México es escenario de una compleja dinámica migratoria de trabajadores agrícolas, y las personas dedicadas al corte de caña son parte de este sector vulnerable. Cerca de 80 mil jornaleros están pendientes de la próxima zafra, lo que en una emergencia sanitaria implica un gran riesgo. Sin duda, una agenda de intervención académica desde las ciencias sociales tiene mucho que aportar.
Artículo completo en Ecofronteras núm. 70