Mérida, Yucatán. 23 de febrero de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Una clase que sucede simultáneamente en 10 estados de la república con asistencia de alrededor de mil niños y niñas, es una propuesta innovadora para el sistema escolarizado que conocemos en México. Afrontar este reto y llevarlo a cabo durante ocho años ha sido el trabajo realizado en Pasaporte al Camino del Conocimiento Científico, un modelo educativo presencial y a distancia de divulgación de la ciencia que surgió desde la sección sureste de la Academia Mexicana de Ciencias y que cuenta actualmente con la colaboración de diversas instituciones de investigación y educación en el país.
Helda Morales y Bruce Ferguson, investigadores del Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente (DASA), y el equipo asesor de Laboratorios para la Vida (LabVida) presentaron el Manual de Huertos Escolares para Docentes, en el Centro de Formación Agroecológica de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) de la Unidad San Cristóbal, el pasado 20 de febrero.
Ante maestras y maestros de escuelas primarias de la región, Helda Morales explicó que este manual nació de la necesidad de contar con un material de apoyo para el proyecto de “Huertos escolares”, tras reconocer que una de las limitaciones que tienen los docentes para implementar el trabajo en el huerto escolar, es el desarrollo y diseño de actividades.
Durante la edición 2015 del diplomado “Alimentación, Comunidad y Aprendizaje”, que organizan Ecosur, LabVida y el Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), dirigido a educadores y educadoras, se pidió a los participantes que realizaran una serie de actividades que desarrollarían en su huerto, las cuales posteriormente fueron incluidas en el manual.
El material comprende también un capítulo sobre agroecología, alimentación consciente y el rescate de los saberes de la comunidad, así como una guía para la preparación del suelo, la elaboración de composta y recomendaciones para hacer sustentable el huerto escolar.
El manual estará disponible en formato impreso y digital, y será distribuido a los docentes para facilitar su tarea de acercar a niñas, niños y jóvenes a la ciencia, “además de sembrar el amor por la naturaleza, el cuidado del medio ambiente y las buenas practicas alimenticias”, expresó la investigadora de Ecosur.
Durante la presentación se dio a conocer la nueva convocatoria para el diplomado “Alimentación, Comunidad y Aprendizaje”, que abrirá en abril del presente año.
Por último, Helda Morales agradeció al equipo de LabVida y demás colaboradores que hicieron posible el Manual de Huertos Escolares, ya que reconoció que sin el apoyo colectivo no hubiera sido posible la culminación de dicho proyecto.
Martha Luz Rojas Wiesner, investigadora del Departamento de Sociedad y Cultura de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), presentó el libro “Narrativa y fotografía de niños y adolescentes trabajadores guatemaltecos en Tapachula, Chiapas”, el pasado 11 de febrero, en el Centro de Derechos Humanos “Fray Matías de Córdova”.
Martha Rojas comentó que la publicación es el resultado de un taller que realizó con niños que asisten al Centro de Atención a Niñas, Niños y Jóvenes Migrantes –Casa de Día–, ubicado en Tapachula, el cual les brinda apoyo de alimentación, atención psicológica, pedagógica y médica, así como un área de descanso, actividades de entrenamiento, acceso a regaderas, computación y orientación psicosocial.
En el taller participaron niños varones de Guatemala de entre 12 y 17 años de edad, que llegan a Tapachula, en especial entre octubre y enero de cada año, para conseguir oportunidades de trabajo y recursos económicos para regresar a su país de origen y solventar los gastos de sus estudios y ayudar con gastos para sus hogares.
Los comentarios en la presentación del libro estuvieron a cargo de expertos en estudios acerca de la niñez migrante de Guatemala y sobre la situación de la migración en la frontera sur de México: Carol Girón, directora de Programas Misioneros de San Carlos Scalabrinianos y coordinadora regional de políticas y programas Scalabrini International Migration Network (SIMN), Álvaro Caballeros, investigador titular del área de migraciones del Instituto de Estudios Interétnicos de la Universidad de San Carlos de Guatemala, y Hugo Ángeles, consultor independiente especialista en migraciones en la frontera sur de México.
