado en el Departamento Sociedad y Cultura en la Unidad Villahermosa, impartió la plática “¿Quién gira la tuerca? Trayectorias laborales de trabajadoras en una refinería”, en el marco del seminario virtual de dicha unidad.

La presentación parte del estudio doctoral “Las Anómalas. Trayectorias laborales de trabajadoras en la refinería Ing. Dovalí´”, con la que buscó visibilizar la fuerza laboral femenina en PEMEX y dar a conocer el proceso laboral que han experimentado las mujeres. La ponente comentó que en su trabajo se planteó conocer ¿Cómo se construyen y transforman las trayectorias laborales de las trabajadoras en el marco de la reestructuración de los esquemas sociales de lo femenino? La pregunta de investigación partió de la creencia que la industria petrolera es de y para hombres, pues así fue comprensible el por qué la fuerza laboral femenina no llega a ser reconocida y si lo es, está enmarcada bajo términos que aluden o describen lo anómalo.

El estudio se enfocó en las trabajadoras que ocupaban un puesto en las áreas técnico-productivas en la refinería “Ing. Antonio Dovalí Jaime”, localizada en la ciudad de Salina Cruz, Oaxaca. Ello incluyó tanto las trabajadoras de base agremiadas al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, como las que ingresan al sistema petrolero a través de la subcontratación. La incorporación de ambos tipos de trabajadoras, además de considerar la distinción que la contratación les provee frente a la industria —de base o eventual— permitió colocar la investigación en un contexto histórico específico: la tercera reestructuración de PEMEX.

El análisis de las trayectorias de dos trabajadoras dio cuenta de la posición anómala que adquieren las mujeres en las áreas técnico-productivas, misma que las conduce a padecer niveles de precariedad más allá de los designados por el tipo de contratación, puesto que son vistas primero como mujeres, ineludiblemente femeninas, antes que una fuerza de trabajo idónea para el mercado laboral petrolero.

No obstante, esta posición precaria frente a la imagen “masculina” no restringe la potencialidad del uso creativo -agencia- de la práctica de género o de lo laboral; dado que, ésta dependerá del contexto y la estructura —de género o laboral— que la trabajadora busque fortalecer o, por el contrario, generar pequeñas o grandes fracturas en el transcurso de su vida laboral.

A lo largo del seminario, Daniela fue compartiendo los resultados del análisis realizado y de situaciones que se presentaron. En las reflexiones finales, comentó lo que para ella es la trampa de la precariedad, ya que algunas trabajadoras aceptaron ser vistas desde su cuerpo débil o dedicado al cuidado por lo cual pueden llevar a cabo actividades de secretaria, porque así eran valoradas desde lo femenino. Estas situaciones continúan reproduciendo la idea de que ellas no tienen la capacidad de desempeñarse apropiadamente en este sector.

De esta manera, ellas mismas fortalecen este techo de cristal, de que como mujeres no pueden avanzar; sin embargo, algunas de ellas, poco a poco lo fueron fracturando. Daniela platicó la estrategia de una de las trabajadoras, quien se dedicó a desarrollar su carrera en la industria petrolera siendo soltera, proveedora de su casa y con el apoyo de su madre que es ama de casa. Sin embargo, este es un caso aislado, pues la gran mayoría de las mujeres en ese sector se topa con muchas barreras, ya que son vistas como mujeres débiles y tienen que luchar y romper el modelo para que las consideren como ingenieras.

Al finalizar se realizaron algunas preguntas sobre si se realizará un proyecto que abarque trabajadoras de PEMEX de otros sectores como el de exploración y producción, que es visto como un espacio masculinizado y al que se suma la situación de pandemia, y señaló que esto lo abordará en su estancia posdoctoral.

Descarta especialista que la caravana sea provocación

Fernando Camacho Servín
Periódico La Jornada
Domingo 4 de octubre de 2020, p. 8

El surgimiento de una nueva caravana de migrantes hondureños que se dirige a México no es una provocación, como afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador, sino el resultado del agravamiento de las condiciones de vida de millones de personas en Centroamérica y el relajamiento de las medidas de restricción de movilidad en esa área.

