Los insectos han demostrado tener las cualidades y características necesarias para aportar información relevante durante una escena forense. Su gran abundancia, su pequeño tamaño, su fácil acceso a casi cualquier escenario y su capacidad de localizar restos en descomposición, los ha situado como agentes potenciales para estimar el tiempo transcurrido desde su llegada a un cadáver y su hallazgo, conocido como intervalo post mortem mínimo. Además, se ha demostrado que los insectos son piezas claves en el establecimiento de posibles situaciones y causas asociadas a la muerte. Por ejemplo, en el traslado de un cuerpo, al encontrarse evidencias entomológicas que no corresponden con el sitio del hallazgo, evidencia de sustancias tóxicas o drogas en el contenido gástrico de las larvas que se alimentan directamente del cadáver o, incluso algunas situaciones de maltrato y negligencia en el cuidado de adultos mayores y niños.
Es así que, la entomología forense, dentro del área médico-legal, se ha situado como una rama de las ciencias forenses encargadas de estudiar aquellos insectos asociados directamente con el proceso de descomposición de un cadáver y su utilidad en la resolución de casos judiciales.
Lee el artículo completo de
y Julio Cesar Rojas León, que fue publicado en la revista de divulgación de la Universidad Michoacana.https://www.sabermas.umich.mx/secciones/articulos/1048-los-insectos-y-el-olor-de-la-muerte.html