La publicación es parte de una iniciativa de investigación acerca de la niñez migrante en espacios y actividades con las que se vinculan, y muestra la importancia del trabajo de vinculación que Ecosur realiza con personas e instituciones preocupadas por los derechos de este grupo de población.
La presentación del libro se realizó en el marco del II Intercambio Transnacional en Derechos de la Niñez Migrante y Refugiada en contextos de frontera de América y Europa: hacia un sistema de protección integral de la niñez con enfoque migratorio, realizado en Tapachula.
Ante el aumento en la demanda de productos de origen animal que enfrentamos en el siglo XXI debido al creciente aumento poblacional, el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) impulsa la introducción de sistemas silvopastoriles para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el ganado.
Ciudad de México. 22 de febrero de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- La preservación del Corredor Ecológico de Bacalar, Quintana Roo, es uno de los objetivos del proyecto satelital de percepción remota derivado del acuerdo de cooperación celebrado en 2015 entre la Agencia Espacial Mexicana (AEM) y la Agencia Espacial del Reino Unido (UKSA, por sus siglas en inglés).
Como resultado de los objetivos del Grupo de Estudios de Migración y Procesos Transfronterizos de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) de establecer una estrecha relación entre los intereses de investigación y los de vinculación con la sociedad civil, y en especial con los pueblos originarios, se realizó el encuentro “Sabidurías Ancestrales para la defensa de la vida, la Madre Tierra y sus bienes naturales’’, en la Unidad Tapachula de Ecosur, del 12 al 14 de febrero.
Investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur-Conacyt), encabezados por Manuel Mendoza Carranza, encontraron altas concentraciones de metales pesados, especialmente de zinc, en los tejidos musculares de 18 especies animales que habitan al sur del Golfo de México, en la laguna San Pedrito, que es parte de la Reserva Natural Pantanos de Centla, en Tabasco. Entre la fauna estudiada hay 13 especies de importancia comercial.
Como resultado de los objetivos del Grupo Académico de Estudios de Migración y Procesos Transfronterizos de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) de establecer una estrecha relación entre los intereses de investigación y los de vinculación con la sociedad civil, y en especial con los pueblos originarios, se realizó el encuentro “Sabidurías Ancestrales para la defensa de la vida, la Madre Tierra y sus bienes naturales’’, en la Unidad Tapachula de Ecosur, del 12 al 14 de febrero.
Más de 40 autoridades ancestrales, guías espirituales y líderes comunitarios de diversos pueblos mayas, seris, yaquis y xinca de México y Guatemala, y personal del grupo académico de Estudios de Migración y Procesos Transfronterizos de Ecosur, se reunieron en el encuentro, para la creación y formación de un plan de rescate de la Madre Tierra, de los pueblos originarios y toda la humanidad, en una región, en la que mineras, transnacionales y otros proyectos de desarrollo afectan el medio ambiente, violan los derechos humanos de las comunidades y amenazan a los pueblos originarios.
La Liga Maya Internacional mencionó que sólo en Chiapas existen 99 concesiones mineras y que en el Plan de Desarrollo Regional entre México y Guatemala está proyectado la construcción de un gasoducto que tendrá más de 600 km de largo y que en Guatemala existen más de 600 solicitudes mineras en trámite.
En el contexto de desarrollo, despojo y destrucción que caracteriza a la región Chiapas-Guatemala, los participantes declararon conjuntamente su compromiso para salvaguardar sus tierras, territorios, la Madre Tierra y sus pueblos, en una declaración final denominada “Declaración de pueblos originarios, Tapachula, Chiapas, México y Guatemala, en el Encuentro de Sabidurías Ancestrales para la defensa de la vida, la Madre Tierra y sus bienes naturales”, en la que se comprometieron a reconstituirse fundamentándose en su cosmovisión y a fortalecer la convivencia del ser humano y la Madre Tierra desde el equilibrio de la vida, la armonía, la espiritualidad y la sabiduría ancestral.