Así lo consideró Abdel Camargo, investigador de El Colegio de la Frontera Sur, quien alertó que la narrativa oficial contra la caravana y el despliegue de la Guardia Nacional para contenerla puede generar el riesgo de abusos contra los derechos humanos de quienes integran este éxodo.

Esta movilización en particular, yo diría que es lógica en el sentido de que las condiciones que facilitan o promueven la expulsión de la gente no han cambiado; de hecho, se han vuelto más profundas a raíz de la pandemia de Covid-19, indicó el experto en temas migratorios.

Sumado a lo anterior, la caravana se hace porque se levantan las restricciones de movilidad en Guatemala. Frente a dicho escenario, los gobiernos de México y Guatemala han optado por darle una lectura política a la caravana sin tomar en cuenta la raíz económica y social que genera este tipo de movilizaciones masivas.

Implica la criminalización de los migrantes, porque México anuncia que habrá castigos de hasta 10 años de cárcel (para quienes entren al país sin tomar medidas sanitarias contra el coronavirus). Son mensajes para desincentivar la caravana y eso tendrá efectos en el flujo de personas que van a tomar otras rutas, advirtió. Se va a evidenciar, dijo, una política migratoria más punitiva, con mayor control, bajo amenazas y deportaciones, dándole un mensaje claro a los caravaneros en Guatemala y México.

 

TECTO PUBLICADO EN LA JORNADA

 

Johana González obtiene grado de Maestra en Ciencias con tesis sobre insectos plaga que dañan al piñón

Johana Yazmin González Orellana, estudiante de Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural con orientación en Entomología Tropical —Generación 2018-2019— en la Unidad Tapachula, obtuvo el grado de Maestra en Ciencias con la tesis denominada “Respuesta comportamental y electrofisiológica de Liothrips jatrophae (Thysanoptera: Phlaeothripidae) a su secreción anal”, el pasado 28 de septiembre.

Los trips del género Liothrips pertenecen a la subfamilia Phlaeothripidae y al orden Thysanoptera. El trips del piñón, Liothrips jatrophae Mound (Phlaeothripidae) daña a las hojas del piñón [Jatrophae curcas L. (Euforbiaceae)] causándoles una malformación.

El objetivo de este estudio fue investigar la respuesta comportamental y electrofisiológica de L. jatrophae a su secreción anal. El análisis por cromatografía de gases acoplada a Espectrometría de Masas (GC-MS), reveló que la secreción anal producida por L. jatrophae es una mezcla de diez compuestos, que se identificaron como: perilleno, tridecano, β-acaridial, tetradecano, pentadecano, heptadecano, heptadeceno, isobutirato de tridecil, isobutirato de tetradecil e isobutirato de pentadecil. Los compuestos mayoritarios son pentadecano y β-acaridial.

Cuando los trips se expusieron a extractos de los volátiles y a compuestos sintéticos, mostraron una respuesta de huida de la fuente de estímulo, acompañado de un movimiento del abdomen de lado a lado, levantamiento del abdomen y secreción de una gota en la punta del abdomen.

Los resultados constituyen una evidencia que la secreción de L. jatrophae actúa como una feromona de alarma. La morfología y distribución de los sénsulos antenales de L. jatrophae se examinó con un microscopio electrónico de barrido (MEB). La antena consta de un escapo, pedicelo y seis flagelos. Las microfotografías mostraron dos tipos de sénsulos: basicónico y tricoideo. Las pruebas electrofisiológicas, mediante registros de sénsulo único (SSR) demostró que el sénsulo basicónico situado en el segmento IV de la antena fue el más sensible a los compuestos de la secreción anal, mientras que el sénsulo tricoideo no mostró respuesta electrofisiológica.

El comité tutelar estuvo conformado por los doctores Leopoldo Caridad Cruz López (director de tesis), Edi Alvaro Malo Rivera y Guillermo López Guillén (asesores). Los sinodales adicionales fueron las doctoras Rebeca González Gómez, Lislie Solís Montero y el doctor Jaime Gómez Ruiz.