el colegio de la frontera sur

Skip to main content
¡Sin mujeres no hay agroecología!

¡Sin mujeres no hay agroecología!

11 marzo, 2018

Comunicado de prensa de la Alianza de las Mujeres en Agroecología AMA-AWA sobre el simposium que organizó el 6 de marzo y nuestra participación en el Primer encuentro internacional, político, artístico, deportivo y cultural de mujeres que luchan del 8 al 10 de marzo en el Caracol de Morelia, ‘Torbellino de nuestras palabras’.

La agroecología busca producir alimentos sanos al mismo tiempo que cuida al ambiente y valoriza el trabajo de        las familias productoras.

Las mujeres participamos en la agroecología desde el campo, la academia y el activismo. Desafortunadamente muchas veces nuestro trabajo no es reconocido y hasta es despreciado. Es por ello que, en el 2013, un grupo de mujeres agroecólogas formamos la Alianza de Mujeres en Agroecología con el objetivo de buscar estrategias para trabajar juntas y lograr la visibilización de nuestro trabajo, contribuir a la formación de las futuras generaciones de agroecólogas y hacer alianzas con mujeres vinculadas en la producción agroecológica.

Estamos convencidas de que sin la participación activa de las mujeres en la agroecología y sin espacios seguros para que éste sea realizado, la sociedad entera perderá. Con este encuentro esperamos dar a conocer parte del trabajo que hacemos y buscar alianzas con colectivos feministas para el avance de la agroecología como ciencia, práctica y movimiento en la construcción de un mundo más sano y justo.

El 6 de marzo, 18 mujeres  que trabajan en agroecología, provenientes de México, Guatemala, Canarias, Puerto Rico, Estados Unidos, Finlandia y Argentina, convocamos al encuentro Mujeres por la agroecología y la soberanía alimentaria para compartir e intercambiar con la ciudadanía de San Cristóbal de Las Casas lo que hacemos y cómo trabajamos con mujeres campesinas y procesadoras de alimentos, familias campesinas, así como con colectivos y comunidades, donde se involucran hombres y mujeres de todas las edades.

En nuestras investigaciones y actividades, empleamos metodologías participativas que favorecen el intercambio de conocimiento, así como procesos de emancipación, auto-reconocimiento y visibilización de los saberes y capacidades  de las mujeres: desde el diseño y manejo de huertos comunitarios y          patios familiares; el cultivo, cosecha y recolección de alimentos silvestres, hierbas y animales; la creación y coordinación de  organizaciones y proyectos colectivos que fomentan la concientización y educación en la agricultura sustentable y el cuidado del medio ambiente; hasta el conocimiento especializado en las prácticas de manejo de maíces nativos y sus canales de comercialización.

Asimismo, visibilizamos que Puerto Rico es una colonia de Estados Unidos y que se encuentra en resistencia y en un momento de restauración del país a través de proyectos agroecológicos que vinculan el campo con la ciudad. También, identificamos una pérdida de conocimiento y cultura alimentaria entre las jóvenes generaciones, así como la competencia entre los sistemas tradicionales de producción de alimentos —milpa, traspatio— y la producción de alimentos orientados al mercado, que abocan a las familias al consumo, cada vez mayor, de alimentos procesados ricos en grasas saturadas, azúcares y harinas refinadas con el consiguiente impacto en la salud.

Es por eso, que también nos involucramos en impulsar y crear programas educativos y académicos basados en la formación agroecológica que integra el diálogo de saberes entre los conocimientos-prácticas tradicionales y los conocimientos técnico-científicos. Y, finalmente, buscamos comprender cómo son las relaciones sociales que favorecen o impiden la aparición y consolidación de un sistema alimentario agroecológico con equidad social, es decir, de género, que sea la alternativa al sistema agroindustrial capitalista y patriarcal.

En definitiva, con nuestras investigaciones y acciones, las mujeres contribuimos, desde la parcela, la academia y los movimientos sociales, en la co-construcción de proyectos de vida basados en una agricultura limpia, sana y sustentable que recupera saberes y conocimientos tradicionales, contribuye a mejorar la soberanía alimentaria de nuestras familias y comunidades, así como en conservar la biodiversidad, tanto cultural como agrícola.

Al encuentro del 6 de marzo asistieron estudiantes de posgrado, campesinas que organizan el “Tianguis de Comida Sana y Cercana”, chefs y personas vinculadas con el sector salud, entre otras personas. La participación del público asistente nos permitió observar que la agroecología despierta interés y atención. Por todo ello, consideramos que en San Cristóbal de Las Casas contamos con un tejido social diverso para lograr la soberanía alimentaria.