Asimismo declararon que buscarán revitalizar la libre determinación y autonomía en el ejercicio de la consulta previa e informada como un derecho reconocido por el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
El intercambio de saberes entre los líderes de comunidades afectadas por proyectos, como la Mina Marlin en San Marcos y la Mina Escobal en Santa Rosa y Jalapa en Guatemala, proporcionó información sobre la realidad en estas áreas y estrategias específicas que han sido adoptadas por las comunidades. Para los dirigentes de las áreas potencialmente afectadas como Pavencul, Chiapas, México, este intercambio de experiencias e ideas les brindó herramientas para realizar acciones anticipadas para salvar sus tierras ancestrales y la “sagrada agua”, la tierra y la vida de su pueblo.
Este encuentro fue convocado por los abuelos y abuelas del pueblo maya-mam en el Soconusco de Chiapas, a través de las organizaciones Raíces de Nuestra Cultura Mam y Conciencia Cultural Mam, con el acompañamiento técnico de la Liga Maya Internacional y First Peoples Worldwide y la coorganización, en materia logística, de investigadores de Ecosur, la Liga Maya Guatemala, la Embajada Mundial de Activistas por la Paz (EMAP), el Servicio Internacional para la Paz (SIPAZ), DC Interpreter Collective, Potencial Puro y Tohil Fidel Brito, quienes darán seguimiento y apoyo técnico a estos procesos regionales en un segundo encuentro a realizarse entre junio y julio próximos.
La participación de Ecosur en la organización de este evento internacional sobre el pueblo maya fue posible por el trabajo que se ha venido realizando en la Unidad Tapachula con las comunidades de la nación mam de los municipios de Cacahoatán y Unión Juárez, y por la dirección de Enrique Coraza de los Santos, investigador y responsable del Grupo de Estudios de Migración y Procesos Transfronterizos, y la participación de Cristina Robledo Cossío, técnica académica adscrita al mismo grupo.
José Armando Alayón Gamboa Investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), en la Unidad Campeche Departamento de Conservación de la Biodiversidad jalayon@www.ecosur.mx
Ante el aumento en la demanda de productos de origen animal que enfrentamos en el siglo XXI debido al creciente aumento poblacional, el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) impulsa la introducción de sistemas silvopastoriles para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el ganado.
La demanda creciente de productos de origen animal y la forma de producción de estos alimentos han provocado que los sistemas de producción ganadera liberen a la atmósfera el 18% del total de gases conocidos como de efecto invernadero (GEI).
La producción de estos GEI ocurre de forma directa, principalmente, por el mal manejo de las excretas que liberan óxido nitroso, y por la producción de metano en el rumen y tracto digestivo de los animales; y de forma indirecta al sustituir selvas y bosques por praderas de pasto, que provocan la liberación de dióxido de carbono, y por la aplicación fertilizantes sintéticos que emiten a la atmósfera óxido nitroso.
En este contexto Ecosur busca estrategias que repercutan positivamente en la economía de los agricultores, que mejoren las condiciones ambientales del sistema agropecuario y el bienestar animal, que apoyen la recuperación de áreas degradadas por el pastoreo o sobrepastoreo, que brinden servicios ambientales, promuevan la diversidad biológica, la preservación de recursos críticos como el agua y el suelo, y la provisión de alimentos sanos y seguros con valor adicional para los consumidores.
Desde la aproximación del manejo de los recursos ambientales, cada vez se entiende mejor que uno de los múltiples factores claves para impactar positivamente en las estrategias de mitigación es la promoción y reincorporación de árboles y arbustos nativos en las áreas de pastoreo.
