En las comunidades indígenas de Chiapas, el consumo de refresco de Cola y otras bebidas azucaradas se ha vuelto cotidiano, incluso en el desayuno o la comida principal. Según Gerardo Gonzáles Figueroa, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), a pesar de las campañas de concientización, la venta y el consumo siguen creciendo sin control, generando un impacto significativo en la salud pública.
Consecuencias del consumo excesivo
El investigador advierte que la falta de límites en Chiapas ha derivado en un aumento de malnutrición, obesidad, diabetes e hipertensión, incluso en niños de entre 8 y 10 años. Las bebidas azucaradas se incorporaron en la vida diaria desde finales de los años 70, cuando las comunidades indígenas empezaron a consumirlas como sustituto del café o el atole.
La estrategia comercial de las empresas permitió que el producto se vendiera a menor precio que en otras regiones, lo que fomentó la compra de grandes cantidades. Actualmente, un indígena puede llegar a consumir hasta 300 litros de refresco al año, según el especialista.
Impuestos y posibles efectos
El Gobierno federal envió una iniciativa para incrementar el Impuesto Especial a la Producción y Servicios (IEPS) en más de 3 pesos por litro de bebidas azucaradas. Especialistas prevén que esto podría disminuir temporalmente el consumo, pero advierten que, sin cambios culturales ni educación sobre nutrición, los hábitos volverán a la normalidad.
El investigador recalca: “No hemos hecho un país refresquero, pero donde no tenemos límites es en Chiapas”. Las consecuencias de este patrón de consumo se reflejan en un costo sanitario creciente por enfermedades asociadas a la alimentación.
NOTA PUBLICADA EN: https://laverdadnoticias.com/mexico/alarma-el-consumo-excesivo-de-refresco-en-chiapas-20251020
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