Posteriormente, del 8 al 10 de marzo, asistimos, en el Caracol de Morelia ‘Torbellino de nuestras palabras’, al Primer encuentro internacional, político, artístico, deportivo y cultural de mujeres que luchan, porque sostenemos que la agroecología es también una forma de lucha en la que las mujeres siempre hemos participado en la agroecología, aunque no siempre se nombre de esa forma.

En estos tres días, hemos convivido con más de 2 000 mujeres zapatistas y más de 5 000 mujeres de todo el mundo y resaltamos que la organización ha apoyado las necesidades de tantos miles de mujeres allí congregadas en cuanto a alimentación, higiene, alojamiento y, especialmente, seguridad.

A través de la pláticas, talleres, diversas actividades artísticas y culturales, hemos aprendido y conocido cómo se organizan las mujeres del mundo en la defensa de la vida, la tierra, el territorio y de los derechos humanos, de los animales y de la naturaleza. Nos han compartido sus diversas luchas de formas que han permitido abordar temas complejos y dolorosos, como las múltiples violencias de género que sufrimos las mujeres, y han logrado hacernos sentir en nuestros cuerpos sus experiencias y sufrimientos.

Con este encuentro, las hermanas y compañeras zapatistas han propiciado un espacio en el que hemos hecho cercanas las numerosas y necesarias luchas de miles de hermanas del mundo y hemos acortado distancias físicas y emocionales.

En concreto, con nuestra participación titulada Aliando y fortaleciendo mujeres con la agroecología, tratamos de visibilizar nuestro trabajo en la agroecología desde la parcela, la academia y los movimientos sociales. Utilizando herramientas lúdicas y teatrales, que facilitaran la comunicación con mujeres de distintas geografías, tratamos de poner en diálogo a la agroecología con las luchas feministas, en el contexto de un sistema alimentario que reconocemos capitalista y patriarcal.

Nuestro mensaje hizo sentido tanto para las mujeres zapatistas como para las urbanas y rurales de todo el mundo, para unas reconociendo la terrible dependencia del sistema alimentario y para otras reconociendo el valor de sus acciones produciendo alimentos en sus huertos y parcelas.

En este diálogo pudimos constatar la existencia firme y decidida de una forma de producir limpia, sana y tradicional, pero también observamos que esa producción no puede llegar al consumo de la mayoría de la población debido a los diversos mecanismos que tiene el sistema alimentario capitalista para limitarla, co-optarla y re-dirigirla siempre a favor del capital y no de la vida, mucho menos de las mujeres.

Además, en las múltiples palabras que las mujeres nos compartieron en este encuentro, constatamos que la conexión existente entre nuestra lucha por una producción, distribución y consumo de alimentos sana, limpia y soberana, va de la mano con las luchas de las mujeres por la tierra, por la defensa del territorio, contra la violencia y a favor de una vida digna.

Por eso, decimos junto a las mujeres zapatistas que ¡nuestra lucha es por la vida!

Y agregamos que ¡sin mujeres no hay agroecología!

Pero, también, que ¡sin agroecología no hay feminismo!, porque no podemos cuidar de nuestros cuerpos y de la Madre Tierra con agrotóxicos y semillas no nativas.

Más información Helda Morales (hmorales@www.ecosur.mx) y Lorena Soto (lsoto@www.ecosur.mx), investigadoras del Departamento Agricultura, Sociedad y Ambiente de ECOSUR.

Compártenos en tu:

Conoce más

Fredy Alberto Falconi Briones  obtiene el grado de Doctor en Ciencias con la tesis denominada “ECOLOGÍA POBLACIONAL Y AMENAZAS PARA LA CONSERVACIÓN DEL TAPIR (Tapirus bairdii) Y EL PECARí DE LABIOS BLANCOS (Tayassu pecari) EN LA SELVA LACANDONA, CHIAPAS, MÉXICO.”

Norma Chambor Gómez obtiene el grado de Maestra en Ciencias con la tesis “Participación política de mujeres lacandonas como autoridades de la comunidad de Lacanjá Chansayab”

Estudiantes de la Universidad Politécnica del Centro visitan la Unidad Villahermosa de ECOSUR

Beatriz Adriana Rodríguez Gutiérrez obtiene el grado de Maestra en Ciencias con la tesis “Autocuidado en adultas mayores: la importancia de la autonomía económica y las redes sociales de apoyo.”