Esto implica necesariamente cambiar la concepción que se tiene de la ganadería bovina extensiva en el sur de México, que es la proveedora de becerros en pie para otras regiones del país, y donde, como en otras regiones, se concibe a los árboles y arbustos de la vegetación natural como plantas no deseables en los potreros de gramíneas.
Antes de la adopción de los modelos de ganadería bovina con extensas praderas, la ganadería hacía uso de la vegetación natural y de otros recursos locales donde se practicaba. En varios estados del sur México —Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán—, estas prácticas persisten en muy pocos agricultores. Se han rescatado algunas especies de arbustos y árboles para promover nuevos modelos conocidos como sistema silvopastoriles que se adaptan a cada condición local y que han mostrado sus bondades en términos productivos, de bienestar animal, económico y ambiental, inocuidad en los alimentos, y sostenibilidad en la producción.
En el terreno ambiental y de la salud animal, el uso de algunas de estas plantas, que tienen compuestos conocidos como metabolitos secundarios —sustancias que favorecen el control de parásitos en los animales— pueden ayudar a reducir significativamente la producción del gas metano que se libera a la atmósfera. La disminución de la producción de gas metano en un animal rumiante, como el bovino, significa un ahorro de energía que éste puede usar para crecer o producir carne o leche, de ahí la relevancia de investigar las mejores estrategias en sistemas locales para reincorporar las distintas especies de plantas y cuantificar con precisión cuánto disminuye la producción de metano, así como entender cuáles son los mecanismos de acción de estos compuestos dentro del microambiente donde interactúan con otros organismos conocidos como bacterias, protozoarios y archaeas.
En México, apenas se comienza a desarrollar infraestructura para cuantificar con precisión la producción de gas metano en estudios bajo condiciones controladas, y son incipientes los esfuerzos por consolidar investigaciones para métodos de medición en condiciones de campo, mientras que el estudio de los metabolitos secundarios ha atendido los efectos sobre la producción animal, la dieta y el consumo, y la salud animal.
Pocos esfuerzos se están enfocando en explicar los mecanismos de acción y la detección precisa de los compuestos químicos de las plantas incorporadas en modelos silvopastoriles, menos aún se ha investigado cómo estos compuestos podrían interactuar con la genética de los animales y los microorganismos.
Estos aspectos biotecnológicos vislumbran posibilidades de innovación en ciencia animal, y en especial en la ganadería bovina, mediante consorcios de investigación interinstitucional y multidisciplinaria. Los avances en innovación tecnológica por sí solos tampoco serán la solución a los problemas que enfrenta la ganadería si no se concibe como un elemento más dentro de estudios con un enfoque integral de los sistemas de producción, donde se priorice su capacidad de resiliencia y adaptación a los efectos del cambio climático.
En zonas ganaderas de Chiapas, Campeche, Tabasco y Yucatán, Ecosur está integrando esfuerzos interinstitucionales en la búsqueda de modelos prácticos de sistemas silvopastoriles con una visión integral (holística), que combine la agroecología y la conservación, para que sean adaptados a condiciones locales de los productores.
Con la Universidad Atónoma de Chiapas (UNACH), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Universidad de Chapingo, El Colegio de Posgraduados (COLPOS), la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), y el Centro Agronómico Tropical en Investigación y Enseñanza (CATIE) de Costa Rica, estamos revalorizando el conocimiento tradicional de los productores, al mismo tiempo que evaluamos sus impactos productivos, económicos y ambientales. A la par, estamos desarrollando métodos de aplicación en campo y en laboratorio para medir la contribución de los sistemas silvopastoriles en la reducción de la producción de metano y óxido nitroso. Asimismo hemos comenzado a proponer nuevos modelos para evitar la transformación de selvas a praderas, evaluando el significado de estas prácticas en los mecanismos de interacción de los metabolitos secundarios con el microambiente de los animales rumiantes y en la producción animal.
En este último aspecto se busca potenciar la bondad de la alta diversidad vegetal con que cuentan las selvas tropicales del sur de México, tratando de entender los mecanismos de acción de diferentes metabolitos secundarios de las plantas con el microbioma (bacterias, protozoarios y archaeas) que habita en los animales rumiantes y su significado en términos productivos, económicos y ambientales, experimentando con diversas especies de plantas conocidas tanto en la literatura científica como con otras especies poco estudiadas e investigadas hasta el momento.
Potrero degradado y con invasión de Pteridium (petatilla) por inadecuado manejo en la pradera
Bovinos consumiendo follajes de Bursera simaruba en un sistema silvopastoril de corte y acarreo
Consumo de bovino en pastoreo bajo monte para el aprovechamiento de la diversidad de especies arbustivas y arbóreas mediante manejo de cercos eléctricos
Consumo de bovino en pastoreo bajo monte para el aprovechamiento de la diversidad de especies arbustivas y arbóreas mediante manejo de cercos eléctricos
La zona costera del sur de México, como muchas zonas en el mundo, presenta niveles relativamente altos de contaminantes y especialmente de metales pesados, lo que representa un riesgo ecológico potencial, señala Manuel Mendoza Carranza, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), quien dirigió una investigación realizada en la Laguna San Pedrito, ubicada dentro del área de La Reserva de la Biosfera Pantanos de Centla, en Tabasco, y cuyos resultados serán publicados en la edición de marzo de la revista científica Environmental Pollution.
Los resultados del estudio denominado “Distribución y bioconcentración de metales pesados en una cadena alimenticia acuática tropical: un caso de estudio de una laguna estuarina tropical en el sur de México”, dirigido por Mendoza Carranza, del Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad de la Unidad Villahermosa de Ecosur, demostraron que el zinc (Zn) fue el metal pesado más frecuente y abundante en la región y en el conjunto de especies de plantas, animales y otros organismos estudiados en el área.
El estudio abarcó el análisis de 18 especies de fauna, 13 de importancia comercial, y todas tuvieron metales pesados en sus tejidos musculares y se asociaron con una red de alimentos a base de detritus –residuos, generalmente sólidos permanentes, que provienen de la descomposición vegetales y animales. Asimismo, determinó que las concentraciones de cromo (Cr), plomo (Pb) y cadmio (Cd) en algunas especies comerciales, especialmente mojarras superaron los valores límites internacionales permisibles, por lo que señalan que el riesgo ecológico en la región puede ser catalogado como moderado.
“Estudiamos la bioacumulación de metales pesados, tomando en cuenta la carga suspendida en agua, sedimentos, plantas, moluscos, crustáceos y peces de diferentes niveles tróficos – omnívoros, planctívoros, herbívoros, detritívoros, zoobentos y piscívoros, comparando nuestros resultados con los valores de referencia nacionales e internacionales y haciendo una evaluación del riesgo ecológico potencial en ese importante humedal”, mencionan los investigadores participantes en el estudio.
Los metales pesados son componentes naturales del entorno, pero el aumento en sus concentraciones puede estar relacionado con actividades humanas. Su acumulación en la cadena alimenticia acuática, sobre todo en regiones influenciadas por la industria petrolera, representa un riesgo para el medio ambiente y la salud humana, de tal modo que los resultados de este estudio además de ser de gran importancia para analizar el comportamiento y las relaciones de estos contaminantes con el medio ambiente, son una puerta de entrada para investigaciones más amplias que permitan conocer mejor el estado de salud de los ecosistemas acuáticos.
Son coautoras de esta investigación Alejandra Sepúlveda-Lozada, del Leibniz Center for Tropical Marine Ecology (ZMT) en Alemania; Celia Dias-Ferreira, del Research Center for Natural Resources, Environment and Society del Instituto Politecnico de Coimbra en Portugal y Violette Geissen, del Soil Physics and Land Management Group de la Universidad de Wageningen, en los Países Bajos.